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Un encuentro poco convencional

El hombre se le quedó mirando como si sostuviese un diálogo interno consigo mismo, así que Jungkook pareció no tener más remedio que simplemente... Observar. No era como si fuera a atarlo y romperle la espalda. 

Aunque si podía intentar.

—Solo estoy pidiendo prestado tu pene ¿Qué hay de malo en eso? Hablas como si nunca en tu vida hubieras...

—En primer lugar, no eres de mi gusto. —El hombre cortó las palabras de Jungkook con una voz completamente contundente. ¡Ni siquiera pudo tener la oportunidad de cerrar la boca! Podía ser que hubiera perdido la cabeza por un momento porque ¿De qué demonios estaba hablando justo ahora? ¡Era ridículo!

Sin palabras, miró al hombre una vez más. Él también hizo lo mismo... Y luego un silencio incómodo pasó entre los dos hasta que solo la brisa marina comenzó a escucharse al pasar por su cabello. Si no hubiera sido por el sonido de la música en el salón principal, podría haber pensado erróneamente que el tiempo se había detenido para los dos.

—¿Por qué no te gusto? —Lo que finalmente rompió el silencio, sin embargo, fue la voz aguda y un tanto distorsionada de Jungkook.

El hombre solo se encogió de hombros casualmente, como si solo estuvieran teniendo una conversación muy casual.

—Todos tienen sus propios gustos, ¿Verdad? No me van los que parecen muy nenas.

—... ¿Cómo te atreves a hablarme así? —Los ojos de Jungkook se abrieron de una manera impresionante mientras agitaba la pistola que apuntaba a su frente.
—¿Te parece que esto es un juguete o qué?

—Sé que la beretta es real, no necesitas explicarme sobre eso. —Sus siguientes palabras provocaron lágrimas de rabia en Jungkook. —Solo estoy diciendote que eres feo.

—¡Oye! ¿Crees que puedes conocer a un Omega mejor que yo? ¿¡De dónde sacas esas palabras tan putamente engreídas!?

Cuando Jungkook lo señaló con el dedo y respondió sobre lo que pensaba de sus palabras, el hombre lo miró con una expresión que marcaba un leve atisbo de sorpresa. Pero como de costumbre, eso fue todo para él y pronto colocó nuevamente esa mirada que gritaba que no estaba interesado.

—Desafortunadamente, no estoy atraído por nada como... Berettas , Omegas o sexo. Ni siquiera me importa la diferencia que hay entre un Omega dominante o un Omega recesivo porque solamente percibo un pequeño olor. No puedo tomar la feromona de la que estás tan orgulloso.

—¿Cómo...?

—Ya te dije, no importa que seas el mejor Omega del mundo. Solo puedo... Encontrar un pequeño toque de dulzura en el aire y eso es todo. A diferencia de los alfas, olerte no me hace sentir absolutamente nada por ti.

La voz del hombre se volvió más fría y por supuesto, con solo escuchar su tono y mirar sus ojos, pudo entender perfectamente que no era una broma cuando dijo que no estaba interesado en él.

—Entonces, si eres un Omega... Encontrarás un tipo Alfa que te ame y  te dé lo que buscas. Especialmente si necesitas un consolador de carne.
—El hombre miró a Jungkook, que estaba parado sin comprender, y dejó escapar un suspiro enorme. —Eso es lo único que les importa a ustedes.

Las palabras agregadas al final, reflejaban incluso un ligero odio hacia los Alfas y los Omegas.

Como pensó, la actitud fría del hombre no era familiar para Jungkook, quien solo había visto Alfas que se precipitaban hacia él como bestias sin cerebro y eso le resultaba extrañamente... Curioso.

—No precisamente... Debido a que mi cuerpo es más sensible que el de un Omega normal, no puedo acercarme a los Alfa, me dan alergia.

—Ya. Pero eso no significa que sea una excusa para tener una relación que no quieres con alguien que no conoces.

Tan pronto como abrió la boca, la voz baja del hombre se mezcló con la brisa del mar y luego, solo se dispersó. Era un tono que se había vuelto aún más extraño que el de la primera vez... Y que estaba ocasionando que una vena de sangre comenzara a punzar encima de su frente. ¿¡Cómo carajo iba a hacer que este tipo estuviera caliente!? Aunque por supuesto, no había notado que era una pregunta en la que nunca había pensado alguna vez.

—Además, eres un hombre. Cuando te vi por primera vez, pensé que eras una chica muy bonita porque estabas lejos... Pero cuando me acerqué, fue obvio.

—¿Entonces es porque soy hombre?

—Posiblemente. Y supongo que es también debido a que no tengo la afición de penetrar el trasero de un Omega en cada yate al que me subo. —El hombre frunció el ceño y después dijo esto con bastante firmeza.

Sus palabras parecían ser un enorme problema para Jungkook. Porque era un Omega, un hombre, muy nena y al tipo no le gustaba nada de eso.

—Ah, ¿Entonces es así? ¿Sin Omegas , sin hombres y sin pasatiempos? —La voz de Jungkook, que estaba plagada de burlas, todavía se escuchaba un tanto dolida.

Los ojos que lo miraban, como queriendo matarlo, brillaron en la oscuridad de una manera completamente peligrosa porque era un hecho que estaba tan enojado que no podía entender lo que estaba diciendo o haciendo. De hecho, ni siquiera podía entender por qué estaba tan molesto con él.

—Exactamente.

—Entonces, ¿Dime cómo te sientes con esto, señor soy lo suficientemente inteligente como para tener gustos comunes? —Jungkook, sarcástico hacia el hombre, se inclinó y puso la cabeza muy cerca de su rostro.

En el momento en que su cara, entró en su campo de visión, Jungkook dejó salir todas sus feromonas dominantes. Las feromonas Alfa y Omega también afectaban a los Betas hasta cierto punto. No era posible enloquecerlos, por supuesto, pero podía producir un efecto como de tomar una droga muy fuerte. Sabiendo ese hecho, Jungkook vertió todo lo que pudo sobre él y hacerlo era una de esas cosas que más odiaba en su vida.

Estaba experimentando situaciones que nunca antes había hecho o sentido, y todo durante el poco tiempo en que lo conoció. Empezando por decidir utilizar el pene de alguien en lugar de un consolador, hacer un berrinche absurdo, intentar excitar a un hombre que decía que no estaba interesado en él, y finalmente, verter feromonas sobre él de esta manera tan descarada.

¡...!

El hombre, que estaba cubierto de feromonas que se derramaban sobre él como si fueran una cascada, como para cortejarlo, abrió los ojos por un instante y lo miró fijamente a la cara. Si hubiese sido un Alfa, habría tenido una hemorragia nasal, las pupilas se le hubieran ido para atrás y habría retrocedido hasta alejarse, pero ese hombre era un Beta. Estaba confundido y tal vez, algo mareado. Pero aún así, Jungkook miró satisfactoriamente como el tipo comenzaba a reaccionar a él.

Nunca se había sentido tan feliz al ver a un hombre perderse por su aroma.

—Tú...

El Beta, con los ojos muy abiertos, miró a Jungkook nuevamente mientras susurraba una pequeña oración en voz baja. Los músculos comenzaron a ponerse tensos por encima de su mentón y sus ojos empezaron a parecer los de una completa bestia estresada. Jungkook le sonrió.

—No te gustan las feromonas ¿Eh? —Señaló la parte delantera de los pantalones del hombre. Su ingle, que estaba aplastada por la ropa de gala, no podía levantarse aunque se hinchaba más y más a cada momento. —¿Por qué tu verga está dura entonces?

—Ah...

—Te lo dije. No soy un Omega de esos que ves por aquí y por allá, sino un Omega supremo . Incluso si eres un Beta, te haré jadear de emoción como un perrito. Soy el único que puede.

Aunque nunca lo había hecho antes.

Jungkook entrecerró los ojos, con picardía. Luego, con la punta de su zapato, pisoteó suavemente la ingle del hombre como para comprobar su estado. La textura pesada de su pene, se sintió incluso pese a lo grueso de su suela. Podía reconocer fácilmente que el pene debajo de sus zapatos era exactamente del tamaño que quería. Solo lo había estado provocando al decir que era chiquito.

—Mira nada más, creo que eres muy similar al consolador que suelo utilizar en casa. —Jungkook estaba babeando. Pero desafortunadamente, al hombre no pareció gustarle la condición de su entrepierna.

—¡Maldito bastardo!

Sus malas palabras rechinaron entre sus dientes y se mezclaron con irritación y un evidente enojo.

—Cállate y saca tu pene. Lo tomaré prestado un momento y te lo devolveré sin un solo rasguño.

—Debes saber que hacer algo para excitar a alguien que no está interesado en ti también cuenta como violación.

Jungkook, que estaba mirando al hombre, cerró los ojos. Simultáneamente, tiró del control deslizante de la Beretta y apuntó con la boquilla a su frente.
—Dios, no tenía idea. Ojalá hubiera sabido que hoy tocaba examen. —Se rió con arrogancia, imitando lo que el hombre había dicho la primera vez. —Escúchame, idiota. Todo lo que necesito ahora es un consolador de carne, puedes prestarme tu jodida verga o hacerme arrancartela. ¡Así que es mejor que controles tu maldita boca si no quieres ir a la sala de emergencias y encontrar tus pelotas flotando en el mar al día siguiente!

De hecho, Jungkook estaba dispuesto a poner balas en cualquier parte de su cuerpo si no lo obedecía. Era alguien que de alguna manera podía tener sus manos en cualquier cosa que quisiera, y lo que quería ahora era el pene del hombre que estaba frente a él. No existía nada que codiciara más que al Beta que tenía a su lado. No emitía ningún olor desagradable a feromonas y su tamaño era perfecto. Así que no pudo evitarlo.

Por un breve momento, la ira estalló sobre las pupilas oscuras del hombre. Pero pronto, movió su mano y lo sujetó como si no hubiera nada que pudiera hacer contra él. Como si estuviera resentido.
Sus dedos estaban inquietos mientras desabrochaban sus pantalones y luego, parecía que ya no podía soportar la excitación que le habían producido esas feromonas.

Jungkook deslizó la punta del zapato hacía adelante, para presionar su ingle. Sus manos le desabrocharon los pantalones y bajaron un poco su pretina y entonces, en ese momento los genitales que habían sido presionados constantemente hacía abajo de su ropa interior, saltaron como un muñeco de resorte.

Los ojos de Jungkook se abrieron sin darse cuenta. Había adivinado hasta cierto punto su tamaño con la pura sensación de la pesadez que se sentía bajo sus zapatos así que, tenerlo de frente, fue realmente cautivador. Más aún, porque era la primera vez que veía uno  real, sabía bien que el pene de un hombre normal no era del tamaño de uno de sus consoladores. Entendía perfectamente que no se encontraría con un mega dildo turbo o con algo grueso como un puño... ¿Pero cómo ese maldito bastardo tenía ese monstruo en su entrepierna? ¿Era un implante o qué? Y sí, por un breve periodo de tiempo, fue evidente que todo tipo de pensamientos absurdos pasaron por su cabeza.

En la cubierta de un yate, donde había comenzado un inesperado ciclo de celo, un pene que se asemejaba a un consolador de gran tamaño... Un mega, ultra, SUPER consolador de gran tamaño, pareció estarle pidiendo a gritos que comenzara a tratarlo bien ¿¡Cómo no iba a excitarse con algo como eso!?

—Entonces... Esto estabas ocultando. —Jungkook murmuró esto suavemente, intentando tragar toda la saliva que estaba goteando por su barbilla mientras que ese hombre solo lo miraba.

—Tu feromona es asombrosa, pequeño bastardo. Ni siquiera tenía ganas, y mira, ya llegué hasta este punto... —Se rió. —Ah. Si esto es suficiente para mí, un Beta, entonces seguro los bastardos Alfa de la fiesta eyacularán en sus pantalones antes de que puedan tocarte.

—Yo puedo hacer lo que quiera con quien quiera. —Jungkook se encogió de hombros con bastante indiferencia.

Luego, como si estuviera muy emocionado con la sensación, siguió, con las piernas abiertas sobre los muslos del hombre. También se había olvidado de quitarse la ropa interior pero, aún así, su entrepierna, que había sido completamente estimulada por el intenso calor de su celo, ya estaba humedecida, goteando hasta sus rodillas y con la punta del glande completamente pegajosa. Quería que pudiera meterse dentro de su agujero y quería que lo frotara con fuerza hasta hacerlo venir. Deseaba... Tanto que lo hiciera suyo.

El hombre bajó el cuello. Fue un sonido agradable de escuchar.

—¿Qué te pasa? Ya no estás hablando... ¿Estás enojado porque no puedes ver mi pene debajo de mi pantalón? ¿O te estás calentando más porque piensas que te estás follando a una mujer? Ahora que lo pensaba, nadie en la fiesta se había dado cuenta de que era en realidad, un hombre. Claro, excepto por este tipo Beta, quien de mala gana le había dado su pene con una expresión de desaprobación en la mirada. De repente, pareció muy curioso. Por cierto, ¿Cómo...?

—¡Deja de decir tonterías y termina de una vez!

Sin embargo, la curiosidad que había surgido por un momento, se disipó rápidamente por la voz insatisfecha del hombre.

—¿Puedes tranquilizarte? Ya te dije que te devolveré tu pene tan pronto como me hagas sentir bien así que, acuéstate y deja que yo haga todo el trabajo. —Jungkook habló en un tono ligero, como en broma.

La mirada del hombre, que lo estaba siguiendo con una expresión extrañamente distorsionada, le hacía cosquillas en la espalda de una manera... Fascinante y también era algo un tanto aterrador. Se había estado preguntando si acaso le gustaban sus manos, o la forma de su cara o su cuerpo o si lo excitaba follar a la fuerza con un hombre que no estaba ni estaría interesado jamás en él y se había subido en su pantalón como si fuera un violador.

Por supuesto, al mismo tiempo que ese pensamiento le cruzaba la cabeza, la voz de Yoongi apareció junto a su oído como si fuera su conciencia: —Pervertido, ¿¡Qué estás haciendo!? ¡Le diré al abuelo!

—Maldita sea. —La blasfemia permaneció en la punta de su lengua.

Odiaba siquiera pensar en lo que Yoongi diría si se enteraba de que estaba haciendo algo así. Negó con la cabeza y sacudió los hombros. Luego, después de borrar rápidamente el ceño fruncido de Yoongi y la voz insultante en su cabeza diciéndole que definitivamente tendría herpes...

—Ah...

El agujero de Jungkook, fue aplastado por ese glande que había comenzado a subir por todo su cuerpo hasta penetrarlo y eso había provocado que definitivamente se sintiera más apretado de lo normal.

Por supuesto, la sensación de abrirse para él fue espeluznante.

Se le puso la piel de gallina a lo largo de la espalda y luego, empujó ese glande un poco más en el agujero que pareció estar siendo más codicioso y abusivo de lo que creyó que iba a ser.

—Ah...

—¡Ajá, estabas aquí!

—El olor es realmente asombroso, ¿Pensaste que no te íbamos a encontrar, lindura?

—No puede ser, eres el Omega que entró en celo en la pista ¿No es verdad?

De repente, se escuchó un ruido inesperado a unos cuantos centímetros de distancia. Eran los pasos y las voces de tres o cuatro hombres que habían logrado hacer añicos la excitación que había logrado hacer crecer.

—Mierda. ¿¡Quién se atreve a interrumpir cuando estoy follando!? —Jungkook apretó los dientes y se tragó la blasfemia que había subido hasta la parte superior de su garganta.

A través de la oscuridad, había logrado ver a tres hombres Alfa acercándose, balanceándose debido al alcohol y diciendo un montón de tonterías.

Hace algunos momentos había liberado sus feromonas así que era evidente que habían seguido el olor hasta lograr encontrarlo. ¡Incluso estaban arrojando feromonas Alfa como si fuera brillantina en una fiesta infantil! Por supuesto, su intención no podía ser otra más que la de violar al loco Omega que había comenzado con su celo en un lugar así de inesperado por lo que, todavía salivando, los miró de arriba para abajo como para hacerse una idea de a lo que se enfrentaba.

Fue desagradable que lo interrumpieran mientras intentaba probar el consolador de carne que tanto le había costado conseguir y que era marca "Soy un Beta muy idiota pero muy rico". Y para variar, la vibración de esas feromonas alfa nauseabundas eran mil veces más desagradables de lo que pensó que podía ser posible.

La brisa del mar era tan fuerte que si no hubiera soplado como loco, podría haber conseguido vomitar en sus caras.

—Oye, amigo, ¿No es demasiado pesado para que te hagas cargo de su celo por tu cuenta?

—Sí, ya sabes. Podemos divertirnos todos juntos ¿Por qué te quedas con todo solamente para ti?

Los Alfa se acercaron a él, balbuceando tonterías baratas sin siquiera notar el estado de ánimo de Jungkook. Sus ropas eran trajes sencillos. Corrientes. No llevaban disfraz y eso significaba que eran un grupo de empleados, o que uno de ellos tuvo la amabilidad de darles una invitación con tal de que barrieran al final.

A diferencia de ellos, Jungkook vestía un disfraz perfecto y colorido. Él era... Maravilloso y aún así se estaban dando el lujo de quererlo, fingiendo no saber o fingiendo que no les importaba su condición. Podrían pensar que estaba bien hacerle cualquier cosa a un Omega solo porque estaba en celo y eso era una idea muy, muy estúpida para compartirla con él.

—Espera un minuto. Tu olor es un poco peculiar, ¿Eres un Omega dominante?

—¿Un omega dominante?

Fue cuando se acercaron, que alguno del grupo mencionó que era un Omega dominante y que por eso su aroma era completamente diferente al de los demás. ¡No lo podían creer! Un omega dominante era difícil de controlar por los alfas normales, y los que estaban con ellos, tenían que ser personas de un rango muy elevado o tener una condición bastante bien trabajada.

El mundo de Omegas y Alfas era un sistema de jerarquías casi perfecto. Muy a parte de la igualdad y de los derechos humanos, los Omega y Alfa dominantes eran más fuertes que los omega y alfa recesivos. Por lo tanto, estos estaban en la parte inferior y los dominantes, en la cima.

Su número también era muy pequeño. Nacía uno por cada trescientos, posiblemente. Incluso como Alfa, era difícil para uno recesivo controlar al Omega dominante con sus feromonas y más bien, hubo más casos de sucumbir al Omega dominante que al revés. Era natural que los Alfas se pusieran nerviosos.

—Por eso odio a los putos Alfa. Porque me persiguen presuntuosamente para decirme donde puedo encajar, donde no puedo... Y lo afortunado que debería sentirme por tener su atención aunque jamás la pidiera. —Jungkook, quien los miró a los tres, murmuró esto con una sonrisa de demonio sobre los labios, haciendo que los chicos Alfa, que habían estado nerviosos durante un tiempo por su mera presencia, abrieran los ojos un poco más de su tamaño original. Estaban enojados, nerviosos hasta el extremo.

—Ah, ¿El Omega dominante tiene mal genio?

—Incluso si eres un omega dominante, aquí hay tres de nosotros. ¡Deberías estar agradecido de que queramos ayudarte con tu puto ciclo de celo!

—Dios, realmente es un Omega dominante. ¡Algo comienza a sentirse diferente a medida que nos acercamos!

Los chicos estaban tan nerviosos que incluso habían logrado encogerse de hombros, aunque todavía continuaban gritando obstinadamente como si esa fuera su manera de llamar la atención.

No importaba cuán dominante fuera el Omega, el orgullo único de un Alfa, de no querer perder ante un Omega por nada del mundo, era evidente y podía decirse que hasta salía de su sudor.

Podía ser difícil detectar feromonas cuando estaban lejos pero, como había dicho, si se acercaban más de la cuenta, podían observar con mucha facilidad que no era una feromona Omega normal, sino algo que se sentía terriblemente enfermizo. Era espeso, duro, y no importaba cuanto se la llevara la brisa del mar, conseguía hacer que se marearan. Por supuesto, si hubieran sido Alfas con algo de cerebro o sentido común, hubieran pedido perdón y se hubiesen largado de allí antes de que fuera tarde.

Pero la gente que tenía de frente, era estúpida.

—Se los advierto, si dan un paso más, morirán y haré que esa asquerosa feromona desaparezca para siempre.

—¿Qué? Pero si eres un Omega. ¿Qué podría hacer alguien tan caliente y tan estúpido como tú?

Uno de los Alfas siguió hablando así que, en lugar de responder, levantó la Beretta que tenía en la mano y "Tang", fue al momento siguiente cuando el hocico de la pistola estalló en llamas.

Incluso teniendo un silenciador instalado, el disparo sonó con bastante fuerza... Pero los gritos del Alfa, cuyos muslos habían sido desgarrados por esa bala, se hicieron cada vez más fuertes que el sonido mismo del motor.

—¡¡Disparó de verdad!! ¡¡Disparó!!

—¿¡¡Estás loco!!?

Los dos Alfas gritaron mientras miraban al Alfa caído, agarrándose los muslos y los pantalones que estaban completamente empapados de sangre.

—Yo les dije que no se acercaran ¿Por qué no escuchan a las personas cuando hablan? ¿Piensan que todo es un juego y qué yo tengo la paciencia para seguirlos?

—Ese idiota...

—¡Dejen de esparcir esa asquerosa feromona! Si no se detienen, la siguiente bala los golpeará justo en la cabeza y uno por uno. ¿¡Creen que es difícil para mí matarlos aquí y luego arrojarlos al mar!? Entonces, si quieren sobrevivir y salir al menos a gatas, ¡¡Hagan funcionar sus idiotas cabezas de mierda y pongan atención por una jodida vez!!

"..."

—Por favor.

Jungkook había hablado a la ligera, como en broma, y luego volvió a tirar de la palanca de la Beretta en su dirección para hacer que el cañón apuntara a los malditos "perros Alfa". Ellos, al darse cuenta de que la situación era completamente diferente de lo que habían imaginado, rápidamente eliminaron su feromona y retrocedieron con las manos en alto.
Ahora, por supuesto, era más fácil respirar y cuando desapareció la feromona Alfa, su estómago, que había estado latiendo y punzando como si fuera un mareo, se calmó lentamente hasta desaparecer. Entonces respiró hondo y se burló brevemente de los "estúpidos Alfa" y su manera tan agresiva de hacer las cosas.

Bajó la espalda.

El pene, que había estado acariciando el borde de su entrada, de repente abrió su entrada y se empujó hacia adentro con un sonido que le ocasionó un éxtasis vertiginoso que se extendió como una corriente eléctrica por todo su cuerpo y una excitación maravillosa provocó que su espalda temblara debido a tanto placer.

El hombre Beta, que había estado mirando en silencio a los Alfas, frunció el ceño de una manera confusa. Parecía tan calmado como siempre así que por supuesto que fue extraño que lo penetrara sin decirle nada antes.

—Oye, esto es...

"..."

—¡Esto es muy excitante!

Pero lo que dijo fue exactamente lo contrario de lo que había pensado Jungkook.

—Dios, ¡Te volviste todo un demente, maldición! ¡Maldita sea!

—¡Ah!

Quizá fuera por sus palabras tan inesperadas o por la emoción de su voz, pero su cuerpo se calentó como si estuviera en llamas. Definitivamente no podía soportarlo más, respiró profundo y se tragó el pene del hombre igual a si su interior estuviera terriblemente hambriento y no importó qué tan profundo se sintiera, empujaba una y otra vez, interminablemente hasta que le terminaba por punzar el trasero.

Era muy diferente de un consolador así que, incluso la pequeña sensación de dolor era maravillosa y embriagante. Tal vez por ser tan desconocida hasta ese momento.

Ese fue el décimo tercer pensamiento extraño de su mente.

—Ahhh... Esto es bueno. Esto es completamente bueno, me gusta, me gusta tanto. ¿Qué opinas tú? ¿Eh? Bastardo de mierda. ¿Tanto así te prende observar a las personas?

Jungkook, que tenía los ojos bien abiertos incluso en medio del calor que parecía estar quemándole, comenzó a gritar palabras extrañas porque uno de los Alfas, que había estado viendolo gemir con fuerza mientras ponía esa gloriosa cara de placer, se había movido de repente igual a si quisiera tocarle.

A pesar de que el muslo de uno de ellos, ya había sido desgarrado por una bala, los Alfas no se iban, no podían resistirse ante el instinto que se había desatado en ellos gracias a sus feromonas y por eso le parecían increíblemente repugnantes. Era igual a si se emborracharan de feromonas hasta el punto de comportarse como polillas atraídas por el sol. Incluso sin importarles por quien lo hicieran.

Jungkook volvió a apuntarles con su arma sin dudarlo. No solo eso, sino que también comenzó a dispararle a los dedos de sus pies. "Bang, bang, bang", las balas se desviaron por sus huesos antes de clavarse en el suelo. Gritaron, miraron los agujeros que se habían cavado en la madera y escupieron entonces un montón de palabrotas, como si acabaran de recuperar el sentido. Pero ya nadie se acercó a él... Porque el arma de Jungkook les apuntaba justo a la ingle.

—Puedo convertirlos en una colmena, pero tengo demasiada flojera como para arrojar sus cadáveres al mar en este momento. Entonces, si no hablan y se quedan quietecitos, les tendré algo de consideración. —!No era verdad, claro. Simplemente estaba bastante entretenido en su nuevo consolador de carne personal como para tener algún deseo de moverse de allí. Menos para deshacerse del cuerpo de alguien. —Pero si nos interrumpen una vez más, no importa lo molesto que sea, voy a convertirlos a todos y cada uno de ustedes en cadáveres y a colgarlos del techo para que todos puedan ver quién demonios soy.

No importaba cuán dominante fuera, los Alfas mostraron su resentimiento por ser atacados por un Omega y luego, la feromona Alfa, que había sido suprimida durante un tiempo, se esparció una vez más de manera repugnante.

Estaba claro que incluso había reventado más que antes, porque estaban muy furiosos... Las náuseas se dispararon y después de apenas tragar la saliva que se estaba formando en su boca, Jungkook escupió malas palabras una vez más y apretó el gatillo en su dirección sin darles una nueva oportunidad de prórroga.

"Bang, bang", un sonido pesado, procedente del extremo de la Beretta, se dispersó a pesar del silenciador que había colocado con anticipación. Y esta vez, en consonancia con el sonido, uno de esos hombres gritó y cayó con todas sus fuerzas. Todo su hombro estaba cubierto de sangre.

—Que molesto. ¿No sería mejor tirarlo al mar después de todo? Realmente no soporto sus asquerosas feromonas... —Jungkook  murmuró esto para si mismo. Sus pupilas brillaron de locura y su ira se disparó hasta que su razón pareció comenzar a cortarse.

—¡Por favor, basta! ¡Basta! ¡Haré lo que quiera! Yo no... ¡No diré nada!

Pero agarró la Beretta con fuerza y apuntó a su cabeza. Solo entonces, los chicos Alfa empezaron a retroceder, temblando como si se estuvieran muriendo de frío.

Uno arrastró su pierna lesionada, el otro agarró su brazo ensangrentado y se apresuró a salir corriendo. Pero Jungkook no bajó su arma fácilmente.

Apretó el gatillo, mirando las espaldas de los hombres que huían y entonces "Bang, bang". El fuego salió de la punta del cañón y una bala les atravesó los talones, creando un nuevo agujero en el suelo.

Los gritos de los Alfas resonaron.

Incluso los pasos comenzaron a escucharse muy desordenados porque estaban lo suficientemente ocupados huyendo de allí. ¡Tanto que ni siquiera sentían sus heridas! Sin embargo, Jungkook volvió a disparar.

—¡Sí, deberían haber escuchado con atención cuando dije que se fueran, perros! Corran ¡Corran como los maricas que son y dejen de joder si no quieren ver lo bueno que soy para atravesar sus ojos!

Los disparos continuaron, así que, los perros alfa, huyeron de la muerte con sus rostros completamente pintados de azul pálido.

Después de un tiempo, desaparecieron por completo en la oscuridad y Jungkook finalmente pudo bajar del gatillo y exhalar un largo suspiro, como un cazador que había dejado de perseguir a una bestia.

Sus feromonas, que habían salido de manera involuntaria, se mezclaron densamente con su voz y su apariencia comenzó a ser la de un hombre honestamente agotado. Porque por supuesto, como si no hubiera sido suficiente encontrarse con unos Alfas, su ciclo de celo ahora se sentía más intenso debido a los disparos y la sangre.

—Ahora realmente... Ya no puedo. No puedo más. Estoy cansado. —Jungkook bajó un poco la cabeza y soltó una lánguida charla para si mismo.

Sin embargo, el hombre debajo de él comenzó a hacerle sacudir la espalda incontrolablemente.

—¡Ah, espera! Espera un... ¡Um!"

Pero aunque estaba diciendo eso, no podría estar más satisfecho con el hecho de que finalmente podía disfrutar de esta sensación tan placentera sin ninguna maldita interrupción.

Cada vez que su culo tragaba la verga del hombre, un gemido escapaba de su boca.

El sonido de sus fluidos y el golpeteo de su trasero con esa pelvis se mezclaban obscenamente hasta hacerle desear estar sordo.

—Ah, ah, ah, está bien. Está bien así ¡Oh, maldita sea esto es maravilloso! Ah, ah. Estoy tan excitado que hasta tengo ganas de disparar una vez más. Bastardos, debería haberlos matado. Putos perros, ah... —Jungkook no dejó de rechinar sus dientes mientras hablaba, recordando las acciones de los Alfa y lo mucho que lo habían hecho enojar.

Luego, su mente se puso en blanco. Pudo sentir que su razón se volatilizaba con cada momento que pasaba y que todo a su alrededor comenzaba a parecer... Una completa locura. De hecho, no estaba cuerdo desde hace un tiempo. Si hubiera sido racional, no habría disparado ni se habría sentado en los muslos de otro hombre mientras sacudía su cintura.

Si Jungkook hubiese sido el de costumbre, estaría en otro lugar. Haciendo otras cosas. Pero ahora solo estaba sacudiendo su trasero violentamente, como si no le importara nada. Echándose hacia atrás, todavía agarrando la Beretta con una mano mientras se comía un pene con el culo y el hombre, a quien se había llevado por completo bajo amenazas, estaba acostado en la tumbona, mirándolo detenidamente de arriba para abajo y sin alejarse ni un centímetro.

A diferencia de la primera vez, lo estaba haciendo con una expresión que gritaba que lo encontraba interesantísimo.

Jungkook se sentó en su pelvis, y comenzó a sacudir su cuerpo como si tuviera una convulsión. El único lugar donde su piel estaba expuesta eran sus largas piernas.

En la oscuridad, solo había luces tenues, la luz de la luna y Jungkook, dando una imagen completamente provocativa y sexy.

Tal vez había sido por el ciclo de celo, porque incluso la forma en que estaba jadeando, en busca de aliento, le estaba dando una sensación de placer bastante poderosa. Hasta le gustaba su imagen sosteniendo la Beretta con una mano.

La incongruencia del sexo, las armas y la violencia, lo hacía sentir tan lujurioso que el hombre Beta solo pudo dejar escapar un suspiro pesado.

—Que divertido eres. —La voz del tipo era baja y peligrosamente dispersa y ese fue el momento en que todo pasó.

Su pene, que estaba llenando su pared interior, se hinchó como si estuviera a punto de explotar y luego, lo hizo otro tanto. Nunca en la vida pensó que algo grande se haría todavía más grande. Jungkook comenzó a gritar con los labios entreabiertos

—¡¡Aaah!!

Su espalda había comenzado a temblar terriblemente así que el hombre inmediatamente extendió la mano para sostenerlo. Le apretó la cintura con fuerza y lo atrajo un poquito más hacia él para que pudiera ver que definitivamente no lo iba a soltar.

Su pared interior había sido aplastada por un movimiento realmente violento. Era una fuerza que no había ocupado con él, ni siquiera cuando comenzó a moverse la primera vez. Sus ojos parpadeaban y la excitación y el placer involuntarios se derramaban sin cesar hasta hacerle sacar la lengua.

Se sentía como si todo su cuerpo estuviera en llamas cada vez que ese pene se estrellaba contra las profundidades de su cuerpo e incapaz de hacer algo, fue sostenido por la mano de ese hombre mientras lo conducía todo el camino igual a si hubiese adivinado que era lo suficientemente inexperto como para hacerlo por su cuenta.

—Ugh, ah, ah. —Jungkook soltaba sonidos bastante extraños mientras miraba al hombre, viéndole con una expresión que le gritaba que se estaba muriendo de placer.

Había... Una ligera arruga sobre la frente del Beta. Venas marcadas en su piel que se notaban todavía más ahora que estaba recostado completamente en la larga tumbona. Su rostro varonil estaba teñido de lujuria y el sudor le estaba comenzando a brotar de la frente. El hombre, que levantó su cuerpo con entusiasmo, era tan salvaje y amenazante como un Alfa dominante lo sería al tratar con alguien como él y eso significa que este tipo seguramente también se había vuelto loco. Pero verlo repentinamente emocionado por esta estúpida situación definitivamente le gustaba.

Le hacía querer... Que hiciera más. Que le hiciera el amor.

¿¡Qué le que!?

—¡Vete a la mierda! ¡No te muevas o te mato! —Jungkook gritó.

Al mismo tiempo, el arma presionó de inmediato contra la sien del hombre para quitar el seguro y decirle que definitivamente iba a disparar si seguía haciéndole sentir así.

El hombre que había estado sosteniendo a Jungkook por la cintura y golpeándolo como una bestia, dejó de moverse y lo miró con unos ojos profundos. Estaba tan emocionado que cada vez que respiraba profundamente, su pecho se agitaba hacia arriba y hacia abajo también.

—Puto loco.

—¿Qué te dije, amigo? ¡Fuí claro en decir que todo lo que necesitaba era un maldito consolador de carne! ¡No quiero un novio! Solo pedí prestada tu verga. No levantes un solo dedo, no me trates así, no me toques, no pongas esa cara ¡No te muevas!

Entonces Jungkook miró al hombre como si estuviera a punto de matarlo, y le pegó todavía más la boca del arma en la sien. El Beta, que fue reprimido por la Beretta hasta un punto en donde no pudo ni siquiera llegar a moverse, simplemente puso los ojos en blanco sin decir una palabra y lo miró.

—¿Entendiste o no? ¡No te muevas! ¡No hagas nada! Si te mueves a tu manera una vez más, te aplastaré la maldita cabeza. —Jungkook reveló lo que pensaba y como tal, le advirtió lo que tenía que hacer para que no se pasara de listo.

No eran palabras vacías, era nada más y nada menos que la verdad. Lo que necesitaba era un consolador, no un hombre y lo decía más que nada porque tener un placer que no podía controlar era completamente aterrador.

De hecho, su cuerpo hormigueaba con una emoción que aún se elevaba violentamente y no deseaba tener un placer tan extraño. Ni siquiera deseaba contárselo. Le había gustado tanto y tan profundamente que en su lugar, dijo que todo lo que necesitaba era un consolador de carne. No quería estar a punto de abrir la boca y confesar nada.

El hombre murmuró suavemente que no podía entenderlo así que Jungkook, despertando finalmente gracias a su voz grave, tiró con fuerza de la punta de sus labios y sonrió.

—Solo cállate y ya.

—Si es lo que quieres, lo haré. Tú mandas, tienes razón. Tengo que hacer lo que quieras.

El hombre, obedientemente, quitó las manos de la cintura de Jungkook y apoyó la parte posterior de su cabeza en la tumbona, como lo había hecho al principio. Luego, miró directamente al Omega y suspiró como diciendo "No tengo tu jodido tiempo".

Pero incluso en la oscuridad, la inquietante mirada brillante del Beta le estaba poniendo la piel de gallina. Tanto que hasta había levantado los muslos sin darse cuenta.

Su pene era pesado.

Cuando bajaba el trasero para atrapar esa cosa terriblemente grande, dura y caliente, la excitación y el placer hormigueante comenzaba a extenderse desde todas direcciones hasta hacerle sentir lujuria.

Los movimientos de su cintura y de sus caderas, temblando como si estuviera montando a caballo, aumentaron gradualmente de tal manera que el sonido de chillidos, gritos y humedad comenzó a resonar hasta llenarlo todo.

Jungkook cerró los ojos, se quedó sin aliento y se incorporó sobre los muslos del hombre. Sin embargo, el placer que había tenido frente a sus ojos cuando el tipo levantó violentamente la espalda y lo penetró, ya no se produjo ni una sola vez.

El hombre Beta había cumplido su promesa. Ya no lo sujetaba, ni se movía. Todo lo que hacía era acostarse, con ambas manos apoyando la parte de atrás de su cabeza, mirandolo fijamente y a la manera en la que sollozaba encima de él.

Su rostro estaba entumecido, el sonido de su respiración era silencioso y por supuesto, ni siquiera parecía un poco emocionado. Le ordenó que no se hiciera nada, pero no esperaba que se pusiera... Tan así. Llevaba una expresión aburrida en la cara, como si estuviera viendo un documental sobre ovejas pastando. Incluso aunque su pene todavía estaba increíblemente duro.

—Mierda.

Pero aún así, estaba increíblemente cerca de conseguir venirse.

Al parecer, hace un rato, una dura pelea con unos bastardos Alfa había logrado calentarle la sangre de tal forma, que todavía podía decir que estaba terriblemente excitado. Metió su mano y agarró su propia verga para lograr masturbarse.

Por supuesto, el chillido que sacó gracias a esto sonó aún más obsceno que el de la primera vez. El sudor goteó por su espalda, haciendo que ni siquiera la brisa del mar pudiera enfriarlo. El calor que le llegaba a la punta de la cabeza y el fuego de su respiración estaba a punto de quemarle el cuerpo por lo que dejó escapar un gemido exasperado y permitió que la pistola se le resbalara de las manos.

Poco después, un placer agudo le iluminó la mirada y una eyaculación caliente salpicó el interior de su entrepierna, haciendo que dejara escapar un suspiro de pura fascinación. Se sentía como si el calor de su celo, que se había disparado de una forma anormal, finalmente se estuviera desvaneciendo.

No era posible controlar todo el calor de un celo de un dominante, pero esto era suficiente para al menos dejarlo pensar. La fiesta terminaría pronto, así que solo tenía que irse a casa, bañarse y todo estaría bien en la mañana. Sin embargo, fue difícil sacar el pene del hombre fácilmente de su culo.

A diferencia del suyo, que había perdido la energía a causa de la eyaculación, la verga de ese hombre no se había ablandado en lo más mínimo y le estaba llenando todo el cuerpo otra vez.

—¿Se acabó ya? —Fue en el momento en que Jungkook estaba tratando de sacar sus genitales, que el Beta preguntó esto con una voz extrañamente ronca.

—¿Por qué?

—Nada, nada. Es solo que fue lo suficientemente corto como para comenzar a llamarte eyaculador precoz.

—¿Qué?

—Lo que oíste. Además, me obligaste a no moverme mientras te restregabas en mi. Tengo que decir que fuiste tan lindo como un conejo.

—¿Conejo? —Jungkook abrió los ojos para preguntar, pero el hombre se limitó a darse vueltas y vueltas como si tuviera un gato prensado en la ropa.

Jungkook apretó su pene, que todavía estaba atrapado en el agujero de su culo, bajó las nalgas y se sentó sobre los muslos del tipo. También presionó la parte superior de su cuerpo con las manos para evitar que decidiera aventarlo contra el suelo.

—¿Quién es un conejo?

No importaba cuanto lo pensara, la palabra "conejo" lo estaba molestando.

—Estabas trabajando muy duro para quitarte el calor y al ver que terminaste rápidamente no pude evitar pensar en nada más que en un maldito conejo. Eso hacen ellos ¿Por qué crees que les da tiempo de tener tantos hijos?

El enojo comenzó a subirle.

—¿Crees que es gracioso burlarte de mi?

—Oye, princesa Bunny, ya terminaste ¿No? Bájate, me estás acalambrando. Ah, y cuando lo hagas, acomoda mi ropa ¿Quieres? Mete bien mi cinturón. ¡Y limpia tu semen! No tengo ninguna intención de andar con el semen de otra persona en mi ropa.

—Oye, ¡Esto no fue solo mi culpa!

—¿¡Qué no!?

—¡No!

—¿No?

—¡Tú estabas conmigo!

Fue impulsivo decirlo en voz alta. Todo fue por el descarado hombre que dijo que era un conejo y que ahora tenía que limpiar. Pudo haber sido una mera provocación, lo sabía. Era posible que se hubiera enojado por haberle impedido levantar las caderas de esa forma tan loca que tanto le gustaba. Sin embargo, fuera como fuera, no podía permitir que ese hombre horrible tuviera una actitud tan fría contra él.

El hombre Beta enarcó una ceja y preguntó: —¿No lo hiciste todo tú?

—... ¡Estoy en celo!

—Tú fuiste el que dijo que solo soy un dildo con patas.

—Todo iba bien ¡Fue culpa de tu hocico!

—Ajá, mi hocico.

De alguna manera, el hombre pareció sonreír suavemente junto con él. Aunque Jungkook fingió no estar enterado de eso. Simplemente levantó su cintura y luego, la dejó caer con todas sus fuerzas.

—¡Ah! Condenado hijo de toda tu...

Profundamente, metido en una pared interior empapada, su pene se sumergió hasta llegar a la raíz. Luego, sin darse cuenta, siguió un vértigo irreconocible y un mareo ¿Había jugado alguna vez con un consolador como este? Definitivamente no.

—... Mira, deberíamos parar. Si un Alfa te huele y te sigue ¿Qué harás? Eres terco, tonto, y yo ya no voy a estar allí si te vas.

El hombre estaba hablando como si estuviera muy preocupado por él. Y en ese momento, Jungkook, que había escapado un poco de sus pensamientos conflictivos, entrecerró los ojos un momento para poderlo mirar. Era un hombre guapo, masculino y rudo, pero de alguna manera, bastante elegante y lo miraba como si se lo quisiera devorar.

También era un hombre lo suficientemente astuto como para ver incluso a través de su inútil terquedad.

Pero Jungkook no estaba dispuesto a seguirle la corriente.

—Señor tarado, ¿Por qué no se preocupa en cómo podemos follar sin mancharte más la ropa?

—¿Por qué? ¿Eso es lo que vamos a hacer

—Tu pene sigue estando enorme.

—Eso es cierto. Soy enorme.

—Veamos quien eyacula primero.

Jungkook fingió no escuchar, enderezó la espalda y sacudió las caderas descaradamente. Sin embargo, contrario a lo que había prometido, su pene se puso rígido como si estuviera a punto de derramar semen en cualquier momento ante el instantáneo placer que le había comenzado a ofrecer.
Sus tensas paredes interiores se convulsionaron, sus pies se pusieron en garra y luego, se quedó sin respiración.

Fue increíblemente bueno.

Ah, le encantaría hacer un consolador con la misma forma y calor que su pene.

Jungkook echó la cabeza hacia atrás y exhaló una terrible respiración, se oía un chirrido constante de sus costillas y sus caderas y también de su trasero. El sonido de las olas comenzó a escucharse por todas direcciones y el viento fresco sopló como si su encuentro nunca fuera a terminar.

Fue realmente... Algo que no esperaba.

¿Dijo que fue una aventura de una noche? No, fue más bien una violación cuando lo pensó con cuidado.
Jungkook parpadeó, recordó las cosas que pensó que ya había olvidado y notó que la pantalla de su monitor se había detenido hace mucho tiempo, como si mostrara su estado de ánimo.

Ese día, hace tres años, tan pronto como regresó a casa de la fiesta en el yate, su ciclo de celo comenzó tan en serio que tuvo que encerrarse en su habitación durante unos días sin salir. Por supuesto, era natural sacar el consolador que tanto amaba, ocuparlo como un loco y después de que el calor de su celo finalmente se calmara, olvidar por completo lo que había hecho a bordo del yate.

Era un sexo que solo había experimentado una vez en su vida, pero que en realidad no significaba nada y que no fue tan impresionante. Más bien, hasta era extraño que recordara los eventos de esa época ahora.

Más cuando ni siquiera podía recordar con claridad la cara de ese hombre.

Lo único que quedó como una imagen secundaria, fue que él era solo un Beta guapo y sexy como hombre. Por supuesto, no sabía su nombre, edad, ocupación ni a dónde pertenecía. Pero recordaba que su pene era lo SUFICIENTEMENTE GRANDE y firme como para hacerle eyacular a su gusto. También entendía que su actitud fue vergonzosa.

Y ya.

Había muchas cosas extrañas sobre ese tipo Beta que no le gustaban. En primer lugar, estaba el hecho de que no era de esos que se espantara fácilmente.

El hombre no se sorprendió cuando se dio cuenta de que en realidad era un hombre, y cuando reveló que él era un raro Omega dominante, e incluso cuando sacó su Beretta y lo apuntó a él. Solo hizo una mueca de sorpresa, cuando mucho.

No tenía miedo ni estaba aterrorizado, incluso al disparar implacablemente su arma contra los Alfas que lo habían estado persiguiendo. Todo lo que podía hacer era, mirarlo tranquilamente, como si fuera divertido.

Se preguntaba si solo estaba disfrutando porque incluso parpadeó como un loco, diciendo que estaba emocionado y que era muy genial.

—No te dejes engañar. Simplemente es... Es divertido pensar en eso.

Pero ¿Dónde diablos estaba ese tipo y qué estaba haciendo justo ahora? Mientras seguía pensando sobre ello, surgió una pregunta tan estúpida como esa. También era absurdo que la cuestión surgiera después de tres largos años. Pero, igual no importaba cómo lo pensara o desde que ángulo, era... Muy dudoso.

Era sospechoso que, en primer lugar, solo las celebridades hubieran sido invitadas en secreto a una fiesta en barco. Como no llevaba disfraz, lo más probable era que fuera un empleado en lugar de parte de la lista de invitados y ya que nunca había visto al hombre durante el evento, estaba aún más seguro de que no tendría que haber estado allí en primer lugar.

Sin embargo, estaba solo en un lugar desierto, contemplando el mar oscuro con tranquilidad. Escabullirse no hubiera sido una tarea fácil para un empleado... ¿Podría ser que no lo fuera? No importaba cuanto lo pensara, no podía entenderlo. Por supuesto, si quisiera, podría desenterrar su información incluso ahora. No importaba cuanto tiempo hubiera pasado, no había nada que no pudiera hacer si quería hacerlo. ¿Cuál era la dificultad de encontrar gente para alguien cómo él? Pero Jungkook negó con la cabeza. Era ridículo sentir curiosidad por un Beta y recordar eso después de tanto tiempo lo era aún más.

De todos modos, ese fue su primer y último encuentro sexual con una persona real y no con un consolador de juguete. Pero fue una experiencia que no podría llamarse ordinaria ni siquiera al decirla con palabras más ligeras así que, ¿Cómo podría ser honesto cuándo le preguntara Jimin? Era mejor convertirlo en un secreto que se llevaría a la tumba.

Jungkook apoyó la cabeza en la cabecera de la silla. Innumerables letras se estaban desplegando de manera desordenada en el monitor pero casi no había nada interesante allí. Le hacía sentir patético que el pasado, que de repente le había llegado a la mente sin previo aviso, le provocara emociones tan perturbadoras que no le permitían poner atención a su trabajo. Sin embargo, no importaba cuanto tiempo pasara o lo mucho que suspirara, el sentimiento no disminuyó fácilmente.

Se convirtió en un problema, en realidad y solo podía preguntarse ¿Dónde estaría ese Beta ahora?

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