I: Capítulo 20

Ethan me dejó en mi casa a las tres, eso después de que comimos una hamburguesa.
Me senté en el comedor y tomé mis apuntes para hacer mi tarea, cuando llamaron a la puerta.
Empecé pero me vi interrumpida por mis propios pensamientos.

Alex.

¿Ahora que iba a hacer? ¿Qué le diría?

No había hablado con el aún, no desde la confesión. Sentía que tenía que alejarme de él, tendría que hacerlo si no quería salir herida.

Si, eso haría, me alejaría de Alex lo más pronto posible, y no sólo por mi, también por él.

Comencé de nuevo mis deberes pero el sonido de alguien llamando la puerta hizo que dejara de lado todo.
Me levanté de mala gana y abrí.

- Hola- dijo él.

- Ho-hola, no esperaba verte por aquí- dije tartamudeando.

- Ya deberías saber que si no te veo en la escuela vendré a buscarte-.

- ¿Y por qué debería saberlo? - dije cortante poniendo mis brazos sobre mi pecho.
- Porque me importas, ¿por qué me hablas así Jenn?-.
- ¿Así cómo?-.
- Así como me estas hablando ahora mientras yo sólo quiero besarte-.
- Pues yo no quiero hacerlo, por eso te pido que te vayas, tengo cosas que hacer, adiós- cerré la puerta, pero el metió su pie y entró sin precio aviso.
- ¿Quisieras salir de mi casa?- pregunté exasperada.
- No, la verdad no quiero- respondió y se acercó a mi, nuestros pechos chocaron, podía sentir su pecho subir y bajar - tenemos que hablar Jennifer-.
- No, no tenemos, tu tienes que irte ahora- me voltee para abrir la puerta pero su mano tomó la mía deteniéndome- Suéltame Alex- pedí.
- No-.
- ¡¿Qué rayos pasa contigo?! ¡Suéltame!- grité enojada.
- ¿Qué te sucede a ti Jennifer? ¿Porqué has estado evitándome? ¿Hice algo malo?-.
- No hiciste nada malo-.
- ¡¿Entonces que te ocurre?!- me gritó ahora si enojado.
- Sólo no quiero verte más, vete de mi casa-.

Le di la espalda, pero el me jaló e hizo que nuestras miradas conectarán, yo bajé la mía, pero tomó mi cara para que lo viera a los ojos.
- Dímelo Jenn, mírame a los ojos y dime que quieres que me vaya-.

Respiré hondo y lo miré a los ojos.

- Quiero que te vayas Alex- dije seriamente, bajé la vista un segundo y espanté las lágrimas.

No entiendo el por qué dolía tanto decir esa simple frase, pero vaya que lo hacia, mi pecho quemaba al igual que mis ojos, pero no lloraría, ya no lo haría, ya estaba harta de esto. Pero, ¿acaso creyeron que no podría decirlo? No estaba en una película en donde la protagonista se acobardaba y ellos dos se besaban, repito, la vida real no es así y no podía poner mi corazón en riesgo, los pequeños trozos que aún no estaban en ruinas suplicaban a mi razón que parará el dolor. Que lo alejara y que pusiera a eso pedazos en un lugar en donde nadie les pudiera hacer daño.

Subí la vista y encontré a los ojos de Alex bañados en lágrimas.
- No puedo irme Jennifer- suplicó.
- Claro que puedes- dije fríamente.
- Si, pero no quiero-.
- Pues no importa, lo tendrás que hacer, ahora vete-.

Se volteó y justo cuando creía que se iría tomó mi rostro entre sus dos manos y me besó.
Pero no, tenía que ser fuerte.

Me aparté de golpe. Alex vio hacia mi y no pude evitar sentirme miserable, sus ojos estaban rojos, justo al borde de las lágrimas.

- Si eso es lo que quieres, entonces me iré-.

Abrió la puerta y salió.

En el momento en que salió me derrumbé, cayendo al suelo de rodillas.

- No quería que te fueras, porque te quiero, pero es lo mejor- susurré.
Después de eso rompí en llanto, subí a mi habitación y llorando me quedé dormida, como solía hacerlo.

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Quería dejarlas en suspenso, por eso es corto, nos vemos el domingo.

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