Los primeros del sol entraban por esas blancas cortinas de la habitación donde dormía el galo.
Le costó conciliar el sueño, porqué en toda la noche su mente le hacía pasar una mal jugada.
Aún no podía creer que ese hombre adorable lo había besado, además tampoco comprendía porqué siendo famoso no estaba su pareja cuidándolo y uno extraño si, además de que lo besaba y acosaba tiernamente.

No negó que le gustó ese beso, pero en realidad necesitaba saber más y maldecía porqué no recordaba nada.

De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del llamado de la puerta.

-Buenos días Camus ¿Puedo pasar?- Preguntó Milo desde el otro lado.

Rápidamente Camus se acomodó en su cama  y se cubrió con su sábana y cerró sus ojos para disimular que estaba durmiendo.

El heleno al no escuchar ruido dentro de la habitación, prefirió dejarlo- Quizá siga durmiendo- Susurró mientras regresaba nuevamente a la planta baja de la cabaña.

Estaba por preparar el desayuno cuando el sonido de la puerta abriéndose lo hizo voltear de manera repentina.

Solo pudo observar una cabellera azul- A lo mejor llegó Deuteros- Se acercó rápidamente a la puerta para poder recibirlo, pensando que era el amigo de su tío.
Grande fué su sorpresa al ver de quien se trataba.

-¡Saga!- Exclamó asombrado.

-¡Milo! ¿Que carajos haces en mi cabaña?- Respondió molesto mientras cerraba la puerta y con la otra mano llevaba su maleta.

-¿Tu cabaña?... jajaja, es de Deuteros- Contestó muy seguro de sus palabras.

-¡Ah! Ya veo que conociste a mi tío el callado y raro de la familia... Lamento decirte que también este lugar le pertenece a mi padre Aspros-

-¿Qué?- Cuestionó asombrado por lo que escuchaba ¿Pero porqué Deuteros nunca se los dijo? Ahora no sabía que hacer.

-Así es Milo. Mi padre y Deuteros son gemelos... De hecho también tengo un hermano gemelo y él si vive junto con mi padre- Sonrió ladino al decir esto.

-No, pero como.... Deuteros dijo que aquí no hay problema, pero... ¿Incluso hasta en los momentos más incómodos de la vida tengo que coincidir contigo?- Preguntó molesto Milo.

-Jajaja, mira no sé que haces en este lugar y si mi tío te otorgó su permiso para estar aquí no me puedo negar pero déjame decirte que no estoy aquí por gusto... Vine a ver a mi Camus y nadie me da razón de él- Contestó Saga entrando a la cocina de la cabaña.

-Si nadie te dijo donde está es por algo- Ahora era el turno de sacar de sus casillas a Saga, se recargó en la puerta de la cocina- ¡Yo cuido de Camus!-

Saga dirigió su mirada sorprendido ante tal comentario ¿Quién fué capaz de dejar a su pareja con el hombre que más detesta en esta vida?. Con pasos rápidos llegó hasta donde estaba Milo y lo tomó de la camisa-¿Dime donde está?-

-Ja, ¿De cuando acá me gritas?- Se soltó del agarre de Saga- Déjame recordarte tu lugar Saga... No quieras venir a intimidarme como antes, tu puesto a lado de Shion fué revocado y ahora los papeles se invirtieron... ¿Crees que acaso no lo sé?-

-¡Tu... eres...!- Saga estaba a punto de darle un puñetazo a Milo cuando una voz a lo lo lejos los interrumpió.

-¿Porqué tantos gritos Milo?- Preguntó Camus desde las escaleras, apoyado con las muletas para poder moverse.

Saga y Milo corrieron para ver que era Camus quien estaba llamando.

-¡Camus mi vida- Corrió Saga hasta las escaleras con los brazos abiertos para poder abrazar a su pareja pero fué el galo quien se hizo a un lado para que no lo abrazara.

-¿Camus porqué no me dejas que te abrace?- Cuestionó confuso ante las actitudes de su pareja.

-Eso es porque Camus no recuerda nada Saga- Respondió Milo subiendo las escaleras para poder acercarse al galo y ayudarlo a bajar.

-¿Como que no recuerda nada?-

-Verás...- Milo cargó a Camus en sus brazos y le entregó las muletas a Saga para que las bajara- Cuando pasó el accidente en el programa, Camus salió muy lastimado, si te das cuenta no puede caminar y necesita ayuda. También presenta un cuadro de amnesia y no tiene la menor idea de lo que pasa... Te ruego que tengas mucha paciencia porque Degel me encargó cuidar de él-

Ambos bajaban de las escaleras, después Milo se llevó a Camus a la sala para que pudiera sentarse.

- Idiota Surt... No puede hacer nada bien- Pensó Saga mientras observaba como Milo lo procuraba demasiado.

-Bien... Aunque estés al cuidado de Camus, no significa que me iré de la cabaña- Lentamente se acercó a Camus, hasta mirarlo fijamente a los ojos- Quizá no recuerdes nada pero yo soy tu pareja- Susurró y besó su frente.

Camus no dijo nada, porqué ahora que recordaba las noticias de la noche, era esa misma persona la que salía en la entrevista como su pareja... Pero eso no explicaba aún porqué Milo lo besó.

Dio un gran suspiro y después les dijo a ambos- Escuchen bien los dos, no sé que rayos pasa pero no quiero más discusiones aquí... De lo contrario tendré que llamar a mi padre y al otro señor que creí mi papá para que ponga orden en este lugar. Estoy aquí para poder descansar... No quiero gritos- Respondió seriamente.

Milo y Saga se quedaron asombrados ante las palabras de Camus, no les quedó de otra más que asentir.

-También quiero pedir otra cosa... ¡No quiero insinuaciones!- Esto último lo gritó.

Después de esto Camus dirigió su mirada a la ventana, mientras que Saga y Milo se daban miradas retadoras...

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Buenas tardes tengan mis queridas lectoras, sé que este capítulo era para la semana pasada, pero con un ligero retraso aquí está.
No pude actualizar antes porqué entregué dos historias para el Milo fest.
Si gustan pueden leerlo, una es con la temática de rapunzel y la otra de la sirenita, ambos adaptados para Milo x Camus.

Sin más me despido no sin antes mandarles un gran abrazo y mis más sinceros agradecimientos   porque siempre me leen, aquí y en las demás. Los quiero 🥰🥰🥰