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Una flor venenosa

Había una gran razón psicológica para que Jungkook, el Omega dominante, reaccionara tan mal en lugar de emocionarse con las feromonas de un Alfa.  

La antipatía hacia ellos, que se había acumulado desde la infancia, alcanzó su punto máximo en la adolescencia y explotó cuando se volvió un adulto.
Solo había unos pocos Omegas super dominantes en el mundo así que se decía que incluso eran más raros que los Alfas y Jungkook era el único Omega supremo dominante en el país.

Como si quisiera llamar más la atención de lo que ya lo hacía.

Era un Omega tan dominante que, cuando se combinaba con cualquier Alfa, producía un rasgo de supremacía absoluto que hacía que todos se pusieran a temblar. (No figurativamente, por supuesto.) Y eso solo hizo que su valor como Omega fuera aún más enorme.

Además, Jungkook era una belleza sorprendente. Su feromona era tan cautivadora que cualquiera podía quedar prendido a él sin la necesidad de entrar en celo. No era exagerado decir que todos los Alfas que lo conocían estaban apuntando a tener algo más serio a su lado y que entre ellos, había quienes estaban dispuestos incluso a secuestrarlo.
Sin saber cuándo o qué iba a suceder, aprendió a protegerse a si mismo, y sus padres y abuelos pusieron un gran esfuerzo en su seguridad.

No tuvo una vida fácil.

Era natural que estuviera nervioso por los Alfas que habían estado persiguiéndole y emitiendo feromonas completamente destinadas a hacerlo enloquecer desde TODA su vida. Pero, en cierto modo, se podría decir que Jungkook, quien siempre tenía un familiar Alfa enredado a su espalda donde quiera que fuera, había tenido la suerte de haber vivido una vida... Prácticamente normal.

En el fondo, resultó ser de los afortunados.
El abuelo de Jungkook, era un ejecutivo de la gran mafia coreana y ese hecho se convirtió en la principal razón por la que nadie se atrevía tan siquiera a tocarle uno solo de sus cabellos.

Por cierto, también había que agregar que era el nieto heredero. Nadie en el mundo podía ignorar el hecho de que para dañar o secuestrar a los nietos de un ejecutivo de la mafia, tendrían que arriesgar sus vidas o más que eso.

Su abuelo había prometido matar a cualquiera que los tocara, y obviamente no solo iba a hacer eso. Además, a su lado, siempre estaba su primo, el Alfa dominante Min Yoongi.

Nunca fueron familiares particularmente cercanos, por supuesto. Desde muy jóvenes, se peleaban como si fueran perros y se insultaban ante el más mínimo contacto visual. Pero, como era el caso de todas las familias, se rompían las caras dentro de la casa, pero no dejaban que alguien más les tocara un solo pelo.

En ese sentido, podía decirse que eran las personas más unidas, uno era el escudo del otro. Además, Jungkook no era el tipo de persona que sería atacado por un Alfa tan fácilmente. Al igual que su abuelo y su primo, sabía como confundir al Alfa que lo seguiera, aplastarlo y matarlo de las forma más terrible.

Jungkook se encontraba en el pináculo de los mundos Alfa y Omega. A diferencia de los demás, tenía el mismo poder que un Alfa dominante por lo que no importaba quien viniera o cómo lo hiciera, no podía ser reprimido con feromonas tan fácilmente. Como resultado, se convirtió en su pequeño pasatiempo usar su poder sin dudarlo para someter a un hombre (Y hacerles cosas mucho peores que eso también.)

El niño se convirtió en una flor, pero las espinas en su tallo estaban terriblemente afiladas. Su fuerza y antecedentes, y su personalidad excéntrica hasta el punto de que lo llamaban loco, lo convirtieron en una flor venenosa. Una flor que todos los alfas querían poseer, pero que nunca tocaban ni arrancaban del pasto.

Sin embargo, los Alfas que robaban flores como pasatiempo, siempre habían existido. Eran Alfas que no sabían quién era él, o que lo sabían pero tenían mucha presunción de que podría ser posible tenerlo por ser ellos.

Fue terriblemente molesto.

Cuando le llegaba el celo, sucedían cosas que no quería ni decir así que, como resultado, su odio por los Alfa se hizo cada vez más insoportable.

No podía soportar la feromona que regaban y, a medida que el odio se profundizaba, comenzó a detestar no solo a los Alfa, sino también a las personas mismas. En un momento, incluso sintió una fobia por ellos.
Cansado de la gente, abandonó el camino por el que había estado yendo durante mucho tiempo y cayó sobre una habitación con computadoras y máquinas. Era bueno tener todo lo que quería en un teclado. Podía obtener respuestas claras y descubrir horribles secretos ocultos por la gente y después, se encerró definitivamente en su estudio hasta que se convirtió en un hacker reconocido.

La vida de Jungkook había transcurrido sin problemas desde entonces. A parte de su primo Yoongi, que a veces bajaba solo para decir cosas raras sobre él, vivir rodeado de máquinas y computadoras sin tener que enfrentarse a la gente era cómodo tanto para su cuerpo como para su mente.

Los consoladores eran suficientes para calmar su cuerpo caliente y no importaba cuanto lo maldijera Yoongi o dijera que era un pervertido con el que no podía lidiar, perseveró y compró todo tipo de consoladores para satisfacer sus celos.

Los más baratos, los más caros, los grandes, los chicos, eran su excéntrico pasatiempo y su placer más querido. De hecho, no era una exageración decir que todos los que rodeaban a Jungkook, incluidos su abuelo, su padre, su primo  y su sobrina Im-Sol, eran Alfas dominantes y Alfas dominantes supremos además.

Sin embargo, ya había dicho que era inevitable estar con ellos porque eran su familia, y no tenía intención de permitir que ningún Alfa u hombre interviniera en su vida excepto ellos.

—Ahora, vamos a otra cosa. Necesitas hacer algo más. Lo que sea. —Jungkook borró el pensamiento que había estado dentro de él durante mucho tiempo y se enterró todavía más en el asiento trasero de su auto.

Por un momento, miró por la ventana solo para observar el cielo amplio y soleado de Seúl. Tan azul que lo deslumbraba, incluso con gafas de sol puestas. Pensó que en días como estos lo mejor era ir al jardín, dar vueltas con Ji-Woon y comer dulces a su lado todo el tiempo hasta comenzar a vomitar. Miró hacia el cielo azul de nuevo y siguió pensando en las cosas que lo hacían feliz... Hasta que de repente sus lágrimas se dispararon y su boca hizo un puchero.

—Yoongi, este maldito bastardo, hijo de puta, señor pelo perfecto NUNCA puede hacer las cosas por su cuenta. ¡Y justo este día! ¡¡Justo hoy!! Es una rata. Voy a matarlo.

Era hora de que Ji-Woon saliera del jardín de niños así que debería estar viajando rumbo a su escuela ¿Cómo se transformó en esto tan rápidamente? 

Estaba murmurando un montón de maldiciones, dejó de moverse mientras golpeaba la tableta que sostenía entre las yemas de sus dedos solamente porque necesitaba algo en lo que concentrar su atención.

Hasta esta mañana, había estado viviendo su vida diaria, como siempre. Jimin llevó al niño a la escuela, luego se dirigió a la floristería para comenzar a ordenar y dejó a los guardias de Yoongi, que estaban a cargo de la seguridad, a la bebé Im-Sol y a la niñera en la mansión.

La única diferencia era que Yoongi había ido a un viaje de negocios a Tokio hace unos días. Nada más...

Jungkook se levantó un poco tarde, como de costumbre, y comenzó a cuidar a Im-Sol junto con su niñera. Era una mañana tranquila, silenciosa y pacífica... Hasta que llegó un mensaje de texto de Yoongi diciendo que estaba en un asunto urgente en este momento por lo que necesitaba que viniera al Four Seasons Hotel Seoul, para hacerle un enorme favor. Como siempre, sus palabras para pedirle algo no fueron amables y el costo por hacerlo no fue nada barato.

—¿Por qué diablos me molesta cuando estoy intentando descansar?

Mientras fruncía el ceño y soltaba un montón de palabrotas, comenzó a guardar de inmediato todos los papeles que tenía que llevar y cerró su portafolios. Fuera lo que fuera, si era la petición de Yoongi, él era el único que podía llevarlo a cabo con tanta precisión.

Pero, ¿Qué pasaba realmente con él para pedirle que saliera a toda prisa? Jungkook miró el maletín que yacía justo a su lado y lo pensó por un momento.

Yoongi había dicho que era un proyecto que iba tan bien que no estaba preocupado por ello así que ¿Qué era todo esto tan de la nada? ¿Algo salió mal? Cuanto más lo pensaba, más extraño era y menos podía justificarlo.
Se palmeó los muslos con las yemas de los dedos, golpeando y golpeando y reflexionando sobre todas sus dudas. El sedán, que andaba sin problemas por la autopista, ni siquiera tembló o dio señal alguna de tener un contratiempo. Pensó que estaría bien cerrar los ojos mientras disfrutaba del viaje pero si no era su mente, entonces la extraña dureza de los asientos hacía que fuera imposible estar en paz.

Suspiró.

Estaba todavía pensativo mientras miraba los papeles que tenía a su lado, sacó su teléfono celular, buscó y mantuvo presionado el atajo para el número de Yoongi. Después de algunas interferencias, la señal se activó y la voz del hombre respondió con un frío
—¿Qué pasa?

—Oye, ¿Qué diablos te pasa a ti? ¿¡Por qué me haces esto!?

No había escuchado la voz de Yoongi en muchísimo tiempo, pero se saltó los saludos y le mencionó su incomodidad desde la primera vez.

Una blasfemia llegó por el celular a sus oídos.
—¿Im-Sol te pegó con la sonaja en la cabeza o qué? Estoy ocupado, maldito, ¿Por qué me llamas de repente? Si no tienes nada importante que decir, entonces voy a colgar.

Al escuchar la voz de Yoongi, que estaba molesto y que decía que no podía ni quería hablar más, comenzó a dolerle muchísimo el estómago. Un presagio siniestro lo atravesó así que preguntó: —... ¿Dónde estás? —La voz de Jungkook era baja.

—¿Estás diciendo eso porque no sabes que estoy en Tokio cuándo estuve repitiéndolo toda la semana?

—¿Tokio? ¿No...? ¿No regresaste a Seúl porque olvidaste algo?

—¿Por qué haría eso?

Jungkook agarró el teléfono con fuerza, con sus manos frías y temblorosas, y levantó los ojos de la ventana para llevarlos hacía el frente. El conductor sostenía el volante cuando notó su nerviosismo por el espejo retrovisor. Sus ojos se encontraron por un momento y luego volvió a escuchar su voz.

—¿Qué está pasando señor?

—¡Da la vuelta al coche, ahora! —Gritó de inmediato, en una voz aguda y aterrorizada.

Le pareció que era raro que Yoongi, que sabía claramente que rara vez salía de casa, le pidiera que fuera a entregarle unos papeles. Pero era fácil creer en sus palabras y confiar en él, porque nunca había sucedido nada como esto antes.

Además, tenía muchas razones para creer en el contacto: Primero, le llegó un mensaje de texto desde el número personal de Yoongi, que tenía varios niveles de seguridad. La protección que le había metido a su propio dispositivo también era minuciosa y costosa por lo que incluso no había ni una sola persona que supiera su número. Sin embargo, alguien marcó ambos, entró en sus contactos e incluso envió un mensaje de texto convincente. El tono era el mismo que el de Yoongi y el documento que debía traer también era algo que solo él conocía.

—¡Carajo, de verdad! ¡Da la vuelta al auto, ahora! —Jungkook volvió a gritar con fuerza, sacó los papeles del sobre que había dejado a su lado y empezó a triturarlos uno por uno.

Incluso si no era un documento confidencial, eran documentos sobre un proyecto en el que Yoongi estaba trabajando actualmente. No podía pasar nada bueno si se los entregaba al causante del problema y resultaba que este había sido la razón por la que lo habían engañado.

Un sudor frío le recorrió la espalda. El automóvil, que circulaba por la autopista, cambió rápidamente de carril así que abrió la ventana y arrojó afuera los trozos de papel. Luego, rompió el resto hasta hacerlos casi confeti. El sonido del papel rasgado resonó en el coche.

—¡Jungkook, dime qué pasa! No, ¿Dónde estás? ¿Qué ocurrió? ¡Jungkook! ¿Dónde está Jimin?

Incluso Yoongi, que era un inútil en darse cuenta de las cosas, no podía ignorar que la situación de su primo era terrible en este momento.

Al escuchar su voz áspera, rápidamente respondió.
—¡Vete a la mierda! ¿Cómo preguntas por él cuando yo estoy a punto de morir? No, no, escucha ¡Jimin no está conmigo, idiota! ¡Salí con unos papeles yo solo porque pensé que...! ¡Ya lo sé, tonto! Ya, sí, debe haber sido que alguien hackeó nuestros teléfonos celulares porque...

Sin embargo, la explicación de Jungkook, que salió rápidamente, no continuó hasta el final. Con un chirrido, el conductor pisó los frenos abruptamente cuando un camión enorme, comenzó a venir a toda velocidad cerca del costado del sedán en el que viajaba Jungkook. Aunque el hombre pisó el pedal para evitarlo, fue en vano porque segundos después... ¡Bang!

El camión, que los seguía de cerca, giró el volante y se estrelló contra el auto de Jungkook.

—¡Aah!

Un gran impacto lo golpeó, haciendo que sintiera como si su cuerpo se estuviera partiendo a la mitad. Su torso, que llevaba encima el cinturón de seguridad, se inclinó pesadamente para adelante antes de golpearse la cabeza contra la ventana que estaba junto a él. Sintió como si su cráneo estuviera destrozado, porque el dolor era impresionante y aterrador.

Luego, un grito brotó de su garganta y el papel, que había sido rasgado, comenzó a esparcirse por todo el lugar hasta llenarse con su sangre. Fue un espectáculo vertiginoso.

—¡Jungkook! ¡¡Jungkook!! —La voz de Yoongi sonó con fuerza desde el teléfono celular que se le había caído de la mano. El conductor agarró el volante tan fuerte como pudo para detener el auto pero, en un momento dado, el sedán, que ya había perdido su centro, dio vueltas y vueltas por la autopista igual a si estuviera fuera de control.

Afortunadamente había sido una mañana tranquila por lo que haber chocado contra otro auto resultó ser lo que necesitaba para despertar.

Pero cuando un pensamiento tan al azar apareció en su cabeza, un estallido y la conmoción de golpear el auto ahora por la parte de atrás vino de nuevo. Ante ese impacto, cayó hacia adelante otra vez, como un muñeco. Sintió como si todo su cuerpo se fuera a romper, las bolsas de aire explotaron y los gritos del conductor resonaron con fuerza.

En un abrir y cerrar de ojos, el coche estaba hecho un desastre.

Al menos no había muerto porque estaba usando un cinturón de seguridad, pero se sintió como si sus ojos no pudieran abrirse. El coche, que había dado vueltas, finalmente hizo un ruido fuerte y se estrelló contra algún lugar a la derecha. Su cuerpo, atado al cinturón, se sacudió con tanta fuerza que no pudo volver a controlar las manos.

Al final, todo lo que vió fue... Oscuridad.

Todo estaba oscuro cuando levantó lentamente sus pesados párpados. Nada era visible allí, y no era solo porque las cosas estuvieran de esa manera. Su visión estaba extrañamente borrosa y desenfocada.

Jungkook siguió parpadeando por un rato, con los ojos rígidos y adoloridos antes de negar levemente con la cabeza como para quitar un dolor que tenía encajado allí. No salía ningún sonido de su garganta y por supuesto, no podía averiguar por qué.

Su cabeza estaba mareada y su cuello estaba terriblemente adolorido. Aunque tal vez era difícil emitir un sonido porque su garganta estaba seca. Necesitaba beber agua primero así que extendió la mano hacia la mesa que estaba junto a la cama porque tenía la costumbre de llevar siempre un vaso de jugo para poder dormir.

Sin embargo, pronto dejó de moverse debido al insoportable dolor que se apoderaba de él y dejó escapar un gemido escandaloso. Su propio grito resonó con fuerza sobre el espacio sumergido en el silencio.

Su frente estaba llena de arrugas y además, todo su cuerpo palpitaba como si lo hubieran golpeado con un palo.

¿Por qué tenía tanto dolor? ¿Qué había sucedido en realidad?

En su mareo, lo primero que le vino a la mente fue la escena en que el sedán se dirigía al centro de Seúl. Se había... Quedado en el asiento trasero del auto y mientras conducían por una autopista tranquila, ocurrió un accidente.

Una camioneta enorme chocó deliberadamente contra su sedán y al final, fue clavado en la pared de la carretera. La gran conmoción ocurrió tres veces seguidas. Fue un shock que se sintió similar a romper todo su cuerpo en pedazos.

Jungkook recordó todo esto hasta que terminó por morderse los labios.

—Maldita sea…

Quería beber agua, pero no estaba en condiciones ni siquiera de mirar a su alrededor. El insoportable dolor le cubrió de la cabeza a los pies, dificultándole incluso levantar los dedos. Al final, se quedó sin aliento y se derrumbó en la cama.

No es que no fuera terrible, pero estaba entrenado para soportar la sensación. Sin embargo, al mirar su cuerpo manchado de sangre, podía darse cuenta de que su fuerza física no era para nada buena. Para la gente como él, que se sentaba inmóvil frente a la computadora durante horas todos los días, especialmente para aquellos que odiaban moverse y la luz del sol y el ejercicio o caminar, era algo natural sentirse así.

Jungkook no gimió como un anciano agonizante, pero contuvo el aliento. Su visión borrosa fue encontrando enfoque lentamente y luego, comenzó a mirar lo que tenía junto a él y también encima.

Sus ojos se agrandaron cuando se dio cuenta de que el lugar en el que estaba acostado no era su habitación. Debió haber sido secuestrado después del accidente automovilístico porque la habitación no le resultaba nada familiar.

Era difícil incluso adivinar dónde diablos estaba este lugar, o quién lo había hecho. A diferencia de Yoongi, él no era conocido externamente, y debido a que vivía en una casa como un perro, casi no conocía a nadie. No obstante, al observar su estado, era evidente que el secuestrador no parecía tener ninguna intención de tratarlo con dureza.

En lugar de que sus extremidades estuvieran atadas, estaba acostado en una cama suave y cómoda en un lugar cálido. ¿No le estaba dando un buen trato después de chocarlo violentamente? No sabía qué pasaría en el futuro, pero por el momento tenía dolor de cabeza y moretones en todo el cuerpo por las secuelas del accidente.

Entonces, quería ver rápidamente el rostro del autor intelectual del secuestro. Poco a poco, comenzó a preguntarse qué tipo de chico era, por qué razón había hecho esto y qué era lo quería.

—¡Oye tú! Me voy a morir de dolor así que si tienes algo que decir, ¡Sal de inmediato y dímelo de una vez! ¡Date prisa para que pueda ir a casa!

Fue cuando murmuró esto, jadeando en un ambiente de aire oscuro y moviéndose como un cadáver en su cama que de repente, escuchó unos pasos.

Sorprendido por el sonido, Jungkook comenzó a sentir que su corazón latía increíblemente rápido. Tanto que se agarró el pecho y gritó "¡Ah!"
Le había dicho que saliera rápido para que pudieran hablar, pero nunca imaginó que escucharía los pasos de alguien segundos después. ¿Cómo no iba a asustarse con eso?

—¡Maldita sea! ¡¿Quién eres?! ¿Estuviste allí todo este tiempo escondido como una rata? ¡Bastardo, maldito! ¿O es que acaso querías provocarme un puto infarto?

El corazón palpitante de Jungkook fue presionado por sus manos mientras gritaba en la oscuridad. No obstante, era evidente que esa persona que se había acercado en su dirección no tenía ninguna intención de hablar. Solo se oía el sonido de sus pasos aproximándose uno por uno...

Estaba tan nervioso que mantuvo la boca cerrada y miró en su dirección.
La presencia de ese alguien no se escuchó desde fuera de la puerta, sino desde un rincón de la habitación. ¿No significaba eso que había estado ahí desde antes de que abriera los ojos? ¿Estaba conteniendo la respiración mientras veía todo lo que hacía?

No sabía qué tipo de bastardo era, pero al menos pareció claro que no iba a seguir sus amenazas.

—¿Quién eres? —Preguntó Jungkook, entrecerrando los ojos una vez más.

El hombre que estaba de pie en la oscuridad, pareció un tanto borroso. Pero en el momento en que pensó que el físico de la persona que se acercaba hasta él, lentamente y como un ángel de la muerte, era bastante imponente, la lámpara junto a la cama se iluminó con un fuerte sonido de "click." No era una luz de color amarillo brillante, sin embargo, solamente eso fue tan deslumbrante que tuvo que arrugar la frente y cubrirse los ojos con toda la palma.

Después de parpadear unos ojos increíblemente adoloridos, ese alguien entró con lentitud a su zona de visión. Era tan alto como pensaba que lo sería, de hombros anchos y un pecho grueso que se sentía intimidante. Además, se veía aterrador y sombrío porque estaba completamente vestido con una fina ropa de punto negra, pantalones negros y zapatos negros también y debido a que era alto, la luz de la mesita de noche caía por debajo del pecho del hombre para hacer que solo su rostro siguiera cubierto por el negro de las paredes.

La tensión se duplicó dentro de él debido a esto.

Pero fue cuando estaba mirando al hombre, en un estado más que nervioso, que el tipo de negro decidió saludar primero. —Cuánto tiempo sin verte, Jeon Jungkook.

Fue más educado de lo esperado así que pareció no tener más remedio que mirarlo más atentamente. Después de todo, había pronunciado su nombre.

—¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre y quién soy?

—Bueno, creo que tú también sabes mucho sobre mi. —El hombre dijo esto en una voz muy baja.

Luego, solo acercó la silla a su lado y se sentó junto a él. Por supuesto, gracias a esto su rostro comenzó a revelarse perfectamente bajo la luz de la lámpara. Era un hombre guapo, con cabello castaño oscuro ligeramente ondulado, casi negro, cejas espesas del mismo color y rasgos bien definidos.

Los ojos de Jungkook se abrieron poco a poco mientras lo miraba. De repente, su corazón comenzó a latir todavía más rápido que al inicio. Fue extraño. No hace mucho, no podía recordar su rostro... Pero ahora, sabía quién era tan perfectamente bien como si fuera él mismo.

Tan pronto como miró al hombre, recordó vívidamente cada rasgo de su rostro y la manera en que había actuado al tenerlo debajo de él en el pasado.

Hace tres años, desafortunadamente, conoció a este tipo Beta a bordo de un yate.

—Tú... —Jungkook murmuró esto involuntariamente.

¿Por qué ese tipo estaba sentado aquí? ¿Y por qué diablos tenía que ser precisamente ESTE hombre?

Su mente estaba abarrotada de un montón de pensamientos sin sentido. Tanto, que su boca entreabierta no se pudo cerrar. No importaba cómo o el ángulo por el que lo mirara, no lo podía creer.

Era una persona que había olvidado hace mucho tiempo. ¡Y era extrañísimo! Es decir, primero apareció en una conversación que había tenido con Jimin hace unos días y ahora iba y se paraba frente a sus ojos. Fue una graciosa y horrible coincidencia. ¿Cómo era qué había pasado algo como esto para empezar?

—Afortunadamente, creo que me recuerdas. —Dijo el hombre, con una leve sonrisa sobre la cara.

Más que recordarlo a él, podía decir que era esa expresión sería y la forma tan dura en la que hablaba lo que no había olvidado en todo ese tiempo. De alguna manera incluso su estómago se revolvió. No quería decir directamente algo como: "Siempre te he recordado" porque se obligó a no hacerlo. Pero incluso la idea de que ese hombre apareciera accidentalmente en su cabeza hace solo un tiempo se sintió un poco vergonzoso.

—Lo siento, en realidad te acabo de recordar. —Jungkook respondió esto sin rodeos, tragándose una sonrisa ante su propia manera infantil de abordar la situación.

Pero, ¿Era realmente malo no querer perder contra ese tipo? Especialmente si era el culpable de su secuestro.

—¿Eso significa que me olvidaste?

—Desde el primer momento en que te dejé.

—No creo que fuera una situación que pudieras olvidar tan fácilmente.

Jungkook entrecerró los ojos y respondió. —Solo recuerdo que eras un idiota.

—El hombre cerró la boca y miró a Jungkook de arriba para abajo. Eran unos ojos profundos, difíciles de comprender y un tanto cautivadores. De repente, se humedeció los labios.

—Pues yo recuerdo que a la princesa bunny realmente le gustó mi verga.

Sus hombros se tensaron ante esas palabras tan inesperadas. Oh, ahora recordaba también que era un bastardo ingrato.

Jungkook ignoró el dolor en todo su cuerpo y se volvió hacia él y mientras lo hacía y sostenía su cabeza con un brazo, se reveló una línea suave desde su costado hasta sus pequeñas nalgas. Era una figura fascinante para cualquiera que la viera. Incluso alguien que estaba peleando con él.

—Por supuesto, la verdad es que tu pene es lo único que vale la pena recordar de ti. Mira, soy un Omega, estaba en celo, y además, déjame refrescarte la memoria y decirte que tan pronto como dejé salir mis feromonas todo el tema de que no estabas interesado en nadie se fue completamente al carajo. Tuviste una erección marca CABALLO, como si fueras a explotar delante de mí así que, sí, por un momento pensé que valías la pena y sí, sí la disfruté. Me gustó el grosor y la longitud y ahora que lo pienso, creo que la amo. Sí, ¡Amo mucho tu verga pero no a la persona que es dueño de ella! Si pudiera, te la arrancaba ahora mismo. Es más, si tu pito hablara y me pidiera casarme, le diría que acepto ¡Y que lo hago con mucho gusto además!

"..."

—Pero como tu pene no habla, ¡Tú cállate y dime por qué me secuestraste! No intentes venderme recuerdos porque me importan un carajo los recuerdos.

Jungkook resopló y la expresión del hombre se endureció en un segundo.
—Tu boca sigue siendo la misma.

—¿Acabas de intentar burlarte de mi boca? ¿Quieres que tengamos una pelea de palabras tontas para que pueda decir que tu pene sigue siendo el mismo cuando me ve? ¡Mírate! Se sigue parando. ¿Quieres ver si mi hoyo sigue siendo el mismo también? ¿Por eso estoy aquí? ¡Dime de una maldita vez de que va todo esto!

—Sí. Exactamente el mismo.

Al final, el hombre frunció el ceño y dejó que su frente se llenara de un montón de arrugas profundas. Respiró hondo y exhaló con bastante irritación. Sin embargo, ahora que Jungkook lo veía otra vez, la verdad es que se sentía un poco aliviado de todo.

A pesar de que había sido atrapado en un lugar desconocido y tenía dolor en todas partes debido a los hematomas que se le habían formado debido al accidente, esta situación ya la conocía y era un poco divertida además.

—Bueno, mira. Vamos a parar. No estoy de humor para esto así que, cuéntame. Tú podrás ser un vago, pero yo estoy ocupado con trabajo. Por favor, solo dime por qué me trajiste hasta aquí, hablemos sobre ello y luego, déjame ir a casa ¿De acuerdo? ¿Qué pasa?

Pero aunque hablaba como un amigo, había un "pak, pak, pak" que hacía con su dedo sobre la ropa de la cama. Fue un recordatorio tácito que gritaba, "dímelo pero habla rápido." El hombre frotó suavemente sus párpados con las yemas, como un hombre cansado, y luego abrió lentamente los ojos.

—No creo que sea sorprendente que hubiéramos sobrevivido mutuamente a nuestro encuentro de hace tres años cuando te escucho responder así sin pestañear.

Su mirada, analizándole como si estuviera observando una nueva criatura... No era desagradable. Por extraño que pareciera, hasta lo hacía sentir cómodo.

—¿Te sorprendes hasta ahora?

El Beta dijo que "no" porque siempre estaba sorprendido con él. Después de todo, si no lo hubiera hecho, no podría siquiera llamarse un humano. Hace 3 años, incluso sin saber quien era, no pudo evitar maravillarse por el hecho de que un hombre lo atrapara y lo obligara a revelar sus genitales solo porque podía hacerlo.

—Me hace preguntarme de qué manera cambiaste mis estándares para sorprenderme.

—Oye, basta. No importa lo sorprendido que estés o no. Dime por qué te atreviste a secuestrarme y qué quieres de mí. Soy una persona de mal genio y me estoy quedando sin paciencia.

No era cierto, evidentemente. Solo tenía mucha curiosidad. Tenía un extraño interés por saber por qué el hombre al que había tocado hace tres años debido a un ciclo de celo desafortunado, ahora estaba sentado frente a él y por qué lo secuestró de una manera tan radical para llevarlo hasta ese lugar.

Jungkook definitivamente no era una persona que pudiera contener su curiosidad. O no estaba interesado en primer lugar, o profundizaba en la pregunta hasta que encontraba lo que quería y el hombre frente a él había despertado su interés de una manera en que la nadie lo había hecho desde hace mucho tiempo.

—Necesito un hacker.

El Beta, que lo estaba mirando fijamente, habló. Los dedos de Jungkook, que golpeaban la cama, se levantaron y dejaron de moverse.

—¿Un hacker?

Ese fue realmente un tema inesperado así que no pudo evitar estar sorprendido por ello. Ni siquiera podía parpadear mientras lo miraba. Fue hasta como si hubiera dejado de respirar por un momento.

—Estaba buscando un hacker talentoso, y entonces da la casualidad de que saliste en mis contactos. La verdad, estoy realmente sorprendido de que seas uno de los mejores hackers del mundo. Aun si tuvimos una relación absurda, nunca imaginé que te encontraría de nuevo por algo así.

—Tonterías... —Una sola palabra, como un gemido, se filtró de la garganta de Jungkook.

—También, la verdad es que te traje porque pensé que tú y yo teníamos una especie de relación... Pero me siento deprimido porque creo que fue un error. —Una voz, que no se sentía como si tuviera alguna emoción en específico, resonó en sus oídos.

La punta de su lengua estaba seca porque pensó que podría ser algo relacionado con su abuelo o Yoongi, pero al contrario de lo que esperaba, lo secuestró porque lo necesitaba a él y fue increíblemente sorprendente que el hombre hubiera revelado toda su identidad.

Varias agencias lo perseguían, ya que a veces hacía bromas maliciosas o robaba documentos confidenciales relacionados con el gobierno mientras ayudaba a Yoongi, pero hasta ahora, nadie había podido encontrarlo. ¿Cómo es que él si? ¿Cómo era posible en primer lugar?

Era absurdo.

¿Cuántas veces se había sorprendido de este tipo?

—Tú... ¿Quién eres exactamente? ¿A qué te dedicas? ¿Cómo pudiste encontrarme? ¿A quién le pediste que me encontrara?

"..."

—Es muy difícil hackear el teléfono personal de Yoongi y enviarme un mensaje de texto desde ese número así que... Habla ya.

Su mente daba vueltas y vueltas pero, aún así, sabía que tenía que intentar no parecer tan agitado. Al menos, no quería mostrar el interior de toda su ansiedad.

—Fue difícil. —El hombre simplemente respondió esto. —Este es el resultado del trabajo duro.

Jungkook se limpió las palmas de las manos con la ropa de cama, fingiendo que todo lo que le decía le daba completamente igual y ya fuera que supiera o no lo que estaba pensando, el hombre todavía tenía una mirada completamente indiferente posada sobre él.

En realidad, no importaba quién era ni cómo lo había conseguido, al final era un hecho que la situación era muy, MUY mala. Además, estaba claro que él era alguien a quien no se le podía engañar fácilmente porque, después de todo, había sido la única persona que reveló a la perfección su personaje como hacker.

Incluso aunque no era una situación de secuestro en la que sus manos y sus pies estuvieran atados a la cama, era inevitable que un sudor frío comenzara a fluir por su espalda debido a tanta tensión.

—Creeme, es una lástima para mí utilizar un método tan primitivo como este. Pero no importaba cuántos correos electrónicos o mensajes de texto te enviara, no hubo una respuesta jamás.

Luego, como reconociendo su tensión, el hombre se acercó a la mesa y llenó un vaso con un montón de agua. Jungkook que había estado siguiendo los movimientos del tipo con la mirada, con los hombros completamente rígidos y una expresión en blanco, preguntó. —¿Qué correos electrónicos y mensajes de texto?

—Los correos electrónicos y los mensajes de texto que ni siquiera miraste. Los escribí con bastante respeto, pero no los abriste.

—¿De verdad?

—No juego con esas cosas.

Jungkook  no pudo ni siquiera intentar ocultar su vergüenza cuando se apretó la sien con las yemas de los dedos. De hecho, era difícil contar los correos electrónicos que recibía todos los días.

Eran cientos y dado que había innumerables servidores y cuentas por administrar, le era imposible verificar todos los correos electrónicos de dónde, qué, quien y cómo los mandaban y por supuesto, debido a su personalidad, la pereza y el enfado siempre los llevaban de la mano con el hábito de ignorar por completo cada uno de los correos a menos que fuera un contacto importante. Pero, en cualquier caso, podría decir que nunca había recibido un correo electrónico de él y haberlo dado por terminado.

—Nunca llegó nada —le respondió.

—Bueno, también te llamé varias veces. No respondiste.

—No voy a contestar un número que no conozco. —Cuando respondió esto de una manera bastante confiada, el hombre se encogió de hombros como si no pudiera competir contra ese argumento.

Luego se acercó a Jungkook y le ofreció el vaso de agua que recién había llenado. Como tenía muchísima sed,  no mostró nada de miedo por beberla por lo que incluso inclinó la parte superior del cuerpo en ángulo y bebió todo de un solo trago.

El hombre chasqueó la lengua. —Ya que no pudiste ser contactado en absoluto, no tuve más remedio que traerte yo mismo hasta aquí. Fue un poco duro, pero no pude evitarlo y oye, no importa cuanta sed tengas, si la bebes de esa manera te vas a ahogar.

El hombre lo reprendió y le quitó el vaso a Jungkook, quien estaba bebiendo agua de una manera bastante desesperada.

—Eres tan considerado. Gracias por desear que muera de deshidratación.

—Aún así, te estoy tratando como un VIP debido a nuestro pasado ¿O no? —A pesar del sarcasmo de Jungkook, el hombre habló con calma, como si quisiera parar un tren antes de que se descarrilara. —Deberías ser agradecido. Honestamente agradecido.

—¡Me acabas de robar la puta agua que estoy bebiendo!

—Bueno ya, solo bebe despacio. Toma un respiro, luego bebe, toma otro respiro y así...

—¡Ni siquiera mi mamá me pedía que hiciera eso, idiota! —Jungkook gritó, y le quitó el vaso. Luego se dio la vuelta y miró alrededor de la habitación una vez más.

—Sí, perfecto. Es genial. Tengo agua potable porque es un regalo VIP ¿No es cierto? Estoy tan emocionado por esto que podría aplaudir de la emoción... Oh, es verdad, ¡No puedo porque un camión me chocó dos veces mientras iba en un automóvil en la maldita autopista! Mi cuerpo está a punto de romperse, ¿También es parte de ser un VIP?'

—Lo siento por eso.

—Eso no es verdad.

Los ojos se le entrecerraron bruscamente. Pareció cansarse de la audacia del hombre para aceptarlo todo sin cambiar su expresión ni una sola vez.

Después de vaciar el vaso de agua, dejó el traste sobre la mesita junto a la cama con un fuerte estruendo y luego, se volteó una vez más para ver justo el momento en que el hombre miraba por encima del mueble para luego concentrarse por completo en él. Tenía una expresión extraña.

—Señor Jeon, la razón por la que lo traje es simple. Quiero que pirateés un sistema computacional. Solo necesito que tomes la información que necesito y que destruyas el resto. Es simple ¿No?

Esa era una excelente pregunta ¿Era realmente así de fácil? La verdad es que hubiera sido fabuloso si hubiese logrado darle una bofetada en su hermoso rostro y luego patearlo para que sintiera justo lo que había sufrido gracias a él. No podía sentir pena por el estado actual de su cuerpo, donde era difícil incluso levantar los brazos, cuando estaba lleno de un enorme deseo de vengarse de él.

—Primero tengo una pregunta para ti, señor pito caliente...

Jungkook respiró hondo y le estrechó la mano. Fue un gesto formal y gentil... Pero el hombre lo interrumpió antes de que pudiera escuchar su pregunta.

—Taehyung, soy Kim Taehyung. Rechazaré apodos tan vulgares como esos en el futuro así que llámame por mi nombre.

Ver su expresión de insatisfacción le hacía feliz, como si se hubiera dado cuenta de la debilidad del hombre y fue cuando pensó en eso que Jungkook, que había tomado una nueva respiración profunda, no pudo ocultar la risa que se escapó de su boca y cerró los ojos para no burlarse más de la cuenta.

—¿Por qué? Es un apodo genial. Quiero decir, tus genitales están buenos. ¿Crees que es fácil olvidarlo? Tú mismo lo dijiste.

—Si quieres que siga llamándote "La princesa bunny del reino de la eyaculación precoz" entonces está bien. Dime pito caliente.

—Mierda... Bueno, Kim.

—Taehyung. —Corrigió con voz fría.

—Puta madre ¡Taehyung!

Taehyung asintió con la cabeza. Cuanto más lo miraba, más desvergonzado y arrogante le parecía así que Jungkook soltó un suspiro desde el fondo de su garganta.

Luego abrió la puerta a sus dudas. —Mi identidad como hacker y como persona están completamente separadas. Es casi imposible que me siguieras como hacker y te dieras cuenta de quién soy. Es algo que nadie había hecho antes.

—Bueno, yo lo hice.

Incluso con la explicación de Jungkook, que se había vuelto serio después de mucho tiempo, Taehyung era tan insensible como un oyente de una historia terrible de terror.

Jungkook reprimió la irritación y volvió a hablar.
—Además, el teléfono personal de mi primo Yoongi y el mío tienen varios niveles de seguridad. Pero dijiste que los traspasaste todos. Descubriste mi identidad, algo que nadie había logrado encontrar, pirateaste y enviaste mensajes de texto del teléfono celular de Yoongi e incluso me secuestraste.

—¿Y...?

—Ya tienes a un maldito gran hacker en tu empresa, entonces, ¿Por qué me necesitas a mí?

Taehyung, que estaba sentado con una de sus piernas largas sobre una rodilla, se frotó suavemente la barbilla con las yemas de los dedos igual a si realmente estuviera pensando que responder. Sus dedos largos, que sobresalían de sus nudillos, eran bastante sexys. Fue un pensamiento inconsciente que ni siquiera notó.

—Porque aunque encontré información sobre ti, no puedo encontrar lo que necesito.

—Wow... ¿Realmente fuiste tú?

Los ojos de Jungkook se abrieron por un instante, mirando los dedos de Taehyung como si estuviera poseído por ellos. Incluso la parte superior de su cuerpo se inclinó ante él debido a esa información.

Quería ver quién era el hacker que tenía esas enormes habilidades para encontrarlo.... Pero nunca esperó que el hombre frente a él fuera ESE hacker. No, ¿Estaba en lo correcto en lo que había escuchado y lo que había entendido? Su cabeza estaba enredada, como una madeja de hilo.

—¿Por qué estás tan sorprendido?

Fue cuando Jungkook se quedó quieto que el hombre simplemente pestañeó.

—Es... Impresionante. Fuiste el primer hacker con habilidad para robar mi información. Pensé que solo los nerds podían tener un cerebro lleno de músculos. Los tipos bonitos como tú ni siquiera suelen saber sumar.

—Eso es un prejuicio.

No importaba cuánto Jungkook intentara meterse con él, Taehyung siempre permaneció indiferente.
Jungkook, que estaba mirando al hombre, con los codos en la cama y la parte superior del cuerpo medio levantada, rápidamente perdió la energía y se acostó.

—No puedo creerlo. ¿Qué mierda eres? ¿Eres un hacker? ¿Te dedicas a eso?

Su mente todavía estaba mareada así que ni siquiera pareció escuchar lo que preguntó.

—Lo descubrirás más tarde.

Taehyung no le dio una respuesta exacta, sino que se relajó y enterró la parte superior de su cuerpo en el respaldo de la silla. Las cejas de Jungkook se elevaron bruscamente.

—Escucha esto, Kim pito de caballo Taehyung. Hay una cosa que no sabes de mi ¡Soy una persona muy curiosa! Ni siquiera tengo paciencia para ver caricaturas con mis sobrinos sin preguntar qué pasará así que sería mejor que respondieras mis preguntas. Esta es una advertencia.

"..."

—Si entiendes, respóndeme ahora. ¿Cuál es tu identidad ¿Qué necesito extraer?

Taehyung lo miró fijamente durante un rato sin decir una palabra. Parecía que estaba contemplando si debía dar la respuesta de inmediato o si por el contrario, debía vigilarlo con un poco más de atención. Su mirada era terriblemente profunda mientras analizaba sus opciones, con las piernas cruzadas y las manos en las rodillas.

—En primer lugar, no mezcles palabras vulgares con mi nombre y digamos que... Soy un doctor. Un doctor que quiere investigar algo.

—¿Doctor? ¿Qué estás investigando?

Los ojos de Jungkook se agrandaron, fingiendo no escuchar sus quejas sobre la frase "pito de caballo".

—Doctor en Ciencias de la Computación. Tengo otras dos titulaciones en electrónica y física y actualmente soy investigador desarrollador de un programa muy importante. Hackeo cosas solo cuando es necesario.

—... ¿Me estás jodiendo?

—¿Crees que tengo alguna razón para engañarte?

—¡Aun así, es una historia que es muy difícil de creer! ¡No sé si solo eres un estafador!

Esta vez, se levantó y se sentó. Todo su cuerpo crujió, pero olvidó el dolor por un momento. Había mucha gente en el mundo con historias ridículas, pero ese tipo frente a él se ganaba completamente el premio. Un físico con una apariencia de modelo...

Naturalmente, era una historia muy difícil de creer.

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