Capítulo 55 (Por primera vez)
Después de que Camus le contara a Milo lo que habló con Saga, ahora ambos se dirigían al hotel de su tío.
Sabían por medio de Surt que Saga había dado frente a los medios una disculpa por todo el disturbio que ocasionó.
Todo ahora marchaba en calma para todos.
Kardia le había sugerido a su sobrino que dejara llevar las cosas con calma entre el hijo de Degel y él, si tenía que dejar que poco a poco recuperara sus recuerdos que le el diera tiempo necesario.
Una de las cosas que le encargó mucho cuando llegaran al hotel, era que no intentara hacer algo que Camus no quisiera.
Kardia los dejó hospedarse en la suite que se encontraba en la parte más alta.
Mientras que Kardia iría por Degel al aeropuerto, desde que le avisaron que su hijo había recuperado su memoria y que también fué de ayuda para que Milo no pisara la cárcel, dejó todos sus pendientes para presentarse en Antares Resorts.
La noche era perfecta, pacifica y sin interrupciones.
Mientras llegaban al hotel, Camus se había quedado profundamente dormido en el hombro de Milo.
Lo bajó con sumo cuidado y lo llevó entre sus brazos hasta la habitación.
Varios empleados del hotel se quedaron fascinados al ver que Milo había regresado con bien, además de percatarse que llevaba entre sus brazos al conductor que estuvo varios días atrás en ese lugar.
Se subió al elevador y cuando llegó al piso indicado salió para seguir caminando por los largos pasillos que desde niño conocía a la perfección.
No negaba que llevarlo entre sus brazos era algo muy hermoso, aquello con lo que siempre había soñado.
Muy pocos son los afortunados que terminan conociendo a sus celebridades preferidos y él era uno de ellos, aquel que pudo conquistarlo y ganárselo a la buena, porqué Camus era una persona que no se guiaba por las cosas materiales, si no por el interior que guardaban.
- No sabes lo feliz que me siento a tu lado - Le susurró mientras entraban y lo llevaba hasta la cama para poder acostarlo, tomó unas frazadas que estaban dobladas justamente del lado derecho para cobijarlo.
Ahora el dilema era donde dormiría él.
Sin embargo Camus abrió un poco sus párpados para ver donde se encontraba.
-Milo - Lo llamó en un susurro.
- Aquí estoy ¿Te sucede algo? - Cuestionó preocupado acercándose y tomando su mano.
- Duerme a mi lado, ya no ha nada que impida que no estemos juntos.
Milo esbozó una sonrisa tierna, se levantó de la cama y fué a cerrar con seguro para evitar la llegada de algún curioso.
- Camus...
- Milo...
Ambos se miraban fijamente perdidos en los iris del contrario, sentían como su respiración se agitaba cada vez más con sus latidos volviéndose más intensos, casi queriendo amenazando salirse de sus pechos.
- Déjame llenarte con todo mi amor... Hoy el amor está frente a mi - Susurró Milo acercándose lentamente, tomó su rostro y depositó un tierno beso en su frente.
- Adoro su forma de ser conmigo - Susurró el joven galo mientras tomaba su mano y lo jalaba para que se acostara junto a él.
- Aunque no recuerdes mucho... El amor eres tú, quiero que sin temor tomes mi mano en esta vida, te juro que daré todo de mi para que puedas sentir que este amor que te profeso sea algo que vivas como si fuera la primera vez.
Esa esencia romántica de Milo fué lo que terminó cautivando a Camus, jamás en su vida había conocido a alguien como él.
Una persona con sentimientos bellos en su interior.
Nuevamente el galo se dejó envolver con la calidez de los brazos de su asistente y así ambos cayeron en el mundo de los sueños.
Degel llegó al aeropuerto justamente a la media noche, Kardia ya estaba esperando a su amado copito.
Ahora ambos iban en el auto para poder llegar al hotel.
- Me alegra que mi hijo haya podido recuperar parte de sus recuerdos - Respondió Degel mientras se acostaba en el hombro de su pareja.
- Mañana hablamos con ellos Degel, ahorita deben estar profundamente dormidos... Tengo una idea mejor copito - En ese momento Kardia se desvió para otra dirección.
- ¿A donde vamos? - Cuestionó el galo observando como tomaban otro camino diferente al habitual para ir al hotel.
- Quiero ir a cenar y a bailar contigo Degel, no todo es trabajo. Además ya nos merecemos diversión después de todo este relajo.
Degel dejó escapar un suspiro, eso era cierto, todo el caos causado por Saga había sido muy estresante - Kardia... Antes de que se te ocurra ir a cenar, hay algo que quiero hablar contigo.
- Dime - Respondió con mucha tranquilidad sin quitar la vista de enfrente y con sus manos llevando el control del volante.
- Tenía pensado que mañana los chicos tuvieran todo un día juntos... Además, tu y yo tenemos algo pendiente - Esto último Degel lo dijo en un tono seductor acercándose peligrosamente a Kardia mientras jugaba con el nudo de su corbata.
- ¿A sí? - Cuestionó Kardia mientras estacionaba el auto justamente en la orilla de la calle, estaban a unos cuántos pasos del malecón del lugar - ¿Porque mejor no nos arreglamos aquí mismo?
En ese lugar pasaban pocas personas, era el lugar ideal para que pasaran un momento de locura y pasión dentro del auto.
Pero la llamada repentina en el celular de Kardia interrumpió el momento.
- ¡Pero que fastidio! - Se quejó molesto sacando de su bolsillo su celular - Esto de ser dueño es desesperante... Ya quiero que Milo tome mi lugar para dejar todo esto y poder andar contigo viajando sin trabajo de por medio.
Degel dejó escapar una risilla tierna - ¿No vas a contestar? - Cuestionó mirando como las llamadas en el celular se volvían más insistentes.
- Es Deuteros... ¿Acaso no puede pasar un buen rato con su rubio, en vez de estarme llamando a mi? - Después de decir esto deslizó su dedo índice sobre la pantalla y tomó aquella llamada.
Los reproches de Kardia a su amigo no pudieron faltar, pero su semblante cambió cuando le dijeron que era de suma importancia llegar a su hotel.
- ¿Qué pasa Kardia?
El dueño terminó la llamada y guardó nuevamente su móvil a su bolsillo.
- Varios de los turistas se enteraron de que tu hijo está ahí y ya se armó tremendo lío porqué quieren entrar a verlo... Ya sabes, vida de famosos, firmar de autógrafos, fotos y todo eso. Tenemos que llegar a poner orden - Después de decir esto nuevamente tomó la llave y encendió su auto - Lo siento copito... Te prometo que tu y yo pasaremos tiempo a solas, no podemos dejar a tu hijo solo.
- Hay que hablar con ellos cuando ellos formalicen su relación - Sugirió Degel mirando a través de las ventanas a las picas personas que pasaban.
- ¿Qué quieres hablar? Está más que claro que los dos se mueren por estar juntos - Respondió Kardia alzando los hombros sin soltar el volante, ya estaban a unas cuántas cuadras para llegar.
- Me refiero a que... Mira Kardia si tú ya quieres dejarle el hotel a Milo, no se si Camus quiera dejar su trabajo para venirse con él. Por mi parte también debemos planificar que vamos hacer... Yo tengo mi negocio sobre el servicio de hoteles en línea y no tengo a quién dejarle mi trabajo.
- Es cierto... - Susurró Kardia, en ese sentido tenía razón su pareja - Mira... Dejemos que ellos vayan formalizando y cuando ya avancen a dar el siguiente paso hablamos con ellos copito... Ahora lo que nos interesa es lidiar con toda la gente que espera a tu hijo y no pienso despertarlo para que le de gusto a los fans - Kardia estacionó su auto frente a su hotel, entre la plática llegaron lo más rápido posible para atender ese problema que se había presentado, el primero en bajar fué él.
- Kardia, si mis ojos no me mienten... Empiezas a preocuparte por Camus como si fuera un hijo más para ti - Después de decir esto sonrió para si mismo y se bajó también para ayudarle a su pareja.
Kanon se había llevado a su gemelo a un bar del lugar, ambos estaban en una mesa pasando el rato e intentando llevarse bien después de que también en la infancia Saga le hizo la vida imposible al gemelo menor.
Después de unos tragos, a Kanon ya se le había subido el efecto del alcohol y ahora se encontraba en la barra tratando de ligar al barman de cabellos rubios.
Saga estaba decidido a irse cuando una voz lo sacó de sus pensamientos.
- Me alegra verte por aquí... Creo que tenemos muchos asuntos que arreglar.
Ahí estaba frente a él, ese hombre que a pesar de sus locuras lo defendió a capa y espada de que Shion lo corriera.
- Aioros - Susurró nervioso al verlo parado frente a él...
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Buenas noches personitas bellas les dejo otro capítulo más de esta historia.
Bueno porqué ya está por terminar así que haré esto lo más rápido que pueda para que esté listo.
Sin más me despido y les mando un gran abrazo y no me queda más que agradecerles que siempre estén aquí... Estuve mirando los primero capítulos y de verdad me siento feliz porqué jamás había planeado esto tan extenso y espero que les haya sacado al menos una risa en esta época donde todos estamos cuidándonos saliendo lo menos posible de casa.
Mi mayor gusto...
Que les guste, no seré la mejor redactando, tengo mis errores (Poco a poco los corrijo 😅)
Pero mi finalidad...
Que pasen un rato ameno 🥰🥰🥰
Los quiero 💖💖💖
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