— Es que no te entiendo, ¿que pasa? — sus ojos estaban cristalizados al igual que los míos.

— Yo... — bajé la cabeza — Lo intenté, tal vez no lo suficiente. Pero no quiero seguir, no me gusta. No soy así y no quiero cambiar.

— MeRi yo no te estoy pidiendo que cambies — dijo mirándome — Ni siquiera te obligué a venir, tu decidiste hacerlo.

— Por ti — hablé — Sólo quería hacerte feliz, quise intentar ser como las demás. Tratar de ir a una fiesta con mi novio como otra persona normal pero no logro sentirme bien.

— Vamos.

Tomó mi mano y me llevó a casa. Ninguno de los dos habló en todo el camino, yo seguía pensando en las palabras que quería decirle. No estaba segura de nada, pero solo quería sentirme bien conmigo misma.

Sabía muy bien que me iba a arrepentir en cuanto hablara, pero por el momento eso fue en lo que pensé.

Nos detuvimos frente a mi casa y me paré frente a él.

— MeRi...

— Quiero terminar.

Tal y como a mi, eso pareció romperle el corazón. Su rostro denotaba confusión y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas.

— ¿Qué dices? — negó — Esto pasa, ya te dije. No tienes que ser como las demás. Sólo tienes que ser tú.

— Ese es el problema, mientras esté a tu lado siempre voy a intentar ser otra persona... — no podía creer lo que estaba haciendo — Lo siento Tae, creo que no puedo con esto. Quiero terminar por el bien de los dos, tal vez sea muy joven y no esté preparada para una relación así que terminemos.

Dije y no esperé a que pudiera hablar, entré a mi casa y cerré la puerta permitiéndome llorar.

No quería hacer esto, yo lo quiero mucho. Lo amo, pero mi cobardía lo ha destrozado todo y prefiero terminarlo antes de que todo empeore.

(...)

Pensé que las cosas se sentirían más calmadas al siguiente día, pero al despertar y recordar lo que había echo, todo volvió a mi corazón como una bomba.

Me levanté y me aliste para la escuela. Salí y al llegar me senté en mi lugar. Las primeras clases pasaron y TaeHyung vino a buscarme para hablar.

— Solo no entiendo por qué me dejas.

Porque soy una cobarde.

— Quiero una explicación, ¿qué hice?

No hiciste nada, yo soy la incapaz de ir y abrazarte. Pedir perdón y decir que estoy equivocada.

Que te dejé porque me siento asustada, que te alejé por miedo a sufrir. Porque me di cuenta que le temo al amor. Porque no quiero luchar. Y estoy segura Tae, que estás mejor sin una persona como yo. Necesitas a alguien que sea valiente y te ame sin miedos, sin temor al dolor que conlleva amar a alguien.

Te dije que lo hice por mi y por ti, pero la verdad. Solo lo hice por mi.