Una semana para ellos dos, ambos lo merecían, un merecido descanso en la cabaña de su amigo.
El clima era muy favorable, no había indicios de lluvia, Un perfecto día caluroso era en ese momento, ideal para Kardia quien no dudó en querer entrar al lago que se encontraba justamente frente a la cabaña de los gemelos.

Con pasos firmes comenzó a caminar hasta ese lugar mientras se quitaba su camisa lentamente dejándola caer en el suelo.
Se retiró el pantalón que llevaba puesto aventándolo a un lado de la camisa quedando completamente en ropa interior que dejaba todo a la imaginación por ser de tela apretada y muy sugiriente marcando sus atributos masculinos.

Su larga cabellera alborotada cubría la mayor parte de su bronceada espalda, se llevó una mano a la cabeza mientras se perdía su mirada en aquel bello paisaje que la naturaleza le brindaba.

Con pasos lentos se acercó al agua, buscó el lugar más cómodo para sentarse en la orilla y poco a poco metió sus pies.
El suave movimiento del agua era muy relajante, poco a poco se fue acostando sobre aquel pasto verdoso, con sus pies dentro del agua lo calmaba en demasía cerrando sus ojos poco a poco.

Degel había demorado un poco en alcanzar a su pareja, sin embargo cuando salió de la  cabaña se ocultó detrás de un frondoso árbol observando con detenimiento cada acción que Kardia hacía.
Justo en el momento que terminaba de despojarse de sus prendas se mordió el labio ante la exquisitez que veía.
Esperó un poco que su pareja cayera en los brazos de Morfeo para poder lograr su cometido.

Unos minutos pasaron, se acercó con sigilo hasta donde se encontraba dormido su pareja.
Con una sonrisa dibujada en su rostro sonrojado ante lo que veía, sacó de su bolsillo una cuerda que se había encontrado en la cabaña. Con suma delicadeza ató las manos de Kardia para evitar forcejear con él.

Después de lograr su cometido, Degel se fue retirando sus prendas para poder meterse al agua.
A diferencia de Kardia, él había optado por quedar completamente desnudo, su ropa interior se lo quitó rápidamente y se sumergió poco a poco para quedar muy de cerca de su pareja.

— Kardia — Lo llamó en un tono muy sensual esperando que despertara.

El mencionado al escuchar la voz de su pareja rápidamente se despertó con preocupación pero no entendía porqué estaba atado de las manos — ¡Pero qué!

De manera repentina dirigió su mirada al lago donde se encontraba en una pose sensual el galo, se quedó sin palabras ante lo que veía.
El agua cubría parte de su cintura. Sus manos viajaban en todo  su pecho hasta la altura del abdomen.

Su cabello largo y sedoso completamente mojado adherido a su piel, todo un deleite lo que observaba.

— ¡Degel súeltame! — Gritó con desesperación.

— No — Contestó el contrario acercándose de manera peligrosa hasta su pareja — Tengo algo pendiente contigo — Le susurró mientras lo tomaba de sus manos atadas y lo guiaba hasta quedar un poco más alejados de la orilla.

— ¿Qué? — Cuestionó incrédulo ante lo que su amado copito le pedía — ¡No... Ni creas que  dejaré que me profanes!

— ¡Oh vamos Kardia! Tampoco lo había hecho y me gustó, ahora te toca a ti ver la otra cara de la moneda.

Después de decirle esto se acercó, rodeo su cuello de su pareja con sus brazos sintiendo el roce su piel mojada con la del contrario.
Lentamente depositó besos en todo el cuello de Kardia quien seguía forcejeando para tratar de soltarse y querer tomar el control pero le era imposible.

— No hace falta que intentes liberarte porqué no podrás — Le susurró cerca del oído y después mordió su lóbulo arrancando un gemido por parte del contrario.

— Esto te saldrá muy caro Degel — Respondió Kardia con la voz ronca intentando controlarse pero las caricias que Degel comenzaba a brindarle le era imposible pensar con claridad.

Degel sonrió ladino,  nuevamente miró a su pareja a los ojos y muy seguro de si mismo le respondió — Quiero verlo.

Después de decir esto de un movimiento repentino se colocó detrás de su espalda para guiarlo a una zona donde pudieran sentarse.
Cerca del otro extremo de la orilla el nivel del agua estaba un poco más bajo, Degel llevo dos de sus dedos a su boca para comenzar a preparar a su pareja.

— Degel... ¿Qué piensas hacer?

El galo tomó a su pareja y lo acomodó en cuatro, el nivel del agua cubría sus piernas al estar así, su rostro tocaba el agua ya que no le era de mucha ayuda tener las manos atadas.
Levantó un poco más la cadera de su pareja quien seguía recriminandole el hecho que tomara la iniciativa. Se acercó a su estrecha entrada y de manera gentil llevó un dedo para ayudarle a dilatar pero Kardia al sentir la intromisión se había puesto muy tenso y eso dificultaba al galo que sus dedos entraran con facilidad.

— Kardia... Sólo relájate, después te gustará y pedirás más.

— ¡Olvídalo Degel duele a ma... — No terminó de hablar, lo que sintió a continuación lo dejó perplejo. La lengua de su pareja recorría toda su entrada para ayudarle a dilatar mejor.

Lejos de que esto fuera doloroso para Kardia, ahora sentía tocar el cielo, entre gemidos y gritos del heleno, Degel acercó su mano por debajo para masajear el miembro de su pareja.

— Degel... Esto te costará muy caro — Susurró entre gemidos Kardia intentando mantenerse en esa posición esperando no tragar agua al hablar.

— Falta ver si te dejo — Respondió y nuevamente siguió en aquella labor de prepararlo.

Unos segundos después, el galo tomó su  miembro extremadamente despierto y lo llevó a esa necesitada entrada, al principio le había costando entrar pero lentamente Kardia se relajaba y esto hacía que tuviera mejor acceso Degel para poder moverse.

— ¡Degel... Maldita sea, esto es el cielo! — Gritó al sentir nuevas sensaciones en su cuerpo, al principio le dolía pero las suaves manos de su pareja que viajaban por su cuerpo lo calmaban volviéndolo un poco más placentero.

— Esto es de dos Kardia... Puedes disfrutarme y yo también puedo disfrutarte — Después de decirle esto sonrió ladino y le dio una nalgada entre ese vaivén.

— ¡Degel! Al rato va la mía.

— Eso si te puede parar.

De manera repentina Degel salió de ese cálido lugar y trató de sentarse en un lugar cómodo, por fortuna cerca estaba una piedra grande lisa debajo del agua y ese sin duda sería el mejor lugar para sentarse.
Después tomó las manos de Kardia y comenzó a deshacer el nudo de la cuerda para liberarlo.

— Te dejaré hacer esto a tu modo, pero en la noche no te me escapas — Susurró Kardia soltándose de esa cuerda que ya estaba floja y se acercó a su pareja para besarlo de una manera más apasionada explorando más allá de su boca.

— De acuerdo... Pero primero sigamos con eso — Degel lo jaló con un poco más de fuerza y lo ayudó a que se sentara en su miembro.
Ahora aquel movimiento era bajo el agua.

Comenzó a moverse de manera lenta, Kardia acercó su rostro al cuello de su amado dejando varias marcas en esa piel. Aunque Degel haya tomado la iniciativa eso no era impedimento para hacer de las suyas.

El galo le regresó una mirada retadora, hizo los movimientos más repentinos, sentía como las estrechas paredes apretaban su miembro, ahora era su momento... En esa posición dejó varias marcas en su pecho, ante esto Kardia gimió de dolor.

— Estamos en igualdad — Respondió con una sonrisa maliciosa.

— Eres una caja de sorpresas Degel y a decir verdad... Amo que ambos disfrutemos de esto...

Un poco lejos de ahí, Shoko caminaba junto con Seiya. Ambos ya eran pareja oficial  y habían salido a caminar juntos por esos lados.
Sin embargo Seiya se percató de aquella escena y rápidamente le cubrió los ojos a la pelirroja.

— ¿Pero qué...? — Cuestionó Shoko sin entender porqué su novio reaccionó así.

— Nada... Nada que debas ver — Respondió muy apenado llevándosela lejos de ahí...

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Degel x Kardia

Cumplí 😅

Espero que les haya gustado, la verdad ya no puedo ver a Degel como un sumiso uke desde que escribo "Escondidos"
También tiene que tener su lado pervertido 😈😈

Sin más me despido y aprovechando... mi hermosísima
Camill54

Te invoco a ver si apareces 🙃🙃🙃
Tu que medijiste que cuando escribiera esto te etiquetara.

Un abrazo, los quiero 🥰🥰🥰