Capítulo 4 (Buena suerte)
— No puede ser— Pensó Milo... En sus brazos estaba ese chico de cabellos en tonos viridián, aquel que le ha robado el pensamiento desde que lo miró en la televisión, nuca se imaginó que tan repentinamente se lo encontrara, este día tenía mucha suerte.
— Disculpe mi torpeza, no lo vi —Respondió Camus soltándose del agarre de Milo.
— Yo no... No se preocupe, pero mire su abrigo se arruinó, espere... — Milo tomó aquella chaqueta negra de piel que acostumbra usar siempre, le quitó el abrigo blanco manchado de café y le colocó su chaqueta para que se cubriera, ya que el clima no se prestaba. Hace rato estaba el sol en su punto exacto pero de un momento a otro se nubló... Época de verano, por un rato; sol y más tarde lluvia.
— Yo...— Camus no terminó de hablar, ya que venía Afrodita y detrás de él su pareja Saga.
— Camus mi amor ¿Que haces aquí? Te están esperando para grabar, llevas quince minutos de retraso — Respondió Saga jalando a su pareja, no esperaba encontrarlo en los brazos de ese chico de cabellos rebeldes.
— He tenido un mal día, pero ya voy— Camus ni siquiera tuvo el tiempo de agradecerle a Milo por su acción, ya que lo esperaban para poder grabar y también para dejar atrás a Saga, no toleraba que empiece con sus molestas preguntas de celos. Así que se dio media vuelta y corrió lo más lejos que pudo, dejando a su pareja confundido.
— ¿Este ahora que tiene?— Preguntó Saga mirando a Afrodita.
— A mi que me preguntas, tú lo conoces, es tu pareja. Sabes que es así de serio, callado y con cara de pocos amigos. Por cierto el señor Shion te está buscando es urgente. Ve antes de que se enoje.
— Pero... ¿Y Camus?.
— Deja a Camus y ve, que tanto le cuidas. Yo ya sé el motivo por el cual le urge a Shion verte por eso me pidieron que buscara a un asistente. ¡Porqué crees que te lo estoy diciendo! no preguntes más y ve de una vez — Respondió Afrodita mirando a Saga de manera molesta.
— Ya, ya voy.
Después de esto Saga se fue y Afrodita se acercó a Milo.
— Vamos a mi oficina, vas a llenar el formulario y me entregas los papeles que traes de una vez... Mañana mismo te quiero aquí a las nueve de la mañana en punto.
Así lo hicieron, Afrodita se llevó a Milo, llenaron los papeles, hicieron todo el trámite, le tomaron fotos para hacerle su credencial y con esto pudiera tener acceso a la empresa sin problema alguno.
— Es todo, mañana te espero aquí.
— De acuerdo muchas gracias de verdad, no esperaba tan rápido quedarme en este lugar— Agradeció Milo muy emocionado.
— De nada, tienes buen carisma, quizá eso te ayude a tratar de llevarte bien con la persona de la que serás asistente, tiene un carácter muy especial.
— ¿Q... Quien es?— Preguntó Milo muy asustado.
— Mañana lo sabrás, mientras descansa. ¡Ah! Se me olvidaba, te vienes lo más presentable por favor.
Milo asintió y salió de la oficina de Afrodita, un poco temeroso ¿Cómo será su primer día mañana?
Eso era lo de menos, mientras caminaba recordaba que pudo tener de cerca a su gran amor, ese chico del cual está enamorado. Lástima que esa preciosura de francés tiene pareja, pero no es impedimento para seguir imaginando lo lindo que fué el momento cuando lo tuvo en sus brazos, todo para evitar que se cayera.
Milo soltó un suspiro en el aire, como un loco enamorado, lo mejor que le pudo pasar en el día.
Salió de la empresa y notó que la fila para postularse seguía larga, quizá a él le ayudó andar metido donde no debía, y gracias a eso ahora tiene trabajo.
Estaba tan sumido en sus pensamientos caminando que no notó que todo el día después de chocar con Camus, el traía en sus manos el abrigo del galo.
— Bueno esta será una buena oportunidad para acercarme a él otra vez — Susurró Milo para si mismo mientras seguía caminando.
Pasó a su casa a dejar los demás papeles restantes, la credencial que le dieron y se llevó parte de su dinero que tenía guardado. Salió de su casa y paso a la tintorería que está al otro lado de la calle y llevó el abrigo del galo, si quería verlo de nuevo con el pretexto de entregar el abrigo, que sea limpio y reluciente, sin ninguna mancha de café.
Después de dejarlo, en dos horas se lo entregaban, así que se fué a la tienda donde trabajaba para dar las gracias y sobre todo para ir a restregarle en la cara a su amigo Aioria que se quedó a trabajar en "El Santuario"
Mientras tanto en el estudio...
— Perdón por llegar tarde, la gente que estaba fuera no me dejaba pasar, querían autógrafos— Dijo el joven conductor francés tratando de normalizar su respiración, agitado de correr.
— Pasa Camus que ya es tarde, hay que grabar... Por cierto que bien te sienta esa chaqueta negra, muy buen gusto— Respondió Shura alzando su pulgar, él era productor del programa donde sale el galo.
— ¡Hay no!— Camus hizo una cara de asombro mirando la chaqueta.
— ¿Que? Se te ve bien y es más pasa así a dar el programa de hoy, serás la sensación con ese nuevo estilo— El español no dejó que Camus siguiera hablando y lo llevó hasta las cámaras para que comenzaran a grabar.
Al galo no le quedó de otra, ya ni las gracias le pudo dar al joven que evitó que cayera al suelo, ahora tiene su chaqueta, pero... ¿Su abrigo?
— Este no ha sido mi día — Susurró un poco melancólico el galo.
— Buenas tardes Shion ¿Me permite pasar?.
Saga llegó a la oficina de Shion, ansiaba saber el porqué lo llamaba.
— Pasa Saga, es urgente.
Asintió, cerró la puerta, se acercó al escritorio y tomó asiento.
— Bien, te mandé a llamar porque te voy a quitar del puesto de Recursos Humanos, también te retiraré del puesto de asistente de Camus.
— ¿Qué? ¿Porqué?— Cuestionó asombrado a esta noticia.
—Te ascenderé de puesto, ahora serás mi mano derecha.
— Pero ¿Y mi pareja? Digo quiero decir ¿Y Camus?
— El puede vivir perfectamente sin ti, ya tiene un año laborando en este lugar sabe muy bien su trabajo sin que estés detrás de él. Afrodita estará en tu lugar y le pedí que contratara dos asistentes.
— ¿Pe... pero porqué?
— Uno es para ti, lo necesitarás, hay mucho trabajo que hacer, tu concentrate en lo tuyo, mañana se te asignará tu asistente ¿Está claro?
Saga solo asintió, ahora sus tiempos con el galo serían menores, pero no podía negarse ante su superior.
— Bien entonces te quiero temprano ¿De acuerdo?
— Esta bien Shion.
Después de que fue promovido de puesto, Saga salió de la oficina a buscar a su amado francés.
— No lo puedo creer Milo te quedaste después de todo, admito que tu ganas, pero... ¿Que te quedes con el abrigo del conductor? Eso ya es pasarse — Le dijo Aioria a Milo después de que le contó su travesía en la empresa.
— No me estoy quedando con él, simplemente lo mandé a la tintorería a que lo limpien y se lo voy a entregar, tengo esperanzas de verlo de nuevo.
— Hay Milo tu no tienes remedio, no sabes como te voy a extrañar — Aioria le dio un abrazo a su amigo, ya había pasado a dar las gracias al gerente, le pagaron estos días que había laborado y ahora estaba con el castaño despidiéndose.
— Vendré a visitarte. Quiero saber como vas con tu cliente favorito ese que parece hindú.
— No es mi cliente favorito, odio sus pláticas de meditación.
— Eso dices, pero después de todo extrañaré este lugar y a ti.
— Mucha suerte amigo.
Ambos amigos se despidieron y Milo salió de la tienda, la lluvia comenzaba a caer, apresuró el paso para poder ir a recoger al abrigo y llegar a su casa antes de que soltara un aguacero.
La noche cayó, como siempre se apuró a cenar y se llevó su café a la cama, hoy es un día cuando sale su conductor favorito, aunque el día de hoy tuvo la suerte de chocar con el y hasta tenga su abrigo, no se perdería verlo de nuevo en la televisión.
Se acomodó en su cama mientras tomaba su café, comenzó a cambiarle a su tele y sintonizó el canal.
Se llevó la gran sorpresa de su vida.
Cuando miró a su amado conductor.
Escupió el café que estaba tomando justo cuando miró que Camus estaba conduciendo el programa con su chaqueta.
— Es cierto le dejé mi chaqueta ja, ja, ja. De todas formas ni se lo quitó Camus, que mejor día que hoy.
Terminó el programa y Milo se preparó para dormir, fué el mejor día de su vida
— Ahora si puedo morir en paz ja, ja, ja — Se dijo a si mismo y se dispuso a dormir.
¿Como le irá mañana en su nuevo trabajo?
❤❄❤❄❤❄❤❄❤❄❤❄❤❄
Hola como están, como ven a Milo ahora si pudo conocer a su gran amor.
Muchas gracias a todas esas lindas personitas que siguen mi historia y sea de su agrado, l@s quiero 🥰🥰🥰🥰 saludos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro