I: Capítulo 4

No vi muy seguido a mis amigos en la escuela, teníamos pocas clases juntos ya que yo era "un cerebrito" y tenía clases avanzadas, ciertamente no me iba tan bien en algunas materias, pero algunas clases como literatura y matemáticas era excelente, eso me ayudaba.
Por fin tocó la campaña que indicaba la hora de salida, bajé hasta mi casillero y tomé los libros que necesitaba para la tarea, después me despedí de mis amigos y me fui a mi casa.
Caminaba distraída, tanto que no me di cuenta de que había una piedra y me tropecé, haciendo que mis libros y apuntes cayeran al piso. Una risa resonó a mis espaldas.
- Deberías de fijarte por dónde vas, ibas muy distraída- dijo Alex mientras me tendía su mano para levantarme del suelo.
- Que caballeroso- rodé lo ojos- en vez de estarme diciendo lo que ya se deberías ayudarme a recoger mis libros.
- Oh lo siento damita, enseguida la ayudo- recogimos mis cosas y las coloqué ahora en mi mochila, ya que mis brazos eran muy torpes.
- Gracias Alex.
- De nada Jenn- me mostró su hermosa sonrisa que hacia que todas se derritieran por él, pero yo no era una de ellas.
- Bueno... adiós- traté de escapar pero él me tomó del brazo.
- ¿A dónde vas?
- Al parque con Elmo ¿no lo vez aquí parado?- respondí a lo que puso los ojos en blanco- a mi casa genio.
- Te acompaño.
- Claro que no- se acercó más a mi, pero yo lo empuje- oh tranquilo viejo, invades mi burbuja.
- ¿Por qué no?- hizo un puchero.
- ¡Porque no! ¡Te acabo de conocer!- iba a protestar pero lo callé- me tengo que ir, otro día será.
Me alejé corriendo de ahí, ¿quién se creía que era?. Cuando llegué la casa estaba sola como de costumbre, me asomé a la cocina y vi que mi madre no me había dejado de comer, grandioso. Preparé unas milanesas que estaban en el refrigerador y calenté sopa, comí rápidamente y luego me lavé los dientes.
Recordé que le tenía que hablar a mi padre, para que fuera a recoger mis calificaciones a la escuela, así que marqué.
- ¿Hola?- contestó inmediatamente, me sorprendió, casi nunca me contestaba.
- ¿Papá?
- Oh, hola Jennifer...no esperaba tu llamada.
- Hola papá te hablaba para decirte...- me interrumpió.
- Hija tengo que atender una llamada importante, me tengo que ir.
- Bueno... ¿Te puedo hablar más tarde?- pregunté esperanzada.
- Lo siento, pero tengo que ir a la escuela de John hoy- bufé, era mi hermanastro, era 4 años menor que yo y era un engreído- y no te podré contestar, es importante.
- ¿Mañana entonces?
- Tengo cosas importantes que hacer, yo te llamo, adiós.
- Por lo visto no soy una de esas cosas- un sentimiento de tristeza de apoderó de mi, pero lo esfumé rápidamente, nunca le he importado, no le importó y no le importaré a mi padre, me he acostumbrado a este tipo de rechazo, así que ya no me afectaba tanto, pero debía admitir que si me dolía, después de todo soy una simple humana.
Si, porque el amaba a John, nunca se perdía ningún evento relacionado con el, aún sean citas por su mala conducta y malas calificaciones, y ni se diga de lo importante que era para el Sara, su esposa.
Y por mi nunca hacia nada, siempre me esforzaba por sobresalir y que él se sintiera orgulloso de mi y tal vez, algún día lograr que fuera a ver mi diploma, pero nunca lo hacia, y me acostumbré a ello, ha hacer las cosas para mi misma, mis logros ahora eran mi futuro, porque yo no quería ser como el. Él creía que podía llenar su ausencia con dinero, con cosas materiales, pero no era así.
Yo nunca tuve un padre.
Pero el tampoco tendrá una hija.

--------

Alex en multimedia ¿no es guapo?