-Vamos muévanse que necesito este sitio en orden, no quiero ningún error ya que todo esto será transmitido en vivo y este hotel debe relucir tal y como es- Kardia se encontraba en el sitio donde se llevaría a cabo el programa, su personal corría de un lado para otro con tal de que ese día saliera todo en orden.

-Veo que ya te pusiste intenso con tu labor de jefe, Kardia- Contestó Degel colocándose a su derecha el heleno.

-Tu hijo saldrá hoy, todo tiene que salir perfecto- El de cabellos azules tomó de las manos a Degel.

-Lo sé, esto es tan emocionante... Nunca había tenido la oportunidad de estar con él en una grabación de su programa-

-Todo saldrá bien Degel- Kardia abrazó al de cabellos verdes para brindarle su confianza... Aún no confesaba sus sentimientos pero ambos se acercaban más y más, como si estuvieran destinados el uno para el otro.

Saga comenzaba a despertar, abrió lentamente sus párpados mientras se estiraba, era una sensación agradable hacer eso, sobre todo cuando tuvo una larga noche.

Todo iba en orden hasta que...

-¡¡¡Por los dioses... Porque estoy desnudo!!!- No pudo evitar gritar al quitarse las sábanas y notar que no llevaba ninguna prenda puesta.

Trató de levantarse pero al momento de hacerlo un dolor insoportable recorrió toda la parte de su cintura. Sobre todo en la cadera.

-¿Pero qué?... Ahh este dolor no lo aguanto- Se dejó caer nuevamente en la cama muy confuso, no sabía que había pasado, ni mucho menos porqué estaba sin ropa y parte del cuerpo le dolía como si se hubiera caído de algún lugar.

De pronto su celular comenzó a sonar, se acercó a la mesita de noche y contestó inmediatamente, era una llamada de Surt.

-Espero que sean buenas noticias Surt- Respondió la llamada de muy mal humor.

-Que genio Saga, ahora entiendo al pobre de tu novio, con ese carácter ni ganas dan de tratar contigo-

-No estoy para bromas idiota, mejor dime que has logrado allá con mi Camus-

-Está más difícil de lo que pensé, el inútil de su asistente es sobrino del dueño del hotel, aparte no he podido pensar en algo para separarlos, todo el tiempo se la pasan juntos... Desconozco en cual habitación se quedan-

-¿Milo qué?... ¿Es familiar del dueño del hotel?- Expresó con asombro- Vaya quien lo viera, podría tener toda una vida llena de lujos y prefiere estar detrás de Camus, vaya vida desperdiciada... Escucha bien, quiero que trates de hacer algo en contra de Milo, detesto que mi pareja use la ropa de ese idiota ¿Que se cree?.

-Me imagino que viste las imágenes que te mandé.

-Claro, que se cree ese idiota... Te encargo mucho ese favor, tengo un problema más grande. Ayer me di la libertad de ir con Aioros por unos tragos y no recuerdo nada de lo que pasó, amanecí desnudo y algunas marcas en mi cuerpo.

-Mmm eso me suena a una noche intensa Saga... Dime quien es la señorita afortunada que te pudiste coger.

-Ahora que lo mencionas es cierto, quizá tuve una noche movida con algunas chicas lindas y de seguro me dejaron aquí porque Aioros no está... Supongo que él de seguro se fué con alguna por ahí.

-Entonces se la pasaron muy bien ¿Eh? Ojalá al rato cuando acabe de tomar las notas con Camus, pueda ir a ligarme a una chica.

-Bien, eso suena tentador. Te encargo mucho ese favor, tengo cosas que hacer y sobre todo buscar al inútil de Aioros, espero no se haya quedado en la calle durmiendo o algo así.

-De acuerdo Saga, cualquier cosa te aviso... Recuerda que el programa empieza a las doce de la tarde en punto.

-Ya lo sé, bien nos hablamos en un rato- Saga terminó aquella llamada y dejó su celular nuevamente en la mesita de noche.

Trató de levantarse con dificultad y caminó hasta el baño para poder darse una ducha. Esa idea que le dio Surt no salía de su cabeza, se visualizaba a si mismo teniendo una noche de pasión con alguna chica que conoció en el bar.

Se acercó al espejo y notó muchos hematomas en su cuerpo, algunos arañazos en la espalda y su cuello con varias marcas. Después de admirarse en el espejo, no pudo evitar halagarse a si mismo.

-Saga con estas marcas ayer fuiste toda una fiera en la cama- Se dijo así mismo, después se acercó a la regadera y abrió el grifo del agua caliente para poder ducharse. Después iría a buscar a Aioros.

Asmita seguía en posición de loto en la cama, seguía esperando que Deuteros se despertara y sobre todo que Manigoldo saliera del baño, supuso que se metió a bañar porqué llevaba media hora dentro.

El moreno poco a poco despertaba mientras se llevaba ambas manos a su cabeza.

-Otro que por fin despierta- Respondió Asmita al notar que Deuteros empezaba a despertar.

-Cielos, mi cabeza... ¿A... Asmita?- Se asombró de verlo.

-¿Qué? Si quieres saber porqué estoy aquí es porque estaba esperando que ambos despertaran.- Respondió mientras sus ojos se mantenían cerrados.

-¿Ambos?- Preguntó.

-Sí, Manigoldo y tú bebieron peor que abogados... Ah perdón eres uno, ahora entiendo porqué se te fueron las copas de más- Contestó con burla.

-¿Yo llegué hasta esos extremos?

-Claro- Asmita comenzó a relatarle aquella travesía y sobre todo la manera en la que tuvo que traerlos nuevamente al hotel.

-Lamento todo esto Asmita... Yo, no sé que me pasó, no suelo ser así- Contestó Deuteros avergonzado por todo que hizo.

-Degel te dió en donde más te duele ¿No es así?

Deuteros se levantaba del suelo con mucho esfuerzo y tomó asiento en una parte de la cama- Lo sé, admito que lo quiero pero le dejé el camino libre a Kardia.

-Tranquilo, sé lo que se siente dejar libre a lo que más amas pero... Vendrán cosas mejores Deuteros, el poco tiempo que llevo conociéndote, sé que eres una buena persona... No mereces sufrir- Respondió Asmita con una sonrisa mientras tomaba su mano.

-Gracias Asmita... Cambiando de tema ¿Puedo saber porqué estás con los ojos cerrados?- Preguntó curioso.

-Practico la meditación Deuteros.

Manigoldo salió del baño con una toalla envuelta en su cintura- !Ahh¡ nada es más refrescante que un buen baño.

-¡Manigoldo!- Gritó Deuteros al notar que estaba casi desnudo.

-¿Qué? Estamos entre hombres... No creo que tengas algo que yo no- Contestó sin mucha importancia y comenzó aplicarse desodorante, crema y perfume frente a ellos.

Asmita y Deuteros solo rodaron los ojos y siguieron platicando de cosas distintas...

Milo estaba listo esperando a Camus afuera del elevador de la planta baja, su deber sería escoltarlo hasta el lugar donde se llevaría a cabo el programa.

Algunos reporteros y cámaras de otras empresas estaba listas para tomar aquella noticia, solo esperaban a que el galo bajara de su habitación.

Trataba de controlar sus nervios como podía, entrelazaba sus manos intentando relajarse. Sería la primera vez que saldría frente a las cámaras a lado de aquél conductor que todo este tiempo le ha robado el sueño, sus pensamientos y su corazón.

Pasaron diez minutos, mientras caminaba de un lado para el otro.

De pronto el sonido del elevador hizo que Milo reaccionara y se colocara justo a lado para esperar a Camus, pero cuando se abrieron las puertas no era su amado galo.
Manigoldo iba saliendo del elevador.

-Oye... ¿Qué regalan aquí? O porqué hay tantas cámaras por doquier- Cuestionó mientras salía del elevador y caminaba hasta donde se encontraba el heleno.

-Están esperando a Camus, hoy es su programa- Respondió.

-Vaya ya veo, es el hijo de Degel ¿No?

-Sí, solo están esperando a que baje.

Entre su corta plática con Manigoldo no notó que las puertas del elevador comenzaban abrirse nuevamente. Milo estaba tan concentrado en seguir platicando con Manigoldo que ni cuenta se había dado que ahí estaba su querido conductor.

-Oye ya está detrás de tí- Manigoldo tomó de los hombros a Milo y lo volteó para que pudiera ver a Camus.

-Ya estoy listo Milo- Contestó Camus con una sonrisa.

-Bueno yo me voy hasta donde están los demás, mucho gusto en conocerlo joven Camus, mi nombre es Manigoldo, espero que cuando acabe su programa pueda regalarme una foto con usted.

-Claro cuando termine de grabar estaré disponible.

Manigoldo asintió se fue de ahí para poder tomar un lugar donde se llevaría a cabo el programa.

Al heleno comenzaban a sudarle las manos, no sabía como reaccionar frente a Camus, algunas de las cámaras se enfocaban en ellos dos, tan solo de verlo con ese formal atuendo, su cabello perfectamente moldeado y ese detalle de colocarse el mismo tono viridían en sus uñas hacía una hermosa combinación con aquél que siempre ha amado.

Sentía como su corazón latía con más fuerza, amenazando queriendo salir de su pecho, sin embargo trataba de mantener firme su postura frente a los medios.

-¿Estás listo Camus?- Susurró en un tono audible para ambos.

-Más que nunca- Respondió el galo con una sonrisa.

Su asistente le dio el paso y fué siguiéndole sus pasos mientras los demás corrían detrás de Camus para poder obtener alguna nota de él...

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Buenas noches mis querid@s lectores como todas las madrugadas (Lugar donde vivo) aquí está este capítulo...

Nos leemos en el siguiente los quiero 🥰🥰🥰🥰