Capítulo 27 (Las cosas pasan por algo)
El lugar que estaba destinado para la grabación estaba lista, algunas gradas para la gente del hotel que estaba dispuestos a mirar ese programa en vivo. La estructura estaba en su lugar, sobre ellos estaban las luces artificiales para una mejor iluminación.
Una pequeña mesa con un cómodo sillón se dejaba ver al centro del lugar, con la vista del mar adornando por detrás, nada podía salir mal este día, todo estaba a la perfección.
-¡Primera llamada!... ¡Empezamos en diez minutos Camus toma tu lugar!- Gritó Shura por medio del megáfono, solo faltaba la presencia del galo, quien estaba a lado de su asistente detrás de cámaras.
Shura había llegado con el equipo de producción para poder llevar a cabo el trabajo, con este programa en vivo después se haría un enlace en vivo con Shion anunciando la fusión de ambas empresas, todo estaba planeado...
-Milo... ¿Es normal sentir nervios?- Preguntó el galo mirando a su asistente mientras intentaba controlar los nervios con sus manos, no dejaba de entrelazarlas.
-Camus, es muy normal pero si lo prefieres puedo decirle a tu papá que esté aquí a tu lado también-Respondió el heleno.
-No hace falta ahí vienen- Camus señaló a su papá que venía a verlo junto con el tío de Milo.
-Parece que mi tío no se despega ni un momento de tu papá.
-Se ven bien juntos, además... Están solteros- Respondió Camus con una sonrisa.
Milo estaba por responderle, pero su plática tuvo que ser interrumpida por Degel y Kardia, quienes se acercaron al galo, para desearle suerte en su programa.
-¿Listo joven Camus?- Cuestionó el dueño del hotel.
-Más que listo señor.
-Hijo, por fin podré verte en tu trabajo... No sabes el gusto que me da estar aquí- Respondió su padre mientras lo abrazaba.
-Gracias papá, pero el nervioso soy yo- Contestó en un tono audible para ambos.
-¿Porqué?- Preguntó Degel confuso.
-No lo sé... Es... Más bien tengo el presentimiento que algo malo pueda suceder- Respondió el galo con la mirada al suelo.
-Camus... Si no te sientes seguro, no lo hagas y mejor dile a tu jefe que no estás listo para esto- Degel se llevó a Camus a un lugar más alejado para que ambos pudiera platicar sin que el resto los escuche.
-¿Y dejar a la gente esperando papá?- Preguntó.
-Dime la verdad- Degel tomó de los hombros a su hijo y lo miró de frente- ¿Qué tienes? No es normal en ti que te sientas de esa forma.
-Es como... No lo sé, algo me dice que el programa pueda salir mal, pero tampoco puedo dejarlo, Shion confía en mi, la gente que está aquí presente también, y sobre todo... Sé que confías en mí- Respondió el galo tratando de tranquilizarse.
-Claro que confío en ti hijo, pero si te sientes mal ó no te sientes seguro, dímelo... ¿Está claro?- Preguntó Degel abrazando a su hijo.
-Si papá... Gracias- Respondió el conductor.
-¡Camus un minuto y entramos al aire!- Llamó Shura para que Camus tomara su lugar.
-Bien deséame suerte papá- Camus se soltó del abrazo de Degel y caminó hasta justamente en el lugar que Shura le indicó para poder pasar sobre aquél telón justamente cuando el programa comenzara.
El deber de Milo es estar cerca del galo por cualquier cosa que surgiera, se encontraba a lado de ese pequeño escenario, para servir en cualquier momento al conductor.
Kardia tomó de la mano a Degel y ambos tomaron asiento en unos asientos reservados que tenían en primera fila. El dueño de hotel se había tomado la molestia de reservar lugares, suponía que Degel querría estar frente a su hijo. Nada se le escapaba a ese hombre.
La música sonaba de fondo dando la entrada a Camus, quien al pasar entre los telones comenzaron a llover los aplausos para el galo, uno de los conductores más seguidos de la empresa.
Algunos medios estaban cerca para tomar la nota, entre ellos Surt, quien iba llegando con el resto de periodistas.
-¿Donde andabas?- Preguntó uno de los reporteros que conocía a Surt, estar en este medio le permitía tener contacto con más colegas del medio.
-Por ahí- Sonrió de lado, mientras tomaba lugar a lado de su conocido.
-No por nada llegas con una sonrisa, Surt.
-Nada Sigmund, solo he tenido un alegre día- Respondió el de cabellos rojizos, mientras sacaba su cámara para poder tomar los mejores momentos del programa.
Sigmund no dijo nada y siguió en su trabajo...
Camus ya llevaba media hora de programa, algunas preguntas las formulaba el público mientras que algunas eran enviadas a través de mensajes que él recibía en su tableta electrónica, todo en una página de las redes sociales creada por la empresa solo para poder seguir a su conductor favorito.
-Joven Camus, una pregunta para poder responder a mi tarea de Física por favor... ¿Cuál es la velocidad de la luz?- Preguntó un joven del público que se encontraba en las gradas.
El galo no dudó en responder esa pregunta, era de sus temas favoritos- La velocidad de la luz en el vacío es de 299.792,458 kilómetros por segundo, aunque siempre suele decirse que es de 300.000 kilómetros por segundo. La luz viaja más rápido a través del vacío del espacio que cuando se mueve por el aire. Y otro dato muy curioso que quizá te guste para aportar a tus tareas es... La luz del Sol tarda exactamente ocho minutos y diecinueve segundos en llegar a la Tierra- Contestó el galo mientras le regalaba una sonrisa a su público cosa que era muy raro en él.
-¡Yo tengo otra!- Gritaba una jovencita que estaba también en el público.
-Dime cual es tu pregunta- Señaló el conductor para que pudieran darle la palabra.
-¿Qué es el cero absoluto?- Preguntó.
-Es la temperatura más baja posible que puede existir. Equivale a -273 °C, según los principios de la termodinámica. concretamente, el cero absoluto es, la tendencia del universo hacia la congelación definitiva, espero te pueda servir esta pequeña explicación- Contestó.
Otros más levantaban su mano, muchos de sus seguidores eran jóvenes que con simples curiosidades aprendían cada vez más interesándose por los temas. A uno de ellos le dieron el micrófono y comenzó hablar- Señor Camus, es un honor estar frente a usted, me alegra poder conocerlo en persona y solo me queda decirle que me encanta su programa, soy su más grande fan- Contestó aquél joven con una sonrisa.
-El que debe agradecerles soy yo, sin ustedes como seguidores del programa yo no sería nada- Respondió con mucha tranquilidad. Después tomó su tableta para ver que preguntas había del público que lo sigue a través de mensajes, sin embargo un mensaje llegó de un usuario desconocido, ni con foto de perfil, simplemente el puro texto. Mientras la gente estaba entretenida con algunos vídeos que transmitían en una pantalla detrás de él, comenzó a leer ese mensaje pensando que sería de una pregunta más para el programa.
-Amarte en silencio, es mi castigo... No poder expresar mi sentir aunque estés en otros brazos, tu belleza me hipnotiza, me atrae... Eres mi mayor sueño, es una locura que yo te conozca pero tu no sabes quien soy yo...-
El galo terminó de leer y no pudo evitar sonrojarse frente a todos, rápidamente se dio la vuelta para tomar un poco de agua y tranquilizarse. Ahora hasta por mensajes le llegaban esas frases que le robaban el corazón.
Milo estaba mirando de lejos a Camus, quería probar como reaccionaba su amado francés ante sus pequeños detalles, por eso se había tomado el atrevimiento de crear un perfil falso y aprovechando la oportunidad del programa, no dudó en enviarle un mensaje y ver con sus propios ojos la forma en la que se comportaba el galo por esa frase que escribió de corazón.
Ahora su gran dilema era, decirle o no la verdad a Camus, quizá se la jugaría para decirle cuanto lo ama , sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos por un favor que necesitaba Camus.
-Milo- Llamó en voz baja.
Su asistente se fué acercando lentamente hasta Camus, admitía que con ese ligero sonrojo en sus mejillas se veía encantador- ¿Qué pasa Camus?- Preguntó tratando se sonar lo más serio posible.
-¿Puedes traerme un café por favor?- Susurró el de cabellos viridían.
-Claro, aunque esta es la quinta taza que te tomas... No me gustaría que algo malo te pase- Respondió Milo con una sonrisa.
-Descuida, me siento bien... Mi taza está en el escritorio.
Milo se acercó sigilosamente hasta el escritorio que habían improvisado para el programa... Mientras que Camus se llevaba sus dedos en el puente de su nariz para tratar de tranquilizarse.
De pronto volteó hasta donde estaba Milo con la taza y notó que la pantalla que estaba detrás, estaba por caerse.
-¡Milo Cuidado!- Gritó Camus mientras corría hasta donde estaba su asistente, por instinto logró empujarlo para que no le cayera el aparato a Milo, sin embargo por mala suerte a quien le cayó la pantalla fué al galo, por tratar de salvar al heleno.
-¡Camus!- Gritó Milo y se levantó de golpe del suelo para correr hasta donde estaba Camus.
Degel y Kardia corrieron también, mientras que Shura cortó de inmediato el programa por lo que acaba de suceder...
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Buenas noches mis queridas lector@s ya se puso preocupante ¿No? Veremos que más pasa con el cubito.
Por cierto jamás les había comentado que la mayoría de las frases que Milo le ha escrito a Camus han sido de mi inspiración 😅.
Los quiero 🥰🥰🥰
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