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Capítulo 5, Amistad con un dios. ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

—¡Cielos! Byron Love, del Zeus, se ha unido a las filas del Raimon. Es un giro de los acontecimientos que nadie habría esperado. —gritó el comentarista emocionado.

—Vaya, de modo que el fracasado del Zeus. ¿Qué puede hacer un dios que fue derrotado por unos vulgares humanos? —rió Gazelle al verle con el uniforme del Raimon.

Mark había aceptado la ayuda que Byron les ofrecía, y al ver como él depositaba su confianza en el dios, todo el equipo lo hizo.

Todo el equipo, salvo Erik y Bobby. Ambos amigos desconfiaban plenamente del rubio de pelo largo, pero se callaron cuando Mark acepto al chico.

—¡Contamos contigo, Byron Love! —gritó Mark desde la portería, una vez que el partido se había reanudado.

Al no confiar plenamente en el chico, el juego se volvió más difícil para los del Raimon. No conseguían pasarse la pelota correctamente ni hacer buenas jugadas.

Y eso no pasó de largo ante los ojos de la morena.

—¿Qué cojones hacen? —murmuró apretando sus puños viendo como le pasaban siempre la pelota a quien no era Byron Love, por muy marcado que estuviese— Si él estaba solo...

Ella había visto el partido del Raimon contra el Zeus, sí. Entendía que le tuviesen miedo, sí. ¿Pero culpar a Byron por jugar tan mal? No iba a permitirlo.

Ella veía como los jugadores, por el terror que tenían hacía el Dios, no calculaban bien sus jugadas y Byron no llegaba a los pases. No era culpa suya, y aún así veía en la cara de sus compañeros como culpaban a Byron.

—Pero si él intenta ayudarnos... Qué hacéis... —se pasó la mano por el pelo angustiada. Su plan era defender y que Byron atacase, pero sin la ayuda de su equipo Byron no conseguiría llegar a portería.

Deberé hacerlo yo. Al fin y al cabo, dicen que si quieres algo bien hecho, debes hacerlo tú mismo, ¿no?, pensó la chica.

Espero un ataque que no tardó mucho en llegar.

—¡Escarcha! —gritó la joven cuando vio que Gazelle estaba llegando a su altura.

Todo el suelo a su alrededor se convirtió en una gruesa escarcha que impidió el avance del chico. Ella giró sobre si misma dejándose llevar sobre el hielo, como si hiciera patinaje artístico, y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba a varios metros del platinado, con la pelota bajo el pie derecho.

—¡Maegan Stoutberg, nuevo fichaje en el Raimon, roba el balón! ¿Conseguirá marcar gol? —dijo el comentarista, atento a cada paso de los jugadores.

—¡Love! —gritó la morena hacia el rubio, el cual la miró sorprendido y asintió. Todos la miraron sorprendidos de ver cómo Byron recibió el balón sin problema, pues lo único que hace falta era confiar en él.

Byron sabía que la chica confiaba en él, y ella sabía que tenía que hacerle ver al resto que el chico era digno de confianza.

Entre pases consiguieron llegar al campo contrario, casi a la portería, hasta que un chico detuvo el avance de la chica.

—¡Confiamos en ti! —le gritó al Dios. Este asintió y con su técnica 'Hora Celestial', avanzó sin mucho esfuerzo hsta colocarse delante de la portería.

Realizó su supertécnica ' y el balón entró sin que pudiera si quiera intentar ser detenido.

—Eso es caer muy bajo. Mira que aliarte con el equipo que te echó de tu trono divino arriba en los cielos...

—¿Qué me echaron de los cielos? Fue la fuerza del Raimon. No, la de Mark Evans, la que me dio un nuevo poder y me hizo despertar de la pesadilla en la que me encontraba.

—Sin el famoso néctar divino no lograrás nada...

—Ya no me hace falta ese néctar. —soltó, viendo como Maegan se acercaba a él y le chocaba los cinco.

—Ahora tiene la confianza de un equipo, que le ayudará a ser el Dios que realmente es. —sonrió la chica egocéntricamente— No sois dignos rivales para nosotros. —se encogió de hombros divertida y Gazelle gruñó por lo bajo, volviendo a su campo.

—Ha logrado marcar sin tomar el néctar... —murmuró Jack sorprendido— Y Maegan lo ha ayudado...

—El mayor de los rivales se ha convertido en el mayor de los compañeros. —murmuró Darren.

—Bien hecho, chicos. —dijo Axel llegando a la par de ambos y pasándole un brazo a la chica por los hombros— Ganemos este partido.

El partido avanzó sin más, pues estaban muy igualados tanto en fuerza como en destreza, y los dos equipos intentaron marcar de nuevo, pero ninguno lo consiguió.

—Esto se ha acabado, Gazelle. —murmuró Xavier llegando al centro del campo, después de ver cómo el partido estaba empatado desde hacía un rato.

—Xavier...

—Gracias por enseñarnos cuanto habéis mejorado en tan poco tiempo, Mark.

—Mejoraremos todavía más. Y os derrotaremos a todos. —gruñó el capitán.

—Mark Evans, te lo prometo, la próxima vez os aplastaremos. —dijo Gazelle antes de desaparecer junto a Xavier.

[...]

—Gracias por jugar a nuestro lado. —murmuró Mark, tendiéndole la mano a Byron, el cual la aceptó sin dudarlo.

—Y bienvenido al equipo. —dijo la entrenadora.

—Muchas gracias. Y siento si soy descortés pero... no sois aún tan fuertes como deberíais. —admitió el dios.

—Exacto, según estamos ahora, le falta definición en el área. —corroboró la morena.

—Teníais que decirlo, ¿eh? —rió Axel por detrás de ambos, negando con la cabeza, y Maegan le miro de reojo divertida.

—Una cosa Mark. —murmuró la entrenadora llamando la atención del chico— Escúchame bien. Ahora quiero que dejes de jugar de portero.

—¿Cómo? —gritaron todos los del equipo a unísono, extrañados, confusos y ofendidos. ¿Cómo iba a dejar su capitán el puesto de portero? ¿Y qué iba a hacer?

—P-pero pero, ¿cómo puede decir eso tan de repente?

—Eso es una locura.

—Me niego en absoluto. —negó Jack con la cabeza.

—¡El Raimon no tiene otro portero más que Mark! —dijo Tori.

—Quiero que dejes de ser portero para ganar. —finalizó la entrenadora, haciendo caso omiso a las quejas.

—Estoy... Estoy de acuerdo con la entrenadora. —admitió Jude, aunque le costó un poco soltarlo, y Maegan asintió con la cabeza, pues entendía el por qué la entrenadora había ordenado aquello— Nuestro equipo tiene que ser el mejor, el más fuerte del planeta, ¿no? Pues nuestro mayor punto débil es que cuando subes a realizar una supertécnica de tiro, sales de la portería y le das al contrario la oportunidad de marcar. —dijo hablando hacia Mark.

—Exactamente. Debemos corregir el punto débil y entonces y solo entonces lograremos ser un equipo perfecto. El mejor del planeta. —comentó Maegan.

—¿Y qué pasará con Mark?

—Deberá jugar en otro lado, en otra posición. —contestó Jude— Eda posición será...

—Se convertirá en libero, como yo. —finalizó Maegan por Jude, pues estaba cansada de tanto misterio— Si queremos derrotar a la Academia Alius, deberemos arriesgarnos con algo nuevo y tal vez...

—Tal vez la clave de ese cambio se encuentre en Mark Evans. —dijo Jude, quitándole la palabra y el protagonismo a la morena, como ella había hecho con él. Maegan se limitó a bufar rodando los ojos. Ya no era la única lista como le pasaba en Italia, ahora debería compartir protagonismo con Jude Sharp y eso, aunque solo fuera un poco, le molestaba.

Todos estaban estupefactos por tanta información, e intentaron procesar todo como pudieron.

—Pero... ¿Qué es un libero? —cuestionó Hurley, pues él ni siquiera sabía lo que era aquello.

—Es una palabra italiana que significa libre, y corresponde a un jugador que es defensa pero puede subir al ataque cuando es necesario.

—Voy a hacerlo. Si es por el bien del equipo y para mejorar, entonces de acuerdo. —dijo Mark, cruzándose de brazos y asintiendo— Y Darren defenderá la portería, ¿verdad?

—Eh... S-sí. —dijo él, tragando saliva bastante nervioso.

—Mark haciendo de libero. Esto promete mucho. —dijo Axel divertido.

—Esto es toda una revolución en el equipo del Raimon. Mark Evans de libero junto a Maegan Stoutberg, que también jugó de libero en Italia,—empezó Willy, pues había investigado sobre la chica— Byron Love de delantero y Darren LaChance de portero. ¡No cabe duda de que asistimos al nacimiento de un Raimon súper ofensivo!

Todos asintieron divertidos, estando de acuerdo con todo lo que Willy había dicho, y subieron al autobús.

Scotty se había pasado el viaje de vuelta a casa pintándole la cara a Willy mientras que Bobby intentaba detenerle, aunque era en vano. Jack se lo pasó comiendo y Darren admirando el paisaje.

Axel se había sentado junto a Shawn, aunque habría querido estar con Mae. Sin embargo, la chica parecía no querer estar mucho cerca suya, pues le intentaba esquivar siempre que podía. ¿Habría soñado lo mismo que él?

Maegan se había sentado con Byron, huyendo de Axel, y había acabado entablando una amistad con el dios.

—Ya vi como machacasteis a casi todos los equipos en el Torneo. Los habríais machacado igualmente sin el néctar. —admitió la chica, encogiéndose de hombros— Erais un gran equipo, dudo que os hubieran ganado. La excepción de vuestra victoria es el Raimon, no la regla.

—Yo no estaría tan seguro...

—¿Coml dudas a caso de semejante poder? Eres increíble, y todo tu equipo lo era también. No sólo era el néctar, eran los entrenamientos y las ganas de ganar. No hay que estar ciega para saber que teníais talento. —le interrumpió la morena, pues no iba a dejar que se despreciara solo por haber caído en los trucos sucios de Ray Dark— No fue culpa vuestra, fue de vuestro entrenador.

—Ya, supongo que sí. lo importante es el ahora, y ahora sé que lo hicimos mal. Ahora sé cual es mi sitio y sé cuál es mi fuerza. —asintió el rubio— Tú tampoco juegas mal, tienes mucho talento.

—¿Qué esperabas de alguien que ha jugado en el extranjero? —rió la chica, dándose el lujo de decirlo con cierta superioridad, aunque de forma divertida.

—¡Cuando lleguemos vamos todos a mi casa, y pasamos la noche juntos! —Mark gritó, interrumpiendo la charla de Byron y Maegan y haciendo que Axel dejara de mirar a la chica, pues se había pasado todo el viaje viendo como hablaba eufóricamente con el dios.

¿Serían celos?

[...]

—¡Qué rico! —dijo Darren deleitándose con la comida.

—Está barbacoa es lo único que hay, así que date prisa o no va a quedar nada para ti. —rió Hurley con el plato lleno viendo como Shawn acababa de llegar.

—Pero si tú eres el que más está zampando. —negó con la cabeza Scotty, exhalando levemente— Si es que... —rió. 

—Eso es cierto. —rió Maegan junto a él, viendo como Hurley comía más deprisa para no dejar rastro de todo lo que se estaba zampando.

—Sois increíbles. —negó con la cabeza Byron, también divertido. La verdad es que se sentía a gusto con ellos, eran como una familia.

Maegan también lo sentía así, de esa forma. Ellos eran como una gran familia unida, que darían sus vidas por los otros, e incluso por todo el mundo. Y le gustaba, le gustaba ahora formar parte de esa gran familia.

—Parecen todos tan unidos... como si fueran uno... —murmuró la chica.

—¿También te has fijado? —replicó el rubio— Se defenderían ante todo, y lucharían siempre juntos. Parece increíble si lo piensas, nadie es tan leal. —ambos dirigieron su mirad a Mark Evans, capitán del equipo— Él es el centro de todo, la luz del equipo.

—Tiene unos sentimientos tan puros... Me siento tan cómoda estando aquí... Me han integrado como si nada. Es tan... ¿Cómo decirlo?

—Yo te entiendo. —la cortó el chico, asintiendo con la cabeza, pues a él le habían también sin mucha dificultad, y estaba agradecido. Podía empezar de cero y les demostraría que valía la pena confiar en él— Me gusta que me incluyan, es un sentimiento tan cálido...

—Hmm sí. —asintió la morena.

—¡Oye, tortolitos! —gritó Hurley llamando la atención de Maegan y Byron, y fue ahí cuando se dieron cuenta que ellos se habían quedado apartados mientras que todos se habían puesto en círculo alrededor del fuego— ¿Venís o qué?

—Sí, sí. —asintieron a la vez, yendo hacia el resto. Estaban tan cómodos hablando juntos que se habían olvidado de donde estaban.

—¿Qué hablabais tanto? —preguntó Axel cuando la morena se sentó junto a él, con Byron al otro lado.

—De que sois como una familia, y da gusta ser parte de ella. —resumió la conversación y se encogió de hombros— Nada importante. ¿Qué hacíais vosotros aquí? —cuestionó ella hacia todos en general.

—Estábamos aquí hablando un poco de todo y nos hemos dado cuenta que casi no sabemos nada de ti. —contestó Tori por todos— Cuéntanos algo sobre ti.

—Hmmm... Déjame pensar. —hizo como que pensaba pero no se le ocurrió nada— ¿Qué queréis saber?

—Yo cosas sales antes. Cuéntanos cuéntanos, ¿tienes novio? —dijo Hurley antes de que otros pudiesen hablar y Mae no dudó en negar con la cabeza. Axel deseó que si tuviera, y deseó que fuera él— ¿Y has tenido? —para la sorpresa de todos, incluido Axel, la chica asintió.

—En Italia, un chico muy mono. —rió— Los italianos tienen su gracia, ¿sabéis? —las chicas asintieron divertidas, comprendiendo lo que decía. ¿A quien no le gustaba un buen italiano?

—¿Y eres... ya sabes...? —continuó Hurley indagando.

—No. —rió la chica, esta vez un poco colorada por la pregunta— No lo soy, no.

—Uy uy uy, ¿con el italiano? —Axel miró a la chica esperando a que dijese que no, pues deseaba que él hubiese sido su primera vez, pero ella asintió de nuevo— Vaya vaya, te gustó ese muchacho, eh. —rió el peli-rosa.

—Sí, era muy agradable conmigo. Pero tuvimos que dejarlo por la distancia, no me gusta ese tupo de relaciones, pues al final ambos nos olvidaríamos del otro y acabaríamos mal. Así ahora aún somos amigos. —se encogió de hombros.

Axel murmuró un "Ahora vengo" apenas audible y se levantó de la silla, yendo hacia el interior de la casa. Maegan lo miró preocupada, murmuró lo mismo que el chico y lo siguió.

Todos los miraron expectantes y curiosos, ¿habría pasado algo entre ellos durante la estancia de Axel en casa de los Stoutberg?

Debo aclarar varias cosas:

1) No recuerdo en esta temporada los años que tenían, pero para mí, en mi historia, tienen unos 16. ¿vale? vale JSJSJSJ.

2) Después de ver varios comentarios en el cap anterior, debo aclarar que Axel y Maegan tuvieron relaciones en el capítulo 3:

Ahí lo dejé a vuestra imaginación, pero intuía que habíais llegado a la misma conclusión que yo xd.

3)Como he visto que hemos llegado a los 10k de leídos en Imperial, he decidido publicar doble hoy :) Así que, aquí está el cap.

Espero que lo hayáis disfrutado y nos vemos.

Besis de fresi, Maven. <3