El regalo de Lily/ La llegada de Thom

El momento más esperado de todo el día se hace constar cuando los estudiantes de la secundaria Beverly tomamos nuestros birretes y los lanzamos al aire.

¡Nos graduamos! ¡Por fin nos graduamos!

Después de tantas lágrimas, dolor y largas horas de estudio ya puedo sentirme orgullosa de haber acabado la preparatoria.

Tomo a Emma entre mis brazos y ambas reímos mientras saltamos emocionadas por este gran logro.

Todo es exactamente como imaginé que sería.

Planeé junto con Emma cada detalle de nuestra graduación: Nuestros vestidos, peinados y maquillaje, así como también la ropa que usarían nuestros familiares. Me costó mucho que Marcos usara el traje que le compré, pero me alegró que, al final, se lo pusiera. Todo parece perfecto, de hecho lo es. Estoy segura de que nadie podría arruinar este momento tan crucial en mi vida, nadie, ni siquiera Nate y Peter, que también se han graduado hoy. Incluso, el que Zayn esté entre mis invitados -y que se haya puesto el traje que le alquilé- me hace sentir dichosa en este día tan importante para mí.

Pasaron ya cinco meses desde aquellas locas investigaciones sobre el caso de Dean Beckett. Zayn y yo descubrimos cosas que no fueron las esperadas. Pero sin duda lo menos esperado fue cuando hace un par de meses atrás, el sheriff del pueblo, Harry Cooper, informó que hasta ahora el asesino de Dean está suelto, sí, Peter y Nate no eran los culpables.

Los pasados meses fueron aterradores, Zayn no parecía disfrutar de tranquilidad. Podría decirse que se encontraba totalmente destruido. Duró un mes entero sin hablarme, siendo ya novios. Pero, pude comprenderlo, e hice mi mayor esfuerzo y permanecí lejos de él hasta que todo se solucionara para él, tal como me lo pidió. Ahora, me alegra sentir que todo eso quedó a un lado y Zayn y yo estamos juntos de nuevo.

Corro hasta Zayn y él me toma en sus brazos y me levanta por los aires, besándome apasionadamente, como si no hubiera nadie alrededor.

Zayn me besa como nunca antes lo había hecho, asegurándose de tener una de sus manos entrelazada a mi pierna y la otra presionando mi espalda contra su pecho. Él me retiene en ese beso y yo no le pongo resistencia.

—Me gradué _le susurro, sosteniendo su rostro entre mis manos.

—Ya lo creo... —sonríe y continúa con el beso apasionado.

No sé el motivo de su felicidad, pero debe de ser algo más que sólo mi graduación.

Zayn me baja y los dos permanecemos cerca el uno del otro en un abrazo.

—Tengo una sorpresa para ti.

—¿Ah si? —levanto una ceja intrigada—. Se puede saber de qué se trata.

—Mmm... —finge pensárselo— No. Lo sabrás cuando te la dé.

—Uh. Cómo siempre usted es tan intrigante, señor Beckett —sonrío.

—Y usted siempre muy curiosa, Gossip.

—Siempre...

Sonreímos y conectamos otro beso, que se hizo corto por la presencia de mi padre.

—Chicos, no se propasen, estamos en un lugar público —nos dice mi papá poniendo una mano en el hombro de Zayn para que este me suelte.

Zayn me suelta pero la sonrisa de felicidad que hay en nuestros rostros nadie puede quitárnosla.

Desde que papá sale con su socia y amiga desde hace mucho, Candice Holt, las cosas han cambiado en su rostro, luce más relajado. Es como si su vida hubiera dado un giro, y ahora disfruta plenamente de esa felicidad que no sentía desde que mamá se fue de casa. Pareciera que por fin acepta que también tiene derecho a ser feliz.

—Lily, ven, tomémonos una foto todos juntos —dice Candice, sacando una cámara fotográfica de su bolso.

—Yo lo hago —papá toma la foto y todos sonreímos al mirar como quedó.

—Salí perfecta —comenta Emma.

—¿Tú nada más? Yo parezco todo un súper modelo —dice Marcos.

—Sí, claro —cuestiona Drake con ironía.

Por primera vez, después de mucho tiempo, todos reímos sinceramente, sin tener que pensar en muertos, o en secuestros, o en asesinos. Las cosas sin duda no podrían ser mejores.

—Quiero ver la foto —digo a Candice.

Ella la muestra, y justo cuando quito la vista de la fotografía, siento las miradas frías y fijas de Nate y Peter sobre mí. Inevitablemente volteé a mirarlos, murmuraban algo mientras me veían, quizás intentando arruinarme el día, pero no lo conseguirán, no lo permitiré.

****

Zayn conduce hasta su departamento conmigo como su copiloto. Estoy ansiosa por descubrir la sorpresa que tiene para mí. Muerdo mis labios con una emoción de niña a punto de ir al circo.

—Paciencia —me ordena Zayn y yo río.

Al llegar a su apartamento, Zayn busca desesperadamente -y sin resultados- abrir la puerta de la entrada. No puedo evitar dejar de besarlo desde que llegamos, me hace tan feliz pensar que somos novios oficiales. Parecemos dos adolescentes de quince años que se sienten enamorados por primera vez.

Zayn por fin abre la puerta y pasamos; Zayn cargándome y yo encima de él, besándolo. Él me coloca arriba del mueble de su sala de estar y suavemente paso mis dedos por su corto cabello. De un momento a otro Zayn corta con el beso y me mira desde arriba, sonriendo divertido, mientras estoy acostada en el sofá.

—¿Qué? —le pregunto sin poder contener la duda que me provoca esa enorme sonrisa en su rostro.

—Oh, nada. Esperaré a que te des cuenta.

Sonrío sin saber de lo que me habla y me le acerco a él muy lentamente.

—Te amo...

—Yo también te amo —me susurra y me besa nuevamente, esta vez de forma más tierna. Un beso que sería de película, si no fuera por la sorpresa que Zayn me tenía, que, cuando la noto, no puedo dejar de sonreír y de sentirme impresionada.

Me levanto del sofá y giro contemplando toda la habitación.

—¿Qué es esto? —cuestiono sorprendida.

—Sorpresa —dice Zayn recostado en el sofá sin inmutarse.

Resulta que el apartamento de Zayn estuvo todo este tiempo decorado con globos rojos y blancos llenos de helio que vuelan sueltos flotando en el techo. Hay un enorme cartel que dice: <<¡Felicidades por tu Graduación!>>, y un hermoso arreglo floral lleno de flores exóticas, con un mensaje de felicitaciones. El suelo está minado de pétalos de rosas, y sin pensármelo dos veces, curioseo toda la decoración sorpresa que Zayn ha realizado.

Coloco suavemente mis manos rozando las flores con la yema de mis dedos hasta que estos se topan con una tarjeta que al abrirla dice: "Marry me".

"¿Marry me?" Ese es el inglés para...

Volteo velozmente a mirar a Zayn y el está arrodillado con una cajita negra de terciopelo fino de esas que suelen traer un anillo adentro. Todo esto está pasando muy rápido. Mi corazón late cada segundo más veloz de lo normal, estoy tan nerviosa, nunca había vivido un momento como este.

—Sé que es muy pronto pero... —hace una pausa y abre la pequeña cajita entre sus dedos—, no me imagino una vida sin ti.

Suelto una risa, pero mis ojos no puede ocultar mis sentimientos de emoción y de ellos parecen salir lágrimas de alegría.

¡¿Zayn está pidiéndome matrimonio?!

—Lilian Jones, ¿quieres casarte conmigo?

Mi voz emite un chillido de la emoción y salto a abrazar a Zayn.

"Ahora si que me lo está pidiendo" —pienso.

—¡Por supuesto que quiero casarme contigo, Zayn!

Lo beso repentinamente, tan repentino, que ni él se lo esperaba.

—Bien... —se incorpora de pie, y con su mano me ayuda a incorporarme también—, porque ahora quiero pedirte un favor: No uses el anillo en tu dedo hasta que hayamos planeado todo. Te compré una cadena, para que lo lleves en tu cuello hasta entonces.

—¿Por qué? —le pregunto mientras él me coloca la cadena con un dije de corazón y el anillo colgando de el.

—Porque sí.

Me giro en mis talones para contemplarlo —¿No piensas darme explicaciones? No es forma de tratar a tu futura esposa.

—Bien jugado, Jones, bien jugado. Esta bien. Estaremos ocupados planeando una boda sencilla y lo último que queremos es a tu papá, a tus hermanos y en especial a Emma, dando todos sus ideas a la vez para una fantástica boda. Además, no sabemos que pasará el día de mañana. Tú te irás a la universidad. Y si tenemos que esperar para casarnos, esperaremos...

—Pero no quiero esperar.

Las palabras que salen de mi boca hacen que Zayn esboce una sonrisa.

—¿Ya te he dicho que eres muy ansiosa? —me toma suavemente por la cintura y me acerca a él.

—No, solo has dicho que soy muy curiosa.

—Pues eres muy ansiosa... —dice esto y me besa.

Nos besamos hasta que el timbre de su apartamento suena y los dos nos miramos sorprendidos. Por la expresión en el rostro de Zayn parece que no espera a nadie.

El timbre vuelve a sonar y yo miro a Zayn esperando que él diga algo, pero no lo hace. Y el timbre suena por tercera vez.

—¿No vas a abrir? —le pregunto señalando la puerta.

Zayn calla y no me responde siquiera.

—Bien, yo abriré.

Me encamino hasta la puerta y la abro, topándome con la presencia de un joven alto de traje fino y elegante, con un reloj muy costoso en su muñeca derecha. El joven que aparenta unos 21 años aproximadamente, tiene unos ojos marrones chispeantes y una piel pálida como marfil. Es bastante atractivo y de cabello castaño oscuro. Él me mira y sonríe.

—Hola —me saluda algo cortés.

—Hola —saludo.

—¿Está Zayn? —al oír la voz del joven, Zayn aparta la mirada del suelo y la coloca encima de este.

—Sí —contesto—. Pasa —lo invité después, aunque no estoy muy segura si debería haber hecho eso pues Zayn se coloca de pie y se pone tenso al fijar su mirada en la del chico.

—¿Qué haces aquí? —le pregunta Zayn bruscamente.

—¿Acaso no puedo visitar a mi primo favorito? —sonríe divertido.

¡¿Primo?! Esto si es inesperado, no sabía nada de la familia de Zayn hasta ahora. Bueno, sin contar que es primo de Emma.

—Tengo noticias que te interesan —explica—. Debía decírtelo en privado, pero... —sus ojos se clavan brevemente en la decoración del lugar y luego se posan en los míos de manera fugaz y divertida— supongo que ella es de confianza..

—Dilas —le permite Zayn.

—El abuelo enfermó, y quiere verte antes de su último adiós.

Zayn se queda en silencio, y parece que por dentro le preocupa toda esta noticia, realmente nunca lo había visto así. De pronto, siento como si me hubieran dado una patada en el estómago, parece, por la mirada de Zayn, que su abuelo era alguien importante para él.

—Es triste, ¿verdad? Supongo que tendría que pasar. Es la ley de la vida ¿no? —el chico se queda un momento en silencio y recorre nuevamente el lugar con su mirada—. Bueno, eso es todo, ya debo irme. No quiero molestar, parece que tú y... tu "amiga", están ocupados celebrando, o algo así —sonríe, y lo hace con una sonrisa que parece divertida pero que me causa escalofríos.

El joven se da la vuelta y se dispone a marcharse pero la voz de Zayn lo detienen:

—Espera, Thom... ¿En dónde lo tienen?

Thom curva la esquina de su labio y se gira en sus talones para contemplar a Zayn.

—Es curioso —empieza—, he tenido el mismo sueño durante varias ocasiones...

—¡Responde!

—En casa. Si quieres puedes venir —me hecha una mirada rápida—. Ambos pueden venir. No nos han presentado. Soy Thomas Beckett, primo de Zayn.

—Lilian Jones —le extiendo mi mano por cortesía. Él la mira por unos segundos, y en vez de estrecharla le da un corto pero lento beso en el dorso de mi mano.

—Pareces muy interesante, Lilian —me dice sin apartar la mirada de mí—, muy interesante —repite.

¡¿Qué?! ¿Yo interesante? ¿Quién es este tipo o quién se cree que es? Todo esto es muy sospechoso.

El tipo se va, dejándonos a Zayn y a mí solos como al principio. Todo indica que el primo de Zayn proviene de una familia adinerada. Su forma de vestir, sus gestos.

Miro a Zayn, pidiendo a gritos explicaciones de todo lo ocurrido con tan solo una mirada.

—Te lo explicaré luego —me dice, deduciendo mi mirada y sube rápidamente las escaleras y azota la puerta de su habitación.

Una vez más, Zayn es capaz de leerme por completo. Pero yo solo pienso en que a duras penas puedo siquiera deducir sus gestos.

La visita del primo de Zayn me dejó pensativa, me pregunto: "¿Hay más de la vida de Zayn que no sé?" Ni siquiera conozco a su familia.

Zayn bajó de su habitación rápidamente, pero había algo diferente en él. Se había cambiado de ropa, usaba una chaqueta negra de cuero como la que usó el día en que me besó por primera vez, y consigo llevaba las llaves de su auto. Ya no tiene la misma sonrisa de esta mañana, ahora su semblante luce serio. Me atrevería a decir que está molesto por lo que le dijo su primo.

—Nos vamos —dice.

—¿A dónde? —pregunto sin entender nada.

—A Golden Ville. A visitar a mi abuelo —contesta.

Me quito la toga y la estola y salgo junto a él de su departamento.