-¡¿QUÉ?! ME ESTÁS MINTIENDO OTRA VEZ?!- Kyojuro se alteró nuevamente, alzando la voz, ya era difícil de procesar que estaba en el futuro, más aún que el rey de los demonios estaba muerto después de cientos de años.

-¡No! ¡Claro que no!- le respondió el pelirrojo, en ningún momento le había mentido, mucho menos ahora.

-Muzan es el creador de los demonios, ha estado por cientos de años en el mundo ¿cómo pudieron matarlo? - el pequeño Rengoku no podía creer lo que oía, necesitaba saber más.

-Costó mucho, hasta llegamos a pensar que no lo lograríamos-

-Entonces... ¿Ya no hay demonios? -

-No, ya no- contestaba el Kamado con serenidad.

-¿Nada? ¿Ni uno solo? - para el menor era algo impensable que de la nada no quedará ni un solo demonio.

-Ni uno, Kyojuro - dice lanzando un suspiro antes de soltar un pequeño estornudo.

-Deberías arroparte ¡no lo diré otra vez! Tengo que cuidar de mi futuro Tsuguko o... Pasado... ¡AH! - exclamó molesto el rubio aun bastante confundido.

-No has cambiado ,Kyo.. ah, sí tengo la ropa mojada brrrrrr- titirito un poco 

-Me pides que me cambie, pues tu también debes ¡Sí te cuesta por tener un brazo de menos yo te ayudaré! Después de todo tenemos casi la misma edad! - dijo entusiasmado, al ser mucho más joven eran evidentes muchas actitudes que el Kamado no podría haber detectado en el Kyojuro de su tiempo.

-El otro lo tengo casi inservible, mira- intentó levantarlo pero apenas pudo unos segundos antes de que cayera al mismo lugar.

-wooo... Sé ve como si sólo tu brazo fuera un anciano... ¡CON MAYOR RAZÓN! ¡Déjame ayudarte a ponerte ropa seca! -

-eh... Está bien, solo dime que llevas algo debajo de la manta - dice un poco sonrojado, siempre fue bastante tímido en eso.

-Solo la ropa interior, pero no te preocupes, somos hombres, no hay problema en ello - dijo haciendo un nudo con la manta que tenía a la altura de su cuello quedando como una especie de capa, acercándose al Kamado.

-Tienes razón, Kyojuro-

-Bien, primero el obi... - dijo posicionándose a la espalda del joven pelirrojo, no estaba nervioso, solía ayudar a su hermanito a vestirse bastante seguido.

Tanjirou alzó los brazos con cuidado para que le quitara la parte de arriba, el izquierdo le temblaba bastante por su condición actual.

-Tranquilo, no levantes el brazo dañado, yo lo levantaré por ti - le dijo de una manera más calmada el joven cazador.

-Si, gracias Kyojuro-

Con cuidado el joven Rengoku deslizó la yukata del Kamado y el resto de su ropa, dejándolo solo en ropa interior, mirando bastante interesado sus cicatrices - ¿todas son de cuando eras cazador? - preguntó curioso tocando algunas de la espalda.

-Todas menos las de la frente-

-Se nota que te enfrentaste a mucho... ¡Aunque la del pecho se ve admirable! - Kyojuro estaba impresionado, las cicatrices eran como medallas, y las enormes marcas del pecho del pelirrojo llamaban su atención.

-Si, tuve un entrenamiento muy duro para llegar a donde estoy-

-Tu cuerpo también está muy trabajado y tu brazo bueno, es increíble, ahora entiendo como pudiste derribarme con tanta facilidad, incluso tus piernas están muy trabajadas! Oh... Lo siento... - se sentó a cierta distancia bajando la cabeza, se había emocionado y hablado demasiado.

-Tranquilo, es el camino del guerrero supongo-

-Ahora una manta ya que no tengo ni la menor idea de donde tienes ropa - Kyojuro se levantó otra vez, después de todo no iba a dejar al joven que le estaba ayudando a medias.

-En el armario pero usare la manta como tú-

-Claro que no. Tu al menos tienes más ropa. Te lo dije, si fuiste mi Tsuguko ¡voy a cuidar de ti! ¡Porque pondré todo mi empeño en no morir! -

-Te lo agradezco, pero sé cuidar de mí mismo - el rubio puso las manos sobre los hombros del mayor, mirándolo fijamente. La cara de Tanjiro mostraba por todo lo que había pasado y que por poco había sobrevivido quedando con secuelas.

-¡Lo sé! ¡Eres fuerte! Puedo ver eso y algo en mí también lo dice así que te traeré ropa y te ayudaré a vestirte... - dijo levantándose para ir donde el pelirrojo le había indicado y tomar ropa limpia - pero la salud es importante, además aún no hablamos de lo importante -

-En la parte de abajo del armario- aclaró el Kamado con una sonrisa, ese pequeño Rengoku llenaba su corazón con una cálida sensación.

-Bien, ¿cuadros verdes igual que el que llevabas o uno verde sin cuadros? - Preguntó el rubio mirando las prendas que habían.

-Con cuadros-

-Bien, con esto... Y esto... ¡Te necesito de pie para ayudarte a vestirte! -

Tanjirou apartó la manta poniéndose en pie con cuidado, las actitudes del Rengoku eran tan enérgicas y sinceras que no se sentía incómodo, quien con bastante cuidado ayudó a vestir al Kamado y una vez acabada su tarea se sentó frente a él con un semblante decidido.

- ¡ahora necesitamos hablar! -

-De acuerdo - incluso ahora que era años menor el Rengoku seguía imponiendo respeto.

-Siéntate, tal vez esto nos tome tiempo - le dijo con una sonrisa tranquila, era el momento de ponerse serios.

El pelirrojo se sentó con cuidado envolviendose en la manta nuevamente para entrar más rápido en calor.

-Muy bien... Entonces ya no hay duda... Lo más probable es que por un demonio termine 7 años en el futuro, por muy irracional que suene... Donde ya no hay demonios pero yo estoy muerto ¿cierto? -

Tanjirou asiente con una sonrisa triste.

-Tranquilo, ¡usaré esta información a mi favor! Entrenarte el doble... ¡NO! ¡El cuádruple! Así no moriré -

-Espera, no te sobre esfuerces tanto .Ni siquiera sabes cómo moriste...¿quieres saberlo? - seguía pensando que ojalá eso no afecte para mal cuando ese rubio regresara a su tiempo.

-¡No! Aún debo procesarlo todo, pero si fue en una batalla... ¡Entonces debo prepararme! -

-Esto no creo que afecte pero... te admiro mucho- Dijo el mayor, no importaba si el Kyojuro que tenía frente a él era apenas un adolescente, ya tenía esa chispa llena de carisma.

-¡Para que fueras mi Tsuguko no lo dudo! Planeo ser un hombre realmente fuerte que pueda proteger a los débiles -

-Los protegiste a todos, me enseñaste a cerrar heridas pequeñas, eso es lo que me impidió ayudarte y a pesar que pasó más de un año me sigue dando rabia y más por otro asunto... - que el mismo asesino decidiera rendirse y suicidarse.

-Pero no hablemos de eso... Debemos ir en orden ¡pero te prometo que no moriré! No dejaré que las palabras de mi padre se hagan ciertas -

-Entonces nadie más debe saberlo, Kyojuro-

-Tampoco es que pueda ir por ahí diciendo que vengo del pasado ¡me tratarían de demente! -

-¡Y a mi! Nos encerrarían a los dos -

-Lo que me preocupa es como volver a mi tiempo... Senjuro apenas tiene 6 años, no puedo dejarlo solo mucho tiempo -

-Y menos por como es tu padre-

-Imagino por ese comentario que entiendes perfectamente por lo que pasa mi hermanito -

-Si, porque el día que lo conocí vi cómo actúo contra tu hermano-

-Me disculpo por el comportamiento de mi padre, él desde hace mucho que no es el mismo y al parecer tampoco cambiará su actitud con el paso de los años- se notaba un pequeño tono de decepción en su voz, ya que siempre estuvo esperando que su padre volviera a ser el de antes.

-Mejor no adelanto cosas todavía pero ya viste la foto-

-Senjuro se ve feliz... Y eso calma mi corazón... ¿Él está bien sin mi? -

-Digamos que las cosas han mejorado entre él y tu padre-

-Eso... Me alegra, Senjuro más que a un hermano necesita un padre que lo guíe y lo proteja... - dijo el rubio entristeciéndose poco a poco.

-No digas eso, tampoco de ese modo, te sigue echando de menos y necesitando- dijo Tanjiro, quien rápidamente notó la voz del Rengoku e imaginaba un poco su situación.

-Dime... ¿Él se convertirá en un cazador como yo? -

-No-

-Mmm... A pesar de tener 6 años entrena bastante y si bien no tiene un talento innato, todo puede lograrse con esfuerzo ¿por qué no fue cazador? - era muy fácil de saber cómo se sentía el pequeño Rengoku, su voz lo dejaba salir todo.

-Porque no le cambió el color de la espada-

-¡¿No?! - exclamó el joven cazador sin creer lo que oía por quien sabe qué vez en el día.

-No, no le cambio-

-Eso sí es una sorpresa... -

-Opino lo mismo, ¿Qué podría significar?-

-Pues... ¡No tengo ni la menor idea! -

-¿Quieres saber algo más ,Kyojuro?- preguntó el Kamado, aún se sentía extrañado, pero le agradaba la versión más joven de su maestro.

-¿Crees que el demonio que me trajo aquí esté también rondando en este tiempo? -

-Oh - se quedó pensativo un minuto -Pues podría ser una posibilidad , no la descartaría. ¿Y si el que estés aquí no es casualidad?-

-¿A qué te refieres con que no es una casualidad? - preguntó curioso, una cualidad que en él resaltaba bastante.

-Si algo aprendí en años como cazador es que nada sucede por casualidad, te explico ¿Por qué después de dos años de entrenamiento por mi parte es cuando encuentro a Muzan y se desata lo demás?-

-porque... ¿Estabas destinado a ello?- Kyojuro respondió inseguro, sin entender del todo.

-Es que creo que no te conté todo de la historia , no sé si decírtelo, te va a liar más. Es mucha información de golpe-

-por ahora no es el momento, aún no sé cómo volver a mi tiempo así que tal vez esté aquí unos días -

-Puedes quedarte lo que quieras, por mí no hay problema-

-Pero dijiste que vivías con más personas y tu hogar es pequeño, solo seria una molestia, si me dices donde hay un pueblo cercano puedo buscar algún otro lugar para pasar la noche -

-Bajando la montaña en veinte minutos tienes un pequeño pueblo , ahí es donde suelo vender carbón

-Bien, ¡entonces una vez que mi uniforme esté seco iré al pueblo a buscar algún lugar! ¿No importa si vengo a verte a diario verdad?-

-Claro que no ,puedes hacerlo. Solo ten cuidado que no te vean mis amigos o mi hermana- Advirtió el Kamado, de momento hablar de la situación del Rengoku sería demasiado problemático.

¡AQUÍ ESTÁ EL NUEVO CAPÍTULO! ¡MUCHAS GRACIAS POR LAS MIL LECTURAS! 

¿Qué creéis que va a pasar?