Capítulo 28
Estaba en problemas, graves problemas. No, solo era un problemita que se podía solucionar fácilmente. Jisoo Unnie entró a mi habitación con tres vestidos.
— Es increíble que no tengas vestidos bonitos para una fiesta MeRi.
Comenta y deja los vestidos sobre la cama.
— Tengo vestidos bonitos, solo que no son para la ocasión.
Me alzo de hombros y observo las prendas que me trajo, uno es rojo sin tirantes y corte de princesa. Pienso que por el largo debe llegarme por sobre las rodillas. El otro es negro y tiene un precioso encaje en la parte de arriba, también es como él otro para abajo y el último es igual al negro pero con un color piel.
— Me gusta este — elegí el último por supuesto.
— Bien — se levantó y buscó unos zapatos que quedaran bien, eran grises de tacón alto pero no mucho.
— Gracias.
Sonrío mientras observo la ropa, ojalá a Tae le guste mucho como voy vestida. Seguro que él va muy guapo.
Alzo la vista y miro a Jisoo, sigue triste por ese chico que le gusta. Hago un puchero porque no me gusta verla así.
— Unnie, no llores...
— Ya no voy a llorar — me mira con una sonrisa — Ya lo dejé ir y me siento mejor ahora aunque siga doliendo un poco.
— ¡MeRi te llama mamá!
Yugyeom entra gritando como siempre a mi habitación, se detiene y se cruza de brazos con el ceño fruncido mirando a Jisoo. Él le advirtió que si la veía llorando la iba a regañar y a gritar. También amenazó con golpear al chico.
— ¿Qué es eso? — señala la ropa — ¿Quién va a salir?
— Yo — me levanto de la cama — Voy a ir a una fiesta con mi novio.
Sigo de largo y voy para donde está mi mamá, desde allí escucho su grito.
— ¿¡A quién le pediste permiso!?
(...)
La noche llegó, ya estaba lista esperando a Tae. Mi hermano estaba sentado al lado mío haciéndose el serio, seguro que quiere amenazar a Tae.
Suspiro y me observo en el espejo, Jisoo me había maquillado y lucía algo diferente. Llevaba el cabello suelto y la ropa que había escogido antes.
— Estás linda y que diga lo contrario.
Le sonrío a Yugyeom por el cumplido.
Escucho toques en la puerta y me levanto para abrir pero mi hermano se me adelanta y le abre la puerta. Desde atrás puedo ver a Tae. ¡Está hermoso! Me encanta su ropa y su cabello está muy lindo peinado.
— Kim TaeHyung — se cruza de brazos — La quiero aquí temprano y sin un rasguño.
— Por supuesto — lo escucho decir.
— Mas te vale si sabes lo que te conviene.
Se quita del medio y al fin los ojos de Tae se posan en mi. Y aquí van mis emociones a estallar, me mira tan profundo que mis mejillas se incendian y mi corazón se dispara.
— Estás preciosa — da un beso en mi mejilla y toma mi mano.
— Gracias.
Digo y salimos.
Llegamos al lugar donde sería la fiesta, era una casa. Me pregunto si será de algún compañero de clase de Tae. Me lleva de la mano pasando con cuidado por todas las personas que están bailando hasta llegar a un lugar más vacío.
Observo el ambiente y me tenso, no hay nada malo. Todos están felices bailando y divirtiéndose pero yo no estoy a gusto, me siento fuera de lugar porque no se qué hacer, ni siquiera sé que decir o como comportarme aquí.
Me relajo un poco cuando siento la mano de Tae sobre la mía. Lo observo y me está sonriendo, le sonrío y entonces me atrae hacia él pegándome a su cuerpo, su otra mano está en mi espalda. Parece un abrazo pero no lo es. Pega su frente a la mía y luego me besa, le correspondo algo apenada. Besar frente a los demás me daba vergüenza, es como si todos nos estuvieran mirando.
— Tae & me separo y lo miro cohibida.
— Clama — acaricia mi mejilla — Estoy aquí, estamos juntos.
Lo sé, está aquí y es exactamente él quién me está haciendo sentir inquieta, estoy nerviosa. No quiero hacer nada mal.
Vuelve a besarme otra vez y vuelvo a separarme.
— ¿Que pasa? — pregunta.
— No me gusta, me da pena. Hay muchas personas.
— Es que no te gusta nada — suspira y se va dejándome allí parada sin saber que hacer.
Vuelve en unos segundos con bebidas en sus manos.
— Ten, tal vez te relajes.
— No creo que sea bueno beber, nunca lo he echo.
— Un trago no te hará nada.
Niego y la dejo a un lado, miro hacia otro lugar y veo a JungKook y a LinSi. Sonrío cuando los veo divertirse y me hace sentir mal, miro a Tae y lo veo serio. Tal vez él quiere que yo sea así. Quiero hacerlo sentir bien, pero no soy así.
Veo a NoRen acercarse a nosotros y saludar a Tae, el sonríe y habla con ella mientras yo los escucho callada. La veo aproximarse a él y poner su mano en su pecho y decirle algo al oído.
¡Odié eso!
Camino por entre las personas otra vez para salir hasta afuera, llego a la salida y respiro aire fresco. Suspiro.
— MeRi — escucho la voz de Tae — No me dijo nada, lo prometo. No te molestes...
Me giro hacía él con los ojos cristalizados.
— No puedo Tae, no soy como necesitas que sea — comencé a hablar — Aunque haga todo el esfuerzo del mundo no lograré ser como los demás, lo siento pero no puedo.
— Pero MeRi... — intentó acercarse.
— Quiero irme a casa.
— Solo escucha.
— Quiero irme a casa.
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