Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Zack Evans

Zack se preguntó brevemente si había sido una buena idea ingresar al instituto Raimon junto a su hermano menor. No es que no quisiera a Mark; al contrario, lo adoraba. Sin embargo, su hermanito era muy testarudo y, a veces, simplemente insoportable, como estaba demostrando en ese momento.

Mientras Zack se dirigía al aula de Matemáticas, su hermano Mark lo interceptó con la intención de convencerlo de unirse al club de fútbol. Detrás de él venían dos chicos: uno era Nathan Swift, una de las estrellas del club de atletismo, y el otro, aunque no conocía su nombre, le resultaba familiar, principalmente por el gorro que llevaba puesto.

Zack centró su mirada en Nathan. "¿Dejó el club de atletismo por Mark?" pensó intrigado. No era común que alguien abandonara un equipo donde brillaba solo por capricho. "Qué bonita es la amistad", reflexionó.

—Mark —dijo Zack, fijando su mirada en su hermano—. Sabías que había un partido muy importante y ni siquiera tenías a los once miembros del equipo. —El portero bajó la cabeza, avergonzado—. No has cambiado nada, sigues siendo un desastre. —Zack negó con la cabeza—. Pero como tu hermano, tendré que solucionar tus problemas.

Mark levantó la cabeza con una enorme sonrisa.

—¿Eso significa...? —Sus ojos brillaban intensamente.

—Cuenta conmigo —respondió Zack, riéndose levemente, hasta que Mark lo abrazó con fuerza.

—¡Ya, déjame! —Zack apartó a su hermano con una sonrisa.

—Lo siento, pero todavía nos falta un miembro —interrumpió Nathan.

—Es verdad —asintió el chico del gorro.

—Ya tengo a alguien en mente —dijo Mark con una amplia sonrisa.

_

—Cuando dijo que tenía a alguien en mente, no pensé que se refería a Glass —pensó Zack incrédulo—. Un koala hace más ejercicio que ese pequeño arrogante.

Unas horas antes, Mark, Zack, Nathan y Max (logró ponerle nombre al chico del gorro con orejas de gato) habían "convencido" a Willy Glass de unirse al club, convirtiéndose en el último miembro necesario para el partido. Aunque decir que lo convencieron sería inexacto; lo cierto es que Glass quería entrar al final, en un intento de parecer un héroe y salvar al club o algo así.

Zack salió de su reflexión y vio a su objetivo: Curd, un miembro del club de rugby. Se escondió detrás de la caseta; afortunadamente, esa parte de la escuela estaba vacía, así que podría llevar a cabo su plan sin problemas.

Cuando el adolescente mucho más grande pasó frente a la caseta, Zack se movió sigilosamente y le dio una patada en el pie, obligándolo a arrodillarse. Una vez en esa posición, le propinó un fuerte puñetazo en la nariz, rompiéndosela.

Para el crédito del otro chico, no gritó; simplemente se llevó la mano a la nariz y miró a Zack con furia.

—Escucha, Curd —dijo Zack, notando la ira en sus ojos. Si las miradas mataran, probablemente estaría muerto. Retiró lentamente la capucha que llevaba puesta y vio en los ojos de Curd la realización—. Me enteré de que golpeaste a mi hermano esta mañana.

El chico frunció el ceño; Curd habría intentado levantarse y golpear a Zack si no hubiera estado sujetándolo del pelo.

—El campo lo teníamos reservado nosotros —protestó con una voz mucho más chillona de lo habitual, casi provocando una risa en Zack.

—No quiero excusas —apretó su agarre—. Escúchame bien, idiota. —Hizo una pausa—. Nunca vuelvas a tocar a mi hermano. No es una sugerencia ni una opción; es un ultimátum. Si le pones la mano encima otra vez, la vas a pasar mal. ¿Entendiste?

El chico no respondió.

—¿Entendiste? —Zack apretó su agarre aún más.

—Sí —murmuró Curd, casi inaudible.

—Bien —Zack asintió... y le dio otro puñetazo en el rostro—. Imbécil.

_

Durante su primera semana de entrenamiento con el equipo, Zack notó tres cosas alarmantes: la evidente falta de condición física en la mayoría de los integrantes, que muchos de ellos ni siquiera tenían interés en jugar al fútbol y que el entrenador parecía estar saboteando al equipo en lugar de apoyarlo.

Hoy era el día del partido, y Zack no podía evitar sentirse nervioso. Sus compañeros de equipo eran una mezcla de personalidades tan peculiares que, aunque eso no siempre era algo negativo, su estilo de juego podía resultar más perjudicial que beneficioso.

Un claro ejemplo era Kevin, el chico de pelo rosado, tenían mucho mal carácter y explotaba en furia rápido. Si se dejaba llevar por la ira, el equipo pronto se convertiría en un 10 contra 11, aumentando aún más la desventaja en el encuentro.

Zack se encontraba de pie junto a la ventana, mirando hacia afuera mientras reflexionaba sobre las escasas oportunidades de victoria que tenían. La idea de perder el partido lo inquietaba; si eso sucedía, el club podría desaparecer para siempre.

—¡Ya llego! —gritó Silvia, la manager del club, mientras corría hacia Mark, que estaba a su lado—. ¡La Royal Académica ya llegó! —No estaba exagerando; frente a las puertas de la academia se encontraba un imponente camión negro.

—¿Cómo no me di cuenta? —Zack parpadeó, confundido. Estaba seguro de que eso no estaba allí hacía apenas unos segundos. Su desconcierto aumentó cuando las puertas del enorme camión se abrieron y una misteriosa niebla comenzó a envolverlo, ocultándolo de la vista en cuestión de minutos.

Ante el camión, once adolescentes estaban parados, mirando hacia la academia. Una lujosa alfombra roja se extendía desde el vehículo hasta el campo de fútbol, como si estuvieran llegando a una ceremonia de gala.

—Vaya humildad —pensó Zack, frunciendo el ceño mientras observaba la escena con incredulidad.

—¡Mark! —gritó Nathan, su voz cargada de preocupación—. ¡Jack ha desaparecido!

Zack dejó de mirar por la ventana y miró a su alrededor; Jack había estado detrás de él hace un rato.

—¿Cómo que desapareció? —Mark no se lo creía—. Hay que buscarlo.

Nathan asintió con determinación.

—Y rápido —interrumpió Silvia—. El partido está por comenzar.

Zack ignoró las ideas que los otros tres comenzaron a dar sobre dónde buscar, aunque la sugerencia de Nathan de ir a la tienda de dulces no le parecía del todo mala. Sin embargo, Jack estaba justo detrás de él antes, y si Nathan no lo había visto al subir por la escalera hacia el segundo piso, significaba que todavía estaba allí.

Miró el pasillo; cada casillero estaba cerrado y las aulas también, ya que todos los estudiantes estaban en camino al partido. El casillero del conserje estaba entreabierto...

Un momento.

Zack tocó el hombro de su hermano pequeño y, cuando este giró en su dirección, Zack señaló el casillero plateado. Afortunadamente, Mark entendió.

Mientras Silvia, Nathan y Mark se dirigían a buscar a Jack, Zack se quedó mirando por la ventana. Su vista se posó en el portero del otro equipo.

A diferencia de su hermano pequeño, no creía que su equipo pudiera ganar. Tenían enfrente a un rival que llevaba 40 años consecutivos ganando el Fútbol Frontier. Era obvio que dominaban varias súper técnicas, mientras que en su equipo solo él sabía cómo utilizarlas. Eso se traducía en un 11 contra 1; después de todo, los jugadores sin súper técnicas solo servían como calentamiento para aquellos que sí las tenían. Para empeorar la situación, sus técnicas habían sido creadas por él mismo.

_

Mientras los tres buscaban a Jack y Zack lamentaba su situación, una chica lo miraba fijamente desde la esquina del pasillo.

—Él sabe que quiero que ese club desaparezca, pero se une de repente —pensó la chica, frunciendo el ceño—. ¿Por qué siempre es Mark quien recibe toda su atención? —Sus puños se cerraron con fuerza—. No... tengo que calmarme. No estaba en la escuela en ese momento; debo dejar que él explique su situación. —Se tranquilizó levemente y se dio la vuelta lentamente—. Espero que al menos me dedique un gol. —Una pequeña sonrisa se apoderó de su rostro mientras se dirigía al escenario del partido que se avecinaba.

____

–¡Bienvenidos a este emocionante encuentro entre el Raimon y la Royal Academy!– exclamó un anciano, dejando que la multitud de estudiantes estallara en vítores. Una sonrisa orgullosa iluminó su anciano rostro mientras disfrutaba del ambiente electrizante–. Mi nombre es Kevin y seré uno de los comentaristas del partido.

Tomando un respiro profundo, continuó: –A mi lado tengo al siempre serio Roswell– se burló levemente, provocando una ligera sonrisa en el rostro de algunos espectadores.

–Kevin, no estoy seguro de que a tu edad sea apropiado gritar tanto– respondió Roswell, negando con la cabeza. Su expresión era tan impasible como siempre.

–¡Esas son tonterías! Un verdadero aficionado al fútbol grita y se emociona ante un buen partido– replicó Kevin con energía.

–No sé si consideraría este partido como "bueno" o "emocionante", ya que se enfrenta el campeón del Frontier contra un equipo que apenas ha llegado a las eliminatorias– opinó Roswell, con su tono habitual de desdén.

–Los trofeos nunca dictan si un equipo es mejor o peor; eso se decide en el campo de juego– defendió Kevin, con firmeza en su voz.

–Si tú lo dices, anciano– respondió Roswell, mientras todos los presentes guardaban silencio al ver a los jugadores llegar al campo. –La Royal Academy ha gentilmente ofrecido al Raimon realizar el primer saque del partido– explicó, con un tono que intentaba ocultar su desinterés.

—Me acaban de entregar la lista de jugadores de ambos equipos —anunció Kevin, tomando un sorbo de agua antes de comenzar a leer los nombres. A su lado, Roswell sintió un profundo arrepentimiento por haber aceptado este trabajo. Cuando lo llamaron para comentar un partido de la Royal, su entusiasmo había alcanzado niveles insospechados. Sin embargo, ese entusiasmo se desvaneció al ver al equipo rival; eran tan deficientes que ni siquiera el Instituto contaba con un campo de juego decente. Solo había unas bancas de madera y eso era todo. Los comentaristas, por su parte, estaban acomodados detrás de una mesa, cada uno con dos micrófonos frente a ellos, aunque tenia un motivo para disfrutar del partido.

–Para el Raimon, con exactamente 11 jugadores en el campo, comenzamos con nuestro portero....¡Mark Evans!– rugieron los hinchas del Raimon, llenando el aire con su energía. –Disfrutaremos de un sólido juego defensivo a manos de...¡Jack Wallside! ¡Nathan Swift! ¡Tod Ironside! Y por último, pero no menos importante....¡Zack Evans!– La misma chica de antes sonrió con cariño al escuchar su nombre, aunque nadie más lo notó.

Noto que en la hoja que le habían entregado no había más nombres, y miró a su derecha, donde se encontraba Wintersea, el entrenador del Raimon.

–Oh– dijo el hombre de lentes, abriendo la boca con poco entusiasmo. –Lo siento, déjame escribir los nombres–. Sacó un bolígrafo y una pequeña hoja y comenzó a anotar. –Toma– le tendió la nota con desgano.

–*Tos* *Tos* Como decía, los medios del Raimon son...¡Tim Saunders! ¡Steve Grim! ¡Sam Kincaid!.... Señor Wintersea, este jugador es delantero, ¿por qué lo puso como medio campo?– La última parte la susurró y cubrió el micrófono con una mano para evitar que su comentario se escuchara.

La pausa aumentó la expectativa entre los presentes.

–No teníamos a nadie más– respondió Wintersea sin mucho ánimo, como si esa respuesta fuera suficiente para justificarlo todo.

–Bueno– murmuró Kevin, tratando de recuperar la compostura. –Y el último medio campo: ¡el gran Maxwell Carson!. Los delanteros de este equipo son...¡Kevin Dragonfly y William Glass!–El anciano Kevin sonrio.

Maxwell esperó pacientemente a que la multitud se calmace para comenzar–La Royal llegó al partido con los 16 jugadores, el portero de este gran equipo...¡Joseph King!–Los estudiantes del Raimon abuchearon–Los defensas del mejor equipo de Japón...¡Alan Master!¡Peter Drent!¡Ben Simmons!¡Gus Martin!–Los cuatro mencionados saludaron a las gradas con sonrisas burlonas–Mediocampos del equipo...¡Herman Waldon!¡John Bloom!¡Jude Sharp!¡Derek Swing!–Maxwell sonrio un poco mientras Kevin le miraba con cariño, años de trabajar juntos les hizo casi familia–Los delanteros estrellas de este equipo...¡Daniel Hatch!..¡¡David Samford!!–Kevin se rio ante la sonrisa orgullosa de Maxwell, aunque no le culpo, después de todo, su hijo era delantero del mejor equipo de fútbol japonés.

_________________________________

Hola a todos, realmente espero que estén bien...ustedes y su familia.

Para los pocos que vengan de mi primera historia, se que dije que haría una historia de Naruto, y la voy a hacer, pero tengo que investigar bastantes cosas. Así que decidí publicar esta en su lugar

Espero que les guste y si les gusta, dejen su voto.

Próximo capítulo 1 primero de febrero.

Hasta la próxima

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro