Una última promesa
—Suena como si no te lo hubieras esperado.
—No. Todos los moribundos agitan la boca antes de desaparecer y dicen estupideces para redimirse. Le llaman "patadas de ahogado." Y si no tienes nada importante que decir, entonces me temo que voy a colgar.
¿Qué demonios? ¿Este hombre era una especie de zombie o qué carajo? De lo contrario, ¿Cómo es que alguien que tenía la cabeza completamente partida seguía con vida? Jungkook suspiró y Taehyung decidió mirarlo con los ojos entrecerrados.
—Te estoy llamando para... Advertirte de un peligro y despedirme de ti. Realmente no sabía que... Conseguirían llegar tan lejos.
—¿Y sobre qué peligro me quieres advertir?
—Quiero advertirte de que no podrán salir de aquí con vida. —Kang no podía hablar adecuadamente debido al enorme dolor que sentía en el cuerpo pero, parecía seguir siendo bueno para comenzar a soltar ese tipo de comentarios sin sentido y sin cuidado.
—Yo también quiero darte una advertencia. —Jungkook pareció hablar de una manera más calmada.
—¿Cuál puede ser la advertencia de mi querido Jungkook-ssi?
—Que estás completamente jodido.
Fue cuando Jungkook lo maldijo y trató de colgar el teléfono, que escuchó una nueva voz que decía:
—¿Deberíamos ver quién muere primero?
Kang suspiró profundamente mientras apretaba los dientes y, casi al mismo tiempo, la tierra bajo sus pies se sacudió con un ruido impresionante y gotas de polvo comenzaron a caer del techo como si fueran copos de nieve. Jungkook abrió mucho los ojos y miró a su alrededor. Taehyung, quien también pensaba que eso era algo inesperado, rápidamente lo abrazó y lo cubrió.
—Por favor, dale mis saludos a Taehyung.
Kang entonces comenzó a reírse como un loco y ¡Bang! Un rugido sonó de nuevo. El rostro de Jungkook se endureció y se puso increíblemente pálido también. Había logrado comprender que este maldito bastardo había decidido volar toda la mansión. Por eso el sonido de quienes los habían estado siguiendo había desaparecido.
—¡Corre! —Taehyung agarró la mano de Jungkook y empezaron a correr.
En el polvo que caía del techo, había también pequeñas gotas de agua. Jungkook fue conducido por Taehyung todo el camino así que tuvo que correr a ciegas, pensando que el lugar definitivamente se iba a convertir en su tumba si seguían así.
—¡Maldición! ¡Vamos a morir! —Una blasfemia salió de sus labios. —¿A dónde carajo vamos?
—Afuera.
Sabía que tenían que salir ahora mismo, pero se preguntaba constantemente donde estaba ese "afuera" a donde lo quería llevar. Sin embargo, no había otra manera así que decidió seguirlo y corrió tan rápido como pudo.
Aunque no era un lugar que hubiera estado en funcionamiento durante bastante tiempo, el sótano era tan ancho que pareció difícil ver el final y ya fuera porque estaba nervioso o porque se movía rápidamente, sintió que la parte inferior de su abdomen comenzaba a palpitar un poco, juntó las manos sobre su vientre y relajó un poco sus pasos... El aliento comenzó a salir de su boca casi desesperadamente.
—Espera... Espera... —Fue en el momento en que apenas si podía hablar, que hubo otra explosión. Se escuchó un rugido y el eje de la mansión tembló sobre si mismo. El polvo cayó desde arriba como si estuviera a punto de colapsar.
—¡Jungkook! —La voz de Taehyung, gritando su nombre en voz alta, golpeó en su oído incluso en medio del ruido tan vertiginoso. No lo sabían, pero el techo se estaba derrumbando con bastante rapidez así que Taehyung rápidamente lo abrazó y lo atrajó contra su pecho. Al momento siguiente, fueron empujados hacia atrás por esa gran fuerza y, al mismo tiempo, la parte del techo se derrumbó y se cayó sobre los dos.
El rugido que había durado unos minutos disminuyó gradualmente y pronto, los alrededores quedaron en un completo silencio. Jungkook estaba tirado en el suelo, cerrando los ojos con fuerza mientras un gemido se deslizaba desde el fondo de su garganta. Por mucho que Taehyung lo hubiera abrazado, su cabeza palpitaba porque se golpeó al caer.
—Ah... Jungkook... ¿Estás bien? —Taehyung, que lo había estado sosteniendo hasta ese momento, preguntó esto con un tono de voz bastante entrecortado.
Entonces Jungkook parpadeó y dejó que sus lágrimas le quitaran una gruesa capa de polvo que se estaba asentando en sus mejillas. Su visión estaba borrosa, sus pestañas estaban pegadas y le era difícil ver el rostro de Taehyung correctamente frente a él.
—Estoy bien. Tú...
Pero Jungkook, que estaba hablando con él, pareció dejar de respirar sin darse cuenta. Fue porque la apariencia del hombre, que finalmente apareció frente a sus ojos, era un completo desastre. Los fragmentos del techo derrumbado se apilaron en la espalda de Taehyung y, en medio de eso, había utilizado su cuerpo para evitar que el gran peso lo presionara directamente a él.
—¡Taehyung! —Sin que lo supiera, dejó escapar un grito bastante agudo, lo miró fijamente y a la pila de fragmentos que le aplastaban la espalda y luego comenzó a intentar liberarlo de allí.
—No es nada... No te preocupes. —Taehyung chasqueó la lengua brevemente e intentó levantarse frente a él de inmediato. Arrugó las cejas por el intenso dolor, pero igual empujó los postes de madera para tirarlos hasta el otro extremo.
Jungkook distorsionó la cara. —¡No te muevas así! ¡Podrías lastimarte más!
Como era un edificio de madera, la mayor parte eran postes rotos, fragmentos y pedazos muy grandes del piso. Había muchas partes afiladas por lo que era evidente que algunas se le habían clavado y por si fuera poco, se sintió como si un olor a sangre atravesara de inmediato la punta de su nariz cada vez que se pegaba a él. No eran solo rasguños así que incluso le preocupó que sus huesos hubieran sido dañados por la caída de la casa. Aún así, Taehyung pareció ponerse de pie, fingiendo que no era nada, y dejando que Jungkook dijera un montón de palabrotas al respecto. Pero tan pronto como lo rodeó con sus brazos, sintió la sangre caliente empapando sus manos... Sus dedos, llenos con la sangre de Taehyung, temblaron involuntariamente.
—Estoy bien... No es nada.
—¡¡Eso no es estar bien!! —Al final, no pudo soportarlo más y comenzó a gritar con bastante fuerza. Frente a él, el cabello de Taehyung estaba empapado de sudor y sangre y aunque hace solo un momento había dicho que no se preocupara, ahora estaba en un estado en el que parecía a punto de desmayarse frente a él, tragó saliva, lo miró y luego se mordió los labios. El calor en sus ojos estaba aumentando porque tenía demasiado miedo y la sensación se convirtió gradualmente en un frío que le hizo comenzar a temblar. Tuvo que parpadear para que no se diera cuenta de que estaba llorando.
—... Ni siquiera pienses en dejarme solo ¿Escuchaste? No me dejes solo. Debes vivir, sacarme de aquí y disculparte apropiadamente conmigo. Tienes algo que decirme así que... ¡Sal y hazlo! Yo te escucharé así que... Así que...
No sabía por qué estaba tan desesperado. Era difícil controlar sus emociones mientras miraba a Taehyung hecho jirones y respirando como alguien que estaba a punto de morir, y ya fuera que supiera lo mal que estaba o no, el hombre solo le sonrió amargamente. —Sí, lo haré... Está será mi última promesa, te prometo sacarte de aquí.
Su corazón tembló.
Jungkook abrazó a Taehyung, quien se tambaleó como si estuviera a punto de colapsar, y le dijo que aguantara un poco más. No pudo sacar más palabras que esas así que simplemente fue como si se apoyara un poquito entre sus brazos.
—¿A.... Adónde vamos? ¿Sabes dónde está la salida?
—Está frente a nosotros. En el otro extremo había un pasaje que conducía al exterior del edificio así que... Deberíamos salir por ahí.
Jungkook dio un paso adelante en la dirección que señalaba Taehyung. Ni siquiera se apoyaba completamente en él así que estaba tratando de caminar solo de alguna manera. Igual a si estuviera preocupado de lastimarlo o alguna ridiculez como esa. Jungkook lo abrazó a la fuerza y lo obligó a confiar en él.
Pero, casi de repente, comenzó a sentir que sus pies estaban mojados. Cuando miró hacia abajo, el piso estaba lleno de agua y sus zapatos se habían humedecido al extremo. Al principio, se sentía como si estuvieran en el barro, pero mientras más seguían caminando, entonces el lugar se llenaba lo suficiente como para hacer un sonido chirriante cada vez.
—Parece que se está filtrando el agua. Es una mansión construida justo al lado de un río, por lo que... Tal vez la bomba explotó y el agua se filtró, o el suministro de agua estalló de pronto. —Taehyung miró al suelo y dijo esto con una expresión bastante dura.
—De todos modos, esta no es una buena situación.
—¡Maldición! —La blasfemia se extendió desde la punta de su lengua. Tenían que moverse más rápido para intentar salir con vida así que el sudor le comenzó a correr por lo largo de su columna vertebral. El nivel del agua subía a cada minuto y pronto, pareció que este sótano, sin importar lo amplio que fuera, se iba convirtiendo poco a poco en una copia exacta del río.
Si sobrevivía, Jungkook se prometió así mismo hacer una fiesta impresionante en Seúl. ¡Lo juraba por Dios!
—¡Oye, veo las escaleras!
Después de caminar un rato, encontraron las escaleras que subían a la planta alta. Como dijo Taehyung, al final del sótano, las escaleras estaban construidas a lo largo de la pared como una forma de "salida de emergencia."
Jungkook subió, chapoteando en el agua.
Las escaleras eran estrechas y de madera, con una barandilla que crujía como si estuviera a punto de romperse. Más cuando los dos hombres la subían al mismo tiempo. Jungkook luchó por subir mientras sostenía a Taehyung y mientras lo hacían, de inmediato llegaron a una buhardilla cuadrada que llegaba hasta arriba de sus cabezas y a diferencia de cuando bajaron aquí, descubrió que la puerta estaba hecha de una especie de piedra pesada que ciertamente no parecía combinar con la estética del lugar.
Jungkook comprobó la ranura de la buhardilla de piedra con la punta de los dedos y luego la empujó hacia arriba con todas sus fuerzas. Pero, como era de esperar, la puerta no se movió ni una vez. La empujó de nuevo mientras contenía la respiración, pero apenas si podía escuchar el sonido de la piedra siendo empujada y no subía.
—Espera... —Taehyung, que estaba unos escalones más abajo, se acercó y se paró junto al cuerpo de Jungkook. Un espeso olor a sangre emanaba de él así que no creyó que pudiera hacer algo más fuerte que eso. Menos empujar una piedra.
—Quédate quieto. Si te esfuerzas más allá de tu límite, podrías lastimarte gravemente... Hazme caso, por favor. —Jungkook se volvió hacia él e insistió en que se mantuviera alejado.
Pero hubo un fuerte ruido de nuevo. Algo bastante diferente de la explosión que había ocurrido hasta hace un instante. Era el sonido de algo derrumbándose, como.... Escuchar la corriente en la distancia. Para ser precisos, era el ruido de una gran cantidad de agua corriendo a la vez.
—Puta madre...
Desde la distancia, en la dirección en la que habían estado caminando, podían ver la aparición de agua saliendo de las paredes. Estaba claro que algo se había derrumbado y el agua del río se precipitó hacia ellos.
—¡Jungkook, abrázame fuerte! —Taehyung gritó con fuerza, doblando su espalda herida y empujando la puerta mientras tanto con la espalda. Luego, con un brazo, se agarró a la barandilla de la escalera y con el otro lo abrazó para evitar que fueran arrastrados por el agua.
Jungkook, que no se había dado cuenta de la vista de una gran cantidad de agua que se precipitaba hacía ellos, empujó la puerta una última vez.
La roca empezó a moverse hacia arriba poco a poco.
—¡Sal primero!
Cuando hubo un espacio entre la puerta y el suelo, Taehyung empujó a Jungkook hacia esa dirección, él lo miró un momento, lo sujetó y luego se mordió los labios y se metió en el hueco.
Pero con un fuerte sonido, un enorme chorro de agua pareció cubrir a Taehyung hasta que su cuerpo, con la espalda contra la puerta, fue arrastrado por la fuerte corriente hasta que desapareció.
—¡¡¡Taehyung!!!!
La puerta se fue directamente hacia abajo. Simplemente parecía una de las innumerables piedras que estaban acomodadas en el suelo de la casa y ya que esta puerta secreta se cerró, no había forma de levantarla de nuevo por lo que Taehyung no podría salir y moriría casi de inmediato.
Reconociendo ese hecho,. Jungkook gritó. Su rostro pálido y cansado estaba lleno de miedo.
—¡¡Taehyung!! ¡¡Taehyung!!
—Gritó su nombre. Su mano izquierda estaba buscando la enorme puerta secreta que parecía parte del piso así que, cuando sintió el relieve, la jaló hacia arriba sin dejar de gritar. Tenía un dolor terrible en sus huesos pero a él ni siquiera le importó. Puso su mano derecha a su lado y trató de hacer una especie de palanca con ella. El pie de la escalera, por donde había salido, ya estaba lleno de agua.
—¡¡¡Taehyung!!!
De alguna manera, se hundió para intentar buscar una nueva forma de levantar la puerta. Su cuerpo estaba empapado pero, de todos modos siguió y lo intentó de nuevo. No podía ver a dónde había ido la persona que estaba del otro lado porque solo veía un montón de agua negra alrededor de él.
Las lágrimas cayeron de inmediato por sus mejillas, pero no se dio cuenta de eso.
Sin saber qué hacer, balanceó sus brazos alrededor del agua, luego respiró hondo y metió la cabeza por segunda vez. Movió la piedra y luego intentó hacerlo con la espalda incluso aunque fuera terriblemente doloroso.
El agua estaba oscura y se sentía helada...
Puso los brazos frente a él y miró a su alrededor pero, no pudo encontrar a Taehyung aún así. Su boca estaba seca y no podía soportar el nerviosismo que hacía que su corazón latiera con fuerza, casi a punto de salirse por su garganta.
Pero entonces, algo atrapó sus dedos. Luego, esa misma fuerza le tomó la mano así que Jungkook se aferró y lo sostuvo para tirar de él tan fuerte como pudo y al momento siguiente, una gran mano finalmente agarró su hombro...
La cara de Taehyung, que se estaba acercando, ya se podía ver con bastante claridad.
—¡Taehyung!
Frunció los labios y gritó su nombre así que salieron un montón de burbujitas de su boca. Al mismo tiempo, Taehyung agarró sus mejillas y lo besó de un modo verdaderamente apasionado. Era como si no pudiera soportarlo, como si lo necesitara...
Como si necesitara ese beso para poder seguir con vida.
Jungkook lloró, lo abrazó y tiró de él un poquito más para no llegar a soltarlo nunca. Fue el momento más dulce y desgarrador que habían vivido hasta ahora.
Entonces, una vez más, el agua que corría salió por la puerta de piedra en un chorro impresionante. Jungkook, que estaba medio sumergido, y Taehyung, que lo sostenía bajo el agua, fueron empujados fuera de allí por culpa de la succión así que sus cuerpos, empujados por la corriente, aterrizaron al suelo junto con gemidos y toses que retumbaron en el aire.
—Jungkook-ah, ¿Estás bien? ¿Estás herido? —Taehyung, que no lo había soltado ni un solo momento, lo miró con tanto miedo que hasta le pareció divertido. Comprobó si había heridas aquí y allá y rápidamente lo abrazó de nuevo.
—Tu... Tu mano...
—No es nada, déjalo.
Estaba más molesto por el hecho de que iba a morirse que por su mano lesionada y mientras miraba su rostro, las malas palabras subieron por su garganta junto con maldiciones que no pensaba que fueran en su idioma.
—¡Jungkook!
Alguien lo llamó.
Le pareció que los alrededores eran inusualmente ruidosos, pero se tranquilizó pensando en que finalmente Jimin había llegado. Cuando miró en su dirección, vio al hombre corriendo, completamente armado y con una metralleta en una sola mano. Era un espectáculo precioso, tanto cómo para agradecerle a su madre por haberlo dado a luz si con eso podía ver esa cosa ardiente llamado Park Jimin.
Jungkook levantó las comisuras de sus labios en una sonrisa.
—Jiminnie... Realmente viniste y estás armado otra vez. Te ves hermoso. —Dijo, olvidando que estaba todavía junto a Taehyung.
De inmediato, el Beta agarró su barbilla, con un expresión endurecida, y le dio la vuelta para que lo mirara solamente a él. Sus ojos estaban fríos y sus dientes muy apretados. Tanto que supuso que no podría volver a mirar a Jimin de esa manera, por un largo, largo tiempo. Pero en lugar de decir algo al respecto, como era su costumbre, miró a Taehyung y juntó los labios de inmediato con los suyos. Luego extendió la mano y acarició suavemente el rostro que tenía bastante herido.
—Taehyung... Me debes demasiado. Idiota.
—Lo sé...
—Yo... Yo voy a... Ah...
No sabía lo que estaba diciendo. Su cabeza estaba mareada y su voz se hizo bastante pequeñita. Tenía mucho que decir, pero apenas si podía pronunciar alguna palabra.
—Mi vientre… Me duele...
En un instante, el rostro de Taehyung se volvió blanco. Su expresión estaba contorsionada por el miedo, algo que nunca había visto antes.
Jungkook cerró los ojos. Escuchaba la voz de Taehyung junto a él, gritando su nombre tan constantemente como el sonido de las sirenas, el de las aspas de un helicóptero y el de la voz de Jimin que le decía que "Todo estaría bien", incluso aunque estaba seguro de que lo hacía desde la distancia.
Quería despertar para decirle que estaba bien y sin embargo después de ver su entrepierna llena de sangre, sus ojos no respondieron nunca.
El sonido de las hélices y del motor del helicóptero, pareció resonar con bastante fuerza.
El hombre dentro de él, miró a su alrededor con una cara ansiosa e inmediatamente empujó al piloto.
—¡Date prisa, muévete un poco más rápido!
Sin embargo, no importaba qué tan rápido se moviera, había un límite para la velocidad que un helicóptero podía conseguir.
Kang, que tenía un vendaje en el muslo, se mordió las uñas con los dientes y encendió su teléfono celular con una expresión impresionante de ansiedad en el rostro. Se escuchaban noticias alarmantes sobre L&M y también sobre la corrupción que existía alrededor del CEO. La mayoría de los reportajes en la televisión tenían títulos como ese, decían que aceptaba sobornos aquí y allá, y que fue acusado de todo tipo de cargos, como cabildeo ilegal, manipulación de acciones y malversación de fondos.
Pero el mayor problema fue que estaban dando una recompensa por él debido a que había filtrado secretos de defensa y de comercio ilegal. Todos sus fondos almacenados en secreto en bancos extranjeros de paraísos fiscales, fueron bloqueados. También se confiscaron todas sus propiedades y habían reportado a las autoridades su pasaporte para evitar que pudiera salir del país.
No fue arrestado de inmediato porque estaba en
Ilsan, pero la policía lo estaba buscando así que le era difícil moverse fácilmente. Por fortuna, tenía la enorme dicha de haber encontrado la manera de escapar a otro país después de encontrar todos los fondos que había enterrado allí en su casa de los Cabos. Tenía que esconderse por un tiempo y luego, encontrar una manera de recuperar su dinero de alguna manera.
Kang, que había pensado en esto mientras todavía se mordía las uñas con nerviosismo, una vez más comenzó a pensar en Taehyung.
Golpeó la silla con el puño.
—¡Debería haber matado a ese maldito bastardo cuando tuve la oportunidad!
No matar a Taehyung tan pronto como firmó el papeleo, fue un gran error. Además, nunca había llegado a imaginar que Jungkook lo golpearía de esa manera utilizando la fuerza de sus feromonas. Bajó la guardia, así que una dura palabrota salió de la nada.
—¡Date prisa, ve más rápido!
Estaba tan molesto que tuvo que descargar todo su enojo con el piloto. Pero de repente, la pantalla del celular que sostenía entre las manos comenzó a vibrar y en lugar del portal de noticias que estaba leyendo, un conejo rosa comenzó a saltar sobre un fondo completamente blanco. Presionó el botón de "siguiente" con firmeza, preguntándose si acaso había abierto una "ventana emergente" por equivocación y sin embargo, la pantalla en la que corría el conejo pareció no querer irse nunca
—¡Hay un problema, señor!
En ese momento, el piloto comenzó a gritar. Cuando lo miró, notó que el monitor del helicóptero mostraba el mismo conejo rosa corriendo alrededor de los botones así como lo estaba haciendo con su teléfono celular. Kang miró el monitor, con la cara terriblemente pálida, y entonces, el pequeño conejito, que había estado corriendo en las pantallas de los monitores de todos los aparatos electrónicos como un verdadero demente, dejó de moverse de la nada, miró al frente y habló.
—Kang, ¿Recuerdas que fuiste advertido?
—¿Advertir qué? ¿Quién eres?
—¿No te acuerdas?
—¿¡¡Quién eres!!?
Kang abrió los ojos un poco más y luego gritó histéricamente.
"Estás perdido."
"Estás perdido."
"Estás perdido."
"Estás perdido."
La respuesta del conejito continuó por un largo tiempo. El rostro de Kang se puso azul, como si viera un fantasma, y de alguna manera, pareció haberse olvidado incluso de respirar.
—Carajo... ¿Jungkook? ¿Taehyung?
—¡Quizás si quizás no!
El conejo dio vueltas y más vueltas. Kang finalmente tiró el teléfono.
—¡Gira el helicóptero! ¡No, aterriza! ¡Ve a cualquier parte, rápido!
—¡No se mueve, señor! ¡No puedo volar el helicóptero!
Kang y el piloto se gritaron el uno al otro.
Se podía ver una cadena montañosa frente a ellos y la manera en la que el helicóptero avanzaba de manera recta hacía allí y si seguía así, entonces se toparían con el acantilado sin que pudieran hacer algo para evitarlo.
—Nos costó mucho escapar, ¿Pero qué hay de ti? ¿Sudaste un poco? ¿Te excitaste? ¿Fue divertido hacer explotar todo con nosotros allí?
—¡Bastardo!
Kang gimió. La forma en la que miraba a su alrededor, con los ojos bien abiertos, parecía algo que definitivamente haría una persona loca.
—Es demasiado tarde para huir. Ni siquiera puedes saltar de un paracaídas desde esta altura.
Kang gritó de nuevo. La montaña estaba justo en frente de él así que el piloto hizo lo mismo. El conejo rosa era el único que seguía hablando, con voz tranquila, en el helicóptero que se había convertido en un desastre.
—Si hubieras tenido un poco más de cuidado, si hubieras investigado mejor quién era Jungkook, entonces hubieras bajado la cabeza para correr ¿Por qué te atreviste a tocar lo que no te pertenece y a meterte con la gente que amo? Tendrás que pagar tu atrevimiento.
Adiós para siempre, hijo de tu puta madre.
El conejo guiñó un ojo, luego desapareció de la pantalla como si nunca hubiera aparecido para empezar y se volvió todo negro.
Kang contuvo la respiración.
Al momento siguiente, ¡Bang! El helicóptero chocó en medio de una cordillera hasta explotar y los únicos rastros que quedaron de los dos, fueron el espeso humo que se elevaba y los fragmentos del helicóptero que cayeron como lluvia en las montañas.
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