Capítulo 21 (Por tí)
En la Isla Milos:
-Papá yo... Lamento interrumpir este momento con tu pareja- Contestó el conductor un poco apenado después de mirar a su padre sin ropa que lo cubriera de la cintura para arriba y a un lado ese sujeto de cabellos azules, casi parecido a su asistente.
-No, Camus no es lo que parece- Respondió Degel nervioso y apenado por el momento bochornoso que le hizo pasar Kardia.
-Milo me da gusto verte de nuevo mi querido sobrino pero... ¿Qué no te enseñé a tocar la puerta primero?- Preguntó Kardia mientras caminaba hasta donde estaba su sobrino, justo a lado del hijo de Degel.
-Mmm no, que yo me acuerde no- Contestó Milo mirando despreocupado a su tío.
-Lamento todo este incidente Joven Camus, le doy la más cordial bienvenida al hotel Antares Resort. Mi nombre es Kardia Venizelos, soy el dueño de este lugar. En unos momentos será atendido por nuestro mejor personal, su habitación está lista- Kardia Respondió acercándose a Camus para poder estrechar la mano con él. Después de eso se giro para saludar de igual forma a su sobrino que no veía desde hace años...
- ¿Se puede saber porqué nunca me llamaste?- Preguntó Kardia mirando a Milo.
-Bueno, tío verás... Siempre te dije que quería probar suerte por mi cuenta y mírame ahora. Soy el asistente de Camus- Milo respondió mirando a su conductor favorito, sin embargo él ya se había alejado para platicar con su padre a solas.
- A ver si entendí... ¿Eres el asistente del hijo de Degel?- Cuestionó Kardia y su sobrino asintió- Nunca supe que vendría con su asistente y solo apartó una Suite... ¿Dónde te quedarás? Ya no tengo más habitaciones disponibles. Afortunadamente desde que se enteraron que Camus Labelle se quedaría aquí, los turistas y la gente local apartaron lugar para estar aquí en vivo mañana en el programa.
-Bueno... El me dijo que me quedara con él por cualquier cosa- Respondió Milo alzando sus hombros.
-Vaya, entonces espero que no haya inconvenientes Milo.
-Ja, hay tío, lo dice el que estaba besando al padre de Camus- Contestó Milo mientras reía al ver a su tío sonrojado.
-Esa es otra historia, bien vamos los llevaré a la habitación. Los fans y los medios ya no tardarán en venir- Les dijo Kardia mientras se acercaba a Degel y lo ayudaba a vestirse, después del momento incómodo que pasaron los dos.
El padre de Camus ahora estaba confundido, realmente disfrutó el beso de Kardia; fue una sensación diferente que nunca había sentido y con Deuteros fué de imprevisto, solo un roce de labios, jamás llegó a ser un beso más duradero y profundo. Tenía serios problemas para dejarse llevar por alguno de los dos. También se sentía un poco apenado porque su hijo lo observó besándose con otro hombre... ¿Qué pensará de él?
Cuando Degel estaba completamente vestido, los cuatro salieron de la oficina y caminaron rumbo a la habitación que estaba destinada para Camus. Kardia y Milo iban adelante, mientras que Degel y su hijo iban detrás siguiéndole los pasos.
-Papá, yo...
-Lamento lo que viste Camus, no sé que me pasó. Te prometo que no volverá a pasar- Susurró Degel en un tono audible para ambos, esperando no ser escuchados por Kardia y su sobrino.
- Papá como si yo te fuera a decir algo malo por ello. Si algún día quieres hacer tu vida con alguien más, puedes hacerlo. Solo espero que sea alguien que te ame con todo su ser y que sea capaz de dar todo por ti- Respondió Camus mientras miraba a los ojos a su papá y caminaban rumbo al elevador.
-Gracias hijo, pero aún tengo que pensar en ello y yo espero lo mismo de ti. Sé que Saga es tu pareja, pero hay algo que no me agrada de él, sin embargo es tu decisión y tu sabrás a quien elijes después... Aunque estos últimos días antes de venirme para acá, te he notado un poco más motivado, tu semblante es diferente. ¿Conociste a alguien más?- Preguntó Degel sonriendo a su hijo.
Camus no sabía si decirle a su padre que le llegaban detalles de una persona desconocida, tenía toda la razón, aquellos pequeños obsequios lo hacían sentir diferente. Cuando estuvo por responder, se detuvieron al mirar que Kardia estaba atendiendo a uno de sus empleados...
-¿Que pasa Regulus?- Cuestionó el dueño mirando a su empleado un poco sofocado después de correr tanto para poder alcanzarlo.
-Lamento interrumpir sus actividades señor Kardia pero... ya no podemos contener a la gente afuera, piden a gritos que salga el joven Camus.
- ¡Por los dioses! Gracias Regulus iré de inmediato... Milo ¿Lleva a Camus a su Suite, está en la planta alta ya sabes el número trescientos treinta y tres - Respondió Kardia entregándole las llaves a su sobrino- Lamento dejarlo joven Camus, espero que no demore mucho en bajar para que pueda atender a la gente.
-No se preocupe, en unos momentos iré.
Kardia asintió y se fué para atenter a la multitud de gente. Degel también tomó camino para ver si podía ayudar en algo dejando a su hijo con Milo a solas en las puertas del elevador.
-Parece que estamos solos Milo.
-Si, pero no te preocupes. Conozco este lugar a la perfección... Vamos- Milo tomó las maletas y ambos pasaron al elevador para llegar al piso correspondiente.
-Entonces el dueño de este hotel ¿Es tu tío? - Cuestionó Camus impresionado ante esa noticia.
-Así es, lamento no haberte dicho antes, pero no sabía que aquí te hospedarías, fué una sorpresa para mí... Aunque veo que está muy ocupado con tu papá.
-Si, bueno quien soy yo para decirle algo malo, tiene derecho de hacer su vida con alguien más.
-Joven Camus... ¿Puedo hacerle una pregunta? - Cuestionó Milo nervioso.
-Si, Dime.
-Bueno yo... ¿No le molestará a tu pareja que me quede contigo en la misma habitación?- Preguntó Milo muy apenado con la mirada al suelo.
-¿Saga?... Vamos Milo, el ni siquiera está. Así que no te preocupes por ello.
Milo solo sonrió después de escuchar las palabras de Camus y notó que llegaron al piso donde estaba la habitación.
-Esta cerca, sígueme.
Ambos caminaban rumbo a la habitación y cuando llegaron, Milo abrió con cuidado dejando pasar al galo primero.
Camus estaba maravillado, el lugar era fantástico, una cama grande, vista al mar, televisión, libros, hasta un área de Jacuzzi, sin duda un merecido descanso lo espera en la noche... Justo lo que necesitaba después de mucho tiempo.
-Vaya... Veo que mi tío te apartó el mejor lugar del hotel, espero que tu estancia sea placentera Camus.
-Sin duda necesitaba algo así.
Milo solo observaba a Camus, le gustaba verlo feliz... Realmente lo merece.
-Joven Camus... Lamento interrumpir pero te esperan con ansías afuera.
-Cierto, dejemos las maletas y vámonos.
Milo dejó todo el equipaje que llevaban, después ambos bajaron lo más rápido posible. Era tanta la prisa que Camus olvidó quitarse las prendas que Milo le había prestado.
Cuando estuvieron en la parte baja, Milo abrió poco a poco las puertas del hotel de su tío y le abría paso a su amando conductor.
La gente, algunos medios y hasta Surt ya estaban ahí comenzando a tomar fotos y hacerle preguntas al galo, mismas que respondía sin problema, otros más se acercaban para pedir un autógrafo, otras más para fotografiarse con él.
Milo se sentía feliz, jamás en su vida se imaginó estar así con su conductor favorito. Quizá sus sueños se volvían realidad poco a poco.
Surt después de hacer varias tomas, notó que aquellas prendas que llevaba el galo puestas no eran de él, sin embargo sabía a quien pertenecían realmente...
Con sigilo se acercó para formularle una pregunta a Camus:
-Camus Labelle, que lindo atuendo luce hoy ¿De donde lo sacó?- Cuestionó Surt con malicia, esperando ver la reacción del galo.
-Es mío Surt... Gracias- Respondió Camus sin molestia alguna y siguió en su labor.
-Esto no le gustará a Saga- Se dijo a si mismo Surt mientras seguía entre la multitud...
Dentro del hotel:
Justo antes de que comenzara la gente a llenar la puerta de hotel, llegaron Asmita, Deuteros junto con Manigoldo. Desde que le dijeron que uniera su hotel con la gran cadena que representaba Degel, no dudó en venir personalmente a conocerlo.
Sin embargo después de que Kardia salió para controlar a la gente, entró a su oficina nuevamente para hablar con Manigoldo y Asmita. Buscaban a Degel también pero no lo encontraban por ningún lado, esperarían que se presentara con ellos.
Degel se había perdido entre tanta gente, hasta que sintió unas manos de tez morena que lo jalaron hasta un cuarto solitario.
-Pero qué...- Degel no terminó de hablar cuando se dió cuenta quien era aquella persona que lo había llevado hasta ese lugar.
-Shhh.
-¿De... Deuteros?- Cuestionó Degel al sentir como aquellas manos se colocaban en su cintura y lo acorralaban en la pared.
-¿Porqué tan nervioso Degel?
-Yo... no... claro que no lo estoy - Titubeó nervioso ante la cercanía de Deuteros.
-¿Ah no? Entonces porqué puedo sentir tu corazón más acelerado- Respondió Deuteros tocando su pecho del lado izquierdo.
-No... Espera.
-No sé que ha pasado en estos días que no estuve, pero tan solo quiero probar de tus labios una vez más, aquella ocasión fué repentino pero solo esta vez...- Deuteros se fué acercando poco a poco al rostro de Degel y sin pensarlo nuevamente atrapó aquellos labios, al principio eran besos torpes, pero comenzaron a ser más demandantes. El galo podía sentir como Deuteros buscaba explorar más allá de su boca.
Degel ahora estaba cada vez más confundido, ya estaba teniendo la oportunidad de sentir los besos de Deuteros, sin embargo ahora su mente le hacía pasar las peores jugadas...
¿Quien será el correcto?
Como se lo dijo su hijo... Aquel que lo ame con todo su ser y sea capaz de dar todo por él...
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Buenas madrugadas tengan... Creo que ya hasta me dieron ganas de ser Degel 😅, espero que les guste este capítulo y bueno, sé que todos quieren que Degel se quede con Kardia y haré lo que me pidan, ustedes decidan si Kardia o Deuteros 🥰🥰
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