Capítulo 40: Besos furtivos, antes de todo.
I: Capítulo 40
— ¿Están todos listos?— preguntó Dereck una vez que todos estuvimos dentro de la camioneta.
Todos nosotros asentimos y gritamos un "Si" como respuesta, acto seguido él tomó la mano de Keyla y comenzó a conducir.
Me acurruqué en mi asiento, hoy era el día anterior a la graduación, y habíamos planeado este viaje para estar todos juntos antes de separarnos. Alex ingresó a la Universidad de California, lo que me había desarmado por completo, es decir, sabía que no estaríamos juntos, pero dentro de mí albergaba la posibilidad de que se quedara conmigo.
— ¿Estás bien?— preguntó Jason a mi lado.
Asentí levemente y me recargué en su hombro mientras me miraba compresivamente.
— Todo estará bien, al menos estaremos juntos— me sonrió y ese gesto hizo que me animara.
Me la pasaría bien hoy, un día completo en la playa con mis amigos me ayudaría.
( ... )
— ¿Falta mucho?— me incliné sobre el asiento e hice un mohín hacia Dereck.
— Por centésima vez Alexandra, vuelve a tu lugar — dijo un irritado Dereck —Demonios Bunny, la paciencia no va contigo— bufó.
—Deberías haberlo sabido ya, idiota, no es la primera vez que viajo contigo— le saqué la lengua y miré hacia Keyla.
— ¿Dónde está Alex?— preguntó ella.
— La cabaña en la playa es de su familia, y tenía que llegar él primero, así que se adelantó—.
— ¿Es por eso que estás tan irritable?— Keyla alzó la ceja y yo me dejé caer en mi asiento.
— ¡LLEGAMOS! — Gritó Ashley luciendo como una niña pequeña—.
Una vez que nos estacionamos bajamos como los casi adultos que somos, mentira, corrimos hacia la playa dejando olvidadas nuestras cosas.
— Bienvenidos— dijo la voz de Alex detrás de nosotros—.
— Bajemos nuestras cosas y después regresamos— Chad y los chicos regresaron a la camioneta mientras que nosotras caminábamos con paso perezoso.
— ¿Deberíamos ayudarlos?— preguntó Megan.
— Creo que ellos pueden hacerlo solos— respondió Keyla divertida mientras tomábamos el camino hacia la cabaña.
Me tiré prácticamente en el sillón al llegar al igual que las otras y esperamos a la llegada de los chicos, que no tardaron en aparecer.
— Andando chicas, les mostraré los cuartos—nos animó y así fue porque acto seguido estábamos detrás de él rumbo a los cuartos.
— En un cuarto pueden dormir dos personas, en uno de ellos dormiremos Dereck y yo, y en el otro Jason y Chad, me imagino que ustedes decidirán como se acomodarán...
— Si claro— interrumpió Ashley— pido con Megan— dijo mientras la jalaba a su cuarto correspondiente.
— Supongo que tú y yo estamos juntas— me dirigí hacia Keyla riendo.
— Eso creo— entramos en nuestro cuarto y acomodamos nuestras cosas para después salir y reunirnos todos en la playa.
Había decido ponerme un traje de baño color negro y espalda abierta, mientras que Keyla tenía puesto un bikini azul que resaltaba su figura. Ashley tenía puesto un elegante traje de baño blanco sencillo con el que lucía genial, pero que no sienta bien en ella, y Megan un bikini negro y verde.
Una vez en la playa me senté en la arena en donde el agua alcanzaba a mojarme solo un poco, miré hacia donde se encontraban Keyla y Dereck, era impresionante cómo las cosas daban giros inesperados, es decir, ¿qué hubiera pasado si aquel día en el cuarto de Dereck le seguía el beso? ¿Estaría ahora con él? Y fue cuando todo hizo un click en mi cabeza, en realidad yo no estaba enamorada de él, ¿cómo nunca me había dado cuenta? Sólo era el deseo de que me besara, no había cerrado un ciclo con él y esas eran las consecuencias, obsesionarme con él durante tantos años. Resoplé, de todas formas eso había quedado atrás.
En ese momento sentí a alguien por detrás de mí sujetando mi cintura.
—Hola, nena— susurró en mi cuello antes de dejar un casto beso en él.
Su simple contacto con mi piel hizo que me estremeciera de pies a cabeza.
— Alex...—.
— Shhh— me atrajo hacia él y fue dejando besos por todo mi cuello.
Tenía que detenerlo, mi autocontrol no era muy bueno que digamos, y por Dios, estábamos sin autoridad alguna, no me imaginaba de lo que mis hormonas podían ser capaces de dejarme hacer.
Siguió con su trabajo en mi cuello, pero esta vez deslizando su lengua por el.
Oh diablos, se sentía tan bien.
Suspiré y me giré hacia él enredando mis brazos en su cuello y jalándolo hacia mí, y estaba a punto de rogarle por más cuando se detuvo.
— No es el momento Jenn, no aquí y no ahora— bajé mi cabeza un poco decepcionada antes de que el levantara mi barbilla con su dedo índice— Cuando sea el momento quiero que sea especial, te mereces eso y más— besó mis labios cortamente antes de pararse y levantarme con él.
— ¿Una carrera al agua?—Sugerí sonriendo.
Me sonrió en aprobación y antes de comenzar lo empujé para ganar ventaja, y de todas formas terminé perdiendo.
No voy a mentir, hubo peleas en el agua, besos candentes y caricias furtivas, pero esa combinación era simplemente perfecta, y ese día quedaría grabado en mi cabeza a pesar de que los años pasaron.
— Vamos chicos, es momento de confesiones— dijo una Ashley con sonrisa maliciosa.
— Oh no— susurré.
— No seas aguafiestas Jenn— reclamó Megan a mi lado.
— No lo soy— le saqué la lengua.
— Pruébalo, tu empiezas, vamos pregunta a alguien—rodeé los ojos.
— Okay Ashley, tu primer faje— sonrió recordando ese día.
— Segundo grado, Mathew Cameron, lo peor— hizo una mueca — No dejaba de...
— No puedo con eso, prosigan— interrumpió Chad.
— ¿Mayor travesura en la escuela, Jason?— preguntó Dereck
— Pintarle el cabello a la maestra de artes, eso seguro, nadie lo supo— rió.
— ¿Qué me dices tú, Jenn?— llamó Keyla.
Me sonrojé.
— Nunca hice nada malo, a decir verdad, pero recuerdo la vez que me encontraron en el armario del conserje con Jonathan Garcia, fue horrible— me cubrí con mis manos la cara.
Proseguimos así por un rato más mientras comíamos bombones quemados en la fogata, miles de historias salieron a la luz, algunas entrelazadas entre ellas.
Después de un rato nos fuimos a dormir, y después de eso no recuerdo nada obviamente, realmente no recuerdo cómo es que llegué a la cama.
Al día siguiente salimos temprano, el viaje consistía en dos horas, y teníamos que estar a tiempo en nuestras casas para despejarnos antes del baile y la ceremonia de graduación.
—Supongo que nos vemos más tarde, adiós chicos— me despedí de todos antes de saltar literalmente de la camioneta, pues era a la que dejaron primero.
Saludé a mi mamá que estaba viendo la televisión y subí arriba para dormir unas cuantas horas más.
No me imaginaría lo que me esperaba al día siguiente.
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Yo lo sé, yo lo sé, mucho tiempo fuera, he estado haciendo tiempo, pero creo que ya me atrasé *sonrie inocentemente* jeje
De todas formas en el transcurso de la semana actualizaré otro capítulo:)
Me tengo que ir, adiós.
PD. La sexy Ashley en multimedia.
Ponycornia Salvaje, fuera.
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