Capitulo 37 | Querer a alguien...
~ • ~ Campamento del Reino de Rakia ~ • ~
¿??: ¿¡Qué demonios está pasando ahí!?
*¡PAM!*
Un puño golpeó una mesa colocada en medio de una tienda de campaña de tela. El puño cerrado pertenecía a un Dios que emanaba rabia. Los dependientes de Ares se encogieron ante el temor de los furiosos gritos de su líder mientras su melena dorada brillaba como una llama ardiente.
¿??: Justo como dije, nuestros guerreros están siendo capturados por las fuerzas de Orario. De nuestros treinta mil soldados originales, al menos diez mil están ahora en manos del enemigo.
Ares: ¡Eso ya lo sé marica, ya lo seeeeeeee! ¡Lo que te estoy preguntando es por qué! ¿¡Por qué, Marius!?
Marius: ... Porque los Aventureros de Orario son más fuertes que los monstruos de nuestras peores pesadillas, es por eso.
El humano que el Dios había llamado Marius permaneció sorprendentemente tranquilo ante la ira de Ares. Cada una de sus respuestas simples y directas estaba acompañada por un largo suspiro. Aunque no pudo evitar mirar un poco molesto por el insulto.
Estaban en la base principal de la <Familia Ares>. Lejos de las batallas que tenían lugar contra la Alianza de Orario, cerca del Bosque Profundo Seoro, se estaba llevando a cabo una reunión a la que asistían los principales generales de Rakia.
Sin embargo, se había deteriorado hasta convertirse en un inútil concurso de gritos unilateral en el momento en que Ares se había enterado del horrible estado de sus fuerzas.
Marius: Teniendo en cuenta a los heridos y a nuestros aliados capturados, no hay esperanza de que las líneas de frente se mantengan firmes, y mucho menos seguir adelante.
Marius: Para empeorar las cosas, los comerciantes han estado drenando nuestros fondos de guerra a la izquierda y a la derecha...
Ares: Esos hijos de puta...
Marius: Sin malas palabras.
Ares: ¡Chinga a tu madre! ¡E HIJOS DE PERRAS QUE SON TODOS USTEDES, ORARIOOOOOOOOOOOOO!
Ares levantó la cabeza y rugió hacia el techo de la tienda con alto nivel de flameo. Marius, por otro lado, dejó escapar otro largo suspiro, uno más molesto. El resto de los generales estaban tan asustados de su Dios que sólo Marius, el mortal de más alto rango presente, podía pronunciar comentarios negativos.
El cabello color miel del humano estaba muy lejos de la brillante melena de león del Dios. Ciertamente parecía que pertenecía a la realeza. Aún con sólo veinte años, si no estuviera cansado y al final de su ingenio harían de este comandante militar un digno caballero en el campo de batalla.
Su orgullo como comandante había sido totalmente aplastado por repetidos fracasos en la batalla contra la Alianza... su rencor contra su Dios amenazaba con salir a la luz, empeorando el humor del segundo. Obligándose a mantener la calma, suspiró otra vez.
Marius: Estoy seguro de que lo sabes, pero no podemos continuar esta guerra, ¿No es así? Vayamos a casa, Ares-sama. Si has aprendido la lección, por favor detén esta innecesaria invasión a Orario.
Ares: ¡GRAH...! ¡Marius, cobarde e insolente! Y tu padre, Martinus, siempre obedeció todas mis órdenes sin dudar-*interrumpido*
Marius: ¡Eso es lo que le hizo ganar el sobrenombre de "Rey Estúpido"! ¡Por tratar de hacer realidad todos tus caprichos, maldita sea!
¡¡...!!
T.R.R.S: ¡¡...!! (¡TIENE TODA LA MALDITA RAZÓN!).
Ares: ¿¡C-Cómo te atreves a hablarme de esa manera!? ¡Estoy muy cerca de revocar tu rango y desterrarte del Reino!
Marius: No tendrás que hacerlo. ¡Entregaré esta posición ahora mismo! De esa manera no te importará si salgo del país y cumplo mi sueño de ser un Aventurero en Orario, ¿¡Verdad!?
Ares: Me niego. ¡No harás tal cosa!
Marius: ¿¡Entonces cuál es!?
*¡CRASH!*
T.R.R: ¡Mi Príncipe!
T.R.R.2: ¡Mi Príncipe!
T.R.R.3: ¡Mi Amor!
Los otros generales sintieron que su joven comandante con el rostro rojo estaba a punto de atacar y rápidamente se movieron para contenerlo. El Príncipe Heredero de Rakia había sido traído a esta invasión para proporcionarle una valiosa experiencia en el campo de batalla.
El joven segundo al mando de la <Familia Ares> frunció el ceño, con su rostro envidiado por cada hombre de su reino retorciéndose en una expresión de ira mientras la discusión entre él y su Dios, prácticamente un ritual diario en este punto, continuaba intensificándose.
Con un espíritu tan fuerte que cuestiona la fidelidad de la Reina, el Príncipe descargó toda su frustración e ira sobre el Dios belicoso.
Marius: ¡Despierta...! Sin importar lo que hagamos, el intento de Garon de traer a Welf Crozzo nuevamente al redil ha fracasado. De hecho, el Gremio está exigiendo dinero para asegurar la liberación de Garon y sus hombres. Nuestra red de seguridad se ha ido. Alargar esta guerra es inútil.
Ares: ¡GRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHH...!
Marius finalmente se había enfriado hasta el punto de poder mirar a Ares a los ojos y exponer los hechos. El Dios de la Guerra rugió de nuevo. Eso era cierto.
La estrategia para obtener las <Espadas Mágicas Crozzo>, sus cartas de triunfo, ya no estaba sobre la mesa. La guerra había perdido su significado desde que comenzó.
La visión de Ares de usar el poder de Welf para revivir su batallón de <Espadas Mágicas> y atrapar a las fuerzas de la Alianza en un ataque de pinzas no era más que un sueño más allá de un sueño.
Marius nunca había creído que el plan tendría éxito desde el principio. No quería más que retirarse mientras miraba al Dios de la Guerra... Sin embargo, la única emoción en los ojos rojos del Dios era un intenso deseo de no perder, algo muy infantil para los ojos de Marius.
...
Ares: Muy bien, entonces... ¡Yo mismo iré a Orario!
Marius: ¿¡QUÉ!?
Ares: ¡Si ustedes excusas de soldados sin valor no pueden hacer el trabajo, yo personalmente adquiriré esas espadas con mis propias manos! ¡Con ellas a nuestro lado, los gloriosos días del pasado estarán otra vez en nuestras manos...!
Marius: No me digas, ¿¡Planeas secuestrar a Welf Crozzo!? ¡Él es el Nivel 2! ¡Levantar una mano contra él sería suicidio! ¡Muerte instantánea, te digo!
Ares: ¡Basta de esa charla de muerte instantánea! El objetivo no es ese chico Crozzo, sino su Diosa...
Hestia...
Aparte de Marius, todos los generales en la tienda estaban con los ojos y la boca abierta ante el plan de Ares de secuestrar a una Diosa... "Sólo es una pequeña Diosa", dijo sin importancia el Dios con cabello de melena de león.
"Estoy seguro de que ustedes gusanos pueden llevarla de un lugar a otro, ¿Verdad?", asustó a algunos generales.
Ares: ¡Entonces, conmigo liderando una fuerza de ataque, la capturamos, y demandamos a Welf Crosso en un intercambio de rehenes con Orario! ¡JAJAJAJA! ¡Es tan perfecto, incluso me sorprendo a veces!
Marius: ¡Esa es la peor y más despreciable estratagema imaginable, y vino de tu boca! ¿Cómo demonios piensas atravesar la muralla en primer lugar...?
Ares: ¿Cómo pude haber sido tan ciego? ¡Ese debería haber sido el plan desde el principio! ¡Si el rey... no, el Dios... no conduce a sus hombres, no pueden seguirlo!
Todo tenía sentido... En su mente de niño...
Ares: ¡Marius, prepara mi caballo! ¡Saldremos bajo la cubierta de la oscuridad, antes de que la horrible Freya y su grupo sepan lo que viene!
Era imposible influir en la mente del rey divino una vez que tomaba una decisión. Los otros generales rápidamente se pusieron de pie y comenzaron los preparativos. Su joven comandante frunció el ceño mientras seguía al Dios de cabello dorado fuera de la tienda en una carrera.
Marius: ¡Ese tonto, ese Dios imbécil...!
Marius desató su frustración cuando ya estaba solo. Y así fue que el ejército de Rakia lanzó su última maniobra a instancias de su Dios.
La batalla final para decidir el resultado de esta guerra estaba a la mano. Las patrullas de Orario, muy pocas, distantes entre sí y prácticamente durmiendo en el trabajo, no estaban preparadas para un ataque tan imprudente, tan loco que nadie podía predecir su descenso en la ciudad.
~ • ~ Después del Capitulo 36 ~ • ~
Tan pacífico como cualquier otro día dentro de las murallas de la ciudad. El sol que aún estaba saliendo entre la mitad de las montañas, brillaba intensamente sobre una mañana en la que, a diferencia de lo habitual, el ejército de Rakia estaba luchando fuera de la muralla de la ciudad.
Se decía que estaban tratando de alargar la guerra... Pero eso a nadie le importa. Lo que importa en estos momentos es cierta situación que se vivió el día anterior con cierta pareja... La cual tuvo cierto conflicto por un malentendido, donde Aiz al ya haber terminado sus actividades como ejecutiva de la Familia Loki.
Resulta que cuando quiere ver dónde está SU Bell, lo encuentra en un orfanato en la zona más caótica con su "amiga" Syr, esta última acostada en el regazo del conejo.
Razón por la cual casi hace genocidio de niños y conejo, pero por suerte del verdadero próximo gran Héroe, Lai, esta pudo distraerse un poco y de ahora manera afortunada se calmara un poco.
Aunque la palabra calmarse, sería más una mentira, porque el pobre chico de canas se llevó un golpe fuerte en el estómago, donde yace su cicatriz.
Doloroso como también por no poder en ningún momento contarle realmente la razón por la que estaba ahí y como llegaron a esa situación con Syr acostada en su regazo.
Lo bueno es que como los dos se conocen a una velocidad muy apresurada, es fácil entender que primero necesita calmarse el otro para ahora si no dejar daños feos a futuro.
Y eso se vio en Aiz al decirle que le explicaría todo después de... Hmm, bueno, ya sabrán lo que creen que les pasó...
Unas horas atrás | Habitación Gatojena | Aiz y Bell
Narra Bell
Llegamos hace unos minutos a casa, y en todo momento hubo un silencio muy incómodo. Podía notarlo ya que Haruhime-san estaba muy nerviosa, al ser ella la que nos abrió la puerta cuando Aiz y yo llegamos pude notar su nerviosismo.
Kami-sama y Mikoto-san que también estaban por la entrada, se les notaban intranquilas que huyeron fugazmente.
Fue como si vieran la muerte frente a ellas, que tuvieron que salir rápidamente del lugar con la excusa de que algo se estaba quemando en la cocina; olvidaron a Haruhime-san que parecía que quería llorar del miedo.
Y no lo niego que el ambiente estaba muy tenso, pero el que peor lo estaba pasando definitivamente era yo. Aiz emana rabia de sus ojos como también su cuerpo, tanto que una misteriosa aura color rojo la rodeaba. Creía que esta vez... no vería la luz del mañana...
O eso pensaba hasta que llegamos a la habitación...
Después de crear terror y suspenso en la entrada de su hogar, Aiz y Bell ya habían llegado a su habitación. La joven de belleza única yacía frente la puerta sin hacer ningún movimiento, detrás suya estaba el nervioso chico.
Bell no sabia que mas le podía esperar, realmente ella está molesta y con todo lo sucedido hace una hora, definitivamente tiene que decirle algo para que no pase a mayores...
*Track*
De repente, la puerta se abrió. Bell miro como la mano de Aiz se había levantado para abrir la habitación, entrando sin decir todavía nada hacia él o cualquier cosa. Las ideas de los posibles sucesos que se aproximaban estaban haciendo que la estabilidad mental del conejo se desvaneciera.
Ella le había dicho que tendría un castigo después de curarlo, aunque duda un poco de cómo lo iba curar ya que no hay medicamentos en la habitación, todos fueron mandados a su zona respectiva... ¿Qué planea hacer si sabe eso?
Bell: ...
Aiz: ...
La joven entró al cuarto, seguido del chico. Aiz camino hacia unos muebles que estaban cerca del gran armario, donde dejó unas cosas como sus zapatos. Bell cerró la puerta, nunca dejando de ver los movimientos de su novia.
Siguiendo con eso, hizo lo mismo que ella. Dejó sus zapatos y otras cosas donde ella lo había hecho. Luego de tener las manos vacías, observó como la chica miraba un momento la habitación, como analizando cada detalle de esta... Tal vez pasar una semana afuera hizo que olvidara un poco esta.
Pasaron unos segundos así hasta que hicieron contacto visual, alarmando un poco del lado Bell. Aiz lo miraba con un rostro inexpresivo a ojos del albino, pero que del lado de la chica rubia aun tratara de ocultar sus emociones. No obstante, Bell podía notar su molestia aun...
Por suerte, para el chico, no duró mucho la mirada, y Aiz miró hacia otro lado; la bañera. Camino hacia esta y comenzó hacer unas cuantas cosas con unas toallas. Por otro lado, Bell, aun muerto de nervios, decidió hacer algo para calmarse o distraerse un poco.
Bell: ... (No sé lo que piensa hacer, pero necesito encontrar la manera para explicarle calmadamente lo que sucedió... -mira a Aiz- Ya que planea algo, debería sentarme y reflexionar un poco en el tiempo que tengo...).
Él no la había visto así antes, y dejando los nervios aun lado, necesita ver el tema de una manera seria.
Esto sucedió por un malentendido, y también por una injusticia que la vida le dio. O más bien por culpa de Lai y su perversión infantil, o no tan infantil...
Se sentó un momento en una silla, y miró al suelo mientras el único ruido que había era el de la chica moviendo unas cosas de una estantería. Si solo se enfoca en esperar a que algo pase de parte de ella, posiblemente vaya mal.
Bell sabía que si el empieza primero ha hablar en un estado de nerviosismo, era posible que no llegaría a nada y solo quedaría como un idiota frente a su amor. Ya no es un niño y necesita ser un adolecente con cabeza. Tal vez mejor un adulto.
Sin embargo, también lo es la joven, la cual tampoco es del todo infantil, solo tierna porque lo ama, pero es seria en lo que sea que no contenga el nombre Bell. ¿Primera discusión de pareja? "Algo que no tenía previsto". Cielos, eso si que no lo había previsto el chico...
"No nos hemos peleado como tal en estos meses de relación", tampoco se han gritado y nada por el estilo. Y como no se había imaginado un escenario así. Su cuello lo ahorcaba poco a poco del miedo. "Si en eso termina nuestra charla... No, no, no...", él no sabría cómo tomar las riendas... Pero extrañamente...
Aiz: Bell, ¿puedes venir por favor?
Bell: ¿Hmm?
Ante el repentino llamado de la pelidorada, los ojos rojos del joven se levantaron hasta observarla. El tono en el que lo había llamado era extraño, por que no sonaba grave o signos de furia.
Levantó su rostro y cuerpo que miraban el suelo, luego miró como la chica estaba semidesnuda, solo siendo cubierta por una toalla y entrando a la bañera lentamente mientras lo observaba.
Bell: ¿Eh? ¿Qué sucede?
Aiz: ¿Cómo que "que sucede"? Llevas un rato mirando al suelo como si vivieras una pesadilla... ¿No vas a venir para bañarnos?
Bell: ¡...!
De pronto, la inquietud del chico desapareció para ser reemplazada por confusión. ¿Dónde está la mirada escalofriante de hace un momento? ¿Dónde está la seriedad del momento? ¿Bañarnos? Por supuesto que sí. ¡Clarísimo esta!
Bell: Oh, ah, em... S-Si, voy en un momento.
Levantándose de su asiento, el chico caminó en dirección hacia la chica. Él estaba confuso, no entendía que sucedía con Aiz y ese cambio de actitud. "¿Estará pensado algo...?", se preguntó a sí mismo mientras tomaba un estropajo con algo de pena.
Miró con discreción a la chica, la cual había dejado de mirarlo un momento para ver ahora sus brazos. Su piel esbelta siendo resaltada por el agua caliente de la bañera fue el punto de atracción de los dos.
Bell: ... (Hacía tiempo que no veía su piel desgastada... Creo que ahora entiendo por qué decía también de sus manos y la espada... Pero para mi su cuerpo sigue siendo muy suave).
Dio un giro de ciento ochenta grados en dirección ya a la bañera y entró. Aiz miro a Bell entrar lentamente a la bañera, pero enfocándose principalmente en el rostro de este en todo momento de la acción.
Ahora ya los dos dentro del baño, se miraron unos segundos en completo silencio. Aunque Bell conociera bien a Aiz, la realidad es que la chica tampoco está en una buena situación, y refiriéndose al empezar una charla.
Pasaron unos minutos, y ambos solo seguían mirando como el agua de la bañera se ondeaba de derecha a izquierda de manera infinita.
El leve humo que desprendía ocultaba poco a poco al otro, creando una pequeña barrera. No obstante, el chico decidió mirarla.
Aiz: ...
Bell: ... Aiz.
La joven levantó su mirada, y sus ojos se detuvieron hasta ver los carmesíes del joven que lo había llamado todavía algo nervioso, aunque no lo pudiera ver bien, pero sí notar por su tonalidad de voz. No dijo nada al instante, pero tampoco se quedó callada.
Aiz: ... ¿Si?
Ya era el momento y Bell lo sabía. Esta es su oportunidad para arreglar las cosas.
Bell: ... ¿Puedo explicar... lo que realmente ocurrió?
Se levantó un momento para acercarse a ella, para así tener una mejor vista, pero no en el otro sentido, sino de manera seria. Aiz miro como se había acercado y se estaba sentado casi a un metro de distancia de ella. Sonrojándose un poco, asintió. Bell se alivió un poco al ver esa pequeña acción.
Bell: B-Bien. Bueno, empezan-*interrumpido*
Aiz: Pero antes de eso...
Bell: ¿...? Oh, am, ¿que?
Aiz: so.
Bell: ¿Eh?
--> Toma 2 -->
Bell: ¿...? Oh, am, ¿si?
Aiz: ... ¿Puedes acercarte más?
Bell: C-Claro.
Volvió a levantarse para ahora estar más cerca, pero aun manteniendo una pequeña distancia. Esta vez, Aiz no miro a Bell, pero si sintió como su cara se ponía más roja. Bell ya no entendía qué era lo que le sucedía, ¿De estar como un árbol a ahora una chica tímida?
Bell: ¿Así está bien?
Aiz: ... U-Un poco más.
Bell: ... V-Vale...? (Esta sonrojada).
Ya estaba cerca de ella, pero ahora que le pido una vez más... Solo podía estar al punto de estar ya en contacto. Sus hombros rozaron y sus mejillas se tomatearon. Ya estaban tocando sus cuerpos desnudos con el otro, "¿Ya debería poder...?
Miró un momento el rostro de la chica, pero vio como los flequillos dorados de esta tapaban sus ojos. Inmediatamente se dreno la sangre de su cerebro y su sentido orejón se activó... Una sonrisa juguetona y perversa salió de los labios de la chica.
¡¡...!! ¡It's a trap! ¡¡...!!
De pronto, el agua se sacudió fuertemente de un lado al otro. La depredadora decidió hacer su movimiento, atacando al pobre lagomorfo que solo pasaba por la zona. La felina arremetió al conejo, tomando sus hombros y acostándolo en el fondo de la bañera.
Bell abrió los ojos como plato, y fue tan rápido el ataque que ninguna reacción de parte de su cuerpo salió a la luz. El peligro se olía, pero el nivel de esta no mucho. Ahora debajo del agua podía ver como la bella doncella ojidorada lo observaba con deseo.
Eres mío ahora...
Le dijo a su Bell de una manera que pudiera entender aún estando debajo del agua. El oji rojo se sorprendió un poco, pero se sonrojo fuertemente al ver que aun pasando lo de antes, la chica no mostró ese enojo, al contrario, mostró esa posesión que no suelen tomarle importancia.
Proclamando una vez más lo suyo, ella le sonrió. Lo jaló fuera del agua y luego lo abrazó como un oso. Tomando suavemente la parte trasera del cabello de nieve con una mano y con la otra la espalda marcada del joven.
Bell: Aiz...
Aiz: Yo... Necesitaba esto.
Aiz apretó el abrazo, pegando sus pechos y parte frontal de su cuerpo contra el de Bell. El chico, viendo que la chica tenía un nivel crítico de falta de amor, decidió corresponder como es debido. Levantó sus brazos para estar en igualdad de condiciones.
Bell: Extrañaba abrazarte...
Aiz: Yo extrañaba el calor de tu cuerpo. Pero aún más extrañaba...
Separó su rostro del hombro del joven para ahora mirarlo a los ojos, lo mismo hizo este. Sonrieron cálidamente por un par de segundos para luego tomar la parte trasera de sus cabelleras con rapidez y besarse apasionadamente como buena pareja activa que son.
*Kisses*
Usando sus labios para marcar cada parte del otro, sentían como la resequedad se esfumaba rápidamente. La saliva del otro es un protector labial, por lo que el momento del mantenimiento solo acaba de comenzar...
"Parece que tendré que esperar...", dijo en su mente el peliblanco mientras besaba cuidadosamente el cuello de la chica, dándole una pequeña lamida o mordida alguna que otra vez. Bell entendió que Aiz quería primero un momento como novios amorosos, para luego hablar.
No le parecía lo adecuado hacer esto con lo antes ocurrido, pero la tentación de atracción hacia al otro ha ganado la batalla. Y con esto ya más claro, decidió aflojarse y dejarse llevar por el amor.
Aprovechando de que ambos estaban besándose mientras abrazaban sus cuerpos desnudos, y además de estar en el mejor ambiente para calentarse, el chico decidió tomar la iniciativa de la restauración de cuerpo completo.
En palabras más sencillas. Probar cada parte del cuerpo de la joven hasta el punto de que ambos estén listos para la inspección de cuerpo completo e interno. Regresando con el plan, Bell separó el beso delicadamente, dejando a Aiz algo confundida.
Aiz: ¿Hmm? ¿Qué sucede Bell? No sueles dejar de...
Antes de poder continuar, el chico tomó sus hombros y la miró lentamente de pecho a cabeza... Hasta que localizó la zona adecuada para proseguir con la misión.
Bell: Jeje... Veamos lo que tenemos aquí.
Aiz: ¡...! ¡E-Espera!
Aun avisando del ataque, fue todavía una sorpresa para la chica.
¡N-Nyahhhhhhhhhhhhhhhh~~~!
Bell había levantado el brazo con el cual Aiz había estado tocando su espalda de manera apasionada, para luego comenzar a lamer desde la palma de su mano, besando y mordiendo levemente en el proceso.
Hasta terminar de manera romántica con una devoración de su bella parte inferior del brazo, su axila. Logrando de manera inevitable hacer que ella gimiera... Aunque de una manera algo linda. Repito, LINDA.
Y esto continuó por unos minutos. Con Bell aún dándole un merecido placer a Aiz. Lamiendo cada parte de su cuerpo con amor puro. La joven no había experimentado esta sensación, o tal vez el tiempo corto le hizo que se olvidara.
Pasó más de una semana y para muchos sería obvio que recordarán cómo se siente algo. Sin embargo, aun teniendo el conocimiento de que ambos suelen tener su jornada de copulación frecuentemente...
No pueden recordar ciertas cosas ya que la mayoría de veces suelen quedarse con la mente en blanco después de finalizar la unión.
¿Y qué quiere decir eso? Bueno, sus cuerpos olvidan las sensaciones de la acción pasada (sexo), pero su mente no, por lo que esa es la razón por la que no pueden parar. "Placer, obtenerlo y darle al otro es mi misión", dicen siempre la pareja.
O también lo podemos considerar como una excusa barata para que no paren nunca. Porque la realidad es que también un poco de su "pureza", la cual se duda que tengan, es un poco artificial si tanto amor se dan. Y todavía de las maneras en que lo hacen...
¡¡Sospeshotooooooooooo!!
Aiz: G-Gracias por eso... M-Me encanto.
Bell: Hacía tiempo que quería hacerlo, pero creía que sería algo incómodo. Por lo general me gusta pensar en formas de... satisfacerte.
Aiz: 0///0 Oh, em... (Así que tú también, ¿eh?) ¿S-Siempre piensas esas cosas?
Bell: Em... (Lo dije en voz alta -sonrojo-) A veces, pero es en ciertos momentos del día... -se rasca la nuca- Aunque también no es como que lo tenga planeado.
Sin haberse dado cuenta, el joven albino había revelado un pequeño secreto. Algunas veces, en cualquier día, se le da algo parecido a un atasco de ideas, por lo que se pone en modo reorganización y de la nada se le ocurren cosas para sus futuras noches.
No es como que sea importante, pero gracias a eso puede confirmar que cada día tiene algo nuevo que probar, solo es cuestión del momento y como va el asunto con la bella dama. Pero sorpresivamente no era el único, solo que si Aiz sabía decirlo para sí misma.
Aiz: Y bien, ¿Qué probamos ahora?
Bell: Hmm -pone su mano en su mentón- Buen pregunta, Dorothy...
¿¡¡¡...!!!?
Aiz: ... ¿D-Dorothy? ¿¡Quien es esa arpía!?
Bell: ... ¡...! ¡N-No, espera! ¡N-NO ES LO QUE PIENSAS!
Aiz: ¡Venid para acá con tu zanahoria~!
Inconscientemente el joven dijo un nombre, el cual la chica entendió que se refería a un nombre de mujer... Malinterpretando la referencia y enojándose nuevamente. Aiz lo tomó de la oreja y lo jaloneo un poco. Sucedía mientras Bell trataba de explicar que no era nadie más que el nombre de un pececito...
F
~ • ~ Minutos más tarde ~ • ~
Pasando unos minutos después el problema se soluciono fácilmente. Sin embargo, el castigo, o recompensa, aún debía ser pagado. Y de ahí sale la razón por la cual Aiz mencionó la zanahoria. Porque ahora mismo la zanahoria del joven está siendo masacrada por unos cuantos saltos de parte de la gata.
Bell: Ah-Aghhh~~ N-Nghh~~ Ahh~ A-Aizzz~~ ¡Yameroooooooooooo Aizuuuu~~!
Aiz: ¡Ngahhh~~! ¡N-No lo-Ahh h-hare~! ¡Ahhh~~! (¡Necesitaba mucho más de esta sensación~~!) ¡A-Aún faltan unas cuantas más~!
Bell se encontraba recargado y sentado contra la pared en una banqueta debajo del agua, siendo acribillado de placer y sentones por Aiz quien estaba encima de él, pero sentada mirando hacia su rostro.
La antes enojada Aiz movía sus caderas hacia arriba y hacia abajo, pegando su trasero en los muslos de Bell. Frotando y engullendo el miembro erecto del muchacho repetidas veces con su fémina, a la par de que ambos gimieran.
Estas acciones continuarán hasta que uno de los dos no pudiera aguantar más y se viniera. El perdedor, estaría claro que fue el ojirojo, perdiendo varias veces por la rudeza en que lo hacía la dama que lo cabalgaba en esos momentos...
///
Después del ataque de la Princesa, la pareja había cambiado de zona. Tomaron una merecida ducha, pero la noche aún tenía algo más que dar. Su jueguito de placer solo había comenzado.
Los dos se habían dirigido a los sofás que estaban cerca de su cama. No les había importado en lo absoluto que aún se encontraban mojados de la bañada, su deseo de hacer cosas era lo primero antes que nada.
Aiz se encontraba acostada en uno de los sillones, con las piernas abiertas mientras aun lado suyo estaba también acostado Bell, pero con su espalda pegada al respaldo.
En esta posición el joven tenía el control de ella por completo. Pudiendo tocar donde quisiera si se lo propone. Pero con lo de antes, tenía la excusa perfecta para hacerlo.
Aiz: O-Oye, espera un momento... ¡Solo quería un poco de eso, pero...!
Bell: Ni hablar. Ahora es mi turno, chica sensual.
Aiz: ¡E-Esper-Ahhhhhhh~~! ¡Ahhh~~~!
Bell no se quedaría de brazos cruzados después de ser casi chupado del alma por unos sentones. Ahora era su turno de regresarle ese tan glorioso, pero a veces peligroso, regalo de amor.
Tomando en cuenta que ella había usado una de sus cartas más poderosas: "La dominación del conejo", la cual hace que Aiz tenga el control absoluto del cuerpo de Bell por cierto tiempo.
El joven tenía que regresar el favor de la misma magnitud, pero la pregunta sería, ¿Cómo lo haría?
Respuesta fácil. ¿Qué sucede cuando haces que un chico conejo sienta niveles de superioridad por una travesura tuya? Simple, recibir la velocidad máxima de placer de este.
Dicho de manera clara, la velocidad de los dedos de Bell jugando con la fémina de la joven era la máxima en la que podía llegar, haciendo que la joven entrara en el placer alocado. Gimiendo sin control y seguido de orgasmos a charcos.
Ahhh~ Ahhh~~ P-Parahhhhhhh~~ N-No tan rudooohhh~~ Nyahhhh~~
Esta técnica de sustituir su miembro por sus dedos ya la había usado previamente. Y le había quedado claro que era el mejor contrataque que podía realizar en caso que empiece una guerra por quien satisface mejor al otro. Perfecto en esta situación un poco imprevista.
Ahhhh~ Ahh~~ Ngahh~~~ Ayaahh~ Nyaaahhhhhhhhhhhhhhh~~
*¡Splash!*
Los dedos del joven se humedecieron rápidamente porque la fémina de la joven acababa de correrse. Aiz llegó al orgasmo en cuestión de segundos, casi el minuto, pero aun así fue tiempo récord. Bell sonrió al ver que había funcionado, pero esto no acaba aquí.
Bell: Hmhm... Parece ser que necesitas un poco de mantenimiento.
Aiz: Ah... Ah... -jadeos- R-Responsabilízate, conejo malo...
Bell: Ehe.
Aiz: ¿Ehe, que? ¡Responsabilízate!
Bell: Jeje... Bueno, de ser así por esta prueba, creo que si me veo en la obligación de tomar la responsabilidad de dejarte más que seca...
Se acercó al oído de la joven para decirle seductoramente esas palabras. Aiz se sonrojo fuertemente, había activado al conejo activo y nada lo puede parar. Bell miró un momento el rostro de Aiz, luego miro las orejas que por su color, deberían estar más calientes que el mismo sol.
Que rica estás mi amor...
Como un mosquito a las 2:00 a.m. hspdm, Bell comenzó a besarle y lamerle la oreja (limpia) en profundidad a la Semi-Espíritu. Aiz hizo un ruido erotico que parecía que estaban en el acto, pero eso no detuvo al chico.
La joven estaba sintiendo como la lengua del orejón humanoide inspeccionaba y saboreaba su oreja, lamiendo cada zona y produciendo excitación en todo su cuerpo. Si se prueba algo nuevo, está garantizado que los orgasmos llegarán.
De ser poco, el joven volvió a introducir sus dedos en la fémina húmeda, pero tomándolo con más calma. Estaba sobrando para saber si después de hacer esto se vendría, cosa que quería comprobar.
*¡Sheesh!*
Aiz: ¡Nyaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhh~~~!
Bell: ... -retirando su lengua- (Vaya que funcionó...). Estás más sensible de lo normal. Hasta te corriste mucho -mirando su mano- que mi pobre mano está empapada.
Aiz: ¡Por qué es tu culpa! -muy sonrojada mira hacia otro lado- Pervertido... -puchero- Siempre eres el que decide hacer las cosas más eróticas...
Bell: Jajaja. Vaya, mira quien lo dice... ¿Entonces los disfraces de conejo no es algo erotico?
Aiz: ... -apenada- S-Si lo son, pero recuerda que todo eso empezó por que "el señorito" quería que su novia vistiera un Traje de Maid. ¡Así que todavía fue idea tuya! ¡Y recuerda que lo hice porque te amo!
Aiz: ¡Así que de una buena vez acepta que eres un conejo pervertido!
Bell: Mmm... -conejo sonrojado- Esta bien, tu ganas. Soy un pervertido... -mira al suelo- Pero también admite que tú también lo eres, porque también te gusta que haga esas cosas, ¿no~?
Aiz: ... -mirada gatuna- E-Esta bien, lo admito... ¡Pero que nadie lo sepa! ¿De acuerdo?
Bell: Por supuesto. ¡Nuevo secreto de pareja! -sonríe- Aunque si sabes que Riveria lo sabrá de todas formas, ¿verdad?
Para los dos ya les había quedado claro que Riveria es como un muro imparable, sin importar cuanto esfuerzo hicieran para mantener algo en secreto como pareja, Big Mama ya sabía todo a detalle. Su secreto para que conozca todo es desconocido...
Después de lo antes sucedido, la pareja dejó aun lado la acción romántica para hablar de cosas triviales. Fue como una mecha que se prendió de la nada.
Empezaron a conversar de diferentes cosas, algunas de lo que hicieron en diez días que no se vieron. Así fue hasta que toparon con la parte de hace unas horas, donde Bell pudo aclarar fácilmente los malentendidos ya con Aiz más tranquila.
Se disculparon varias veces los dos, diciendo cosas como: "Es mi culpa", "No, es mía"; etc. Lo agradable es que se arregló de una manera pacífica, el objetivo desde un principio.
Ya siendo hora de dormir, la pareja decidió cenar algo antes. Esa acción romántica, más lo de hace unas horas, no les había dado tiempo para comer. Puede que Bell se haya comido un poco cuando estaba en Orfanato de Maria, pero fue mi rápido todo lo que pasó que ya volvía a hacer hambre.
~ • ~ Comedor | Medianoche ~ • ~
Sobre la mesa había dos platillos, una combinación de carne y algunos vegetales al vapor. Sencillo, pero contando que ya es medianoche, no está tan mal. Los dos jóvenes estaban sentados en sus asientos, uno al lado del otro, disfrutando su cena.
Aiz: Hmm, está muy rico Bell. ¡Me encanta!
Bell: Me alegra escuchar eso. La verdad temía que se me pasara un poco la cocción, no lo había preparado antes.
Aiz: No lo habías preparado antes... -dudosa- Yo tampoco he hecho un platillo con carne. Normalmente te he preparado desayunos que tengan que ver con huevo, y de comida ha sido pescado. -mira a Bell- ¿Es complicado?
Bell: No si estás atento. Aunque claro que debes de balancear la sal y los demás condimentos que quieras echarle. Con tus habilidades culinarias y tu facilidad de entender los pasos de una receta, no creo que sea complicado intentarlo.
Aiz: Ya veo -come- ...
Pasaron unos segundos y ambos siguieron comiendo en silencio. Debido a lo que le dijo el canoso a la rubia, esta última quedó algo pensativa. Era verdad que sus habilidades con la comida habían mejorado mucho, por lo que sería sencillo...
Sin embargo, llegó una idea a su cabeza. "Hace un tiempo dijimos que posiblemente abriremos un local...". Bell le había dicho eso, pero por las cosas que habían pasado hace unas semanas en el Distrito del Placer, no había tenido tiempo para pensar en ese plan.
Aiz termina su cena con su mirada centrada en la nada. Bell, quien seguía comiendo tranquilo, observa cómo la joven apoya su codo del brazo derecho sobre la mesa, para luego reposar su barbilla en la palma de su mano. Noto el olor de la joven.
Bell: ¿...? ¿Estás pensando en algo, Aiz?
Aiz: Si... -voltea su mirada- Habías dicho algo de hacer un local. Y estaba pensando que podríamos vender comida ahí...
Bell: ¡...! Oh, ya veo. Pues no sería mala idea. Los dos disfrutamos la comida, comerla y hacerla... -sonríe- ¿Entonces quieres que abramos un restaurante en un futuro?
Miro a la joven, él estaba entusiasmado por la idea. Cuando sus ojos se encontraron, pudo ver como ella solo sonreía de manera calmada y calidad, aunque podía notar las ganas que ella tenía de besarlo y abrazarlo por lo adorable que suele hacer cuando se entusiasma.
Aiz: Estoy así de agarrarte a besos... -se levanta de su asiento- Pero las ganas de agarrarte como conejito en celo~~ -lame sus labios- ya son tantas que no creo contenerme ahora~~ ¿Y sabes~? Aun tengo ganas del postre~~
Bell: Eh...!! ¡E-Espera~! ¡Whaaaaaaaaaaa~~~!
Tomó la cabeza del joven y la apretó contra sus pechos, asfixiándolo de la manera más noble y majestuosa que un hombre puede desear. Aún no es tarde para unas rondas más... Diría la joven y ustedes lectores en estos momentos.
~ • ~ Dos días después | Habitación Gatojena ~ • ~
Un nuevo amanecer acaba de llegar, un nuevo día para la pareja acaba de llegar... Siendo ya un nuevo día, significa un cambio a la página de este libro llamado la vida en Orario.
Han pasado dos días desde lo que ocurrió. Y lo que pasó ese día, se queda ese mismo día. La pareja se puso al corriente con los días que no se habían visto al día siguiente.
Como había algunas dudas y preguntas que la conversación que tuvieron en su cena no fueron contestada por ciertas cosas, tenían ese día para aclararlas.
¿Y qué mejor que con una de sus citas? Aprovechando que no había trabajo para hacer ese día, era perfecto el momento de tener una cita. Sin embargo, el día siguiente es otro tema.
Ahora es turno de que este nuevo día les de algo interesante a esta pareja protagonista... Y parece ser que la siguiente aventura empieza de una manera peculiar.
Bell, que después de haber recibido un entrenamiento exhaustivo en la cama con Aiz por dos días seguidos, se encontraba un poco más animado esta mañana.
Él caminaba rápidamente a través de los pasillos de la sede, escuchando a los pájaros cantando fuera de las ventanas, cuando vio a dos personas justo frente suyo.
Bell: Aiz, Haruhime-san.
Ambas cabelleras de tono dorado, más la esponjosa cola de zorro de la Renart, se sacudían sin rumbo alguno. Parecían hacer algo ya que movían cosas de un lado al otro, algunas las metían en grandes cestas.
Aiz parecía ordenar unas prendas suyas, acomodándolas en una cesta. Mientras que Haruhime sostenía una gran cesta en ambos brazos. Ambas parecían centradas en lo que hacían, por lo que solo miraron de reojo al joven. Unas hermosas sonrisas aparecieron en sus lindos rostros.
Aiz: Bell -sonríe- Ya despertaste.
Haruhime: Bell-sama -leve sonrojo- Buenos días.
Todavía era temprano, antes del desayuno. Aunque parece que Mikoto estaba hoy encargada de eso ya que los olores que salían de la cocina llegaban hasta donde estaban los tres.
Haruhime se encargaba de las tareas domésticas antes de entrar al calabozo, a veces apoyada por una de las otras chicas como ahora con Aiz. La cual ha estado aprendiendo mucho de las demás.
La cesta que traía Haruhime estaba llena de la ropa recién lavada de todos en la <Familia>. Ella se dirigía afuera para colgar todo para secar.
Bell: Buenos días. ¿Necesitan alguna ayuda? Estoy desocupado en estos momentos.
Haruhime: To-Todo está bien, Bell-sama. Ya estoy con Aiz-sama en esto. Además, este deber me fue asignado por Hestia-sama.
Bell: Pero...
Aiz: Tranquila Haru, recuerda que nosotros queremos ayudarte si aún todo está bajo control. Así que -mira a Bell- no hay problema. Por favor deja de holgazanear y ayúdame.
Bell: Eh... P-Pero no estaba holgazaneando. Solo desocupado.
Aiz: Jeje. Ven y ayúdame a lavar esto.
Rápidamente el joven se acercó a la espadachina. Tomó la mitad superior de la montaña de ropa lavada y la colocó en otra cesta libre. Aiz le indico que ayudará a Haruhime mientras ella haría lo que faltara.
Bell fue rápidamente con la Renart para quitarle la mitad de la ropa que cargaba en la cesta. Las manos de Haruhime literalmente estaban llenas, así que no pudo detenerlo.
Ella podría tener un <Estatus>, pero llevar toda esa ropa húmeda debía ser un verdadero desafío. Ella lo miró con ojos tímidos, insistiendo en que podía hacerlo sola. Pero él le sonrió y llevó su mitad de la pila afuera para ayudarle a colgar todo.
Todo estaba instalado en el patio interior al lado del pasillo. Bell ayudó a Haruhime a atar un tendedero de una pared a otra en el lugar donde el sol pegara. Llegó Aiz detrás de ellos, y junto a Haru se encargó de toda la ropa de Hestia, Lili, Mikoto, y la suyas mientras que Bell se encargaba de la de Welf y la de él mismo.
Narra Bell
Se que no se puede evitar, ya que tanto chicos como chicas de diferentes razas viven juntos bajo el mismo techo, pero... el hecho de que ahora mismo estoy tendiendo la ropa, y aun lado está la ropa de las mujeres.
Tratar de mirar solo me llevaría a la misma tumba.
El sonido de las pinzas para colocar era lo único que se escuchaba. ¿Haruhime-san y Aiz estarán iguales que yo?
Aunque dudo que colgaran cualquier ropa interior aquí... Pero podía oler la incomodidad del ambiente, sus y mis mejillas también se sentían un poco calientes.
La única ropa interior de mujer que he visto es la de Aiz y Syr... Mejor no mencionar a Syr porque seguro me matara Aiz.
De hecho, con Aiz es casi a diario veo. Ella solo se pone sus pantis y sostén cuando estamos solos en la habitación. Luego nos quitamos la ropa interior y al día siguiente no tenemos nada puesto...
Considerando que ya me he acostumbrado a verla desnuda. Ver cosas como panties y sostenes... ¿Debería haber desaparecido la vergüenza?
No. En mi caso no ocurre. "Y en general nunca desaparece"; dijo mi Abuelo en unas de sus platicas de como es llevar una relación. Por ende, me es incómodo pensar lo que pasaría si viera las panties de alguien más, como las de Haru-san.
Además que me iría muy mal, y con Aiz presente peor sería mi suerte. Observar el otro lado significa la pérdida, así que tal vez hablar con las dos ayude a hacer esto un poco menos incómodo.
Bell: ... -mirando su ropa- (Haruhime-san... ¿Cómo le ira?) Hmm, ¿Haruhime-san? ¿Te estás acostumbrando a vivir aquí?
Aiz: ... -mira a Haru- (Haru lleva unas semanas viviendo aquí, pero no le hemos preguntado cómo ha estado).
Haruhime: Sí, así es -tiende- Todo gracias a la ayuda de Hestia-sama, Lili-sama, Welf-sama, Mikoto-sama y ustedes. Bell-sama, Aiz-sama.
La joven Renart sonrió con alegría y mucha pasión desde el fondo de su corazón. La pareja se sintió conmovida, ya no era esa sonrisa vacía y hueca que solía hacer mientras vivía en el Distrito del Placer.
Era una sonrisa gentil, tan cálida que sentía como si el sol de la mañana estuviese brillando en mí.
Aiz le devolvió la sonrisa, con sus ojos casi cerrándose al mismo tiempo. "Me alegro de poder ver su verdadera sonrisa de nuevo hoy"; se sentía bien la entre comillas hermana mayor de la Renart; Aiz.
Haruhime: Desafortunadamente... mi ineficiencia siempre está causando problemas para todos... justo como a ustedes ahora mismo.
De repente esa sonrisa brillante fue reemplazada por las nubes. Ambos jóvenes pasaron al mismo lado. "Otra vez...", aún había cosas que se necesitaban mejorar.
Aiz: Haruhime, esto no es nada, y nadie se siente de esa manera.
Bell: Tu esfuerzo y voluntad de querer ayudarnos basta y sobra. No pienses que no eres-*interrumpido*
Haruhime: No, esta es la única manera en que puedo ser útil. Debo trabajar más duro; debo mejorar...
No parecía creerle a ninguno. Mirando hacia otro lado, su mirada llena de defensas de sus creencias cayó sobre el césped del patio entre ellos. Frotaba sus manos arriba y abajo en las mangas de su traje de sirvienta.
A pesar de lo que dijo, Bell y Aiz sabían que ella estaba trabajando muy duro. Probablemente un poco demasiado duro para sus capacidades físicas y mentales.
Lavandería, cocinar y limpiar, todo lo que le tocaba al huevón de Orión, además de la exploración del calabozo. No sólo era una gran ayuda alrededor de la sede, sino que también una Soporte y Hechicera en el calabozo.
No estaba acostumbrada a cuidarse en ese pozo de muerte, así que estaban seguros de que estar en esa posición en la parte trasera de la formación era increíblemente estresante para ella.
Con la última prenda de ropa tendida, Bell se giró hacia ella. Se rasco la parte de atrás de su cuello, y decidió tomar la riendas como alguien mayor. Ambas rubias lo miraron expectantes.
Bell: Haruhime. Con toda la sinceridad del mundo, creo que no deberías presionarte tanto, o acabarás harta como Orión.
Haruhime: ¿Eh?
Bell: Recuerdo cuando me uní por primera vez a la <Familia>, estaba decidido a hacer todo lo que pudiera alrededor de nuestra sede. La cocina y la limpieza la hacía Orión, todo para que Kami-sama no tuviera que preocuparse por ello...
Bell estaba explicándole, cuando de la esquina salió el espíritu del relámpago con los brazos cruzados, dispuesto a seguir las palabras de su Usuario.
Orión: Cuando la <Familia Hestia> se formó por primera vez, sólo éramos Kami-sama, Bell y yo. Ganábamos dinero en el calabozo. Hacíamos las tareas domésticas como lo que tu estas haciendo ahora mismo, Haruhime-san.
Bell: Fue así por un mes. Sin embargo, al final, yo me esforcé demasiado para que tampoco Orión hiciera trabajos. Las consecuencias fueron que me enfermé, lo que terminó causando más problemas para Kami-sama...
Aiz: ¡...! ¿T-Te enfermaste? ¿Pero no se supone que tu habilidad evita eso?
Bell: Si, pero recuerda una cosa Aiz. Yo era un Aventurero de Clase Baja, por lo que mi habilidad se encontraba a Nivel 1. Teniendo ese nivel estaba alrededor del 25% de las defensas contra las enfermedades. No como ahora que al tenerla al máximo, tengo 85% de probabilidades de no enfermar.
Orión. Lo bueno es que con la ayuda de Miach-sama, que ya en ese momento teníamos conexiones de <Familias>, fue amable de darnos medicamentos para darle tratamiento.
Un suceso del pasado que no se había tocado en el pasado. Era claro que Aiz se había preocupado por esa revelación.
Aiz: Ya veo... Me alegra escuchar eso... -pensativa- (Un 85% de probabilidades de no enfermarse. Es un número grande, pero aún está ese 15%. Debo asegurarme que si pasara algo, estaré lista para ayudarlo).
Bell: Haruhime-san. Tener un <Estatus> no garantiza que tengas aguante y energía infinita para hacer de todo.
Orión: La sobrecarga de trabajo es mala, y como alguien que ha pasado mucho por ese problema, puedo concluir que ni el más fuerte debería trabajar tan duro.
Aiz: Así que, lo que están tratando de decir... ¿Cómo puedo ponerlo? Hmm, ah, si. De manera sencilla, en lugar de presionarte, estaríamos más feliz viéndote... pidiendo ayuda.
Le sonrió la joven espadachina con su rostro un poco avergonzado ya que improviso. "Me gustaría poder terminar esto con algún tipo de discurso inspirador, pero nada venía a mi mente". Bell y Orión entendieron la situación, y como hermanos se rascaron la mejilla al mismo tiempo.
Haruhime los miro con los ojos temblorosos, con sus manos juntas sobre las femeninas curvas en la parte superior de su traje de sirvienta.
Sus ojos comenzaron a llorar levemente, casi como si su espíritu hubiese sido limpiado por lo que dijeron. Sus mejillas se habían sonrojado.
Haruhime: B-Bueno, entonces... ¿Puedo pedirles su ayuda ahora mismo, Bell-sama, Aiz-sama?
Los miro a través de sus flequillos, casi como si fuera tímida. Incluso su voz sonaba un poco lenta y distraída. Estaba tomando sus consejos, perfecto y reconfortante para los oídos de los tres motivadores.
Bell: Claro.
Aiz: ¡Por supuesto que sí, Haru! Déjanoslo a nosotros por hoy, descansa.
Haruhime: G-Gracias, Onee-chan.
Aiz: E-Eh, ¡s-si!
La joven ex-aristócrata junto sus manos en la parte frontal y baja de su vestido de Traje de Maid, e hizo una reverencia encadenado nuevamente sus agradecimientos a la joven pareja. Comenzó a retirarse hasta que pasó por la esquina de la mansión, desapareciendo de la vista de Aiz y Bell.
El lugar quedó en silencio, pero el ambiente se sentía alegre. Los dos jóvenes ya estaban solos. Chispas había desaparecido como siempre lo suele hacer, así que, ¿Qué es lo que sigue?
Bell: ... -mira su ropa- (Ya está lo mío y lo de Welf) Amor, ¿Cómo vas? Ya termine aquí.
Aiz: Yo también termine, Bell. Oye, ¿tenemos planes para hoy?
Ambos caminaron hasta que los dos se pudieran ver frente a frente. Empezaron a volver a donde se encontraba la lavandería, faltaba unas prendas, pero siguieron hablando.
Bell: Hmm, tenía pensado ir al calabozo, pero también en ir al Distrito Comercial contigo. ¿Quieres hacer algo hoy?
Aiz: Si. Tenía pensado ir a una tienda que vi ayer, pero si quieres ir al calabozo, vamos juntos. Casi no hemos ido en este mes, y tampoco quiero perder la costumbre y la responsabilidad que lleva ser un Aventurero.
Bell: Te entiendo. Sin embargo recuerda que no hay que ir muy profundo, jeje. También le tengo que avisar a Kami-sama a cuantos pisos iremos.
Aiz: Pero aun así sueles bajar un piso de más, ¿no es así? -mirada gatuna- Conejito explorador.
Bell: ... -avergonzado- E-Es culpa de Chispas... -susurros- Y tuya también.
Aiz: Jajaja~ -risitas- (Así que hacías eso también por mi... -sonríe- Te amo).
Siguieron conversando hasta que completaron su tarea. Supuestamente volverían al mismo lugar para acomodar todo, pero de un momento a otro, Aiz decidió acercarse a Bell y detenerlo.
Aiz: Bell, dame tus manos un momento.
Bell: ¿Eh...? ¿Okey?
Ante la repentina detención, Bell miró el rostro de Aiz, observó desde sus ojos dorados hasta sus labios rosados. Extendió sus manos y dejó que la joven las tocara.
Aiz: Como pensé... -soba las manos- Están frías. No sólo frías, tus dedos están congelados. ¿Por qué no me lo dijiste?
Bell: Eh, bueno... Aunque sea verano, por lo general el frío o humedad lo siento más helado. Y tender la ropa me dejó las manos húmedas. P-Pero no te preocupes, solo es algo que me pasa, jeje...
Ella hizo un puchero con los ojos de sospecha. Tomó una pequeña toalla seca que estaba sobre una mesa al lado de los tendederos. Comenzó a secar las manos del joven mientras seguía hablando.
Aiz: Hmm, esta bien, te creo. Pero recuerda que, si sientes las manos así, yo estoy para ayudarte. También, si tienes las manos frías por mucho tiempo, puedes caer enfermo, ¿entiendes?
Bell: Si, entiendo.
Aiz: Bien. Ahora te ayudare~~
Bell: ¿Hmm? ¿Ayudarme? Entonces qué vas ha...!?
Repentinamente después de secar sus manos, la joven tomó los dedos del chico y se los llevó a sus labios. Los besó repetidas veces, provocando un gran sonrojo al joven.
Bell: ¿¡A-Aiz!? ¡H-Hacer eso podría enfermarte!
Aiz: Tranquilo~ -sonrisa pícara- Yo tengo mis métodos para tener una temperatura corporal estable. Deja que te los muestre... -lame sus labios- aquí y ahora mismo.
Se acercó a su rostro y lo besó apasionadamente. Besarlo de manera apasionada era la clave para calentarlo. Bell y Aiz cerraron sus ojos, se abrazaron varias veces con mucha pasión, y usaron sus lenguas para una mejor sensación.
*Kisses*
En cuestión de segundos, la temperatura del joven canoso se elevó. Este método era infalible, único y perfecto para una pareja calenturienta y amorosa. Para mejorar aún más el momento, Aiz tomó ambas manos del chico, pero fue ahí cuando Bell sintió algo extraño.
Bell: ¿...? -besando- (¿Qué... es esto?).
La joven parecía mover sus manos de manera extraña. Las manos del chico no sentían esa piel hermosa y delicada que solía sentir, era algo suave y con textura parecida a la tela de algodón que suele tener la ropa interior... ¡...!
*Quak*
Bell: Aiz, ¿acaso lo que tengo en mi mano es...?
Aiz: Je-je-je... Parece que ya te diste cuenta. Ando un poco alta de temperatura ya que nos estamos besamos... -mirada deseante- Y ya que nos vamos al calabozo, quiero tener un poco de acción antes de la otra acción~
El muchacho se sonrojo levemente, pero sonrió cálidamente. Cerró los ojos y apretó un poco las manos de la chica con las suyas como para absorber y estar al mismo nivel de calor. Los dos tenían ese rubor romántico que los caracterizaba.
Esta sensación... Esta misma sensación que ambos comparten cuando quieren hacer algo por el otro es la misma que hace que se acelere el corazón. Complacer y recibir, un sentimiento mutuo.
Uno que se consigue solo si los dos individuos se entregan. Sin embargo...
¿??: ¿Qué creen que están haciendo, ustedes dos jóvenes calenturientos?
Bell: ¡Hyee!
Aiz: ¡Kyaa!
Habían estado hablando de cosas indecentes para almas tan "puras" durante un minuto. De repente, una aterradora voz baja los llamó de cerca. Casi se cambian de piel por el tremendo susto que se llevaron.
Sorprendidos, miraron hacia arriba y ahí estaba la divinidad de la Familia Hestia, la loli de coletas y bustos exagerados, parada con las piernas separadas a la altura de sus hombros, con los brazos a los costados y mirando hacia los amantes.
Hestia: ¡Paren por una vez su etapa de celo! ¡Hyaa~~!
Salto hacia adelante, con sus coletas negras azotándose detrás de ella como las olas del océano mientras asestaba un golpe de cuchillo en la unión de sus manos. "¡¡Auch!!". Aiz y Bell se separaron inmediatamente.
Hestia: Bell-kun y Aiz-kun, ¿¡no pueden para solo un maldito día en no hacer referencias o acciones que lleven a copulación!? Díganmelo ahora mismo o tendré que vigilarlos ya sea si no le gusta o a mi.
Hestia: Y no crean que con decirme que no es verdad basta. ¡Ya sé la razón por la que me pediste que pusiera esa maldita magia de insonorización! ¡No pueden negarse!
Aiz: ¡H-Hestia-sama! ¡No llegue a esos extremos! ¡N-No podemos...!
Bell: ¡E-Es una locura! ¡N-Nosotros no pensamos un día sin que...!
*¡Pank! & ¡Pank!*
Recibieron un nuevo ataque de cuchilla, pero esta vez en sus cabezas. La pareja se puso de rodillas ya que aun siendo niveles altos, les dolió. "¡Auch!", dijeron mientras la Diosa sobaba su mano.
Hestia: Muchachos desinteresados de la eternidad... ¡Son unos adictos a la suculencia! -mira a Bell- ¡Yo no crie a un joven así!
Alma de Zeus: ¡Yo si!
Hestia: ¡Andante la $%#& que te pario! ¡Hermano de familia clasificado como fetichista, mujeriego, Haremusman y degenerado depravado de los Cielos!
Ante la repentina aparición del espíritu ambulante del Dios menor de los hermanos, Hestia lo manda de nuevo al Cielo con un patadón circular que empezaba desde abajo, dándole en las nueces.
¡Jugyaaaaaaaaaahhhh!
Podían sentir la ira que emanaba de ella. Justificable si es verdad que ella sabía que los dos no han parado de lanzarse picadas y cachondeos en lo que llevaban de relación como novios. Ni aun siendo eso, ya como "amigos", parecían más de esos con derechos.
No tienen razón para negarlo, desde que eran solo amigos (más amantes), ya hacían coqueteos y tocadera de cuerpos. Y aun día de hoy siguen como si fuera la primera vez.
Eso es lo que están viviendo los demás. Hestia y los demás deben de pasar cada día sabiendo que estos dos ya se están besando en la esquina del cuarto y posiblemente haciendo el amor. O solo Hestia y Riveria que son como madres y lo saben todo.
Pero alguien tenía que pararlos, al menos más tiempo. Y también no cuenta que hayan pasado días, por lo menos un mes, e incluyendo que los dos se puedan ver, pensaba la Diosa hikikomori virgen.
Sus ojos azules brillaban en un destello de furia dirigido a su niño y a su casi niña de la <Familia>. Con sus coletas agitándose, ninguno de los dos podía moverse, siendo uno el líder la <Familia> y el chico flash de los niveles, y la otra la mujer más fuerte de Orario, se veían patéticos.
"¡Es muy vergonzoso!", dijeron la pareja en sus mentes. Luego, un silencio llegó. Aiz hizo un gesto con sus manos hacia a Bell para que se encargará. Tomando ese riesgo, el muchacho de nieve hizo una serie de gestos, intentando desesperadamente explicar lo que pasaría si hiciera eso.
Lastimosamente no parecía funcionar, así que Aiz apoyó a Bell diciéndole a Hestia los argumentos y razones, pero la mirada azul de la Diosa del Hogar se desplazó hacia ella, una mirada de muerte.
Pero sorprendentemente, Hestia hizo un rostro gentil y cruzó sus brazos tan pronto como la pareja se quedó sin excusas.
Hestia: Oh, ya veo. Bueno, parece que no podemos hacer nada al respecto...
Aiz: ¿¡E-Entonces estás dispuesta a pasar por alto esto...!? -rezando internamente- (No me gustaría que nos detuvieran a la fuerza...).
Hestia: Ejem, ejem, ¿¡Acaso eso fue lo que pensaste que iba a decir...!?
Aiz: ¿¡E-Ehhhh!?
Hestia estaba a la mitad de un exagerado asentimiento generoso, cuando repentinamente empujó ambos puños hacia arriba en el aire de manera amenazante y epicarda.
Aiz al no saber qué más hacer, retrocedió asustada, con sus manos cubriendo su cabeza. "La fuerza de una Diosa furiosa está en lo más alto de la escala de poder". Ya sentían miedo de ella.
Hestia agitó sus puños en el aire, con sus pechos más grandes que los de Aiz, saltando en sintonía con su agitación. Algo parecía faltar en esta interacción entre una la espadachina y la loli vendedora de Jagamaru-kuns.
Fue entonces que aprovechando que estaba analizando las palabras de su Diosa, Bell entendió a qué se debía todo esto.
Bell: ¡Ka-Kami-sama! ¡Solo no lo haremos en espacios públicos! ¿Está de acuerdo con eso?
Inmediatamente Hestia se detuvo y observó a su primer miembro de la <Familia Hestia>, de la misma manera lo hizo la joven rubia. Bell pareció sentir un alivio leve ya que acató su atención, ¿le habrá dado al punto?
Hestia: E-Eso... Es correcto Bell-kun -chibi molesta- ¿Qué se creen? ¿Creen que es fácil aguantar todos los reportes de las personas pedazo #$%#$ #"$%"#"#$%#$ que han venido de parte la <Familia Ganesha> por supuesto comportamiento inadecuado? ¿Diciéndome como tiene que ser para crear una buena cara la <Familia> esos nombrantes de #$%&$%? ¡No saben lo que pueden causar cuando hacen cosas en zonas abiertas! ¡Y perdónenme que lo diga, pero comer frente a los pobres es ser muy mala gente...! ¡A estudiar!
...
Aiz: ¿...? ¿Comer frente a los pobres? -chibi confundida- No entiendo..
Bell: Em, se refiere a que nos estamos besuqueando con mucha pasión... -chibi apenado- Más o menos como lo que pasó con Eina-san, diciéndonos casi lo mismo que Kami-sama.
Hestia: Hmph, ¡bien hecho Asesora-kun! -chibi orgullosa- ¡Deteniendo a los chicos calenturientos de Orario!
Aiz: Hmm, pero tampoco es como que siempre lo hiciéramos cuando salimos...
Hestia: Pero ahora será más limitado. Es momento de mencionar esto, antes que pase a más... Ahora habrá nuevas reglas en mi <Familia>.
Hestia: ¡Las relaciones están permitidas, pero las imprudencias en exceso entre chicos y chicas están fuera de los límites! ¡Besarse en la sala o hasta en el patio no estará permitido! ¡Además de que estar mucho tiempo en el cuarto ya no será permitido! ¡Solo para dormir y nada más! ¡No crean que el olor a sexo se insonora!
¿¿¿¡¡¡EEEEEEHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!???
Las palabras de Hestia golpearon a ambos Aventureros amantes de la aventura en la cama como una pared de ladrillo. Pero la realidad era que... era una regla demasiado directa y única para los dos, un poco injusto.
Tenían la sensación de que no era necesario implementarla si estaban dispuestos a no hacer esas cosas en vía pública, pero ahí estaba el problema... No mentían, pero tampoco se podía asegurar que no lo volverían hacer, y Hestia tenía previsto eso.
Hestia: ¡Yo soy una de las tres Grandes Diosas Vírgenes del Cielo! ¡La moral es importante y estará protegida mientras yo esté aquí! No tiene más remedio que escucharme -mirada escalofriante- seres inferiores...
Hestia declaró mostrando su superioridad de raza, orgullosa. Aiz no sabía qué hacer, sólo continuaba mirando entre Hestia y Bell hasta que dejó caer la cabeza. No le gustaba la idea de limitarlos de esa manera, pero ella tenía razón en varios puntos.
Aiz: Está bien... -apenada- No tengo más excusas, Hestia-sama... Tendremos más cuidado en el futuro. Y no haremos nada de eso en lugares públicos.
Bell: Yo también acepto las condiciones... -apenado- Kami-sama.
Hestia: Bien. Mientras lo entiendan estará bien.
Aiz se veía realmente deprimida mientras Hestia asentía majestuosamente por encima de ella. Siendo alguien más pequeña a la de su edad, dijo junto al joven que obedeciera las reglas de la <Familia>.
Pero de repente Aiz se puso frente a Bell, ella estando de espaldas y... "Espera, ¿Qué es esto?" Nuevamente sintió como algo estaba en su mano, la chica estaba dándole una cosa. Eran las panties... esas blancas con la que... ¿estaban jugando?
Bell: ...
Aiz: ...
Hestia: ...
La suave tela de su prenda interior apretó su muñeca unas cuantas veces, mientras Hestia y Bell estaban allí completamente en silencio. El joven estaba entendiendo que algo quería su novia, posiblemente que el plan pensado desde un principio seguiría en marcha...
*¡Glug!*
Hestia: ¡HIYAA!
Aiz y Bell: ¡EEEEEK!
Tercer golpe de cuchillo de Hestia, golpeando las manos de Aiz y Bell hasta caer al suelo. Ambos dejaron escapar un ruido leve de dolor. Hestia descendió sobre ellos como una madre y suegra molesta.
Aiz y Bell estaban sobre sus manos y rodillas, inclinándose una y otra vez mientras se disculpaba con todas sus fuerzas ante la divinidad.
Por otro lado, Orión y Ariel observaban el espectáculo desde una ventana de la mansión, sudando bajo el cielo matutino, aunque Chispas estaba tratando de aguantar las carcajadas...
~ • ~ Sala de estar | Familia Hestia ~ • ~
*¡Bank, bank, bank!*
Hestia: ¿Todos están escuchando? Les diré que está permitido que formen relaciones, pero la moral debe ser respetada. Los actos que lleven a la imprudencia serán denegados en esta <Familia>, ¿entienden?
Hestia había reunido a todos después del desayuno e hizo el anuncio mientras tenía en sus manos dos cazuelas; una era la que nombró la "Aplanadora de Tablas". Los integrantes de la <Familia> estaban en la espaciosa sala de estar de la mansión.
Todos ellos fueron convocados a la mesa principal antes de entrar al calabozo o hacer otra actividad que tenían planeada. Hoy era el primer día libre de Hestia de su trabajo a tiempo parcial en un tiempo. Ella miró a cada uno de los miembros, uno por uno.
Hestia: Así que es por eso que los géneros opuestos tienen permitido hacer cosas de pareja en sus habitaciones, sin embargo, está prohibido tocarse físicamente unos a otros mientras están con los demás. Besarse es un no-no definitivo.
Lili: Hestia-sama, vaya a lo directo. ¿Qué estaban haciendo Bell-sama y Aiz-sama?
*¡Blush!*
Los ojos de Hestia estaban cerrados mientras esas palabras salían de su boca. Sin embargo, Lili se apresuró a ir al punto causante de esta reunión absurda. ¿Quiénes son la única pareja de esta <Familia>? El conejo y la gata.
Aiz y Bell, quienes causaron esta reunión, se veían nerviosos. Haruhime todavía vestida con su traje de sirvienta, le sirvió té a todos y especialmente a la pareja antes de sentarse silenciosamente en su silla. Ella estaba segura que con las palabras de Lili, la reunión era por los dos.
Narra Bell
Bueno, todas las <Familias> tenían reglas que eran decididas por sus Dioses y Diosas, y esta parecía ser una de ellas... pero creo que hablarlo con los demás, sabiendo que es nuestro problema, es un poco exagerado...
Narra Aiz
¡Es nuestro asunto, y no hay necesidad de que lo hable delante de los demás! ¡Hasta Lili ya se enteró por qué estamos aquí!
Aiz: Ay, no... -susurros- Sáquenme de aquí.
La joven tenía mucha vergüenza de mirar los rostros de los demás. Hasta quería pegar su frente en el pecho de su conejo, pero pensándolo mejor, eso solo empeoraría las cosas si ya sabían a donde iban los tiros.
Lili: Puedo deducir con solo observarlos que toda esta reunión se debe a algo que ellos hicieron, ¿o me equivoco?
Hestia: Am, bueno si. ¡Pero gracias a eso puedo implementar las nuevas normas! Toda <Familia> tiene unas que van directo a la socialización...
Lili: Es verdad. Sin embargo... ¿¡Por que nosotros tenemos que obedecerlas de una vez sin primero objetar o al menos opinar!? Y se supone que ya había aceptado el hecho que los dos salieran, por lo que tampoco te molesta eso, ¿no?
Hestia: ¡Mira quien lo dice! ¡La Soporte ladrona que hace unas semanas andaba pensativa y conspiratoria por que los dos salieran!
Lili: ¿¡E-EH!? ¡¿C-CÓMO SABES DE ESO!? -mira a los demás- ¡E-Es mentira Bell-sama, Aiz-sama!
La pelea ya había empezado, las dos lolis se aventaban secretos y verdades sin importar que los demás estuvieran presentes. Por suerte, para ellas, Aiz no se encontraba de ánimos de atacarlas por algunas cosas que tenían que ver con Bell.
Viendo que ya todo los de esta reunión se había perdido de manera sin sentido, Mikoto estaba alterada, podían ver el sudor rodando por su mejilla. Welf suspiró para sí mismo y decidió mirar a su amigo canoso y hablar sobre el tema en cuestión.
La pareja viendo que tenían que dar una explicación, no tuvieron más remedio que decirles, pero no detalladamente.
~ • ~ Sala de estar ~ • ~
Bell: Si... N-No hemos considerado que pueda resultar algo incómodo nuestra relación con los que nos rodean. Algunas cosas de las que hacemos es por puro natural...
Aiz: ... -tímida- P-Perdónenos si los hemos incomodado anteriormente por unas nuestras cosas de pareja. No teníamos esas intenciones...
Mikoto: No se preocupen, Aiz-dono, Bell-dono. Cada uno puede demostrar amor hacia otra persona como quiera, y considerando lo que tengo entendido de como es llevar una relación, es normal que se puedan ignorar ciertos detalles de manera inconsciente.
Welf: Como los demás qué te rodean. Son cosas que pasan seguido.
Haruhime: Como los demás... Pero por el momento yo no me he sentido incómoda -confundida- ¿Por qué tanto alboroto? ¿O hay algo malo en tener contactos físicos, como el abrazo y la toma de manos?
Aiz: Em, no lo hay, Haruhime-san. Pero posiblemente si haya uno, uno leve, supongo.
Mikoto: El problema, entre comillas, se podría decir es por quien lo ve, la frecuencia y cómo es que lo nivelen los que lo hacen. Desconozco cómo será la relación de Aiz-dono y Bell-dono en profundidad. Pero parece que Hestia-sama y Lili-sama saben más... -rostro sus-.
Bell: ...
Aiz: ...
Haruhime: ...
Welf: Pero tampoco es plan que no lo cuenten. Es su vida privada como novios, ninguno de nosotros tenemos derecho a opinar como deben de llevar su relación. Que cada uno lleve su relación como quiera... ¿Si?
Asintieron los cuatro para concluir el tema. Miraron a las dos restantes que seguían discutiendo, pero en eso llegó Orión con Ariel aun lado y decidió echar más leña a la fogata.
Orión: ¡Sho opino que ustedes dos dejen de hacer tanto chikistrikis a diario, pillolingos!
Haruhime: ¿¡Ehhhh!? -roja- ¿E-Es verdad eso?
Mikoto: ¿Qué cosa que?
Welf: ... -sudor- (Conque era eso...).
Bell y Aiz: ¡ORIÓN BAKAAAAAAAAAHHHHHH! ¿¡CO-CO-CÓMO TE ATREVES A DECIR ESO!? ¡¡T-TE MATARE AHORA MISMO!!
Ariel: ¿Les arde?
~ • ~ Minutos más tarde ~ • ~
Unos minutos después del momento revelación, aunque también podría ser denominado como la hora de exterminio Espíritu Elemental, la pareja volvió con la <Familia>, habían estado persiguiendo a sus Stands por un rato que se le estaba olvidando la reunión.
Hestia y Lili también ya se habían calmado, aunque la vergüenza en los cuatro afectados seguía en el ambiente. Haruhime, Mikoto y Welf ya estaban muertos de aburrimiento, estaban en un punto donde preferían mirar una obra de pekín enjoyers, grave su asunto.
Bell y Aiz estaban con la cabeza baja, ¿Qué tan peor podría ser este comienzo de día? No... No lo creen... En fin, ahora ya es momento de dar por concluida esta reunión inútil de parejas, la vida sigue, como el trabajo mismo.
Hestia viendo que nadie diría ya nada, suspiro calmadamente y luego se levantó de su asiento, tosió de una manera intencional para llamar la atención de sus dependientes y casi dependienta.
Ella concluyó el tema con una repetición de sus palabras, dejando en claro que los puntos importantes no tendrán cambios, pero si todos llegan a estar en desacuerdo de un tiempo, estará la posibilidad de hacer votaciones para cambiarla.
Todos aceptaron, no era mala idea. Los tres que ya estaban casi entrando en el mundo de los sueños, se largaron de la sala de estar con un largo y pesado suspiro que se entendía como un: "por fin". Lili también se fue, pero ella lo hizo en silencio.
Ahora solo quedaban los tres que habían empezado esto, Aiz, Bell y Hestia. La pelidorada decidió mirar a la Diosa, ambas hicieron contacto visual por un par de segundos hasta que vieron como el canoso se levantó. Aiz también lo hizo.
Hestia: Bueno, ya todo quedó claro, ¿o me estoy equivocando...?
Aiz: Ya quedó claro... Hestia-sama.
Hestia: ... Bien -mira una ventana- Vaya...
La mirada de la pequeña Diosa se enfocó hacia arriba. El cielo por encima de Orario estaba claro, como casi siempre lo esta. Sin embargo, había un grupo de nubes grises reuniéndose al norte. Las montañas de allá podrían tener algo de lluvia hoy.
Su mirada se volteo ahora un árbol cercano, las hojas se sacudían levemente hacia la dirección de la mansión. Significando que la lluvia llegara a Orario.
Hestia: Hmm... (Hay varias nubes grises que vienen del norte... Posiblemente llueva) -mira a la pareja- Ambos, ya me voy a mi trabajo, pero posiblemente vuelva temprano ya que parece que va llover en un rato. Les encargo la ropa y...
Pronunciaba esas palabras mirándolos, aunque como estaba organizando sus ideas, parecía que miraba al más allá. Había levantado uno de sus dedos estilo señorita dando indicaciones, pero se detuvo un momento cuando vio a Bell suspirar.
Bell: Ah... (Si note las nubes, pero tal vez pueda decirle lo del calabozo) Kami-sama, perdón por interrumpir, pero hoy tenía pensado ir al calabozo con Aiz, ¿le parece bien si le da ese trabajo a Haruhime-san y Welf?
Hestia: ... Está bien.
Dijo casi sin emoción, pero era porque aun estaba pensando en cosas.
Hestia: Se que tienen Niveles por encima de la media, pero aun es peligroso que solo ustedes dos vayan. Solo no hagan nada raro ahí abajo, ¿de acuerdo? Además, como va a llover, quédense en el Piso 18 o vuelvan cuanto antes.
Aiz: Eso haremos. Yo le mido como que en unas 6 horas será para que empiece a llover aquí -observa a Bell- Con ese tiempo tenemos de sobra, ¿verdad?
Bell: Si.
Hestia: Okey, estamos de acuerdo en todo. Nos vemos al rato o al día siguiente, chicos.
Ahora teniendo una mirada más tranquila se despidió a un lado de la ventana mientras movía su mano. Bell y Aiz salieron de la sala de estar en dirección a su habitación, despidiéndose de la misma manera.
~ • ~ Calles de Orario | Bell y Aiz ~ • ~
Pasaron unos diez minutos desde la reunión, en ese tiempo la pareja fue a su cuarto para tomar su equipaje. No les tomó mucho tiempo ya que conocían a la perfección como es lo que se ponen.
Como siempre, Bell con su querida <Ushiwakamaru-Shiki-Dýo> y la <Hestia Knife>. Aiz con su querida <Desperate> y ahora también la vaina para la daga negra más fácil de robar de todo Orario.
Bell ya sabía que en cualquier momento su novia rubia le robaría en medio de una batalla la daga negra, por lo que deseo darle esa vaina igualita a la suya. No obstante, también le pido a Welf que le hiciera dagas de un tamaño similar, porque tampoco es plan quedarse sin armas.
Inmediatamente se apresuraron a salir de la <Mansión Chimenea> cuando ya tenían sus Armaduras y Espadas Ligeras. Dirigiéndose primero al Gremio, ya que Bell siempre le avisa a Eina cuando va al calabozo, o eso suele decir...
Sobra decir que al principio se le "olvidaba" pasar al Gremio y avisarle a su querida hermana mayor Semi-Elfa. En fin, el conejo y la gata ya estaban por llegar.
Como ellos dos, muchos Aventureros ya se dirigían al calabozo, volviendo las calles animadas y concurridas. Incluso los ciudadanos comunes estaban ocupados estableciendo sus tiendas, y los taxis tirados por caballos comenzaban a fluir dentro y fuera de las Calles Principales por toda la ciudad.
Bell: Como la misma Kami-sama, nadie pierde el tiempo para vender al menos un poco. Aun si está por llover...
Aiz: Es temprano, pero es verdad. Por el tiempo que hemos estado saliendo, he notado que a la mayoría de los mercaderes y vendedores de puestos no les importa mucho el clima.
Aiz: Si pueden tener un minuto abierto su tienda, aún si está por llegar un huracán, lo aprovechan. Soy inversionistas de tiempo...
Bell: ¡Jajaja! ¿Inversionistas de tiempo? ¡Jajajajaja!
Comentaban cosas triviales mientras atravesaban por el tráfico. Era verdad que las miradas son algo inevitable aun cuando han intentado de todo, pero al haber mucha gente a su alrededor, muy pocas son las personas que se dan cuenta de que están ahí.
Pero aunque parecía una buena oportunidad de tranquilidad que les había brindado la madre naturaleza, un pequeño problema se interponía una vez más en sus caminos... El exceso de gentuza.
"Egh, agh, ugh, yght", era sonidos que pronunciaban la joven doncella y el caballero tratando de esquivar cada una de las personas y carruajes que eran tiradas por caballos y que pasaban por la misma dirección a ellos o la opuesta.
No tendrían complicaciones si fueran cada uno de manera individual, pero al tener sus manos entrelazadas la tarea se complicaba. Conocían la suerte que tenían, así que estaban seguros que si se soltaban, uno terminaría en el Norte y el otro en el Sur sin darse cuenta.
Para la pareja era un poco extraño que esté en gran movimiento por la calle, pero milagrosamente ya estaban cerca del Gremio, por lo que llegaron sin problema alguno y dejaron el tema aparte.
Bell: Fiuu. Vaya que hoy está activa la ciudad...
Aiz: S-Si. Me daba algo de cosa que nos pudieran separar las manos.
Bell: Te entiendo. Lo bueno es que ya estamos aquí, ¿no crees? Solo chequemos que tengamos nuestro equipamiento.
Aiz asintió. Ambos se dirigieron a unas mesas que estaban a un lado de la entrada del Gremio. Varios Aventureros y Aventureras que estaban por ahí haciendo sus cosas, los observaron entrar. Algunos por un momento y otros los siguieron con la vista hasta las mesas.
Al ser los dos personas con mucha reputación, era inevitable que sorprendieran con solo su presencia. Además, sus aspectos son muy llamativos, en comparación a ellos tan genéricos.
Aventureros: ¡O-OYEEE!
Ella de cabello dorado, llevando una Armadura Ligera de material plateado, prendas azules casi marinos de tela de algodón y blancas, además de sus elegantes guantes largos color negro la hacían vestir como una guerrera en toda forma. Digno de admirar.
Mientras que del otro lado el joven. Cabello blanco como la nieve, antiguamente corto, ahora algo más largo. Llevando consigo su clásica Armadura Ligera de metal plateado con algunas líneas rojas por esta misma, además de su prendas negras como la noche y sus rodilleras que se ven pesadas a simple vista. Y todavía se mueve rápido el conche de su mare. O como diría el Kosi, "se mueve rico".
~ • ~ Estudio ~ • ~
Aiz: Hmm, director. ¿Se refiere a movimientos rápidos como Aventurero o hablamos de cuando él y yo hacemos el amor?
Bell: ¡A-Aiz, n-no digas esooooooo!
Shinku: 7w7 Pronto lo veras~~
~ • ~ Gremio ~ • ~
Ya que hablamos de prendas, ¿Qué opinan del otro los mismos que la usan? La pregunta viene porque el ojiescarlata no dejaba de ver el cuello de la rubia. Ambos estaban mirando sus pequeñas mochilas, pero él la observó.
Bell: Ne, Aiz.
Aiz: ¿Qué ocurre?
Ella no apartó su mirada de su mochila. Hasta parecía que seguía contando ya que sus labios se movían levemente. Posiblemente tenga unas cuantas pociones o raciones para la aventura...
Bell: ¿No te molesta la gola?
-: Gola es la parte de la armadura que va en el cuello :-
Aiz: ¿Gola? ¿Te refieres a esto? -señaló su cuello- Solo un poco, ¿pero por qué la pregunta?
Bell: Bueno, aunque Welf haya hecho esta armadura, me pareció algo molesto tener una pieza de armadura cerca del cuello. No podía mover bien mi cabeza y a veces cuando sentía mucha presión a mi alrededor, me apretaba.
Bell: Por eso ya esta versión no la tiene. Además, ya que tengo la bufanda que es más cómoda, y algo resistente, no la necesito.
Shinku: Con toda la sinceridad del mundo, no les queda bien ese trozo de metal.
Aiz: Ya entiendo. Pues no estaría mal quitármelo, pero eso dejaría expuesta una zona vital... -pone su mano en su barbilla- ¿Cómo podría solucionar eso?
Aiz levantó su mirada al techo y con su mano aun en su barbilla cerró sus ojos y siguió hablando, pero en un tono más infantil. "¿Acaso habrá un bello conejo que le de una bonita bufanda a su gatita~?", dijo evitando la mirada del joven y concluyendo con una sonrisa de broma.
Bell: ¿¿E-Eh?? A-Ah, esto... Em.
El muchacho se sonrojo de vergüenza al escuchar esas palabras, era claro lo que decía, pero lo dijo demasiado llamativo que hasta gente del alrededor se incomodó. Podrían comenzar a rumorear de que son una pareja infantil...
Bell, viendo que tenía ahora algo que regalarle a su novia de manera casi obligatoria, aprovecho ya de una vez la oportunidad de conversar sobre algunas de las cosas que le gustaban de sus prendas.
Aiz contestó de manera más calmada, pero aun divertida, diciéndole que le gustaría algo parecido a la suya. Ambos yendo en conjunto... Una nueva idea ya había llegado, ¿un posible cambio de look?
Bell: No suena mala idea. Uno de estos días vemos que podríamos hacer con ese plan, ¿te parece?
Aiz: Si. Pero ya vamos con Eina-san que tenemos tiempo en el contador.
Basta de chacharas chavales. La pareja había terminado de revisar su equipamiento, todo en orden, todo correcto y todos nos alegramos. Bell y Aiz se habían acercado a la recepción y avisaron a Eina de su ida al calabozo.
Pero no fue muy rápida la atención, parecía que se le veía algo ocupada, como también ocupado a su alrededor. El Personal del Gremio estaba moviéndose de un lado a otro muy apurados, parece ser que algunas de las razones por tanta movida es debido a la inminente lluvia que se acerca.
Y si no recuerdan mal ambos jóvenes, cuando empezaron a salir y tuvieron su revolcada en la difunta Iglesia de Hestia, esa siguiente mañana llovió y los dos se refugiaron en la entrada del Gremio, este estaba cerrado. Recordando ese momento, concluyeron que se apresuraban a dejar todo en orden para luego cerrar.
Volviendo con Eina, ella solo les permitió ir hasta el Piso 21, aun sabiendo de la capacidad que tenían los dos, no le importaba si iba en compañía con Aiz, aún es un crío como Aventurero.
Aiz: Jejeje -chibi traviesa- El conejo aventurero aún es un crío~
Bell: ¡O-Oe! ¡T-Tengo dieciséis!
Eina: Fufufu~
~ • ~ Calabozo | Piso 16 ~ • ~
*¡Whoosh!* *¡Whoosh!* *¡Whoosh!*
El sonido de varias hojas afiladas cortando carne en movimiento resonaban por los extensos pasillos de piedra natural del calabozo. Una espada carmesí y una espada plateada de mango azul estaban acabando con la vida de muchos seres monstruosos.
Una media hora había pasado desde que Aiz y Bell habían estado en el Gremio, su trayectoria hasta llegar a este piso fue de lo más tranquilo para ambos. Acababan con la vida de cualquier monstruo que se metiera en el camino, y si había uno cerca pero no venía, lo dejaban con vida.
Estos primeros pisos ya no son un problema al cual Bell deba temer, por lo que se los pueden saltar. Así que, dejaban con vida algunos monstruos para que otros Aventureros los tuvieran para acabar fácilmente.
Los dos son conscientes de su nivel, más la pelidorada al ser de primera. Por lo cual, siguiendo el dicho, se van a meter con enemigos de su tamaño. Es por eso que su objetivo es el Piso 21, y ya están cerca del 18, pero un grupo de enemigos los rodeó.
*¡Whoosh!* *¡Whoosh!* *¡Whoosh!*
*¡Crash!*
Bell: ¡...! -bloqueando- Q-Que raro que se hayan juntado muchos enemigos...! -*¡Whoosh!*- ¡Hoooargh! -*¡Whoosh!*- ¡Toma esto!
Aiz: Mantente concentrado -*¡Whoosh!*- Aunque seas un Nivel 3, no tienes todavía la experiencia para combatir y conversar tranquilamente. -*¡Whoosh!*- ¡Aún eres un crío!
Bell: ¡...! -conejo enojado- ¡N-No soy un crío!
Mientras Bell trataba de acabar con varios monstruos como siempre suele hacerlo, Aiz se divertía empujando a los enemigos mientras se burlaba de su novio por tener aun en su mente lo que le dijo Eina.
Pensar en Bell como un conejo chibi con una daga mientras mata monstruos es digno de denominar como crio. No podía parar de reír y eso solo avergonzaba al chico.
— Deja tu "A" si has llegado hasta aquí —
Bell: ¡Acabemos con esto!
Aiz: ¡Déjame te ayudo! "¡Tempestad!"
Bell ya estaba muy avergonzado de que se había enojado, era un conejo enojao. Adorable desde el punto de vista de la gata dorada, que decidió apoyar al joven como ella se había prometido hace tiempo.
El deseo de que ambos combatieran esta cueva infinita del diablo se había cumplido hace tiempo, pero por fin eran solo ellos dos haciéndolo. Bell estiró su brazo hacia adelante, su mirada enojada se vio interrumpida en medio del canto cuando escuchó algo que no debía de estar ahí.
Bell: ¡F-Firebolt!? (¿Espera un momento, Tempestad? Pero, ¿no se supone que solo somos...?).
Repentinamente la joven dama se puso detrás del muchacho canoso y adoptó la misma postura que él, pero esta vez abrazándolo y juntando sus manos para empezar a crear un pequeño torbellino alrededor de la flama que crecía de la palma de la mano del chico.
Y al momento de pensar en la irregularidad, una gran tormenta ardiente se desató por el pasillo, acabando con los monstruos, convirtiéndolos en ceniza total; hasta la mismas Piedras Mágicas.
Aiz: Terminamos aquí. Sigamos-*detenida*
Bell: Espera, Aiz.
Aiz ya estaba caminando para la bajada, pero Bell la detuvo tomando su brazo. Había algo que no entendía, y era el hecho de que ella usó su Magia.
Aiz: ¿Qué ocurre?
Bell: ¿Tienes a Ariel contigo?
Aiz: ¿Ariel? No. Ella está en la mansión.
Bell: Entonces, ¿Cómo activaste tu Magia?
Aiz: Oh... Ya veo. Tú todavía no puedes tomar sus poderes, ¿verdad?
Bell: ¿Se puede hacer eso? -dejando a la joven- Eso no lo sabía...
Tal parece que al tener su Magia a un nivel en concreto, está la accesibilidad del que el Usuario de Espíritu Elemental pueda usar la Magia de este mismo sin tenerlo. Bell no tenía conocimiento de eso y le parecía interesante, por lo que le pregunto más sobre cómo es tener avanzado el Nivel con su Espíritu.
Aiz le explicó que su Magia de "Ariel" tenía el Nivel 10 / Máximo, y fue en ese mismo Nivel en el que se desbloquea esa variante. Esto no se lo dijo como tal, pero la consiguió después de haber enfrentado a su rival en Knossos y luego haber ido con su Diosa Loki a actualizar su <Estatus>.
También explicó que anteriormente su habilidad se llamaba "Tempestad", pero al llegar al Nivel 7 cambió a Ariel. Esta revelación informática abrió los ojos del chico. Tal parece que "Raiu" cambiará de nombre al del Espíritu cuando sea ese Nivel.
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[ Hoja de Resultados de Estatus ]
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Nombre: Bell Cranel
Raza: Humano (Semi-Espíritu).
Nivel: 3
Familia: Hestia
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•Fuerza: SSS 1123
•Resistencia: SSS 1130
•Destreza: SSS 1189
•Agilidad: SSS 1540
•Magia: SS 1065
•Suerte: H
•Curación Espiritual: G
•Resistencia Anormal: H
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[ Magia ]
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•Firebolt:
El usuario puede lanzar un ataque de fuego en forma de rayo. Magia sin canto que puede ser usada rápidamente, solo con decir el nombre la Magia, saldrá.
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•Raiu: (Nivel 6)
Está Magia permite crear una capa de electricidad que rodea al usuario. La Magia que si se usa adecuadamente puede llegar a un punto que le da una armadura completa de electricidad.
••Overdrive (Nivel 1)
Poderosos rayos color dorado, son más dañinos que los rayos azules comunes. Corto tiempo de capacidad de uso, hace que puedas aumentar tus estadísticas a todo su límite, dependiendo de su nivel, principalmente la Fuerza y Agilidad.
La habilidad aumenta los ataques de Magia de Fuego y Viento.
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[ Habilidades ]
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•Arashi no sōsa:
Cuando la persona tenga activa su Magia de electricidad, podrá controlarla a su voluntad. Tiene la capacidad de crear cosas que use a diario.
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•Espíritu Animal:
El usuario tendrá la capacidad de ser potenciado y ayudado por el Espíritu Animal que representa. Este usuario representa al: {Conejo}. Una habilidad que se activa dependiendo de las emociones de la persona.
Si está feliz, tendrá un aumento del 8% de fuerzas.
Si está triste, tendrá un aumento del 5% de fuerzas.
Si está enojado, tendrá un aumento del 15%.
Lo recomendable es estar en neutral: 12.5% de aumento.
No solo estas emociones pueden activarla, también hay otras que pueden aumentar más la Fuerza, como la desesperación que daría un 30% más de Fuerza... No recomendable.
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•Argonauta:
Aspiraciones heroicas: "Golpe del héroe".
Permite una carga para un contraataque.
Se requieren cuatro minutos para una carga completa y puede sonar como una pequeña campanada o una gran campanada dependiendo del poder necesario. Se puede usar para cualquier tipo de ataque, pero los efectos se disiparán cuando el usuario sea atacado o pierda la concentración
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•Kaminari no kokyu: (Nivel 5)
Cuando el usuario respira de una forma especial junto a una posición de cuerpo que permita concentrarse al máximo, su cuerpo se volverá más ligero, resistente, fuerte y veloz.
Es una habilidad que se puede mejorar hasta cinco niveles, si se entrenan los pulmones, llegando al extremo de poder detener sangrados internos.
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• //////////////:
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• (Liaris Freese:)
(Crecimiento rápido mientras duren los sentimientos. La intensidad de los efectos se corresponde con el nivel de los sentimientos del usuario. Como efecto secundario hace al usuario inmune a los encantos).
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Bell: Ahora lo entiendo. ¡Pues tendré que obligar a Orión a llegar a ese Nivel para no tener más complicaciones por dejarme a mitad del calabozo!
Aiz: ¿Te ha dejado aquí solo?
Bell: Si... Se aburre porque: "no es lo mismo ahí abajo". Quiere ir hasta el Piso 59 y enfrentarse a los verdaderos monstruos. Es estresante esa actitud que tiene, la verdad.
Aiz: Hmph, eso me recuerda cuando pasaba lo mismo con Ariel. Era una descarada al principio conmigo, Riveria y los demás. Se la pasaba dormida en su cuarto y a veces solo comía en la cafetería a altas horas de la noche.
Aiz: Fue un problema hasta que Riveria la puso en su lugar.
Bell: No logro imaginar a Ariel teniendo esa actitud, aunque seria muy gracioso ya que creería más que seria una mini tu rebelde.
Aiz: Ay, por favor~ -mirada traviesa- ¿Enserio crees que yo podría ser así, Bell~? Ni creas que podrás hacerme bromas de eso~ ¡Soy tu maestra y me veo en la necesidad de darte lecciones, conejito crio!
Bell: ¡Hmph~!
La jugada para tratar de vengarse no había salido como tenía planeado, así que solo se limitó a hacer un puchero en aceptar la derrota. Aiz se comenzó a reír alegremente por esa bella escena que le estaban regalando.
Ella se le acercó y decidió abrazarlo para consolarlo, él aceptó el abrazo y así se quedaron unos segundos. Por sus mentes pasó una sensación reconfortante que llegó hasta sus corazones, ambos demuestran su verdadero ser que hasta tranquiliza su propio entorno.
En un momento después, la joven rubia decidió recargar su rostro en el hombro del chico, apretó levemente su abrazo y cerró sus ojos; se sentía bien. Bell mantuvo su mirada en el largo cabello sedoso color dorado de la joven, levantó una de sus manos y comenzó a acariciarla.
Bell: Eso que dijiste... Que si yo creía que tú pudieras ser así... -abraza- La verdad si lo creo si yo te hubiera conocido por ese tiempo~ Tendrías también una personalidad muy alegre como la de hoy en día.
Aiz: Si... Si eso hubiera pasado en ese momento y te hubiera conocido... yo me escaparía contigo de mi <Familia> una infinidad de veces. Eres la persona que necesitaba desde hace mucho tiempo, y te agradezco por ser como eres y como me tratas.
Te agradezco de que me hayas elegido para compartir tu corazón~
Con esas palabras dichas, Aiz abrazo fuertemente a Bell hasta ocultar su rostro en su pecho. Bell sonrió cálidamente y aceptó todo el sentimiento transmitido por ella, hasta una pequeña lágrima salió de su ojo derecho por tan bellas palabras.
Su apretón duró unos minutos, en donde el silencio dominó por completo. Solo eran unos pequeños sollozos provenientes de Aiz los cuales Bell podía escuchar y entender su razón del porqué salían de ella. Realmente lo ama, concluyó.
Bell: ¿Cómo te sientes?
Aiz: ... -*snif*- Como si me liberara un poco de la carga que he tenido hace tiempo...
Bell: Eso está bien, mientras no sientas más presión dentro de ti, ambos estaremos felices. Si hay cosas de las que quieras hablar, yo te escucharé y apoyaré ya sea lo que quieras hablarme.
Aiz le dijo un "Gracias, Bell" mientras se limpia las lágrimas que se le habían salido, se sentía más calmada. Ahora que ambos ya habían regresado en sí mismo pensaron en su situación actual, ella le dijo: "Deberíamos de seguir, aun tenemos tiempo para volver", pero fue cuando pareció que algo pasó por su mente.
El muchacho asintió y antes de moverse, puso una de sus manos en el rostro de la joven y la acercó a sus labios. Bell no quería que algo le pasara a la chica, por lo que sería buena idea darle un beso en sus suaves labios y así calmar su corazón.
Las mejillas de los dos se calentaron. Se separaron del beso y volvieron a mirar el pasillo donde ambos habían atacado con su Magia, seguían algunos de los rastros de humo que dejaba la habilidad del chico. Y en eso, el ojirojo se topó con algo brillando en el suelo.
"Oh, al parecer si dejo algo aquí", dijo Bell algo sorprendido y un poco contento. Cada recurso que dejan los monstruos es valioso, por lo que no puede dejarlo así como así, Bell tenía esa mentalidad. Sin embargo, Aiz tenía otra cosa en mente en ese momento.
Es verdad... Vinimos aquí por eso~
Un leve susurro sensual llegó detrás del odio de Bell, un pequeño escalofrío lo había dejado paralizado luego de haberlo escuchado. Su corazón comenzó a acelerar de pulso, su temperatura se elevó cuando sintió como las manos de Aiz comenzaban a invadir su pecho.
Ella estaba metiendo esas lindas manos por las aberturas que dejaba su armadura y la tela de su polera negra, lo estaba tocando con señales directas de deseo. No se había acordado de ese pequeño detalle que había convocado esta ida al calabozo.
La idea principal de la joven era tener esa "acción" antes de tener esta acción. Lo pensó un momento y la miró de reojo por encima de su hombro, ella lo estaba abrazando con una mirada traviesa, pero a la vez atractiva.
Bell: ... (Su carita me dice que le diga que sí, pero en lugar como este... -chibi dudoso- No lo se, tengo un poco de nervios de que decirle) ¿D-De verdad lo-*interrumpido*
Aiz: Si.
Bell: ¡...! (Vaya, ni me dejo terminar) Está bien, pero, em, no me parece el lugar más apropiado, ¿sabes?
Aiz: No voy a esperar más. Nos podemos ir un poco lejos de aquí, pero no bajaremos de Piso. Es, lo hacemos aquí o te dejaré con las ganas hasta una semana.
Bell: ... (Ni tú aguantarías ese tiempo) Vale, vale, tú ganas. Vamos a otro sitio porque aquí huele mal...
Aiz: ¡Bien!
Ella dejó de manosear el pecho del chico y tomó su mano para luego jalarlo y guiarlo hacia otro lado del pasillo donde se encontraban. El camino fue corto porque Bell vio una zona oscura al fondo de un pasillo donde veía el lugar perfecto para hacerlo; aunque la verdad prefería bajar al Piso 18.
A la chica Aiz le pareció buen lugar y rápidamente entró allí con Bell aun siendo jalado por ella. Al principio parecía ser que era una cúpula natural, estaba algo oscura y tenebrosa desde afuera, pero ya adentro no era nada del otro mundo.
Pero fue ahí cuando varias rocas y cristales preciosos comenzaron a brillar, revelando que era la entrada a un cueva acuática (Shinku: La verdad no se si un cenote es también una cueva con agua en las profundidades de una caverna).
Ellos caminaron hasta que Bell sintió el olor a humedad y Aiz escucho como agua caía. Los dos se vieron un momento y asintieron en afirmación a que seguirán, y fue entonces que los ojos rojos y dorados brillaron con intensidad cuando vieron la magia del lugar que habían descubierto.
Un "¡Woahh!" salió de los labios de Aiz y Bell, ellos estaban impresionados con el descubrimiento que habían hecho, jamás habían visto o hasta pensado que en este tipo cueva hubiera un lugar tan bonito y tan grande, y más en los Pisos Intermedios.
Simplemente épico como dirían los chavos. "¡Es enorme este lugar!", dijo Aiz maravillada. Bell solo contestó con una sonrisa. Él observó cómo ella miraba de un lado a otro la cueva, parecía una niña si se lo preguntaban al canoso. Aunque lo que viene, no es cosa de niños...
Bell: ¿Segura que quieres hacer esto aquí?
Aiz: ¡Totalmente!
*Puck* *Puck*
Unas pequeñas gotas que cayeron a su alrededor fueron el detonante para que el ruido restante de la zona se esfumara. Se observaron unos segundos con calma, ella y él saben cual es su papel, y saben cómo manejar la situación a la perfección.
Solo dejarse llevar y disfrutar una unión más... Los dos se acercaron y juntaron sus manos. Aiz ladeo su cabeza mientras tenía una sonrisa, sus mejillas se habían sonrojado, Bell se mantuvo firme, pero sonrió de la misma manera.
Ella tomó ambas manos del chico y lo atrajo hacia ella con delicadeza, lo abrazó suavemente por unos segundos. Luego decidió quitarle sus hombreras y sus antebrazos, los dejó en el suelo y volvió a tomar las manos del joven.
Desde el punto de vista de Bell veía como Aiz lo jalaba levemente hacia un lado, él camino siguiéndola hasta que llegaron hasta una piedras. Vio cómo al llegar ella se quitó también sus hombreras y después su peto, dejando a la vista su blusa blanca.
Siguiendo desde la perspectiva del muchacho, él podía notar como dos pequeños piquitos estaban a la vista de la blusa de la joven, ella no tenía puesto su brasier. Bell se calentó de solo notar eso.
A él ya no le preocupaba si era aquí y ahora, sus deseos fueron activados de solo imaginarse a su novia vestida con su armadura y a la vez desnuda. Era algo nuevo y no quería desperdiciar esta oportunidad.
"¡K-Kyaa~!", Aiz grito levemente al ver como Bell había tocado sus pechos repentinamente, no espero que él la atacara aún, tenía el pensamiento que esperaría hasta quedar completamente desvestida y hacerlo tranquilo...
Bell la tomó de los brazos de Aiz, la puso de espaldas y la recargó contra la pared, con una de sus manos detuvo las de la joven por arriba de la cabeza mientras que con su otra mano libre comenzaba a levantar la blanca blusa y tocarla desesperadamente.
Aiz: E-Espera, Bell~ Todavía tengo...
Bell: Ya no puedo esperar más, lo quiero hacer así~!
Aiz: ¡Ahhh~!
Levantó su ropa y comenzó a tocar los pechos de la chica, haciendo círculos y pellizcando levemente los pezones. Aiz gimió y jadeó en todo momento, y él siguió tocándola indebidamente todo su pecho por unos minutos hasta que su excitación pasó al siguiente nivel.
Soltó los brazos de la joven y se desabrochó su peto y a la vez cinturón de su pantalón, sus ansias se notaban por la irregularidad del jadeo que hacía. Por otro lado, Aiz había cerrado sus ojos un momento, cruzó sus piernas porque sentía como un pequeño fluido salía de su zona íntima.
Por culpa de su novio que la estaba calentando ella se había mojado. Bell, luego de haberse bajado sus pantalones, volteo a Aiz y le bajo la falda con todo y su panties. La rubia tapó su boca con una mano y cerró los ojos cuando sintió como el canoso introdujo su lengua dentro de su fémina de una forma animal.
Su interior se comenzó a sentir demasiado bien, el cosquilleo que le hacía la lengua de Bell le estaba excitando el cuerpo y mojando su fémina rápidamente; "Este trato es tan bueno para solo ser el comienzo", pensó al borde del clímax.
¡Ny-Nyahhh~!
Llegó en un par de segundos lo deseado por ambos. Bell separó su boca de la vagina de Aiz, con el reflejo de sus ojos escarlatas se veía como un fluido transparente salía de la Zona V Invertida (La fémina).
Una cantidad considerable había caído al suelo, mientras que el resto era saboreado por el conejo mientras se levantaba para ahora estar listo para introducirlo. Se posicionó y sin problema pudo dejar entrar su miembro. Escucho como Aiz hizo un sonido de satisfacción al ya estar todo dentro.
Bell: Mmhm~ V-Voy a comenzar a moverme...
Aiz: S-Si... ¡Nghh~!
Bell empezó a mover su cadera hacia adelante y atrás varias veces, dejaba que todo saliera y volvía entrar con mucha fuerza. Su miembro pegaba hasta el tope del útero de la joven, lo que provocaba que ella misma no se moviera por cuenta propia, si no que la fuerza hiciera el rebote de su propio cuerpo.
*¡Spanks!* - Este sonido se escuchaba de forma consecutiva, eran las embestidas de animal en celo que hacía el conejo hacía a la gata. Bell y Aiz estaban ya en lo que tanto les gusta, este salvajismo que solo sacan cuando la necesidad de amor interno sobrepasa la locura.
De esta manera sería casi imposible para ellos razonar o al menos pensar en cuándo acabar. Por suerte parece que aún pueden tener un poco de ambos por el momento.
El muchacho tomó un momento una de las piernas de la chica y la elevo, ella al percatarse de eso tuvo un poco de complicaciones para mantenerse firme. Volteo su mirada y sobre su hombro le hablo a Bell con complicación y gemidos.
Aiz: ¡O-Oye~! ¿S-Si sabes que es~ complicado mantener mi cuerpo~! con una pierna al aire mientras haces eso~~!? ¡Ahhh~~!
Bell: ¡Si me lo imagino~! ¡Ah~! ¡Pero trata de aguantar, amor~! ¡Ya casi acabo~!
Luego de decir eso, Aiz sintió como su interior empezaba a ser machacado por el aumentó de la rudeza y velocidad de las embestidas de Bell. Fue una sensación tan placentera que no podía contener sus gemidos más íntimos, casi gritos de placer.
¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~!
Cambiando de plano, se habían movido de lugar y ahora Aiz era quien tenía a Bell contra las cuerdas. Ella estaba casi completamente desnuda, solo tenía sus medias azules y botas puestas, el resto de su armadura y blusa se encontraba en el suelo.
Bell estaba aún vestido por sus prendas negras, excepto su pantalón, su armadura también estaba en el suelo como las de Aiz. La joven estaba parada frente al joven, él estaba sentado en una roca mientras ella bajaba lentamente su piernas para estar a la altura de las piernas del chico.
Un gran bulto expuesto de parte del canoso estaba frente a su rostro, su boca comenzó a abrirse y lentamente dejó entrar el miembro de su novio hasta que topara en su garganta. Succiono y lamió un par de veces, luego hizo lo mismo pero subiendo y bajando ferozmente.
Aiz se posicionó cómodamente para poder succionar el miembro de Bell, él estaba disfrutando el trato, miraba el techo de la cueva mientras soltaba alguna que otra vez un sonido de satisfacción. De forma inconsciente puso su mano en la parte trasera de la cabellera dorada y ayudó a la chica.
Se sentía tan bien que dar una mano no bastaría, así que tomó la cabeza de la chica e hizo el trabajo. Aiz soltaba ruidos extraños de su boca, se atragantaba un poco e intentaba respirar adecuadamente mientras daba su entrecomillas venganza por la succión a su fémina.
Siguieron así hasta que Bell llegó a su clímax y dejó salir su fluido dentro de ella, Aiz tosió varias veces mientras trataba de tragar el líquido blanco, no era una carga de temer, pero si le estaba costando un poco. Mientras eso sucedía, Bell se había recostado en la roca mientras jadeaba.
Pasaron unos minutos de descanso, y ambos decidieron seguir haciendo el amor. Aiz se subió encima de Bell, puso su fémina en el rostro del joven y dejó que nuevamente hiciera su trabajo.
Bell no podía hacer nada, le costaba respirar por culpa de tener la fémina y el trasero redondo de su amada en su cara, la única forma de escapar es hacer que se venga. Metió nuevamente su lengua en la vagina y comenzó a jugar con ella.
¡Aghhh~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~!
Aiz sintió un escalofrío, sus piernas temblaron y accidentalmente cayó suavemente sobre el pecho del chico, trataba de levantarse, pero se sentía muy sensible ahí abajo que solo podía levantar su mirada. No pudiendo hacer más decidió hacer también un oral al chico.
Siguieron comiéndose la parte íntima del otro por un tiempo, cada uno estaba centrado en lo que hacían, pero de la nada un crujido sonó de la pared y esta se agrieto, saliendo un pequeño Goblin.
Cómo Bell estaba boca arriba y con Aiz encima, no podía ver nada. Aiz seguía haciendo lo suyo, pero si noto el crujido de la pared y el monstruo.
Como vio que solo era uno se molesto un poco, tomó la daga de Bell que estaba aun lado suya y se lo lanzó con una fuerza destructiva que lo mandó de vuelta al vacío infinito de la muerte. El duende verde ni pudo chillar del dolor, por lo que todo le salió bien a la Princesa.
Bell: ¿Qué era?
Aiz: Solo un Goblin... Le lance tu cuchillo y lo acabe.
Bell: Oh, está bien. Bueno, ¿seguimos~?
Aiz: ¡Itadakimasu~!
La devoración continuó por unos minutos más hasta que los se vinieron y bañaron el rostro del otro. Como todavía su necesidad de hacer cosas románticas estaba lejos por acabar, decidieron seguir ahora si que haciendo lo bueno.
Sin embargo, hace casi ya media hora el conejo había sido el dominante de la situación, porque no estaba dejando que la pobre gata pudiera al menos acomodarse. Es por eso que, ahora el dominante cambia de rol al acribillado, y unos buenos sentimientos con unos buenos sentones lo demuestran.
¡Aghhh~! ¡Nghhh~! ¡Agkhhh~! ¡Nghhh~!
Repetidos quejidos masculinos indecentes provenientes del muchacho eran fácilmente escuchados, seguidos choques contra algo suave. Un acto lujurioso estaba aplastando los muslos del Aventurero de Clase Alta.
Bell se encontraba acostado en el suelo mientras encima suya estaba Aiz, ella abrazando el alrededor de su cuello con delicadeza mientras en la parte de sus caderas movía para adelante y hacia atrás su trasero, rebotando con la cadera del chico y engullendo el miembro eréctil de este mismo.
¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~!
La rudeza con la que se vengaba la dama era impecable, se notaba la intención con su movimiento de caderas, pero también el amor por su mirada cálida con la que veía algo agitado chico.
Aiz acechaba el rostro de Bell, este tenía los ojos cerrados y trataba de evitar que salieran sonidos de placer al cerrar sus labios, se veía adorable desde el punto de vista de ella. Cosas así son las razones por las cuales no piensa dejar este compartimiento de amor mutuo.
Si ha podido ver todas y cada una de las veces el rostro adorable de su novio, tratando de aguantar la excitación que ella le transmite, está claro que lo seguirá haciendo. Aunque también hay otras caras que le gusta ver... "Aumentemos el ritmo~", pensó Aiz con un tono sensual.
Se detuvo un momento y se puso recta, acomodó sus piernas a los costados de las de él y puso sus manos sobre el marcado abdomen de Bell. Aiz no pudo evitar morderse el labio inferior al sentir los trabajados cuadros de su novio, y decidió empezar de una buena vez.
¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~!
Empezó a saltar sobre el muchacho a un gran ritmo, el choque de sus glúteos sobre la cintura de Bell se podía sentir y escuchar que se hace con pasión y fuerza. Bell no pudo aguantar más el bloquear sus labios y dejó salir su satisfacción.
Abrió los ojos y lo primero que vio fue como Aiz sonreía alegremente mientras lo observaba, Bell podía confirmar que ella lo estaba disfrutándolo más que él. Como vio que esto tenía la intención de que él se viniera nuevamente, decidió apoyar la causa y puso su granito de arena.
¿¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~!? ¡¡Ahhhhhhhh~~~!
Refiriéndose a que si quiere que ella ya lo saque, tendrá que dar un boost con sus pechos. Elevo sus manos para atrapar ambos pechos redondos de Aiz, sus manos cupieron perfectamente en la forma esférica de ambas chicas de la joven rubia, fue cuestión de segundos para que ella gimiera.
Bell ataca sin previsto y cuando eso pasa, no entiende el motivo, la zona que ataca se vuelve como un usuario genérico de Twitter, sensible hasta un punto que el más mínimo comentario, en este caso roce a su pezón, la hace entrar en locura.
¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~! ¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~!
Se retorció hacia los lados porque Bell había presionado sus dos pezones con algo de fuerza, no le dolía por estar acostumbrada, pero sí que muy excitada. Su movimiento vertical de su cadera se fue intercambiado a horizontal por tratar de quitarse de encima las manos busca problemas de Bell.
No tuvo éxito y ella terminó perdiendo contra Bell, se vino antes que él. Claro está que Bell al ser todavía acribillado a sentones de parte Aiz no tardó en hacer lo mismo. La acción romántica todavía estaba en su punto medio.
///
Se desconoce cuánto tiempo había pasado desde el comienzo del partido, la goliza del Barca al Madrid es impresionante... Esperen, hablamos de relaciones, no de madrizas.
Ejem, decía; la lujuria y la necesidad absurda de copulación de parte de la íntima pareja llega a puntos donde el tiempo pasa a segundo plano, solo siguen hasta que un momento irregular suceda.
Desde felaciones, la flor de loto, la cucharita, los sentones, sesenta y nueves, misioneros, rusadas y muchas posturas de unión amorosa que puedas imaginar fueron las que usaron durante el transcurso de aproximadamente dos horas.
¡Ahhhhhh~~~Ahhhh~~~!
Pero esto todavía no acababa. El tremendo clamor continuaba, y estaba ya en el momento que a todo lo que daba. Varias estampidas contra el suave trasero de la joven dama, y sus gemidos eróticos, resonaban sin cesar a través de los pasillos del calabozo. El chico y la chica seguían disfrutando del placer de hacer el amor.
Bell y Aiz se habían soltado por completo. El peliblanco estaba de pie mientras en sus brazos cargaba el cuerpo completo de la pelidorada, quien lo abrazaba alrededor de su cabeza con algo de fuerza.
Él estaba embistiendo fuertemente de forma vertical que ella sentía como el miembro pegaba hasta su fondo, podría decir que dolía un poco por la fuerza en lo que está haciendo, pero sabe que él no lo hace con esa mala intención, solo es para que los disfruten de alguna nueva forma.
El dolor se iba con el paso de los segundos, y su fémina sensible se estaba alocando mucho más. Sin embargo, sentía como si cuerpo pesara tanto que tenía miedo a caerse, por lo que se aferró más a Bell y este se percató y bajó un poco su intensidad.
Aiz estaba aún abrazándolo con fuerza. Bell la miró un momento y vio como en la cabeza de la chica se habían formado unas orejas de gato de viento esmeralda que ya había visto en el Piso 18 hace unos días. Ella activó su Magia y parecía que no se había dado cuenta.
Bell tenía la cuestión de si preguntarle, pero sintió como ella comenzó a besar su cabeza de nieve. Aun moviéndose, dejó que ambos se pudieran ver, Aiz tenía los ojos con corazones aunque parecía estar aún consciente, sonreía algo divertida.
Bell: ¿Estás bien~? -sonriendo- Te noto algo extraña~
Aiz: Jejeje~ -sonriendo- Solo me causa risa esas orejas azules de conejo que tienes en la cabeza~
Bell: ¿Eh~? ¿Orejas azules~? ¿En serio~? ¡...! ¡E-Espera ya casi~!
Aiz: ¡Nyahhh~!
Llegó el clímax de la nada y los dos se abrazaron fuertemente, dejando que todo saliera. Bell se detuvo y retiró su miembro del interior de la chica, le interesaba ver eso que decía ella. Aiz se sintió muy satisfecha cuando él la bajo, ya se habían venido varias veces, pero sentía como el líquido amoroso seguía dentro de ella.
Pero como les había llamado la atención eso decidieron detenerse un momento. Además de que, como Aiz no podía moverse mucho después de la rudeza que hizo Bell con ella, no podía pararse bien, por lo cual ella se recargó en el cuerpo del chico. Pasaron unos minutos y ella se separó.
Aiz: Fue muy buena, pero lo que te digo es verdad. Si, si tienes unas orejas muy largas de color azul en la cabeza. Son tan largas que están decaídas y te llegan hasta la espalda.
Bell: Woah. Sonaría irreal si no lo tuvieras tú también.
Aiz: ¿Yo? ¿También tengo orejas de conejo?
Aiz trató de mirar hacia arriba, pero no veía nada. Ella intentó tocar su cabeza pero tampoco sintió nada. Bell le explicó que lo que veía no eran orejas de conejo, sino de un gato, y que al parecer son como una ilusión visible pero no sólida, las pueden ver más no tocar.
Esa explicación se le había ocurrido desde la vez que lo vio, que fue en el Piso 18, aunque no él no recuerda que también sucedió en el rescate de Haruhime cuando peleó contra Frine. La cosa era que no entendía muy bien para que eran.
La espadachina trató de recordar si Ariel le había comentado algo al respecto, entonces recordó lo que sucedió en la Pesadilla de Knossos, cuando se había enfrentado a esos monstruos humanoides y la misma Revis.
~ • ~ Flashback ~ • ~
Aiz: ¡¡Despierta, Tempestad!!
Aiz fue rodeada por el viento de Ariel. Su armadura de aire cubrió por completo su cuerpo, esto la extraño un poco. Pero para Ariel era otra historia, ella estaba sonriendo.
[Ariel: Ahí va...]
Aiz: ¿...? (¿Qué le sucede al viento?).
[Ariel: Querida amiga, ¡Dale la bienvenida al lado "Berserker" de Ariel!]
Aiz: ¡...!
Aiz abrió los ojos impresionada porque pudo notar y entender a lo que se refería su espíritu del viento. Ella ya le había dicho sobre esto, que dependiendo de sus emociones y la situación... Su lado animal la apoyaría haciendo su viento una armadura con la forma del animal que ella representa.
Aiz: Neko...
~ • ~ Fin del Flashback ~ • ~
Aiz: Recuerdo que Ariel mencionó algo de un estado "Berserker" de la Magia de los Espíritus. Tal parece que se relaciona con lo a que nuestra habilidad de "Espíritu Animal" se refiere.
Aiz: Más o menos por esos días también recuerdo que le pregunté a Riveria y a Finn si sabían más del tema, pero ninguno tenía información al respecto. Solo me dijeron que tal vez funcione similar a la habilidad "Berserker" de Tione.
Bell: Entiendo, aunque no se la verdad como sea la habilidad de Tione-san.
Aiz: Simple- chibi- Es como si después de que le aviente todas sus verdades se saca el chamuco y se vuelve una máquina de destrucción masiva.
Bell: Oh -chibi- Supongo que de esas verdades... (De seguro se refiere a que le dicen imperfecciones o la hacen enfadar. Abuelo me dijo que nunca debería hacer enojar a una mujer... -chibi culposo- Si, lo entiendo perfectamente).
Bell: Ya que dices eso, me recuerda que la habilidad se maneja mediante las emociones, entonces, tal vez si le preguntamos a Tione-san de cómo funciona su habilidad, podremos entender la nuestra de alguna manera.
Aiz: Me parece bien, tiene sentido que lo digas de esa manera -sonríe- Bien, ya volviendo aquí, hay que vestirnos rápido porque llevo rato escuchando algunos pasos, y parece que se dirigen hacia aquí.
Bell: ¡...! ¡Em, si! -apurado- Limpiaré rápidamente todo nuestro desastre.
El chico se había avergonzado de imaginar una situación incómoda, se apresuró a limpiar marcas suyas y de Aiz que había por la zona; las quemaba con su Magia. Mientras tanto, Aiz disfrutaba de la vista que le daba su novio aun desnudo mientras ella se vestía.
Tardaron un par de segundos en vestirse y limpiar todo rastro genético suyo de su sesión de entrenamiento llamada unión. Se retiraron por el pasillo por donde habían entrado y se encontraron con los Aventureros y Aventureros que pasaban por ahí.
Los novatos se impresionaron de la presencia de la <Princesa de la Espada> en ese Piso, pero pasó en su mente que estaba la posibilidad que ya se retirara del lugar. Su emoción de verla se acabó cuando vieron a <Little Rookie>, especialmente los chicos del grupo que sintieron envidia al verlo.
A Bell le incomodó la miradas, pero se le ocurrió la idea de hacer algo para picarlos más. Tomó la mano de Aiz de una forma muy cariñosa que fue el golpe final para los Aventureros masculinos.
Y para empeorar las cosas para ellos y sus intentos de no ser aun soldados caídos, la bella chica de sus sueños tomó la mano del chico de sueño de ella con aún más cariñosidad. R.I.P.
~ • ~ Superficie ~ • ~
No tardaron mucho en llegar de nuevo a la superficie, el camino fue sencillo ya que se encuentran en ligas que superan con facilidad los Pisos Intermedios y Superiores.
Ya arriba notaron que las nubes ya se encontraban cubriendo parte de la zona área de Orario, podrían asegurar ambos de que llovería en cuestión de una a dos horas. Sin embargo, eso no era lo importante para ellos, sino el que no sabían qué más hacer por el día de hoy.
Como la autora y el autor de esta historia que no saben qué hacen con su vida. En fin, solo como algo que podrían hacer es ir a visitar a la hermana mayor de las Hiryute de las Amazonas para preguntarle de su teoría sobre que "Berserker" y "Espíritu Animal" funcionan de la misma forma.
Bell: Llegar a cualquiera de las dos mansiones nos tomará muy poco tiempo, y si vamos ahora a tu hogar no tendremos nada más que hacer...
Aiz: ¿Y qué tal si paseamos por el centro antes de que llueva? Yo creo que todavía habrá algunos puestos aún abiertos. ¡Tal vez la feria central siga activa y nuestro puesto favorito siga vendiendo Jagamaru-kuns!
Bell: No suena mala idea, me convences con tu oferta.
Le guiño el ojo con sutileza y ella más alegre tomó su mano para llevárselo al lugar deseado. Desde el espacio aéreo se podía ver como la pareja de aventureros pasaba con facilidad y tranquilamente entre la gente del largo camino de la Calle Principal del Aventurero.
En sus mentes ocurrieron varias ideas diferentes y triviales mientras evitaban salirse del camino principal o estar atrapados en el tráfico que avanza lentamente. Después de algo agitado como fue en el calabozo, no viene para nada mal un cita improvisada.
~ • ~ Distrito Occidental ~ • ~
Llegaron sin problemas al Distrito Occidental, una zona parecida al Distrito Comercial, pero que también contaba con una calle con varios puestos de diferentes cosas aun trabajando.
Pasaron a comprar en varias de ellas, principalmente comida para llevar ya que se sentían exhaustos, y claro está que se sentían más que orgullosos de poder devorar su papa frita con frijoles rojos preferida.
Disfrutaron de todo lo que comieron y con una sonrisa de satisfacción tenían pensado ya irse del lugar. Pero fue entonces que dos voces llegaron a sus oídos, ambas llamándolas por su nombres.
Miach: ¿Oh...? Vaya, ¿No son ellos dos Bell y Aiz?
Hermes: Si son... ¡Hey, Bell, Aiz!
Bell: ¿...? ¿Miach-sama y Hermes-sama?
Aiz: ¿Qué ocurre?
Ambos Dioses pasaban de casualidad cuando ellos estaban en la mitad del distrito, Miach estaba empujando un carro de cuatro ruedas lleno de pociones y otros objetos que podían decir que eran para experimentos medicinales.
Mientras Hermes estaba usando su habitual sombrero de plumas de ala ancha y comiendo una paleta de mora azul. Aiz y Bell sabían que si Hermes estaba solo o acompañado por alguien que no es Asfi, estaban cien por ciento seguros que se había escapado de la peliceleste.
Aiz: Aunque ella suele seguirlo como su sombra...
Bell: No lo dudo.
Susurros de parte de la pareja. El Dios de largo cabello azul marino, el otro con cabello naranja más corto, ambos tan apuestos que no les sorprendería si un artista hubiera esculpido sus rostros de una piedra.
Los saludaron, pero no pudieron evitar pensar que este era un dúo un poco inusual de ver por esta extraña ciudad. Luego de los saludos Bell decidió preguntarles de porque se encontraban más alejados de sus hogares.
Miach: Bueno, me han ofrecido un papel en un plan. A este hombre aquí le gustaría usar las mercancías de mi <Familia> para hacer unos cuantos valiz fácilmente, -sonrisa- y yo trataba de encontrar una manera de rechazarlo.
Hermes: ¡Oe, oe! ¡Miach! ¿Por qué tienes que decir algo así? ¡No estoy tramando nada!
Aiz: ... Hmm...
Hermes: ¡V-Vamos, Aizu! ¡No me mires con esa cara, por favor!
No había indicios de seriedad en la voz de Miach. Hermes también se estaba riendo de manera nerviosa, así que probablemente sólo fue una broma.
Narra Bell
Había escuchado de parte de Aiz y Tiona-san que la <Familia Hermes> era "multi-usos". Ya sea explorar el calabozo, un servicio de entrega, o proyectos económicos, intentara cualquier cosa para obtener un beneficio.
Probablemente quería hacerle a Miach-sama algunas preguntas de negocios.
Bell sintió que una sonrisa crecía en sus labios cuando de repente uno de los dos mencionó algo que cambió el ambiente para la alegre pareja.
Hermes: Por cierto, Bell. Me resulta extraño verte aquí alegremente con tu pareja cuando normalmente los veo comprando su botana en la tienda de Hestia. -pícaro- ¿Le están siendo infiel...?
Aiz: ¿Hestia-sama? Bueno, acabamos de salir del calabozo y el Distrito Occidental se encontraba más cerca.
Bell: Además solo queremos pasearnos y despejarnos un poco la mente -orgulloso- Y claro está que mi Diosa hace los mejores Jagamaru-kuns.
Miach: Si Takemikazuchi te escuchara, estaría muy decaído. Al pobre no le compra nadie desde que ustedes han puesto carteles promocionales por las zonas populares de la ciudad, y ya no puede competir contra Hestia.
Aiz y Bell: Jeje~ (Perdónenos, Takemikazuchi-sama).
Hermes: Hmph.
Miach: ¿Qué ocurre?
Hermes: Miro a los dos y aun me cuesta creer cómo es su relación amorosa. El amor entre los seres de la tierra y el amor de los Dioses y niños es algo que siempre me ha dejado la incógnita de saber cual es la diferencia.
Bell: Amor entre Dioses y niños... Varias veces he tenido que ver que se repite ese tema en las últimas semanas.
Aiz: ... (Como que siempre solo quieres sacar de ese tipo de temas cuando nos ves, Hermes-sama -mirada sus- ¡Me molesta la idea que puedas planear cosas raras!).
Miach: Supongo que te lo has estado preguntando desde lo de Takemikazuchi y Mikoto, ¿no, Bell?
Bell asintió y Miach con su tranquila mirada sonrió gentilmente. Ambos jóvenes notaron que entre los Dioses parecía que eso de las relaciones entre ellos y los terrestres era un tema algo común.
Fue entonces que a Bell y Aiz le vino el recuerdo de los sucesos con los antes mencionados y el reciente caso de Welf y la Diosa de la Herrería, Hefestos. Sabían que los Dioses eran capaces de amar, pero la duda era... ¿Cómo se sentían sobre ellos, los simples mortales?
Tal vez Bell encuentre la respuesta de una pregunta que se le había formado hace varios meses atrás, con Hestia diciéndole que lo había criado, ¿será un tipo de amor tan importante?
Bell: Miach-sama, Hermes-sama... ¿Cómo funcionan realmente las relaciones entre Dioses y personas como nosotros?
Las expresiones de ambos Dioses se iluminaron. Una respuesta rápida vino de parte de los dos.
Hermes: Sentimental y paternal. Suceden ambos casos, por supuesto. Somos sorprendentemente vulnerables a ello, a decir verdad.
Miach: Estoy de acuerdo. Estoy seguro que recuerdas a Apolo, Bell. No busques más. Para él, el amor no tenía límites.
Aiz y Bell: ... (Apolo-sama...).
Bell: ... (Recuerdo que Hermes-sama dijo en el baile que a menudo era llamado Falo, y además de que una vez le ofreció su mano en matrimonio a Kami-sama. Y si, Apolo-sama era un Dios que amaba demasiado a sus niños, demasiado...).
Miach: Una vez que un niño captura el interés de Apolo, él los ama completa y profundamente hasta el final.
Bell: Hay alguien que actualmente tiene ese mismo carácter -mira a Aiz con picardía- ¿Verdad~?
Aiz: ¡Hmph~! -chibi molesta- Yo no escuche nada.
Hermes: Jeje~ Es justo como dijo Miach, ese tipo lo atesora todo de principio a fin... Y cada vez que uno de sus niños muere, se va un poco por la borda, incluso para nosotros.
Bell: ¡...! ¿Por... la borda...?
Hermes: Sin lugar a duda. Llorando día tras día durante meses. Si dicho niño llevaba algún tipo de baratija, Apolo lo usaría día y noche. Si un árbol comenzará a crecer desde donde el niño fue enterrado, lo trataría como un lugar sagrado.
Aiz: Estoy segura de que no fue más lejos...
Hermes: Oh, sí lo hizo.
El rostro de ambos chicos se tornó algo oscuro al imaginar más, pero Hermes-sama se rio y Miach decidió ahora hablar de otra cara.
Miach: Pero ahora pongamos a Takemikazuchi, él, por otro lado, tomaría un papel más paternal. Incluso si una chica mortal lo amara con todo su corazón, persiguiendo su amor hasta los confines de la tierra, estoy seguro de que trazará una línea.
Miach: Él no es el tipo que puede hacer verdaderamente feliz a una mujer.
Bell: Hmm~
Aiz: Estoy totalmente de acuerdo con eso.
Por otro lado, Takemikazuchi sintió una punzada finalizadora en su corazón aún más fuerte. Se desplomó y en forma chibi un fantasmita salió de su boca. Ouka y los demás miembros de la <Familia> trataron de salvarlo.
Hermes: Hefestos es un poco más complicada. Para ella, ver el crecimiento como Herreros de sus dependientes le aporta la mayor felicidad, como un maestro artesano viendo a sus estudiantes valerse por sí mismos.
Hermes: No sé si podría dar un paso más allá de eso. Sus interacciones con los niños probablemente son una mezcla de cordialidad como Diosa y sus sentimientos como mujer. Aunque hay casos especiales~
Bell: Parece que Welf es de los que la conmueve de alguna manera...
Hermes: Dio el siguiente paso ese muchacho -orgulloso- ¡El mundo debería moverse por el amor~!
Siguieron unos minutos más, hablaron de todas las formas que el amor de los Dioses podía tener, ya sea la incapacidad de producir una descendencia, un sentido terco de la obligación paternal o la guía de un compañero artesano.
Hermes: Afecto, simplemente prestando atención, viéndolos valerse por su cuenta como un padre... Cada uno de nosotros tiene su propia manera de amar a nuestros niños.
Hermes: Hay algunos de nosotros que atesoramos nuestros recuerdos con niños como tú por toda la eternidad y otros que los olvidan de inmediato... y completamente al otro lado del espectro...
Hay una Diosa de la Belleza que se sabe que persigue las almas de sus niños difuntos todo el camino al otro lado para poder mantenerlos como suyos...
Hermes estrecho sus ojos, con su mirada pasando sobre Bell. La irregularidad de sus últimas palabras dejó un sentimiento extraño y escalofriante para la pareja.
Miach: ... Miren, nuestra forma de amar puede parecer un poco deformada, por falta de una palabra mejor. Además, ustedes dos tiene una relación de intimidad, no dudes que también existe esa entre los Dioses y los niños.
Bell: A veces pienso que usar la palabra "niños" para referirse a nosotros puede ser mal vista... -gotita-.
Aiz: Pero supongo que sí habrá diferencias entre la de mortales, Dioses, mortales y Dioses. Lo único que nosotros podemos decir es que la nuestra y la de muchas más que lo vivan es bonita.
Bell: Estoy de acuerdo con eso.
Un corto tiempo de felicidad los rodeó. Sin embargo, de la nada Bell decidió ahora preguntar.
Bell: ¿Y? ¿Qué hay de ustedes, Miach-sama, Hermes-sama?
La multitud creció un momento, lo que hizo que fuera demasiado difícil escucharlos si no hablaban un poco más alto. Aiz y Bell miraron a cada uno de ellos alternadamente.
Miach: Déjame pensar... Takemikazuchi y yo tenemos mucho en común. Me gustaría ver a mi niño encontrar una pareja, formar una familia y estar a su lado... como un Dios, hasta que pasen al siguiente reino porque tengo sentimientos por ellos.
Miach miró hacia el cielo azul mientras hablaba. Los tres restantes de la conversación se quedaron estáticos, sería una mentira no decir que está más ciego que Takemikazuchi porque Nazza siempre le ha lanzado indirectas muy directas.
Hermes: ¡Oe, oe, no hay necesidad de poner tanto pensamiento en ello! ¿Tú y Takemikazuchi son iguales? ¡Nah! ¡Yo mantendré a todas las chicas que me gusten a mi entera disposición! -mira a Bell- ¿No es cierto, Bell? ¡Un harem es el romance de un hombre!
Bell: ¡...! (¿¡PERO VOS SOS BOLUDO!?).
Aiz: ¡Que te pasa, depravado!
Aiz le dio una cachetada a Hermes que lo dejó K.O en cuestión de segundos, la gente del alrededor se quedó parapléjica, pero luego la felicito. En cuanto a Bell, este solo podía frotar su frente con clara decepción. "Este no aprende o no le tiene miedo al diablo", susurro.
Miach: ¿Todavía estás escupiendo esas tonterías...? Ah~
Miach le lanzó su mirada igualita a la del muchacho canoso al otro Dios, levantando una ceja para hacer más sus el asunto. Hermes se levantó quejándose del dolor de su boca, jamás había pasado que otra mujer que no fuera Asfi le pegara de la misma magnitud.
Aiz se tronó los nudillos varias veces para darle la advertencia que ella seguía aquí. Por otra parte, Miach miró a Bell y le dijo. "Bell. Nuestro amor dura sólo un momento", con una suave sonrisa en los labios.
Miach: El tiempo no tiene sentido para nosotros. Al existir por tanto tiempo, la sensación de enamorarse y mantener esa conexión termina en un abrir y cerrar de ojos. Muchos de nosotros nos enamoramos de los niños a primera vista.
Hermes: Agh, es verdad lo que dice... P-Para nosotros, todo se acabó en un instante. Pero para ustedes los mortales, puede durar toda la vida. Para ti Bell y Aiz será toda la vida.
Los ojos de los nombrados se abrieron como platos cuando Miach y Hermes llevaron sus pensamientos a una conclusión. Eran inmortales, y su tiempo con los demás era muy limitado...
Básicamente, nos habremos ido en cuestión de segundos para ellos.
Un vacío se le había formado en el pecho al chico de solo pensarlo, y la joven noto eso asique tomo su mano. Era una de las cosas más tristes que él había escuchado, pero no entendía algo, ¿Por qué ambos se veían tan contentos?
Miach: Se que lo que diré sea algo extraño para ambos , pero me gustaría que me escucharan. Bell y Aiz, les diré que tengan en cuenta también los sentimientos que tiene Hestia y Loki por ustedes, ya sea sentimentales o paternales, acepten.
Miach: A nosotros, los Dioses y Diosas que sintamos eso nos haría felices hasta la eternidad. No les digo que tienen la obligación de hacerlo, viven como una pareja, pero... acepten los sentimientos de sus Diosas por ustedes. Ellas se sentirán más que felices.
Miach cerró los ojos. Bell y Aiz se quedaron callados un momento observando, se miraron un momento y reflexionaron, ambos han podido notar como sus Diosas han querido que ellos acepten sus sentimientos, desde lo íntimos del pasado hasta hoy que son más paternales.
Unas leves sonrisas se les formaron a los dos y asintieron, Miach y Hermes solo rieron cálidamente. "Aceptare sus sentimientos", dijeron los dos en sus pensamientos.
~ • ~ Calle Principal del Norte | Hestia ~ • ~
Una pequeña Diosa estaba caminando apresuradamente mientras detrás suya llevaba un carro lleno de cajas y otras herramientas hacia el norte y una mujer la acompañaba.
Hestia parecía que estaba quejándose de su trabajo, decía palabras aleatorias que continuaron saliendo de su boca mientras se abría paso a través de la Calle Principal.
Hestia: ¡¡Ahhh~!! (¡Como odio que cuando me tome un poco de tiempo de descanso me pidan ir por una carga que está en el exterior!).
~ • ~ Flashback ~ • ~
Hestia: ¡Wuah~~! ¡Por fin termina mi turno, necesito un descanso!
La Diosa de atributos exagerados se había acostado en un gran costal de papas, hace unos minutos terminó su turno en el puesto de Jagamaru-kuns, se encontraba tan cansada que no podía mover un solo músculo. Pero por cuestiones de la vida, esta misma la va seguir sobreexplotando.
¿??: ¡Oh! ¡Hestia-chan! ¡Justo a tiempo!
*¡Splack!*
Hestia: ¿Hnnh...? Zzz... ¿Jefa? Zzz...
Una burbuja explotó, una creada por Hestia. La loli se levantó del costal y vio que estaba parada una mujer Beastman algo rechoncha que agitaba sus brazos por la entrada a una de las calles laterales.
Era una de las mujeres que trabajaba en el mismo puesto callejero de croquetas de patata fritas como ella. Específicamente la jefa de los puestos. "¿Sucede algo?", dijo Hestia sobándose los ojos aun adormilada.
Jefa: Bueno, ya ves, el dueño me envió a recoger un cargamento de hierbas que usamos para hacer las patatas. Está fuera de la muralla ahora...
Hestia: ¿Hierbas? ¿No puedes comprarlas en el mercado?
Jefa: No, son demasiado caras. Y estamos escasos de personal como están las cosas...
La mujer se inclinó en modo de disculpa hacia Hestia mientras la Diosa se rascaba la mejilla. "Se suponía que ya debería ser el resto de mi día libre...", pensó en sí misma, pero también sabía que no había nada que hacer en casa incluso si regresaba.
Llegó a la conclusión de que también podría ayudar. Que aceptara ayudar trajo una sonrisa al rostro de su compañera de trabajo mientras se inclinaba nuevamente unas cuantas veces más.
Hestia: Pero sabes, jefa, también soy la dirigente de una <Familia>, así que no puedo pasar por la puerta de la ciudad.
Jefa: Ah, me olvide de eso...
Hestia señaló mientras ambas empujaban el carro lleno de cajas y otras herramientas hacia el norte de la muralla de la ciudad que se avecinaba y la puerta construida en ella.
Era difícil para los Aventureros de Orario, o cualquier persona perteneciente a una <Familia>, incluyendo al Dios o Diosa principal, salir de la ciudad, lo noto cuando Bell y los demás participantes del <Juego de Guerra> sucedió.
Eso era porque tendría un efecto directo sobre la fuerza de batalla de Orario en su conjunto. Muchos problemas surgirían si, por alguna razón, los Aventureros de alto nivel que habían perfeccionado sus habilidades en el Calabozo.
Por ejemplo, Aventureros pertenecientes a la <Familia Loki> fueran abandonar la ciudad y se aliaron con una facción rival. La razón principal por la que Orario era llamado el "Centro del Mundo" se debía a que las personas más poderosas del mundo lo protegían.
El Gremio estaba extremadamente alerta a las constantes amenazas a la ciudad y a la amenaza de perder la protección proporcionada por los Aventureros de Primera Clase por cualquiera de los países circundantes.
Por lo tanto, cualquier persona que perteneciera a una de las varias <Familias> de la ciudad, especialmente las de alto rango, tenían que pasar por un riguroso proceso de selección y requisitos para pasar a través de la puerta.
Eran especialmente estrictos con los Dioses. Incluso si sus dependientes debían dejar la ciudad, una situación de rehenes surgiría seguramente si las fuerzas enemigas capturaran a un Dios. Con la única notable excepción de la <Familia Hermes>, sería seguro decir que nadie podía pasar libremente por la puerta cuando lo desearan.
Entrar en la ciudad era simple; salir era mucho más difícil. Era una de las reglas no escritas de Orario que aceptaban todos los que vivían dentro de sus murallas.
Hestia: Iré tan lejos como la muralla, pero no puedo ayudar mucho después de eso...
~ • ~ Fin del Flashback ~ • ~
La <Familia Hestia> estaba en una tendencia ascendente y ya era reconocida como una <Familia> de rango medio por el Gremio. Como quien dirigía a dicha <Familia>, Hestia dudaba que pudiera pasar a través de la puerta de inmediato.
Ambas llegaron a una plaza abierta donde incontables comerciantes y taxis tirados por caballos estaban alineados en frente de la puerta mientras Hestia explicaba su situación.
Frente a la imponente puerta norte, los empleados del Gremio, los Aventureros pertenecientes a las <Familias> que trabajaban estrechamente con ellos y dos porteros estaban ocupados inspeccionando a las personas que intentaban pasar a través de la barrera que separaba el exterior.
Si alguien intentara pasar por la puerta sin un pase válido emitido por el Gremio, serían detenidos y retenidos en el acto. Hestia y la mujer con la que trabajaba se unieron a un grupo de cinco más de sus compañeros que esperaban en la fila. Todavía era un grupo pequeño para un trabajo tan grande.
Cada uno de ellos tenía listos sus pases. Sin embargo, la noticia de que Hestia no sería de mucha ayuda hizo que la mujer Beastman pusiera su mano en su mejilla en contemplación. Esto podría ser un problema. De repente, la plaza se llenó de ovaciones y aplausos.
Hestia: ¿Uh?
La sorprendida Hestia murmuro mientras se giraba para echar un vistazo.
Ganesha: ¡Soy yo! ¡Soy Ganesha!
Hestia: Oh, sólo es Ganesha.
El Dios era inconfundible. Su masculina voz, combinada con su abrumadora presencia, hacía imposible pasarlo por alto mientras entraba desde fuera de la puerta.
El Dios al mando de la <Familia> más grande de Orario, incluyendo a muchos Aventureros de Clase Alta, apareció en la escena. Los ciudadanos y comerciantes presentes para presenciar su entrada le dieron la bienvenida con sonrisas y aplausos.
Incluso los compañeros de trabajo de Hestia esperaban felices mientras el Dios se acercaba.
Ganesha: Estoy espiando con mis propios ojos... ¡...! 🤨 ¿¡Hestia!?
Hestia: Oye, no tienes que anunciar todos tus pensamientos al mundo, Ganesha. ¿Pero por qué estás aquí? ¿Qué tu <Familia> no fue llamada a la batalla?
El grupo de Ganesha se acercó a Hestia, y éste hizo una extraña pose.
Ganesha: ¡Desmontar!
Hestia: ¿...?
Gritó desde su asiento en la cima de un caballo que era guiado por dos de sus dependientes, y saltó hasta el pavimento de piedra.
Ganesha: Se necesitaría mucho tiempo para explicar, pero la guerra está llegando a su fin. Así que he vuelto.
Hestia: Eso no tardó mucho en absoluto.
Ganesha: También traje a los soldados Rakianos capturados conmigo. Hay tantos que no podíamos mantenerlos a todos en los campamentos.
Hestia: ¿Oh? Pero, ¿Estás seguro de que está bien volver aquí? Tu <Familia> es enorme, es el pilar de las fuerzas de la Alianza, ¿No?
Ganesha: ¡No hay necesidad de preocuparse por la marea de la batalla! ¡Mis dependientes más fuertes, mis combatientes definitivos, todavía mantienen la línea! ¡Me consideraron una molestia y me pidieron que regresara pronto!
Hestia: Oh, ya... -gotita- ¿Es así como te tratan tus niños?
Ganesha: ¡Bueno, yo soy Ganesha!
Hestia: ¡Eso ya lo sé!
La masculina voz de Ganesha resonó alrededor de la plaza mientras hacía otra pose inusual, pero altamente metrosexual. Hestia estaba perdiendo la paciencia rápidamente, no está de buenas para ver jojo referencias.
Había estado en buenos términos con muchos Dioses mientras estaba en el Cielo y estaba familiarizada con el Dios enmascarado. Podría ser mejor decir que no podía ignorar su abrumadora presencia y hacía todo lo posible por tolerarla.
No era la única. Los dos guardaespaldas de Ganesha masajeaban sus frentes mientras soportaban las peculiaridades de su Dios. Esta vez, Ganesha fue quien hizo una pregunta.
Ganesha: Entonces, Hestia, ¿Qué te trae por aquí?
Hestia: Bueno, esto y aquello y algunas otras cosas.
Shinku: Siento que hice a Hestia como si fuera Nino Nakano xD.
Le dio un breve resumen. Ganesha sonrió, con sus dientes blancos y resplandecientes brillando bajo la luz del sol.
Ganesha: ¡Si ese es el problema, te doy permiso yo mismo! ¡Ve, Hestia, puedes pasar!
A.F.G: ¡Espera, Ganesha-sama!
A.F.G.2: ¡Espera, Ganesha-sama!
Sus guardaespaldas inmediatamente se giraron hacia su Dios, oponiéndose en el acto mientras Hestia observaba con sorpresa.
A.F.G: ¿¡Qué estás diciendo!? ¡No podemos emitir el permiso para algo como esto a espaldas del Gremio...!
Ganesha: ¡Yo soy el Dios de las Masas, Ganesha! ¡Las croquetas de patata fritas son manojos de alegría que traen lágrimas de felicidad a los ojos de las personas! ¡Si no pueden comer una sola, lágrimas de tristeza serán derramadas esta noche! ¡No puedo permitir que semejante farsa les suceda a los niños!
A.F.G.2: ¿¡Te has vuelto loco!?
Gritó uno de sus guardaespaldas mientras ambos intentaban razonar con él desesperadamente, pero Ganesha no mostraba señales de ceder. Hestia suspiro y se dijo para sí misma en voz alta.
Hestia: Bell-kun y Aiz-kun se pondrían muy tristes si no existiera el Jagamaru-kun -mira sus uñas- Yo que ustedes lo escucharía.
Definitivamente era uno de los Dioses más extraños en Orario, pero como demostraban las ovaciones y aplausos que estallan de la multitud alrededor de él, también era uno de los más confiables. Tengan fe en él, dijo el Smith.
La voz de Ganesha se escuchó fácilmente sobre el estruendo en la plaza, es decir, los guardias escucharon cada palabra. Sus rostros se quedaron en blanco.
A.F.G: ¡Si el Gremio se entera, no dejarán que esto se deslice con una advertencia!
Ganesha: ¡Entonces no tienen que saberlo, Dependiente A!
Modak: ¡Ya lo saben! ¿¡Cuántos de sus empleados crees que están aquí ahora mismo!? ¡Y mi nombre es Modak!
Unas cuantas chispas volaron entre el Dios y sus guardaespaldas, pero no pudieron convencerlo de dar marcha atrás. Ambos se dieron por vencidos, dejando caer la cabeza en silencio. Ganesha se giró hacia Hestia y le dio el pulgar hacia arriba.
Hestia: ¿Y estás realmente seguro de que esto está bien, Ganesha?
Ganesha: Por supuesto. ¡No eres una Diosa con gusto por el desorden, sino una que trae alegría a los niños del Mundo Inferior! ¡Ahora ve y extiende tus alas!
Una radiante sonrisa apareció bajo su máscara de elefante. Hestia se ruborizó torpemente y le dio un pulgar hacia arriba a cambio.
Los guardaespaldas de Ganesha sonrieron cansados mientras los empleados del Gremio con el ceño fruncido le permitían a Hestia pasar a través de la puerta junto con sus compañeros de trabajo.
Jefa: ¡Ganesha-sama es un tipo extraño, pero debo decir que es un gran Dios!
Hestia: Si, supongo. Difícil de escuchar, pero un buen chico.
Hestia charló con la mujer Beastman mientras se unían a la línea de mercaderes y viajeros que se dirigían a través de la colosal estructura de la puerta.
Sus compañeros de trabajo todavía estaban hablando del Dios "único" con la máscara de elefante que había capturado los corazones de tantos ciudadanos cuando el grupo dio su primer paso fuera de la ciudad.
Una vasta llanura verde se extendía frente a ellos a ambos lados del camino que conducía a la distancia. Las montañas bordeaban el lejano horizonte. Un exuberante bosque verde se podía ver en su base.
Podría llover pronto, las nubes grises reuniéndose en el cielo del norte. Algunas pequeñas gotas de lluvia comenzaban a caer.
~ • ~ Puerta Norte | Ares y Marius ~ • ~
Marius: Todavía no puedo creer que en realidad sigas adelante con esto. ¿Y si nos descubren...?
Ares: Estoy restringiendo mi aura divina. ¡Nadie será capaz de decir que soy un Dios!
Marius: ¡Mantén tu voz baja! ¿Tratando de entrar en plena luz del día con tanta seguridad? ¿Estás loco...?
Una acalorada discusión llegó a los oídos de la Diosa. Girando la cabeza, el grupo vio una fila de personas al lado opuesto de la puerta esperando para entrar. En la parte delantera de la larga y serpenteante línea había dos hombres altos vestidos con mantos con capucha.
Sus rostros estaban bien escondidos. Parecidos a los viajeros, se mezclaban muy bien con las muchas personas que llevaban el mismo tipo de túnica detrás de ellos en la línea. Por alguna razón, ambas voces crepitaban con energía nerviosa.
Los comerciantes en la línea detrás de los dos hombres se miraron unos a otros con confusión mientras escuchaban la conversación.
Jefa: Supongo que esos tipos de personas están en todas partes del mundo...
Hestia: Hmm...
La mujer Beastman junto a la loli comentó. Hestia, sin embargo, no pudo evitar sentir un poco de sospecha. Entonces, cuando el grupo de Hestia estaba a punto de pasar por delante de los viajeros encapuchados...!
Ares: ¿Uh?
Hestia: ¿Uh?
Sus ojos se encontraron con los de uno de los hombres en medio de la discusión. Mechones de cabello dorado como la melena de un león sobresalían de su capucha, y sabía que había visto ojos rojos como esos en alguna parte antes.
El poder en su mirada la hizo detenerse. Él también se quedó en silencio con la boca entreabierta. Pasaron tres segundos de tensión hasta que...
Hestia: ¿¡Ares!?
Ares: ¿¡Hestia!?
Shrek: ¿¡Burro!?
¿...?
El Dios y la Diosa se señalaron el uno al otro, "¡podría ser una cuenta del Xokas!", dijeron gritando al mismo tiempo. "¿¡Y yo como no sabré si tu no eres una cuenta del Xokas!?", dijo Hestia. Ares respondió: "¿¡Ah sí!? ¿Y yo como no se que tu eres una cuenta del Xokas!?".
Ok no. Hestia se sorprendió de que estuviera cara a cara con el Dios que intentaba lo mejor que podía invadir la Ciudad Laberinto y Ares no podía creer su suerte de que el objetivo de su plan de última hora literalmente había llegado a él.
Los ojos rojos de Ares brillaron durante la batalla de Hestia contra la incredulidad. Pateó el suelo, abalanzándose.
Ares: ¡Te tengooooooooooooooooooooooooooooooooo!
Hestia: ¿¡Naniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!?
Ares se abalanzó y atacó a Hestia. Con los ojos muy abiertos, fue derribada de la línea de sus compañeros de trabajo por el ataque perfectamente sincronizado del Dios. Ambos cayeron sobre la hierba hasta que Ares recuperó el equilibrio y levantó a Hestia por encima de su hombro.
Ares: ¡WUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¿¡Viste eso, Marius!? ¡Objetivo completo!
| *Misión superada, respeto* |
Marius: ¡D-De ninguna manera...!
Hestia: Uhhh...
La joven Diosa estaba apenas consciente, con sus ojos girando mientras se inclinaba sobre su hombro. Ares ajustó su posición ásperamente y miró a sus dependientes. "¡Todas las fuerzas, retirada total!, dijo el Dios de la Guerra. Con eso, los "viajeros" en la serpenteante línea se abrieron paso y despegaron a toda velocidad.
Se convirtió en un Pandemonium. Por supuesto, los guardias se precipitaron al lugar inmediatamente, pero Marius lidero un contraataque contra ellos con su espada en la mano. Los guardias fueron ampliamente superados en número. Gritos surgieron de la multitud.
Ares: ¡Misión cumplida! ¡Retrocedan, retrocedan!
Ares echó una mirada a la batalla antes de huir con Hestia firmemente en su poder. Sus aliados, los soldados de Rakia, interrumpieron su ataque y siguieron a su Dios.
Jefa: ¡Oh no! ¡Hestia-chan!
Sus compañeros de trabajo gritaron con todas sus fuerzas cuando vieron a Ares montar un caballo como un valiente caballero y correr en la distancia.
~ • ~ Calle Principal Norte | Bell y Aiz ~ • ~
Asfi: ¿¡Dónde has estado, Hermes-sama!?
Una mujer con cabello corto color celeste le gritó a Hermes. El grupo de los cuatro estaba caminando justo por la Calle Principal Norte, vieron cómo Asfi se precipitaba furiosamente hacia ellos e hizo saltar a Bell hacia atrás de la sorpresa. Aiz solo sintió un escalofrío.
Después de hablar un poco, pensaron que sería una buena idea ayudar a Miach con sus compras. Aiz y Bell ofrecieron amablemente su ayuda, y los dos Dioses la aceptaron sin problema.
Así que habían estado caminando juntos por un rato cuando Asfi apareció sin aliento y enojada como el infierno. "Ya ni yo me veo así", dijo Aiz al compararse con su amiga. Hermes se veía muy incómodo mientras Asfi sostenía las gafas en su rostro con una mano para evitar que se cayeran mientras liberaba su enojo.
Asfi: ¡Dijiste que te siguiera, pero luego desapareciste a quién sabe dónde...!
Hermes: Bueno, ya ves, escuche algo interesante y solo...
Asfi: ¿¡Sólo que!?
Hermes: Ah, no importa. ¡Lo siento!
Abrumado por la furia de su dependiente, Hermes-sama se disculpó de plano, con su rostro resplandeciente de sudor. Sólo después de obtener una victoria moral sobre su Dios Asfi-san noto que también estábamos aquí.
Asfi: Mis disculpas por esa fea exhibición...
Se inclinó hacia ellos mientras Miach y la pareja sonreían débilmente. Se enderezo, ajustando sus gafas sobre sus ojos azules. Saludo un poco más a la rubia y luego decidió preguntar de manera general.
Asfi: Si no es mucho preguntar, ¿Qué estabas haciendo con este Dios más problemático de lo que vale mío?
Aiz: Estábamos ayudando a Miach-sama con sus compras, y él lo acompañaba desde-*interrumpida*
Ella comenzaba a explicar la situación, cuando de repente... Los ecos de muchos pasos apresurados llegaron a los oídos de los cinco. "¿Qué es eso?", dijo Bell susurrando.
Lo que vio cuando se dio la vuelta lo dejó sin palabras. Había un grupo de Demi-Humanos con armadura completa y armas, con sonidos metálicos resonando con cada movimiento. Además, había una Alta Elfa entre ellos.
Bell / Aiz: ¿Riveria-san? / ¿Mamá?
Riveria: Chicos...
La dama de excelente belleza se detuvo por un momento, la pareja noto como ella llevaban su arma en sus manos, el báculo características de Riveria. No había duda de que estaba lista para una batalla. Así como los otros miembros de la <Familia Loki> corriendo con ella.
Bell nunca había visto a un grupo de Aventureros listos para la batalla corriendo por las calles de la ciudad en formación. Debía ser lo mismo para Miach, Hermes, y Asfi, porque la tensión en el aire los dejó sin palabras a todos.
Aiz parecía ser la única acostumbrada. No parecía que hubiera tiempo de explicaciones, por eso Finn los observó por dos segundos y les habló seriamente.
Riveria: Todos ustedes, necesito que vengan con nosotros. La explicaciones se las diré después.
Bell y Aiz se miraron un momento, dentro de sus corazones algo parecía decirles que lo hicieran. Sus expresiones cambiaron a unas serenas. Algo muy malo ocurrió, y esta descontrol interno no significa nada bueno...
<-- To be continued...
Siguiente capítulo: | Almas Unidas |
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~ Tablero del Gremio ~
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- | Palabras (25,234) 🐇⚡
- | Si te gustó la historia y quieres más capítulos, no olvides poner tu estrellita, te lo agradecería mucho. 😁
- | Yo: Oe, oe, soy el Xokas. Nah, mentira. Merezco sus mejores insultos por no haber hecho nada durante este inicio del 2022. Por cierto, buen poto se carga el Grecox.
- | Comentarios, Opiniones, Sugerencias, Dudas, Respuestas del examen... (Aquí) 😉
- | Nos vemos el próximo...
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😺 | Nota de la gata | 😺
Yo te lo prometí... Yo cumpliré la promesa que hice contigo... Tu quieres saber todo sobre mi, mi pasado y como es que yo quería un Héroe... Bell... Todo lo que necesitas o que yo vea necesario decirte, te lo diré...
Ya estoy lista, lista para decirte que yo... Yo... No se si he llegado a un punto tan alto de amarte en el que no se... si dejar mi espada por... miedo a PERDERTE...
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