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Capitulo 10: La confesión de Alex

I: Capítulo 10

El viernes había llegado pronto. Los días pasaban y seguía sin hablarle a Ash, ella no parecía arrepentida de haber elegido a Ridley, y eso me deprimía ¿era mejor amiga que yo? Tal vez yo no era lo que ella quería, tal vez necesitaba a alguien más bonita o tal vez con más carácter de popular, porque como ya lo había dicho, Ashley era de las chicas más populares de la escuela, yo no era bonita, y serlo nunca había sido mi prioridad, era una chica que no se arreglaba y era linda de una manera sencilla, no tenía ningún rastro de belleza peculiar. Aparté esos pensamientos.

Caminaba junto a Alex y Megan, ellos vivían cerca de mi casa, así que nos acompañábamos hasta cierto punto.
- Hey chicas vendrán hoy, ¿verdad?- preguntó Alex.
Megan enrojeció.
- Claro que sí-. Yo asentí preocupada por mi amiga.
- ¿Estás bien Megan? ¿Necesitas tomar agua? Tu cara está casi del mismo tono que tu cabello.
Ella negó aún sonrojada.
- Estoy bien Jennifer-.
Reí.
- Si tu lo dices- nos detuvimos en la esquina, había llegado el momento de separarnos - Meg ¿quieres venir a mi casa a las cinco? No quiero arreglarme sola-.
- Claro que si Jenn- sonrió-.
- ¿Puedo ir también? No estoy seguro de que zapatos combinen con mi vestido ¿tienen un par que me presten chicas? - preguntó Alex con tono preocupado.
Estallamos en carcajadas.
- Lo siento Alex, noche de chicas, además no podrías caminar con tacones, es más difícil de lo que crees-.

- Ummm... Te creo, no se como las chicas los soportan, ¡Son máquinas de tortura!- exclamó horrorizado.

- Ni nosotras lo sabemos- respondí. Nos despedimos y continuamos por nuestro camino.

Al llegar noté que por tercera vez en la semana mi madre no me había dejado de comer, pero esta vez no tenía hambre, así que me dirigí a la sala a ver un rato la televisión, puse las caricaturas como la persona madura que soy, estaba Brandy y el Señor Bigotes, como adoraba esa serie. La hora indicaba las dos y media y sin darme cuenta me quedé dormida, pero el sonido de mi celular me despertó.

- ¿Hola? - dije adormilada. - Jennifer Summers, llevo quince minutos esperándote, abre la maldita puerta- dijo una Megan evidentemente enfadada.

Corrí hacia la puerta resbalando con todo lo que se interponía en mi camino, fue una suerte llegar viva. Abrí la puerta y mostré a Megan una sonrisa inocente.

- Lo siento, estaba dormida- puse cara angelical y batí mis pestañas, ella río y asintió mientras entraba a la casa- ven, subamos a mi habitación-.

Así lo hicimos y le dije que se pusiera cómoda, en lo que tomaba un baño rápido, literalmente me bañé en diez minutos y sequé mi cabello rápidamente.

- Estoy lista- dije mientras salía con mi bata morada puesta- ahora...¿qué te pondrás?-.

Se encogió de hombros.

- No estoy segura, no tengo muchos atuendos de fiesta ¿Podrías prestarme algo?-.

- Claro- le sonreí- pero tendrás que ayudarme con lo mío-.

Asintió y empezamos con la búsqueda del atuendo perfecto. Al final encontramos algo para ella que consistía en un vestido azul de tirante grueso, tenía encaje en forma de flor en la cintura, en ese punto era pegado, mientras la falda era suelta, sus zapatos eran unos flats blancos, también tenía un pequeño saco de este color. Su maquillaje era sencillo, sólo rímel y labial rosa pastel, mientras que su cabello lo sujetó en una coleta alta. Estaba terminando de arreglarme el cabello, cuando terminé me miré al espejo y di una vuelta en frente de Megan.

- ¿Cómo me veo?-. Ella abrió los ojos como platos y sonrió.

- Te ves hermosa Jenn, si fuera hombre me casaría contigo- reí.

Me había puesto una falda color menta lisa, que sólo caí con pequeños pliegues y me daba fácil movimiento, pero a la vez resaltaba mis curvas, mi blusa era blanca, me puse una chaqueta de mezclilla encima y mis Toms color beige con detalles dorados. Combiné esto con unas pulseras de oro con piedras color menta. Mi cabello estaba suelto, era castaño con rizos naturales, por último mi maquillaje era el de siempre, sólo que esta vez mis labios estaban pintados de rojo cereza. Mi bolso de mano en forma de piano me daba un aspecto musical.

- Gracias Megan, tú también te ves preciosa- se sonrojó - ahora vamos a romper corazones.

- No lo creo, no soy lo suficientemente bonita- dijo con tristeza evidente.

- Por Dios Megan Stanford, ¡¿Qué chico tan tonto no caería ante una pelirroja despampanante?! ¡Eres sencillamente hermosa! Y no sólo eso, si no que eres inteligente y humilde, sólo hazle el favor al mundo y consíguete un hombre que piense con la cabeza y no con lo que está bajo sus pantalones-.

Soltó una risita nerviosa. Oh, no, hay un chico.

- ¿Quién es?- pregunté sorprendida.

- ¿D-de que estás hablando?- tartamudeó.

- Megan, no soy tonta, sé que alguien te gusta- se ruborizó- anda, cuenta- la animé.

- Es... Jason... Y sé que soy una tonta por esperar que yo le guste también, es obvio que no es así, siempre que me ve se ríe y me ve con pena, además, soy un grado menor que el, jamás se fijará en mi- bajó la mirada afligida -si ella supiera- pensé.

- Meg, mírame- tomé su barbilla e hice que me viera- no te menosprecies y dale la oportunidad a ese idiota, tal vez y si sienta algo por ti- le guiñé un ojo.

- ¿En serio lo crees?- dijo con un brillo en los ojos.

- Claro, que lo creo, basta con verlo para saberlo, es tonto, pero el si piensa, suerte con el, ahora vamos, tal vez te lo encuentres y puedas usar tus encantos femeninos- río y ella asintió.

- Vámonos- dijimos al unísono. Oí el ruido de la puerta abrirse.

Mierda. Mi madre había llegado.

Tomé a Megan de la mano e hice que se apurara, no pude evitar pasar en frente de mi mamá, así que sólo bajé la vista, había peleado con ella está mañana, me había dicho que era una inútil, y que no sabía hacer nada más que arruinarle la vida.

- ¿A dónde vas vestida así? ¿Con tus amiguitos, no?- dijo con una sonrisa cínica en la boca-.

- Vamos a una fiesta, ya te lo había dicho- evité verla a los ojos- ven- jalé a Megan que se había quedado quieta.

- Podrías al menos haberte puesto algo decente Jennifer Alexandra, yo no crié a ninguna p....

- Adiós madre, se nos hace tarde-dije y arrastré a mi amiga fuera de mi casa, las lágrimas se acumularon de nuevo en mis ojos, estaba harta de que me dijera cosas como esa, las espanté cuando Megan me habló.

- ¿Estas bien Jennifer?- me preguntó preocupada.

- Estoy bien- mentí.

- Si tú lo dices- me dijo con aire desconfiado, supe que me preguntaría más tarde, pero no diría nada, mis problemas son sólo míos, no voy por ahí contándoselos a cualquiera, ni siquiera Ashley los sabía, y eso que teníamos años de amistad.

- Subamos a ese taxi- dije, subimos y le indiqué la dirección al chofer. En el camino Megan preguntó.

- Así que Alexandra..¿eh?- reí y asentí.

- Si, vaya nombre- arrugué la nariz- lo odio.

- Es lindo-.

- Si tú lo dices-dije repitiendo con una sonrisa su respuesta anterior.

Llegamos a la casa de Alex cuando la fiesta ya había comenzado, así que cuando entramos había millones de adolescentes tomando, bailando y no faltaban los quitados de la pena que follaban en las esquinas.

- ¡Chicas! - gritó una voz bastante familiar. Era Alex que se acercaba junto a Jason, era raro verlos juntos.

Megan se sonrojó nuevamente, eran muchas veces por un sólo día.

Rápidamente le envíe una mirada conspiradora a Alex, el la entendió, porque estaba al cabo -gracias a que lo escucho por estar de chismoso cuando hablaba con Jason- de que a él le gustaba Megan.

- Mmm... ¿Chicos?- se giraron a verme- Alex me iba a mostrar algo...¿se quedarían juntos un momento?- iban a protestar- bueno, adiós-.

Me lanzaron una mirada que decía que más tarde me matarían mientras yo jalaba a Alex afuera, yo sólo les guiñé un ojo y les mandé un beso.

Llegamos a la puerta y yo estaba dispuesta a irme, pero Alex jaló mi brazo mandando una corriente eléctrica por todo mi brazo y me miró con diversión.

Lo seguí hasta un lugar alejado de todo el ruido. Segundos después aprisionó mi cuerpo contra el suyo poniendo ambos brazos a los lados de mi cabeza.

- En realidad Jenn... si tengo que decirte algo- noté como la seguridad que siempre emanaba se esfumó, dejando a la vista al chico dulce que había conocido en estos meses- es difícil, nunca había sido así, y tengo miedo, pero por favor, a pesar de que no pienses lo mismo no te alejes de mí, eres una de las mejores amigas que he tenido, no podría vivir sin ti-.

Su miraba reflejaba pesadez, mientras que mi corazón no dejaba de latir ¿qué me estaba sucediendo? ¿Por qué me estaba sintiendo así?

La respuesta surgió en mi mente pero yo la deseché, esto no podía estar pasando, no me gustaba Alex, me gusta Dereck... ¿O tal vez si? Bajé la vista inmediatamente con un millón de pensamientos dentro de mi cabeza.

- Jennifer- levantó mi barbilla haciendo que nuestros ojos se conectaran- tal vez sea muy pronto para decirlo, tal vez tu no sientas lo mismo que estoy sintiendo ahora, pero te diré algo... me gustas, y nunca había sentido por alguien lo que estoy sintiendo por ti en este mismo momento, nunca me había resultado tan placentero decir el nombre de una chica, en ningún momento pensé que tan sólo con ver tus ojos y admirar tu sonrisa mi día podía cambiar-.

No me dejó tiempo para responder porque unió sus labios con los míos, fue un beso dulce y aunque no lo esperaba no lo aparté, porque me gustaba la sensación, era algo nuevo para mi, y sin embargo en ese momento millones de abejas asesinas se instalaban en mi estómago. Sus manos se posaron en mi cintura algo tímidas, yo sólo me límite a intensificar el beso colocando mis brazos alrededor de su cuello. Nos separamos cuando la falta de aire lo hizo necesario. Nuestras frentes chocaron y sonreí.

- Alex....-. No pude decir nada más porque una voz que proviene detrás de mí me interrumpió.

- ¿Interrumpo algo? - dijo un Dereck demasiado enfadado.

Ambos nos despegamos instantáneamente, volteando a ver a mi mejor amigo, que realmente nos miraba furioso y pude ver un rastro de dolor en sus ojos.

- Necesito hablar contigo Jennifer-.

Protesté, pero me ignoró y jaló de mi, me separé un momento mientras me acercaba a Alex.

- Tenemos que hablar de esto luego- el asintió y le di un beso en la mejilla. Ambos nos miramos de nuevo, sentí como los colores surgían en mis mejillas, pero Dereck no me dio tiempo de sonreír como tonta porque me apartó de ahí.

Llegamos a un lado de la casa, ahí Dereck se detuvo y dio un suspiro exagerado. - ¿Qué estaba pasando ahí Jennifer?- dijo enojado.

- No lo sé- me sonrojé, era verdad, una parte de mí quería admitir mis sentimientos hacia Alex, pero otra, simplemente los rechazaba, encerrándolos en lo más profundo de mi corazón.

- No te hagas la que no sabe, porque yo si vi ¡Te estabas besando con Wate!-.

- Wow cálmate Dereck, no puedes decirme que hacer con mi vida, ¿Qué te pasa? ¿Por qué te molesta tanto?- dije con el ceño fruncido.

- N-no me molesta- tartamudeó- es sólo que... ¡No deberías andar por ahí besando a chicos!-.

- ¿Y por qué no?- pregunté ahora si, enojada.

- Porque el no te conviene-.

- Oh vaya, ¿tu sabes quién si?- dije con sarcasmo, él se sonrojó por un momento, lo percibí.

- Dime algo Jenn...¿te gusta?-.

Me aparté sonrojada, esto me estaba pasando mucho últimamente, y yo no era de las chicas a las que les pasaba comúnmente.

- Estoy muy confundida-.

Se acercó lentamente a mi, cuando estaba muy cerca sus ojos se posaron en mis labios, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, lo miré a los ojos y vi algo que nunca había visto en ellos: amor.

Las palabras no encajaban en mi mente. ¿Dereck sentía algo por mi?. No podía ser cierto, algo en ese momento me empujaba a besarlo, pero no, no lo haría, no besaría a dos chicos la misma noche. Lo aparté, el soltó un suspiro exasperado.

- Si te gusta- afirmó.

- ¿Qué estabas por hacer Dereck?-.

- ¿Enserio Jenn?- preguntó divertido.

Asentí.

- Besarte-.

Dicho esto se fue, dejándome con millones de preguntas agrupadas en mi mente, ¿qué me estaba pasando?, es decir, en los libros siempre leía acerca de triángulos amorosos, aunque nunca me imaginé que algún día me encontraría en uno. Suspiré, tenía que aclarar mis pensamientos, yo odiaba los triángulos amorosos, la principal siempre de una u otra forma hacia sufrir a los que estaban enamorados de ella. Además de que era irritante ver como ella corría a los brazos de alguno de un lado al otro. Valiéndole de por medio de que se comportara como una gran puta.

Encontré a Megan hablando animadamente con Jason en la barra, me despedí de ella advirtiéndole que mañana me contaría todos los detalles. Ella asintió y besé su mejilla al igual que la de mi amigo. Salí de la gran casa con mucho cansancio, así que cuando llegue a mi casa me acosté en mi cama y simplemente caí en los brazos de Morfeo.

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Hola mis amores:D

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Muchas gracias en verdad, por todo el apoyo que me dan al seguir esta historia, no se imaginan lo que significa para mi, les deseo con todo mi heart que tengan un año lleno de salud y prosperidad en todos los ámbitos.

Este capitulo es super largo, me sorprendí a mi misma, la verdad. Lo iba a subir el 31, como regalo -o algo así- de año nuevo, pero como ya saben no estaba en mi casa y queria agregarle la ropa en la que me inspiré para el look de Jenn y Megan. Pero no encuentro las imágenes y eso me enoja mucho, quería mostrar el de Jenn, pero pues, el internet es malvado y solo encontré el de Megan:( Ambos son inspirados en los personajes de la trilogía de Kiera Cass "La Selección". (Jenn en América y Megan en Kriss )

Preguntas:

¿Qué piensan de Alex?

¿Creen que Jason y Megan serán algo?

¿Qué siente Dereck por Jenn?

¿ #TeamAlex o #TeamDereck?

No se olviden de comentar si les gustó y votar.

Las amo, ustedes son la razón por la que adoro escribir♥

Si me contestan estas preguntas y votan publico sábado y domingo;)

Ponycornia salvaje fuera♥

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