Goncho y Carre: ¡Mami, mami!

Ambos niños corrieron hacia el albino abrazando sus piernas, este dió una risa y miro a sus bebés.

Conter: ¿Qué pasa mis niños?

Goncho: Te tenemos una sorpresa

Carre: Si si, por el día de mamis

Conter: Muy bien, vamos a ver.

Los niños llevaron a su madre a su habitación, dónde ambos tomaron dos hojas de papel que parecían tener unos dibujos de su familia, Conter con los ojos llenos de lágrimas se puso de rodillas y abrazo a sus hijos.

Conter: Son lo mejor que me pasó.

Spreen: ¿Puedo unirme al abrazo?

Sonó la voz del pelinegro haciendo que el albino diera otra risa, Spreen tomo eso como un si y también se unió a aquel abrazo.

El mejor día de madres que Conter desear era simplemente este mismo.