Capítulo 37 (No te vayas)
Asmita esperaba pacientemente su vuelo en el aeropuerto, la declaración de Deuteros había sido linda pero no estaba completamente seguro de querer formalizar una relación con él.
Además pensaba también que quizá lo hacía para olvidar el amor que sentía por Degel, es por ello que cuando estaban tirados en la arena besándose, salió corriendo dejando muy confundido al moreno.
Dejó escapar un suspiro mientras recordaba y le daba un sorbo a su vaso de té.
Comenzaban a llamar para el vuelo de Asmita, tomó su maleta y tiro el vaso vacío en el bote de la basura y comenzó a caminar para poder tomar su vuelo.
De pronto escuchó que a lo lejos alguien lo llamaba por su nombre.
-¡Asmita espera!-
El rubio volteó para ver que se trataba de ese hombre que dejó en la playa anoche, no podía creer que estaba aquí justamente antes de que tomara su vuelo.
-¿Pero qué?- El rubio no podía creer que estaba ahí frente a él, se veía agotado por tratar de alcanzarlo además de llevar un ramo de rosas en sus manos.
-Asmita no te puedes ir así, yo de verdad te amo... No quiero que pienses que estoy jugando con tus sentimientos, esto que siento por ti es real- El moreno tomó la mano de Asmita y la colocó en su pecho para que pudiera sentir el palpitar de su corazón y que realmente no estaba bromeando- No te vayas -
-Deuteros yo...-
<Última llamada para el vuelo>
-Ese es mi vuelo- Asmita tomó su maleta y comenzó a caminar, de pronto se quedó parado en medio de todas las personas. Dio un largo suspiro y volteó para ver a Deuteros quien lo veía triste con la mirada al suelo.
-Pero que estoy haciendo- Susurró y nuevamente caminó hasta donde estaba Deuteros, dejó caer su maleta y fué el quien se acercó para tomar su rostro y besarlo tiernamente frente a las personas que pasaban por ahí y los observaban con curiosidad.
Un beso tierno y sincero que poco a poco fueron separándose por falta de aire.
-No pienso irme sin tí- Susurró Asmita pegando su frente con el contrario.
-Tu vuelo saldrá pronto- Contestó Deuteros mirando como la fila de los pasajeros avanzaba.
-Entonces nos iremos los dos... Si tu quieres, podemos ir y venir ¿Qué te parece?- Cuestionó el rubio mientras jugaba con los botones de la camisa del contrario.
-¿De verdad?- Cuestionó el moreno muy animado de tener a ese rubio en sus brazos, lo pegó más a su cuerpo y nuevamente se dieron un beso más duradero porqué en realidad ambos se necesitaban y se amaban.
En la cabaña:
Milo estaba muy ocupado en la cocina buscando en la alacena algo para preparar de comer.
Estaba muy molesto por la simple presencia de Saga, todo marchaba a la perfección, Camus comenzaba acercarse más a él, pero todo tuvo que venirse abajo con la llegada de ese tipo que no merece el título de "Pareja".
-Idiota- Susurró molesto Milo mientras lo observaba afuera de la cabaña acostado en el pasto fresco - De no ser por tí, las cosas con Camus serían diferentes- Bufó molesto.
Siguió buscando parte de la despensa que había pasado a dejar Deuteros y Asmita, grande fué su sorpresa que aquellos paquetes de carne ya se habían acabado.
-¿Pero qué?- Milo tomó el cesto de la basura para ver que las envolturas estaban ahí, solo había una persona que se pudo comer todo eso y Camus no era, el gusta de alimentos más saludables.
-¡Saga!- Gritó Milo caminando con pasos apresurados hasta donde estaba acostado en el pasto.
-Que carajos quieres Milo ¿No ves que estoy descansando?- Respondió con desdén.
- ¡Cómo pudiste ser capaz de comerte todo el paquete de carne... Necesito prepararle algo a Camus!- Bufó molesto.
-Mi Camus no come carne- Contestó con indiferencia.
-Era carne vegana idiota- Respondió molesto, tratando de no perder la cordura, pero le costaba mucho, su carácter explosivo no lo ayudaba en nada.
-Con razón tenía un sabor horrible- Se quejó- Puedes ir a comprar más, anda ve... Yo cuido a Camus-
-¡Ah no! Eso si que no... Yo soy el responsable de su salud, así que ve tú-
-Y yo soy su pareja, te guste o no- Sonrió ladino.
-Ja, ja, ja, Después de que estuviste con Aioros- Susurró con una sonrisa malévola.
-¿Que dijiste bicho?- Preguntó molesto levantándose rápidamente del pasto para tomar a Milo de la camisa con una mirada retadora.
-Nada, nada, algo que no te importa... Creo- Si algo que disfrutaba Milo de esta estancia con Saga en el mismo espacio, era eso... Hacerlo perder los estribos.
-¡Siguen peleando ustedes dos- Poco a poco se escuchaba la voz de Camus, lentamente se acercaba hasta donde estaban ellos con ayuda de sus muletas.
-Camus- Milo corrió hasta donde estaba el galo, para ayudarlo- ¿Porqué te saliste así?- Preocupado por el conductor, lo tomó entre sus brazos y lo llevó hasta el pasto para que pudiera sentarse en ese lugar y admirar el paisaje que le brindaba ese lugar.
El viento ondeaba sus largos cabellos viridían.
-Estaba aburrido dentro de la cabaña ¡Pero sus gritos no me dejan descansar!- Se quejó - ¿Les cuesta tanto llevarse bien?- Preguntó molesto.
-Camie yo...- Milo fué interrumpido.
-¿Camie?... El único que puede decirle así soy yo- Contestó molesto Saga jalando a Milo lejos de su pareja.
-Bueno ya ustedes dos... Oí que no hay alimentos así que vayan a comprar por favor- Camus dejó escapar un suspiro.
-Que vaya Milo- Dijo Saga tratando de deshacerse de él.
-¿Porqué no vas tú? Además tu te lo acabaste-
El galo al ver que ambos no se decídían habló- Bueno si nadie de ustedes dos piensa poner orden en este lugar, vayan los dos y asunto arreglado-
-¿Qué? No pienso ir con él- Señaló Saga a Milo.
-Ni que estuvieras tan bueno como para darte aires de grandeza Saga- Contestó Milo en un tono burlón.
-Ya dije, váyanse lo dos... y así podré descansar un rato. De lo contrario le habló a mi papá que venga por ustedes dos y me mande a alguien más-
-Pero Camus, no puedes quedarte solo- Contestó Milo preocupado posando sus manos en los hombros del galo.
-Claro que puedo... Ahora váyanse- El galo comenzó a relajarse entre el pasto y cerró lentamente los ojos.
-De acuerdo- Susurró molesto Saga mientras caminaba rumbo a la puerta. Milo le fué siguiendo los pasos enojado.
-Ni piense que vas a quedarte con Camus- Saga lo amenazó mientras lo veía de reojo tras él.
- Eso lo veremos- Susurró con una sonrisa en el rostro.
Ahora ambos tenían que tratar de comportarse a la altura para comprar lo que hace falta.
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Buenas madrugadas mis querid@s seguidor@s de esta historia, donde ahora vemos una fuerte rivalidad entre ellos dos por el amor del cubito 🥰🥰
También les quería comentar que dentro de algunas semanas comenzaré a subir algunas historias que tengo en borrador y son las siguientes:
(Lo sé, me gusta hacer de diferentes parejas también 😅)
Sin más despido y los leemos hasta la próxima.... Besos y abrazos para todos ustedes 🥰🥰🥰 y muchas gracias por seguirme leyendo 💖💖
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