Incorpóreo
Me pregunto ¿A que se debe que yo esté caminado, a la luz de la luna llena, a plenas horas de la noche? Recuerdo salir de mi casa, ir a pensar un poco mis problemas. Más de ello no logro recordar. Quizá lo olvide entre tantas cavilaciones.
Alguien me sigue desde hace una hora. Supuse que era un transeúnte más, pero ha seguido todo mi trayecto sin desvío alguno. Son los mismos pasos ¿Quién será?
No voltees.
Volteo.
La luna me lo revela: es una mujer. Girando me percato que no deja de mirarme. Qué mirada tan fija. Parecía no parpadear. Avanzo unas cuadras más, y el parque esta cerca. Cada que volteo ella sigue ahí; siguiéndome, clavando su imperturbable mirada en mi nuca.
No me sigas más.
¡No! ¡No me sigas más!
¡Basta!
Eso me digo en mis adentros. Pero no me siento capaz de gritar ¿Qué pasa? ¿Qué es ese miedo cerval que me constriñe? Manifiesto que las noches de luna llena me atiborran de cierto pavor; mas lo que siento es pánico físico. ¿Quién? ¿Quién es ella? ¿Por qué me sigue? ¿Qué quiere de mí? No puedo más. Me siento torturado. Nubes en cumulo eclipsan ese pálido disco. No se ven más que formas en medio de la penumbra.
Avanzo como impulsado por una inercia inexplicable, a pesar de mi deseo de inquirirle a la figura acosadora, que hiere mi axis con su filosa mirada. De pronto, y aun en medio de la oscuridad, logro sacar valor; y contra todo pronostico en mi cabeza, logro detenerme dar media vuelta, avanzar hacia la misteriosa persecutora, e inquirirle.
- ¿Quién eres? - ¿Es lo mejor que se te ocurrió?
- ¿No lo sabes? - Me responde serena.
- ¿Qué quieres de mi?
- ¿Acaso la luna no te lo dijo? - ¿Acaso esta bromeando? ¿Qué le pasa? Me persigue nada más que una loca, o una simple tonta. La respuesta es obvia y rotunda, pero tardo.
- ¡Está loca! No puedo creer que me tuvo en vilo todas estas horas para preguntarme idioteces.
- Dime ¿Crees en fantasmas?
- ¡No!
- Yo sí.
Avanzo hacia mí, y como algo incorpóreo... me atraviesa.
Apenas me percato de eso, toda mi adrenalina se agolpa en mi corazón. ¿Qué fue eso? ¿Qué... que cosa fue lo que vi? Pasó a través de mí como aire. ¡No! ¡No! ¡No!. No puede ser. Y ella se va alejando
- ¡Espera! ¿Qué paso contigo?
- En un callejón yo iba a ser ultrajada. Tú me ibas a ultrajar y sacaste tu pistola. Traté de forcejear contigo en plena oscuridad y sonó un disparo. No recuerdo nada más y esperaba que me lo dijeras.
- ¿E... estás muerta? - ¡No! Ella me atravesó, es obvio ¿no?
De repente los cúmulos se esparcen, y la Luna baña todo de luz pálida. Y después de un rato dice ésta:
- Eso responde la pregunta.
- ¡No! ¡No te vayas! ¡Dime qué viste!
Mas miré al suelo de repente. Lo comprendí.
La Luna no miente.
La bala habló.
No hay sombra.
El muerto era YO.
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