Capítulo 4.
[Narra Tyler]
—Tienes un olor realmente delicioso ¿Lo sabías pequeño? —cuestionó el vampiro a medida que pasaba su lengua por sus colmillos y me tomaba sugerentemente de la cintura para acercarme a él.
—Alejese de mi. —Trate de empujarlo pero era obvio que no lo conseguiría puesto que este poseía muchísima más fuerza que yo.
—No creo que pueda pequeño, realmente te me antojas demasiado. —Cerre los ojos en cuanto sentí los labios del vampiro rosar con mi cuello, era definitivamente el fin para mi.
—Aleja tus asquerosas manos de mi chico —Escuché hablar a esa voz que no era hasta el momento de ahora, lo mejor que pude haber oído en mi vida.
—¡Jace! —exclamé al momento de sentir como el vampiro se alejaba de mi, sin embargo me tenia aún agarrado del brazo con fuerza, lo que provocaba que soltara quejidos debido al dolor.
—Sueltalo chupa sangre. Te lo advierto, si le haces daño, no dudaré ni un segundo en dispararte esta estaca —habló determinadamente Jace en cuanto apuntó una especie de rifle hacia el vampiro, era una combinación entre un arco y una flecha, pero realmente, no le encontré mucha forma que digamos sin embargo, esperaba que realmente funcionara esa cosa.
—¿Eres idiota a caso niño? Vete con tus juguetitos a otra parte si no quieres pertenecer a mi cena también.
—Muy bien, tú lo pediste —Y así sin más, Jace lanzo una botella de agua sin tapar rosca, era obvio que el agua saldría de su contenedor, sin embargo, creo que no era cualquier agua ya que cuando cayo a un costado del rostro del vampiro, este comenzó a gritar de dolor y salirle como humo.
—¡Maldito! ¿¡Qué mierda me echaste!?
—Agua bendita.
—¡Lo pagaras! ¡Voy a matarte niño! —El vampiro me soltó y corrió con impresionante rápidez en dirección de Jace, pero al momento de pensar que se estamparía contra él, desapareció y en un cerrar de ojos ya estaba tras Jace preparándose para morderlo.
—¡Jace, atrás de ti! —Grité fuertemente seguido de que el cazador se girara, pero justo cuando vi que los colmillos del vampiro rosaban el cuello de este, el miedo se apodero de mi —¡Jace! —Y fue ahí donde escuche como un arma se descargaba, ví como el cuerpo del vampiro se hacia para atrás y caía al suelo con una estaca enterrada en el pecho y nuevamente aquel humo aparecer para cubrir todo el cuerpo hasta que este se desvaneció y no quedo rastro alguno del vampiro.
—¡Tyler! —Gritó Jace a medida que soltaba el arma y corría hacia a mi —¿Estas bien? ¿Te hizo algo?
—Jace —Lo abrace con suma fuerza y sentí como era correspondido —Creí que te había mordido...
—Tranquilo, estoy bien —espetó al momento de dar unas cuantas caricias en mi espalda para que me tranquilizara, después de unos segundos así, me separe y lo observe directamente a los ojos.
—Gracias...
—No debes de agradecer nada precioso.
—Jace.
—¿Si?
—Tienes un rasguño en el cuello y...creo que te esta sangrando, permiteme —busque algo para cortar un pedazo de mi polera, cuando visualice una pequeña daga en el bolsillo de la chaqueta de Jace, no dude en tomarla —Prestamela. —Corte con aquel objeto un pedazo de mi polera y regrese el utensilio al lugar donde la tome — Haber... —Lleve aquel pequeño pedazo de tala a mis labios y entre abrí estos para dejar salir la punta de mi lengua, la cual se situó en la tela hasta humedecerla un poco. Tras ello y con cierto nerviosismo, dirigí aquel trozo de mi polera hasta la herida de Jace y lo repose sutilmente ahí, pude notar como el cazador cerraba los ojos y sonreía satisfecho.
—Se siente muy bien...
—¿N-no te duele mucho?
—No, con esto ya no. Gracias Ty —Jace giro un poco su rostro para así deposita un suave beso en mi antebrazo y con ello provocara que por tercera vez por su culpa mis mejillas se tiñeran de aquel vergonzoso color rojo.
—D-De nada...
—Por cierto, ¿Porqué tienes así los brazos Ty?
—Yo...b-bueno yo...era para atraer a un vampiro, a Evan...
—¿A Evan? ¿Para qué?
—Lo necesitamos, más bien Alec lo necesita. No puedo decirte mucho Jace, pero es de suma importancia que lo encuentre.
—Entiendo, pero así no creo que lo logres. Mira, hace rato que deambulaba por aquí, volví a verlo, creo que se dirigía a la ciudad, traía unos anteojos oscuros, supongo que para disimular su mirada de vampiro, si tú quieres puedo acompañarte por él.
—¿Enserio Jace?
—Claro que si.
—Me encantaría. Muchas gracias.
—Si, pero antes. Dejame hacer lo mismo por ti.
—¿A que te refieres? —Jace tomo mis brazos en cuanto retire aquel pedazo de tela de su cuerpo. Observe como de igual forma rasgaba un trozo de su chaqueta y lo enrollaba en mis heridas como si de una venda se tratara.
—Listo —tras ello, comenzó a repartir pequeños besos por mis brazos, específicamente donde había hecho los rasguños — Asegurate de curarlas adecuadamente cuando llegues a casa, ¿De acuerdo? —Asentí frenéticamente tras bajar mis brazos lentamente —¿Nos vamos?
—¿Eh? ¡Ah! Si...
Caminamos por bastante tiempo que creí que moriría de cansancio sin embargo, pude visualizar como estábamos por llegar al pueblo.
Algunos comerciantes se acercaban a saludar a Jace, al parecer era bastante querido.
—Ahí esta —Me señalo a un joven de piel sumamente blanca y anteojos negros, el cual, se encontraba en la fila para entrar a lo que parecía ser...¿un burdel?
—¡Hey, tú! —Exclamó Jace yendo hacia Evan y yo tras de él.
—Ay no puede ser. ¿Y ahora que quieren? ¿No ven que estoy...ocupado? —cuestionó de mala gana el vampiro —pierdanse.
—Necesitamos que vengas con nosotros —Hable por fin.
—¿Para qué?
—Es...Alec, necesita que vayas, por favor.
—Mira escuincle, se lo deje muy claro al perro y te lo dejo a ti. No tengo tiempo para sus estúpidos juegos.
—Por favor Evan, él... Él se esta muriendo.
—Uy si, como no.
—No es broma. Alec realmente esta mal.
—¿Y a mi qué? No es mi problema y si se muere, pues ya que.
Estaba a punto de agarrar a este vampiro a golpes si no fuera porque Alec lo quiere y lo necesita.
—Vamonos Ty, se nota que aquí el señor es un mal agradecido. Mejor ni lo hubiera salvado tu amigo —Asentí a lo dicho por Jace para así darme la vuelta y comenzar a caminar junto a él.
—¡Esperen! —Me detuve seguido de girarme y ver como Evan venia hacia nosotros refunfuñando —Esta bien, llevame con el perro. Pero que quede claro que solo lo hago como un favor, ya que no me gusta deberle nada a nadie.
Asentí ante su extraña e innecesaria explicación para así apresurarnos a llegar con Alec, no se porque motivo pero el camino se me hizo mucho más corto y podría decirse divertido ya que Evan y Jace discutían sobre si los humanos eran mejores o los vampiros.
—Aquí es... Am...Jace.
—Ya lo se Ty, tu amigo es un hombre lobo, lo supe desde que lo ví. Tranquilo, no le diré a nadie y tampoco sobre este lugar —Jace tomo mi mano y la acaricio con su pulgar a medida que me regalaba una tierna sonrisa.
—Si, si, si. Los arrumacos para después. ¿Dónde esta el perro? Rápido que no tengo mucho tiempo. —Rodé los ojos ante la fastidiosa actitud del vampiro y me solté de Jace para así esperar a que los Thersdey aparecieran, lo cual, no tardo mucho.
—Aquí vienen los padres de Alec. Tal vez sea mejor que no te quites los anteojos Evan.
—Aja, si.
—Oh, ¿Es él? —Cuestionó la madre de mi amigo a lo que yo asentí. —Vaya es...muy guapo y...blanco.
—Un gusto en cono...en conocerlos, soy Evan.
—Evan, bienvenido. Am...no quiero ser molesto pero, quizás debería ya ver a Alec —Evan asintió y comenzó a seguir a los padres del lobo.
—Bueno...nosotros nos quedamos aquí por cualquier cosa —Dije antes de que estos se fueran —Jace...
—¿si?
—Gracias, por...todo esto.
—Lo que sea por ti, precioso.
[Narra Evan]
Muy bien, ya estaba en la casa del perro y otra vez por su culpa mis planes de hallar una esposa y víctima estaban truncados, pero esto solo me pasa a mi, maldición.
—Es aquí... Yo...los dejamos solos —Asentí
—Ejem...hey, perro —Me senté en la orilla de su cama y en poco tiempo vi como Alec abría dificultosamente sus ojos y sonreía sutilmente.
—Estas aquí.
—Si, como sea. Solo te aviso que con esto queda mi deuda saldada y que...—no termine de hablar puesto que el lobo se levantó con rapidez y se abalanzo a abrazarme con fuerza exagerada —Hey, quitate, me estas asfixiando.
—Gracias, gracias por venir, yo...si te importo.
—¿Qué mierda dices? Ya quitate —Intentaba empujar al lobo pero era inútil, no sabia como pero al parecer este ya se había "curado" —¿No estabas enfermo? Porque no parece que fuera así.
—Lo estaba...por ti, pero veniste a curarme. —Senti que aquel abrazo se desvanecía y agradecí enormemente ello, no obstante, al separarnos pude darme cuenta que Alec yacía sin camisa.
—¡Oye! ¿Qué rayos te pasa? ¿Eres un exhibicionista o qué? ¡Tapate! —Grite en cuanto sentí mi respiración algo agitada y no sabia porque. Me di vuelta para poder controlarla pero escuche una risa burlera.
—¿Sabes? Lo que viste es tuyo. Puedes tenerlo cuando quieras.
—Deja de decir estupideces perro, ¿Ya te vestiste?
—Si. —En el momento que me gire sentí una pequeña presión en mis labios.
—Pero...¿¡Qué rayos te pasa!?
—Te robe un pequeño beso —hablo como si nada el perro encogiendose de hombros —¿Quieres otro?
—¡No! —Exclame sintiéndome extrañamente apenado, por lo que cubrí mi boca con ambas manos y nuevamente mi respiración empezaba a incrementarse —M-Me largo de aquí — corrí torpemente a la salida sin detenerme a dar explicaciones a nadie. No sabia lo que me ocurría pero ese estúpido lobo de nuevo tenia la culpa.
¡Hey, pequeños terrícolas! ¿Cómo están? Yo con la esperanza de que les guste esta wea. Es mi primera vez escribiendo sobre natural y ojala no lo este haciendo muy kk. En fin, tengo muchas ideas para esta historia la cual posiblemente sea corta pero bonita(?) Eso es todo.
Att: La patética y depresiva autora :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro