Al entrar a la sala se encontraron al Señor junto a Seth.

-¿Qué hace él aquí?- Exclamó Minita.

-A partir de ahora formará parte del equipo.- Dijo El Señor.

-Señor, con todo el respeto, somos 16. Si entra, alguien tendría que irse. Además, sus habilidades no están a la altura.-Dijo respetuosamente Emma.

El Señor se quedó pensando que tenía razón. El nivel del equipo estaba muy por encima de sus capacidades. Además no sabía si realmente no le había importado que lo mandara al Inazuma o si se había contagiado de su espíritu de luchador. Finalmente decidió que se quedaría como jugador de apoyo. Es decir, un suplente de suplentes.

Emma y Minita organizaron una reunión, allí avisaron de la novedad. Luego, fueron a entrenar. Seth quedó impresionado por su entrenamiento, a simple vista parecía normal, pero, en verdad era muy duro. En el Inazuma esos entrenamientos eran imposibles. El equipo confío en él desde el principio, después de todo, eran órdenes del Señor.

Al día siguiente, volvieron a la sala. El Señor les dijo que se iba a poner en marcha la fase 3, que consistía en entrenar a todos los equipos de fútbol de Japón, para luego montar un torneo y destruirlos a todos allí. Luego, usando ese torneo como excusa prohibirán el fútbol.