Capítulo 54 (Nuevos recuerdos)
Milo termino de hablar con Deuteros, no negaba que se sentía muy nervioso porqué no sabía como reaccionaría Camus después de que se enteró que él es quien siempre le ha dejado detalles.
Con pasos sigilosos se acercaba hasta donde se encontraba sentado su amado francés.
— Camus... Me alegra que estés aquí — Respondió Milo sentándose a un lado de él.
— Creo que siempre lo supe... Sólo era cuestión de que me diera cuenta de la verdad.
— ¿A que te refieres? — Cuestionó el heleno mirándolo a esos hermosos luceros de los cuales se había enamorado desde el principio.
Camus tomó su mano y se acercó más a él — Me refiero a ti, siempre estuviste alegrando mis días con tus bellos detalles y yo creía que eras amable conmigo por ser mi asistente... Aunque siento no poder recordar mucho — Después de decir esto bajó su mirada al suelo.
Milo acortó más la distancia entre ellos envolviendo al bello galo entre sus brazos — No te preocupes si no recuerdas mucho, puedo seguirte de llenando de detalles que seguramente te robarán un suspiro.
Camus estaba por responderle algo cuando una tercera voz los llegó a interrumpir.
— Siento llegar así pero... ¡Milo por fin puedo verte! — Gritó con mucha emoción Kardia colocándose justamente a lado de su sobrino.
— Tío — Se levantó y ambos se fundieron en un abrazo emotivo.
El joven conductor miraba aquella escena con alegría, aunque no recordaba ese detalle que ellos eran familia. Rápidamente movió su cabeza de un lado a otro.
— Tu sobrino está libre de cargos viejo amigo, de no ser por la llegada repentina de Camus y sobre todo la de mi otro sobrino Kanon, esto se hubiera alargado — Contestó Deuteros acercándose a ese emotivo momento con ellos también.
En ese momento el que se quedó asombrado era Camus "Ese sujeto que lo besó sin permiso es sobrino de ese adorable hombre moreno" — Sigo sin entender muchas cosas— Se quejó mientras miraba a los demás muy confundido.
— Camus, es normal que varios episodios de tu vida no los recuerdes, pero... Debo agradecer que de no ser por ti, Milo seguiría adentro — Después de decir esto Kardia se acercó para abrazar al joven galo también.
— ¿Hay algo más que deba saber? — Cuestionó el joven galo mirando a los demás esperando una respuesta y también liberándose del abrazo del tío de Milo.
— Bueno... Mi tío y tu papá son pareja — Contestó Milo alzando los hombros — También que eres un conductor de un programa famoso y todos te aman... Pero el primer lugar lo tengo yo ¡No se les olvide!
Camus dejó escapar una sonrisa tierna, sin embargo la llegada de Saga dejó a más de uno perplejo...
— Sé que no tengo cara para estar frente a todos ustedes... En especial de ti Camus ¿Podemos hablar en privado? — Preguntó el gemelo menor.
Milo se estaba preparando para interponerse entre ellos dos pero Deuteros fue quien lo detuvo — Aunque no nos guste Milo... Ellos deben cerrar un ciclo y es algo que ni tu y ni yo podemos interrumpir — El gemelo menor le susurró intentando contener la ira del sobrino de su amigo, aunque sus puños lo delataban.
Camus miró a los demás y asintió... Ambos comenzaron a caminar mientras se alejaban de la multitud.
— Ni se te ocurra ir a espiar... Deuteros tiene razón. Aunque Camus te haya recordado, tienes que dejar que ambos hablen — Ahora era Kardia quien había detenido a su sobrino.
Milo solo los observaba a lo lejos como estaban platicando, no negaba que sentía unas ganas inmensas de ir y desquitarse con Saga por todo lo que le había hecho pasar, sin embargo ahora que lo pensaba bien, ellos tenían razón, Saga y Camus deben arreglar todas sus diferencias.
— ¿Por cierto ya le avisaron a Degel? — Cuestionó Milo tratando de cambiar de tema para no pensar en ese mal momento.
— Se dice... A mi suegro — Se burló Deuteros ganándose un golpe en su espalda por parte de su amigo.
— Ni tan suegros... Si Degel y yo somos pareja... ¿Milo y Camus serán como nuestros hijos? — Cuestionó Kardia siguiéndole el juego a su amigo.
— Mmm no — Negó el gemelo menor — Quizá podrías ser padre adoptivo de Camus pero recuerda que Milo es tu sobrino, así que no hay problema con ello.
Milo ya no sabía que pensar — A ver que pasa aquí — Interrumpió porqué ya no entendía nada de lo que estaban diciendo — ¿Me pueden decir porqué ya están pensando que seríamos de ustedes si Camus y yo aún no somos pareja?
Deuteros y Kardia se soltaron a reír — Milo por favor... Degel ya te había considerado como pareja de su hijo, ambos eran muy obvios sólo que ni uno no otro se habían dado cuenta del amor que se tienen, sus miradas y sus tratos los delatan — Respondió Deuteros — Y resolviendo dudas... Degel ya lo sabe, Asmita le llamó para darle la noticia.
— Si, tu querido rubio y Manigoldo ya habían perdido la cordura por no saber sobre el paradero de Camus.
Mientras ellos tres seguían platicando, Milo dirigió su mirada hasta donde estaba su amado Camus.
Al menos le quedaba la tranquilidad de que su amando francés no lo engañaría, si ambos siempre se han amado desde que se conocieron...
Saga estaba muy apenado por lo que había pasado, la plática que tuvo con Shion fué muy fuerte, a tal grado que estaban por despedirlo pero fué Aioros quien intervino por él.
El castaño le pidió a Shion que le dieran una oportunidad a Saga.
— Entonces, no te corrió — Respondió Camus incrédulo ante ese comentario, sabía que Shion era un hombre de decisiones firmes y que no se doblega ante nada.
— Debo admitir que Aioros me salvó, de lo contrario hubiera yo sido el acusado por difamación.
El joven galo cerró sus ojos y dejo escapar un suspiro — Sé que no recuerdo mucho pero, la relación que ambos llevamos era muy monótona. Tampoco te puedo desear que te vaya mal en la vida porqué no es mi estilo, siempre he dicho que como humanos cometemos errores y pocos sabemos perdonar... Si esto te hace sentir mejor, ve pide disculpas a cada uno de los que heriste con tus actitudes.
— Lo mismo me pidió Aioros... Esa fué su condición. El abogó porqué yo regresara a mi empleo siempre y cuando a partir de ahora hiciera las cosas con bien.
— Sólo espero que lo que dices sea cierto... Lo que nos define como personas son los hechos, las palabras se las lleva el viento, así que ve hacer tu vida con alguien más y esta vez sin mirar a tu conveniencia — Después de decir esto Camus estaba por darse la vuelta pero la mano de Saga lo detuvo antes de irse.
— Gracias Camus... Eres una persona bondadosa y de buenos sentimientos. Lástima que me di cuenta muy tarde. Milo se ganó una joya, ya que tener tu amor y cariño es todo un honor... Suerte.
Camus se sentía muy extraño al escuchar cada palabra que Saga le había dicho.
Le devolvió una sonrisa — Gracias Saga, te deseo lo mismo — Y después de decir esto nuevamente comenzó a caminar hasta donde estaba Milo y los demás.
El hecho de haber hablado con Saga lo había liberado de muchas emociones que guardaba por dentro.
Saga también se dio la vuelta tomando otro camino, no esperaba encontrarse con su hermano gemelo.
— Ja, ja, ja... Ni tu ni yo.
— Cállate Kanon, no es hora para que vengas a burlarte de mi — Respondió Saga con molestia al ver como su gemelo se mofaba de la situación.
— La verdad incomoda hermanito... Ya que ni tu y ni yo pudimos tener a ese bombón francés — Contestó Kanon mirando a lo lejos a Camus — No me queda de otra... Sólo seguirlo admirando detrás de la televisión.
— ¡Televisión! En la torre, tengo que armar un buen discurso para no hacer más grande el chisme que yo ocasioné... Vamos Kanon ayúdame — Después de decir esto jaló a su gemelo menor para que le fuera de gran ayuda y armar un buen reportaje para ordenar todo lo mal que había manipulado los medios.
— ¡Si quieres les digo que ahora serás actor porno! — Se burló mientras caminaban con pasos apresurados — Puedo ser tu manager.
— Ólvidalo, todavía tengo ese asunto pendiente con Aioros...
Kanon solo se reía de la desgracia de su gemelo, al menos todo el desastre que había hecho a pasar lo hizo sacar su lado más humano...
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