Capitulo 31 | Tácticas de afecto
*Kiss*
~ • ~ Dos días después | Calles de Orario ~ • ~
- Dos días habían pasado desde la cena con la <Familia Takemikazuchi>. Mikoto, quien quería un tiempo libre después de un día en el calabozo, se dirigió a las calles de Orario bajo el claro cielo de la mañana. Bell, Aiz y Welf estaban con ella -
Welf: Entonces, ¿Por qué estamos aquí...?
Mikoto: Mis disculpas a los tres... ¡¡Pero por favor, préstenme su ayuda para las compras de hoy!!
- Welf murmuró mientras el grupo se abría camino a través de una calle alineada con muchas diversas tiendas vibrantes que ramificaban la Calle Principal del Norte -
- Mikoto juntó las manos y se inclinó muchas veces, pidiéndole a los tres que tuvieron que renunciar a un tiempo en una cita y la forja para unirse a ella. Bell un poco somnoliento pregunto -
Bell: Bueno, um, dijiste que iríamos de compras, ¿Entonces qué quieres comprar?
Aiz: ¿Tienes planeado algo para una cosa?
Mikoto: La verdad es que... Ouka-dono y los otros han estado planeando una celebración para Takemikazuchi-sama estos últimos días...
- Mikoto le dijo a Aiz, Bell y a Welf más sobre la celebración que Chigusa le había recordado. Antes de llegar a Orario, los niños del santuario hacían algo especial para los Dioses y Diosas en el aniversario de su llegada al Mundo Inferior, similar a una fiesta de cumpleaños para los Dioses -
- Sin embargo, debido al <Juego de Guerra> y los acontecimientos relacionados con Haruhime, todos lo habían olvidado hacer algo para Takemikazuchi este año en la fecha real apenas algunos días antes -
- Mikoto quería hacer lo mismo que sus amigos de la infancia planeaban hacer: darle regalos a su Dios para conmemorar el día especial -
Mikoto: Siempre he puesto mucho pensamiento y sinceridad en mis regalos, pero nunca había suficiente dinero para algo realmente grande.
Mikoto: Siendo mi segundo año en Orario, y teniendo un ingreso decente, me gustaría darle un regalo adecuado.
Welf: Lo entiendo... ¿Pero por qué nosotros estamos aquí?
Mikoto: ¡Oh, sí! *acercándose a Bell y Welf* ¡Me gustaría sus opiniones como hombres, justo como él, para encontrar algo que haría feliz a Takemikazuchi-sama...!
- Realmente el asunto era con ellos dos, pero Aiz estaba claro que no pensaba hacer otra cosa que no es estar con Bell, a la chica de cabello azabache no le molesta la compañía de la chica rubia. De hecho, ella le puede ayudar. Mikoto se acercó a Welf mientras respondía a su pregunta. La celebración estaba prevista para mañana -
Mikoto: ¡Por favor, préstenme su ayuda...!
- Mikoto se inclinó aún más bajo delante de ambos jóvenes. Welf se rascó la parte posterior de la cabeza al mismo tiempo que Bell se rascaba la barbilla. Ninguno de los dos parecía preparado para la tarea -
Welf: Es más fácil decirlo que hacerlo.
Bell: Yo, um, bueno... realmente me gustaría ayudar.
Aiz: ¡Yo te apoyo!
- Ninguno de los dos parecía preparado para la tarea, menos Aiz que, con ojos brillosos, dio claro que ella la apoyaba. Mikoto se alegró con la sonriente Aiz. Mientras que ambos chicos estaban pensando lo mismo. Básicamente, no pensaban que su consejo sería de alguna utilidad -
- Con Welf nada, pero con Bell... Pues a él lo conquistaron de formas únicas. Solo Aiz y Bell saben lo que a ellos le gusta, no a los demás. Pero cuando se trataba del calabozo o una fragua, Bell y Welf estaban muy bien informados. Sin embargo, ninguno de los dos tenía mucho interés en otra cosa -
- Si se les preguntaba qué era lo que la mayoría de los hombres disfrutaban haciendo o querían como un regalo, a Welf sería complicado, Bell es fácil, pero es secreto de pareja -
Welf: Pero, ya sabes, has conocido a Takemikazuchi-sama mucho más tiempo que nosotros. ¿Tus ideas no serían mejores que cualquiera de las que se nos ocurran? ¿No sería mejor que hablaras con una chica como Aiz?
Mikoto: ¡S-Sí, pero...!
Bell: Jeje... Mientras estemos aquí, también podríamos echar un vistazo.
- Mikoto no podía negar la verdad en las palabras de Welf y momentáneamente perdió la confianza. Bell sonrió torpemente ante la mirada de sorpresa en el rostro de la chica -
Aiz: ¿Y si mejor vamos al Distrito Comercial?
- Aiz sugirió que los cuatro vieran lo que el Distrito Comercial tenía para ofrecer, ellos aceptaron. La Calle Principal del Norte corría a lo largo del Primer Distrito de Orario -
~ • ~ Distrito Comercial ~ • ~
- A diferencia de la parte donde Aiz y Bell frecuentaban visitar, que era la zona de ropa y libros, todos habían ido a una zona diferente. Tiendas que se adaptaban a todas las razas de Demi-Humanos se destacaban más en el Distrito Comercial, pero había un montón de pequeñas tiendas y puestos callejeros que vendían productos hechos a mano y otros artículos interesantes -
- Mikoto, siendo tan seria y minuciosa como era generalmente, se tomaba su tiempo en cada lugar y examinaba cada artículo a la venta uno por uno antes de pasar a la tienda siguiente -
- Con Bell era un caso especial cuando se trataba de venir a esta zona, ya que cuando va junto a Aiz, los dos realmente toman un poco al alzar las cosas que querían o veían que les interesa para su vida como pareja, futuros esposos. Pero claro que es obvio que veían los precios, tampoco se pueden dar lujos con lo que vean...-
- Mientras Bell miraba un poco unas tiendas, Aiz le tocó el hombro un poco rápido, el chico volteo su mirada hacia ella. La rubia señaló a la chica del Lejano Oriente, parecida a un samurai. Mikoto se movía a la izquierda y a la derecha como una abrumada chica de campo en la gran ciudad por primera vez. Bell, Aiz y Welf intercambiaron miradas preocupadas mientras la seguían de cerca -
- El sol estaba en medio del cielo antes de que se dieran cuenta. Los dos Humanos y dos Semi-Espíritus decidieron tomar un descanso a la sombra de un edificio alto después de darle una vuelta completa al Distrito Comercial. Mikoto estaba sentada en una barda de piedra lo suficientemente pequeña para sentarse, que rodeaba un árbol. Welf recargado con la pared de un edificio mientras bebía de una soda y miraba a las personas cruzar -
- Los dos faltantes estaban sentados en la misma zona donde Mikoto estaba, solo con la diferencia que Aiz estaba de espaldas y sentada en Bell. La chica tenía un bonito regalo que le había dado un regalo que la había puesto muy feliz, por eso se puso de tierna y se empezó a comportar como una niña -
Bell: Mikoto-san, ¿Has visto algo prometedor?
Aiz: Yo vi varios *sacando un conejo de peluche* Este.
Bell: Jeje... Ese no creo que sería para Takemikazuchi-sama, Aiz, jeje... Am, ¿Y... qué piensas, Mikoto-san?
Mikoto: N-No lo sé...
Welf: Oe.
- Mikoto respondió honestamente a la pregunta de Bell, que actualmente era bombardeado por el peluche de su novia alegre, haciendo que lo abrace casi obligatoriamente como si de un hijo de los dos se tratase; Mikoto dijo eso sólo para recibir una réplica de Welf. Una expresión de disculpa apareció sobre su rostro mientras giraba sus pulgares, sin saber cómo proceder -
Aiz: En ese caso, ¿Qué clase de regalos solías darle?
Mikoto: Mientras estaba en el Lejano Oriente, recogía conchas bonitas, bellotas y semillas para hacer collares y otras cosas pequeñas...
- Esa información no hizo mucho para resolver el dilema de Mikoto. Chigusa le había dicho que todos ellos iban a preparar regalos individuales para Takemikazuchi este año, pero ella no tenía idea de que elegir uno sería tan difícil...-
- Se sentó allí, atormentando su cerebro, cuando los ojos de Bell de repente se iluminaron. Recordó cierto regalo que le hizo Aiz, cierta táctica de conquista de corazón para todo hombre; el estómago. Pero tenía pensado que no solo seria para eso, se giró hacia Mikoto y preguntó -
Bell: ¿Qué hay de comida? ¿Es una opción?
Mikoto: ¿Eh?
Aiz: ¡Buena idea! Mikoto-san, eres muy buena cocinera. Entonces, ¿Por qué no hacer algo delicioso para la fiesta...?
Bell: Es solo una idea.
- Debió haber recordado la sopa de miso que comió la otra mañana y también al desayuno que hizo Aiz hace tiempo, hizo la sugerencia. Bueno, Aiz ya que le robo el diálogo. Mikoto reflexiona un poco -
Mikoto: ... Pensando en ello, nunca hubo mucha comida en las celebraciones en el santuario... Por lo menos, nunca habían hecho nada de eso.
- Welf podía ver los engranajes girando en la cabeza de Mikoto mientras estaba parado a su lado -
Welf: ¿Por qué no intentamos algo en esa línea?
Bell: Después de todo, es una fiesta. ¿Qué tal un pastel?
Aiz y Mikoto: Pastel...
- Los labios de ambas chicas involuntariamente trazaron esas palabras. Aiz también le interesó eso... Jamás le había hecho un pastel a Bell. Bell no era del Lejano Oriente, pero Mikoto y Aiz tenían una idea general, una masa suave y esponjosa era horneada en un horno y luego decorada con crema y fruta...-
- Tenía la sensación de que habían visto muchos ejemplos de ello cuando asistieron al Banquete que fue organizado por Apolo, ambas damas los vieron cuando conversaron. Tenía cada vez más sentido cuanto más pensaba en ello. Eso era -
Mikoto: Lo intentaré... haré un pastel.
Aiz: ... (¡Lo haré!).
- Welf y Bell pensaron que era una buena idea y estuvieron de acuerdo. Aiz seguía pensando sobre un pastel, tenía varios diseños perfectos en su imaginación. Mikoto se disculpó por las horas de caminar tiradas a la basura y trató de averiguar dónde ir desde aquí -
Welf: Estoy seguro de que quieres hacerlo tú misma, ¿Pero puedes hacerlo?
Mikoto: Nunca lo he hecho antes, así que no puedo decirlo con certeza... Pero probablemente, si tengo una receta y pruebo uno primero...
- Una idea vino a la cabeza blanca de Bell, una que posiblemente lo lleve a la tumba... En cierto lugar donde solía comer, venden pasteles deliciosos, lo sabe por qué los ha probado varias veces cuando iba al local. El problema es que cierta persona rubia tiene unos problemillas con una chica de cabello gris -
- Sin embargo, si van a ese lugar, puede haber una oportunidad de que las dos se llevaran mejor, ¿no? Arreglen sus diferencias de una manera más civilizada, como humanos y no como raptantes de conejos. Espera, eso se escucho raro para Bell, ¿Syr comportándose como Aiz? Nah, ella es su amiga, no debería de hacer esas cosas, ¿verdad? -
Bell: D-De hecho... E-En <La Señora de la Abundancia> venden pasteles... Y-Yo los he probado y saben bien... ¿C-Creen que nos darían una receta si se los pedimos?
- Dicho eso, su sangre se dreno de su rostro mientras veía de reojo a la chica que tenía una mirada oscura. Cuando sus ojos rojos contemplaron el rostro de la chica de cabello dorado como sus ojos, se abrieron con sorpresa. Para su sorpresa, ella lo miraba. No seguro, decidió ver qué decía el olor de la chica. Nada, no había molestia. Pudo volver a ser un chico por el alivio -
- Lo que él no sabe es que Aiz no ponía atención por mirar la belleza del chico de cabello blanco, mirando cada detalle mientras en su mente pasaban cada uno de los procesos que cree que puede llevar un pastel... Bell recomendó ese lugar. Aunque <La Señora de la Abundancia> servía de bar para los Aventureros en la noche, operaba como una cafetería durante el día para las personas comunes de la ciudad -
- Bell había comido pastel allí antes e hizo todo lo posible para explicar. Mikoto y Aiz escucharon cada palabra y decidieron visitar <La Señora de la Abundancia> donde Syr, Ryuu, y muchas otras camareras trabajaban... Esto parece que se va poner feo -
~ • ~ La Señora de la Abundancia ~ • ~
- Era un poco más allá del mediodía. Mikoto llevó al grupo a la Calle Principal del Oeste y a <La Señora de la Abundancia>. Llegaron y tocaron la entrada, pasaron unos minutos -
- Ryuu estaba allí para reunirse con ellos en la puerta, y le explicaron la situación. Bell estaba en medio de la negociación cuando las Catman Anya y Chloe, así como el resto de las camareras, detectaron la presencia de una jugosa historia de amor en el aire y se reunieron alrededor con sonrisas en sus rostros -
- De hecho se habían acercado Bell, pensando que se trataba de él... Sin embargo, la mirada fruncida de Aiz las alejó de él con frenetismo, la rubia tomó la mano del chico con algo de fuerza. Bell se mantuvo calmado por fuera, pero por dentro gritaba de dolor por la Fuerza de su chica -
- Aceptaron ayudar después de burlarse de Mikoto en otro ataque de rubor, Aiz ayudó a la chica para que se pueda calmar. Mía entró y agregó: "Mientras comen el almuerzo, puedo mirar hacia otro lado, seguro", y les concedió su permiso -
- Las cocineras Catman que trabajaban en la cocina anotaron la receta y se la dieron a Mikoto mientras estos cumplían el parto de su trato, comiendo en el local como otros clientes cualquieras -
- Después de escuchar a Anya y las otras camareras quejarse de que Syr se había ausentado del trabajo una vez más, los cuatro Aventureros comenzaron a mirar la receta, especialmente ambas chicas -
- La cabellera dorada y azabache murmuraban cosas de cómo esto podría salir bien. Aiz le había dicho que ella tenía pensado hacer uno para su novio. Las miraron atentamente por un largo rato -
- Dejaron <La Señora de la Abundancia> después de almorzar muy tranquilamente con la comida bien servida, algunas recetas que Aiz veía que le gustaban a Bell las anotaba en una libreta que siempre trae consigo cuando ve que Bell se interesa en algo. "Parece que le gusta mucho esa pasta, tendré que preguntar cómo la preparan", una sonrisa creció mientras se determinaba -
~ • ~ Calles de Orario ~ • ~
Welf: Bueno, definitivamente tenemos lo que vinimos a hacer y algo más... pero, ¿Crees que puedes terminarlo desde aquí?
Mikoto: Sí, muchas gracias, Welf-dono, Aiz-dono, Bell-dono.
Aiz: Me alegro de que pudimos ayudar.
- Con la receta en la mano, Aiz anoto la receta en su libreta, y los deseos de comenzar, Mikoto les dio un rápido agradecimiento a los tres jóvenes mientras regresaban a casa. Llevaba una caja que contenía un pastel entero -
- Mia había insistido bastante en que compraran el pastel entero. Habían comido unas cuantas piezas mientras estaban en el café, aunque Bell quería algo salado y pido una pasta, pero ahora que tenía el producto terminado y la receta, Mikoto no podía evitar sentirse confiada -
- Sus labios se curvaron, se sentía como si estuviera un paso más cerca de su objetivo... Pero... -
Bell: Oh...
Welf: ¿Sucede algo, Bell?
Bell: ¿No es ese... Takemikazuchi-sama?
Aiz: ¿...?
- Estaban en medio de una calle lateral cuando Bell de repente dejó de caminar. Welf le preguntó qué sucedía y él señaló más adelante en el camino. Aiz miro para confirmar -
Aiz: Si, es él.
- Con la afirmación de Aiz al usar sus sentidos agudos, Mikoto se giró para echar un vistazo, y por supuesto, Takemikazuchi estaba muy cerca. Detuvo a una Diosa de cabellos color miel que pasaba por allí -
Takemikazuchi: Oe, Deméter. Te ves pálida. ¿Te sientes bien?
Deméter: ¿Ara? Debo estar un poco enferma y no me di cuenta.
Takemikazuchi: ¿Por qué estás actuando tan despreocupada? Ven ahora, muéstrame tu rostro.
- Con eso, envolvió su brazo alrededor de sus hombros y presionó su mejilla contra la suya sin previo aviso -
Takemikazuchi: No parece que... tengas fiebre.
Deméter: Ararara *sonrojada* N-No puedes, Takemikazuchi. Este tipo de cosas es para alguien importante, no sólo para alguien en la calle.
Takemikazuchi: No seas estúpida, estoy preocupado porque eres tú.
Deméter: ... *muy sonrojada*
Takemikazuchi: Recuerdo bien quién fue la que trajo frutas y verduras frescas cuando mis niños estaban hambrientos. Siempre estaremos en deuda contigo.
Deméter: ... ¡Haaa! Esta es la razón por la que tú y Miach no deben tener permiso para hablar con las mujeres.
- Un pequeño intercambio de palabras con Takemikazuchi fue suficiente para hacer que Deméter se sonrojara. La Diosa ciertamente no parecía enojada cuando se alejó de él y se fue -
Mikoto: ...
Aiz: ¿M-Mikoto-san?
Welf: H-Hey.
Bell: Mikoto-san... (Ya veo...).
- Preocupados, Aiz y Welf miraron a Mikoto y trataron de llamar su atención, pero la chica fingió que no podía escucharlos. Bell fue el único que entendió al instante lo que ocurría, era tan claro como el agua -
Chica: ¡T-Takemikazuchi-sama! ¡Muchas gracias por salvarnos de esos Dioses pervertidos el otro día!
Chica 2: Por favor, por favor acepta esto.
Takemikazuchi: Esperen, ¿No creen que esto es demasiado para un favor tan pequeño?
- Dos chicas Humanas corrieron hacia Takemikazuchi un momento después. Parecían ser ciudadanas comunes que no pertenecían a ninguna <Familia>. Ambas sacaron pequeñas bolsas de galletas, con las mejillas sonrojadas -
- El Dios trató de desestimar su buena acción como sentido común, riéndose mientras se acercaba a ellas y aceptaba su regalo. Luego vino el golpe final. Acarició suavemente sus cabellos, y los rostros de ambas niñas se pusieron rojos como remolacha -
Mikoto: ...
*¡Aplastar!*
- La caja que contenía el pastel se retorció en el agarre de Mikoto después de ver los eventos desde el principio hasta el final -
Bell: ¡Nani!
Aiz: ¿Miko?
Welf: ¡Oe! ¿Ho-laaa?
- Escalofríos de miedo sacudieron las pieles de Bell, Aiz y Welf mientras los dedos de la chica arrugaban la caja aún más. Pero una vez más, ella no los reconoció. A partir de ahí, el contacto físico entre Takemikazuchi y otras mujeres en la calle sólo continuó aumentando -
- A veces las chicas iniciaban, a veces él lo hacía. Jóvenes o viejos, raza o divinidad no hacían ninguna diferencia, cada interacción implicaba cierto grado de contacto físico. Todas las mujeres reaccionaban muy inocentemente, sonrojándose de varios tonos de rojo y devolviéndole la sonrisa -
- Lo peor de todo esto era que Takemikazuchi no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, ni notaba sus reacciones...-
- Mikoto observaba todo desde las sombras. Nuevas mujeres llegaban cuando las anteriores se alejaban de él, casi como si él estuviera mostrando lo popular que era con el sexo opuesto -
Mikoto: ...
Aiz: ¿Miko-san? ¡Mikoto-san!
Bell: ¡Mikoto-san!
Welf: Hey, di algo... ¡Cualquier cosa!
- Mikoto se quedó allí como una estatua, su flequillo cubría sus ojos mientras miraba el pavimento de piedra bajo sus pies. El escalofrío de miedo de antes se convirtió en un torrente de terror cuando Bell, Aiz y Welf presenciaron un aura oscura cubrir su cuerpo. Sus voces inusualmente agudas resonaron a través de la calle lateral -
- Ella no dijo una palabra. Sin embargo, el aura que se formaba alrededor de su cuerpo se hacía más fuerte con cada momento que pasaba... Pero llegó la gota que derramó el vaso de agua, el agua de confianza... Una cabellera dorada con rejas de zorro de una esquina, una Renart vestida de un hermoso kimono rojo había llegado -
Haruhime: ¡Takemikazuchi-sama!
Takemikazuchi: Vaya, pero si eres tú, Haruhime.
...
Haruhime: ¡Por fin, las hice bien! ¡Por favor, toma una!
Takemikazuchi: Andango... Veamos, veamos... ¿Hmm?
- Takemikazuchi extendió su mano para tomar uno de los bollos rellenos de mermelada de la bandeja en los brazos de Haruhime cuando notó otra cosa. Su mano se dirigió a su barbilla -
Takemikazuchi: Haruhime, ya comiste unos cuantos, ¿Verdad?
Haruhime: ¡...! *sonrojada* ¿¡Ehhhh!?
Takemikazuchi: Hay algunas grandes migajas en tus labios... Ha, niña. Ahora quédate quieta.
- Pellizcó la gran migaja en su labio entre el pulgar y el índice y la comió de una forma tranquila, pero para Mikoto fue algo lasciva, algo perverso, algo digno de lo que se podría considerar como: mujeriego -
*¡PIP!*
V.A.R: ¡Pa tu casa!
*¡ROJA!*
Takemikazuchi: Sí, es muy dulce.
Haruhime: Takemikazuchi-sama... Haciendo tal cosa para mí...
Takemikazuchi: Están deliciosos, Haruhime. Estoy seguro de que estarán muy contentos... Pero sí, tengo la sensación de que serás una maravillosa esposa.
Haruhime: ¿¡Eh...!? ¿Realmente... crees eso?
Takemikazuchi: En efecto. Tienes un buen carácter y un espíritu laborioso. Eso es exactamente lo que yo querría en una esposa si no fuera un Dios. ¡Jajaja!
*¡Snapcrack!*
- Mikoto sin duda escuchó que algo se rompía profundamente en su interior... Fue su corazón dañado por la ruptura que se denominaba como confianza... Haruhime, aún sabiéndolo, ¿ella...?-
*Tap, tap, tap*
- Ella no levantó la vista, pero sus pies la llevaron hacia adelante. Ni siquiera podía escuchar a Bell, Aiz o Welf gritar detrás de ella. Se dirigía a donde la ruborizada Haruhime, con ambas manos presionadas contra sus mejillas por la vergüenza, estaba parada junto al Dios cabeza hueca riendo junto a ella -
Takemikazuchi: ¿Mikoto?
Haruhime: ¿Mikoto-sama?
- Ambos la notaron acercarse cuando se detuvo. Todavía silenciosa y envuelta en un aura oscura, Mikoto arrancó la tapa de la deformada caja en sus brazos con un fuerte jalón que resonó en todo el lugar -
Takemikazuchi: ¿Oh? ¿Qué es eso...?
- Takemikazuchi inclinó la cabeza hacia un lado para intentar ver lo que había en la caja. Mikoto finalmente miro hacia él, con sus labios temblorosos -
Mikoto: Takemikazuchi-sama...
- Su cabeza se levantó mientras levantaba la caja alto en el aire y gritaba con toda su rabia -
Mikoto: ¡¡Takemikazuchi-sama, mujeriego sin cerebro!!
Takemikazuchi: ¿¡Bu-UOHH!?
- El pastel entero lo golpeó en el rostro, salpicando por todas partes, pintando los trajes de los tres seres junto al piso de piedra caliza, manchando sus atuendos elegantes para la vista de los demás -
Haruhime: ¿¡Takemikazuchi-sama!?
- Mikoto saltó lejos de él mientras el grito de Haruhime resonaba a través de la calle. Eso fue seguido de cerca por el golpe sordo del pastel golpeando el pavimento a sus pies -
Balder: ¡Boom, headshot!
Amón: ¡Mikoto-chan, buena esa!
Nut: ¡Buen trabajo!
Veles: ¡Considérenme oficialmente el fan número uno de <Zetsu-Ei>!
Tláloc: ¡Jajajajajaja!
- Una lluvia de aplausos y ovaciones vino de otros Dioses que se escondían en las sombras, parece que este momento lo esperaban desde hace mucho, pero ella no escuchó nada de eso. Mikoto le dio la espalda al congelado Takemikazuchi y huyó -
Aiz: ¿¡Qué demonios fue eso!?
Welf: ¿¡Por qué hiciste eso!?
Bell: ¿¡...!? (¡Golatzo!) ¿Por qué, Mikoto-san?
- Welf, Bell y Aiz habían alcanzado a Mikoto después de su loca carrera por las calles de Orario, y le gritaron al unísono. El correr le había dado un momento para poner bajo control el fuego ardiendo en su corazón. Sin embargo, sus ojos se llenaron de pesar mientras se balanceaba de un lado a otro en el acto -
Mikoto: L-Lo siento... Mi cuerpo se apoderó de mí y solo lo hice...
Aiz: ¡Lo que "solo hiciste" fue golpear a un Dios en el rostro con un pastel entero!
Welf: ¡Es una blasfemia!
Bell: ¡Completamente profano!
- Mikoto parecía encogerse bajo la fuerza de las fuertes voces de Welf, Aiz y Bell. Sabía que debía hacer lo que ellos decían y reflexionar sobre la gravedad de sus acciones, pero, aun así, el calor que emanaba de su corazón hacía temblar sus brazos y piernas -
Mikoto: Fue un grave error, mi devoción es insuficiente... ¡Pero mi cuerpo no me escuchaba...!
Aiz: ...
Bell: ...
Welf: ...
Mikoto: ¡La única opción que me quedaba era salpicar algo en el rostro de Takemikazuchi-sama...! Es mi culpa por no poder controlar el impulso. ¡Soy completa y absolutamente inútil!
Aiz: Miko...
Bell: ...
Welf: ...
Mikoto: ¡Oh, pude haberme pateado a mí misma!
- Se dejó caer de manos y rodillas y repetidamente golpeó su puño cerrado en la superficie del camino de piedra. Aiz, Bell y Welf la miraban sin saber qué decir. "¿Qué es eso? ¿Qué es eso?", se escucharon las voces de los Demi-humanos que pasaban por la calle, tratando de averiguar qué estaba pasando en medio del camino -
- Muchos pares de ojos estaban pegados en la chica a punto de perder la cabeza. Mikoto había vislumbrado las interacciones sociales de Takemikazuchi con otras mujeres mientras vivían en el santuario del Lejano Oriente -
- Sin embargo, no había muchas personas alrededor ya que el santuario estaba bastante aislado, así que nunca vio lo suficiente como para hacerla perderse a sí misma completamente en el momento -
- Las cosas eran diferentes en Orario. Más personas significaban más posibilidades de hacer nuevas conexiones -
- Ahora el único pensamiento en la mente de Mikoto era que mientras ella estaba trabajando duro en el calabozo, Takemikazuchi estaba caminando por la ciudad haciendo eso... y la estaba desgarrando desde el interior -
- Estaba enfadada consigo misma, dándose cuenta de que su ira provenía de la falta de virtud en las palabras y acciones de Takemikazuchi, así como de sus propios celos. Eso sólo agregó más leña al fuego porque había pensado que ella era más tolerante -
- Con la vergüenza asentándose; lágrimas brotaron de sus ojos -
Aiz: Umm, eh... ¿Miko-san?
Welf: ¿Qué vas a hacer?
Bell: ...
- Aiz trató de llamar su atención suavemente, pero Welf tomó un enfoque más directo con la chica que había aplastado un pastel contra el rostro de un Dios. Los llorosos ojos de Mikoto se levantaron del pavimento mientras se ponía de pie con las piernas temblorosas -
Mikoto: Hacer un pastel, como estaba previsto... y pedir disculpas.
-Su voz era débil y abatida, como si pudiera cortarse en cualquier momento. Pero fue capaz de responder a la pregunta -
- No había otra opción más que disculparse con Takemikazuchi. Sin embargo, no sabía cómo reaccionaría, casi asustada de lo que podría decir cuando volviera a verlo. Una tormenta de complicadas emociones rabiaba dentro de ella mientras tomaba su primer paso hacia la sede -
*Thump, thump*
- Aiz, Bell y Welf la miraron con ojos preocupados mientras se abría paso a través de los callejones sola...-
~ • ~ Más tarde | Farmacia Azul ~ • ~
- El sol se ocultaba detrás de las montañas en el cielo occidental. A medida que los Aventureros comenzaban a salir de un largo día de trabajo en el calabozo, el atardecer cayó sobre una casa en una zona deteriorada en uno de los distritos occidentales de Orario -
- A una buena distancia de la Calle Principal, los edificios circundantes impedían que la casa obtuviera luz solar directa. Esta casa también vendía ítems curativos, pero muy pocas personas pasaban por allí -
- El emblema de una <Familia>, un contorno básico del cuerpo humano, colgaba afuera, sirviendo como cartelera, con las palabras <Farmacia Azul>. Esta era la sede de la <Familia Miach> -
- Un grupo de Aventureros atravesó el pequeño laberinto de estanterías dentro de la tienda, buscando el producto que era la especialidad de esta <Familia>, la Poción Dual. Encontrándola, se dirigieron a una joven Dogman parada detrás de un largo mostrador -
¿??: Gracias...
[¿??: ¡Esto nos servirá...!]
¿??: ... (No necesitas gritar con cada acción que haga... *gotita*).
- Dijo con un gesto mientras salían de la tienda. Una voz animada habló en la cabeza mientras pasaba por la puerta. Un momento después, dos mujeres jóvenes se abrieron paso a través de las puertas dobles de madera en la entrada -
Nazza: ... (Ya llegaron, pero ese chico era muy raro...).
- Llevando armas y ropas de combate, ambas Aventureras llamaron a Nazza -
¿??: Estamos de vuelta, en casa desde el calabozo.
¿?? 2: E-Estamos en casa...
- Con cabello corto, otra con cabello largo. Un par de ojos afilados y enfocados, los otros perezosos y errantes. Al lado de la otra, hacían una pareja interesante. La que tenía cabello corto anunció claramente su presencia, mientras que la que tenía cabello largo solo hizo un saludo a medias -
- Nazza, quien siempre parecía somnolienta con los ojos entrecerrados, sonrió y saludó a las dos mujeres jóvenes que entraron -
Nazza: Bienvenidas, Daphne, Casandra.
- Las dos mujeres, Daphne y Casandra, ambas Aventureras de Tercera Clase y ex-miembros de la <Familia Apolo>, caminaron por la tienda hasta el mostrador y pusieron un saco de monedas en él -
Daphne: Toma. Las ganancias del calabozo de hoy. Ya tomamos lo que necesitamos para los preparativos.
Nazza: Lo siento por el problema, gracias.
Cassandra: N-No, no. Estamos en la misma <Familia>, después de todo...
- Nazza tomó el dinero de Daphne y expresó su gratitud. El largo cabello de Casandra se balanceaba de un lado a otro mientras hablaba. Nazza, quien hasta hace poco era la única miembro de la <Familia Miach>, felizmente agitaba su cola -
Nazza: Que Bell se hiciera famoso en el <Juego de Guerra> y su relación con la <Princesa de la Espada> fue una gran publicidad...
Nazza: Cada vez son más los clientes que vienen todos los días gracias a él, así que estoy muy contenta de tenerlas aquí para ayudar.
- Nazza sonrió, tomó dos frascos llenos de jugo de debajo del mostrador y se los entregó a las dos mujeres -
Nazza: ¿Están seguras de que nuestra <Familia> fue la mejor opción...? Tenemos una deuda.
Daphne: Después de escuchar esa ridícula cifra de doscientos millones de valís, todas las otras deudas parecen lindas en comparación.
*Clic, clic*
- El brazo derecho artificial de Nazza, un <Airgetlám>, hizo sonidos mecánicos mientras se movía. Daphne tomó un sorbo de jugo y se encogió de hombros con una mirada distante en sus ojos -
- Tanto Daphne como Casandra habían ido al primer evento de reclutamiento de la <Familia Hestia> con la esperanza de unirse, pero habían reconsiderado después de que se revelara la bomba de 200 millones valís de la deuda de la <Familia> -
- Así que las dos jóvenes aventureras lo pensaron mejor y viajaron por un largo camino que eventualmente condujo a la puerta de la <Familia Miach>. Habiendo pasado ya por la <Conversión>, ahora oficialmente tenían a Miach como su Dios, y a Nazza como una amiga y aliada -
- El corazón de Casandra estaba dispuesto a unirse a la <Familia Hestia>, así que todavía estaba un poco decepcionada por el resultado -
Daphne: Además, Miach-sama es un gran Dios. Con un Dios como él al mando, no teníamos nada que perder al unirnos.
Nazza: Aunque me alegra escuchar eso... *mirada yandere* no te enamores de él.
Daphne: ... *traga saliva* Como si quisiera.
Nazza: Jeje...
- Después de un rápido intercambio de bromas juguetonas -
Daphne: Por cierto...
- Mientras miraba más allá de Nazza y más lejos detrás del mostrador -
Daphne: ¿Qué está pasando ahí dentro?
- A través de una puerta abierta, podía ver a dos Dioses sentados a ambos lados de una mesa en la habitación de invitados. Uno de ellos era un hombre guapo con largo cabello azul marino atado detrás de su cuello, Miach, el Dios de la <Familia> de Nazza, Daphne y Casandra -
- Llevaba una túnica grisácea que había visto días mejores, un signo de sus dificultades financieras, pero su rostro podía confundirse fácilmente con el de alguien de noble nacimiento -
- El otro llevaba su cabello negro en dos colas de caballo a ambos lados de su cabeza, el Dios mujeriego, enemigo de las mujeres como su amigo, Takemikazuchi -
Nazza: La reunión más inútil de la historia...
- Ligeramente irritada, Nazza dejó a Daphne y a Casandra a cargo de la tienda y caminó hacia la cocina. Ambos Dioses continuaron su conversación en el cuarto de huéspedes, ignorando los sonidos de Nazza abriéndose paso a través del edificio que servía como su hogar y tienda -
Takemikazuchi: Eso fue lo que pasó hoy.
- Takemikazuchi terminó de narrar los acontecimientos de la tarde que involucraron a Mikoto. Después de recibir un pastel en el rostro, el aturdido Dios había buscado el consejo de un amigo mutuo de Hestia y un compañero Dios que vivía en la pobreza -
- Su problema: No podía entender por qué Mikoto estaba enojada. Todo meco el Dios en mi opinión...-
Miach: ...
- Miach escuchó atentamente la historia de principio a fin sin interrumpirla. Luego cerró los ojos, respiró hondo y suspiró. Abriendo los ojos, miró directamente al Dios que no podía entender la causa del estallido de su dependiente y dijo -
Miach: No tengo la menor idea.
Takemikazuchi: Lo sé, ¿Verdad?
*¡Thud!*
- Un pesado eco vino desde el otro lado de la puerta abierta. Daphne y Casandra, que habían escuchado la conversación, golpearon sus cabezas en el pilar de madera más cercano al mismo tiempo -
- Ambos Dioses miraron a su alrededor por un momento, un poco confundidos. Casandra masajeó el lado de su palpitante cabeza mientras Daphne murmuraba: "¿Qué tan densos son...?", podrían ser Dioses, pero la falta de sensibilidad de Miach y Takemikazuchi les estaba dando dolores de cabeza -
Nazza: Por eso los dependientes de Hestia-sama se sienten frustrados...
Miach: ¿Nazza?
- Llevando en una bandeja dos tazas de té que había preparado en la cocina, Nazza se dirigió a la habitación de invitados. Ignoró la mirada en el rostro de Miach y colocó una taza delante de cada uno de ellos -
Nazza: Lo siento por ella... por Mikoto.
Takemikazuchi: ¿Oh...?
Nazza: Si realmente no entiendes... no te diré que tengas cuidado, pero...
- Los hombros de Takemikazuchi se movieron incómodamente bajo la mirada de Nazza. Al mismo tiempo, Miach sintió que la Dogman también lo incluía en esto cuando Nazza miró en su dirección -
Miach: ¿Qué pasa?
- Ella no respondió, sólo suspiró frente a su dios. Cuando terminó, Nazza volvió a hacer contacto visual con Takemikazuchi -
Nazza: Piénsalo cuidadosamente, y por favor acepta todo lo que puedas descubrir...
- Takemikazuchi permaneció inmóvil mientras las palabras de la mortal resonaban en sus oídos. Luego cruzó los brazos sobre su pecho unos momentos después. El vapor se elevaba de la taza de té delante de él sobre la mesa, y el manso rostro del dios se reflejaba en su superficie -
~ • ~ Día de la Celebración | Mansión Chimenea | Mikoto ~ • ~
- Llegó el día. Mikoto comenzó a hornear el pastel en la cocina de la mansión temprano esa mañana -
- Ella había hecho algunos intentos ayer después de regresar a casa, pero ninguno resultó como estaba planeado. Incluso le había pedido a Welf y a Bell que probaran sus creaciones. Aiz sólo probó un poco para tratar de animarla -
- Mikoto paso toda la noche. Ella comenzaba a asentarse, pero ella se apresuró a golpear sus mejillas con ambas manos y decirse a sí misma que se concentrara. Forzó a salir de su cabeza los acontecimientos de ayer y se concentró enteramente en la tarea en cuestión -
Haruhime: Disculpa la intrusión, Mikoto-sama... Sobre mi reunión con Takemikazuchi-sama ayer, yo, um...
Mikoto: No es un problema, Haruhime-sama. No me importa en absoluto.
Haruhime: Eso no es lo que quise decir... Mikoto, eso fue-*interrumpida*
Mikoto: ¡Dije que no me importa!
- Mikoto ni siquiera miró a Haruhime mientras entraba en la cocina, enfocada enteramente en la masa en sus manos. Haruhime no estaba segura de cómo responder al tono serio de Mikoto y se quedó allí con una expresión de disculpa en su rostro. La Renart salió de la cocina un momento después -
- Hestia y Lili vieron la breve conversación desde la distancia y estaban muy confundidas hasta que Bell las puso al día. Sus expresiones desconcertadas rápidamente se convirtieron en frustración hacia Takemikazuchi, pero permanecieron en silencio -
- Mikoto se quitó todos los pensamientos extravagantes fuera de su mente siguiendo la receta del pastel de <La Señora de la Abundancia> lo más cerca posible -
- Primero fue a hornear la masa en una olla de metal que normalmente se utilizaba para el arroz, sobre una llama abierta, y entonces reunió todos los dulces y frutas... Y luego un impresionante pastel fue completado -
- Decorado con muchos tipos de bayas, nadie habría adivinado que el pastel de estilo continental había sido hecho por alguien del Lejano Oriente -
Mikoto: Está hecho, pero...
- Se paró delante de su obra maestra, pero ahora todos esos pensamientos errantes volvieron. No había nada más que hacer. Mikoto permaneció en la cocina hasta que el cielo comenzó a oscurecer. El tiempo de la celebración estaba sobre ella, así que puso el pastel, el plato y todo, en una caja y se preparó -
- Abandonando la mansión, se abrió paso a través de las tortuosas calles de Orario hacia la sede de la <Familia Takemikazuchi> mientras sostenía cuidadosamente la caja en sus brazos -
- Las Lámparas de Piedra Mágica se encendían a medida que el cielo se hacía más oscuro, resonando el estado de su mente. Muchos sentimientos diferentes la atravesaron hasta llegar a su destino -
~ • ~ Sede de la Familia Takemikazuchi ~ • ~
- La vieja y destartalada vivienda comunitaria a la que había llamado hogar estaba ubicada en una estrecha calle en la parte noroeste de la ciudad. En este momento, Takemikazuchi y los cinco miembros restantes de su <Familia> vivían aquí -
- Luz irradiaba desde las ventanas de la sala de estar, tal vez las festividades ya estaban en marcha -
Mikoto: Disculpen la intrusión...
- Mikoto dijo mientras abría la puerta y se dirigía hacia el interior con una expresión de incertidumbre en su rostro. Manteniéndose fiel a las tradiciones del Lejano Oriente, se quitó los zapatos -
- Estaba un poco nerviosa por el hecho de que nadie salió a recibirla. Sin embargo, caminó a través de la puerta de entrada y por un estrecho pasillo. Al llegar a la puerta que conducía a la sala de estar, se detuvo, respiró hondo y la abrió -
*¡Pop!*
Mikoto: ¿Eh?
- Un agradable sonido estalló por encima de su cabeza, y largas y multicolores cintas y confeti cayeron alrededor de ella como nieve antes de que supiera lo que estaba sucediendo. Pétalos de flores reales cayeron sobre sus hombros -
Ouka: Ya era hora de que vinieras.
Chigusa: Bienvenida, Mikoto-dono.
- Sus amigos la recibieron con aplausos y palabras amables. Ouka, Chigusa, los otros tres miembros de la <Familia Takemikazuchi>, e incluso Haruhime estaban riéndose para sí mismos ante la mirada sorprendida de Mikoto -
- Habían logrado recrear un kusudama del Lejano Oriente (una bola de origami rellena con todo lo que el fabricante quería y que podía abrirse con un tirón de una cuerda), y colgarlo en el techo -
- La habitación estaba decorada con Lámparas de Piedra Mágica de muchos colores diferentes y flores artificiales en las paredes. También había una pequeña montaña de comida extendida sobre la mesa. Las croquetas de patatas fritas se destacaban especialmente -
- Saludándola como si fuera la estrella del día, Mikoto se quedó parada con el pastel en sus brazos, más confundida que nunca -
Mikoto: ¿Cu-Cuál es el significado de esto...? Hoy es el día de Takemikazuchi-sama, ¿No es así...?
Ouka: Por supuesto, eso es cierto... pero la razón principal por la que nos reunimos aquí hoy fue para darte una despedida apropiada.
- Mikoto miró a cada uno de sus amigos de la infancia alternadamente hasta que el sonriente Ouka la dejó entrar en el secreto. Podría irse sólo por un año, pero habían estado planeando tener una fiesta de despedida para Mikoto desde que se fue a la <Familia Hestia> -
- Querían que fuera una sorpresa, así que disfrazaron el acontecimiento como la celebración anual de Takemikazuchi e incluso consiguieron involucrar a Haruhime. La mandíbula de Mikoto cayó en el momento en que todo salió a la luz. Ella volvió a mirar a cada uno de ellos -
Ouka: Haruhime nos prestó su ayuda para preparar esta comida... Pfft, jeje... Dijo que también quería ayudar a celebrar nuestra reunión.
Haruhime: Jeje... *sonríe* También quería conmemorar tu partida, Mikoto-sama.
- Una mirada a las bolas de masa colocadas en la mesa, y Mikoto finalmente conectó los puntos de por qué se había reunido con Takemikazuchi el día anterior -
Chigusa: Fue Takemikazuchi-sama quien sugirió que te hiciéramos una fiesta de despedida.
- Una oleada de energía nerviosa pasó a través de Mikoto tan pronto como Chigusa dijo esas palabras. Sus amigos se hicieron a un lado para hacer un camino mientras Takemikazuchi avanzaba -
- Tantas emociones asaltaron su corazón al mismo tiempo que Mikoto no podía moverse, mucho menos decir algo. El Dios se detuvo justo enfrente de ella y suavemente colocó su mano encima de su cabeza -
Mikoto: Ahh... Mis disculpas por ayer.
- Una pequeña sonrisa apareció en sus labios ante la mirada de sorpresa en el rostro de la chica. La expresión de Takemikazuchi se suavizó y sus hombros se hundieron -
Takemikazuchi: Para ser honesto, todavía no estoy seguro de lo que hice para merecer tal reacción... pero al final, hice algo que te molestó, ¿No es así?
Mikoto: ¡...!
Takemikazuchi: Incluso en el Lejano Oriente, a menudo hacía cosas que te molestaban.
Mikoto: ¡E-Eso no es así!
- Mikoto volvió en sí misma cuando Takemikazuchi comenzó a disculparse, y negó vigorosamente con la cabeza -
Mikoto: ¡Soy yo, todo es culpa mía! Fue mi culpa que me molestara contigo, fue mi culpa que sintiera rabia... ¡¡Que estuviera celosa!!
- Su estallido había causado la angustia de Takemikazuchi, trayendo aún más vergüenza y culpa a la tormenta de emociones que se arremolinaban dentro de ella -
- Lágrimas comenzaron a derramarse de sus ojos, su rostro estaba ligeramente rojo mientras explicaba que no tenía derecho a sentirse molesta, enojada o celosa. Pero no tenía el coraje de decirle lo que realmente estaba sucediendo en su corazón. Sentía que tampoco tenía el derecho de hacer eso -
Takemikazuchi: No, no es tu culpa. Porque yo soy tu Dios, y también tu padre.
- La mirada de Mikoto estaba fija en el suelo, pero las palabras de Takemikazuchi la hicieron abrir los ojos -
Takemikazuchi: Si hay algo que quieras decir, dilo. Aceptaré cualquier cosa y todo. Para eso son las familias, ¿No es así?
- Luego sonrió y añadió que era la única manera de que él notara las cosas. Lenta, muy lentamente, Mikoto levantó la cabeza. Sus mejillas se sonrojaron aún más a cada momento, sus labios se separaron y cerraron una y otra vez sin que ningún sonido saliera -
- Aunque se separó de la <Familia>, se preocupaban lo suficiente por ella para organizar una fiesta de despedida. Seguían siendo su <Familia>, y saber eso calentaba su corazón -
- Aceptar lo que ella tenía que decir. ¿Realmente lo haría? Si era verdad, ella quería que lo hiciera. No sólo aceptar sino responder. Quería escuchar lo que él tenía que decir sobre ir más allá de su relación como padre e hija, como una familia -
- Quería conocer los verdaderos pensamientos del Dios con el que había pasado por tantos problemas a lo largo de los años. Con los labios temblorosos, las orejas de Mikoto se pusieron rojo brillante mientras su corazón latía audiblemente -
- Chigusa, Ouka y los otros miembros de la <Familia> se dieron cuenta de lo que eso significaba y esperaron las siguientes palabras de Takemikazuchi con la respiración contenida. Mikoto pateó su orgullo a un lado y acumuló tanto valor como pudo reunir -
Mikoto: ¡¡Takemikazuchi-sama, yo...!!
Takemikazuchi: Mikoto, tengo un regalo para ti. Espera aquí mismo.
- Había una pizca de satisfacción en la voz de Takemikazuchi cuando se apartó de ella y caminó hacia la esquina de la habitación, ajeno al nivel de determinación de una sola vez en la vida de Mikoto -
- Mikoto se congeló, convirtiéndose en una estatua de color rojo oscuro delante de la puerta. Ouka y los demás miraron fijamente a su Dios, decepcionados por su horrible sentido del tiempo -
- Un nuevo torrente de lágrimas bajó por las mejillas de Mikoto. Ignorante de las miradas de consternación, Takemikazuchi volvió a ella con una sonrisa satisfecha en su rostro y le entregó su regalo -
Takemikazuchi: Un regalo de despedida.
Mikoto: ¿Eh...?
- Una pequeña espada con la longitud de una daga estaba en su mano derecha extendida. Tenía otra en su mano izquierda, pero de un color diferente -
Mikoto: ... *temblando* Macho y hembra, una pareja de espadas.
Takemikazuchi: Así es *asiente* Usé el dinero ganado en mi trabajo a tiempo parcial sin involucrar a la <Familia>... y, sí, también un préstamo.
- El asombro llenó el rostro de Mikoto con esa admisión. Ouka y Chigusa tampoco lo sabían. Estaban tan sorprendidos como Mikoto -
Takemikazuchi: Escuche que Hestia se endeudó para adquirir una daga para Bell. No estoy tratando de competir con ella, pero pensé que también debería ser capaz de hacer algo en ese nivel...
No considero que un préstamo sea atractivo, pero yo...
- Cerró los ojos al final, tropezando con sus palabras. Un débil rubor apareció en el rostro de Takemikazuchi. Mientras tanto, Mikoto observaba las pequeñas espadas en las manos del Dios mientras admitía su rivalidad con la joven diosa -
- Una negra, una blanca. En forma de katana, incluso sus vainas estaban bien diseñadas y eran de alta calidad. La firma de la <Familia Goibniu> estaba tallada en cada una; ambas estaban hechas a la medida. Los ojos púrpura de Mikoto comenzaron a temblar y a humedecerse -
Takemikazuchi: ... *sonríe* Algo para mi hermosa hija, un pequeño símbolo.
- La sonrisa que le mostró rompió lo que quedaba de la presa, enviando más lágrimas que nunca a su rostro. Takemikazuchi vaciló un momento, forzando una sonrisa delante de la llorosa chica. Dio un paso adelante y dobló las rodillas para que sus ojos estuvieran a la altura de Mikoto -
Takemikazuchi: El macho es Tenka, la hembra Chizan... Te doy esta ahora, y llevaré la otra.
- Con la caja en sus brazos, Mikoto no pudo tomar la espada, así que Takemikazuchi deslizó la espada negra del tamaño de una daga, la hembra Chizan, en la faja que rodeaba su cintura. Después de asegurarse de que estaba asegurada, miró a Mikoto aún con sus ojos derramando lágrimas -
Takemikazuchi: Y la otra será tuya el día en que vuelvas a nosotros. Así que asegúrate de volver.
- Mostrándole la espada blanca, Tenka, Takemikazuchi sonrió una vez más -
Takemikazuchi: Esperaré tanto como deba, Mikoto.
- Más lágrimas fluyeron mientras Mikoto cerraba los ojos. Una agradable y cálida sensación se hinchó en su corazón y creció hasta envolver todo su cuerpo. Con los ojos aún cerrados, le devolvió la sonrisa -
- Imaginó el momento en que las dos espadas se reunirían. Ese sería el día en que revelaría sus verdaderos sentimientos, los que no pudo decir esta noche. Se convertiría en alguien digna de llevar ambas espadas. La próxima vez, seguramente, diría sus pensamientos -
Mikoto: ¡¡Sí!! ¡Por favor, espérame!
- Con las mejillas manchadas de lágrimas, una alegría genuina apareció en su expresión. Ella intercambió sonrisas con Takemikazuchi, cara a cara. Chigusa, Ouka, Haruhime, y el resto del grupo que los rodeaba a ambos no pudieron evitar seguir su ejemplo -
Mikoto: Um, esto... esto es un pastel... así que, Takemikazuchi-sama, todos juntos...
Takemikazuchi: ¡Oh, gracias, Mikoto! ¡Ahora bien, todos, vamos a comer!
Todos: ¡Sí!
- Sus voces se escucharon al unísono. Takemikazuchi tomó la caja de la todavía llorosa Mikoto mientras la habitación cobraba vida. Los hombres no pudieron esperar otro momento y rodearon la mesa en un abrir y cerrar de ojos, con las manos extendidas -
- Chigusa, Haruhime y las otras chicas se reunieron alrededor de Mikoto. Todas intercambiaron abrazos, sonrisas y palmadas en la espalda. La estrella de la noche se secó las lágrimas con su brazo y les sonrió a sus amigas -
- La luz de las Lámparas de Piedra Mágica del exterior entraba a través de las ventanas de la sala de estar. Era como volver al santuario. Su pequeña casa rebosaba de risas -
~ • ~ Afuera del lugar | Aiz y Bell ~ • ~
- La pareja que aún estaba despierta, había seguido a su amiga, aún estaban preocupados por ella, pero cuando vieron cómo se habían desarrollado y finalizado los acontecimientos de los celos de la chica, unas sonrisas cálidas salieron a la luz -
Bell: Entonces esa es una manera como empieza un romance o se desarrolló a través de los años, teniendo su momento tenso...
Aiz: Ciertamente fue raro eso que le lanzara el pastel a Takemikazuchi-sama, pero debe ser porque... yo no he tenido un ataque de celos así.
Bell: Jeje... Puede ser, aunque con Syr-san casi lo hacías, ¿verdad?
Aiz: ¡Mhph!
Bell: ¡Aghh!
- El comentario iba en tono de burla, cosa que puso furiosa a Aiz de forma tierna, tomando ambas mejillas del chico y jalándolas para diferentes lados. Bell trato de zafarse, pero la Fuerza de su novia es tanto, solo tenía una escapatoria", esperar...-
- Aiz siguió así por un rato mientras la fiesta seguía aún dando a tope de power. Un dúo de hombres de armaduras de guardia con un festín en sus manos miraron a la pareja extrañados. La pareja miró un momento de nuevo a la casa de la <Familia>, observaron como Mikoto y Takemikazuchi conviven con sonrisas con los demás -
- Aiz dejó a Bell y lo abrazó, recordó algo que sus padres le habían dicho... "Es mejor tener una relación única con un Héroe porque hacia la felicidad será eterna, sin importar la situación" -
Bell: ¿Aiz...?
Aiz: Bell... Abrázame.
- Bell siguió la súplica de la chica, rodeando el cuerpo de ella con sus brazos y atrayéndola a su pecho. Por una razón tuvo una leve sensación de su cambio... Es verdad que su amor es único, y es por eso que no debe de imitar a otros...-
- Ambos son felices como llevan todo, así que seguirán así hasta que ellos cambien, que es dudoso eso... Bell tomó a la chica como una Princesa y dejó a un lado la fiesta, ya tuvieron por hoy una muestra de como es el romance con otra pareja... Aiz estaba más segura y confiada de si misma a un cuarenta por ciento -
Bell: Mi linda Princesa.
Aiz: Mi lindo Héroe.
- Sus labios se juntaron mientras la luna era el único testigo... o eso creía. Una persona encapuchada observaban a la pareja desde la oscuridad de un callejón, sus ojos se fijaban en el cabello blanco -
¿??: ... Hay el amor.
- Dijo en susurro mientras se daba la vuelta en dirección por el largo callejón en el que vino y había seguido a la pareja en silencio completo. Mientras caminaba, sus dos manos tomaron la capucha y se la quitó, dejando ver a la luz de la luna el cabello color rojo como una fresa recién lavada, no tan largo como cierto Crozzo... Sus ojos anaranjados como la lava de un volcán, miraban a la luna creciente -
¿??: Esperar a que se entere y que llegue el día solo hace que me emocione.
[¿??: Lo mismo digo...]
¿??: Es momento de que ya empiece con mi plan para combatirlo, vayamos a Knossos... Con el equipamiento actual, y sin conocer el <Estatus> actual de <Little Rookie>, yo creo que estare en una gran desventaja.
[¿??: Pero nada que no arregle un poco de los materiales más resistentes, ¿verdad?]
- El misterioso muchacho dio un gran salto, llegando al techo de ladrillo de un edificio algo abandonado. El joven miro un momento el techo, un agujero masivo tenia este, dejando pasar la luz de la luna e iluminando el desastroso lugar hecho polvo por claras marcas de que hubo unas explosiones, era el edificio por donde Bell había tratado de escapar de las garras de la <Familia Apolo> -
¿??: Capas de enfrentar a una <Familia> como la <Familia Apolo>. Lo que quiere decir que la Magia es un fuerte como la Agilidad. Somos algo parecidos, pero... A diferencia de ti, Bell Cranel. Yo soy pura Fuerza.
- El joven pelirrojo se puso su larga manta oscura con tonos cafés, y con capucha mientras tomaba carrerilla antes de salir corriendo a gran velocidad en dirección a la Calle Dédalos, donde el innombrable laberinto de la pesadilla había varios materiales como minerales, <Oricalco> especialmente...-
- No esta claro quien es este sujeto, pero lo único que quiere es... enfrentarlo, enfrentar a Bell. Este Aventurero no es conocido, pero la velocidad y su conocimiento de Orario hace que sea alguien con el que se debe de tener cuidado... Especialmente cuando sabe de la existencia de Knossos...-
~ • ~ Siguiente día | Mansión Chimenea | Jardín | Mikoto ~ • ~
- La cálida luz del sol brillaba a través del cielo azul claro. Los primeros signos del verano había llegado a Orario. Una espada brillaba bajo la luz del sol desde arriba mientras silbaba a través del aire -
- Mikoto estaba sola, derramando gotas de sudor mientras practicaba técnicas de combate entre el exuberante verde del césped, los arbustos y los árboles. Girando, cayendo y acuchillando como un ninja, sostenía el regalo de Takemikazuchi, Chizan, firmemente -
Nazza: Mi opinión de Takemikazuchi-sama ha mejorado... un poco...
- Bell, Aiz y Welf observaban el entrenamiento de Mikoto desde la sombra de un pasillo cercano. Nazza habló junto a ellos. Había venido a la mansión para entregar los ítems que la <Familia Hestia> había ordenado -
- Escuchar sobre lo que había ocurrido ayer pareció ponerla de buen humor. Incluso su cola se movía de un lado a otro con más entusiasmo que de costumbre -
Welf: Estuve un poco preocupado por un tiempo. Sin embargo, no puedo evitar sentir que estamos pasando por alto algo importante.
Nazza: Pero Mikoto-san se reconcilio con Takemikazuchi-sama. Ciertamente parece feliz... Bell, justo a su lado, tenía una alegre sonrisa.
- De vez en cuando, Mikoto dejaba de practicar, admiraba la espada en su mano y sonreía. Parecía estar de muy buen humor. Bell, Aiz y Welf la miraron y compartieron una alegre e irónica sonrisa. Por otro lado, Nazza entrecerró los ojos hacia la chica -
- Mientras admiraba a Takemikazuchi por preparar un arma para Mikoto por su cuenta, había otra preocupación -
Nazza: Pero saben... *sonríe* ... Él hace cosas como esa todo el tiempo como si no fuera nada. Creo que por eso lo llaman insensible.
- Dividir un par de espadas macho y hembra entre el Dios y el dependiente justo como había hecho Takemikazuchi. La espada hembra a la mujer, y la espada macho al hombre. Era casi como...-
Welf: Un anillo de compromiso. Los Dioses tienden a llamarlo "propuesta".
Nazza: ... Bueno sí.
Aiz: ... (Anillo de compromiso...).
Bell: ...
- Welf se frotó el cuello con la mano libre. Nazza soltó una leve risa. Aiz se quedó un tiempo viendo a Welf mientras recordaba sus palabras... luego miró a Bell. Aunque Welf o Nazza lo vieran, su piel se notaba normal, pero Aiz notaba como él por dentro estaba rojo como una remolacha -
Bell: ... (Anillo de compromiso, anillo de compromiso, anillo de compromiso, anillo de compromiso, anillo de compromiso, anillo de compromiso...).
- Era fácil malinterpretarlo como el destinatario de algo cercano a una propuesta de matrimonio. Sin embargo, Bell vio más al fondo... Ya no era por Mikoto, sino por Aiz y él... La palabra de anillo no salía de su cabeza -
- Es cierto que él y Aiz ya habían jurado que en un futuro se iban a casar... Pero no lo había pensado tan a fondo, realmente ver a esa chica de cabello dorado como sus ojos vestida con un traje de novia blanco... Era un sueño que se hará realidad...-
Bell: ... (Pero antes... Me gustaría darle más regalos a Aiz. Regalos que use toda su vida. Luego le pediré... *muy sonrojado* Ma-Matr-trimonio... ¡Debo de hacerlo de la mejor manera!).
- Sonriendo de una manera tierna y nerviosa, se lo propuso. Si le va a proponer matrimonio a esa chica, es chica dorada, Aiz Wallenstein, su actual novia, ¿próxima esposa...? Lo hará de una manera que los dos nunca lo olvidaran... -
- Aiz noto la sonrisa nerviosa del chico, cosa que hizo que sintiera mucha ternura por él, hasta tenía ojos brillosos, su sonrisa, esa sonrisa de que tenía algo planeado hizo que su corazón se acelerara. Se acercó al chico, Bell dejo un poco sus pensamientos y vio cómo su novia tomo su mano -
- Juntaron sus hombros y cabezas, sus mejillas ardían de felicidad. Welf y Nazza miraron a la pareja, pudieron imaginarse un poco sus pensamientos, un leve sonrojo apareció en sus rostros ya que parecía adorable. Los cuatro observadores miraron a Mikoto -
Mikoto: ¡Chicos! ¿Por qué no me acompañan en mi entrenamiento si tienen tiempo...?
- Mikoto detuvo sus movimientos de práctica, se dio la vuelta para mirar a los espectadores y agitó su mano. Con la mitad femenina de la pareja firmemente en su agarre, una sonrisa tan clara como el cielo de arriba florecía en su rostro -
🡨 To be... ¿Eh? ¿Todavía no? Vale...
~ • ~ Unas horas después | Habitación Gatojena | Bell y Aiz ~ • ~
- Pasaron dos horas desde que Mikoto les pidió a los cuatro observadores unirse a su entrenamiento. Welf, Bell y Aiz aceptaron menos Nazza, ya que piensa que no podría hacer mucho en estos momentos -
- El entrenamiento fue básico y sencillo, combates con espada, uno contra uno. El primero que enfrentó a Mikoto fue Welf, que usando su característica Gran Espada, enfrentó contra la nueva arma de la chica -
- Ya que los dos son Niveles 2, fue una batalla un poco igualada, pero al final ganó Mikoto ya que al tener un arma más ligera y que permite hacer movimientos más veloces en zonas a quemarropa, ganó -
- Ahora tocaba Bell, una batalla muy complicada para la chica del Lejano Oriente. Era claro ya que Bell es un Nivel 3, casi 4; su gran ventaja con la velocidad permitió hacer movimientos que Mikoto no pudo bloquear. Al final gano el chico -
- Sin embargo, hay algo que Mikoto no pensó muy bien cuando dijo que entrenaran con ella... Eso que no pensó fue que una de las tres personas la supera 4 Niveles... Fue muy tarde cuando se dio cuenta de su error...-
- Mikoto tembló, estaba sola contra una aventurera de Primera Clase... Aiz sabía de la clara desventaja de Mikoto, así que solo estaba usando la vaina de su espada. Antes de que la masc-entrenamiento empezará, Mikoto le pregunto a Bell sobre cómo era recibir el ataque de una Aventurera con ese calibre -
- Ella estaba enterada del entrenamiento que tuvo antes del <Juego de Guerra>, y por lo que sabe... Bell no salió muy bien parado, pero aun así luchó contra dos. El albino le dijo que, con suerte, su cabeza seguirá donde debe de estar -
- Comentario que claro hizo que Mikoto, Nazza y Welf perdieran su color crema de la piel por un blanco como el mismo cabello del conejo, alumno de Aiz. Hablando de ella, está hizo un puchero adorable con una mirada fulminada directa hacia al chico, ese comentario fue directo. Bell rió nervioso -
- Lo siguiente... Fue una masacre total, Mikoto quedó noqueada dos veces. Una estrellada con la pared de la mansión y la otra contra el césped del jardín. Aiz trato de ayudarla ya que como siempre, no midió su Fuerza -
- Ese fue el resumen de la mala decisión de Mikoto. Ahora regresando a la habitación, la pareja estaba apenas entrando ya que acababan de terminar de almorzar con su <Familia> y aparte de tratar las heridas de su amiga -
- Aiz fue la primera en entrar, abrió la perilla de la puerta que, por cierto, esta tuvo una actualización no hace mucho que permite que funcione como las habitaciones de la <Mansión Crepúsculo>. Big Mama haciendo de las suyas...-
Aiz: Wuah~ *bostezo* Que rica comida.
Bell: Parece que Lili ahora si les dio las ganas de hacer con mejor calidad... Fue muy buena comida.
Aiz: Hmm... No estarás diciendo que yo...
- La opinión del chico con la comida que preparó Lili ahora, que ella usó ingredientes un poco más altos, hizo que Aiz sintiera una leve molestia. Pensamientos como, "¿Acaso ella prepara mejor comida? ¿Su estómago de conejito quedó mejor satisfecho con su comida? ¿Acaso ya no ama mi comida?", invadían su mente en tormento. Y claro, Bell lo noto -
Bell: No, no, tú comida será la única que dejará este estómago lleno de amor. Eso lo tengo siempre en mí.
Aiz: Jeje... *sonrojada* Siempre lo hago con todo el cariño.
- Bajando su mirada muy sonrojada, comenzó a pensar nuevos platillos para su menú llamado "Métodos de conquistar el estómago de MI CONEJITO", verificado y apoyado por Riveria y Tione, la última mencionada se enteró ya que también lo necesita para su querido capitán...-
- Bell vio cómo ella comenzó a murmurar después de pensar unas cosas, decía cosas de conejitos adorables que roban su corazón dorado. Él la miró unos segundos y comenzó a quitarse las botas, las dejo en un mueble que está al lado de la puerta -
- Ahí dejaban sus botas o zapatos ya que Mikoto les contó de esa costumbre de su lugar de origen. A la pareja le fascino ya que les gusta estar descalzos en su cuarto. Bell dejó sus botas y caminó por detrás de la chica que seguía murmurando -
Bell: (Si quiero conquistar todo de todo de ti... Es momento de que seas una princesa, una muy bien complacida por tu héroe).
- Se puso detrás de la chica, levantó sus dos brazos hasta la altura de la cintura y los entrelazo por alrededor de esta para abrazar la pancita de Aiz. La chica salió de sus murmullos y se sonrojo como una manzana roja fresca. Nerviosa, vio las manos del chico abrazarla -
Aiz: ¿B-Bell...?
- Movió su cabeza hacia atrás, vio sobre su hombro como Bell se acercaba mucho a su rostro, era clara su intención. Los dos dejaron que sus ojos descansen, acercaron sus labios hasta rozarlos con el otro. Luego los unieron de forma gentil y relajante -
- Un sonido de satisfacción salió de ambos, uno que daba un buen pie al comienzo de su horda de besos del día. Separaron un momento sus labios para volverlos a juntar, pero en una zona diferente con ángulo diferente. Dando comienzo a su ronda de besos -
Aiz: Mhmhmm~
- Por el momento, Bell dejó de abrazar la pancita de Aiz para que ella pudiera abrazarlo como tanto le fascinaba a ella y a él. Y sus deseos fueron cumplidos cuando la rubia levanto su brazo derecho y con su palma abrazo la parte trasera de su cabellera blanca, acercando más esos labios sabor conejo -
Bell: Mhmhmm~
- El otro brazo paso por debajo del brazo derecho del chico, abrazando y atrayendo más el cuerpo completo hacia a ella. Bell no fue el único, también abrazo la parte trasera de la cabellera dorada, y con la otra la parte trasera de la cintura, casi llegando a las dos zonas suaves -
- Ahora que estaban muy apegados, con sus cuerpos comenzándose a calentar por el mismo calor que producía este; comenzaron a moverse por la habitación sin ningún rumbo en concreto. Sus mentes solo decían que esos labios son para disfrutarlos y nada lo detendrá -
- Sus pies pasaron por muchas zonas de la habitación, empezando con pisar el suelo de madera falsa, sus pies fríos iban desapareciendo con el paso del tiempo entre los besos. Luego pisaron una gran alfombra donde estaba la mesa y dos sillones -
- Estaban pisando el suelo de tela, eso hizo que sus cuerpos, y más específicamente sus pies, se calentaran por completo. Fue entonces que, llegando a unos de los bordes de un sofá, la chica cayó directo a este por culpa del chico que la empujaba. Aiz cayó acostada y con un rostro totalmente rojo y jadeante -
- Ella abrió su par de ojos dorados, veía como ese chico que ama como nunca pudo imaginar, ahora estaba listo para dar un paso más. Bell con sus ojos carmesíes abiertos y viendo el cuerpo de su anhelo dorado, empezó a quitarse su camisa -
- Ya estaba sudando de la emoción y la satisfacción que le producía solo verla, tierna y a la vez muy traviesa la sensual chica que comenzaba a mover sus piernas y brazos para posar para él. Tenía claro lo que quería decir, "quítate esa camisa", era lo que decía esos ojos -
Bell: Aiz...
- Bell dijo su nombre aun entre jadeos de excitación. Tomó la parte baja de su camisa y la levantó hasta quedar por la mitad del camino. Durante eso, Aiz no pudo evitar morder su labio inferior, el chico lo hizo de manera lenta que parecía una eternidad para ella -
Aiz: Quiero más... Quiero verlo...
- Casi gimiendo, suplico por ver ese cuerpo que le pertenece. Sus súplicas fueron escuchadas, y Bell dejó a la vista su nuevo físico mejorado. Solo paso un segundo para que Aiz sintiera como ella misma se mojaba por tan espectacular vista -
- Sus seis cuadros definidos y perfectos, sin exceso de músculo, solo dejando marcados, sin nada de imperfecciones en su piel más que una gran cicatriz en la mitad del abdomen. El cuerpo deseado de todo hombre, y tal parece que también el deseado de esta mujer -
Aiz: Ahh~~
- Porque gimió a la vez que su ropa íntima inferior se humedece, su nariz tenía un drenaje de sangre y su cuerpo se estremecía a la par que se ponía erizada. Muchas sensaciones con solo una vista a tiempo real. Tapo su boca y miro a otra dirección, era mucha perfección para su ojos -
- Por su parte, Bell, miro un poco extrañado y avergonzado como ella se retorcía de puro placer visual. Nos esperaba esa reacción tan "exagerada" que tuvo la chica. Sin embargo, sabe que ella normalmente reacciona así, así que su esfuerzo dio frutos... Es lo único que sacó en ese apartado -
- En el resto sentía orgullo. Para cuando termino de pensar, fue cuando vio como Aiz tenía su boca y nariz tapada, fue demasiado excitación que realmente llegó al orgasmo. Ahora jadeaba mientras trataba de ocultar su nariz -
Bell: Aiz, no hagas eso~
- Bell no dudó en acercarse a ella, cosa que fue buena y mala idea. Buena porque estaba preocupado por eso, y mala porque si se acercaba más... *Shish* Otro sangrado pasaría -
- La chica tapó su rostro muy avergonzado, pero sintió como las manos casi ardiendo de Bell las detuvieron. Separó sus manos y dejó que Bell las quitara de su rostro; ahora mismo, él se encontraba encima de ella. Mirando una vez más los ojos del otro, los cerraron y juntaron sus labios de nuevo -
- Subiéndose encima de la princesa, comenzó a besarla con más intensidad, al punto donde él mismo hizo que ella elevara sus brazos para que tocara su espalda y lo abrazara. Aiz ya no le importó si tenía aún su pequeño hilo rojo en su nariz, cuando sintió el calor de la espalda del héroe, todos sus pensamientos fueron los mismos...-
Bésame más, bésame con más amor, bésame amor, amor de que disfrutamos tanto...
- Abrazo con fuerza y acercó a Bell más a su labios y pechos. Estaban tan unidos que sus temperaturas corporales se dispararon por los aires. Aiz no dejo que Bell tuviera un momento de paz, cada vez que trataba de respirar, lo besaba y lo atraía hacia ella -
- Para lograr eso mordió los labios del chico aun besándose, usó su lengua cuando lo tenía bajo su poder; abrió sus ojos y vio lo intentos del chico de separarse para tomar aire, todos fueron en vano -
- Pasaron minutos así, cuando Aiz sintió como ya le suplicaba, lo soltó. Bell casi tosiendo, recuperó un poco de aire lo más rápido que pudo. Sabe que Aiz no lo hace ni una y ni dos... O eso parecía hasta que ella habló -
Aiz: Desnúdame, Bell~
- ¿Esas palabras...? ¿Acaso se podían escuchar más perfectas? Bell vio a Aiz con impresión, veía como las pupilas doradas formaban corazones. Ni lento ni perezoso, Bell puso su mano derecha en la parte inferior de la playera sin mangas de Aiz. ¿La levantó? No, la destruyó de un jalón -
- Telas blancas salieron volando hacia un lado, dejando a la vista la piel blanca de la chica, las telas cayeron en la alfombra roja. La mano del chico apunto ahora al brasier blanco de Aiz, apuntando con su dedo índice en donde unía el brasier todo, lo jalo y dejó libres ambas chicas de Aiz -
- Tocó con ambas manos los senos, los masajeo de derecha a izquierda con tranquilidad y clara diversión. Aiz cerró sus ojos y miró hacia otro lado mientras gemía por el tacto y trato que le hacía las manos a sus senos -
Aiz: Ahhh~~ Ahh~ Agh~ Ahhhh~~
- Los gemidos de la chica aumentaron a la par que la rudeza de Bell aumentaba, ahora jugaba con los pezones rosados. En momento del masaje, él tomó ambos senos de Aiz y los apretó como si tratara de exprimir -
Aiz: ¡AHHHHHHHHHH~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~!
- Aiz no lo soporto y gritó de placer, le dolía un poco, pero como está acostumbra... "Duele, pero luego me dará placer...", eso pensaba ella -
Producción: Creo que eso no suena muy bien que digamos...
¿??: Si... Tiene razón. No piensen que es masoquismo.
- Bell apretó los pechos de Aiz, la chica aún seguía gritando. El conejo no pararía ahí, acercó sus dientes y mordió a la vez que succiono los senos al mismo tiempo. Otra nueva sensación para Aiz que dejó de gritar porque a su garganta le dolía -
- Abrazo la cabeza del chico, le gustaba esto más que su intento de vaquita ordeñada. Pasaron más y más tiempo así hasta que en un momento se desvistieron por completo. Siguieron aun en el sillón -
- Aiz estaba de espaldas de Bell mientras estaba en cuatro, su mitad superior estaba acostada ya en el sofá, ella miraba al chico, esperando su acción. Bell estaba quitándose lo último de su ropa, con su miembro ya erecto y totalmente desnudo, se acostó encima de Aiz, dejo introducirlo a la par que ambos gemían -
- Las estocadas no tardaron -
Aiz: Ahh~ Ahh~ B-Bell~ Ahhhhh~~ Ah~ Ahh~ S-Sigue-Ahh~ Así~ Así~ Ahh~~
Bell: Ahh~~ Ngh~~ Ahhh~ A-Aiz~ Ahh~ Agh~~ Ah~
- Una de sus posiciones favoritas sin duda. El miembro del chico siguió frotando el interior de la fémina de la chica por varios minutos, siempre con su velocidad que tanto les gusta en momentos donde quieren hacer el amor -
- En el progreso del primer orgasmo intencional, Bell tomó la barbilla de la Aiz con una mano, la otra la uso para jugar con el resto del cuerpo a su disposición. Aiz abrió su boca, sintió como dos dedos del chico entraron y la mantuvieron abierta, si quería quitárselo, tenía que lamerlos -
- Las embestidas siguieron, llegando ya la recta final, los dos hicieron su trabajo para llegar al mismo tiempo. Moviendo sus cuerpos en sincronía para venirse juntos, luego llegó su deseada colisión de amor -
- La pareja soltó sus sonidos indebidos con fuerza, cayeron agotados, uno encima del otro, pero los dos dejando salir sus líquidos. Siguieron haciendo en esa posición unas dos veces más. Luego se fueron a donde lo disfrutan más, su cancha -
- Aun dándole en cuatro patas, con una leve diferencia, esta era que Bell había tomado ambos brazos de Aiz, dándole estocadas más profundas al interior de la fémina. La rubia ya no gemía, gritaba de placer a todo lo que daba, se notaba como su voz se iba cuando más profundo iba el chico -
Aiz: ¡Ahh~! ¡Ahhh~~! ¡Ahhh~~~~~! ¡N-No pares~~~! ¡Ahhh~~! ¡Ahhhhh~~!
- Más y más "no pares" o "sigue así", "dame más", "más duro", "más rápido", "más fuerte"; cosas así salieron de la boquita de la chica. Bell, que como lo había propuesto para esta parte de amor, iba complacer a su princesa como ella quisiera -
- Siguieron por unas horas con su unión de cuerpos amorosa. Sin embargo, no había muchos planes para el resto del día, es por eso que Bell decidió usar algo más para su día con Aiz -
- Mientras la chica estaba en la cama jadeando mucho, mientras su cuerpo brillaba por las Lámparas de Piedra Mágicas ya que su cuerpo estaba brillando por su sudor, Bell sacaba de una bolsa un frasco de líquido rojo -
Bell: Por lo que sé, estas cosas sirven para hacer el amor como nunca antes. Aisha-san dice que si quieres dejar invalido a alguien... que usara esto.
- Miro la botella de líquido rojo, vio el reflejo de Aiz aun jadeando en la cama. Una sonrisa peligrosa apareció en los labios del conejo. Camino hacia su amada, ella vio como la sonrisa de Bell desaparecía por una seductora -
Bell: Amor~ -saca el frasco- ¿Te gustaría que tu conejito se vuelva conejote~?
Aiz: ¿E-Eh...? -nerviosa- ¿E-Eso es...?
Bell: Un afrodisiaco. Uno que tengo en mis manos debido a cierta persona... Esa persona me dijo que, con esto, tú y yo disfrutaremos hacer el amor como nunca antes.
Bell: ¿Quieres ponerlo a prueba~?
Aiz: Em... *apenada* Me ofendería que no lo hicieras... -mira a Bell- Yo quiero más~
- Aiz puso uno de sus dedos entre sus labios, haciendo una mirada tierna, pero atrevida para la vista del chico. Bell sonrió cálidamente y con un *Pook*, destapo el frasco. Se acercó a Aiz y nuevamente muy juntos, los dos abrieron sus bocas y dejaron que el afrodisiaco entrara en sus gargantas...-
*Glup*
- No pasó mucho para que ambos perdieran el brillo de sus ojos y sus cuerpos sintieran una necesidad... La necesidad de unirse con alguien, hacerlo como nunca antes... Muchas veces sin cansarse... Hacerlo con la persona que está frente a ellos...-
Ambos: Dame mi amor~~
- Con la fuerza de un Nivel 3 a finales de camino, Bell hizo que Aiz se acostara. La chica cerró los ojos cuando la zanahoria entró una vez más. El conejo no tardó en demostrar su gran velocidad con la cadera, cosa que fascino a la gatita rubia como nunca lo había imaginado -
Aiz: Ahhh~~~ Ahhh~~~ Ahh~~ Ahh~ Ahh~~~~ Ahhh~~ Ahhhh~ Ahhhhhhh~~
- Tantos gemidos salieron de sus labios, muchos que eran incontables. Se aferró tan fuerte como pudiera de las sábanas, era demasiado, pero no lo suficiente aún para calmar sus ganas de hacer el amor -
- Bell se acostó en la chica dejo de ir tan rápido, ahora lo hacía tan lento y suave. Aiz no bajó la intensidad de sus gemidos ya que cuando él va lento, siente como ahí abajo hace como hormigueo, una sensación desesperante, pero muy relajante a la vez -
- Cuando estaba por venirse, fue cuando debía de abrazar a la chica, pero lo que hizo fue tomar los brazos y juntarlos. Aiz vio cómo su agarre de las sabanas fue interrumpido por las manos ardiendo del chico, una nueva posición donde el que dominaba era Bell -
Aiz: Ahhhh~ ¡Ahhhh~~~! Ahhhhh~ ¡Ahhh~~!
Bell: ¡Nghhh~~~! Ahhh~ ¡Aghhh~~~! Ahhh~
-¡Ahhhhhhhhhhh~~~~~~~~~~~~~~~~~~~!
- Se vinieron a la par del otro. Sin embargo, el efecto de la poción de energizante se activó, y aun viniéndose, Bell siguió moviendo sus caderas, Aiz seguía gimiendo de placer. Pasaron unos minutos para que ahora probarán una nueva cosa. Si Bell dominio antes, ahora le toca a Aiz -
Bell: Aghh~~ A-Aiz... N-No~ Ahh~~ S-Si sigues a-así~ Ahh~~ Yo~ ¡Ahh~~!
Aiz: Vamos, Bell~ Yo sé que lo quieres~~ Déjalo salir~~~
- Arrodillados, el joven junto a la joven que estaba detrás suya abrazándolo mientras tomaba su miembro con una de sus manos. De adelante para atrás iba su mano. Bell estaba como un tomate hirviendo, respiraba muy agitado y gemía del placer por lo que sentía con la mano de Aiz -
- La chica de cabellos dorados lo había visto en uno de sus miles de libros secretos y obscenos escondidos para los ojos del mundo exterior, menos Riveria que ella lo sabe todo. Nuevamente quería probar cosas con Bell en el amor -
- Esta vez vio como la chica que había escrito ese libro, decía que para vengarte de tu novio o esposo por haber intentado aplicarle la vaquita ordeñada, hacerle la misma jugada salía factible, pero por tres veces más factible. Aiz tenía la prueba suficiente, Bell lo había hecho no hace más de tres cuartos de hora -
- Era hora de vengarse de su conejito por segunda vez. Aiz seguía tomando la zanahoria de Bell, frotándolo para adelante y hacia atrás repetidas veces. Bell estaba exhausto, lo disfrutaba, pero la forma como lo hacía Aiz lo estaba cansado de energía -
- Sin embargo, para eso tienen un afrodisiaco...-
Aiz: Aun no~~ Aun debo de ver cómo sale tu liquido~~ Aun debo vengarme por tratarme como vaquita~~
Bell: ¡Ahhh~! A-Aiz~~ ¡Ahhhhh~~! A-Aiz~~ ¡Ahh~~! P-Piedad~ ¡Ahh~~~!
Aiz: Ni hablar, co-ne-ji-to~
- La chica sacó de nuevo el frasco de líquido rojo, le quitó el tapón y se lo llevó a su boca, le dio un trago. Bell vio para atrás, vio como Aiz tomaba un poco del afrodisiaco con una mirada seductora. La chica vio el estado del chico, se veía exhausto, pero nada que arregle el energizante -
Aiz: Bell, di ahh~
Bell: A-Aiz~ N-No~
Aiz: Ábrela, Bell~~
- Bell resistió para no abrir su boca, pero no pudo evitarlo cuando Aiz decidió obligarlo aumentando la velocidad. No pudo cerrarla a tiempo, Aiz le dio del afrodisiaco a la fuerza abrazándolo y acercándose a ella, pegando sus senos con su espalda -
- Él bebió del jugo, sintió como sus energías volvían, haciendo que su miembro fuera más eréctil. Aiz sonrió cuando ya lo sentía más duro, se acercó al odio de Bell y comenzó a lamerlo -
Bell: ¡Ahhhhhhhh~~~~~~! ¡Ahhh~~~! ¡A-Aiz~~~~! ¡Ahhhhhhh~~~~~~~~!
- Aiz siguió con la masturbación mientras mordía y lamía la oreja del conejo. Este mismo orejón decidió rendirse de una vez, si su felina lo quería, pues se lo daría. La rubia se dio cuenta de eso y sonrió, sus pupilas se volvieron corazones. Segundos más tarde, Bell no resistió más -
Bell: ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh~~~~~~~~!
- Bell eyaculó mucho, Aiz lo abrazó con fuerza mientras salía la gran carga. Una sonrisa victoriosa salió a la luz, se había vengado. Su mano estaba cubierta por el líquido de amor de Bell. El mismo chico jadeando, aun siendo abrazado por la que lo hacía, vio a su chico. Con su mano que abrazaba, limpia, tomó la barbilla del chico y acercó su rostro -
Aiz: Bien hecho, mi Bell~~
Bell: A-Aiz... Ah...
- La chica beso el cachete, luego mordió esa misma zona. Bell hizo un leve sonido por esto, vio a la chica con unos ojos que a simple vista eran de ternura, pero que realmente le pedían que lo besaran. Aiz lo beso, usó su lengua y le dio su succión de alma como tanto pedía -
- Ese beso duró unos minutos largos, querían disfrutarlo mientras recuperaban sus energías. Después de esa jugada de Aiz, fue cuando realmente dieron el arranque a su día de unión... Su siguiente movimiento fue ahora unos sentones...-
- Ninguno se detuvo, lo hicieron por horas sin descanso, rompiendo su récord de horas haciéndolo y veces que se vinieron... Parecía totalmente perdimos en el amor de la unión, dos animales en su época de celo total -
- Sus posiciones más repetidas fueron la primera que había dicho, mientras se abrazaban uno encima del otro (con mordidas, succiones y lamidas), con Aiz saltando encima de Bell que fue la más usada. El sesenta y nueve también lo usaron ya más al final -
- Y su favorito, mientras que Bell está de pie y Aiz abrazándolo como un koala con beso profundo. Moviéndose para donde sea mientras lo hacen con amor. Así fue su día...-
- Sus cuerpos se los pedían, querían unirse una y otra vez sin descansos, para solo terminar con su sed de hambre por hacerlo con el otro... Gemidos, jadeos, rechinidos, gritos de placer y mucho amor resonó por toda la habitación por el resto del día...-
- Sin duda, una de sus mejores experiencias de sus vidas en la cama... Las tácticas de amor como estas superan más que un simple pastelito -
<-- To be continued...
Siguiente capítulo: | Amor Diminuto |
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~ Tablero del Gremio ~
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- | Palabras (15,672) 🐇⚡
- | Si te gustó la historia y quieres más capítulos, no olvides poner tu estrellita, te lo agradecería mucho. 😁
- | Yo: Muerte al NTR y vida el AizxBell
- | Comentarios, Opiniones, Sugerencias, Dudas, Respuestas del examen... (Aquí) 😉
- | Nos vemos el próximo...
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🐰😺 | Nota del conejo y la gata | 😺🐰
Los pastelazos son como los sentones, se disfrutan... Pero no todo se puede disfrutar como cuando uno se da cuenta de una realidad, una realidad que estaba ahí y antes sentía que era normal, pero ahora... le cuesta creerla. La pequeña Soporte tiene un conflicto de... ¿Amor...?
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