I: Capítulo 27

Lleguemos al hospital y me bajé del coche rápidamente con Alex siguiéndome.

- Si buenas tardes- me dijo la enfermera que estaba detrás del mostrador.

- Si, vengo...por el paciente Jonathan Summers-

- Ah si, aquí está...- leyó en su computadora los datos- llegó hace una hora, un coche al parecer lo atacó, ahora está en cirugía. Puede sentarse en la sala de espera- indicó.

Le agradecí y me tumbé en unos de los sillones, Alex se situó junto a mi y me tomó la mano, para después besar mis nudillos.

Pasaron 15 minutos cuando llegó Sara acompañada de Julie y John.

Se veía muy nerviosa, su maquillaje que siempre lucía perfecto se encontraba corrido.

Ella habló con la recepcionista que después de unos instantes me señaló a mi. Sara hizo una mueca al verme, pero se acercó a nosotros.

- ¿Ya pusiste ver a tu padre? - me preguntó.

- No he podido, todavía no sale de cirugía-.

- Parientes de Jonathan Summers- nos interrumpió la voz de un médico-.

Nos levantamos rápidamente y acercamos a él.

- ¿Cómo esta?- dijimos al unísono mi madrastra y yo.

- El en este momento está bien, sigo dormido por la anestesia. Le realizamos una cirugía en donde eliminamos los pedazos de vidrio que habían sido enterrados en su pierna, pero dado que los daños fueron mayores es probable que no vuelva a caminar normalmente. Tendrá que acudir a terapias para lograr un avance.

Sara cubrió su boca ahogando un sonido de dolor, yo sólo hice una mueca, sabría que el accidente tendría consecuencias. Y ambas sabíamos que mi padre no sería feliz si no caminaba.

- Puede pasar una a la vez en un tiempo de cinco minutos-.

- Yo voy- dijimos nuevamente al mismo tiempo.

- Soy su esposa, por lo tanto voy primero- se adelantó sin darme la oportunidad de defenderme.

Volví a mi lugar arrastrando los pies.

- ¿Cómo esta Jenn? - se apresuró a preguntarme Alex.

- El esta bien, sólo que existe la posibilidad de que no vuelva a caminar-.

Me dio una mirada de apoyo y yo lo abracé, en momentos así me alegaba que estuviera a mi lado.

John y Julie se acercaron a nosotros. El primero le lanzó una mirada de repulsión a mi novio y la segunda le dedicó una sonrisa coqueta.

- Hola soy Julie- besó su mejilla lentamente, podía sentir mi sangre arder- y tu eres...-.

- Soy Alexander- le dio una sonrisa que le daba a las personas que desconocía, típico de él.

Me volteo a ver y le dije con la mirada: No le hables, ella es una bruja.

Julie tenía dos años  menos que yo, y era una completa zorra, todos los chicos que me interesaban ella los terminaba besando.

- Oh, mucho gusto Alexander- enroscó un mechón de su cabello en su dedo y empezó a enrollarlo.

¿Cómo podía coquetear en una situación así?

Apreté los puños, Alex lo notó y envolvió su brazo en mi cintura.

- ¿Y qué hace un amigo de mi hermana tan guapo como tú aquí?- preguntó con curiosidad.

- Jennifer es mi novia-declaró.

Me acerqué y besé sus labios indicándole que el era mío.

Mordí su labio, a lo que él dio un grito, me separé y sonreí ante su mirada de sorpresa. Jamás lo había mordido.

Julie nos miraba con incredulidad.

Toma eso zorra

- Oh vaya, jamás imaginé que tendrías un novio como él- señaló a Alex con su dedo.

Hice una mueca.

-¿ Porqué? Jennifer tiene a una fila de chicos detrás de ella- le respondió el- es la chica más hermosa del mundo.

- Otra cosa es que no sea una zorra como tú- murmuré.

- ¿Y cómo me calificarías a mi?- Julie mordió su labio.

¿Es enserio?

¿Dónde están las cámaras?

- No me interesa fijarme en ti porque tengo una novia, y además me gustan los desafíos en una chica.

- Y tú eres más fácil que la tabla del 1- concluí con una sonrisa en la que mostraba mis dientes. Tomé a mi novio de la mano y me lo llevé de allí antes de que la zorra, digo, Julie dijera algo más.

Sara apareció y me dijo que seguía yo. Alex me dijo que iría a la cafetería a lo que yo asentí y fui a la habitación que me indico la enfermera.

Entré y cerré la puerta tras de mi.

- ¿Jennifer? - levanté la cabeza hacia mi padre, se veía horrible.

- Hola- saludé.

Me senté en la silla en frente de su cama.

- ¿ Por qué no te acercas? - preguntó.

Puse los ojos en blanco.

- ¿En serio quieres que lo haga?-.

- ¿ Y porqué no querría?

- No lo sé, nunca quieres estar cerca de mi- me encogí de hombros.

Se quedó callado unos minutos.

- ¿En serio crees eso hija?- frunció el ceño

- No lo creo, lo sé-.

Él me indicó que me sentara a su lado, yo me negué y no insistió.

- Jennifer mírame- lo miré fijamente a sus ojos, siempre nos habían dicho que éramos iguales, pero no era así, sus ojos eran fríos y en cambio los míos según me decían reflejaban felicidad y al mismo tiempo inseguridad- siento mucho no estar para ti en muchas ocasiones...

Solté un risa amarga.

- Papá no es necesario que hagas esto, no te disculpes, porque se que no lo haces, en ti sólo queda obligación hacia mi. El día que quieras disculparte quiero que lo hagas con sinceridad, porque tu realmente así lo quieres. Y la verdad no creo que ese día llegue, y está bien, no debes forzarte a hacerlo.

- Pero quiero hacerlo, quiero pasar más tiempo contigo mi pequeña- un escalofrío me recorrió el cuerpo, hace mucho tiempo que no me llamaba "pequeña".

- Papá, desde hace muchos años yo anhelé que estuvieras conmigo, que me dijeras por ti lo que me dices ahora, pero ya no, ya no quiero. - me miró sorprendido y a la vez arrepentido- Como ya lo he dicho estaba pequeña, y en ese momento te necesitaba, y no estuviste ahí para mi, yo quería un padre que fuera a los festivales y jugarás conmigo, que en mi graduación me invitara a bailar como lo hacían las otras niñas. Que me felicitara por sacara buenas calificaciones. Pero nunca fue así, y la verdad ya no duele- respiré hondo y seguí hablando-.

>> Ahora no necesito más tu atención, ya crecí, mi etapa de ser tu pequeña ya pasó, y te la perdiste. Siempre quise un padre, y ojalá hubiera tenido uno.

Voltee a verlo y vi que sus ojos estaban cubiertos de lágrimas.

- Como lo siento mi pequeña, no tenía idea, siempre trabajé para olvidarme de mis problemas, para que tuvieras lo mejor, y cuando conocí a Sara me olvidé de que tu también necesitabas de mi. Perdóname por favor.

- No te tengo rencor - me encogí de hombros- así que está bien.

Salí de la habitación para encontrarme con Ethan junto a su padre en la recepción.

Inmediatamente me vio se levantó, corrí hacia el y me estrechó en sus brazos. Las lágrimas caían de mis mejillas antes de que pudiera controlarlas, me sentía liberada al haberle dicho eso a mi padre, el resentimiento que tenía siempre se había ido.

- Le dije Ethan, le dije todo a mi padre- dije entre sollozos.

- Shh... Todo esta bien pequeña Jenn, ahora lo sabe, depende de él hacer algo para recuperar a una hermosura como tu-.

Asentí.

- Ahora limpia esas lágrimas, tu precioso rostro se ve mejor con una sonrisa-.

Hice lo que me dijo.

- Esa es mi chica- le dediqué una sonrisa y besé su mejilla- ahora podrías presentarme al chico que ahora mismo me esta matando con su mirada.

Voltee hacia atrás y efectivamente, Alex estaba parado asesinado a Ethan.

- Vamos- tomé su mano y lo llevé con él.

- Alex, este es Ethan, mi hermano del alma, Ethan este es Alex, mi novio-.

Ethan me dio una mirada de reproche por no haberle dicho antes, le di una sonrisa inocente.

- Mucho gusto Ethan.

- El gusto es mío Alex- estrecharon su manos- así que... ¿Novio de Jenn?-.

Alex asintió y me jaló hacia el poniendo su mano en mi cintura.

- Eso no amigo, ella es mi pequeña- Ethan me atrajo de nuevo hacia el abrazándome por la espalda y dejando un beso en mi cabeza- y quiero decirte que si te atreves a lastimarla te dejaré sin descendencia y enviaré en un barco directo al fondo del mar.

Mi novio soltó una risa.

- Ten por seguro que no lo haré, ahora, ¿podrías regresarme a mi novia?-.

- ¿Podrían dejar de tratarme como un objeto?

- No opines Jenn- habló Alex.

- Si, esto no es sobre ti- apuntó Ethan.

Me separé de ambos y fui al baño.

Haber como pelean por mi sin mi.

<<Eres buena chica>>

Lo se conciencia.

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Holaaaa:D

¿Cómo les va?

Este capítulo es largo en mi opinión;p

Ya me tengo que ir:(

Las amo nos leemos luego;D