Capítulo 20 (Unas horas)
Saga y Aioros se encontraban en un bar muy cercano al hotel donde se hospedaban.
Los tragos empezaron por cosas sencillas, la primera ronda corrió a cuenta por Saga con el pretexto de celebrar que su asistente pudo negociar con Dohko.
Ambos se encontraban sentados frente a la barra siendo atendidos por el barman.
El tiempo fué pasando, la plática que había comenzado siendo amena, ahora eran temas muy personales y con el efecto del alcohol pidieron otra botella más para seguir bebiendo. Saga nunca se acordó de Camus ni mucho menos de llamarlo por teléfono para saber como le había ido, tenía la plena confianza en que Surt estaría a cargo de seguirle los pasos con sigilo a su pareja.
-Dime Aioros... Que tal se siente estar en la empresa sirviendo como mi asistente- Preguntó Saga sin medir sus palabras, ya no tenía noción de lo que preguntaba, sin embargo quería molestar al castaño.
-La verdad... Eres muy terco y orgulloso. Piensas que todo tengo que hacerlo yo... ¿No quieres que mastique tu comida también?- Contesto Aioros, quizá ya era el efecto del alcohol pero poco le importaba darle a entender a Saga que realmente le molestaba la manera en la que manejaba las cosas.
-Ja, vaya me hubiera gustado más que el estúpido ese ayudante de Camus se quedara conmigo para hacerle la vida imposible.
-¿Que te traes en contra de Milo? Ni siquiera lo conoces muy bien... Quizá hasta hace mejor trabajo que tú.
-Mmm tal vez que se la pase mirando con ojos de enamorado a mi pareja por eso lo odio- Contestó Saga sin importarle que pensara Aioros, de todos modos estaba más que ebrios y seguramente no se acordarían de nada al día siguiente.
-Jajajaja creo que muchos de sus seguidores lo ven de esa manera, después de todo es muy famoso, deberías de cambiar eso, eres muy terco y testarudo Saga... Yo me largo a la habitación, puedes quedarte aquí si quieres- El castaño se levantó de la silla y sintió como su alrededor todo se movía, al comenzar a dar un paso pudo sostenerse de la barra y se llevó su mano derecha a la cabeza.
-Ni puedes cuidarte a ti mismo Aioros... ¿Como piensas llegar a la habitación así?
-Jajaja, no me digas que te saldrá tu lado amable y me llevarás hasta allá, no me hagas reír, estás igual o peor que yo.
-Si algo tengo es que no me gusta que me reten Aioros, si así lo quiero agarro y te llevo... No me retes- Contestó Saga seguro de si mismo.
-Bien quiero verlo, el jefe llevando a un simple asistente a la habitación solo porque está igual de borracho que su jefe... Si lo haces, retiro todo lo malo que he dicho de tí Saga- El castaño respondió aceptando la propuesta de su jefe. Ambos estaban bajo el influjo del alcohol y no sabían que decían.
Saga se levantó como pudo, sacó dinero de su billetera, dejó lo suficiente para pagar lo que consumieron y la propina del barman que los atendió. Le dio el último trago a su vaso que estaba en la barra y después tomó del brazo a su asistente. Caminaron como podían, ambos iban muy mal por los efectos del alcohol.
La calle estaba obscura, algunas lámparas de la calle alumbraban la banqueta por donde iban caminando. La distancia no era tan alejada del hotel, pero para ellos era una eternidad por no poder caminar con sus cinco sentidos sin problemas.
Cuando llegaron a la recepción del hotel, ambos caminaron con mucho esfuerzo hasta el elevador, después se subieron y cuando llegaron al piso correspondiente, caminaron hasta su habitación.
Saga tomó torpemente las llaves ya que no coordinaba muy bien sus movimientos y abrió con mucho esfuerzo la puerta. Ambos pasaron y el castaño caminó hasta la cama y se acostó.
Saga aún estaba bajo los efectos del alcohol, se quitó sus zapatos y poco a poco se fué retirando su camisa frente a la mirada de Aioros, pero él solo se dio la vuelta para dirigir su mirada a la ventana de la habitación.
Después se acostó a lado de Aioros y comenzó acortar la distancia entre ambos, poco a poco pegó su cuerpo contra el del castaño que estaba de espaldas.
-Saga... ¿Que carajos te pasa?- Cuestionó muy asombrado ante las repentinas acciones de su jefe.
-Oh vamos Aioros... ¿Acaso no eres tan hombre como para voltear a verme?
El castaño se giró nuevamente para ver de frente a su jefe, pero unas ganas inmensas de quererlo besar comenzaban a ganarle al ver que su rostro estaba sonrojado, quizá por el alcohol presente en su cuerpo, sus labios habían tomado también un ligero tono carmín. Aioros cerró sus ojos y sacudió su cabeza para borrar todos esos pensamientos que comenzaban a dominar su mente.
Saga se acercó más al castaño invadiendo su espacio. ¿Qué pasaba por la mente de Saga?
Había perdido la noción de todo, desde el último shot que bebió en el bar.
Flashback:
Cuando Aioros se levantó y comenzó a retar a Saga para que lo llevara a la habitación, un tipo que estaba cerca de ellos, comenzó a preparar a escondidas de los demás una bebida con un afrodisiaco para una de las chicas que estaban en el bar y así poder lograr su cometido de llevársela a la cama.
Sin embargo en un descuido del tipo tomó el trago que era de Saga, dejando el que llevaba el afrodisiaco. Cuando Saga pagó la cuenta tomó su último trago que le faltaba sin saber que tanto el tipo y como Saga, nunca se dieron cuenta de que tomaron las bebidas incorrectas.
Fin flashback.
El efecto del afrodisiaco comenzaba a surtir efecto en Saga, sentía como su cuerpo comenzaba a pedir a gritos estimulación. El castaño bajo el efecto de los tragos reaccionaba ante las caricias que le brindaba Saga. Ambos cuerpos sentían su piel como quemaba con cada ligero roce de caricias. Sin perder más el tiempo, Aioros se acercó más y tomó entre sus dedos, el mentón de su jefe y se acercó para besarlo.
Un beso muy ligero que Saga correspondió. El castaño se alejó con timidez, pero con los efectos del alcohol en su cuerpo, buscó de nuevo el contacto con los labios de su jefe...
Después de todo ambos mañana no recordarían nada.
El beso se volvió más demandante al buscar los labios contrarios con mayor intensidad, los brazos fuertes y perfectos de Aioros atraparon por completo el cuerpo de Saga quedando él arriba mientras su jefe metió una de sus manos entre la camisa del castaño y tocaba su abdomen.
Aioros sentía que la cabeza le daba vueltas sin embargo las caricias que Saga le daba, lo provocaban de tal manera que se acercó bruscamente en el cuello del peli azul y comenzó a besar de manera lasciva cada rincón de esa piel que comenzaba a volverlo loco sin darse cuenta.
Jamás en su vida se imaginó estar con un hombre, ni mucho menos estar a punto de tener sexo con su jefe, sin embargo el estímulo y las ganas de entregarse al deseo subían de nivel.
Saga solo se dejaba llevar por el momento, mientras que su mente le hacía una mal jugada, con el alcohol y el afrodisiaco en su cuerpo, sentía que todas aquellas caricias eran de Camus, y mientras avanzaba cada vez más las caricias y los besos se imaginaba también a Saori.
Para el castaño era una sensación nueva, jamás en su vida había estado con un hombre de esta manera y todo esto comenzaba a ser agradable para él, después de todo era una sensación muy diferente a estar con una chica.
Tomó la iniciativa de quitarle el pantalón y los boxers a su jefe y comenzó masturbar el miembro de Saga.
Comenzaba a disfrutar esas sensaciones agradables y excitantes.
-¡Oh dioses!- Exclamó Saga al sentir la boca del contrario en su intimidad. Una deliciosa sensación que recorría su cuerpo desde la cabeza hasta los pies, pidiendo a gritos más.
Después del sexo oral, Aioros estaba a punto de hacer algo nuevo para él. Su miembro le punzaba de una manera tremenda que necesitaba urgentemente atención. Con un poco de saliva comenzó a preparar aquella entrada estrecha de su jefe, comenzaba a exitarlo al ver como entraban sus dedos poco a poco mientras lo estimulaba.
Saga comenzaba a sentir muy diferente, llevar el papel de activo es mucho muy diferente al ser el pasivo, era una sensación muy agradable. El castaño lo hacia sentir de una manera brusca pero también gentil. Cuando estuvo lista aquella entrada, sin pensarlo dos veces Aioros entró de una manera repentina en ese cálido interior tan apretado y húmedo.
Saga sentía como sus paredes se contarían al sentir ese miembro de Aioros. El castaño comenzó a moverse despacio y unos segundos más las embestidas subían de nivel.
Saga quizá no recordaría nada mañana sin embargo el solo quería una cosa... Que Aioros no terminara pronto.
La habitación se inundó de sonidos obscenos, los besos y las caricias se volvieron más intensos, gemidos y algunos gritos que exigían más. Ambos cuerpos aperlados de sudor, unas estocadas más fuertes culminaron con el éxtasis de sus cuerpos...
Saga libero su esencia entre su vientre y el del castaño cuando sintió como se llenaba su interior con aquel líquido caliente blanquecino dentro de él.
Ambos exhaustos y llenos de sudor, Aioros salió del cuerpo de su jefe mientras trataba de regular su respiración...
Aioros tomó el papel que tenía a lado y limpió su vientre y el de Saga. Cuando trató de decirle algo a su jefe, el ya había cerrado los ojos. El castaño dejó el papel a un lado y se acostó en la cama cayendo en el mundo de los sueños.
El alcohol y ese encuentro inesperado sexual también lo habían agotado.
Al día siguiente no recordarían nada de lo que pasó ¿O tal vez si?.
Ambos dormían plácidamente, eran cerca de las tres de la mañana y el celular de Saga comenzaban a llegarle notificaciones de Surt. Eran fotos de Camus firmando autógrafos afuera del hotel, portando una prendas que no serán para nada de su agrado...
Desde que el galo y su asistente habian llegado al hotel, Camus en ningún momento se quitó la ropa de Milo.
Surt aprovechó eso para enviarle esas imágenes de Camus en la madrugada para no generar tanta polémica...
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Buenas madrugadas tengan mis queridas lectoras, creo que ya me gustó escribir de noche 😅
El el siguiente capitulo se viene la manera en la que reacciona Milo y Camus al ver a Degel y Kardia muy juntitos y bueno también ya regresa Deuteros... ¿Con quien se quedará Degel?
Los amo 🥰🥰🥰
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