Capítulo 24
Era sábado, abrí mis ojos y los volví a cerrar. El día estaba nublado y algo frío, me tapé bien con mi colcha y seguí durmiendo a pesar de que ya eran las diez de la mañana.
Sentí que abrieron la puerta de mi habitación y luego la voz de mi hermano.
— MeRi levanta — me destapó y lo fulminé con la mirada — Mamá que bajes, además necesito un favor. JaeBum tiene que cuidar a su hermana y queremos salir, necesito que te quedes con ella. Así hablan y hacen esas cosas de chicas.
¿La hermana de JaeBum? O sea EunRi. Parpadeé y me senté en la cama. Bueno, por mi está bien que se quede aquí, pero no sé ella. Aunque como dije antes, de esas tres chicas ella es diferente, me agrada más.
— Vale...
Me sonrió y después dijo "Esa es mi hermanita" Solo me trata bien cuando necesita algo, que interesado me has salido Yugyeom.
Bajé las escaleras mientras hablaba con Tae, él se había levantado muy temprano para acompañar a su mamá al súper.
TaeTae:
Iré a verte más tarde 😊
Te amo MeRi 😘
MeRi:
Vale
Te amo Tae 😘
Cerré el chat y me senté al lado de Jisoo. La veía algo triste, agarré su mano y la besé.
— Buenos días Unnie... — me miró y su tristeza no se borró. Mi corazón dolió, Jisoo es una persona muy alegre, no me gusta verla así.
— MeRi... — me abrazó — Estoy muy triste...
Comenzó a llorar y acaricié su espalda, ¿qué le pasaba? Mis ojos picaron, quería llorar también.
— Unnie, ¿qué sucede? — pregunté secando sus lágrimas.
Negó, no quería decirme. Escuché pasos y vi a Yugyeom acercarse a nosotras. Se cruzó de brazos muy serio.
— ¡Te dije que dejes de llorar! — gritó tan alto que me asustó — ¡No quiero que llores por un estúpido que no te valora! Le voy a romper los huesos al mal nacido ese por hacer llorar a mi hermana.
— ¡Callate! — esta vez gritó Jisoo y se fue corriendo a su habitación.
Así que Jisoo está triste por un chico, bajé la cabeza.
— ¿Qué son esos gritos? — mi mamá entró por la puerta trasera con su rostro preocupado.
Yugyeom Oppa seguía de brazos cruzados, parecía que soltaba humo de lo furioso que estaba.
— Jisoo que sigue llorando por un estúpido — dijo con rabia — Kim MeRi, ni se te ocurra llorar por TaeHyung.
Dijo eso y salió por la puerta hecho una bala. Me quedé yo sola con mamá, ahora me hará preguntas a mi y yo no sé nada.
— MeRi... — alcé mi rostro.
— No sé que pasó...
— Lo sé — se acercó y besó mi frente — Solo quería decirte que no le hagas caso a tu hermano, Tae no te hará llorar cariño.
Pero si ya Tae me había hecho llorar, sé que mi mamá me lo dijo para que no me asustara. Ella me cuida porque nunca antes me había enamorado, pero ahora sí. Y sé cuanto duele el amor, pero no me asusta, porque el dolor es parte de amar.
(...)
EunRi es muy callada, no habla. Y la verdad me da pena hablarle y molestarla, tal vez ella no hable porque piensa igual que yo.
Suspiré y hablé.
— ¿Estás pensando en como hablarme? — le pregunté, ella me miró sorprendida — Está bien, solo hablemos de lo que nos gusta y así nos vamos conociendo, ¿quieres?
Ella asintió con una sonrisa, yo le sonreí también y comenzamos una conversación bastante agradable, me di cuenta de que somos muy parecidas. Nos gustan las mismas cosas.
Alguien tocó la puerta y después la abrió, era Tae. Sonreí al verlo y le di un pequeño beso.
— Oh EunRi, no sabía que estabas aquí — le habló.
Ella asintió.
— Vino con su hermano que es amigo de mi hermano y ahora nosotras somos amigas — expliqué y Tae me pellizcó un cachete.
— Bueno, ¿quieren ir a tomar un helado?
Las dos dijimos que sí felices y salimos. Antes pasé por el cuarto de Jisoo, estaba dormida, espero que esté mejor.
Para mi sorpresa Jimin estaba en la sala esperando a Tae, nunca he hablado con él. Se ve tan serio. Se levantó del sofá en cuanto nos vio bajar y miró algo nervioso, ¿por que está así? Miré hacia EunRi y ella estaba igual. Oh, ya veo. Miré a Tae y él me sonrió dándome a entender de que lo que estaba pensado era cierto.
A Jimin le gustaba EunRi y viceversa.
En ese momento me acordé de Saray, a ella le gusta mucho Jimin.
— ¿Nos vamos? — Tae tomó mi mano y salimos, ellos iban detrás de nosotros.
— Por eso me dijiste lo de Saray — él asintió — Me siento mal por ella, en verdad le gusta mucho Jimin.
— Lo sé, pero bueno no todos son correspondidos. Hay veces en las que tenemos que aceptar que la persona que amamos no nos quiere.
— Sí, pero aún así es triste — los miré. Se ven muy lindos juntos.
Y sé que Saray va a sufrir, pero si ellos dos se aman, espero que sean felices.
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