Deuteros poco a poco se alejó de Degel después de haberlo besado de imprevisto.

-¿Y eso porqué fué Deuteros?- Preguntó confundido Degel.

- Por una sencilla razón Degel, desde que llegaste me cautivaste sin embargo el que merece tu corazón es Kardia, dale una oportunidad en tu vida, por favor- Respondió el moreno sin quitar las manos de su cintura y sonriendo.

-¿Cómo que le de una oportunidad en mi vida? Primero llego aquí y me besas, te vas y Kardia hace lo mismo, después te vuelvo a ver y me besas, no se ni que pensar de ustedes dos, tal parece que en mi frente traigo un letrero que dice "Busco pareja"- Contestó Degel sin dejar de mirar al moreno.

-Jajaja vaya al menos veo que Kardia se animó a besar a alguien desde hace años, te lo reitero y lo acepto me gustas pero Kardia merece tu amor- Respondió con una sonrisa encantadora solo para galo.

-No entiendo- Degel estaba confundido.

-Ven vamos hablar- Deuteros tomó de la mano al galo y caminaron hasta la salida del hotel, después bajaron una escaleras de piedra y llegaron frente a la playa, casi no habían personas y era el lugar perfecto para platicar sin problemas.

Ambos se sentaron bajo una palmera, el primero en romper el silencio fué Deuteros.

-Eres una persona adorable Degel, lindo y hermoso, lo sé por eso me cautivaste y disculpa si te besé pero eres irresistible. Volviendo a lo mismo... Te voy a platicar un asunto muy serio, no le vayas a decir a Kardia que te conté esto. El no ha confiado mucho en el amor después de pasar varias decepciones amorosas en su vida y ahora que llegaste tú, lo noto diferente, su semblante ha cambiado. Siempre hemos sido amigos y yo he buscado sacarlo adelante de su soledad-

-¿Qué le pasó?- Cuestionó curioso el galo mirando a Deuteros.

Flashback:

Cuando eramos jóvenes, Kardia siempre fué impulsivo, le gusta tener un carácter explosivo y por ello disfrutaba de andar de aquí para allá con varias mujeres, pero sus conquistas siempre fueron para un rato.

Cuando se presentó la que creyó indicada, dejó todo por ella, días antes de casarse fué a visitarla y al abrir la puerta la encontró con alguien más sosteniendo relaciones sexuales.
Eso fué lo que comenzó a decepcionarlo y dejar de creer en el amor.

Pasaron unos años y después tuvo la oportunidad de conocer a otra chica. Al principio todo parecía en orden, se casaron y tenían una casa que adquirió Kardia, en ese entonces él ya había heredado el hotel que era de su padre Ecarlate.
Pero sus problemas comenzaron a llegar cuando pasó el tiempo y jamás pudo tener un hijo. Para su sorpresa cuando su pareja y él se hicieron estudios... Resultó que Kardia no podía tener hijos, su cuerpo no produce los espermas necesarios para poder procrear.

Ese fué su motivo para hundirse más, su pareja le pidió el divorcio y se separaron, pero todo cambió cuando su hermana Calvera tuvo un accidente y falleció dejando a su pequeño hijo solo. Kardia se enteró de aquel suceso y eso fué lo que lo motivó a salir adelante, el cuidó de Milo como si fuera su hijo...

Fin flashback.

-Entonces... ¿Todo eso pasó Kardia?- Preguntó el galo con mucha curiosidad.

-Me llevaría una vida completa contándote todo a lujo de detalle, pero es por ello que él es así. Es un poco impulsivo pero es muy diferente cuando lo conoces, solo es cuestión de que le des un poco de confianza, tal vez no sea un romántico que le guste dar detalles pero... Sus sentimientos por ti son sinceros- Respondió Deuteros tomando las manos de Degel mientras se perdía en aquella mirada destellante violeta.

-¿Porqué me dices todo esto, Deuteros?-  Cuestionó.

-Porque te quiero y el querer a alguien más también es aprender a dejarlos ir, sobre todo cuando sabes que esa persona será feliz. Quiero tu felicidad Degel.

-No sé que decir Deuteros.

-No me digas nada, solo es lo único que quiero, es hora de que Kardia tenga lo que en el pasado no tuvo- Deuteros se levantó y se acercó para darle un beso en la frente al galo. Se fué dejando a Degel confundido después de todo lo que le dijo...

Camus terminó exhausto después de atender a todas las personas que llegaron, tal como se lo había pedido a Milo, nunca se separó de su lado. Entró al hotel y fué recibido por Kardia quien lo estaba esperando en la recepción con parte de su personal.

-Veo que atender a tus fans lo ha dejado cansado joven Camus. En la noche quiero que baje a cenar, lo atenderemos tal como lo mereces- Contestó Kardia caminando hasta donde estaba Camus, mientras Milo le acercaba una botella de agua.

-No es necesario tanta formalidad señor Kardia.

-No me digas señor, joven Camus. Tendré mis años pero sigo soltero- Contestó Kardia con aires de grandeza.

-Jajaja... Esa  ni tú te la crees tío- Susurró Milo en un tono audible solo para su tío y para él. Lo hacía para molestarlo ya que recordó como se estaba besando con el padre de Camus.

Kardia en ese momento le regaló una mirada amenazante a su sobrino- Milo por cierto, necesito que te quedes un momento conmigo, necesitamos hablar. Espero no incomodarlo joven  Camus pero quiero tratar unos temas urgentes con mi sobrino.

-Descuide, iré a mi habitación a descansar un rato... Por cierto si ve a mi padre dígale que me busque por favor- Respondió el galo y caminó hasta el elevador dejando a Kardia y a Milo solos.

-¿De qué quieres hablar tío?- Preguntó Milo.

-Vamos a mi oficina- Ambos comenzaron a caminar, cuando de pronto Kardia se encontró con Deuteros... En ese momento recordó el video que había visto de su amigo besando a Degel, estaba por reclamarle cuando  notó su mirada perdida, parecía otro.

-¿Deuteros que tienes? Venías muy motivado y te conozco a la perfección- Kardia tomó de los hombros a su amigo esperando una respuesta.

-Nada... Nada en especial ¿Sabes? Quiero un rato a solas, nos vemos más tarde- Deuteros se dió la vuelta y siguió caminando. Kardia por su parte no sabía porqué estaba así su amigo.

Siguieron caminando hasta que entraron a la oficina del hotel.

Ambos tomaron asiento y Kardia fué el primero en romper ese silencio...

-Milo, me da gusto verte de nuevo. Sabes que eres todo para mí y sé que esto es muy repentino pero quiero saber que decisión has tomado respecto al hotel. Sabes que no tengo a nadie más para heredar esto. Es necesario que me des una respuesta porqué en estos días Deuteros comenzará a realizar algunos papeleos que necesito y quiero que estés seguro para heredar el hotel- Contestó el heleno mirando con seriedad a su sobrino.

-Tío, sé que antes yo era un completo desastre y me alejé mucho de tí. Aún  no lo he pensado bien ¿Podrás darme tiempo de pensar las cosas? Heredar el hotel es quedarse de fijo aquí, ya no podré regresar a mi casa.

-Veo que hiciste algo de tu vida, después de andar en el relajo sin tomar en serio las riendas de tu vida. Estoy orgulloso por ello, pero también quiero que me comprendas, sabes que no tengo hijos y el único familiar cercano eres tú.

-Prometo pensarlo bien tío, la verdad no quiero dejar el trabajo que tengo- Contestó Milo preocupado  porque sabía que si aceptaba esa propuesta, ya no podrá trabajar  para Camus.

-No hace falta que me digas que es lo que te detiene, al igual que yo, puedo notar como sigues con la mirada al hijo de Degel  eres muy obvio, aunque él es un poco distraído y no se ha dado cuenta, pero a mi no me engañas- Kardia sonrió al ver a su sobrino con la cara sonrojada, lo había descubierto...

La noche comenzó a llegar, Camus estaba en la Suite de su papá, ambos estaban platicando sobre todo lo que ha pasado a lo largo de todo este tiempo que no se vieron, aunque omitió aquella parte donde se besó con Deuteros.

-Y bueno... Sé que es tu decisión papá pero ya dime quien será el afortunado de ser tu pareja.

-¿Qué?- Gritó Degel nervioso, hasta su propio hijo lo estaba apresurando para tener pareja.

-No  vine a buscar pareja Camus, vine a un viaje de negocios, eso es todo- Respondió tratando de no perder la postura.

-Hay por favor- Susurró pero fué escuchado por su padre.

-Mejor cambiemos de tema, porque en unos minutos hay que bajar a cenar y sobre todo debes descansar, te espera un día pesado mañana, pero lo harás bien hijo.

-¿Sabes que es lo mejor de todo esto? Que por fin podrás verme en mi trabajo, sé que estarás conmigo esta vez- Camus abrazó a su padre, se sentía muy motivado y sobre todo contento de pasar tiempo con él, aunque fuera un poco.

-Siempre estaré para ti hijo... Ahora vámonos hay que cenar, te quiero en la cama temprano - Contestó Degel recordando como lo mandaba a dormir cuando era un niño.

-Jajaja, claro papá esta ocasión si te tomaré la palabra- Camus sonrió y ambos salieron de la habitación, después caminaron hasta donde los estaban esperando.

En el restaurante del hotel:

-Tío... ¿Es muy necesario que te pusieras medio frasco de perfume?- Preguntó Milo, ya que Kardia se había perfumado a tal grado que su frasco había quedado a la mitad.

-Si, así luciré bien, veo que también te cambiaste por un atuendo más formal, nunca te quitabas aquella chaqueta negra, por fin diste un cambio- Respondió Kardia mientras observaba la ropa formal que portaba su sobrino, aprobaba ese  cambio de su sobrino.

-Bueno, desde que entré a trabajar como asistente de Camus, he tenido que vestirme así, ya me acostumbré- Milo estaba hablando de frente con su tío, cuando de pronto su mirada se desvió para mirar que venía Degel junto con Camus. También se había cambiado de atuendo, ambos muy formales.

Milo no podía quitar su vista de su conductor  favorito, tenía razón su tío, quizá era muy obvio pero no podía dejar de admirar a esa belleza que irradia Camus...

-Buenas noches Kardia ya estamos aquí- Saludó Degel tratando de evadir la mirada penetrante de Kardia, después de lo que pasó en todo el día, lo que menos quería era tratar temas de amor, sobre todo porque se sentía mal por Deuteros, después de todo decidió rendirse y dejarle el lugar a Kardia, pero era una situación que realmente necesitaba pensar.

-Buenas noches Degel- Kardia tomó la mano del galo y besó el dorso de esta.

Camus observaba a su papá, jamás en su vida lo había visto tan nervioso con alguien, miraba de manera divertida a su papá como inútilmente trataba de zafarse del agarre de Kardia.

Milo observaba a Camus como la octava maravilla, una sensación extraña recorría su cuerpo, después de todo tiene que controlarse, estaría cenando con él por primera vez y sobre todo dormiría en la misma habitación.

Ganas no le faltaban de gritarle a todo el mundo que lo ama en secreto, sin embargo aún no podía hacerlo, necesita que Camus olvide completamente a Saga...

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Hola, buenas madrugadas aquí les dejo el capítulo espero que les guste porqué aquí hay varios puntos importantes. Recuerden que los quiero mucho 🥰🥰🥰 y lávense las manos 😅