X: Me resulta muy difícil de creer que los hermanos y hermanas de Cinco nunca se levantaron en medio de la noche y repintaron su camioneta de vigilancia para que pareciera una versión realmente horrible de la maquina del misterio de Scooby-Doo.

A la mañana siguiente...

Cinco: [de pie junto a la camioneta, echando humo]

Klaus [tropezando afuera y fingiendo estar sorprendido]: ¡Jinkies!