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El desayuno fue servido en la mesa por Jennie. Alora que estaba sentada en la mesa se había despertado hace minutos sin saber si lo de anoche había sido un sueño o era parte de la alteración de sus nervios al haber presenciado la cena de un vampiro. Con sólo recordarlo su corazón volvía a acelerarse, inconscientemente tocó el collar de mariposa en su cuello, apenas iniciaba el día y ya estaba anhelando la noche. El timbre de la puerta le hizo dar un respingo, miró a su hermana dirigirse a ésta, ¿Acaso había invitado a alguien?, escuchó unos pasos ir en su dirección.

La visita era su madre.

—¿Mamá?—Alora la miró un poco sorprendida. Se supone que ella seguía molesta con su hija—¿Y papá?

—En el hotel. Vendrá en un rato—miró la mesa—¿Están desayunando apenas?

—Sí, unnie preparó el desayuno.

Jennie en silencio se dirigió a la cocina. Era evidente que le había escrito.

—¿Te sientes bien?, tu hermana me dijo lo que ocurrió anoche.

Alora miró a su hermana cuando volvió al comedor para tomar asiento. Su madre quedó entre ambas mirando a su hija menor con cierta preocupación.

—Ah, sí, estoy bien.

—¿Quieres contarme lo que pasó?

—Acabas de decir que Jennie te lo dijo.

—Sí, pero estabas tan alterada anoche que no estoy segura de lo que escuché—indicó la nombrada—Dijiste que un hombre estaba comiéndose a alguien.

—Así era—asintió.

—No han dicho absolutamente nada en las noticias sobre eso.

"JungKook"

—¿Estás segura de lo que viste, Alora?—preguntó su madre—¿Y si tal vez todo esto está siendo demasiado para ti?

Y ahí iba otra vez.

—Ya sé porque viniste, ¿Vas a convencerme de que estoy sofocada y presionada con el tema de la abuela?—resopló—En ese caso, has perdido tu tiempo al venir, sé muy bien lo que vi.

—Bien, te creemos. ¿Enserio quieres seguir con la absurda idea de vivir sola?

—Mamá, ¿Crees que sigo siendo una niña sólo porque he vivido bajo las reglas de ti y papá?—no tuvo respuesta—No lo diré de nuevo, me gusta este país, me gusta la casa de la abuela, quiero cuidar lo que una vez perteneció a ella. Lo que ocurrió anoche...

—Presenciaste un asesinato.

—Yo creo que sólo te asustaste con algo—Jennie intervino negando con la cabeza—Eres asustadiza muchas veces, las personas siempre tienen discusiones en la calle.

—No voy a discutir—se levantó de la mesa—Voy a desayunar en mi cuarto, luego tomaré un baño.

—¿Qué?—YoonGi lo miró con ojos bien abiertos—¿Eres idiota?

—Probablemente. Pero sabes que si Enora decidió revelarle sobre nuestra existencia a su nieta es porque confía en ella lo suficiente—señaló. El chico de tez pálida y ojos pequeños no estaba del todo de acuerdo.

—No importa si confía o no en ella, los humanos no deben saber sobre nosotros, JungKook. Esa ley siempre ha existido.

—Enora sabía sobre nosotros.

—Porque YooRim decidió llevarte con ella, tú también le seguiste el juego...

—Quería recuperar el collar que hizo.

YoonGi un poco incrédulo se cruzó de brazos apoyando parte de su peso en una pierna. Ambos se encontraban en la sala de ese departamento.

—Tú y yo sabemos que el collar dejó de importar cuando empezaste a sentir curiosidad por su abuela.

—Escucha, ya hice lo que hice. Te prometo que esta vez no terminará igual...

—¿Hablas de que su nieta envejecerá hasta morir con el tiempo?, es el mismo final que tuvo su abuela.

—Si no hubiera aparecido ese vampiro la habría asesinado—señaló lo más importante—Gracias a mí sigue con vida, ¿Quieres que la deje con tantos peligros rodeándola?

YoonGi sostuvo el puente de su nariz tomando un profundo suspiro.

—Deberías convencerla de volver a Estados Unidos, será mejor para ella.

—Alora no quiere volver.

—Pues convéncela.

—¿Y qué me asegura que no habrán vampiros allá? Los tres sabemos que existen más en todo el mundo.

—¿Dónde está YooRim?

—No lo sé, desde ayer no la veo.

—Espero que no esté haciendo locuras.

—Hyung—llamó. Se encontró con su mirada oscura y rostro serio—Iré a verla esta noche, luego de lo que dijiste me dejaste pensativo. Si su sangre me aturde cuando estoy cerca puede tener un efecto opuesto en otro vampiro, ¿No crees?

Tanto YooRim como YoonGi tenían unos pocos años más que JungKook, conocían un poco más de lo que eran con tantas cosas presenciadas en el tiempo. Los humanos han cambiado con las épocas, algunos incluso romantizaban a los vampiros, un gran error que terminaba costándoles la vida.

—Tienes razón. Puede que te haga bajar la guardia o te haga perder la cabeza, pero en otros puede activar ese lado salvaje que poseemos.

—Te prometo que esta vez será diferente.

—Dime algo, JungKook, ¿Esa muchacha te gusta?

—Claro que no—se levantó del sofá casi ofendido—Nada de eso.

Una vez le había creído, una vez hace muchos años, esperaba que realmente esta vez fue distinto y no volviera a caer con la misma piedra.

La joven había tomado un baño luego del desayuno. No sabía si su madre seguía en casa, suponía que sí. Al regresar a la habitación dio un respingo encontrando una chica sentada en la silla cerca de la ventana leyendo el diario de su abuela con sus piernas cruzadas, su cabello tenía un color azulado opaco, casi grisáceo, tenía flequillo sobre sus cejas y su melena caía en ondas por sus hombros, levantó sus ojos pequeños mirándola con una pequeña sonrisa.

—Buenos días, mini Enora.

—¿Quién...?

Se levantó de la silla dejando el diario en la peinadora. Su piel era tan pálida que le recordaba a la nieve en invierno.

—No hagas esa pregunta. Sé que ya sabes quien soy.

—¿Lo sé?

—Claro que sí. Fui uno de los primeros nombres que tu abuela menciona en su diario—colocó sus manos en su cintura esperando que la reconociera.

—¿Min YooRim?

La desconocida sonrió ampliamente asintiendo.

—Respuesta correcta, niña.

—La abuela te describió diferente...

—Oh, bueno, han pasado muchos años desde que la conocí, es evidente que yo cambie también, ¿No crees?—ladeó su cabeza—Sé que JungKook vino ayer, ¿Qué te pareció?

—Bueno...yo...

—¿Alora?—escucharon la puerta ser tocada del otro lado. Por suerte estaba cerrada con seguro.

—¿Sí, mamá?

—¿Podemos salir un rato?

La chica rodeó los ojos negando con la cabeza. Su cuerpo seguía cubierto por la toalla al haber salido recién del baño.

—Ve con ella. Nuestra conversación seguirá luego—susurró.

El vecindario de día se veía más seguro además de animado, algunos niños iban solos por allí o sino algunas personas pasaban por las aceras conversando entre sí, todo muy normal, Alora caminaba junto a su madre en silencio. Llegaron a una tienda la cual se mantenía abierta las 24 horas del día, su madre compró dos helados, ambas retomaron su camino sin mucha prisa.

—A tu abuela le gustaba mucho el helado de fresa—la escuchó decir—Mamá adoraba las fresas, batido de fresa, helado de fresa, postres con fresas...—sonrió ladinamente—Tu tío y yo solíamos comprarle algo al salir de la escuela, visitábamos estas tiendas, escogíamos algún dulce para la tarde y era casi obligatorio llevarle algo. Nos sentíamos incómodos cuando llegábamos con las manos vacías.

—La abuela siempre quiso a la familia. Lo dio todo por ella.

—Tu abuelo también. Fue un buen padre, tenía discusiones con mi madre, cosas que pasan en cualquier matrimonio—indicó—A veces le molestaba un poco que fuera tan soñadora.

"Creo que el abuelo tenía celos de la relación entre JungKook y ella. Ella misma dijo en su diario que el abuelo MinGyu sabía de él, pero...¿Sabía que era un vampiro?"

—¿Mamá?

—¿Sí?

—¿La abuela tuvo algún amor aparte del abuelo?

—No que yo sepa—siguió comiendo su helado de fresa—Mi abuela se encargó de encontrarle un hombre en su vida, mi madre estaba en desacuerdo al principio, pero acabó enamorándose de papá.

Alora sonrió un poco al confirmar algo.

—Ahora lo entiendo.

—¿Qué cosa?—miró a su hija.

—Eres igual a su madre en cuanto a carácter, la madre de halmeoni tenía muchas similitudes a ti—la mujer se detuvo ante esas palabras.

—¿De qué estás hablando?, ¿Mamá te habló de eso?

Apretó sus labios dudando en contarle.

—Halmeoni solía contarme muchas cosas. Dijo que su madre nunca la escuchaba—mintió. Lo que sabía en sí era gracias al diario—Cuando me quejaba de ustedes siempre hacía comparaciones, sabía lo que era sentirse un bicho raro en la familia.

—No eres un bicho raro en la familia, Alora.

—Crees que no puedo valerme por mí misma. Crees que Jennie es mejor que yo, crees que la abuela no sabía lo que hacía al dejarme sus cosas—señaló—Quiero que me des una oportunidad de demostrarte que no es así, mamá.

Por primera vez se sinceraba sin necesidad de discusiones de por medio.

—Alora, me preocupa que no puedas con esto. Eres tan...joven.

—La abuela también era joven cuando se casó y se convirtió en madre—indicó segura—No quiero casarme ni tener hijos en este momento, te pido que me entiendas como una vez halmeoni le pidió a su madre. Siento que mi lugar está en Seúl, no en Nueva York.

La señora Kim tuvo que comer de su helado o se derretiría. Retomó el camino con su hija sabiendo que la chica tenía razón.

—¿Enserio quieres estar sola en un país que apenas conoces?

—Este país es parte de nuestras raíces.

—Nunca pude entender a mamá y nunca pude entenderte a ti—negó con la cabeza—Pareces más hija de ella que yo.

—Créeme, halmeoni siempre dijo que podías ser muy terca y que parte de esa terquedad la había heredado de ti—sonrió un poco colgándose de su brazo.

Parecía que la situación se había calmado un poco por el momento.


Interesante uwu

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