Llegué a la escuela y dejé mi mochila para ir a buscar a mis amigas. En la puerta del salón me encontré con JungKook.

— Buenos días MeRi — me saludó con una sonrisa.

— Buenos días Kook, ¿has visto a LinSi? — le pregunté. El asintió.

— Está en su salón con Saray.

Dijo y entró. Yo le agradecí y fui al salón de LinSi, las vi y sonreí. Me acerqué a ellas.

— Hola, ¿qué hacen? — las miré.

¿Por qué tienen esas caras?

— Me voy — Saray ni siquiera me miró.

La detuve con el ceño levemente fruncido.

— ¿Por qué te vas? Acabo de llegar.

— Exactamente por eso, porque estás aquí. No me agradan las personas traidoras — me miró mal, con odio y eso me dolió.

¿Yo? ¿Traidora? ¿Por qué? No he hecho nada, no soy una traidora, ¿por qué me dice eso?

— ¿Por qué me dices eso? — quise saber él por qué de sus palabras.

Rió con sarcasmo.

— Ahora no sabe nada — se cruzó de brazos — De verdad creí que eras mi amiga MeRi, que podría confiar en ti siempre. Pero ya veo cuanto me equivoqué — negó.

Miré a LinSi sin entender, se me cristalizaron los ojos. Soy su amiga, claro que puede confiar en mi.

— Saray, no sabes que fue lo que pasó, deja que te explique — LinSi habló.

— ¡Claro que sé lo que pasó! Es amiga de EunRi ahora y claro como ella es su amiguita nos olvidó y salió a caminar por ahí en parejas ¡Con Jimin!

Suspiré al entenderlo todo, Saray nos había visto o alguien le dijo que salí con Tae, EunRi y Jimin. Por eso es que está así, y la entiendo. Pero está malinterpretando todo, no porque ahora sea amiga de EunRi las voy a dejar a ellas y mucho menos tengo la culpa de que Jimin y ella se gusten.

— No es así, somos amigas sí, pero no por eso voy a dejarlas a ustedes y Saray, con respecto a Jimin...

— ¡Si! Lo sé, a él le gusta ella y no yo — bajó la cabeza — Eso puedo aceptarlo, lo que no puedo aceptar es que tú la hayas ayudado y andes con ella como si no supieras acerca de mis sentimientos.

— Te dije que no es así, lo juro. No ayudé a nadie, no sabía nada. Lo supe porque Tae me lo dijo — ella se dio la vuelta y se fue sin terminar de escucharme.

Bajé la cabeza triste.

— No te preocupes, ya se le pasará. Está triste porque acaba de darse cuenta de que no tiene oportunidad con él — LinSi me sonrió.

Al menos LinSi me cree, yo nunca traicionaría a mis amigas.

Me fui a clases luego de hablar con LinSi, la hora del recreo llegó y Tae fue a verme a mi salón.

— MeRi — me miró con un puchero — ¿Que pasa? ¿Y esa carita? — acarició mi mejilla.

Suspiré.

— Saray está molesta conmigo porque piensa que la traicioné — me miró sin entender — Por haber salido con Jimin y EunRi, ya sabes...

— Que tontería, ¿cómo se va a molestar contigo por eso? No es tu culpa.

— Si, pero ella piensa que yo ayudé a EunRi con Jimin — volví a suspirar — No me gusta estar separada de mis amigas.

— ¿LinSi también está molesta?

Negué.

— Bueno ya se le pasará. Tal vez cuando lo piense bien se dará cuenta de que no hiciste nada — me sonrió — No estés triste.

Sonreí cuando me dio un beso.

(...)

Me senté en la banca de la entrada para esperar a Tae. Llegó y me acompañó a casa. En la sala estaban mi hermana y mi hermano. Jisoo se ve mejor que antes, eso me alegra. Me acerqué y le di un beso en su mejilla, luego lo hice con Yugyeom.

— Uy... — se limpió — Me babeas — hizo una mueca y rió.

— Tonto, no te saludo más — dije y subí a mi cuarto junto a Tae.

— También hago muecas cuando mi hermana me besa — comentó.

— También eres un tonto — hice puchero.

Me tomó de la mano y me sentó en sus piernas, besó mis labios mientras acariciaba mi mejilla. No sé en qué momento pasó, pero la mano de Tae se corrió a una de mis pompis y la apretó. Abrí mucho mis ojos.

— ¡Tae!

— ¡Perdón! — dijo apenado.