Encuentro con el enemigo
Las nuevas pruebas de misiles para L&M Systems, estaban programadas para realizarse en la Base de la Fuerza Aérea Holoman en Nuevo México. Como resultado, Taehyung y Jungkook se mudaron a Nuevo México dos días antes del día "D", la fecha programada para la prueba. De hecho, Taehyung había invitado a investigadores y ejecutivos que participaron en el desarrollo y luego había puesto manos a la obra para prepararse con lo demás.
Después de todo, el hombre que había estado planeando estropear la prueba debía darse prisa.
Pero contrario a lo que pensó que pasaría, Taehyung estaba leyendo tranquilamente un libro mientras él veía por la ventana del avión. Además, cuando pensaba que este "truco sin sentido" debía tener éxito a como diera lugar, sus dedos parecían comenzar a ponerse pegajosos y hasta empezó a enfriarse sin darse cuenta.
Había pirateado muchas cosas hasta el día de hoy pero nunca, nunca en su vida había estado tan nervioso como ahora. Quizá sea porque era una experiencia desconocida en muchos sentidos. El hecho de que la piratería se realizara para otros y no para él mismo, volvía todo diferente.
¿Taehyung podría completar el trabajo a la perfección de la manera que quería? Lo pensó y comenzó a preocuparse de nuevo. Por él y por cada cosa que no encajaba en sus planes.
Jungkook se acarició y se frotó las yemas de los dedos. Sin embargo, una vez fríos, sus manos ya no podían calentarse nunca.
—Ven aquí, dame tu mano. —Jungkook dejó de mover inconscientemente la mano que se frotaba y levantó la cabeza solo para ver a Taehyung, que estaba sentado frente a él, con una postura ligeramente inclinada y estirando el brazo en su dirección.
—…¿Qué?
—Dame tu mano.
—¿Por qué?
¿Qué iba a hacer?, miró su mano extendida, como si le pidiera la pata a un cachorro.
Mientras estubo viviendo con Taehyung, exactamente durante dos semanas, pareció haberse convertido en un hábito mirarlo con sospecha antes de hacer cualquier otro movimiento. Entonces Taehyung chasqueó la lengua y, sin esperar, agarró la mano de Jungkook y la revisó antes de comenzar a acariciarla... E inmediatamente después, el calor comenzó a extenderse por todos los rincones de su cuerpo como si fuera pólvora real.
—No hay necesidad de estar nervioso.
—¿Quién está nervioso...? —Fingió no estarlo y trató de responder muy casualmente, pero, sin darse cuenta, sus palabras parecieron sonar increíblemente temblorosas. Tal vez fuera porque Taehyung no dejaba de acariciar su mano.
—Oye, no... No hay necesidad de que hagas esto. —Jungkook trató de zafarse de él. Sin embargo, no fue fácil sacudir la mano que lo sostenía con tanta fuerza.
—Cada vez que te pones nervioso, juegas con tus manos. Comienzas a estrujarlas y moverlas como un loco.
—Eso no es...
—Tus manos son como un par de cubitos de hielo ahora. Déjame hacer que se sienta mejor.
En lugar de intentar reclamar, perdió su energía y mantuvo la boca completamente cerrada. Ni siquiera podía pensar en quitar su mano de él de nuevo. Tal vez, ya era hora de que se rindiera y volviera a mirar por la ventana.
—Jungkook, lo que te debería preocupar es lo que pasará después de la prueba. Hoy todo está bien ¿De acuerdo? —Jungkook pareció despertar con la suave voz de Taehyung. Hizo un pequeño ruido con la lengua y luego, solo asintió. Había estado pensando en cómo manejar esto de un modo perfecto así que, lógicamente había olvidado que en realidad nada interesante pasaría hoy.
Entonces Jungkook planteó una pregunta interesante:
—Por cierto, doctor, ¿Dónde se supone que voy a trabajar si vas a Nuevo México permanentemente? ¿Vas a hacer que me quede solo en Corea?
—Estaba a punto de hablarte de eso.
Taehyung parecía que no podía explicarse fácilmente. Al igual que si pensara que tenía un horrible dolor de articulaciones, apretó firmemente sus pulgares contra su muñeca y comenzó a dibujarle pequeños circulitos mientras reflexionaba sobre sus pensamientos. Parecía tan ansioso que ni siquiera encajaba con él. ¿No era este un hombre orgulloso al que se le ocurrió un plan loco para piratear el sistema de misiles en primer lugar? Algo en lo que la gente común ni siquiera pensaría. ¿Por qué ahora estaba vacilando?
Jungkook, que se puso ansioso por su prolongado silencio, preguntó con urgencia: —¿Entonces?
Taehyung abrió lentamente la boca y contestó: —... Te mudarás a Nuevo México conmigo. —No fue una gran respuesta.
—Bueno ¿Y cuando llegue ese momento qué haremos? ¿Qué va a pasar con los sistemas y equipos informáticos que tenemos en casa?
—Ya lo preparé. Nos vamos a acomodar en un lugar cerca de un campo de tiro de misiles. Vamos a trabajar en un camión. —Taehyung respondió esto en voz baja, mientras reflexionaba sobre sus propios pensamientos.
Los ojos de Jungkook se oscurecieron terriblemente cuando preguntó otra vez: —¿Camión?
—Es un camión a prueba de balas.
Involuntariamente, su boca se quedó completamente entreabierta. En el medio, dijo algo como "Uh..." Y se le escapó un gemido feroz.
—Si te estás atreviendo a poner una computadora y un sistema de piratería en el camión para entrar al programa secreto, entonces debe haber una sola razón.
—¿Sí?
—Significa que vamos a ponerle una bomba y hacerla estallar. —Jungkook lo miró y habló sobre lo que pensaba que pasaría. El hombre presionó su pulgar contra su mano de nuevo.
—Así es. Voy a poner la bomba allí y cuando terminemos, entonces detonaré todos los sistemas que has estado usando. Todas las pruebas se convertirán en polvo y se irán volando muy, muy lejos.
Incluso si el truco fallaba, incluso si intentaban rastrearlos, tan pronto como terminaran de trabajar, todos los dispositivos dentro del camión explotarían y la evidencia desaparecería. Lo mismo ocurriría con la piratería.
Cuando terminara, bastaría con presionar un botón para hacer como si nada hubiera pasado para empezar. Sería un final limpio y perfecto. Al menos para él. Desafortunadamente, no fue un plan muy aceptable desde el punto de vista de Jungkook. En primer lugar, piratear con una bomba dentro era una locura. El solo hecho de tener una cosa explosiva a su lado, que estallaría con el paso del tiempo, podía hacer que se distrajera y se equivocara. Así que, cuando lo escuchó, sintió un escalofrío.
—Si no va bien, yo...
La primera pregunta que le vino a la mente fue: "Si no salgo a tiempo, ¿Explotaré y moriré?" Desaparecería como polvo, sin dejar rastro, junto con las computadoras y los sistemas de piratería.
—De ninguna manera. —Taehyung frunció el ceño y negó con la cabeza. —Te lo dije antes. Todo está controlado por mi, no solo por máquinas.
Eso era cierto.
Era una ventaja que Taehyung manejara todo por su cuenta. No hacía falta decir que si estuviera a cargo de este tipo de trabajo, también lo manejaría con sus propias manos sin dejarselo a terceros. Era algo que tenían en común.
—Jungkook... —Mientras el Omega luchaba contra su propia mente, Taehyung murmuró su nombre en voz baja. —No te dejaré. Si como crees, fuera a utilizarte y tirarte después, ni siquiera te mencionaría que es un camión cargado de bombas.
—Tal vez porque te da igual matarme... —Por un momento, Jungkook, que se había frustrado, le mostró una sonrisa un tanto burlona.
Pero entonces Taehyung lo miró fijamente y luego volvió a hablar. —Guarda la información que robes en una USB, y dámela cuando salgas. No la mandes.
Jungkook frunció el ceño ante la orden repentina. "¿Por qué molestarse?" Fue la primera pregunta que le vino a la mente, pero no se atrevió a plantearla. Ya sabía por qué estaba haciendo eso. —Estás creando deliberadamente cosas tan problemáticas... ¿Por qué te gusta complicar lo que ya es complicado?
—En primer lugar, no puedes enviarme información directamente desde allí así que sería mejor si me pasaras los archivos de esta manera. Si lo haces, vamos a estar mil veces más seguros de que nadie nos rastreó.
Pero en realidad, eso fue estúpido. Si eras un hacker como Jungkook o Taehyung, que era más talentoso que él o incluso más talentoso que cualquier persona en el mundo, no importaría cuán engorroso y difícil fuera, podría abrirse camino de alguna manera para no dejar rastro. La USB no era necesaria. Jungkook se rió, cerró los ojos y luego suspiró. Taehyung estaba intentando hacerle ver que era seguro y que no lo dejaría... Y que fuera de esa forma con él era un tanto lindo.
—Si tienes la información que necesito, no puedo deshacerme de ti. Si te hace sentir seguro, entonces yo haré lo que sea. Te dejaré todo en las manos ¿Eso es suficiente? —Taehyung lo explicó con bastante seriedad, pero Jungkook solo respondió a la ligera con un pequeño "Sí."
Es decir, su sugerencia no estaba mal pero, había una cosa que no sabía. Nunca tuvo miedo, porque siempre había pensado que ese hombre podía cuidar bien de él. Incluso si no se hubiera molestado en decirle que guardara la única información existente en una USB para que pudiera traerla de vuelta, habría entrado en el camión. Porque tenía la confianza absoluta de que Taehyung no iba a hacerle daño. No era fe ciega, solo un sentimiento de certeza que provenía probablemente de su lobo interior.
—¿Qué pasa si pierdo el USB? —Continuó contemplando la situación y preguntó, escaneando a Taehyung con la mirada como si buscara algo que le demostrara su preocupación por él. Por supuesto, fue hasta ridículo porque no había forma de que perdiera el USB. Podía decirse que solo tenía curiosidad.
—Entonces, no tendré más remedio que encerrarte en mi casa para siempre. —Su respuesta fue más tranquila y sencilla de lo esperado.
Jungkook, que había estado buscando pacientemente su respuesta en su corazón, se echó a reír ¿Qué era eso? ¿Tenía miedo de que fuera a huir con él o creía que iba a mentir, tener en sus manos esa información y pedir una recompensa mayor más tarde?
—Si la transacción se completa correctamente, no habrá problemas entre los dos, pero si hay pequeños baches en el medio, bueno... Nuestra confianza se hará pedazos.
—Seguramente será incómodo para ti. —Jungkook sacudió los hombros y luego suspiró durante mucho tiempo. Pero Taehyung solo lo miró directamente, y no dijo nada más. —Pero sabes que soy bastante vago ¿Verdad? No compro ni vendo información de otras personas porque es algo muy molesto. Trabajo duro para estimular mi interés, pero no quiero hacer el trabajo aburrido de un espía, incluso si es algo bien pagado. Así que... No hay necesidad de preocuparse. No te traicionaré.
—De todos modos, es la primera vez que haces algo peligroso como esto. Es normal estar nervioso.
Pero incluso mientras decía eso, el rostro de Jungkook no mostraba la más mínima tensión. De hecho, no había ninguna razón para estar preocupado ahora ¿No era ya demasiado tarde para dar marcha atrás? Además, Taehyung sugirió que tuviera la información en USB como para hacerle saber que su vida no corría peligro. Entonces, como dijo, siempre que lo entregara correctamente, el trabajo se completaría de manera segura y podrían olvidarlo.
El hecho de que estuviera preocupado no cambiaría nada.
—Doctor, no se preocupe demasiado por mí, intentaré terminarlo pronto. —Al contrario de la primera vez, dijo esto más bien como para consolar a Taehyung. Pero su expresión era más firme que cuando habló de la bomba.
El avión privado de Taehyung aterrizó en el aeropuerto internacional de "El Paso" en las afueras de Texas.
Era Texas, no Nuevo México, pero estaba la Fuerza Aérea igual.
Era el aeropuerto más cercano, con una hora en coche a la ciudad más cercana.
El pequeño aeropuerto estaba increíblemente tranquilo. El cielo estaba despejado, pero la sequedad característica de estas regiones hizo que su boca se sintiera seca muy pronto.
Siguió a Taehyung, que ya estaba caminando por delante de él, y acomodó mientras tanto la bolsa que tenía en su mano y que contenía solo una camiseta, dos pantalones cortos, ropa interior, y un pug más pequeño que la palma de su mano y que había traído en secreto.
Debido al vuelo que había durado "muchas horas", para su gusto, cada parte de su cuerpo estaba hinchada y pesada y lógicamente, en ese momento, no había ningún medicamento tan eficaz como un buen estímulo en su trasero, así que la presencia del pug en su maleta estaba plenamente justificada como un artículo de primera necesidad.
Después de tomar un baño caliente y usar el pug, se despertaba por la mañana con una mejor condición anímica. Eso sin mencionar que pasaba buenas noches de sueño. Pero cada vez que utilizaba su juguete, Taehyung comenzaba a enojarse ¿Y por qué? ¿¡Qué sabía realmente de esto!? Ya le había dicho que manejaría su estrés por su cuenta después de todo ¿O no?
Fue en el momento en que estaba a punto de hablar al respecto, que de repente notó que Taehyung había dejado de caminar y se golpeó la frente contra su espalda.
—¿¡Por qué te detuviste!?
—Jungkook se frotó la frente una y otra vez como para intentar disminuir el entumecimiento. Pero, en ese momento, Taehyung de repente se volteó y envolvió sus brazos alrededor de sus hombros sin decir ni una palabra al respecto, hasta sus ojos parecieron agrandarse ante ese comportamiento tan inesperado.
—Taehyung ¿¡Cuánto tiempo sin verte, hombre!?
—Se escuchó la voz de alguien, pero estaba casi completamente oculto detrás del cuerpo del Beta. Entonces Jungkook se movió y notó que en realidad, había un grupo de personas paradas detrás de los dos y el hombre frente a ellos estaba moviendo la mano en su dirección una y otra vez.
Además, era el único del grupo que utilizaba ropa cómoda. El tipo, que parecía tener entre 30 o 40 años, vestía una camisa y pantalones de algodón muy ligeros, pero aún así se veía elegante en general. Tenía una altura adecuada, cuerpo moderadamente entrenado y una apariencia decente. Tenía esa miradita bonita que haría que la gente se enamorara de él en un segundo así que Jungkook lo miró y a las personas detrás de él con una mirada bastante perpleja.
Entonces, encontró una cara familiar entre todos y tragó saliva casi sin darse cuenta. Era Soo-Min, a quien había conocido en la mansión de Taehyung hace unas dos semanas. Ella, parada detrás del hombre a la derecha, hizo contacto visual con él y comenzó a agitar una mano tan pequeña que los demás ni siquiera se dieron cuenta. Pero ¿Quién era el hombre que estaba frente a Taehyung? Podría saberlo sin preguntar. El actual director ejecutivo de L&M Systems, y el culpable de que hubiera sido secuestrado para empezar, Song Kang. Pero era completamente diferente de lo que pensaba. Tenía una impresión sofisticada pero triste, una sonrisa confiada pero amistosa, y daba la ilusión de ser un jefe exitoso pero muy decente.
Jungkook estaba asombrado en su corazón. Tal vez, porque se había estado imaginando a Kang como un villano típico de Disney después de escuchar la explicación de Taehyung. En realidad, para ser honesto, Taehyung era más un villano típico que Kang (frío, apático y sarcástico) Y desafortunadamente, sin importar cuanto los mirara, pensaba que la belleza de Taehyung era mucho más sobresaliente que la de Kang.
Un bello, bello villano.
—¿Qué estás haciendo aquí, Kang?
Mientras Jungkook lo miraba, Taehyung había decidido interrogarlo, al mismo tiempo que colocoba su brazo sobre el hombro de Jungkook como si fuera una costumbre típica entre los dos. Fue entonces cuando esté se dio cuenta de lo mal que esto lo hacía quedar con Soo-Min. Frente a ella, mintió sin pestañear y comenzó a decir que era un pianista, pero esta vez, parecía que ambos estaban fingiendo ser amantes. Se sintió así desde que lo vio abrazarlo con tanto orgullo. Fue tan absurdo que hasta deseó comenzar a reír.
—Dicen que si quieres ver a alguien que es difícil de encontrar, tienes que salir a buscarlo.
—Entonces, por eso te atreviste a llamarme aquí.
—Si no hubiera hecho eso, realmente no me hubieras mostrado tu cara jamás.
—No para ti.
—Eso es lo que esperaba ¿Cómo te fue en tus tan esperadas vacaciones?
—Bien.
—Que novedad.
Los dos hombres mantuvieron una conversación bastante frívola. Pero, al contrario de lo que pensaba, se sintió muy íntimo. Parecieron ser un par de compañeros de escuela que no se habían visto durante mucho tiempo. Después de todo, aparentemente sus abuelos habían empezado un negocio en conjunto y, desde entonces, estuvieron trabajando en la misma empresa para la tercera generación. Era evidente que no iban a tener más remedio que conocerse en detalle. Sin embargo, además de los sentimientos internos que obviamente tenían, pareció como si se estuvieran esforzando en mantener una relación basada en un estatus social.
—Por cierto, ¿No me vas a presentar al caballero que tienes a tu lado? —Kang se volvió hacia Jungkook y lo saludo de una manera increíblemente elegante. Sus ojos marrón grisáceo lo estaban escaneando como si buscara algo importante en su cara así que, contrario a su voz, no fue una experiencia muy agradable que digamos. Más aún, porque se dio cuenta de que era un Alfa.
Entonces, una fuerza impresionante pareció comenzar a llenar el brazo de Taehyung, que estaba envuelto alrededor de su hombro, y un aura aterradora llenó todo el ambiente también.
Al parecer, había notado que Jungkook estaba increíblemente nervioso debido a él y esta era una manera muy suya de protegerlo. Mientras envolvía sus brazos alrededor de sus hombros, frotó suavemente su espalda y movió sus pulgares hacia la izquierda y hacia la derecha hasta hacer que el calor se extendiera sobre todo su cuerpo. Jungkook, sintiendo una sensación de alivio impresionante, finalmente exhaló y relajó todos sus músculos.
—Jungkook, ese de allí es Kang. Y Kang, él es Jungkook. Como puedes ver, él es mi novio.
Sin embargo, que lo presentara como su novio, sorprendió a todos a su alrededor, incluidos a Jungkook. Desde el momento en que puso su mano en su hombro había entendido sus intenciones y sin embargo, cuando escuchó la palabra "novio" que salió claramente de la boca de Taehyung, algo comenzó a sentirse muy... Extraño. Era una sensación difícil de definir y que le hacía sentir mareado desde el interior de su pecho, exhaló brevemente, capturando todas sus complejas sensaciones como si estuviera esperando guardarlas. Entonces, extendió la mano y la envolvió alrededor de la fuerte cintura de Taehyung, diciendo: —Vamos a hacerlo bien —y luego sonrió muy ampliamente. Lo hizo una vez, cuando caminaban por las calles de Daegu, así que no era algo que no pudiera hacer de nuevo.
—¿En serio? —Susurró Kang.
—No sabes lo mucho que puede cambiar la gente en unos días.
Una suave sonrisa se extendió por su rostro, que era como un papel de dibujo incoloro. Era guapo, pero rara vez mostraba sus emociones así por lo que le hizo sentir desubicado. Fue una sonrisa innecesariamente agradable y amistosa que hizo que su corazón se hundiera por alguna razón.
—¿De verdad eres su novio?
—Fue cuando Jungkook y Taehyung se miraron, como si hubieran caído en su propio mundo, que Kang preguntó esto con voz completamente sorprendida. Entonces Taehyung volteó a verlo sin dejar de sonreír.
—¿Tiene algo de malo?
—No, es solo que me sorprendió. Debo decir que no puedo creer que tú, que no sabías hacer nada más que trabajar, de repente tomes unas vacaciones y llegues a nuestro encuentro con tu novio. Es... Vaya. Hasta me siento avergonzado.
—Finalmente encontré a una persona importante para mí así que, no quiero dejarlo ir. Se siente como si tuviera que llevarlo conmigo a donde quiera que vaya, es muy preciado para mí. —Taehyung respondió con indiferencia así que Kang parpadeó y lo miró fijamente por un momento.
Fue como si estuviera viendo a un fantasma. Era como... Si no supiera como reaccionar ante un hombre que había vivido una rutina triste y apática durante casi toda su vida. Por supuesto, no fue el único que se sorprendió. Las expresiones faciales de las personas detrás de él eran bastante similares. Entre ellos, Soo-Min estaba mirándolo con la boca completamente abierta. Parecía que no podía creer lo que acababa de escuchar.
—Bueno, como han venido hasta aquí los dos juntos, opino que después del trabajo nos tomemos un descanso. Tal vez de esta manera se sienta como si tus vacaciones se hubieran prolongado.
—No necesito vacaciones.
—Dijo Taehyung, con amargura. Kang sonrió.
—El hecho de que las vacaciones se prolonguen, facilita el buen funcionamiento del personal.
—Para mejorarlo debería comenzar a tramitar mi retiro.
—De ninguna manera. El cerebro más importante de la empresa no debería decir eso ¿No es así? Mi querido Einstein. —Kang se rió, así que no sabía si lo que acababa de decir era una broma o algo en serio. Aunque eran amistosos por fuera, parecía que por lo general, no eran muy comprensibles el uno con el otro. Aun así, la cara de Taehyung permaneció sin un solo cambio.
—Por cierto, ¿No es tu novio un Omega? —De repente, Kang pareció dejar de lado el momento de bromear y preguntó sobre su casta de forma un tanto desconcertada.
—Así es. —Taehyung le dio una breve respuesta, abrazando un poco más los hombros de Jungkook para atraerlo otro poquito a él. La mirada de Kang, mirándolo fijamente, parecía estar llena de interés.
—Es realmente sorprendente. Eres un Beta... Y la primera persona que presentas como tu novio es un Omega.
—¿No dijiste que estabas enamorado de Soo-Min durante mucho tiempo? Lo digo porque ella es una Beta y tú eres un Alfa. Es básicamente lo mismo. —Los comentarios de Kang fueron similares a una provocación pero Taehyung respondió con indiferencia. Habló con calma y tranquilidad, pero había espinas afiladas en su voz que revelaban un montón de emociones desagradables. Tenían tan pocos filtros como para hacer que cada una de las personas lo notaran y sí, fue lo opuesto a Kang, quien parecía estar apuñalando su espalda en secreto.
—Es que entre Betas también hay niveles, tú entiendes. Soo-Min está haciendo un gran trabajo, como mi secretaria. Nada más mírala. —Señaló a la mujer, que había estado escuchando su conversación detrás de él, y se elevó de hombros como para demostrarle que estaba diciendo la verdad.
Soo-Min no respondió ni reaccionó, solo puso una sonrisita pequeña, como si la tuviera pintada en la cara desde el inicio, y luego se inclinó. Taehyung se encogió de hombros otra vez.
—¿Sabes qué? Estoy cansado y... Justo ahora quiero descansar.
—Te llevaré más tarde así que, quédate conmigo. Tengo algo que decirte.
—Después, voy a llevarme a Jungkook. Es evidente que no está cómodo.
Taehyung, quien rechazó la oferta de Kang, continuó caminando mientras abrazaba los hombros de Jungkook con bastante fuerza. No estaba claro si realmente estaba consciente de su presencia o solo había dicho eso porque no quería estar con Kang. Pero fuera cual fuera la razón, fue una suerte para Jungkook. Eso había evitado el arduo trabajo de tener que soportar el sentarse con un Alfa en un auto estrecho durante quien sabe cuanto tiempo.
—No, no, espera. Hey, Taehyung. Entonces, ¿Qué tal si cenamos juntos? Por supuesto, Jungkook-ssi también puede venir.
Pero mientras Kang preguntaba persistentemente, Taehyung ya estaba caminando frente al sedán para meter a Jungkook dentro. Era un silencio de negación, pero Kang fingió no saberlo y lo sujetó por la fuerza.
—No digas que no. Tengo algo que decirte sobre el día "D".
"..."
—A las 7 pm. Te voy a dar el lugar de la reserva en un mensaje de texto.
Taehyung entrecerró los ojos. —Si tú lo dices. —Pero esta vez no se negó. Fue una actitud que calmó un poco la obstinada forma de ser de Kang.
Terminó de hablar y caminó nuevamente al sedán. Cuando el chófer, que esperaba por ellos, abrió la puerta trasera, primero ayudó a Jungkook a entrar y luego se sentó justo a su lado. Kang sonrió todo este tiempo, incluso cuando se cerraron las puertas del sedán. Luego, finalmente se movió hasta que el hombre y Soo-Min, parados detrás, gradualmente se fueron haciendo más y más pequeños.
—Doctor, me la debe una vez más. —Jungkook murmuró esto mientras se inclinaba sobre el asiento como si estuviera terriblemente cansado.
No fue como si hiciera algo importante pero, después de ver la guerra de egos entre esos dos, se sintió como si fuera más de lo que podía soportar.
—Lo tendré en consideración.
—Por cierto, ni siquiera me pidas que salga contigo a cenar porque no voy a ir.
Taehyung, que estaba sentado a su lado, se rió en silencio. —Está bien que quieras descansar. Duerme... No es necesario que vayas conmigo a un lugar tan incómodo. —Se mostró sorprendentemente comprensivo.
Había mentido acerca de ser novios, así que pensó que iba a pedirle que se metiera en su papel un poco más... Sin embargo, no mencionó ni una sola palabra al respecto ni intentó convencerlo para que fuera con él. Jungkook lo miró sin comprender su actitud y suspiró de nuevo. Su perfil de costado era impresionante. Sus ojos eran muy profundos, su nariz era alta, sus labios dibujaban una bonita línea y su mandíbula era bastante prominente. Era un rostro varonil y hermoso.
—Debes haber odiado cada minuto de esto. —Jungkook habló en voz baja, inclinándose y apoyando su hombro contra la ventana.
Taehyung, que había estado sumido en sus pensamientos, finalmente volvió los ojos y lo miró.
—¿Qué odié?
"Fingir ser el novio de un hombre que no es de tu gusto. Incluso aunque ya le metiste la verga." Fue lo que quiso decirle, pero la respuesta solo permaneció en su mente y no se convirtió en palabras porque estaba consciente de la presencia del conductor sentado frente a él. Taehyung inclinó la cabeza en su dirección, con una expresión extraña mientras lo veía cerrar la boca y observar para adelante.
—¿Es algo malo lo que quieres decir?
—No, yo... ¿Por qué no me dijiste? Que era un Alfa.
—Después de un pequeño silencio, cambió de tema. Esta vez se trataba de una pregunta sobre Kang. Después de todo, era cierto que en el momento en que se dio cuenta de que él era un Alfa, estaba bastante sorprendido y fue más extraño pensar que Taehyung, su hermano Namjoon e incluso Soo-Min, que estaban enredados con él, aunque fueran Betas.
Es decir, pensó que Kang también sería uno de ellos. Pero era un Alfa y odiaba tanto a la casta Alfa que solo pensar en él lo hacía sentir enojado. Lo fue aún más cuando recordó su mirada y expresión llenas de interés tan pronto como se dio cuenta de que era un Omega.
—No tengo nada que decir sobre él.
—Pero es un tema importante para mí. Seguro lo entiendes.
Taehyung cerró la boca por un momento mientras Jungkook hablaba y luego, notó que movía la cabeza para evitar su mirada a como diera lugar. Había un camino tranquilo frente a los dos. Era una vista completamente diferente de la abarrotada Seúl.
—... Pido disculpas por no decírtelo antes. No pensé que pudiera ser un problema para ti.
—Para la otra, dame una pistola o una navaja antes de enfrentarme con él.
Mientras hacía un montón de pucheros en su dirección, Taehyung sonrió como si fuera ridículo.
—Lo que tú quieras. —De nuevo pareció ser bueno con sus respuestas. Jungkook chasqueó la lengua y apretó la mandíbula. Las calles tranquilas eran tan aburridas que pensó que podía dormirse.
—La verdad es... Que es un hombre un tanto acomplejado. —Jungkook levantó los párpados que habían estado medio cerrados al oír su voz.
—¿Cómo en que es un acomplejado?
—Porque aunque es un Alfa, y aún así no puede superar las habilidades de un simple Beta. Más específicamente, las mías.
—¿Eh?
—Mi familia y la suya están llenas de Betas. Nunca había nacido alguien Alfa u Omega hasta que nació él así que, como era lógico, su padre dijo que tenía grandes expectativas para él en el futuro y de hecho, es seguro decir que todos, no solo su familia, lo esperaban con ansias, ya que siempre se ha sabido que los Alfa superan por mil a los Beta.
No era un error lo que decía. La mayoría de los Alfas y Omegas básicamente tenían estadísticas más altas que los Betas. Física o intelectualmente siempre los superaban. Entonces, si Kang era el único Alfa nacido en ambas familias, no podía evitar llamar la atención de la gente. Pero...
—Pero no todos los Alfa y Omega son mejores que los Beta. —Jungkook resopló y dijo esto.
Después de todo, había muchos Betas en el mundo, y los Alfas y Omegas eran mucho menos en promedio que los demás, y entre los numerosos Betas, había personas con habilidades superiores a las de un Alfa o un Omega. ¿No era un ejemplo viviente el hombre que estaba sentado junto a él? Tenía un cerebro enorme, tanto que de verdad se le podía llamar genio e incluso si era un Beta, ¿Qué Alfa u Omega podía superarlo alguna vez? Jungkook podía asegurar que ni Kang o Yoongi eran capaces de superarlo.
—Entonces ¿Dices que se siente inferior porque no es más inteligente que tú? ¡Que perdedor!
Taehyung se rió en silencio de nuevo.
—Al principio parecía que ni siquiera podía estar junto a mi en el mismo cuarto de investigación y aunque siempre estuvo más cómodo con mi hermano, pues... Ya sabes. Al final era su jefe.
—Ajá, y también un Beta, para variar. Parece que vive con el estigma de ser un Alfa que estuvo siempre detrás de un Beta.
—Algo así.
—Que feo.
Si te han comparado toda tu vida, y peor aún, si naciste como un Alfa y viviste con el estigma de que eras inferior a un Beta, es posible que no tuvieras más remedio que creerlo y eso al final, significaba problemas.
Mientras pensaba en ello, de repente sonrió. De verdad le había venido a la mente el rostro de Kang, y tenía que decir que era la imagen misma de una persona de clase alta que nació rica y vivió una vida sin carencias.
Jungkook apretó su barbilla y continuó con sus pensamientos en voz alta. —En la superficie, parece un jefe rico de unos 40 años, que nació con una torta bajo el brazo y que dirige un negocio muy exitoso.
Fue cuando habló, que Taehyung elevó una ceja.
—¿40?
—¿No es así? Parecía estar entre los 30 o los 40 años. Ya sabes, por la forma en que habla y su actitud.
—No. Apenas está en sus 30. La misma edad que mi hermano cuando murió.
Esta vez, los ojos de Jungkook se agrandaron.
—Si tiene 30, significa que solo es 1 año menor que Yoongi. Oh, Dios mío. Digo, es lamentable que sea un Alfa que fue dejado de lado por un par de hermanos Beta, pero ¿Qué pasa con su cara? Ya dio el viejazo tan pronto. ¡Que horrible!
Cuando lo dijo, de pronto Taehyung bajó la cabeza y comenzó a sacudir sus hombros para arriba y para abajo. Luego, Jungkook descubrió que se estaba riendo a carcajadas como si lo que dijo fuera realmente muy divertido. Debido a esto, dejó de hablar sin darse cuenta y lo miró de lejos. Casi nunca lo veía sonreír o pasarla bien y siempre que él, que era tan contundente como una piedra, se reía, no podía evitar dejar de moverse y mirarlo como si fuera un Dios y en el momento en que sus ojos se encontraron, pronto quedaron en un sutil silencio. Era como si no pudieran respirar o tragar. Era... Igual a si se hubieran quedado atrapados en sus miradas.
Taehyung que estaba frente a Jungkook de repente ladeó levemente la cabeza en su dirección. Sus ojos bajaron a sus labios y sus dedos se movieron lentamente hacía él. En el momento en que pensó que se estaba axfixiando, sus manos rozaron las puntas del cabello de Jungkook hasta hacerlo encogerse de hombros involuntariamente y luego, ladeó la cabeza también y se acercó poquito a poquito...
—Ya estamos aquí. —Con La voz monótona del conductor, el Sedán se detuvo completamente.
—¡Ah! —Un suspiro se escapó de los labios de Taehyung y asustado por el sonido, Jungkook rápidamente se separó, dió la vuelta y salió del auto. ¡Sus ojos estaban muy hinchados! En otra oportunidad le hubiera echado la culpa al viento seco del desierto por tanto mareo, pero ahora no estaba seguro de eso.
El destino de llegada no fue un hotel, sino la residencia privada de Taehyung. La casa, ubicada lejos de la tranquila ciudad, se encontraba en las afueras de la zona y aunque no era tan grande como la de su natal Corea, ya que la sala de estar y la cocina no estaban separadas, no había una sensación abrumadora de soledad o algo por el estilo.
En la sala, había grandes ventanales que provocaban que se viera un desierto enorme de pura arena blanca. Era como un mar sin fin. El cielo del atardecer y el desierto arenoso con la luz reflejada en cada granito, eran tan hermosos que no podía apartar los ojos del paisaje. Sin embargo, el silencio, único del lugar, hizo que Jungkook respirara hondo ante aquella sequedad que le oprimía la garganta con solo mirarlo. Era asombrosamente hermoso, pero solitario.
—Se dice que vivir justo enfrente de una playa provoca depresión.
—¿Sí?
—Sí... Y supongo que quien lo dijo nunca estuvo en un desierto.
Mientras miraba el extenso desierto, Taehyung, quien de repente se acercó a él, le entregó un vaso de agua bien fría.
—Estando en un desierto, donde no hay nada, me siento más como un cactus que como un ser humano.
—Es que yo... Mirar el desierto todo el día es lo suficientemente apacible como para permitirme enfriar mi cabeza.
—¿Conseguiste una casa aquí solo para poder calmarte? —Jungkook inclinó su vaso de agua y se tragó el líquido lentamente.
—Bueno, la base aérea y el campo de prueba de misiles están por esta zona. Además, siempre pensé que los vientos de este desierto de arena blanca eran una maravilla. Es tan bonito que... Estando aquí, siento como si me volviera otra persona.
Jungkook dejó escapar un chasquido y un pequeño sonido como de afirmación y luego, volvió a mirar hacia el desierto donde el sol se estaba poniendo lentamente en la distancia.
—Tus gustos son complicados.
—¿Lo son? Pensé que tus gustos eran los difíciles de entender. —Los ojos oscuros de Taehyung brillaron por un instante y al ver eso, Jungkook sonrió, juntando las comisuras de sus labios.
—Tú conoces mis gustos mejor que nadie. Incluso aunque de repente aparentes que no es así.
Las cejas de Taehyung se estrecharon ante el tono juguetón de su voz, pero él decidió darse la vuelta y cambiar de tema. —¿No es ya... La hora de la cena? Prepárese y váyase, doctor.
—Pero, tú....
—Estoy muy, muy cansado justo ahora. Hoy tomé un avión durante muchas horas y luego un automóvil para llegar aquí, imagínate. No te preocupes, tendré una buena cena y aliviaré mi cansancio por mi cuenta.
—Y como caminó lentamente hacia la habitación, agitando las manos, Taehyung no pudo evitar abrir la boca y preguntar: —¿Trajiste ese juguete hasta aquí? —Su voz, se había engrosado aún más y se pudo escuchar a la perfección a sus espaldas.
Jungkook se dio la vuelta y dio un paso en su dirección para enfrentarlo. Aunque el Beta estaba furioso, él se estaba riendo.
—¿Qué crees tú?
—Que lo hiciste, obviamente.
—Pues si lo sabes entonces para qué preguntas, ve a tu habitación después de cenar y duerme. No me busques, porque posiblemente vas a interferir con mis planes. ¿Estamos claros?
"..."
—¿Estamos claros?
—Claros.
Jungkook, quien le dio una advertencia, hizo un gesto con la mano y rápidamente se dio la vuelta y caminó por el pasillo que conducía hasta su habitación. No es que lo estuviera persiguiendo, por supuesto, pero igual pareció como si su ritmo se hubiese incrementado gradualmente con el único fin de no topárselo.
—¡Adiós, doctor! —Antes de entrar a la habitación, se despidió deliberadamente de él, en voz alta. Además, justo antes de cerrar la puerta, se escuchó un leve sonido a través de la rendija y una especie de maldición. Pero en realidad, apenas si pudo entenderle.
Era bastante tarde cuando Jungkook sacó su juguete de huevo rosa con función de satisfacción en solo tres pasos. Tan pronto como entró a la habitación, simplemente se dedicó a organizar su equipaje (Lo que en realidad era simplemente voltear su bolso y colocar la ropa en todas partes), luego abrió la computadora portátil que Taehyung le había obsequiado y pasó mucho tiempo buscando videos en YouTube.
Había pasado bastante desde que él se había ido, así que pensó que estaría bien dirigirse a la cocina para pasar el rato. Quería averiguar si había algo en el frigorífico, pero estaba vacío, y en su lugar pareció dejarle una comida bastante elaborada en la mesa. Debió haber estado muy ocupado en prepararse para salir, así que no sabía cuándo o cómo había organizado algo como esto, sonrió y se sentó a comer.
Después de la cena, se duchó y llamó a Jimin y como tenía "noche libre", la videollamada se prolongó durante mucho más tiempo de lo necesario. Primero saludó a Jimin y luego escuchó a Ji-Woon quejarse de que lo extrañaba y preguntarle una y otra vez, si volvería pronto.
No lo había visto en dos semanas, pero ya había crecido un montón. Cuando le dijo, con una expresión lúgubre, que quería verlo y que necesitaba que llegara rapidísimo para contarle un cuento, le surgió la urgencia de tirar todo al carajo y volver de inmediato. Por supuesto, lo aguantó.
—Oye, mira esto. —Jimin puso a Im-Sol frente a la cámara para dejar que se pusiera a balbucear. ¡Fue sorprendente para él que los bebés crecieran tan rápido en tan poco tiempo! Después de animar a la niña, quien estaba luchando en tratar de darse la vuelta por si misma, continuó la conversación y las pequeñas risas y preguntas con Jimin.
Fue un momento relajante y feliz. Habló con su familia, dejando de lado cualquier prueba de misiles o planes para piratear y mientras hablaban cara a cara, pensó en que quería... Hacer algo más. Fue extraño. Nunca había querido ver a sus abuelos o a sus padres así que ¿Por qué quería tanto ver a Jimin, Ji-Woon e Im-Sol? ¿Por qué tenía tantas ganas de llorar? Sin darse cuenta, incluso las lágrimas brotaron de las comisuras de sus ojos.
—Jungkook, seguro te has esforzado mucho. —Jimin le ofreció un suave consuelo.
No importaba lo que pasara, siempre lo trataba con sinceridad y muchísimo amor y lo mismo estaba pasando hoy. La voz amistosa de Jimin hizo que sintiera un poco de dolor y, no sabía por qué, pero hasta empezó a sentirse un poco fastidiado.
—Dime si es difícil. Puedo ir a recogerte ahora mismo, no hay ningún problema. Estoy preocupado por ti.
—No. Estoy realmente bien. No hay nada por lo que debas preocuparte ¿De acuerdo? Come bien, duerme bien y descansa mucho. Cuida a Ji-Woon y a Im-Sol. —Jungkook habló, presionando el rabillo de sus ojos con el dorso de su mano.
No era gran cosa, pero se estaba poniendo muy emocional por nada. Podía ser porque se había quedado solo en una mansión vacía en medio de un desierto desolado porque, aunque no quería ir a la cena con Kang... Sí quería cenar con Taehyung. Era inevitable que se sintiera triste después de que se fuera para dejarlo solo.
Deseó que estuviera a su lado.
Deseó que se hubiera quedado con él.
Incluso si se ponían extraños al encontrarse cara a cara, incluso si tenían una discusión, incluso si permanecían en el mismo espacio por un corto período de tiempo y luego se iban cada uno a su habitación, le pareció mil veces mejor que estar sin él.
Lo mismo le sucedió en Daegu. Cuando Taehyung salió a cenar con Soo-Min y se quedó solo en esa espaciosa mansión, se sintió tan amargado como lo estaba justo ahora. En realidad, podía decir que cada vez que él no estaba, lo invadía un sentimiento de agotamiento y soledad, horriblemente aterrador.
—Es solo que, no... Él... No hay nadie junto a mi y me siento, muy solo. —Jungkook murmuró esto sin darse cuenta.
¿Alguna vez se había sentido tan abandonado, solo porque alguien con quien estaba se marchara? Se preguntó sobre esto, pero no hubo ningún recuerdo que le viniera a la mente. Al darse cuenta de eso, de que era el primero y el único, estaba tan desconcertado que se tapó la boca con la palma de la mano.
—Dios ¿Y si estoy ena...?
—¡Ya cuelga! ¿Por qué estás alargando tanto la llamada?
—De la nada, la voz enojada de Yoongi le perforó los oídos.
Cuando volvió los ojos hacia arriba, notó a su primo parado detrás de Jimin y mirándolo de una manera bastante ridícula. No sabía desde cuando lo había estado escuchando.
—Ay, mira como llora.
—¡Bastardo infeliz, no me molestes ahora!
—¿Con esa boquita besas a mis hijos? Si maldices frente a mi bebé, ya no te voy a dejar entrar a la casa... A menos que me dejes sacarte la lengua.
—¿Ya te la sacaste tú?
—Sí, para chupar el pene de mi esposo ¿Quieres ver?
—¡Deja de decir cochinadas y cállate de una puta vez! No llamé para ver tu horrible cara de animal ¿Verdad? —De repente, su voz se le elevó.
Siempre era así cuando hablaba con Yoongi. Desde que era un niño y hasta el momento en que el Alfa cumplió los 31, peleaban y gritaban hasta un punto en que parecía ridículo. Quizá lo harían hasta que se convirtieran en ancianos canosos y Jimin estaba seguro de que se burlarían el uno del otro cuando estuvieran agonizando en un hospital.
—Entonces no me llames. Voy a cortar.
—¡Oye, bastardo!
—No te escucho, ¡No te escucho! —Yoongi interrumpió de repente y colgó el teléfono, haciendo que Jungkook se quedara mirando la pantalla, que ya estaba apagada, durante mucho, mucho tiempo. Por supuesto, no pudo soportar las maldiciones cuando se dispararon rápidamente de su boca. No importaba que fuera su primo, estaba convencido de que tenía una personalidad de verdad asquerosa. No lo soportaba. ¿¡Cómo demonios lo hacía Jimin!?
—Si no fuera por Jimin, ¿¡Quién viviría contigo, maldita perra del diablo!?
—Jungkook le gritó al teléfono, pero el aparato estaba en silencio... Y eso lo molestó todavía más.
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