Camus se encontraba sentado con Saga esperando que saliera el vuelo. Aioros y Milo se encontraban sentados atrás de ellos para no incomodar el momento entre el conductor y el vicepresidente.

-¿Sabes Milo? Me siento muy nervioso, no sé como me irá con Saga en el viaje. No sé ni para qué vengo, después de todo el será que hable con el dueño de Star Hill.

-¿De Star Hill? Sólo sé que el dueño se llama Dohko, porqué alguna vez lo leí en un periódico. No temas... Te irá bien- Contestó Milo mientras le daba una palmada en su espalda al castaño.

《Pasajeros del vuelo cuatrocientos cincuenta y tres... Favor de abordar el avión... Despegamos en diez minutos》

-Ese es tu vuelo Aioros.

-Si, deséame suerte Milo y espero que tu también logres algo con Camus- Esto último susurró Aioros cerca del oído de Milo, mientras lo abrazaba despidiéndose de él.

-Bueno ese es mi vuelo Camus, piensa todo lo que te dije hace rato. Ah y otra cosa... ¡¡¡Quiero que todos los que están presentes vean bien, que él- Saga tomó a Camus de la cintura y lo atrajo hasta él- Es mío!!!- Gritó frente a todos los que estaban presentes mientras le dió un beso frente a todos y en especial frente a Milo, que estaba atrás de ellos.

Milo solo trataba de guardar cordura ante el beso de Saga y Camus, al final de cuentas no era nada suyo, pero tampoco puede objetar algo porque quedaría en ridículo. Desvió su mirada para otra dirección mientras Saga seguía besando al galo. Después volvió dirigir su mirada a su amado conductor, pero pudo notar que Camus no disfrutaba de ese beso, al contrario, él estaba con los ojos abiertos mirando a Saga mientras esperaba que acabara de besarlo.

Cuando Saga rompió aquel beso, los espectadores simplemente aplaudieron y después siguieron con lo que estaban.

-Creo que Saga hizo eso a propósito porque te odia Milo- Susurró Aioros cerca de Milo.

-Comienzo a creer que me quiere ver seis pies abajo del suelo- Respondió Milo mientras los miraba.

-Bueno Camus suerte en tu programa mañana, márcame cuando llegues por favor y no quiero que estés tan cerca de tu asistente oíste?- Contestó Saga mientras tomaba su maleta y se acercaba a su asistente para que se fueran- Aioros, vámonos- Le hizo una seña para que lo siguiera.

-Suerte Aioros.

-Igualmente, suerte Milo- Ambos se dieron un abrazo y el castaño tomó su maleta y alcanzó a Saga.

Cuando se fueron, Camus se acercó a su asistente:

-Milo ¿Cuánto tiempo nos falta para que nuestro vuelo salga?

-Media hora joven Camus ¿Porqué? ¿Algo le preocupa? - Respondió mirando su reloj de mano.

-No... Pregunto porque quiero ir a la cafetería por un capuchino y quiero que me acompañes.

-Claro, pero yo me llevo las maletas por eso no se preocupe- Respondió Milo tomando su maleta y la de Camus. Después ambos caminaron hasta la cafetería del aeropuerto y se sentaron en una de las mesas que estaban desocupadas.
Se acercó una chica para atenderlos.

-Buen día jóvenes, bienvenidos a la cafetería del aeropuerto ¿En que puede servirles?

-Buen día yo quiero un capuchino por favor ¿Y tú Milo? -Cuestionó Camus mirando a su asistente.

-¿Yo? No se preocupe, por mí - Milo intentaba negarse.

-Milo- Contestó Camus mientras miraba a Milo de una manera tierna.

-Esta bien joven Camus, quiero un Capuchino por favor.

-De acuerdo, en seguida se los traigo- Respondió la chica mientras iba por las órdenes de aquellos apuestos chicos.

No muy lejos de ellos, se encontraba Surt vigilando los pasos de aquellos jóvenes mientras le tomaba algunas fotos sin que se dieran cuenta.

-Perfecto... Esto no le gustará para nada a Saga- Se dijo a si mismo ese pelirrojo mientras tomaba una fotos más...

-Milo... ¿Te puedo pedir un favor?- Cuestionó el galo mientras le daba un sorbo a su café.

-Dígame joven Camus- Contestó Milo con mucho interés.

-Cuando lleguemos a la Isla Milos quiero pedirte que te quedes en la Suite que tienen reservado para mí.

-¿Cómo?- Preguntó Milo asombrado, eso no se lo esperaba.

-Claro, si no es mucha molestia. He tenido malas experiencias cuando salía de viaje. Nadie me da privacidad, tengo que esconderme de los admiradores, los fans, los medios... A veces ni una simple ducha puedo tener, pero si te quedas en la misma habitación que yo, de verdad que me serás de mucha ayuda y sobre todo te lo agradeceré infinitamente.

-Claro que no tengo ningún inconveniente joven Camus pero ¿Esto no se prestara para malos entendidos? Digo... Así son los medios.

-¿Te confieso algo? Eres la persona en la que más confío en esta vida, claro que primero está mi padre, pero te estimo mucho y respecto a lo que preguntabas... Estar en este medio me ha enseñado algo muy importante... Por más que le des explicaciones a la gente o que trates de aparentar algo que no eres... Nunca les darás gusto con nada. A decir verdad, me importa poco que hablen a mis espaldas- Respondió el galo con suma tranquilidad mientras terminaba su café.

-Pensé que usted era muy frío, pero... Hace rato pude notar como dos niños se le acercaron para pedir un autógrafo y usted les correspondió con ternura, sin duda es usted admirable.

-También te quiero pedir otro favor... no me hables de usted, cuando lleguemos a la Isla háblame de tú por favor.

Milo no sabía que responder, en todo este corto tiempo Camus le dio a entender que confía infinitamente en él y sobre todo en pocas palabras lo antepone mucho antes que a su pareja, sin duda era un gran paso para él. Pero aún no sabía si revelar sus sentimientos y que fuera rechazado, pero por otro lado estaba contento porque, no solo viajará con él, estaría a su lado y sobre todo se quedarían en la habitación juntos... El mejor día de toda su vida.

Estuvo por decir algo más pero el llamado para su vuelo comenzó a sonar por los altavoces del aeropuerto.

《Pasajeros con destino a la Isla Milos, favor de pasar y abordar el avión... Despegamos en diez minutos》

-Ese es nuestro vuelo Milo- Respondió el galo levantándose de la silla y sacando dinero de su cartera para pagar.

-Yo pago Camus.

-No Milo, descuida yo pago- Contestó el galo dejando unos billetes en una charola de la mesa. Después ambos tomaron sus maletas y caminaron hasta la salida para poder tomar su vuelo correspondiente...

En el Hotel:

-Degel... ¿Es necesario que tomes mucho café? Desde la mañana llevas cinco tazas de café... Esto te hará mucho daño- Kardia le comentaba al galo mientras lo veía como pedía taza tras taza de café.

-Estoy algo nervioso Kardia, hoy llega mi hijo y estoy un poco nervioso... Nunca lo he visto grabando su programa y ahora lo tendré aquí- Respondió mientras tomaba su café y dejaba su taza en la mesa.

-Que te preocupa Degel... Si ya tengo todo listo, la Suite está lista, el lugar donde grabarán está listo y tendrás todos estos días para disfrutar con tu hijo. Dudo que Camus quiera ver a su papá nervioso y bebiendo café- Dijo Kardia mientras le quitaba la taza de las manos.

-Bueno y que sugieres que haga para que me tranquilice.

-Bueno... Ya que lo preguntas- Kardia se levantó y se acercó hasta el galo mientras no tomaba de la mano y lo llevaba a otro lugar- Tú solo déjate llevar.

Degel no dijo nada, solo sintió como las manos de Kardia le privaban de la vista y lo guiaba poco a poco a otro lugar...

En el avión:

-Vaya, pensé que nos tocaría sentarnos en diferentes asientos- Dijo Milo mientras llegaba hasta el lugar que les asignaron.

-Me agrada que no me toque alguien extraño a mi lado.

-Aún queda un asiento libre, espero que no llegue alguien más- Respondió Milo mientras dejaba pasar a Camus del lado de la ventana del avión, en seguida se sentó a su lado
Estaba por decirle algo más al galo cuando alguien interrumpió su momento.

-Wow no lo puedo creer... Me tocó sentarme junto con ustedes- Surt llegó justo a lado de ellos sonriendo de una manera muy cínica.

-¿Surt? No me digas que te tocó estar a lado de nosotros- Respondió el galo mirando al pelirrojo. Algo le decía que Saga seguramente le pidió el favor de vigilarlo.

-Así es Camus, me asignaron sentarme a lado de ustedes, así que ahí les voy, porque según mi boleto, me toca sentarme en medio.

Milo solo se levantó molesto dejando pasar a Surt en medio, después de todo estaban así los boletos.

Cuando el avión comenzó a despegar, Camus solo se volteó a la ventana para poder distraerse. Surt por su parte comenzaba a dormirse y Milo maldiciendo su suerte, podía estar en estos momentos con Camus admirando el paisaje que el vuelo desde las alturas les ofrecía, pero no fué así. Surt tenía que arruinar el momento, pero todo tiene su lado bueno, él estaría en la misma habitación que Camus y ahí ni Surt ni nadie meterían sus narices...

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Hola como están... Aquí nuevamente dejándoles otro capítulo más de esta historia. Aprovechando que esta semanita la tuve libre porque la otra nuevamente a comenzar mi semestre y bueno, a darle también y como saben, quizá demore un poquito pero nunca los dejo...
Ohhh sí, ya se viene el momento de llegar al hotel para esta parejita. Veremos que más pasa con ellos y también Saga con Aioros 😅