Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Moonlight


Advertencia: Este capitulo contiene escenas 🔞

Sus párpados estaban increíblemente pesados. Apenas había abierto los ojos cuando notó que el movimiento a su alrededor era más lento que el promedio. En realidad, hasta le tomó más tiempo del necesario averiguar dónde estaba y cómo estaba debido a la oscuridad y aún así, tenía que decir que el paisaje de la habitación era muy desconocido para su gusto.  

Negó con la cabeza y repasó el primer recuerdo que le vino a la mente. Fue cuando entró en el camión que Taehyung había arreglado para volverlo un lugar en el que pudiera hackear. El calor del ciclo, que comenzó mientras se preparaba para el trabajo, se extendió más rápido de lo que había esperado y recordaba que de alguna manera, había conseguido justo lo que quería hacer con el plan de Taehyung.

Aunque sus manos temblaban y su mente estaba nublada, pudo terminar con el programa dejando los ojos de los espectadores de la prueba de los misiles, bien abiertos. Pero, después de eso y tras confirmar que el misil estaba fuera de trayectoria, se dio cuenta de que en realidad la puerta estaba cerrada. Los recuerdos de gritar por ayuda, así como los recuerdos de mirar a su alrededor tratando de hacer algo con la bomba, vinieron lentamente a su cabeza. En realidad, pensó que iba a morir. No quedaba mucho tiempo para que explotaran las bombas y era difícil controlar el calor de su celo lo suficiente como para manejarlo de un modo adecuado y la verdad era que todo después de eso estaba un tanto borroso.

Pero ahora, él estaba vivo y bien.

Quizá había sido Taehyung quien lo sacó de ese lugar porque, la sensación de que alguien lo sujetaba y corría por el desierto como un completo demente aún estaba muy presente en cada parte de su memoria. Sin mencionar que recordaba que ese hombre había estado conduciendo todo este tiempo mientras se mordía los labios.

Pero bueno, en ese momento su cabeza estaba tan mareada y confusa que fue difícil saber si era un sueño o una realidad. Sin embargo, su corazón le decía que no era un sueño, ahogarse con sus labios o decir su nombre debajo de él repetidas veces, su cuerpo pesado y el hormigueo de dolor que sentía dentro de sus nalgas demostraron que todas las escenas desconocidas que le venían a la mente eran verdaderas así que...

—Oh, Dios mío... —Negó con la cabeza y luego suspiró.

Además, ahora había notado que esta no era la habitación que le había dado cuando lo llevó a su casa. Aunque Taehyung no se veía por ninguna parte, este era claramente su cuarto. ¡¡Estaba lleno de su aroma!!

—De verdad debo estar loco.

En un instante, sus mejillas y su frente se calentaron hasta el infinito. Ni siquiera podía adivinar cuántos días había estado enredado con Taehyung o por cuántas horas y, claro, debido a que fue por un ciclo de celo podía decir que no podía evitarlo, pero ¿Entonces por qué él había...? ¿En qué estaba pensando? ¿Cuál era su excusa? ¿Por qué una persona que dijo que no volvería a tener sexo con él, le hizo el amor? ¿Era solo porque quería ayudarlo? ¿Por verlo suplicar? Pensándolo bien, recordaba haber estado llorando, rogando por un abrazo y deseándolo tanto que... Preferiría olvidarlo para ser honesto.

Se frotó las mejillas con una mano pero aún así, estaba tan rojo por la vergüenza que no sabía cómo iba a lograr volver a la normalidad. Ahora, ¿Cómo debía enfrentarse a Taehyung?

Tomando una respiración profunda y culpándose a si mismo, se obligó a levantarse de la cama para irse de allí.

—Oh, demonios…

Pero cuando lo hizo, el dolor se extendió por todos los rincones de su cuerpo hasta provocar que le fuera imposible dejar de temblar. No había lugar que no doliera, punzara o goteara, era como si lo hubieran molido a golpes y al pensar en Taehyung, que había actuado más como una maldita bestia endemoniada que como un hombre decente, opinó que en realidad el estado de su cuerpo era bastante... "Aceptable" para todo lo que él Beta le había hecho.

Se sentó y reflexionó sobre los eventos de los últimos días, uno por uno. Luego sacudió la cabeza y continuó con lo que estaba pensando hacer. Sin embargo, tan pronto como entró al baño, se quitó la ropa y la tiró en el cesto, una vez más pareció quedar sorprendido por todas esas huellas que había dejado sobre él. ¡De verdad había un montón de ellas! Su cuerpo estaba hecho un lío con marcas de besos, de dientes y chupetones.

¿¡Cómo podía haberlo dejado de esta forma!? Jungkook parpadeó, se movió, finalmente recobró el sentido y entró a la ducha. Fingió ignorar los rasguños en su cuerpo y terminó por enjuagarse con muchísima agua caliente. Luego salió, se puso una camiseta y un pantalón (Que debían ser de Taehyung) y salió de allí sin secarse el cabello. Era un poco ridículo caminar estando tan destrozado pero, no se detuvo ni una sola vez.

Hace un rato, su estómago había comenzado a rugir con muchísima fuerza. Pensó que era natural sentir hambre ya que había estado revolcándose con Taehyung durante varios días, en su habitación y sin comer nada decente.

Caminó por el pasillo del segundo piso y miró alrededor del laboratorio. El espacio donde había estado discutiendo con Taehyung durante las últimas semanas, aprendiendo sobre el programa de hackeo y quejándose sin parar, ahora estaba completamente vacío. Mientras miraba alrededor, el momento en que estaba sentado allí hace una semana, peinando su cabello, se sintió como si hubiera sido en realidad hace mucho, mucho tiempo y obviamente en ese momento nunca soñó que mezclaría su cuerpo con el de Taehyung así de apasionadamente.

Frotó sus mejillas por segunda vez y se apresuró a bajar al primer piso de la mansión. Pero, para su desgracia, Taehyung no se encontraba por ninguna parte. Ni en la sala de estar, en el recibidor o en la cocina. Pensó que lo encontraría allí si miraba alrededor pero, cuando no pudo hallar ni uno solo de sus cabellos, extrañamente perdió su energía y se sintió como si no tuviera más remedio que acostumbrarse a estar sin él por otro ratito.

Fue a la cocina, tomó un poco de leche y la comenzó a beber. Estaba ansioso por comer uno de esos "extraños platillos" que le preparaba cuando quería hacer algo especial para él pero, desde que se dio cuenta de que no estaba en la mansión, su apetito solo... Desapareció. Fue extraño. Solo bebió leche pero ya no quería comer nada más.

Después de vaciar el vaso,  volvió a salir. No había nada que hacer así que era un tanto deprimente. Más aún porque no había ningún programa de piratería en el que pudiera pasar su tiempo libre o un libro que pudiese leer y de repente, incluso se dio cuenta de que tal vez hasta había llegado el momento de dejar este lugar. Es decir, el trabajo estaba hecho y el ciclo de celo había terminado ya así que, no había razón para quedarse aquí por más tiempo.

—No parece que sea necesario quedarme... —Jungkook murmuró esto, se rascó la cabeza y se giró para regresar a su habitación en el segundo piso. Pero fue entonces cuando, de repente, una gran puerta doble le llamó la atención.

Era esa pequeña sala de conciertos que encontró cuando llegó a la mansión por primera vez. Dentro había un piano de cola Steinway y sí, tenía que decir que era esa extraña "recompensa divertida" por piratear que había ganado con cada uno de sus méritos. Lo había olvidado porque estaba muy ocupado y ahora básicamente se le había escapado el tiempo para jugar con él.

—Fue una pérdida total.
—Jungkook abrió la puerta, contuvo la respiración por un momento, miró el piano, luego se acercó lentamente al frente y se sentó.

Primero, masajeó suavemente sus manos. Cuando sus dedos se calentaron un poco, abrió el tablero y pasó las yemas por cada una de las teclas blancas y negras. Todavía emitía ese sonido claro y dulce, un ruidito que deslumbraba los oídos aunque no conocieras nada sobre música y como si estuviera poseído por esto,  extendió la punta de sus dedos y comenzó a presionarlas aquí y allá hasta que se produjeron varias notas hermosas.

Presionó las teclas durante mucho tiempo para hacer coincidir lo que quería, luego comenzó a mover sus manos suavemente a la derecha y dejó que una melodía lenta pero pesada, resonara en todo lo largo del salón. Era la canción que mejor se adaptaba a este momento, cuando todo el lugar estaba oscuro y silencioso.

El primer movimiento de la sonata de Beethoven, "Moonlight", era una pieza de unos 5 minutos y por ese breve instante, todo el salón pareció estar verdaderamente lleno de una luz de luna.

Jungkook imaginaba la luz moviendo suavemente sus dedos, como si lo acariciara. Igual a si en esa habitación, sin ventanas o cortinas, la luna somnolienta iluminara cada una de las paredes y pisos y finalmente, cuando terminó la sonata, la propia, más que la de Beethoven, sus dedos también dejaron de moverse.

Jungkook se sentó allí por un rato para recuperar el aliento y luego, sintió que no quería tocar otra canción o estar allí por más tiempo así que simplemente bajó la tabla.

—Creo que es hermoso. —Una voz grave vino desde detrás de él, igual a la suave y lánguida melodía de "Moonlight". Sus hombros se tensaron, se dio la vuelta y observó a Taehyung acercándose hasta él con un paso bastante lento. Estaba vestido cómodamente, con pantalones de algodón y una camisa blanca. No se sentía como si hubiera estado fuera por trabajo así que se preguntó donde había estado metido para verse tan... Tan guapo. Pero lo que deseaba decir no salió tan fácilmente porque fue como si sus labios estuvieran bien pegados.

—Tú siempre debiste ser un pianista. Imagino a las personas de todo el mundo, reuniéndose para escuchar tu música y... ¿No te arrepientes de no haber luchado por ello un poco más? —Taehyung le preguntó.

Jungkook, sin saberlo, estaba tensando la espalda otra vez. Era como si nada hubiera pasado entre ellos dos en los últimos días y de alguna manera, incluso se sintió igual a si hubieran regresado antes de irse a Nuevo México para una prueba de misiles.

—¿Qué haría yo con el arrepentimiento? —Jungkook también preguntó. Luego, lentamente volvió la mirada y miró el piano como si deseara verse reflejado en la superficie lisa y negra.

Los Omega y los Alfa siempre fueron prominentes en el campo del arte. Especialmente los Omega. Su talento innato para las artes, era particularmente delicado y bonito. Precioso, en gran parte.

Si no hubiera dejado de tocar el piano, como dijo Taehyung, ahora podría haber estado en un escenario nacional o incluso mundial. Cuando era joven, estaba seguro de que sería así. Creía firmemente en su talento e incluso soñaba con actuar frente a muchísima gente, ser el foco de atención en el escenario y los aplausos del público que nunca pudo recibir, todavía aparecían a veces en sus sueños pero, ahora, no era divertido recordarlo y arrepentirse de todo lo que había dejado atrás.

—Nada cambiará si me arrepiento y realmente no me gusta la gente así que probablemente ni siquiera podría pararme en un escenario y actuar. —La punta de su lengua estaba seca aunque hablaba como si no le importara en absoluto.

Taehyung se le acercó.
—¿Hay alguna razón por la que dejaste de tocar el piano?

Esa voz perforó la esquina más baja de su pecho. Jungkook no lo miró para nada y en su lugar, se quedó observando todavía su reflejo en el piano.

—Yo...

Era algo que nadie sabía, excepto su familia. No quería decirle a nadie pero, ahora, el interior de su corazón estaba un poco tambaleante y decidido. Igual a si hubiera un sentimiento extraño que le decía que podía contarle a Taehyung.

Por primera vez, deseaba ser honesto y consolado.

—No es una historia divertida.

—No me importa. —Taehyung insistió, extendiendo la mano y acarició suavemente el cabello de Jungkook. Era una caricia infinitamente amable así que no fue extraño que dejara escapar un pequeño suspiro. ¿Cómo era posible que la temperatura de su cuerpo fuera tan perfecta y reconfortante a la vez?

—Ya debes haberte enterado de que me especialidades en música clásica, ¿No?

—Sé que fuiste a una universidad famosa en Italia.

Claro, no había forma de que alguien con las habilidades para romper cualquier seguridad y piratearla si se lo proponía, no hubiera filtrado su información en menos de un minuto. Así como había encontrado datos sobre Taehyung, él también debió haberlo hecho en un momento en el que estuviera muy aburrido. Jungkook rió y se encogió de hombros.

—Hubo un tiempo en el que soñaba con ser un músico profesional. Entonces, elegí el piano como mi especialidad.  Cuando estaba en la universidad, mis padres me regalaron un piano Steinway y... Sin embargo, ser un Omega fue un obstáculo en todas partes.

Cuanto más lo pensaba, más triste se ponía. En cualquier momento, en cualquier lugar, incluso una persona normal podía convertirse en un perro loco cuando olía sus feromonas y por supuesto, en la universidad, los Alfas eran un porcentaje mucho más alto en comparación con los Beta o los Omega. Cuando ellos sabían que había un Omega dominante por allí, a menudo atacaban incluso si trataban de esconderse.

Entonces algo sucedió cuando estaba en su segundo año de universidad:

El principal profesor de Jungkook era un famoso pianista. ¡Era el mejor del mundo entero! Jungkook estaba maravillado por su presencia y por su manera tan particular de tocar el piano por lo que, en cuanto vio que él era el docente, inmediatamente solicitó clases con él.

Cada vez que lo veía, su corazón latía con fuerza, y cuando tomaba lecciones en el mismo salón, estaba increíblemente nervioso y preocupado por agradarle. Incluso podía decir honestamente que había sido su primer amor.

Jungkook, a quien nunca le había gustado la gente, estaba enamorado del pianista. Locamente enamorado.

De hecho, realmente no era como que le importara confesar sus sentimientos de inmediato porque al menos estaba feliz de que fuera él quien le enseñara en primer lugar. Un pianista al que respetaba y admiraba. Era un Alfa, pero siempre fue famoso por tratar a los estudiantes con mucho respeto. Además, era una persona que disfrutaba de una considerable popularidad porque tenía una apariencia atractiva, (como todo un alfa dominante), era soltero y un exitoso músico y profesor.

Había innumerables personas que lo querían. Tenía apasionados cortejos sin distinción entre Betas y Omegas, y de vez en cuando, alguno de ellos lo estimulaba utilizando sus feromonas. Pero el profesor no aceptaba a nadie. Su popularidad se disparó debido a su actitud de no tocar a los Omega y a pesar de que él era un Alfa dominante, siempre se sintió aliviado con él. Como si estuviera a salvo.

O al menos eso pensó.

Cuando estaba a punto de pasar a su tercer año, su abuelo, invitó al profesor a su casa para que fuera el tutor privado de Jungkook. De hecho, podía decirse que lo hizo bajo la presión de su nieto. Estaba maravillado de recibir orientación personal de parte suya y siempre esperaba el tiempo que tenían juntos.

¿Y si él hubiera pedido cortésmente tener una cita con Jungkook? Incluso después del paso del tiempo, a veces pensaba en cosas así. Estaba muy enamorado y ni siquiera él, que tenía alergia a los Alfa, hubiera rechazado estar a su lado. Le hubiese dicho que sí todas las veces del mundo. Su familia hubiera objetado por la diferencia de edad, pero al menos lo apoyarían al final.

Claro, no lo sabía porque en realidad nunca hizo esa pregunta. En cambio, le entregó un café con pastillas que había comprado por internet.

Era una droga que provocaba una reacción similar al ciclo del celo.  Cargó a Jungkook, quien se desplomó debido a la fiebre durante la lección, y lo hizo chocar contra las teclas del piano.

"¡Crack!"

El teclado hizo un ruido fuerte por su culpa.

Sus ojos estaban nublados.

Antes de que pudiera descubrir lo que estaba pasando, él derramó su feromona Alfa y provocó que le subiera la temperatura hasta la cabeza y cuando finalmente estuvo cubierto de su aroma, lo volteó y le bajó la ropa de un golpe.

—El aroma de tus feromonas es genial, ¿Quién te crees que eres como para soltar esto tan descaradamente? —El profesor lo regañó como si fuera culpa de Jungkook. Luego, acercó su nariz a su nuca y comenzó a hacer un sonido que parecía ser de gozo puro.

Quería alejarse de él pero, cuando se retorció de nuevo, el profesor tomó su mano, le quitó el bóxer y abrió sus piernas.

—No quiero...

—Claro que quieres, siempre me has deseado. En realidad, lo que estaba buscando desde el principio era un Omega dominante como tú porque puedes dar a luz a mi sucesor. Un Alfa super dominante.  Ciertamente, eres el único capaz de producir los rasgos de uno. —Puso los labios en su nuca y sonrió suavemente.

Fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Quería violarlo en su propia casa, sobre su piano. Desde un principio aceptó las clases particulares con esta intención y ni siquiera estaba haciendo un esfuerzo por ser amable. El proceso de construir una relación mediante el intercambio de sentimientos habría sido engorroso porque no quería ser su novio o su esposo. Era suficiente para él con violarlo y marcarlo a la fuerza. Una vez que lo marcara, inevitablemente pertenecería a él.

Era el destino, decía. Para él, un Alfa dominante, un Omega era solo un útero para producir su descendencia.

Jungkook apretó sus dientes y trató de alejarlo, pero sus extremidades temblaban y no podía moverse con facilidad. Había una gran diferencia de poder entre él y un Alfa dominante.

El profesor lo colocó sobre el piano, sacó su pene y lo frotó en el interior del muslo de Jungkook. La sensación del hombre tocando su piel, era aterradora y se sintió aún peor porque lo amaba. Lo amaba y lo había seguido durante mucho tiempo. Fue trágico verlo hacer eso cuando confió tontamente en él. Estaba indefenso, ilusionado y era estúpido.

Fue su culpa. Fue el resultado de confiar en la gente y decirles a todos que era un Omega dominante.

Yo... Definitivamente te mataré ¡Cortaré tu pene y se la tiraré a los perros! — Jungkook lloró y gritó, con los ojos bien abiertos. Sus mejillas estaban ardiendo por su celo pero el profesor solo se desabotonó tranquilamente la camisa y volvió a hablarle. —Será diferente una vez que estés enlazado a mi. Un Omega es así. Es lo mismo sin importar que seas un dominante. No tienes más remedio que ser destruido por mis feromonas y doblegarte a mi poder. Además, recuerda que te gusto. Deberías sentirte muy afortunado. —Le dio unas palmaditas en la mejilla, luego sonrió maliciosamente, agarró su muslo y lo separó una vez más.

El aire llegó al interior de su ingle y le puso la piel de gallina así que gritó.
—¡Muévete! ¡Realmente te mataré! Realmente voy a... ¡Ah! —Jungkook luchó, gritando tan fuerte como pudo. Pero él cubrió toda su boca con la palma y frunció el ceño.

Incluso si la insonorización es buena, será molesto si sigues gritando así.

Su mano, que antes había pensado que era larga y elegante, presionó con fuerza su boca hasta dejarlo sin respirar.

Las lágrimas cayeron de sus mejillas hasta ahogarlo.

Estaba temblando, destrozado y humillado como nunca jamás pensó estar.

Pero en ese momento...

—¿Qué estás haciendo...?
—De repente, una voz lenta y aguda resonó desde lejos. Era un tono de voz, con gran poder y lo suficientemente aterrador como para detener al profesor que estaba tratando de violarlo. Jungkook volvió sus ojos llenos de lágrimas y notó que frente a la puerta entreabierta, su primo Yoongi, con el que siempre estaba peleando, estaba parado con los brazos apretados, temblorosos y lleno de ira.
No le gustaba que Yoongi llegara de improviso pero, en ese momento, pareció más feliz que nadie por verlo allí. Si pudiera, desearía correr y abrazarlo con fuerza pero, el profesor enderezó los hombros desconcertado ante la inesperada aparición de Yoongi y lo jaló con él.

—¿A ti que te importa? —El profesor gritó, pero en realidad tartamudeaba. Debió haberse sentido aliviado de que nadie los estuviera molestando pero, de la nada llegó Yoongi y, además de eso, sus feromonas ya estaban viajando por  todas direcciones hasta golpearlo en la nariz. ¡No había forma de que no supiera que era un Alfa un dominante!

Jungkook ¿También piensas que es algo que no me importa? —Yoongi, que miraba en silencio al profesor, preguntó, observando ahora al chico que estaba semidesnudo Contra el piano.

Él sacudió la cabeza vigorosamente, con las manos del hombre presionadas contra su boca, sus pupilas que parecían estar diciendo: "Si solo te vas, te mataré también."

Así que solo entonces, Yoongi intervino con una sonrisa en su rostro. —¿Qué clase de bastardo estúpido se atreve a venir a molestar a mi familia?

Las feromonas de ira de Yoongi se derramaron sobre el profesor en un instante. Después de todo, el hombre era más fuerte que un Alfa dominante común y había logrado que el profesor temblara y se tambaleara debido a sus feromonas. Tenia los ojos bien abiertos y temblorosos y luego, cuando se hizo un poco para la derecha y bajó la mano, Jungkook se soltó y dejó caer la pesada tapa del piano contra sus dedos. ¡Bang!

Los gritos desgarradores del profesor llenaron el cuarto y sin embargo, Jungkook no se detuvo de inmediato sino que subió y bajó la tapa sucesivamente. Una y otra vez y cada que dejaba que cayera, mientras lo sostenía para que no fuera a huir, sonaba el chasquido de sus huesos rompiéndose como si fueran nueces. Como pianista sabía bien que sus manos eran su vida, así que rechino los dientes al ver como el profesor ponía los ojos en blanco y parecía a punto de comenzar a desmayarse.

Sin embargo, Jungkook, cuyos ojos estaban llenos de ira, no se dio cuenta de que ya no estaba consciente. Gritaba como un loco y le seguía destrozando la mano con todas sus fuerzas. Al final, su mano quedó aplastada a tal punto que no se pudo reconocer ni su forma o el inicio de un muñón.

Pero aún así, la ira no disminuyó. Estaba resentido y destrozado y quería vengarse de él por haberse aprovechado de lo que sentía por él.

Jungkook, que se sentó en el suelo, como si también se estuviera desmayando, gimió y dejó que las feromonas del profesor y las de Yoongi se mezclaran y lo asfixiaran porque, por un segundo, se sintió como si ya no tuviera caso seguir viviendo.

Oye... —Yoongi, que había estado observando en silencio hasta que Jungkook aplastó por completo la mano del profesor, caminó hasta llegar junto a la mancha de sangre que estaba creciendo en el suelo. Era una escena un tanto asquerosa de ver.

—Ven aquí ¿Puedes levantarte?

Gracias por venir. —Por primera vez en su vida, le agradeció a su primo desde el fondo de su corazón.

Yoongi se encogió de hombros. —Nada de gracias. Tendrás que pagar intereses más tarde.

Por alguna razón, su corazón se sintió cálido con esas palabras. —Idiota... Eres un idiota.

—Ven aquí cariño. Ven, te tengo, estás a salvo.

Jungkook vomitó, y luego comenzó a llorar mientras se limpiaba las comisuras de la boca con el dorso de la mano. Al sentarse contra el pecho de Yoongi, lloró y lloró por primera ocasión en los brazos de su primo. ¡Era la primera vez que le había pasado algo tan horrible y estaba honestamente enojado y asustado!

Mientras lo hacía, se prometió a si mismo que nunca más volvería a ser tratado asi por nadie. Además, prometió no volver a entregar su corazón a ningún Alfa y nunca dejarse influenciar por uno.

Después de llorar durante mucho tiempo y cuando finalmente pudo sentirse mejor, descubrió que Yoongi habia arrastrado al profesor mientras lo golpeaba por toda la casa hasta que solo quedaron las largas manchas de su sangre y el vómito que escupió.

—Después de eso, no pude tocar el piano otra vez. Cuando veo uno, pienso en esa época y... Siento como si pudiera escuchar las teclas siendo aplastadas debajo de mi cuerpo. No puedo tocar. Supongo que tengo un.... Trauma. —Jungkook miró el piano, con el tablero aún hacia abajo y dijo esto.

—Quiero decir, sucedió sobre mi piano favorito, con mi profesor favorito. Lo amaba y... Ah, el sentimiento de traición es indescriptible. Creo que odio a los Alfas mucho más desde entonces y siento como si mi corazón y mi estómago se revolvieran con sólo mirar las teclas. Ni siquiera puedo acercarme.

—Por eso entraste en pánico cuando te lo pregunté por primera vez. —Jungkook parpadeó cuando escuchó la voz de Taehyung.

Finalmente recordó el incidente. Tal vez porque estaba sentado frente al piano esa vez, la cara distorsionada del profesor, olvidada hace mucho tiempo, de repente le vino a la cabeza. Tuvo un breve momento de pánico y sus piernas vacilaron y se tambalearon como si se fueran a caer. Fue un momento en el que no tuvo más remedio que apoyarse en la espalda de Taehyung para poder respirar. Por supuesto, puso de excusa la anemia y creyó que Taehyung lo entendía y por eso no dijo nada.

Pero ¿Ya sabía todo sobre su condición en el momento en que lo secuestro?

—Entonces ¿Qué pasó con él? —Taehyung preguntó esto en voz baja y Jungkook finalmente recobró el sentido y tragó un poco de la saliva.

—No lo sé.

No había escuchado nada del profesor desde ese día y la verdad era que no le importaba mucho lo que pasara con él.

—Probablemente está muerto. Escuché que lo llevaron al hospital pero, mi abuelo se enteró después así que... Ya sabes, "se hizo cargo".

—Entiendo.

—Como nadie ha visto al profesor desde entonces, debe haberlo matado y enterrado en un lugar remoto. —Jungkook dijo esto con una cara indiferente.

—Me alegra mucho. Ojalá tardara en morir. —Taehyung también se encogió de hombros así que Jungkook lo miró y negó con la cabeza. Una persona normal estaría asustada con eso, pero él lo aceptó con indiferencia como todo un bicho raro.

—Siempre me sorprendo cuando reaccionas así.

—Soy una caja de sorpresas. —Taehyung solo respondió con indiferencia a las palabras de Jungkook. Fue casi como a modo de broma. —Entonces por eso dejaste de tocar el piano y empezaste a trabajar en las
computadoras.

Jungkook asintió. —Quería deshacerme de todo eso, huir y esconderme. Entonces las computadoras aparecieron frente a mi y me salvaron. Creo que fueron mi segundo amor. —Jungkook lo dijo a la ligera, como un chiste, pero Taehyung lo miró con una expresión firme en su rostro, sin sonreír y sin decir nada.

Avergonzado por su reacción, Jungkook se encogió de hombros también. —No seas tan serio, es solo una forma de hablar.

—Pero bueno, incluso pese a todo eso es asombroso que puedas celebrar un recital a nivel de un profesional en mi sala.

—Jajajajaja, es que después de un tiempo desde que dejé el piano, practiqué con un pianito eléctrico. Es algo que nadie sabe.

—¿Por qué no?

Cuando le preguntó por qué no le dijo a su familia, Jungkook pensó por un momento en lo complicado que sería. Aunque bueno, el abuelo, sus padres y Yoongi seguramente estarían felices de ver que podía volver a tocar el piano y había superado el trauma que esa horrible experiencia le dejó.

—Todos piensan que soy magnífico pero, me avergüenza un poco. Ha pasado mucho tiempo desde que toqué un Steinway, el que tenía en casa... Lo hice pedazos, incluso aunque mis padres me lo dieron como un regalo de ingreso a la universidad.

Era aterrador estar junto a él y, cada vez que lo miraba, temblaba ante el recuerdo de estar indefenso encima
de las teclas. Lloraba como un loco así que terminó por hacer lo más sensato y romperlo a pedazos.

Desde entonces, nadie, ni
una persona, mencionaba la palabra "piano" frente a él e incluso si estaba confinado en la casa como un ermitaño, nadie lo juzgaba de verdad por pasar todo el día frente a la computadora. Por supuesto, a veces, pensaba en cómo hubiera sido si hubiese tomado una decisión más valiente y hubiese hecho realidad su sueño.

Si fuera una persona fuerte, podría haber triunfado. Pero no hizo eso. No pudo. Podria ser porque tenía el corazón roto, o podria ser porque era más débil de lo que creía ser.

—Sin embargo... Todavía me cuido las manos como un hábito. No me gusta lastimarme. ¡Ni siquiera soy pianista, ya se que es ridículo!

—No es ridiculo para nada.

Jungkook miró fijamente a Taehyung cuando dio una respuesta tan contundente. No se rió ni lo miró con lástima. Lo observó como siempre.

—Fue gracias a ti que toqué un piano de verdad. Como te digo, solía hacerlo frente a uno eléctrico en mi tiempo libre, con los auriculares puestos... Pero en realidad nunca había estado cerca de un piano de cola. Pasó mucho tiempo desde que vi uno de estos así que, creo que fue increíblemente agradable.

Si no hubiera encontrado aquí un Steinway, podria haber vivido toda su vida sin tocarlo de nuevo. Habría estado así, sin siquiera soñar con volver a sentarse frente a las teclas.

—Puedes hacer lo que quieras. Ya sea que toques un piano eléctrico, un piano real o un piano en un juego de celular. Tú, puedes hacer lo que quieras, porque eres la persona más habilidosa del planeta entero. No creo que seas débil, no estás roto, y lo estás haciendo siempre de la mejor manera posible. En esto y en aquello, ya sabes. Eres el mejor hacker y si quieres, puedes ser el mejor panadero o el mejor escritor o el mejor maldito chef del mundo. —Jungkook, sin saberlo, abrió mucho los ojos y lo miró.
—Y no hay necesidad de culparte por ser un Omega. Por supuesto que no fue tu culpa. Es solo que el profesor que conociste era un completo cerdo. No tuviste suerte. Si ese bastardo todavía estuviera vivo yo lo habría encontrado y lo habría matado por ti, lenta y muy dolorosamente.

La voz serena de Taehyung, que lo miraba en silencio, se sintió particularmente dulce. Jungkook sintió que estaba a punto de acariciarle la mejilla así que desvió la mirada tan rápido como pudo. Por alguna razón, le era dificil enfrentarlo directamente.

—Jungkook, no hay otra persona que sea un Omega dominante tan bueno como tú. Eres perfecto así que, haz lo que quieras hacer y sé tan arrogante como siempre. ¡Al carajo ese tipo!

—Jajajajaja, yo no quiero que ser arrogante sea una de mis virtudes. —Jungkook se rió con tristeza.

El consuelo que Taehyung le estaba dando hizo cosquillas en el interior de su pecho pero, como era de esperarse, incluso así la risa no duró mucho. Fue porque Taehyung se inclinó y dejó caer su cabeza cerca de la cara de Jungkook y cuando la distancia se redujo entre los dos, dejaron de respirar sin darse cuenta.

—Y ya que puedes hacer lo que quieras, si no te gusto, recházame ahora.

—¿Qué...?

Antes de que pudiera preguntar a qué se refería, los labios de Taehyung se superpusieron con los suyos y acarició su boca con la punta de su lengua. Jungkook ni siquiera pareció poder parpadear o poder hablar para que le diera una oportunidad de hacerse a la idea. Fue solamente un minuto o muchísimo menos que eso, pero las respiraciones de cada uno se entrelazaron y se hicieron una sola.

—De lo contrario, sentiré que también me quieres y voy a continuar...

Su corazón latió con fuerza ante el sonido de la voz susurrante de Taehyung. Jungkook no pronunció ninguna respuesta porque estaba mirando fijamente el rostro del hombre que se acercaba de nuevo a él.

—Respondeme. —Taehyung susurró esto suavemente, sosteniendo el cabello de Jungkook entre sus manos.

—¿Por qué...? —Jungkook preguntó esto como si estuviera muy confundido.

—¿Por qué qué?

—Dijiste que odiabas a un hombre tan fácil como yo, también dijiste que no eras gay, dijiste que nunca más ibas a tomarme y que yo era molesto y feo.

Durante el ciclo de celo, pensó que casi lo había obligado a tocarlo porque se aferro a el por culpa de un deseo inútil. Pero, ahora que todo el calor se había ido y estaba bien, Taehyung lo besó sin dudarlo y dijo que la quería. No podía entender lo que estaba pasando esta vez.

—Es injusto mencionar la historia de hace tres años para usarla contra mi.  Creo, que las personas pueden cambiar y para ser honesto siempre me gustaron las mujeres y eres el único hombre que me ha gustado, supongo que eso me hace bisexual.

—¿En serio?

—Bueno ya lo dije, no me gustan los hombres en realidad pero, eres tú, el primero y el único y porque eres tú, quiero tocarte y abrazarte todo el tiempo. Es porque eres tú que quiero estar contigo y que deseo... Ser mejor persona para ti, quiero amarte y cuidarte por el resto de mi vida.

Sin pestañear, volvió a bajar la cabeza hasta un punto en que la distancia se redujo lo suficiente como para mezclar sus respiraciones. Confundido, Jungkook instintivamente trató de echar la cabeza hacia atrás pero, las grandes manos de Taehyung le sujetaron la espalda y lo mantuvieron inmóvil.

—¿Estás tratando de huir porque no te gusto? ¿No... Sientes nada por mi?Respóndeme y me iré si así lo quieres. —Taehyung lo miró directamente, con los ojos un tanto oscurecidos por tanto deseo. Pareció ser arrastrado por esa mirada profunda así que, sin quitar la mano que aún sostenía su cuello, lo miró, se acercó y lo escuchó pedirle que respondiera si no le gustaba, ni sentía nada por él.

Jungkook tragó saliva una vez más y contestó. —Me gustas... —En lugar de disgustarse, estaba ansioso por morder los labios que estaban tan cerca de los suyos.

La boca de Taehyung se elevó en un bonito arco, lo escuchó suspirar y, al momento siguiente, el hombre le lamió los labios tan lentamente como la primera vez.

¡Dios mio! fue un beso increíblemente dulce. Un beso que delineó sus labios como si los saboreara y que hizo que sus manos quedaran sin fuerza. Se escuchó un sonido húmedo, respiraciones calientes que se mezclaron entre sus lenguas apretadas y que provocaron que Taehyung probara su boca tan lento como le fuera posible. Estaba sin aliento, tembloroso y definitivamente sin el más mínimo recuerdo de haber tenido un beso así con nadie.

Cada vez que la lengua de Taehyung, que le llenaba la boca, le barría los dientes y el paladar, se olvidaba de que tenia que respirar por la nariz y poner fuerza en sus piernas. Se derrumbo cuando su lengua se envolvió alrededor de la suya y luego, incluso se permitió agarrar la camisa blanca de Taehyung entre sus manos para evitar caer.

—Que labios tan deliciosos...
—Taehyung lamió los labios húmedos de Jungkook, luego movió su boca por su mejilla, barbilla y cuello y terminó por besarlo en todas direcciones al final y contrariamente a sus palabras sensuales, la verdad era que sus movimientos eran infinitamente suaves y lentos. Más bien, era como su manera educada de pedirle permiso para llegar todavía más allá.

Levantó la camiseta holgada que llevaba puesta y le acarició suavemente el cuerpo con la palma de la
mano. Tocó cada rincón y poro de su bonita piel, como si quisiera grabarlo con la punta de sus dedos, y frotó sus pezones una y otra vez para intentar estimularlos.

Sus manos juguetearon con su pecho durante mucho tiempo, tocó sus costillas una por una, bajó por su costado, acarició su estómago plano y repasó un poco la forma tan equeña de su ombligo. Jungkook dejó escapar un largo y lánguido suspiro...

—Taehyung...

—Jungkook, escúchame, te voy a hacer el amor justo aquí. ¿Puedo? Por favor... Por favor... Déjame cuidar de ti... Déjame amarte. —Taehyung, que estaba acariciando el cuerpo de Jungkook, de repente agarró su camisa para poder quitársela.

—¿Aquí...? —Jungkook estaba sin aliento, pero levantó los ojos como si no pudiera creerlo. Solo estaban ellos dos y un piano de cola Steinway. No tenía idea de como iban a lograrlo.

—Exacto. —Taehyung agarró la camisa de Jungkook una vez más y le lamió el cuello hasta hacerlo encogerse en su sitio.

—Pero , esto... Aquí solo hay un piano... ¡Ah!

—De ahora en adelante, cada vez que mires el piano, puedes pensar en mí en vez de en ese maldito bastardo. Solo voy a estar yo, encima de ti repitiendote una y otra vez lo mucho que te amo.
—La voz de Taehyung, hablando como si estuviera enojado, era como una llama ardiendo a baja temperatura.

—Dime que te tome ahora mismo. Dime que me deseas, dime que lo quieres.
—Taehyung insistió en esto, hablando de una manera bastante feroz. Por un momento, la sensación de miedo se extendió por cada parte de su cuerpo, tenía miedo de que Jungkook lo rechazara, pero....

—Tómame, Taehyung... Te necesito.

Entonces él se apresuró a quitarle la camisa a Jungkook.

El aire frío tocó su piel expuesta y en el momento en que se encogió de hombros a su lado, con una sensación completamente intimidante, lo levantó y lo sentó en el piano.

Con un movimiento y un golpe, la cubierta del Steinway se cayó como si estuviera a punto de romperse.

—Así voy a cuidar mis manos de ti. —Taehyung pareció recordar la historia de Jungkook aplastando la mano del profesor con la tapa del piano.

Jungkook miró al hombre, quien hizo una broma que ni siquiera fue graciosa, y luego extendió los brazos en su dirección para que comenzara a besarlo.

Los pantalones de Jungkook, sentado en el piano de cola, cayeron junto con la tela de su ropa interior hasta dejarlo desnudo. Temblaba y tenía una sensación increíblemente extraña en su pecho porque, después de todo, estaba acomodado en un piano con la más pura intención de tener sexo justo allí.

Era un instrumento hermoso donde no se había asentado ni una sola partícula de polvo y ahora, estaba siendo guiado por un hombre que le estaba abriendo las piernas y extendiendo el trasero. Cuando pensaba en esto, incluso podía decir que estaba honestamente emocionado por lo que pasaría a continuación y eso por si solo ya era una locura.

Pero Taehyung se paró frente a él así que levantó la mano para cubrirse la ingle. Ya lo habían hecho antes y de todas maneras era vergonzoso exponerse frente a él de esta forma,  ahora que estaban completamente sobrios.

—Jungkook, aparta tus manos... —Taehyung insistió pero él tenía la cara sonrojada.

Sacudió la cabeza en negación. —No quiero...

—¿Por qué?

—Mi pene es... Mi pene es feo.

—¿Qué tu pene es feo? Te he estado cogiendo durante días ¿No crees que es muy tarde como para estar avergonzado?

Como dijo Taehyung, se habían estado cogiendo como bestias durante todo su ciclo del celo así que, obviamente no había lugar de su cuerpo que  no hubiera visto, lamido, besado o chupado ya. Aún así, era difícil mostrarle la verga y fingir que no pasaba nada con eso.

Jungkook, no apartó la mano. Es más, miró hacia otro lado como para evitarlo.

—No quiero que veas. Es... Es algo mío ¿Bueno? Déjame en paz.

Cuando respondió bruscamente, Taehyung dio un paso más cerca.

—Si me dices por qué, no miraré.

"..."

—Habla.

Era verdaderamente un hombre malvado.

Fue obvio que estaba diciendo esto porque al final haría un "movimiento maestro" que lo haría zafarse de la situación. Jungkook se mordió el labio y luego, dejó escapar un largo suspiro. —Mi pene es pequeño… Antes se burlaron de mí por esto y me dijeron que era como un bebé. ¡Es natural tener un complejo!

No importaba cuán Omega fuera, sabía que su pene era particularmente... Chiquito. Incluso era palido y delgado y apenas y había crecido un poco desde que era niño. Realmente no le gustaba para nada.

—¿Quién te dijo eso?

—Yoongi, ¿Por qué sigues preguntando sobre algo que obviamente me molesta?

—¿Yoongi? —La frente de Taehyung se arrugó ante el nombre. —¿De verdad actúas así por algo que te dijo el primo que obviamente tiene el mejor día de su vida cuando te molesta?

—De todos modos, sé que... ¡No Taehyuuung! —En el momento en que estuvo a punto de darse la vuelta, Taehyung le agarró la muñeca y se la quitó suavemente de la entrepierna. Por supuesto, sus genitales quedaron completamente expuestos entre sus muslos.

—¡Taehyung!

—Olvídate de eso. Tu cuerpo es precioso para mí.

—Maldita sea... —El rostro de Jungkook se puso rojo brillante y como si no fuera suficiente con mencionar que era precioso, pasó suavemente el dedo sobre su piel. —No sabía que llegaría el día en que miraría el pene de otro chico y diría honestamente que es bonito... Es decir, realmente me gusta mucho. Me encanta este fino vello púbico que crece aquí y me encanta el hecho de que se vea tan blanco y limpio. Siempre hace que me den ganas de chuparlo.

—Tú... Tú eres horrible con las palabras.

Debido a que Taehyung había dicho casualmente que quería "chuparlo", sus lóbulos de las orejas y la piel de su cuello ahora estaban casi al rojo vivo y antes de que pudiera evitarlo, Taehyung se inclinó abruptamente contra él y sostuvo los genitales de Jungkook de una sola vez entre su boca.

Gritó:

—¡Ah, ah, Taehyung! ¡Para, por favor! Palmeó su hombro un montón de veces y sin embargo, no fue con la fuerza suficiente como para empujarlo de allí. Después de todo, era tan fuerte como un maldito muro de piedra.

De mala gana, Taehyung lo sacó de su boca y agarró sus muslos, los extendió un poquito más hacia los lados para que dejara de molestarlo mientras lo mamaba.

Sus muslos temblaban cada que lamía sus genitales y la piel se le ponía de gallina cada que sentía el calor de su respiración. Fingiendo no darse cuenta de que Jungkook no podía ni respirar, le repasó el glande con la lengua y lo chupó hasta que sus mejillas se ahuecaron. Era como si todo su cuerpo estuviera siendo absorbido por su boca.

—Aaaah.

La sangre se apresuró a llegar su ingle en un instante.

Taehyung levantó los dientes para darle un par de mordiditas y luego lamió los pilares de su carne utilizando toda la lengua. Según él, era la primera vez que le chupaba la verga a un hombre así que no sabía por qué era tan increíblemente bueno para hacer esto.

Jungkook respiró hondo, hundiendo los dedos por el cabello de Taehyung. El pensamiento de querer parar y el pensamiento de no querer que lo sacara ocurrieron tan inesperadamente y al mismo tiempo, que parecía normal que perdiera la cabeza.

—Maldita sea, maldita sea ¿Por qué eres tan delicioso?
—Taehyung, que estaba lamiendo los genitales húmedos de Jungkook, se separó solamente para decir un montón de cosas que daban vergüenza.

—Ah, Tae... Taehyung a no puedo más. Por favor, por favor espera...

Su pene liso, blanco y completamente parecido a la carne de un plátano, se hinchó de un modo exagerado. Luego hubo un sonido repentino de su hebilla siendo liberada del cinturón y la imagen de Taehyung bajando sus pantalones con una sola de sus manos y tan pronto como su ropa quedó a la mitad y sus boxers comenzaron a bajar por sus piernas, un pene inmenso y lleno de venas, salió como un resorte.

Era, por supuesto, completamente diferente al suyo. Ya lo había visto bien hace 3 años, pero ¿Tenía la misma forma, grosor y tamaño en ese entonces? ¿Era eso lo que se estuvo metiendo en el celo? ¿¡Por qué se sentía como si hubiera crecido!? ¿¡¡¡El pene podía crecer en unos días!!!?

Los ojos de Jungkook se agrandaron y parecieron no poder apartarse de la ingle de Taehyung. ¡Y fue peor ahora que parecía no dejar de sacudirlo! Que se masturbara frente a él era terriblemente obsceno. Tan sensual que sintió como si ya fuera a eyacular.

Maldita sea, de verdad iba a correrse.

—Quita tu boca... Date prisa... ¡Ah! Siento que voy a terminar. —Tocó a Taehyung en el hombro y le gritó que despegara su boca antes de que fuera demasiado tarde. Pero el hombre todavía se aferraba a él como si no hubiera escuchado nada de eso. Por el contrario, incluso le dijo de forma indiferente:

—Hazlo.

Trató de aguantarlo, pero al final no pudo soportarlo más y lo soltó todo en la boca de Taehyung. El semen fue directo a su garganta y entonces "Gulp" su garganta se sacudió violentamente de arriba para abajo.

Jungkook contuvo la respiración. —... ¿Por...? ¿Por qué tú...?

Quería preguntarle por qué se lo había tragado. Sin embargo, esta vez el sonido no se produjo correctamente porque Taehyung decidió agarrar sus muslos una vez más y sostenerlos en alto para levantar su cadera. Sus labios húmedos y su lengua se deslizaron directamente por su perineo hasta hacer que Jungkook, medio acostado sobre el piano, dejara escapar un gemido de puro placer.

—¡Uh!

Con el sonido, la espalda se le curvó perfectamente. Las piernas, sobre los hombros de Taehyung, temblaron con fuerza y el cuerpo, que había estado tratando de ponerse de pie, finalmente se derrumbó sobre la tapa cerrada. Acomodó sus extremidades inertes sobre el piano y comenzó a moverse de un lado para otro mientras dejaba que chupara obsesivamente el agujero que estaba entre sus nalgas.

Fue una vista increíble.

En el piano, justamente en su piano favorito, Taehyung estaba haciéndole experimentar algo que nunca antes había imaginado llegar a sentir y él, incapaz de entender lo sobre estimulado que lo tenía, continuó lamiendo y chupando cada rincón como si le encantara hacerle perder la razón.

—Taehyung... Otra vez voy ¡Ah! Mientras sollozaba y eyaculaba, Taehyung finalmente levantó la cabeza y lo miró. Sacó la lengua de su agujero y mordió la carne del interior de su muslo.

—Jungkook, ¿Me estás diciendo que me detenga incluso conociendo lo codicioso que es tu agujero? Mira esto. Estás terriblemente ansioso por sentir como te lamo. Necesita llenarse.

Taehyung le metió un dedo en el trasero... Y como su entrada ya estaba empapada, sus dedos entraron sin dificultad y se balancearon en su interior hasta comenzar a ensancharlo. Por supuesto, fue una sensación completamente distinta a la de tener solo su lengua.

—Ah, Taehyung ¡Ya! ¡Ya es suficiente!

El Beta, que había metido el dedo en el agujero de Jungkook y masajeado sus propios genitales con la otra mano, curvó los labios en su sonrisa cuando lo escuchó.
—¿Qué quieres entonces?

—Tú pene… Ah... Méteme el pene. —Jungkook levantó los brazos y cubrió con ellos el rostro que se le había vuelto rojo y brillante.

Al final, ese tipo había estado esperando que él lo dijera primero incluso después de hacer que se moviera, mientras lo sostenía y ya que estaba sujetándo su propio pene como si estuviera en medio de una masturbación. Si no hubiera dicho que lo quería, que deseaba su pene, probablemente no lo habría hecho con él hasta el final.

Realmente tenía una personalidad de mierda.

—Dilo de nuevo. —Taehyung se quitó la camisa y la tiró a un lado, pero no se estaba moviendo. Su torso estaba tenso por la presión en sus músculos y ciertamente, sus movimientos y expresiones se sintieron como algo amenazante y tan sensual, que provocaron que Jungkook se humedeciera los labios con la punta de la lengua. ¡Ver su cuerpo desnudo estaba haciendo que se le quemara la garganta!

—Yo...

Taehyung notó que su mirada estaba llena de deseo, y lentamente comenzó a quitarse los pantalones para dejar al descubierto sus muslos gruesos y fuertes, su vello púbico tupido y espeso y el pene gordo que le llegaba hasta el ombligo.

—Dilo, cariño.

Se subió al piano con muchísima facilidad. Era como una bestia preparándose para comerse a la presa que tenía delante de él.

—Ponlo dentro de mí... No quiero ni tus manos, ni tu lengua, ni nada de eso..."

—¿No?

Era realmente un hombre malo.

Su expresión, como de costumbre, era indiferente mientras miraba hacia abajo y hacia que ambas manos se le fueran del costado del abdomen hasta sus caderas. Era impresionante que con solo una palabra se convirtiera en un demonio en celo y, era maravilloso y sensual que lo deseara con tantas ganas...

Mientras miraba a Taehyung, que estaba en el borde de la tapa, comenzó a arderle la garganta de modo que incluso volvió a sacar un poquito más la lengua.

—Me gustaría que te dieras prisa ¿Sabes...?

—¿Ujum?

—Um...

Fue cuando cerró los ojos con fuerza y habló, incluso antes de que pudiera terminar la frase, que Taehyung le levantó una pierna y le abrió las nalgas para poderse meter dentro de él.

El pene endurecido de Taehyung comenzó a entrar lentamente en su interior y, por supuesto, no importaba cuán suave fuera o lo tierno que lo tratara en esta ocasión, su cuerpo fue empujado hacia arriba de un modo bastante tremendo.

El piano de cola crujió y retumbó bajo su espalda.

—Sí, dime eso. Dime eso, mi amor ¿Qué más puedes hacer además de disfrutar de mi verga? ¿Eh? Te gusta que empuje en tu agujero así de fuerte ¿Verdad? No quieres que se cierre...

—Ah, sí. Sí, sí... Yo... ¡Ah!

—Así que dime que me quieres. Dime que te mueres de ganas de comerme la verga...

Taehyung se rió entre dientes y luego mordió el lóbulo de la oreja de Jungkook hasta hacer que respirara con la boca bien abierta. Ni siquiera podía gritar de forma apropiada.

No podía sacar ningún sonido porque era como si su garganta estuviera completamente bloqueada.
Era evidente que el hombre que había estado actuando tan tranquilamente hasta ahora no se encontraba ya por ningún lado. Solamente estaba allí su sudor y el "puck puck puck" que golpeaba violentamente su espalda con cada estocada nueva...

Sin embargo, fue obvio que a medida que las caderas de Taehyung aceleraban y empujaban más en su dirección, no podía pensar en nada más que en él.

Su cuerpo empapado en sudor continuó deslizándose hacía arriba y abajo sobre la superficie del piano. Taehyung agarró los tobillos de Jungkook y tiró de ellos para atrás hasta poder acomodar su trasero sobre su ingle, perforar con su pene profundamente en su trasero y chocar con su carne hasta hacerle gritar que "se sentía de verdad muy bien."

Los gruesos genitales del hombre llenaron su pared interior, lo inundaron completamente y luego lo volvieron tembloroso mientras lo conducía a su propio ritmo todo este tiempo.

Medio inconsciente, abrazó y besó a Jungkook, que estaba tirado en el piano, y le lamió el cuello como si pensara que el mejor sabor de su cuerpo estaba justo allí. Agarró su pecho, lo chupó con avidez, puso sus dientes en sus puntiagudos pezoncitos y los masticó como si quisiera arrancar un trozo. Sin embargo, el movimiento tan salvaje de su cintura nunca le permitió tomarse ni un minuto de descanso.

El aliento áspero que exhaló, el gemido intermitente de su boca y la blasfemia que gritó en un tono bajo, se entrelazaron y permanecieron en sus oídos durante mucho tiempo. Jungkook se estremeció, como una hojita, escuchando sin comprender los sonidos obscenos que estaba haciendo, mirando hacia arriba y separando los labios como si estuviera a punto de hablar.

El hombre lo levantó para acomodarlo, cambió su postura a voluntad y lo besó para intentar regresarle la mente que aparentemente había perdido por el éxtasis.

—¿Cómo estás? ¿Crees que ya puedas olvidarte de ese pendejo que venía a tu cabeza cuando tocabas el piano? ¿O todavía falta?
—De repente, Taehyung habló, sosteniendo el cabello de Jungkook entre sus manos para empezar a apretarlo. Él asintió.

El piano estaba cubierto de un líquido turbio y espeso y era difícil saber de quién era el semen. Tenía el culo levantado y los dedos clavándose sobre la madera.

Como prometió Taehyung, llevaba encima el presentimiento de que si miraba el piano de ahora en adelante, recordaría este momento en el que se mezcló tan promiscuamente con él y gritó que lo quería y solo pensar en eso ya estaba haciendo que sus mejillas se calentaran un montón.

—Ah, ah, ah ¿Qué debo hacer...? ¿Qué...?

—Lo estás haciendo bien, bonito. Si hubieras dicho que no era suficiente, te daría de comer mi verga hasta que incluso lo vieras al cerrar los ojos. Hasta que se te hinchara el estómago o al menos hasta que estuvieras mojado con mi puto semen adentro y afuera.

—Es suficiente... Espera.

Taehyung levantó las comisuras de sus labios. Lo sostuvo hasta que logró presionar su pecho contra la espalda de Jungkook y él, que estaba apoyado sobre su estómago con las caderas levantadas, se incorporó un poco para hacer que sus manos se acomodaran en su vientre de esa manera que le hacía sentir tan querido. Ya estaba manchado y lleno así que no sabía qué más estaba tratando de hacer con él.

Para ser honesto, estaba asustado.

—Ah, ah, no más… De verdad siento que ya no puedo.

—De ninguna manera. Quiero mostrarte lo codicioso y salvaje que es tu agujero cuando le dan la verga que le gusta... Mira nada más como se pone.
—Taehyung agarró el trasero de Jungkook y empujó su pene profundamente dentro de él hasta chocar con la pared de su ano. Su estómago estaba hinchado así que, asombrado por esa bonita apariencia, extendió la mano y agarró el pequeño bultito que ya se estaba comenzando a formar.

—No, no presiones así... ¡Ah!

—Dios, realmente puedo sentir mi pene bajo la palma de mi mano. Debes ganar algo de peso. Esto pasa porque eres tan flaco como un palillo.

—Ah, no intentes ser gracioso conmigo. Tu pene es ridículamente grande y por eso... ¡Ugh! Siento que mi culo se va a desgarrar.
—Jungkook finalmente sollozó en voz alta y dejó que las lágrimas cayeran contra el suelo. ¡Ni siquiera sabía que había comenzado a hacerlo! Se encogió de hombros mientras sostenía un piano resbaladizo lleno de sudor, semen y saliva con los dedos y luego, volvió a caerse contra él. "Pack"

El piano que estaba lo suficientemente limpio como para reflejar su rostro al principio, ya no se encontraba por ningún lugar.

—Ven, ven aquí... —Taehyung lamió sus mejillas mojadas. Luego besó su rostro y envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo para finalmente detenerse sobre sus caderas.

Jungkook gritó, apoyando su espalda en el amplio pecho de Taehyung y abriendo las rodillas cada vez más para dejarle más libertad de movimiento. Comenzó a serle más difícil de respirar...

—¡Ah, Taehyung! —Jungkook dejó escapar un grito, pero fingió no escucharlo.

Estaba atrapado en sus brazos así que no podía mover ni uno solo de sus dedos. Dejó que le separara las rodillas, le besó la columna y permitió incluso que entre sus piernas, sus pálidos y pequeños genitales se balancearan a libertad de un lado para otro.

Entonces, como era de esperar, extendió la mano para agarrar los genitales de Jungkook.

Incluso con una erección, su pene, que era más pequeño que el del Beta, era tan encantador, tan suyo, que lentamente pareció apretar su mano alrededor de la circunferencia.

—¡Oye, detente! ¡Taehyung! Ay, Taehyung...

—¿Por qué hasta cuándo lloras pareces tan obsceno? Me estás volviendo loco. Haces que pierda la cabeza, mi amor...

—Ah...

Una voz llena de lujuria resonó junto a su oído. Era como una bestia en celo. Además, incluso si la gente cambiaba con el sexo ¿Cómo podía ser tan exagerado? Es decir, no sabía para dónde se había ido el doctor de siempre. Ese amable, indiferente y estoico doctor que siempre se peleaba con él a la hora de comer. Este era ¿Qué? ¿¡El maldito médico del amor!?

—Espera por favor...

La mano de Taehyung, que agarraba los genitales de Jungkook, se movió rápidamente hacia arriba y hacia abajo en línea con el movimiento de su cintura.

Sus ojos se volvieron borrosos.

Su saliva estaba goteando...

Tenía miedo de lo que le pasaría debido a tanta estimulación. Más aún porque, sus muslos, abiertos de par en par, temblaban y los dedos de sus pies se habían puesto casi completamente en garra. El placer excesivo le hizo querer huir pero, en su lugar, los sollozos de Jungkook parecieron empeorar hasta volverse en gritos.

—Ah, ¿Sabes lo rico que se siente cuando se aprieta tu agujero? De verdad voy a volverme adicto a esto...

El sonido de sus secreciones salpicando resonó en la habitación debido a lo húmedo que estaba. Sonaba como... Estar bajo la ducha. Taehyung levantó su cintura de nuevo y Jungkook, todavía en su lugar, tembló y sollozó como un bebé mientras intentaba no caerse del bendito piano.

No podía levantar ni un solo dedo y sí, sintió que incluso estaba a punto de desmayarse.
Hace unas horas, cuando despertó en la habitación, estaba exhausto. Era natural que fuera difícil de soportar ya que, aunque apenas se lavó, fue devorado por Taehyung en un momento que llegó de la nada. Además, tampoco había comido nada.

—Ah, estoy... Estoy cansado...

—Un momento más, solo un momento más por favor.

La cabeza de Jungkook cayó sobre el hombro de Taehyung y este, que golpeaba su verga todavía contra él, se mordió los labios y lo abrazó tan fuerte como pudo. Su estómago estaba caliente mientras recibía ese semen lechoso que goteaba por el agujero que sostenía sus genitales y entonces,  Taehyung le mordió el cuello y soltó una palabrota en voz baja.

—Ah, maldición, si yo fuera un Alfa... Si yo fuera un Alfa entonces podría haberme enlazado contigo ahora.

—Taehyung.

—No, al menos hoy... Hoy mismo podría haberte dejado embarazado. Durante todo el día, tu agujero ha estado empapado con mi semen así que ya llevarías a mi bebé en tu vientre. Si yo fuera un Alfa...  —La voz de Taehyung se escuchaba un tanto cortada. Fue difícil para él entender correctamente lo que deseaba, así que no sabía qué responder.

Jungkook intentó mirarlo... Sin embargo, ya fuera por su visión borrosa o porque estaba muy mareado, su figura no se podía enfocar claramente.

—Maldita sea, es una pena que no sea un Alfa. Nunca había estado tan enojado con la vida por algo. Es, tan molesto. Es triste ¿No? Se siente como si no pudiera tenerte del todo. Le vendería mi alma al diablo por poder marcarte.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro