Era una misión simple, solo tenían que ir a los límites de Karmaland y verificar que todo se encontraba bien, claro que tenían que tener mucho cuidado debido a la habilidad de poder revivirse o volver a aparecer después de su muerte solo funcionaba dentro del pueblo, si por algún error morían fuera de los límites no podrían revivír y morirían sin tener oportunidad de volver debido a que los dioses no cuidaban esa parte del mundo.

Todo iba bien llevaban más de una semana fuera del pueblo, está era su última noche debido a que en la mañana volverían al poblado, ya habian terminado la exploración y se encontraban en el límite más cercano al pueblo, los héroes tenían la intención de descansar un poco antes de su viaje pero los monstruos que llegaban con la noche no les dieron ese beneficio, así que todos se enco traban peleando.

-Esta es la parte más cercana al pueblo y sin embargo es la que más trabajo nos está costando de limpiar- Dijo el albino de vestimenta militar mientras enterraba su espada en el cráneo de uno de los zombies.

-OK, un lugar más donde pedir más protección, lo bueno es que este es el último- Comento el chico de ojos morados.

-Cuidadado chicos- El chico de sudadera negra empujó a sus amigos debido a que un creeper chetado se estaba acercando mucho a ellos, sin embargo no le dio tiempo a él de sacar su escudo, por lo cual salió disparado hacia su espalda chocando en el suelo y quedando inconsciente alertando a sus amigos por el chat que se enco traba sangrando.

-Rápido alguien ayude a Luzu, ya son pocos los enemigos vayan ya-Dijo algo desesperado el de ojos morados.

-No me deja revivirlo, ¡chicos no es broma no puedo!, necesito ayuda- Gritaba desesperado el chico con el gorro de oso.

-¿Cómo que no te deja revivir a Luzu? - El chico otro chico de cabellera blanca corrió hacia su amigo e intentó revirirlo pero nada, solame te su respiración se hacía más lenta cada vez.

Desesperados los albinos de ojos verdes empezaron a ver su alrededor y pudieron notar una tenue barrera de luz enfrente de ellos, solo necesitaron verse a los ojos para comprender la situación y entrar en pánico, como pudieron pararon a Luzu y trataron de llevarlo del otro lado de la barrera.

-¡Chicos ayuda, que estamos afuera del límite por eso no lo podemos revivir!- Gritaba desesperadamente Willy miéntras veía como todos sus amigos corrían hacia ellos y los ayudaban a cruzar a la vez que Auron constantemente intentaba revivir a Luzu para no perder tiempo apenas cruzarán la barrera.

Pero todo pasó tan rápido, apenas habían cruzado y Auron lo estaba reviviendo cuando simplemente desapareció, y eso era normal para ellos cuando no lograban revivir a alguno de sus amigos, sin embargo, lo que los dejó alterados fue que en este caso no había ninguna tumba y Luzu no aparecía más en el chat.

Todos los presentes estaban pensando lo peor, ninguno pudo evitar que las lágrimas salieran de sus ojos, algunos se abrazaron entre ellos para buscar refugió en los brazos de otro, pero el más afectado era Auron, quien se encontraba llorando de una forma impactante para los presentes, pues había caído de rodillas al suelo, su voz se escuchaba ronca, pero al mismo tiempo rota, y su respiración era muy acelerada, por que había perdido a su amor verdadero y nunca pudo decirle la verdad, mucho menos sus sentimientos.