Todos tienen secretos, y JongDae no era la excepción, siempre tenía una sonrisa amable y era muy animado, no llegaba a ser ruidoso ni desastroso como su amigo BaekHyun, pero siempre tenía alguna estupidez para decir, pero una vez llegaba a su casa todo era diferente, su casa está en medio del bosque, no era un asesino loco o algo por el estilo, pero le gustaba estar solo en el bosque, ahí podía ser el mismo, suele caminar desnudo hasta el claro del bosque y entonces ocurre la transformación, una donde deja su atractiva apariencia humana para ser un enorme y precioso lobo de pelaje negro, imponente y majestuoso, corre por el bosque y disfruta de la luna.

Sentado en el claro mientras se deleita con la luna, escucha todo a su alrededor, sus orejas se mueven al captar los sonidos. Un balazo y el crujir agresivo y rápido de ramas y hojas le hicieron ponerse alerta, se paró sobre sus cuatro patas y miraba en la dirección de la que provenían aquellos sonidos, podia escuchar dos pares de pies correr, una respiración errada por el miedo y la otra furiosa, pronto en su campo de visión apareció un chico venia sin pantalones, en calcetines y con una camisa rasgada de todas partes, su costado estaba empapado de sangre y otra poca escurría por su pierna, el chico se detuvo de pronto al notarlo frente a él, miraba con miedo en ambas direcciones, pero el sonido de carga de arma le hicieron correr en dirección al lobo, de cualquier forma parecía mejor morir devorado por un lobo.

JongDae sabía que el chico moriría, sino por una bala, por el desangramiento, no iba a permitirlo.

— ¡DEJA DE CORRER, IGUAL TE VOY A ALCANZAR! — Aquel grito hizo que el chico se agachara con miedo y cubriera su cabeza con los brazos, como si aquello le salvara de morir.

El hombre sonrió con altanería y dejó de correr, sabía que tenía al chico donde quería, pero JongDae tenía otros planes, camino despacio hasta el chico, lo olfateo un poco haciendo que gritara asustado, el hombre le apunto con la escopeta.

—No lo creo, sarnoso— dijo— Ese chico de ahí lo mato yo.

El chico comenzó a llorar, no sabía cómo iba a morir, comido por un lobo o con una bala en el cráneo. El lobo gruñó molesto, enseñando sus poderosos caninos, dando a entender que no se acercara más. Pero el hombre siguió acercándose, con la mirada dura hasta que se dio cuenta del tamaño del lobo, sus manos temblaron un poco, nunca habia visto un lobo tan grande, pero tenía balas y esas eran más poderosas, según él. Apuntó ya estando un poco más cerca, pero antes de apretar el gatillo el animal brinco sobre él con una velocidad impresionante, el forcejeo duró poco, pues mordió la escopeta hasta partirla a la mitad, no quería matar a nadie, por lo que miró al hombre penetrantemente, gruñéndole, respirándole violentamente en la cara, se alejó el tembloroso cuerpo, el hombre se levantó como pudo y corrió con los pantalones mojados, JongDae soltó un bufido.

Se giró y regreso a donde el chico estaba hecho bolita, le respiró en el flequillo y le puso la nariz en la frente, el chico levantó el rostro, sus cejas estaban rojas al igual que su nariz y sus ojos, era algo común en la gente de piel muy blanca cuando llora, volvió a respirarle y estaba vez se echó frente a él y bajó las orejas para que el chico supiera que no le haría daño.

—Gracias— susurro con la voz ronca—Gracias— y volvió a llorar abrazando la cabeza de JongDae. El llanto duró un poco más, pero luego se calmó y se incorporó mirando directo a los ojos obscuros del animal que le salvó— Mi nombre es SeHun— le dijo— Tal vez no me entiendas, pero estoy muy feliz de que me ayudaras.

JongDae entendía, claro que lo hacía, pero no iba a decirle nada, podría asustarlo de nuevo.

Pero los ojos de SeHun bailaron y con una sonrisa cansada se desvaneció sobre el pasto.

JongDae se paró de nuevo sobre sus cuatro patas y olfateo el cuerpo de SeHun, habia olvidado la herida de bala en el costado del abdomen, se transformó de nuevo y tomó el delgado cuerpo en sus brazos, la piel blanca estaba fría, pero suave, se sentía genial bajo las yemas de sus dedos.

Llegó a la casa y corrió escaleras arriba, recostó a SeHun en el cuarto de invitados y fue por un botiquín de emergencias, sacó la única prenda que vestía el cuerpo de SeHun y jadeo al ver tantos moretones y marcas en su cuerpo, sacudió la cabeza y se concentró en la herida sangrante, no tenía pinzas y la bala no parecía estar profunda, creció las garras de dos de sus dedos y los metió en el hueco de la bala, no era un médico y temía no tener tiempo para llamar a uno, sintió la bala y la prensó entre sus uñas, la sacó con cuidado y la botó en el suelo, procedió a lavar y desinfectar la herida, suturó y esperó un poco, la herida dejó de sangrar y todo parecía normal, pero aun así decidió llamar a KyungSoo.

Su amigo le dio algunos analgésicos y medicina para evitar infecciones, pero le dijo que la herida habia sido bien tratada, a su partida, regresó a la habitación y se sentó en el suelo cerca de la cama y miró al chico inconsciente, era precioso, quería protegerlo ¿Por qué? No lo sabe, pero de igual forma hará caso a su instinto, su instinto nunca le fallaba.

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ChenHun para el pueblo \°^°/

Ya saben, amo shippear a SeHun hasta con el panadero de la esquina y más cuando es el pasivo 7u7.