𝖁𝖊𝖎𝖓𝖙𝖊
Canción del capítulo: Sabrina Carpenter - Shadows.
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—Alora...—el pequeño ramo cayó al suelo. La chica giró sobre sus talones comenzando a alejarse, JungKook tomó su muñeca deteniéndola—Oye, espera.
—¿Vas a decirme la verdad de lo que acabo de escuchar?
—Sí, pero...la cosa es...—de repente no supo por donde empezar.
—¿Voy a morir sí o no?
—Sí, pero...
—¿Es por lo que mencionaste antes sobre mi sangre?—exigió saber.
—Es una teoría.
—¿Enserio?—no le creía nada.
—Los humanos que tienen...un olor diferente no suelen vivir mucho tiempo—mantuvo su mano en su muñeca evitando que se marchara—Pueden causar diferentes reacciones en los vampiros o su destino sencillamente es morir a una temprana edad...
—Así que por eso apareciste, ¿No?—negó con la cabeza con cierta decepción—La pequeña nieta de Enora necesita ayuda. Sigues viniendo para estar tranquilo con tu conciencia.
—No, Alora, no es así—su mano se liberó cuando ella se soltó—Oye, espera—tomó su brazo.
—No quiero hablar aquí—se negó a mirarlo—Estoy muy molesta ahora para hablar.
—Alora...
—Dije que no quiero hablar aquí—apartó sus manos caminando hacia la salida del cementerio.
Jennie introdujo la llave en la cerradura entrando a la casa. Ante el silencio supo que su hermana estaba en la calle, dejó sus zapatos en la entrada dirigiéndose a la habitación de Alora para confirmar que no estaba allí. Quizás se encontraba durmiendo, la cama estaba vacía, Jennie encontró todo perfectamente arreglado, sus ojos se detuvieron en aquel cuaderno que la castaña dijo ser cuentos escritos por su abuela.
—Siempre la veo con ese cuaderno, me sorprende que haya salido sin él—susurró acercándose. Lo tomó y leyó la primera hoja—¿Qué es esto?—bufó—Halmeoni estaba loca—pasó las páginas leyendo algunas palabras—Y Alora está loca creyendo esta porquería.
Justo la puerta se escuchó abajo, Alora entró a la casa con JungKook siguiéndola. Con la cabeza en otro lado pasó desapercibido los zapatos de Jennie en la entrada, volteó a enfrentar al vampiro estando molesta y quizás un poco decepcionada.
—Imaginaba que querías reencontrarte con halmeoni, pero...¿Mi muerte?, debiste decírmelo desde un principio. Debiste decirme que por esa razón te acercaste.
—Alora—JungKook dejó su bolso en el sofá. Se acercó a ella tomando sus brazos—Es...una teoría, no significa que vaya a ser así.
—Se honesto conmigo.
Jennie escuchaba a escondidas en total silencio. Se asomó de reojo en las escaleras viendo a su hermana con compañía, ¿Dónde había visto a ese hombre?
—Estoy siendo honesto en este momento.
—Si voy a morir significa que debo tener mucho cuidado de mis decisiones, debo pensar dos veces antes de actuar, yo...—sentía miedo por la incertidumbre de no saber cuando ocurriría—¿Debo irme o quedarme?
—¿Qué?
—Si me quedo puedo morir, si me voy puedo morir—indicó—No quiero morir. Me aterra siquiera imaginarlo.
—Oye—JungKook tuvo que usar un tono de voz dulce para calmarla—Alora, mírame.
—Si mueres primero que yo...estaré vulnerable. Mi cabeza va a estallar, no quiero morir.
—No morirás. ¿De acuerdo?—se encontró con su mirada asustada—Estaré a tu lado, voy a protegerte, sé que tu abuela lo hubiera querido.
—No quiero que te sientas obligado a ser mi niñera.
—No me siento obligado. Hagas lo que hagas está bien, si quieres quedarte o irte...te apoyaré—dio un suave apretón a sus brazos. Alora no muy segura rodó los ojos, fue allí que notó los pares de zapato de su hermana en la entrada.
—¿Quién va a morir?—Jennie interrumpio y ambos la miraron. JungKook soltó a la chica dando un paso atrás—¿Quién eres tú?
—Ah, unnie, no sabía que estabas en casa...
—Llegué hace unos minutos—sostenía el diario de Enora en su mano.
—¿Qué haces con...?—Jennie de nuevo la interrumpió.
—Ahora dime, ¿Quién eres tú?—señaló al vampiro.
—Jeon JungKook—respondió. Jennie hizo la conexión de inmediato, su abuela lo mencionaba en algunas hojas que llegó a leer del diario.
—¿Se supone que tú eres el vampiro?—se mofó—Veo que la demencia de halmeoni estaba grave.
—Unnie—reprochó Alora—Dame el diario.
—¿Por qué dices que morirás?, ¿Siguen con el juego de la abuela?
Por un momento, Alora pensó en reclamarle, pero luego recordó lo que JungKook le dijo una vez sobre no mencionar la verdad a los demás. Que creyeran lo que quisieran.
—Sí, algo así—mintió. El pelinegro la miró confundido sin entender su respuesta—Dame el diario.
Jennie obedeció con desconfianza. No se creía absolutamente nada, tampoco creía lo que leyó en el diario.
—¿Ese bolso es tuyo?—señaló—¿Piensas quedarte aquí?—dirigió la vista a su hermana—¿Eres loca?, ¿Cómo puedes traer a un hombre que no conocemos del todo?
—¿Olvidas que esta es mi casa?
—Eres demasiado ingenua—tomó el bolso y se lo devolvió a JungKook—Tienes que irte, extraño. No puedes quedarte aquí.
—Jennie, él...
—Está bien, Alora, tiene razón—le advirtió con la mirada—Luego hablaremos, ¿De acuerdo?
La joven de veinte años asintió. Jennie fue quien acompañó a JungKook a la puerta sin saber que éste entraría por la ventana de la habitación de su hermana, en cuanto ambas chicas quedaron a solas en la sala, Alora supo que el interrogatorio comenzaría. Realmente su cabeza iba a explotar.
—Bien, tienes que explicarme, ¿Qué carajos está pasando aquí?, ¿Quién es ese tipo?, ¿Qué demonios es ese diario?, ¿Y qué carajos tienes en la cabeza ahora mismo?
—Unnie...
—¿Desde hace cuánto conoces a ese tipo, Alora?
—Desde que llegamos aquí—respondió. Se dirigió a las escaleras siendo detenida por su hermana, Jennie la tomó del brazo sin entender.
—La abuela lo conocía.
—Sí.
—¿Por qué parece que tenía fantasías con ese chico?
—No hables así de la abuela—advirtió.
—Es la verdad, halmeoni tenía demencia...
—¡Cierra la maldita boca, Jennie!—alzó la voz perdiendo la paciencia—Si sigues hablando de esa manera de la abuela te juro que te echo de mi casa—amenazó teniendo a la chica boquiabierta con su actitud—Sin la abuela ninguno de nosotros estuviéramos aquí, ella sacrificó toda su vida por nosotros, no sabes absolutamente nada de ella.
—¿Y te parece que la conoces más por las mentiras de ese diario?—señaló.
—Créeme, la conozco más de lo que tú o mamá creen.
—¿Enserio?
En un rápido movimiento le quitó el diario. Alora en un acto reflejo intentó recuperarlo, ambas hermanas lucharon en la sala forcejeando entre sí. Jennie empujó a su hermana logrando que soltara de nuevo el diario, terminó rompiendo las hojas al arrancarlas del cuaderno, Alora furiosa fue por ella no para empujarla, sino para golpearla. Su mano sonó claramente ante el impacto en la mejilla de la mayor, el diario roto cayó al suelo entre las hojas sueltas.
—¡¿Acabas de golpearme?!
—No, no—Alora tenía su atención en el diario. Muchas de las hojas habían sido arrancadas, sus ojos contuvieron las lágrimas entre la impotencia y el dolor de algo tan preciado para ella, algo que su propia abuela le había escrito.
—¡¿Me estás escuchando?!—Jennie siguió chillando histérica—Definitivamente estás perdiendo la cabeza, esta casa y ese dinero nunca debió ser para ti.
—Lárgate—murmuró. Tragó con dificultad el nudo en su garganta, la misma rabia hizo que empezara a temblar.
—¿Qué?
—¡Lárgate de aquí!—gritó. Se levantó furiosa, la jaló del brazo llevándola a la puerta y sacándola de un empujón. Cerró rápidamente impidiéndole volver a entrar, mientras Jennie tocaba con fuerza, Alora volvió a la sala recogiendo las hojas rotas del diario, JungKook se asomó bajando las escaleras en silencio, escuchó a la chica sorber por su nariz, se acercó viendo sus manos temblorosas intentar reunir los pedazos de esas hojas, se agachó frente a ella deteniéndola.
—Alora.
—¿Por qué mi familia es tan mala?—su voz rota le dejó sentir el dolor que tenía en ese momento—Ella escribió esto para mí—sus ojos no soportaron más sus lágrimas. JungKook la abrazó sin evitarlo dejando que sollozara en sus brazos—Los odio, JungKook. La abuela siempre lo dio todo para esta familia y al resto sólo le importa su dinero o su casa—el llanto aumentó—La extraño mucho.
—Lo sé, yo también la extraño—acarició su espalda—Tranquila, no te dejaré sola...
—No lo hagas, por favor—pidió sin soltarlo—En este momento no quiero estar sola, eres la única persona que no odio junto a la abuela.
JungKook la estrechó más entre sus brazos. El olor de su sangre lo envolvió trayéndole cierto dolor de cabeza, un dulce olor que era imposible ignorar, ni siquiera Enora tuvo ese olor en vida, ¿Por qué parecía que ese olor se había incrementado?, Alora en cambio sollozó en sus brazos apreciando que ese vampiro estuviera allí a su lado.
El taxi se detuvo en el hotel donde sus padres se alojaban. Al bajar, su padre estaba esperándola en la entrada para pagar por ella, Jennie tenía su mejilla izquierda roja, seguía molesta por la actitud loca de su hermana, cuando estuvo en la habitación de sus padres no dudó en contarles:
—¡Está loca!, Alora ha perdido la cordura por culpa de halmeoni.
—Tienes que calmarte, Jennie.
—Papá, ella me golpeó. Ese estúpido diario le está lavando el cerebro—miró a su madre—Está volviéndose loca, deberíamos llevarla a un doctor o un psiquiátrico, tenían que ver como se puso cuando le rompí el diario...
—¿Qué dijiste?—el señor Kim cambió a un semblante serio.
—Me deshice del diario, es una porquería. La abuela le escribió un diario asegurando la existencia de un vampiro, su nombre era Jeon JungKook—su madre levantó sus cejas—Y evidentemente no es vampiro, sólo es un tipo con el que Alora está saliendo.
—¿Dónde está tu hermana?
—En casa. Me echó de allí, por eso los llamé. Tenemos que hacer algo, esta situación la está empeorando...
—Yo hablaré con ella—su madre los sorprendió—Iré a casa de mi madre—ella tenía sus motivos.
Nos acercamos al antepenúltimo capítulo :D
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