Caminé hacia la escuela dada de la mano con Tae. Aún estaba triste por lo de Saray, sigue sin hablarme. No quiero estar mucho tiempo separada de mi amiga.

— MeRi hoy abará una fiesta, me gustaría mucho que fuéramos juntos. Nunca hemos ido a una fiesta tu y yo...

Lo miré y detuvo sus palabras. Tae sabe que no me gustan las fiestas.

— No me gustan las fiestas — digo y bajo la cabeza.

— Lo sé, pero tal vez esta si te guste. Estaremos los dos — siguió hablando de la fiesta mientras yo pensaba en otras cosas.

— No es justo que esté molesta conmigo.

— ¿Qué? — se detuvo.

Me detuve también porque su mano me hizo detenerme. Lo observé y tenía el ceño fruncido, me soltó y se cruzó de brazos.

— Estoy hablando contigo y tú estás pensando en otra cosa.

— Es que no me gusta estar peleada con Saray. Bueno, ella está peleada conmigo.

Me quedé callada un momento al igual que él. Volví a mirarlo y seguía igual que hace unos segundos.

— Me molesta — dijo — Sé que estás triste, pero yo estoy aquí. Te hablo de algo importante y solo me ignoras.

— No te ignoro — negué — Además, no estás hablando nada importante. Quieres que vaya a una fiesta contigo y yo no quiero, sabes que no me gusta.

Terminé de hablar y lo vi comenzar a caminar sin mi. Lo seguí.

— Tae — lo llamé pero no respondió ni me miró.

Seguí caminado detrás de él hasta llegar a la escuela. Se fue a su salón sin siquiera despedirse. Suspiré y me fui a mi salón, me senté en mi lugar.

— Buenos días MeRi — JungKook me saludó. Lo escuché, pero mis pensamientos estaban en Tae, ¿que le había hecho para que se molestara? — ¿MeRi?

— Buenos días Kook.

— Pensé que no me habías escuchado — lo sentí reír levemente — ¿Viniste con Tae? Necesito hablar con él.

Lo miré. JungKook es un chico, tal vez sepa que fue lo que pasó.

— Kook... — llamé su atención — Verás, Tae estaba hablando conmigo pero yo no le prestaba atención. No fue mi intensión, es que estoy preocupada por algo. Pero el sigue insistiendo en que vaya con él a una fiesta. No me gustan las fiesta, y se molestó.

Observé su rostro y el castaño parpadeó confundido, ¿hablé muy rápido?

— Te lo vuelvo a explicar — tomé aire — Lo que pasa es...

— Te entendí — asintió — Solo estaba atando cabos. Mira MeRi, Tae se molestó porque necesita que le prestes atención. Eres su novia, quiere hablar contigo y que lo escuches. También porque quiere salir contigo y tu bueno, no te gustan las fiestas. Lo entiendo y él también seguro, pero tal vez le gustaría que lo intentaras por él.

Bajé la cabeza entendiendo su punto, quiero que Tae esté feliz. Pero en verdad que no me gustan esas fiestas, me siento rara, fuera de lugar. Hasta aveces me falta el aire porque me ahoga estar en lugares y ambientes que no me hacen sentir bien.

(...)

— ¿Lo dijiste así? — alzó una ceja — Dijiste en su cara que no estaba diciendo algo importante.

Asentí.

LinSi negó y se llevó una mano a la frente.

— Si fuera Tae te hubiera dejado — comentó.

— Tampoco seas tan mala — dijo EunRi.

— Dile eso a Jimin para que veas si no te deja — me miró — MeRi, estuvo mal. Muy mal, aunque no esté hablando nada que te interese debes oírlo. No es obligatorio, pero es algo que las novias hacen al igual que los novios. Se escuchan y se dan apoyo.

— Pero...

— ¿Sabes lo que yo pensaría? — negué — Pensaría que no te importo en lo absoluto.

¿Que? ¿Tae pensó eso? ¿Por eso se fue así sin despedirse? No puede pensar eso porque él si me importa. Me importa mucho.