Noticias sorprendentes
Jungkook se puso los guantes negros en las manos y los apretó entre sus dedos para acomodarlos.
A diferencia de la habitual camiseta y pantalones cortos descuidados que utilizaba, todo sobre su cuerpo era de color oscuro. Tenía una camisa negra y pantalones del mismo color, miró su reflejo en el espejo por un minuto y luego siguió caminando.
—Andando.
—Que guapo. ¿Ya está todo listo?
—Sí.
Yoongi, que estaba sentado en el sofá, mirando su teléfono, levantó una ceja y suspiró. Fue una mirada llena de sorpresa.
—¿En serio?
—Voy a... Levantarme y seguir adelante. No lo sé, necesito hacer esto ya.
—Solo ha pasado un poco más de una semana. ¿No crees que estás exagerando? No puedes tratar a las personas que trabajan para mí como incompetentes, están moviéndose muy rápido para hacerte feliz.
—Yoongi respondió con calma a la queja de Jungkook, luego se puso de pie y salió sin escucharlo.
La estación se estaba volviendo más calurosa ahora pero Jungkook solo subió al sedán que lo estaba esperando, con una expresión fría y dura en su rostro, y se acomodó en el asiento de atrás. Era como un hombre que estaba lo suficientemente decidido como para sentir el clima.
Habían pasado un poco más de dos meses desde que regresó a la residencia de Yoongi, en Seúl, pero ni siquiera sabía cuándo o cómo es que había pasado tanto tiempo. Por supuesto, en ese momento Yoongi lo había reprendido por no reportarse y le dijo que era "un idiota" por hacerse cargo de un trabajo del que básicamente no sabía nada. Sin embargo, él estaba completamente molesto por haber sido arrastrado fuera de la casa de Taehyung de una manera tan... Inesperada. Además de eso, no parecía existir forma de que Yoongi pareciera un familiar "bueno y preocupado" por él ya que incluso le había dado un montón de trabajo para que pudiera, y dijo textualmente, distraer su mente de las cosas inútiles.
No obstante, no importaba cuánto lo intentara o las veces que prendiera su computadora, lo que tenía en la cabeza no cambiaba en absoluto. Además, era cierto que no había nada que reclamarle a Jimin o Yoongi porque, incluso si fue inesperado, él era responsable de haberse retrasado durante mucho tiempo en comunicarse.
Afortunadamente, tal vez después de unos días y mientras manejaba las tareas urgentes una por una, descubrió que ciertamente no podía darse el lujo de pensar en Taehyung.
Pero eso sólo duró unos segundos.
Cada vez que tenía un momento para recuperar el aliento, le venían a la mente todos los recuerdos del tiempo que había pasado a su lado. Sus manos, sus labios, la manera en la que lo tocaba... Y cuando pasaba esto se sentía sin aliento e incluso parecía como si su corazón latiera con fuerza dentro de su pecho. Sin embargo, como no estaba familiarizado con las relaciones humanas, no sabía qué hacer o cómo aliviarse.
Quizá Taehyung iba a contactarlo.
Solía mirar su teléfono o revisar su correo electrónico todos los días. Sin saberlo, esperó por él y comenzó a sentirse triste por no poder verlo. Escribía textos en su celular explicando la situación y preguntando si estaba bien, pero luego se regañaba a si mismo y lo borraba todo. Al final, resultó que no podía hacer nada. Taehyung y él no tenían una relación tan profunda como para comunicarse y como el contrato había terminado, era natural mudarse y perder el contacto. Lo sabía bien.
Pero alrededor de la época en que Yoongi había terminado las tareas urgentes de su empresa, aproximadamente tres semanas después de regresar a Seúl y ya que tenía algo de tiempo libre, los pensamientos sobre Taehyung comenzaron a ocupar su cabeza con mucha seriedad. Era como si no pudiera hacer nada más que reflexionar sobre él y sus hombres de manera vertiginosa, repasando lentamente todo lo que pasó durante su tiempo en su casa.
De repente, una pregunta pasó por su cabeza. Permaneció inactivo durante un rato, luego se levantó y se sentó frente a la computadora. A partir de ahí, miró el monitor como un loco y buscó datos. No iba a haber problema ya que él era el mejor hacker en perseguir el paradero de cualquier persona que quisiera. Incluso contactó a Yoongi y le informó que iba a estar ocupado porque había algo que necesitaba hacer. Sin embargo, la noticia de que había atrapado al tipo que pensó que encontraría rápidamente, solo se escuchó, semanas después de que había empezado.
—Creo que es la primera vez que te veo salir desde que llegaste. —Yoongi que estaba sentado al lado de su primo, en el asiento trasero del sedán, lo miró con una expresión muy interesante.
—Pero es un gran pecado involucrar a una persona que lleva una vida tranquila. Soy un padre ejemplar ahora, recuerda eso.
—Necesito a alguien que me ayude a cometer un crimen de odio.
—Y que cave una tumba para enterrarlo.
Jungkook sonrió y cerró los ojos. Yoongi ya ni siquiera habló. Solo lo miraba por un momento, como si fuera divertida esta nueva fase de él. Luego abrió la tableta.
El sedán se detuvo.
Estaban frente a un edificio en ruinas que parecía que iba a ser demolido en cualquier momento. Estaba oscuro por todas partes y, por supuesto, eso lo hizo parecer muchísimo más sombrío de lo que ya era. Jungkook miró a su alrededor y siguió a Yoongi mientras él se dirigía al edificio como si tuviera muchísima curiosidad por lo que encontraría adentro.
El interior estaba en tan mal estado como el exterior. El espacio vacío pareció lleno de muebles y objetos rotos, polvo, telarañas y ratones. Pero más bien, el olor a sangre fue lo que agudizó sus nervios. Después de caminar unos pasos, sacó un pañuelo y se tapó la nariz. Ni siquiera era tan fuerte, pero no lo soportaba.
—Ah, Dios... Que asco.
—¿Te sientes mal? —Yoongi, que caminaba frente a él, miró en su dirección con una ceja levantada.
—No, solo te estaba avisando.
—¿Desde cuándo te da asco el olor de la sangre?
—La verdad es que no lo sé... —Jungkook negó con la cabeza mientras observaba cómo Yoongi se encogía de hombros.
Era muy desagradable... Y también era verdad que no sabía por qué. No podría decir si fue porque se acostumbró a su oficina o porque había estado alejado de lugares así durante bastante tiempo. ¿Quién sabe?
—Bueno, entonces ven.
El sonido de sus zapatos resonó con fuerza a través del edificio de techo alto. Dentro del lugar, varios hombres los esperaban y, entre ellos, estaba Hoseok, la mano derecha de su primo. Allí dos tipos, cada uno sentado en una silla, estaban atados con cuerdas y acomodados para que sus brazos quedaran hacia atrás. Su cara estaba manchada, como si hubieran recibido varios golpes, y gotas de sangre habían comenzado a caer de las comisuras de su nariz y boca hasta mancharles la ropa.
—Llegaron. —Hoseok, que había estado esperando, salió frente a Yoongi y le extendió la mano.
—¿Son ellos?
—Así es.
—¿Qué pasó con sus caras? Te dije que fueras discreto.
—Ellos saben cómo usar sus cuerpos. Hubo una pelea en el proceso de atraparlos.
Ante la breve explicación, Yoongi miró a Jungkook.
—Ya escuché. —Respondió insensiblemente. Los dos chicos estaban sangrando demasiado y era evidente que el olor le estaba dando un asco de muerte. Pero decidió hacerlo igual.
Yoongi dio un paso para atrás, como si no tuviera palabras. Luego cruzó lentamente las piernas y se sentó en la silla que estaba en el rincón. Era como una persona que iba al teatro a ver una obra.
—¿Estás seguro de que sabe lo qué hace? —Hoseok, quien se acercó al lado de Yoongi, preguntó esto con bastante cautela. Yoongi quien ordenó arrestarlos, solo observaba la situación igual a si fuera un espectador y decidió cuidar de su primo de un modo discreto y a la distancia, miró a Hoseok por un momento, luego apretó los labios y sonrió.
—¿Estás seguro de que has preparado un lugar para esconder los cadáveres? ¿O necesitas mi ayuda como de costumbre?
—Señor.
—A estado encerrado, es como si se hubiera convertido en un monje budista en estos días... Pero en realidad, no está tranquilo para nada. No se expresa.
—Eso es correcto.
—Bueno, entonces dejemos que lo haga y ya. —Yoongi agregó que en realidad "no era gran cosa", pero igual sus ojos se iluminaron mientras lo veía.
—Ir a cazar juntos después de un tiempo es divertido. Me encanta.
—Por cierto, ¿Sabe por qué?
—Preguntó Hoseok en voz más baja. A diferencia de Yoongi, que estaba entusiasmado con esta "nueva" personalidad de su primo, él parecía honestamente preocupado por el muchacho.
Como dijo Yoongi, debía haber una razón muy importante para que Jungkook, que había estado callado durante mucho tiempo, de repente decidiera levantarse.
—Mira a tu alrededor y descúbrelo tú mismo. —Yoongi se encogió de hombros y respondió esto.
Tenía una actitud relajada y sin preocupaciones pero Hoseok no lograba ocultar su mirada ansiosa. De verdad había pasado mucho tiempo desde que Jungkook se había vestido así e incluso colocaba esa cara. En realidad, no lo había visto desde que renunció a su puesto como sucesor de su abuelo y abandonó abruptamente a la familia Jeon. Después de comenzar a hackear junto a Yoongi, hasta pensó en él como una persona "relativamente normal".
¿Qué sucedió mientras estuvo fuera para que el hombre, que vivía como un ermitaño, revelara su verdadera naturaleza? ¿Qué le hicieron esos dos tipos como para que los quisiera muertos? No podía adivinarlo así que todo lo que hizo fue mirarlo con la idea de que si esperaba pacientemente, eventualmente lo iba a descubrir.
—Ha pasado un tiempo ¿Verdad?
Mientras tanto, Jungkook había comenzado a caminar lentamente hacia los hombres que estaban atados en las sillas. Los tipos, que lo miraron por una milésima de segundo, estaban tan rígidos como si hubieran sido empalados desde sus labios hasta su ano. A excepción de que sus rostros ensangrentados se contraían de asombro cada que lo escuchaban abrir la boca. No esperaban que fuera él quien los obligara a venir. Tal vez ni siquiera pensaron que volverían a verlo. Obviamente creyeron que la bomba explotó y que murió sin dejar rastro en el camión.
—Porque me recuerdan, ¿Verdad? —Jungkook empujó el pañuelo que cubría su nariz en su bolsillo y levantó la punta de sus labios en ángulo. Los hombres Beta parecieron honestamente aterrorizados.
Ellos sirvieron a Taehyung mientras estaban en Nuevo México. Para ser más precisos, podía decir que eran sus guardaespaldas. Porque mientras lo protegían, a veces se ocupaban de cada una de las tareas que el hombre les encomendaba y ese día, cuando Jungkook subió a ese maldito camión con bombas para intentar hackear el programa, fueron ellos los que lo llevaron hasta allí. Es decir, la ubicación del camión solo la conocían Taehyung, él y esos dos hombres que se lo llevaron, lo dejaron y desaparecieron, dejando un mensaje de que volverían cuando fuera el momento adecuado. Sin embargo, el camión en el que había entrado estaba cerrado con llave por fuera, y los que iban a venir a buscarlo ni asomaron la nariz. Fue Taehyung quien lo rescató del camión a punto de explotar.
Hasta ahora, no había tenido tiempo para pensar realmente en ello. No tenía la mente o el espacio para recapacitar sobre lo que sucedió, quién lo hizo u otras cosas. Luego, por tristeza, pensó en ello y reflexionó sobre los eventos de esa época uno por uno. Podía adivinar vagamente quién lo había ordenado, pero necesitaba estar seguro y las personas que sabían la respuesta eran esos hombres que cerraron la puerta y desaparecieron. Pasó más de una semana buscándolos pero encontrarlos tomó más tiempo de lo esperado. Estaban tan bien escondidos que parecían unas escurridizas cucarachas.
Al final, daba igual porque hoy sería su último día.
Jungkook no era lo suficientemente generoso como para perdonar a aquellos que intentaron matarlo.
—Hablen ya ¿¡Recuerdan quién soy!? —Jungkook levantó la pierna y entonces "Puck", pateó a uno hasta hacer que se cayera.
¡Bang!
El polvo se levantó con un fuerte ruido.
Mientras tanto, también se escuchó el sonido de la manera en que ese hombre gemía.
—¡No sabemos nada! No... ¡Solo hicimos los que nos dijeron! ¡No tengo idea de qué pasó! —El hombre, sentado a la derecha, tembló y gritó.
Los ojos de Jungkook se volvieron hacia el otro.
—¿Tú sabes algo?
—¡Nos dijeron que cerraramos la puerta para evitar que salieras! ¡Simplemente hicimos lo que nos dijeron! ¡Realmente no sabemos qué pasó después! —Su grito fue lo suficientemente fuerte como para retumbar en el interior de la habitación.
Jungkook se cubrió los oídos ligeramente porque ahora le estaba dando dolor de cabeza y luego, respirando, levantó la mano hacia el chico que estaba frente a él y preguntó:
—¿Alguien quiere jugar golf?
—Yo voy a...
—¡Denme los malditos palos!
Mientras hablaba, alguien corrió apresuradamente y regresó con unas cuantas pelotas de golf y un palo.
—Veamos.
Jungkook puso la pelota de golf en la boca del hombre que estaba tirado en el suelo. Él jadeó y sollozó sin parar pero no le hizo caso. Posó frente a él como si estuviera practicando golf, con un palo en la mano y un gesto en el rostro que decía que definitivamente no tenía su tiempo.
Luego habló, mientras miraba al tipo de la derecha que todavía estaba sentado.
—Sólo responde lo que pregunté. Deja de decir tonterías o vamos a terminar muy mal.
—Yo... Yo no...
Jungkook lo golpeó en la cara. El hombre en el suelo se retorció y la pelota que estaba mordiendo le rompió los dientes hasta dejar escapar un gemido reprimido que le puso los ojos en blanco. La sangre roja salió de su boca como vomito.
—Hey, ¿Qué tal? ¿Viste eso, Yoongi? Y eso que es un putter muy simple. El movimiento que viene es mucho mejor y eso significa que la próxima vez, no solo se te van a caer los dientes. Se te va a reventar la nariz y te explotarán los ojos. Este bastardo va primero y luego es tu turno. Mira con atención ¿De acuerdo?
Fue cuando Jungkook sonrió y levantó el putter a la mitad de nuevo que él hombre gritó. —¡Te lo diré! ¡Te diré todo!
El hombre, sentado en la silla, estaba honestamente aterrorizado. Solo se había balanceado una vez, pero ya estaba sollozando, llorando y orinando sus pantalones.
—¿Sí? ¿Quién es? ¡Dime quién se atrevió a decirte que cerrara la puerta del camión en el que entré!
Bueno, eso fue aburrido y poco interesante. Sabía la respuesta de todos modos, y solo necesitaba confirmación.
—¡Fue el doctor Kim! ¡Fue él! ¡Simplemente hicimos lo que nos dijo que hiciéramos! ¡Por favor!
En un instante, la mano de Jungkook se detuvo e incluso se olvidó de cómo respirar. El dorso de la mano que sostenía el palo de golf se le estaba volviendo aterradoramente blanco.
—¿...Quién?
Cuándo preguntó de nuevo, el hombre volvió a gritar.
—¡Fue el doctor Kim Taehyung! Dijo "Ciérralo para que no pueda salir de ese camión." Lo juro.
Los sollozos del hombre no se escuchaban correctamente, solo, flotaban en sus oídos. Ni siquiera podía entender lo que estaba escuchando así que no respondió.
Esto fue totalmente inesperado.
Mientras se quitaba la ropa, observó que había comenzado a gotear sangre. No se notaba porque su ropa era toda negra, pero estaba empapado en fluidos que no eran suyos.
Tiró su camiseta, su pantalón y se quitó los guantes, pero descubrió que su cuerpo también se había manchado por completo. Yoongi le extendió en silencio una toalla sobre sus hombros pero, fue en el momento en que se limpió bruscamente con movimientos mecánicos y suspiró, que sujetó la muñeca de su primo y le habló. —No me sueltes...
—Rápidamente inclinó la cabeza ante la repentina aparición de náuseas.
No se había dado cuenta de lo mal que estaba porque se enojó, pero a medida que su cabeza mareada se calmaba lentamente, el olor a sangre proveniente de la ropa que se acababa de quitar terminó por revolverle el estómago y lo más extraño era que las náuseas, mareos y vomitos le venían desde hace días, así que no podía culpar al olor a sangre realmente.
Eventualmente, vomitó sobre el suelo, que estaba empapado en sangre, y luego vomitó de nuevo en el inodoro, pero con más fuerza. No había comido mucho, así que lo único que salió de su estómago, fue agua y bilis.
—¿Estás bien? ¿Qué pasa? Nunca te sentiste mal antes.
—Es... Que no comí nada y me mareé.
—Yo tampoco comí y no estoy escupiendo mi estómago ¿Fueron esas respuestas tan impactantes?
—No lo sé. No me preguntes nada, por favor...
—Bueno, levántate... Ya está.
Jungkook se limpió nerviosamente las comisuras de la boca y frunció el ceño. No quería pensar en ello y la verdad ni quería contarlo. En realidad, solo se puso los pantalones, el abrigo y se fue de allí. Las huellas que dejó serían manejadas por Hoseok y sus hombres junto con los cadáveres. Eran buenos en su trabajo, así que en realidad ya no había nada de qué preocuparse.
Tan pronto como subió al sedán, que estaba estacionado afuera, se desplomó en el asiento y comenzó a intentar ordenar sus ideas. No era gran cosa, pero extrañamente este pequeño espectáculo había logrado que perdiera toda su energía. ¿De verdad había sido un shock? No lo sabía y tal vez tampoco quería saberlo. Pero una cosa era segura: Había mucho trabajo por hacer.
—Entregaré la información que necesitas tan pronto como la encontremos. Mis hombres son inteligentes así que estará bien.
Le dolía la cabeza porque había vomitado. Intentó cerrar los ojos y descansar pero, cada vez que el sedán temblaba, se sentía tan incómodo que pensó que vomitaría de nuevo.
—¿Crees que fue el doctor?
—Fue cuando el sedán circulaba por la autopista, que Yoongi hizo una pregunta como esta en tono "molesto."
Entonces Jungkook abrió los ojos y miró por la ventana. Su estómago se revolvía constantemente así que pensó que sería mejor concentrarse en la vista nocturna mientras tanto.
—No lo sé.
—Sea como sea, no parece una situación que no podamos manejar. Sería bueno para ti conservar la calma. —Yoongi le aconsejó esto como para calmarlo, pero Jungkook no respondió. Solo lo miró con una cara particularmente pálida, en verdad se estaba sintiendo muy mareado y sus ganas de vomitar no se iban.
—No sé si lo sabes, pero la compañía L&M está a punto de quebrar.
Jungkook volvió la cabeza. Yoongi continuó, mirando la tableta con indiferencia.
—Ya debes saber que el precio de las acciones se desplomó después de que fallara la prueba del misil.
Ante la frase "prueba de misil", Jungkook se estremeció por dentro. Yoongi no se preocupaba mucho por otras personas, pero era diferente cuando se trataba de negocios o temas de interés. Especialmente cuando se manejaban cosas sobre dinero.
Las pruebas de misiles de L&M Systems fallaron mientras Jungkook estaba fuera (precisamente mientras fue secuestrado por Taehyung, el exjefe de R&M y principal accionista de L&M Systems). Y era cierto que un misil, que el sistema L&M lanzó con confianza, fue uno de esos fracasos que nadie esperó. Había leído que todos los involucrados estaban en estado de shock y claro, al descubrir eso, Yoongi seguramente sospechaba lo que habían estado haciendo. Pero fingiendo que no, ni siquiera se lo mencionó alguna vez.
—Por cierto, hace un tiempo estaba leyendo un artículo de L&M. Parece que el director será cambiado muy pronto. Ya están circulando críticas muy serias sobre su supuesta falta de habilidad.
"..."
—Parece que el doctor Kim estaba tan decidido a derrotarlo, hasta que lo consiguió.
Jungkook tragó saliva. Ambos estaban locos. Kang, que estaba sonriendo todo el tiempo para ocultar su oscuridad interior, y Taehyung, que mantenía una actitud fría e indiferente sin importar lo que pasara a su alrededor.
No podían matarse entre ellos, así que se inquietaron y comenzaron una guerra interna. Pero algo era extraño igual... A pesar de que afilaron sus dientes, ¿Por qué pretendían ser amigables por fuera? Cuando Jungkook los vio la última vez, era como si los dos estuvieran construyendo una relación de amistad mientras ocultaban sus verdaderos sentimientos. Pero, ¿Qué pasó en el medio? ¿Taehyung quería estar en el centro de atención o pasó algo que ignoraba?
—Incluso hay rumores de que ahora el doctor Kim está vendiendo muchas de sus acciones de L&M Systems por separado.
Fue cuando Jungkook se frotaba la barbilla que Yoongi le dio esta noticia sorprendente.
—¿Está vendiendo acciones?
—Parece que quiere vender la empresa. Es por eso que el precio de las acciones se está desplomando aún más. Hay hasta rumores de que algunos afiliados ya se están preparando para comprar. Digo, obviamente no son noticias precisas así que no puedo solo creerlo. La estamos vigilando.
Jungkook juntó sus manos con fuerza. Taehyung siempre fue condenadamente difícil de entender. A qué se dedicaba, qué planes tenía... Lo que verdaderamente sentía por él, no podía averiguar nada. Era como si fuera imposible que alguien supiera el tipo de ideas locas que se le venían a la mente.
Demonios, su cabeza estaba latiendo.
Jungkook se llevó la mano a la frente y respiró hondo. Lo que fuera que estaba pasando dentro de L&M en realidad no era problema suyo así que ni siquiera entendía por qué se preocupaba tanto o por qué tenía que investigar.
—De todos modos, parece que algo muy grande está pasando allí. Así que, si puedes, aléjate. Escuché que casi mueres la última vez, así que es mejor que te detengas ahora.
"..."
—Me gusta matar gente contigo, no creas que no, pero sería mejor si solo... Haces tu vida como antes para que no seas arrastrado a su desastre. —Yoongi habló sin apartar los ojos de la tableta.
Jungkook miró por la ventanilla oscura del coche y contestó. —Estoy... Tan enojado que ni siquiera sé por qué estoy enojado. No hables de esto así como si nada porque no tienes ni idea de lo que me está pasando.
Yoongi , que estaba concentrado en su trabajo, lo miró con una expresión de perplejidad que era un tanto problemática.
—Es decir, ¿Realmente se atrevió a arrastrarme a una pelea de perros y gatos solo para matarme?
—Jungkook...
—Y dices que me aleje ¡No puedo hacer eso ¿Bien?! ¡No puedo hacer como si nada pasara y no puedo... Hacerme a un lado y ya! ¡Y no puedo olvidar al maldito hombre porque lo veo todo el tiempo en mi cabeza e imagino las mil formas en las que puedo reventarle el cráneo! ¿¡Entiendes eso!?
Yoongi no lo miró por un tiempo... Pero de repente soltó una pequeña risa y se recostó contra él.
Jungkook, que no podía contener su ira, respiró hondo y lo miró. —¿Por qué te ríes, loco?
—Porque amo, el nuevo tú.
—Ay, cállate.
—Te amo. Pensé que ya te habías muerto. Ha pasado mucho tiempo desde que vi a Jeon Jungkook actuando como un verdadero Jeon.
—¡Vete a la mierda!
Yoongi se encogió de hombros ante las palabrotas de Jungkook.
—Bueno, si eso quieres, entonces haré lo mejor que pueda para ayudarte. ¿Está bien?
Jungkook miró a Yoongi, quien por alguna razón estaba siendo amable.
—O paga los intereses de mis hombres y dime qué ya no me meta en esto.
—¿... Esa es una opción verdadera?
Yoongi se rió de nuevo y luego volvió a mirar su tableta.
Incluso en ese espacio, la vista nocturna pasaba a gran velocidad fuera de la ventana. Jungkook apoyó la barbilla en su mano y en silencio, comenzó a mirar los edificios y las pequeñas casas. Su cabeza estaba llena de pensamientos que nunca había tenido antes.
Su condición de salud era considerablemente peor que al inicio.
Estaba tan estresado que pensó que necesitaba calmarse antes de que llegara a explotar.
Fue a su habitación, cerró la puerta y buscó su dildo... Pero no tenía ganas. Era un mega consolador que solía ser útil en el pasado. Algo que le aliviaba satisfactoriamente el estrés cada vez que tenía un mal día. Pero esta vez solo fue como si el estrés se acumulara más y más en la punta de su lengua.
Sacó todos los otros consoladores que tenía, por si acaso, pero era lo mismo. Cada vez que empujaba uno dentro de su cuerpo, solo sentía que... Faltaba algo. Este es demasiado pequeño, ese es demasiado duro, el otro también carece de vibración, demasiado fuerte. Estaba tan enojado que se sacó el consolador y solo se dedicó a deprimirse en su cama. Necesitaba algo más. Un pene grande que estuviera más caliente y duro y que perteneciera a cierto hombre de sonrisa cuadrada.
Quería sentir ese movimiento de cintura sobre la cama, el que lo hacía sacudirse sin pensar.
El beso vertiginoso que le daba de vez en cuando y ese brazo que lo sujetaba con firmeza contra su pecho.
Una voz diciendo su nombre un montón de veces...
Y mientras pensaba en estas cosas, uno por uno, era obvio que estaba describiendo al imbecil de Taehyung.
—Que tonto. —Se lamentó con fuerza y suspiró.
Estaba a punto de volverse loco, eso era un hecho. No podía evitar desesperarse por el hecho de que no hubiera manera de resolver esta condición. No, no es que no existiera una forma, es que era doloroso porque estaba enamorado de él y además de eso, había otra razón que dificultaba que su condición volviera a la normalidad: El hecho de que había estado enfermo durante varios días, tenía síntomas... Raros. Cada vez era más frecuente que no pudiera tragar bien los alimentos porque tenía dolor de estómago. Se sentía como si estuviera mareado y vomitaba mucho en las mañanas. Aparentemente su estrés era serio. No podía dormir bien porque estaba muy nervioso y se volvía un desastre por las tardes, eso sin contar los raros antojos que le venían de vez en cuando.
—Jungkook, ¿No comiste hoy? —Jimin llegó para sentarse a su lado. La expresión de su rostro estaba llena de preocupación.
—No tengo hambre.
—Creo que ya adelgazaste. En estos días pareces muy enfermo.
—Creo que es solo porque estoy bajo mucho estrés.
Sus náuseas empeoraron bruscamente después de encontrarse con los Betas, que eran los guardaespaldas de Taehyung, y justo cuando escuchó que él había ordenado que lo encerraran en el vehículo. Además, tenía que ocuparse del negocio de Yoongi y había información que tenía que encontrar personalmente.
También estaba estudiando un poco sobre todo eso de la empresa L&M y sobre la ubicación de Taehyung así que, no era descabellado tener un trastorno nervioso gastrointestinal ya que estaba constantemente ocupado. Aunque sí se preguntaba si debería buscar un médico de una buena vez.
—Cuando tengo mucho en qué pensar, se me va el apetito. Es todo.
—¿Hay algo que quieras comer? Iré a la tienda y lo compraré para ti. —Jimin estaba preocupado así que, ante su amistoso consuelo, estalló en una carcajada.
—Jajajaja gracias. Es obvio que la única persona que realmente se preocupa por mí es mi adorable pero aterrador Jiminnie.
—Por supuesto que lo voy a hacer, somos familia.
Estaba agradecido con él por cuidarlo a pesar de que estaba tan ocupado con sus propios asuntos y como pensó que debería comer cualquier cosa por él para compensarlo, comenzó a intentar hacerse una idea de lo que se le estaba antojando probar en ese momento. Pero no podía pensar en nada.
Entonces, de repente, le vino a la mente un alimento. Era el sándwich que había hecho Taehyung la última vez.
—Ya sé.
Cuando lo recordó, un sándwich con ensalada se dibujó vívidamente frente a sus ojos. El día que llegó a su casa, el Beta fue a la cocina a preparar algo de comer.
Siempre esperaba su deliciosa comida porque tenía habilidades culinarias comparables a las de un chef de primera. Incluso era difícil pensar que era un doctor en ciencias de la computación y no un cocinero de renombre. Sin embargo, al final, regresó a este lugar y... Fue como si la comida que había preparado solo se hubiera esfumado del mundo.
Siempre decía que haría algo fácil de comer para el, porque estaba tan cansado que ni siquiera podía levantarse.
—Quiero un sandwich. —Mientras recordaba el pasado, dijo esto rápidamente.
—¿Un sándwich?
—Con ensalada y... Cubierto con huevos escalfados.
—Bueno, ¿Le pido al chef que nos lo haga? Espera.
Los sándwiches eran deliciosos cuando se hacían en el acto. Especialmente los sándwiches cubiertos con ensalada y huevo escalfado. Jimin se levantó y dijo que iba a preguntarle al cocinero en lugar de ir y conseguir uno en un restaurante en Seúl y justo después de eso, Jungkook, que había estado acostado en el sofá como un pollito enfermo, apenas se sentó frente a la mesa al escuchar a Jimin decirle que ya estaba listo.
En el plato había un buen sándwich que parecía sacado del restaurante de un hotel de cinco estrellas. Era uno cubierto con huevos escalfados, ensalada, y además le espolvorearon pequeños trocitos de frutos secos y nueces y una salsa hecha por el famoso chef de su primo.... Pero era sutilmente diferente de lo que él quería ver. No podía decir por qué, solo lo era.
¿Qué era realmente diferente? ¿Qué tenía de diferente el sándwich que pensó que quería comer?
Jungkook apretó el tenedor en su mano, pero no hizo nada. Para ser honesto, no deseaba comerlo. Tan pronto como lo vió, pensó que no era lo que quería y su apetito volvió a tocar fondo. Pero Jimin no logró actuar normal debido a su preocupación.
Pinchó un huevo escalfado con la punta de un tenedor, pensando que debería probar al menos un bocado. La yema cruda salpicó y se derramó en el plato, cortó un pequeño trozo de pan, lo mojó en la yema y se lo metió en la boca. Pero no podía masticarlo. Fue por el olor único de los huevos que se elevaba de la yema cruda y sí, otra vez, le dieron unas horribles ganas de vomitar justo allí.
—Ay no...
Tan pronto como puso esa rebanada de pan en su boca, escupió la comida sin masticar en la servilleta. Sin embargo, el olor de la yema de huevo que le quedaba en la boca le revolvió tanto el estómago que no pudo soportarlo más y corrió al baño.
Después de un montón de arcadas y vómitos desesperados, su rostro ya blanco se puso más pálido que de costumbre. Pálido y cansado.
—Maldita sea, necesito llamar a mi médico ahora mismo. No puedo más...
Después de lavarse la cara con agua fría, se lavó la boca en el fregadero y fue cuando abrió la puerta, que Jimin, quien se había quedado atrás de la mesa, se paró frente a él con una cara completamente indescifrable. Fue tan extraño que hasta se le hizo difícil levantar la cabeza.
—Lo siento... Es que realmente no me siento bien. Voy a ver a mi médico más tarde porque...
—Estás embarazado.
Las palabras que había murmurado en voz alta quedaron enterradas por las de Jimin.
—... ¿Qué?
Estaba tan sorprendido por sus palabras que hasta dejó caer la toalla que sostenía en la mano.
—Dijiste que estuviste en tu ciclo de celo con el doctor Kim.
—Lo hice, pero… No, no. Es imposible porque Taehyung es un Beta y con ellos... Pues no es algo que se logra así de fácil...
—Pero tus síntomas son una señal temprana de embarazo. No había logrado hacer una conexión hasta ahora, pero, cuando lo pienso, así es.
—Pero yo no... Son tonterías.
Estar... ¡Era realmente absurdo! No importaba cuánto se hubiera acostado con Taehyung o lo mucho que lo hubieran hecho día y noche durante todo el ciclo de celo, él era un Beta y él un Omega masculino. No estaba destinado a ser. Simplemente no. NO.
—Han pasado casi dos meses desde que pasó tu ciclo. ¿Correcto? Creo que sería una buena idea hacerte una prueba. —Jimin siguió hablando con firmeza. Como si estuviera muy seguro de lo que decía.
Jungkook, que estaba perdido en sus pensamientos, lo miró con una expresión completamente en blanco sobre su rostro y volvió a decir: "Imposible."
—¿Cómo podría tener un hijo de un Beta? No se puede, ya te lo dije.
—No lo sabes. Hay cosas en el mundo que realmente son así de impredecibles. Yo soy un Omega recesivo y tuve dos niños ya de un Alfa dominante.
Jimin era un Omega recesivo que había dicho que nunca había pasado por un ciclo de celo antes de conocer a Yoongi. Dado que era un hombre, no una mujer, y además un recesivo, las posibilidades de embarazo eran completamente escasas. Era seguro decir que era como si fuera un Beta pero, como dijo, tuvo ya dos hijos.
Aun así, Taehyung era un Beta ¿Por qué no podía entender que no funcionaba así? Un Beta no podía embarazar a un Omega masculino, ¿O sí?
—Pues nunca había escuchado algo parecido así que, si ya no tienes más que decir entonces...
—Jungkook, primero necesitas hacerte una prueba. Hazme caso.
—Pero… No. Yo no necesito hacerme una maldita prueba de embarazo. —Jungkook, que había estado refutando constantemente, se derrumbó en su asiento en un momento de creciente vergüenza. Sus piernas estaban tan débiles que no podía estar de pie así que Jimin, todavía preocupado, rápidamente se acercó y le tomó de la mano para darle a entender que podía poner todo su peso en él. Jungkook se levantó de su asiento y se mordió los labios.
—Me siento mal otra vez.
—Ven, te llevaré. No pasa nada.
Jungkook se mordió el labio y luego asintió. Pensó que era una suerte que Jimin, y no alguien más, se diera cuenta primero y se ofreciera a ayudar. Ya fuera que estuviera embarazado o no, el hecho de que necesitaba hacerse una prueba para salir de dudas, era evidente.
Jungkook respiró hondo y siguió a Jimin afuera y después de algunas horas, fue al consultorio médico en dónde se sometió a varias pruebas y exámenes y escuchó del médico noticias tan sorprendentes, que parecían... Una puta broma. El resultado de la prueba de embarazo era positivo, estaba embarazado del Beta que "supuestamente" había querido matarlo.
Las noticias sorprendieron a toda la familia Jeon y no solo a él.
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