Ya con todas las luces del planetario apagadas, Rosalina apareció en medio de la cubierta llevando un vestido negro, con el pelo arreglado y maquillada. Se le notaba entre cansasa y frustrada, y simplemente comenzó a caminar hacia su habitación.

Rosalina (pensando) : 'Lo siento Peach ... pero ya no volveré a hacerte caso con esto de las citas a ciegas. Se que tienes buenas intenciones ... pero esto me causa más desagrado que otra cosa.'

Al ir caminando notó que la luz de la biblioteca estana encendida, lo que llamó su atención. Lentamente comenzó a caminar hacia la entrada, y al ver al interior no pudo evitar sonreír de oreja a oreja. En el suelo se encontraba Mario profundamente dormido, incluso roncando, tumbado en medio de una multitud de destellos, todos ellos dormidos también. Alrededor se podían ver almohadas y cajas de cartó tiradas por todos lados, algunas pintadas como si fueran paredes de castillos. Habían también varios juguetes, algunos en sus cajas y otros tirados por allí. Y al acercarse, Rosalina notó que Mario tenía unos lentes pintados sobre la cara con marcador negro, y un destello acurrucado a la par de él estaba sosteniendo un marcador negro sin tapón, delatándolo en el acto. Rosalina no pudo evitar soltar una suave risilla, tapándose la boca para evitar hacer mucho ruido.

Rosalina (pensando) : 'Supongo que ya conozco a la persona ideal para mí, después de todo ...'