𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖓𝖚𝖊𝖛𝖊
Cuando JungKook volvió a casa fue poco antes del amanecer, había dejado a Alora dormida luego de tanta curiosidad de su parte, parecía una niña con cada pregunta que hacía a la vez que aseguraba ser la última, al llegar al departamento que compartía con los hermanos Min los encontró sentados en el sofá, parecían haber estado esperándolo. Se sintió algo cohibido e intimidado con la mirada reprobatoria de YooRim.
—Siéntate—ordenó.
JungKook obedeció acomodándose en el sillón. YoonGi intercambió una mirada con él encogiéndose de hombros.
—¿Por qué no estás alimentándote?
—Así que ya lo notaste—sonrió de lado—Sí, tengo un mes sin beber sangre humana.
—¿Por qué?—se cruzó de brazos—Sabes lo complicado que puede ser para YoonGi conseguirlas en los hospitales o clínicas.
—Cierto—asintió—Hyung, desde ahora en adelante no debes traerme más bolsas de sangre.
—Eso no es lo que estoy diciendo—YooRim chasqueó la lengua—¿Qué tienes en la cabeza, JungKook?
—¿Enserio quieres escucharlo directamente?—cuestionó—Quiero encontrarme con Enora, YooRim, quizás no lo haga, quizás vaya al infierno, quizás vaya al cielo, no sé donde demonios iré, pero esto de ser inmortal lo estoy odiando.
—Pero, ¿Qué les pasa a ambos?—los miró levantándose. YoonGi acarició su sien manteniendo la calma, JungKook se inclinó hacia atrás viendo a la mesa de centro—¿Van a rendirse así?, ¿Todos estos años serán echados a la basura?
—¿Echados a la basura?—su hermano intervino—YooRim, hemos pasado mucho años haciendo la misma maldita cosa, perdimos a las personas que más queríamos, perdimos a nuestra familia hace muchísimo tiempo y JungKook perdió a la mujer que amaba—señaló—¿Quieres seguir en esta rutina?, bien por ti, pero comparto la opinión de JungKook, la inmortalidad me tiene harto.
Para YooRim fue un balde de agua fría. Su gemelo quería morir realmente, sin YoonGi se sentiría rara, eran gemelos y siempre estuvieron juntos.
—¿Vas a dejarme?
—Si quieres seguir, te dejaré seguir.
—No seas estúpido—resopló. Su vista fue a JungKook quien se mantenía callado—¿Ya le contaste a tu nueva novia que piensas suicidarte?—el pelinegro la observó muy serio conociendo de lo que era capaz—¿Le dijiste que su destino es morir a una corta edad?, no, claro que no, porque eres un maldito cobarde, vas a dejarla morir como dejaste morir a Enora.
—Min YooRim—YoonGi le reprochó.
—¿Qué dijiste?—JungKook se incorporó tomando un profundo respiro.
—Eres un cobarde.
—Ya basta, YooRim.
—No, es la verdad, si le hubiese dicho a Enora lo que sentía por ella seguiría con nosotros. Nunca se hubiese casado con ese idiota, todo estuviera bien, por su culpa perdí a mi amiga—acusó con ojos llorosos—Y por tu culpa ahora su nieta morirá también.
La chica quedó estampada contra la pared, JungKook sostenía su cuello con fuerza casi gruñendo, sus ojos oscuros dejaron ver la ira, la decepción y la tristeza que sentía en ese momento. YoonGi no dudó en intentar defender a su hermana, con su mano libre, JungKook lo apartó haciéndole retroceder.
—¿Enserio crees que fue mi culpa?—presionó más su cuello—¿Te parece que podía intervenir en una vida que ella misma eligió?
—Sabes que...Enora estaba...enamorada de ti.
—Era su vida, noona.
—¡Una vida que nunca la llenó!—golpeó la mano que sostenía su cuello. Empujó a JungKook haciéndolo retroceder, YoonGi tuvo que interponerse en medio de ambos—Sabías que ella estaba sufriendo con su vida, debiste detenerla.
—¡Ella escogió esa vida!, ¿Olvidas que le propuse quedarse con nosotros?, Enora no dejaría a sus padres, no hubiera soportado verlos morir—su voz se quebró un poco—¿Por qué no hiciste algo para ayudarme?, sólo me llevaste a conocerla y dejaste que me encariñara con ella, eso es—las lágrimas se asomaron en su mirada—La única culpable de esta porquería fuiste tú, noona.
—Lo siento—sollozó.
—JungKook.
—Fue tu culpa darle el collar, fue tu culpa hacerte amiga de ella, fue tu culpa que la conociera, ¡Todo esto ha sido tu maldita culpa, noona!—levantó la voz un tanto histérico. Había estado conteniendo demasiadas cosas, estaba explotando de la peor manera—Voy a recoger mis cosas, pasaré unos días fuera de aquí.
Jennie le había escrito por la mañana comentándole sobre el desayuno que tuvieron con el tío MinJae, curiosamente no se mencionó nada de la herencia. Alora, se mantuvo en casa, luego de desayunar, tomar un baño y revisar el regalo de JungKook sonrió tontamente sentándose en el escritorio de la habitación.
Un diario nuevo esperaba a ser llenado por ella. En la pequeña bolsa había una nota con una letra clara, en tinta negra.
"Dijiste que estaba costándote seguir leyéndola, ¿No?, ¿Por qué no comienzas a escribir tus pensamientos y emociones en tu propio diario?, no importa la edad, todos necesitamos escribir en un diario, en algún momento de nuestras vidas"
JK.
—Es el vampiro más agradable que he conocido—susurró al leer la nota—Lamento que no hayas tenido un final feliz, JungKook.
Tomó un lapicero del escritorio encontrando la primera hoja en blanco. La cubierta del diario era azul oscuro, un color que a Alora le gustaba mucho.
Esto de escribir en diarios creo que está haciéndose común entre la abuela y yo, está bien, me gusta tener uno propio. Me siento un poco más cercana a ella...
Y al mismo tiempo lejana.
Conocí a la persona que se robó su corazón, es...él no es exactamente una persona, pero si soy honesta, tiene una gran capacidad para hacerme sentir segura y quizás un poco en calma.
JungKook es interesante, halmeoni, tenías mucha razón.
La lápida frente a él dejaba ver el nombre de la persona. JungKook se agachó con su bolso en la espalda, frotó sus manos tomando asiento en el suelo. La discusión con YooRim no lo hizo sentir mejor, nadie había tenido la culpa de nada.
—YooRim te extraña, Enora—susurró—Te extraña más que yo, me parece. Nos culpamos por algo que fue tu decisión, sí, me dolió que escogieras a MinGyu, me entristeció saber que no te quedarías conmigo, a su vez...con el tiempo, mientras te veía de lejos en ocasiones, supe que habías escogido bien. Una vida con MinGyu te ofreció más de lo que yo pude darte—acarició la lápida—¿Me seguirás esperando, Enora?, no sé cuanto tiempo tarde en debilitarme o comenzar a morir en realidad, mientras tanto no dejaré sola a Alora—un olor familiar llegó a su nariz—Espero que su vida no sea tan corta como dicen.
—¿Qué?—JungKook volteó de inmediato. Se levantó del suelo sacudiendo su pantalón.
—Alora.
La joven traía un pequeño ramo de flores en su mano.
—¿Qué fue lo que dijiste?
—Yo...
—No me mientas, no soy estúpida—advirtió—¿Es cierto lo que dijo la mujer de la feria?, ¿Voy a morir?
Más impacto causó Enora en los gemelos Min y JungKook que en su propia familia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro