Luego de lo que Félix podría catalogar "la cena más incómoda y silenciosa de su vida" HyunJin le señaló cuál era su cuarto para que pudiera dormir, un cuarto en el que Félix pasó más tiempo despierto que dormido.

Tras dormir menos de lo que su cuerpo necesita y su estabilidad mental rogaba tener Félix se levantó de la cama con pocas ganas de salir de su cuarto. Requirió al menos cuatro amagues para ponerse de pie y dos minutos llegar a la puerta que daba al pasillo. Una vez en el baño acomodó su cabello, cepilló sus dientes y se acomodó la ropa. Tras echar una última mirada en el espejo y corroborar que se viera bien sale del baño y baja directo a la cocina, atravesando la sala que, viéndola ahora, era mucho más grande de lo que había visto Félix el otro día.

- Bien, ahora... ¿Qué hago? - murmura mirando la cocina del techo al piso.

Queriéndolo o no, Félix prometió involucrarse en una farsa contra su propia familia. No lo iba a negar, una parte muy grande de él estaba emocionada por participar de un engaño, se sentía como uno de esos personajes de los libros de misterio que leía a escondidas de su madre, pero por otro lado, tenía mucho miedo de ser atrapado y caer bajo la mirada acusadora de sus padres. Pero, miedo o no, Félix prometió ayudar y él era un hombre de palabra.

Queriendo aligerar las cosas entre el Omega de pelo largo y él, Félix opta por empezar con algo sencillo: Prepararle el desayuno. Educado desde niño para ser un chico independiente, Félix sabía cocinar bastante bien cualquier receta que le pusieran en frente, y se enorgullecía bastante de eso.

Cuando HyunJin bajó a la cocina media hora después se sorprendió al ver en la mesada de la isla un plato con pan francés recién hecho, un vaso de jugo exprimido de naranja y el aroma a café relajando sus sentidos abundando en el lugar. Félix sirve un poco del líquido negro en una taza y se la entrega a HyunJin, quien toma asiento sin dejar de ver a Félix con desconcierto.

- Gracias - es lo primero que dice tras saludarlo y luego baja la mirada al desayuno - ¿Tú no comes? - pregunta desconcertado cuando el rubio le indica que coma mientras se disponía a lavar lo que había usado.

- No desayuno, suele caerme muy mal - responde mojando la esponja - Consumo vitaminas y un par de chicles azucarados para que no se me baje el azúcar - agrega, evitando la pregunta más usual que debía responder cuando explicaba que no desayunaba ni ingeria nada hasta después de las 10 de la mañana.

- Entiendo - murmura HyunJin, tomando el vaso de jugo para darle un trago. Delicioso.

- Ah ¿Hay algún banco o cajero cerca? - pregunta mientras sacude un poco la sartén lavada para luego dejarla en el escurridor.

- Como a 7 cuadras ¿Por qué? - responde HyunJin, secando las gotas de jugo de sus labios con una servilleta cuidadosamente.

- Tengo que retirar el dinero que mis padres depositaron - explica tomando un repasador para secar los utensilios que lavó. HyunJin, por su parte, ya iba por la tercera rebanada de pan.

- ¿Te acompaño? - pregunta mirando la espalda angosta del rubio, quien guardaba cuidadosamente el plato que usó para cortar la naranja en la alacena.

- Si, por favor - responde cerrando la puerta de la alacena para luego doblar el repasador y dejarlo sobre el horno.

- De acuerdo - accede HyunJin. Félix toma asiento del otro lado de la isla y revisa su teléfono mientras espera a que HyunJin termine de desayunar.

El viaje al banco fue silencioso, los cruces de palabras eran mínimos y la máxima interacción que lograron se basó en cuando dinero le daban a Félix y cada cuánto lo retiraba, finalizando la conversación con un incómodo "cuando nos casemos dejarán de darme dinero" que solo sirvió para recordarles a ambos la situación en la que estaban metidos. Una vez en el banco Félix retira el dinero y lo retiene en su tarjeta, fue un proceso de solo un par de minutos.

- Eh, creo que deberíamos ir a ver los trajes para la boda, ya sabes... En caso de que realmente cumplamos la semana sin problemas y podamos seguir con... Esto - menciona HyunJin tras salir del banco, rascando su nuca con incomodidad.

Cruzar palabras con Félix lo ponía nervioso, el rubio era amable pero algo estoico. Se recuerda a si mismo de que el menor tiene un motivo y su derecho de estar tan serio.

- Está bien - concede el menor.

HyunJin detiene un taxi y ambos suben. La tensión debió sentirla hasta el taxista, quien luego de un par de cuadras bajo lentamente las ventanillas del auto para ventilar su auto del pesado aroma mezclado de ambos omegas y manejó un poco encorvado lo que restó del incómodo y silencioso viaje.

Una vez en la tienda Félix mira el lugar con atención. Paredes rosadas, columnas blancas, una iluminación cálida y varios maniquíes luciendo vestidos y trajes de boda verdaderamente hermosos. Félix admitía que el lugar era espectacular y muy elegante. Una mujer de imponente aspecto se acerca a recibirlos.

Félix y HyunJin entregaron una tarjeta blanca donde estaba impreso el número de cliente de cada uno y el código de barra que especificaba su encargo. La alta mujer alfa toma las dos tarjetas y con una reverencia pide paciencia en lo que iba por sus respectivos trajes para mostrárselos.

Otra vez solos.

- ¿Sabes? Ese traje es lindo - señala HyunJin, a lo que el rubio mira la pieza señalada de reojo.

- No me gusta el color vino - responde casi secante, a lo que HyunJin traga saliva y se tensiona un poco. Félix lo nota y se siente un poco apenado por su comportamiento, sabía que había estado algo malhumorado desde que salieron de la casa - Pero el diseño es muy lindo, tienes razón - agrega, y aunque eso no animó a ninguno de los dos ambos decidieron que al menos estaban intentándolo.

La encargada regresa con dos trajes embolsados y los extiende sobre una mesada de mármol blanco para que los vieran. El traje de tres piezas de HyunJin era totalmente negro, la camisa era de seda y el saco lucía un diseño simplista. Félix, por su parte, tuerce un poco la boca cuando ve el suyo, blanco en su totalidad y los botones transparentes casi parecían de vidrio, el diseño era similar al de HyunJin y parecía cómodo.

No era para tomarlo a mal, a Félix realmente le gustaba el diseño de su traje, pero al igual que con el traje color vino que señaló HyunJin hace un rato no le gustaba el color, pero no por la tonalidad en si, sino por lo que representaba. En las bodas el Omega llevaba el blanco, y el Alfa el traje negro. Pero ahora, Félix se sentía incómodo, no solo porque sabía que el traje de HyunJin era una parte más de su mentira, sino porque la camisa que HyunJin debería usar ni siquiera era blanca como era lo usual, también era negra.

- HyunJin - el de pelo largo lo voltea a ver - ¿Te gusta el color de la camisa? - la pregunta parece descolocar al Omega, pero le da una mirada al conjunto antes de ver a Félix de nuevo.

- Si ¿Por qué? -

- ¿Sabes por qué es de ese color? - HyunJin sonríe levemente y asiente con la cabeza.

La camisa negra no era para que combinara con lo demás, era para que se viera vulgar, para que no luciera como un igual junto a Félix en el altar. Ni siquiera parecía un traje de boda, sino un traje cualquiera que se usaría en un bar nocturno. Era un recordatorio para todos los presentes de que HyunJin no era un esposo digno para Félix, ni él ni su familia tenían un derecho real de unirse a la familia Lee. Un alfa endeudado, no un Alfa digno. Pero HyunJin estaba bien con eso, y si era realmente así, Félix no insistiría más.

- Está bien - suspira por lo bajo antes de agradecerle a la mujer por traer los trajes e indicarle que podía llevárselos de regreso, los retirarían en unos cuantos días, antes de la boda. Una vez solos Félix voltea a ver a HyunJin - Hwang, si queremos que esto funcione debemos establecer algunas reglas, conocer la situación para no equivocarnos - propone.

- ¿Cómo cuáles? - responde.

- Bueno, pues... Mi mamá - HyunJin alza una ceja - Mi mamá es una mujer pulcra, muy estricta y elegante. De ti espera muchas cosas - señala y el más alto asiente al entender su punto.

- Dame algún ejemplo - pide, necesitaba saber si quería cumplir con tales parámetros. Ah, cierto, no tenía esa opción, tenía la obligación de ser perfecto.

- Le gusta que los Alfas sean firmes pero educados - es lo primero que le viene a la cabeza - Ah, y detesta que no la miren a los ojos cuando habla - agrega - Por favor, no vayas a hacerlo - pide angustiado.

- Está bien, está bien. No lo haré. La miraré todo el tiempo - promete alzando una mano - ¿Alguna otra cosa? - pregunta, bajando la mano de nuevo.

- Pues, mi padre es algo estricto con respecto a las muestras de afecto - HyunJin alza una ceja, cuestionando en silencio de qué clase de muestras de afecto hablaba - Pues, ya sabes... Según él tu mano no debería pasar de nada más que tomar la mía: sin tocar la cintura, sin besos en la boca, ni abrazos posesivos - Félix piensa un momento si no había algo más que fuera de importancia como para recalcarlo pero nada más venía a su mente por el momento.

- Vaya ¿Sabes? Mis padres son mucho más fáciles de complacer que los tuyos, podrían ser dictadores si lo quisieran- ríe por lo bajo, pero el comentario molesta bastante a Félix.

- Ten cuidado con lo que opinas sobre mi familia, Hwang - espeta el rubio. HyunJin se relame los labios con incomodidad, si, tal vez el comentario estuvo un poco fuera de lugar dado lo que le estaba pidiendo al más bajo hacer por él.

- Si, perdón - responde bajito mientras seguía al menor fuera de la tienda de ropa.

- ¿Hay alguna otra cosa que debamos hacer antes de volver a casa? - pregunta el rubio, deteniéndose en el cordón de la vereda, buscando con la mirada un taxi que detener.

- No - la respuesta es tan corta que hasta HyunJin sintió que fue incómodo, sin embargo, no hizo ni dijo nada para solucionarlo, ni siquiera cuando Félix lo voltea a ver en silencio - Taxi - señala vagamente con la cabeza para distraer al rubio y lograr que dejara de mirarlo. Félix sube al vehículo y HyunJin suspira levemente cuando le toca a él.

Otro viaje incómodo.

Al regresar a la casa, HyunJin batalla un poco para abrir la puerta, sentía la mirada casi crítica de Félix sobre él y lo ponía nervioso. Se sentía fuera de lugar bajo su atención y no le gustaba. Una vez que logra abrir el cerrojo ambos entran con un suspiro ruidoso. HyunJin odiaba salir y Félix detestaba las tiendas de ropa, no importaba cuan elegantes fueran.

- Ash - Félix voltea a ver a HyunJin cuando lo escucha quejarse, viéndolo luchar contra su propio pelo para regresar los mechones que el viento enredó a sus lugares.

- ¿Te pasa con frecuencia? - cuestiona, quitándose su abrigo para dejarlo en el perchero junto a la puerta mientras HyunJin se acercaba al espejo colgado del otro lado para ver lo que hacía.

- Algo así - responde concentrado.

- ¿Por qué no lo atas? - cuestiona, agachándose para deshacer el nudo en sus cordones y quitarse las zapatillas.

- Porque así suelto me gusta - responde sin más agregados, peinando su pelo ya acomodado con los dedos. Félix suspira y niega.

- Escucha, si quieres puedo cortarlo -propone, enderezándose una vez que quedó descalzo. HyunJin hasta escuchó su propio cuello tronar por lo rápido que volteó a verlo.

- ¿Cómo dices? -

- No sería muy diferente a como lo tienes ahora, pero mientras más corto menos posibilidad hay de que se te hagan nudos ¿Dónde tienes una tijera? - pregunta caminando hacía la sala. HyunJin aún no podía ni moverse.

- No quiero cortarlo, Félix - responde, haciendo que Félix lo voltee a ver.

- Oye, con calma. Lo he hecho antes, quedarás bien, te lo prometo -afirma apaciguándolo con las manos - Además, a mis padres no va a gustarles mucho - a él le gustaba mucho como lucía el pelo de HyunJin tal y como estaba, pero la presión de los estándares de sus padres podía hacer muy difícil que Félix se desenvuelva con comodidad en esa mentira y no quería obstáculos en esto.

- No - repite HyunJin - Mira, en todo caso lo ataré, pero jamás me lo voy a cortar - se rehúsa serio - ¿Entiendes? - aunque permanecía tranquilo y no estaba siendo severo, HyunJin estaba siendo firme. Su pelo era parte de su cuerpo y no por tener suegros exigentes iba a cortarlo. Además, sentía que a Félix le hacía algo de falta tener opiniones propias - ¿O qué? ¿Me queda mal? - cuestiona.

- No, Hwang - suspira Félix. Bien, eso era un avance, al menos ahora HyunJin sabía que a Félix no le desagradaba su pelo largo - Pero si quieres progresar con esto necesitas caerle bien a mis padres. Ganarías uno o dos puntos más si te cortas el pelo - insiste algo angustiado.

- No, Félix. Se acabó. Deja el tema, no lo voy a cortar -sentencia. Ambos parecen algo disconformes, pero Félix se rinde y decide dejarlo así justo cuando su teléfono suena.

Félix se aparta un poco para responder la llamada, dejando a HyunJin con un sabor amargo en la boca. Félix parecía amigable, o al menos así le pareció en el café, antes de que todo cayera en picada, pero ahora lo sentía muy perseguido, como si la imponencia de sus padres lo estuviera desesperando. HyunJin sabía por carne propia que la desesperación mataba todo encanto y arruinaba a las personas. Se preguntaba si Félix aún podía salir de debajo de todo ese peso.

- ¿Quién era? - pregunta dirigiéndose hacia la cocina cuando el rubio cuelga el teléfono y regresa al lobby.

-Jackson, mi primo -responde guardando el teléfono en su bolsillo, siguiendo al más alto a la cocina - Dice que no podrá venir a la boda por cuestiones de trabajo, es el segundo que lo dice - suspira, antes eso lo habría desanimado un poco, pero ahora, mientras menos integrantes fueran mejor - ¿Vendrá toda tu familia? - pregunta acercándose para sacar un vaso de la alacena y llenarlo con agua del grifo.

- No, solo mis padres y una tía -responde encogiéndose de hombros - Fuera de eso, vendrán algunos amigos - agrega, dirigiéndose al refrigerador para tomar de su interior una lata de cerveza.

- Pues quiero conocerlos antes de eso, si es posible - pide. Había una probabilidad muy grande de que alguno de ellos supiera sobre el engaño, de ser así, Félix quería conocerlo, ayudaría en la coartada y le podría explicar cosas que tal vez HyunJin no quisiera.

- Eh, claro - responde algo desconcertado - Puedo invitarlos mañana, si quieres - declara a lo que Félix asiente con la cabeza - Aunque te advierto que hay dos alfas, si eso no te molesta... - deja al aire, esperando alguna afirmativa o negativa de parte del pecoso.

- No, está bien. No me molesta. Iba a casarme con uno de todas formas - el comentario no fue intencional, solo que a veces se le salían opiniones que llevaba muy adentro.

- Claro -ríe incómodo, abriendo la lata mirando a otro lado. Félix se recrimina no poder cerrar la boca.

- Son... ah - HyunJin lo voltea a ver - Eh ¿Te ayudaron con todo esto? Con tu identidad, quiero decir - HyunJin asiente lento con la cabeza. Bien, pues suponía que debería agradecerles y a la vez pegarles, porque como alfas deberían haber detenido a HyunJin de hacer todo ese desastre.