Daisy : Así que, dime Mario ¿quién manda en tu relación?

Mario : ¿Disculpa?

Daisy : Oh vamos, Mario, no te hagas el que no sabe. En toda relación siempre hay una parte dominante ... ¿quién es?

Mario (molesto) : Pues que sepas que esa idea es un mito ¿de acuerdo? No todas las relaciones funcionan así. Rosy y yo somos una pareja, y como tal ambos tenemos voz y voto, y nadie domina a nadie ¿de acuerdo? Nadie está sobre nadie.

Daisy : Claro, claro ... pero tampoco era para que te enojaras.

Más tarde ese día

Mario fue a visitar a su novia a su hogar, entrando a su habitación y sentándose en la orilla de la cama.

Mario (murmurando en voz baja) : Siempre hay una parte dominante ... como no. Para ella tal vez, que está acostumbrada a dar órdenes y estar por encima de los demás y ...

Rosalina entró repentinamente a su habitación, y con una sonrisa en sus labios flotó rápidamente hacia Mario, tomándolo desprevenido. Lo abrazó con fuerza, enterrando su rostro en sus pechos, y luego lo levantó de la cama, sacudiéndolo ligeramente en el aire mientras lo abrazaba con todo su amor.

Rosalina : Mmmmm, te extrañé mucho, mucho, mucho. No sabes cuánto me haces falta cuando te vas de aventuras por semanas. Así que voy a darte todo el amor y cariño que me guardé durante todo ese tiempo.

Sin darle tiempo a Mario de reaccionar, ella comenzó a cubrir su rostro de besos, incluso llegando a su cuello, y terminó con un profundo y apasionado beso en los labios, lengua incluida. Todo el rostro de Mario terminó cubierto de marcas de labios rosados, incluidos sus labios y hasta su cuello. Sus ojos parecían estar en blanco y apenas y se movía.

Mario (pensando, en trance) : 'Aunque no me opondría a que ella me mande y me domine todos los días de mi vida ...'