Llegamos a un lugar donde habían bebidas y nos detuvimos. Él comenzó a mirar los tipos y sabores.

— ¿Cuales deberíamos comprar? — se puso a mi lado.

— Mm, ¿qué tal Piña Colada? Es muy rica y creo que le gusta a la mayoría de las personas — respondí.

— Bien, entonces compremos — se dirigió a la mujer que estaba preparándolas — Nueve... por favor — ella frunció el ceño por la cantidad pedida y Tae me miró sonriendo.

Es tan lindo, estoy segura que está muy apenado por pedir tantos, puso su mano en su cuello y lo frotó luego de bajar la cabeza, él siempre hace eso cuando está apenado. Espera, ¿por qué sé eso? ¿Desde cuando sé eso?

— ¿Estás bien? — lo vi frente a mi.

— ¿Mm? Si, ¿por qué?

— Es que tenías cara de sorprendida, ¿viste algo? — cuestionó mirando hacia todos lados, luego volvió a mirarme.

— No, estoy bien. Solo estaba pensando — sonreí.

Miré la caja que tenía en su mano con los vasos decorados.

— Regresemos pronto o perderemos nuestro turno en la estrella.

Dijo y volvió a tomarme de la mano, esto es algo incómodo pero no me desagrada. La verdad siento como que me da miedo que tome mi mano o me mire pero a la misma vez siento que si no lo hace me sentiré mal. Estoy demasiado rara.

— ¡Hey! — nos saludaron desde lejos y todas las miradas fueron hacia nuestras manos.

Aquí es donde mi rostro explota totalmente. Llegamos y solté la mano de Tae para ir con las chicas. Mi corazón seguía palpitando.

— Tienes que decirnos exactamente por qué venían dados de mano — susurró LinSi.

— Es que solo fue porque me perdí y tenía miedo de perderme.

— Eso es solo una escusa, él quería tomar tu mano — dijo sonriendo ampliamente — ¡Ay esto es tan lindo, es mi historia de amor preferida!

Funcí el ceño y la miré. Siempre está inventando, esto no es ninguna historia de amor, a mi no me... ¿Por qué ahora no puedo decirlo con confianza? Ya se me está pegando las cosas de LinSi y Saray.

Era hora de subir, como dijo antes, JungKook se subió con LinSi. Saray se subió con EunRi, Jimin y YenOh esa chica parecía bastante molesta porque Kook se subió solo con LinSi.

— ¿No vienes? — Tae se dirigió a NoRen.

— Yo mejor me quedo aquí abajo — sonrió de lado. Es extraño, ¿por qué no querría subir?

— Está bien, volvemos enseguida y nos vamos a hacer otra cosa. No te preocupes — le sonrió. Era una sonrisa tan linda y cálida que sentí celos de que fuera para ella — MeRi — me llamó — Vamos, tenemos que subir.

¿¡Que!? ¡Yo subirme allí con él! Dios, no me habia dado cuenta de la situación, solo íbamos Tae y yo en ese vagón. Si sigo así mi corazón explotará.

Nos subimos y la estrella comenzó a dar vuelta lentamente hasta llevarnos hacia arriba.

— ¡Wao! — lo escuché, estaba realmente asombrado por la vista. Desde aquí se veía parte de Seúl y era hermoso — Es increíblemente hermoso.

— Si, es muy lindo. Las luces de la ciudad se ven tan mágicas desde aquí — observé junto a él.

Silencio. Un silencio que no supe su era bueno o malo.

— ¡Mira! Vaya, no sabía que se veía ese lugar desde aquí — sus ojos se iluminaron.

— ¿Qué es? — pregunté curiosa por su brillo.

— Dicen que es un lugar mágico, allí no hay nada mas que paredes levantadas y en ellas muchas frases, son los deseos que dejan las personas cuando van allí. He escuchado que si dejas tu deseo allí se cumplirá — explicó con una amplia sonrisa — Siempre he querido ir.

— Yo también quiero ir — le hice saber — Si es verdad yo quiero ir a dejar mi deseo.

Los dos sonreímos mientras nos mirábamos.

— Entonces hay que ir, juntos.

(...)

En unos minutos ya habíamos bajado y vuelto a separarnos de ellos, fue mi idea ya que me sentía un estorbo entre ellos. Tal vez estaban en una cita y nosotras molestando. Nos divertimos por nuestra cuenta y la pasamos estupendo.

— Es mi hermano, dice que ya está afuera para llevarme a casa — les dije y hicieron puchero.

— ¿Ya te vas? — apareció Tae de la nada. Yo asentí — Te acompaño a la salida.

Bien, ¿de donde salió? ¿Por qué quiso llevarme? Estaba caminado a su lado mientras pensaba, de repente lo vi detenerse.

— Habia tomado una decisión — habló primero — Habia decido que ya no me gustarías más, que te evitaría para no encontrarme contigo. Pero no puedo, no puedo darme por vencido tan rápido, he decido que quiero seguir luchando. Seguiré luchando para gustarte. No me rendiré.

Nuestras miradas se quedaron conectadas y a mi parecer el tiempo se había detenido, solo escuchaba el bombeo intenso de mi corazón. El quería intentarlo y por alguna razón, yo quería que lo intentara.