Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Accidente no planeado

La prueba del misil comenzó sin problemas.  

No hubo errores de velocidad, dirección ni nada. El misil se disparó perfectamente según lo programado y voló rápidamente sobre la arena blanca del desierto.

Una encantadora sonrisa flotó en los rostros de los oficiales que miraban la prueba y sin embargo, justo antes de aterrizar en el objetivo, el misil cambió repentinamente de dirección y se fue para la derecha. No fue un gran error, pero era evidente que no era normal. No pudo darle bien y cayó solo para provocar una explosión que pareció terrible.

El escuadrón contuvo la respiración ante el resultado tan inesperado y, por consiguiente, pareció como si nadie fuera capaz de abrir la boca otra vez. Los involucrados en la investigación y desarrollo estaban en blanco, como si esto no pudiera ser así, como si no pudieran creerlo y como si estuvieran buscando culpables.

Incluso Soo-Min. Por fortuna, Kang mantuvo su expresión de costumbre y actuó como si todo estuviera controlado. Era un hombre increíblemente bueno en el manejo de sus expresiones faciales y de todas maneras, Taehyung pudo reconocer fácilmente que estaba furioso.

¿Por qué? Porque estaba tirando de su mandíbula y tenía una vena abultada en su cabeza que pareció estar a punto de explotar. Incluso Soo-Min, que estaba a unos centímetros, miró al hombre y se puso inquieta.

Todos los que estaban cerca de él intercambiaron conversaciones en voz baja.

Algunas personas les ordenaron averiguar qué pasó, otras les pidieron que primero escribieran un informe y había gente que deseaba traer al jefe del equipo de I.D y tener una reunión de inmediato con el fin de castigarlo. El murmullo se hizo más fuerte a medida que pasaba el tiempo. Taehyung era el único que estaba en silencio y para ser honesto, tampoco era como si estuviera del todo agitado. Más bien, intentaba que el mareo se le pasara incluso aunque el objeto de su malestar fuera muy diferente al todos ellos.

Estaba preocupado por Jungkook.

Sosteniendo su teléfono con fuerza entre la mano, miró el programa que se había desviado y luego trató de escuchar algo de lo que estaban diciendo los jefes. Nadie había encontrado signos de piratería así que pensaban que el programa tenía solamente una falla.

Taehyung se rió amargamente por dentro, endureció a la fuerza los labios que estaban a punto de extender una sonrisa y luego suspiró cuando pensó en Jungkook por segunda vez. Le había dicho que se marchara y que no se preocupara y luego le hizo prometer volver a la prueba para que pudiera seguir con el trabajo. Habían jurado que se verían otra vez y que entonces hablarían.

"Tick"

En ese momento, su teléfono vibró como si tuvieran una sincronización casi perfecta.

Finalmente sacudió sus pensamientos y exhaló con muchísima fuerza. Tomó el teléfono que había estado sujetando entre los dedos y luego comprobó el mensaje para poderlo responder.

Sin embargo, parecía que había logrado congelarse en su lugar. Era igual a si ni siquiera estuviera parpadeando o respirando...

El hombre leyó cada letra una por una y comenzó a sentir un frío terrible.

El sonido de sus molares, encajando juntos, resonó aterradoramente. Las yemas de sus dedos se pusieron blancas por lo fuerte que sostenía el teléfono y luego miles de emociones y pensamientos se precipitaron y subieron como un maremoto por su pecho.

Era una sensación desconocida. Algo que nunca antes había experimentado.

Un cálido aliento se escapó de su boca.

Gotas de sudor se escurrían por su sien, goteando desde la punta de su barbilla y dejando un pequeño rastro por todo el largo de su cuello.

Jungkook se apoyó profundamente en la silla e intentó abrir los ojos. Todo estaba fuera de foco. Sin embargo, las luces rojas parpadeantes, las que pertenecían a las bombas que habían instalado por toda la habitación, eran visibles incluso desde la distancia. Un gemido salió de su pecho en el momento en que pensó en lo jodido que era que su celo comenzara tan inesperadamente.

Antes de empezar a trabajar, el calor se propagó tanto que casi había logrado estropearlo todo. Estaba nervioso, las yemas de sus dedos sobre el teclado todavía estaban temblando así que agarró su mano, que estaba actuando como una extremidad inútil, y se forzó a si mismo a continuar tanto como le fuera posible.

Por supuesto, no tenía cabeza para nada y era difícil escribir los códigos correctamente. ¡Ni siquiera sabía cómo demonios había terminado hackeando en este estado!

Si no hubiera practicado lo suficiente para mover las manos con los ojos cerrados durante las últimas semanas, esto habría sido un completo fracaso.

Dejó caer la cabeza en el respaldo de la silla y gimió levemente una segunda vez. Su forma y condición física eran un desastre, pero podía decir que al menos se alegraba de que el trabajo que Taehyung quería ya estuviera tachado de la lista de asuntos pendientes. Incluso hasta se sintió aliviado ante la imagen mental de la enorme cara de decepción del estúpido de Kang.

Sin embargo, el alivio no duró más de unos segundos. Las luces rojas de las bombas que se desdibujaban frente a sus ojos habían cambiado de velocidad así que fue suficiente para crearle una sensación de tensión.

Ese era el plan ¿Verdad? Que después del trabajo saliera de aquí.

Agarró el teléfono celular, se puso de pie y luego... Se cayó. Aparentemente su condición física había entrado en un punto de "no retorno" y por ello, una sonrisa impresionante se escapó de entre sus labios cuando descubrió que había metido la pata bien hasta el fondo. ¡De verdad que era tonto! No le tomó importancia porque se estaba concentrando en hacer que su trabajo fuera exitoso, pero ahora las feromonas ya estaban llenando todo el lugar. Si este camión no hubiera estado al lado de las ruinas de un desierto que no tenía gente, si hubiese estado en medio del centro por ejemplo, los Alfas ya estarían golpeando la puerta como si fueran unos putos zombies buscando cerebros.

¡Que aterrador!

Solo de imaginarlo, la piel se le puso de gallina en todo el cuerpo. Tragó saliva, se frotó el brazo con la palma de la mano y suspiró una última vez. Tenía que huir de allí ahora mismo, pero sus piernas no se estaban moviendo para nada. Además ¿Después de salir para dónde se iba? ¿Qué debería hacer después? No podía responder a ninguna de estas preguntas sabiamente.

Los hombres de Taehyung habían prometido venir a buscarlo después del trabajo y eran Betas, no Alfas. Eso solucionaba un punto pero no podía ser suficiente como para hacerlo estar completamente tranquilo. Además, la feromona de un Omega dominante si podía llegar a tener efecto sobre un Beta y si el calor del celo se volvía más intenso, era posible que ni siquiera pudiera controlarse a si mismo.

Era muy probable que quisiera sexo. Es decir, no iba a importarle quién fuera la otra persona y solo iba a apresurarse a satisfacer sus necesidades más bajas sin pensar en las consecuencias.

Suspiró y sacudió la cabeza. Sería terrible volverse una bestia y cegarse de inmediato por la lujuria. Odiaría hacerlo y seguramente preferiría morir. Pero en un lugar como este, era imposible enfrentar el instinto.

Luchó por levantarse, preocupado por el sonido palpitante que tenía en la cabeza. Se tambaleó hacia la puerta trasera de la camioneta, agarró su teléfono con fuerza, y luego, comenzó a gatear hasta la entrada.

Tomó la manija e intentó abrir la cerradura.

Un sonido chirriante indicó que el bloqueo interno se había liberado pero... No podía salir.

Miró el mango de la puerta con los ojos muy abiertos.

Cada vez que giraba el mango, hacía un fuerte chirrido, pero eso era todo. La puerta ni siquiera se estaba moviendo, lanzó todo su cuerpo y trató de pegarle al metal pero, fue en vano

—Ay no. Ah, ah ¡¿Hay alguien ahí afuera?!

Jadeó, tomó una bocanada de aire que le llegó a la barbilla y gritó. Pero no pudo escuchar ningún sonido aparte del que él mismo estaba haciendo, su rostro, empapado de sudor frío, se puso pálido en un instante.

¡La puta puerta estaba cerrada desde el exterior!

Definitivamente estaba cerrada.

No había forma de salir de este lugar por su cuenta a menos que alguien la abriera para él y cuando se dio cuenta de la realidad a la que se enfrentaba, la cabeza le dolió de nuevo y cayó de rodillas.

¿Qué sucedió? ¿Cerraron la puerta a propósito?  ¿Quién? ¿Los sirvientes de Taehyung? ¿Taehyung? No ¿¡Qué estaba pensando!?

Él no pudo ser, así que seguramente había sido obra de ellos. ¿Los había contratado Kang? ¿Fue él mismo? Innumerables preguntas cayeron como una lluvia sobre su cabeza pero, lógicamente, ninguna respuesta.

Sus ojos estaban borrosos. Estaba en celo y con un asunto inesperado entre las manos así que ni siquiera tenía un plan. Solo... Se frotó las yemas de los dedos, luego se arrastró por el suelo y se dirigió al centro de la camioneta. Extendió la mano y tomó una de esas bombas que parpadeaban en rojo. Quería ver si podía detenerlo. Sin embargo, la bomba generada mecánicamente no era algo que pudiera manipular. Si lo tocaba de una forma equivocada, podía hacerlo explotar en un segundo así que al darse cuenta de eso, su espalda se puso más rígida.

Buscando en las bombas, todo lo que pudo encontrar fue un número parpadeante.

12:47.

Era la cuenta regresiva hasta la explosión. El número 12 no indicaba el tiempo como por ejemplo "las 12 en punto" por lo que significaba que solo quedaban 12 minutos antes de que muriera.

—Ah, genial.

Se dejó caer y retrocedió lentamente. Sonrió de nuevo. Debido al celo, estaba tan loco que pareció comenzar a reírse de su desgracia en lugar de ponerse a llorar.

Tal vez era bueno, no lo sabía. Pronto, como una bestia en celo, sus ojos se volverían diferentes, no sabría exactamente qué hacer, y atacaría a todos como la vez del yate pero multiplicado por mil. Sería mejor para él morir aquí que arrastrarse así afuera. Aún así, no podía creer que hoy terminaría su vida... Ni siquiera pudo despedirse del hermoso Ji-Woon o de la linda Im-Sol, del mejor hombre del mundo, Jimin, del abuelo que siempre lo cuido, o del maldito hijo de puta de Yoongi.

No pudo despedirse de Taehyung.

Miles de pensamientos aparecieron en su mente mareada y luego desaparecieron una y otra vez.

El teléfono celular, que había estado tirado en el suelo, se enganchó en la punta de sus dedos y luego,  lo miró fijamente y respiró bastante hondo.

¿Qué estaba pensando? No quería contactar a su familia. En este estado, no quería dejar ningún saludo estúpido.

Agarró el celular y abrió la aplicación de mensajes de texto. Solo tenía un contacto almacenado y sin embargo, cuando trató de escribir, descubrió que sus dedos tampoco se movían. Ni siquiera podía recordar qué era lo que deseaba decir así que se sentó allí por un momento, como un idiota. Luego negó con la cabeza y pensó que no tenía tiempo para esto.

Las yemas de sus dedos temblaban mientras golpeaba la pantalla y, justo después de escribir y borrar repetidamente ya que las letras se escribieron de manera incorrecta varias veces, al final pudo presionar el botón de enviar. Al mismo tiempo, el celular cayó y dejó de escucharse ruido. Tal vez era el último día de su vida y ahora estaba arrepentido. Hubiera sido mejor llamarlo pero si escuchara su voz, no iba a poder controlar las tonterías que iba a decir.

Jungkook abrazó sus piernas. ¡Quería sexo aunque se iba a morir! ¡Era estúpido! Estalló en una carcajada porque ser un Omega era tan, tan patético.

¡Patetico!

Luego pensó ¿No dolería un poco menos cuando explotara la bomba ahora que estaba en celo? Eran pensamientos estúpidos pero no podía evitarlos. Era absurdo que muriera mientras jadeaba por estar caliente. ¿No era esta la muerte perfecta para un pervertido como su primo? Sonrió ante el pensamiento y luego dijo: "Maldita sea". E intentó borrar a la fuerza a Yoongi de su cabeza para que no fuera él, el último en quien pensara antes de partir.

Se derrumbó por segunda vez.

Luego, gimió ante la repentina oleada de calor y terminó por retorcer todo su cuerpo. Curiosamente, el calor se había propagado con mayor intensidad al momento de pensar en Taehyung y comenzó a sentir que se quemaba desde los pies a la maldita cabeza y a medida que su piel se volvió más sensible, incluso el toque de su ropa, empapada de sudor, le estaba provocando una sensación de picazón completamente extraña.

Los alrededores seguían silenciosos como si anunciaran su muerte.

Miró lentamente a través de la camioneta y luego, cerró los párpados y desde el teléfono celular que cayó junto a Jungkook, quien ya estaba inconsciente, apareció una señal de que la otra parte había revisado el texto.

El mensaje que había enviado a Taehyung, la única persona cuyo contacto tenía almacenado en su teléfono celular, fue simple:

<La puerta del camión está cerrada y no puedo salir.>

<… Adiós.>

Una gran tormenta de arena había estado soplando desde el costado del automóvil, que se movía por la carretera a una velocidad completamente exagerada. Las palmas de sus manos, que sostenían el volante, estaban empapadas de sudor y este no solo goteaba de esa parte, sino también de sus sienes y del lado posterior de su garganta.

Un minuto.

Dos minutos.

Cinco.

Entonces el automóvil finalmente se detuvo con un fuerte repique.

El sonido de un neumático raspó y luego Taehyung miró su reloj para ver cuánto tiempo había pasado desde entonces. Si no fuera por la manía que tenía de manejar solamente su Mustang del 69, no habría llegado tan rápido a este lugar desde la Base de la Fuerza Aérea. Ese era un hecho.

Saltó del auto.

El tiempo que tenían hasta que la bomba estallara era de aproximadamente 20 minutos. O sea, 20 minutos exactos después de que finalizara el programa de misiles y eso solo significaba que esa maldita cosa estaba a punto de hacer explosión desde dentro para desaparecer hasta las más pequeñas pruebas de sus planes.

Sería perfecto, por supuesto, si tan solo Jungkook no siguiera allí.

Cuando revisó el mensaje de texto, hubo un momento en que se sintió como si su cerebro quedara destrozado y de repente, se encontró corriendo imprudentemente en dirección al estacionamiento. Varias personas, los que lo vieron corriendo como un demente, se sobresaltaron y gritaron su nombre junto con otras preguntas sobre su salud o si había pasado algo malo. Pero él no escuchó un solo sonido.

Kang tal vez había sospechado de esto y podría haber enviado a alguien para que lo siguiera justo ahora ¡Pero le daba completamente igual el puto hombre! Solo la última palabra de Jungkook estaba flotando en su cabeza una vez y otra vez y una más como si le gustara atormentarlo.

<Adiós>

Fue una despedida corta. Sin embargo, esa simple y ordinaria palabrita permaneció en su mente sin borrarse.  Incluso mientras estaba conduciendo por la carretera con el acelerador hasta el fondo e incluso ahora mientras apuntaba a la cerradura del camión con una pistola que había sacado del cinturón.

"Tang, tang, tang."

El sonido fue tan fuerte que sacudió el desierto. Era peligroso y estúpido pero disparó a la cerradura hasta que el cargador estuvo vacío. Se desviaron algunas balas y luego la chapa se soltó después de que lo golpeara una última vez con el mango.

Dejando la pistola en su bolsillo interior, Taehyung agarró con fuerza la pesada puerta del camión y comenzó a empujarla.

Solo quedaban tres minutos.

Había conducido a la velocidad más rápida que pudo. Llegó justo antes de que algo pasara, pero ese no era todo el problema: Si no sacaba a Jungkook dentro de tres minutos todos se iban a morir. Bueno, al menos ellos dos y la zona se convertiría en un caos de polvo y sangre.

Tuvo ese pensamiento tan terrible, se mordió los labios, sacudió la cabeza y tiró de la puerta con fuerza una segunda vez. Sin embargo, tan pronto como la puerta se abrió...

—¿Jungkook?

Fue entonces cuando se dio cuenta de que algo andaba terriblemente mal.

Incluso aunque estuviera atrapado en un camión, habría escuchado los fuertes disparos y la pesada puerta abriéndose.  Aún así, no dijo nada. Es decir, no hubo sonido, no salió corriendo cuando se abrió la puerta o lo insultó o lo golpeó y en cambio, solo parecía esperarlo un fuerte olor a feromona de Omega.

Taehyung miró dentro y luego, entró.

El olor era tan fuerte que hasta parecía que se podía ver. Olía amargo y dulce. Ya sabía que el aroma de la feromona de Jungkook volvía loca a la gente y aunque el que llenaba el interior del camión era definitivamente el aroma de sus feromonas, era bastante diferente de lo que él llegó a conocer la primera vez. No era tan dulce, y era pegajoso pero no hasta volverse asqueroso.

Levantó el brazo y se tapó la nariz. Se decía que ningún Alfa podía controlarse ante un Omega dominante así que incluso un Beta como él pareció volverse estúpido en pocos segundos.

Desesperado, miró alrededor de la habitación que estaba llena de equipos informáticos. Afortunadamente, el camión no era tan grande, por lo que encontró a Jungkook tirado entre el escritorio de la computadora y la caja que tenía las bombas. Pero su apariencia también era completamente diferente de lo que había esperado: Su rostro, que estaba medio cubierto por sus pequeños pelitos, estaba teñido de rojo por el calor y un aliento pesado y continuó que salía de entre sus labios al compás de un acelerado movimiento de su pecho. Por si fuera poco, su camiseta estaba empapada en sudor y se había bajado los pantalones y la ropa interior por debajo del muslo.

"..."

Las huellas en sus boxers eran evidentes. Estaba todo mojado entre su entrepierna, en sus muslos y en el piso en el que estaba acostado. Parecía tener la cara para arriba, acurrucado, y cada vez que movía un poco la cabeza, se escuchaba claramente un chillido y uno que otro gemido ahogado. Ni siquiera lo reconoció. No, ni siquiera parecía darse cuenta de que alguien estaba parado frente a él.

Era como un animal al que solo le quedaba instinto y lujuria, sin razón alguna. Debió ser por su ciclo de celo. Era de esperarse, desde el momento en que notó que el camión se había llenado de feromonas, pero igual estaba sorprendido.

¿Alguna vez había tratado con alguien en celo? Era tan diferente que ni siquiera podía imaginar que se vería así.

Hace tres años, cuando comenzó su celo en el crucero, simplemente lo apuntó con su arma y comenzó a decir que necesitaba un consolador. No fue muy diferente de como era habitualmente.

Pero, ahora...

Por un momento, ni siquiera pudo parpadear. No lograba recobrar el sentido al ver a Jungkook, (que era tan sensacional como para que alguna pornografía pudiera compararse) allí frente a él y tan desprotegido. Casi hasta se olvidó de que el tiempo se estaba acabando.

Se culpó a si mismo por ser tan débil y rápidamente se quitó la chaqueta y cubrió el cuerpo desnudo de Jungkook, luego salió de la camioneta con él, envuelto en su ropa, y tan pronto como estuvieron en la calle, cerró la puerta del camión, comprobó que la cerradura estuviera bien puesta y corrió hacia su coche. Miró la hora y notó que era justo antes de la explosión.

Un minuto, probablemente.

Perdió el tiempo por la apariencia de Jungkook. Si se hubiera acercado un poco más, si lo hubiera olido un poco más, no habría podido salir de allí y mientras pensaba en eso, en como casi los mataba, un escalofrío pareció recorrerle la espalda.

Si hubiera sido un Alfa en lugar de un Beta, ¿Habría logrado escapar de allí? No. El olor estimulante y la apariencia de Jungkook le habrían hecho olvidarse por completo de la explosión. Nunca había tenido envidia de las personas como Kang pero, en este momento, más aún ahora que podía salvarlo, se sintió afortunado de ser justo quien era.

Ese fue el momento en que...

¡Bang, bang, bang!

Hubo una explosión en sucesión detrás de su espalda. El camión se sacudió como si estuviera a punto de explotar y pudo sentir las vibraciones por todo su cuerpo. Taehyung abrazó a Jungkook con fuerza y luego lo empujó al asiento del pasajero como para protegerlo.

El camión todavía no iba a explotar, aunque ya lo estaban haciendo las cosas que estaban dentro. Es decir, podía estar seguro de esto porque ya había completado la prueba de explosión previa a todo este asunto pero, aún así, no podía evitar estar nervioso porque siempre había una situación de "uno en cada cien" que podía suceder. Las bombas podrían solo desestabilizarse una tras otra justo en frente de ellos.

El movimiento de pisar el acelerador fue tan violento como cuando llegó aquí y luego, un aliento áspero escapó de los labios de Taehyung. Le costaba tanto respirar que incluso su corazón latió con fuerza. Estaba impaciente ante la idea de salir de allí lo antes posible y además, Jungkook, acostado en el asiento del pasajero, lo miraba como si lo estuviera tentando a jugar.

Taehyung se aflojó la parte delantera de la camisa. Jungkook estaba emitiendo un calor vertiginoso, feromonas, gotas de sudor, y todo esto se estaba mezclando hasta volverse en una niebla completamente aterradora. ¡Incluso su ingle parecía estar a punto de estallar! Fue difícil de soportar incluso después de inhalar muy lentamente. Su garganta estaba quemando y su lengua estaba seca.

De alguna manera agarró el volante con ambas manos... Pero no estaba seguro de cuánto tiempo podría aguantar incluso si iba hasta el límite de velocidad. Hasta Jungkook, incapaz de entender sus sensaciones, parecía no poder soportarlo por otro segundo más.

Retorció su cuerpo, frotó su entrepierna con ambas manos y comenzó a hablar.

—Ah, ah... Por favor. —Su voz era completamente diferente a la habitual. Por supuesto, también era algo que normalmente no hubiera imaginado.

Los huesos comenzaron a exponerse en el dorso de la mano de Taehyung debido a la manera tan violenta en la que estaba tomando el volante.

—Espera, solo un momento... —Taehyung ni siquiera volvió la cabeza. Solo miró al frente y respondió con bastante frialdad.

Deliberadamente había decidido no prestarle atención porque sabía bien que si lo miraba, aunque fuera solo una vez, sería él quien no lo soportaría más y terminaría perdiendo la cabeza.

Al igual que Orfeo, que sabía que mirando hacia atrás, echaría de menos a Eurídice, obstinadamente miró a la carretera y condujo el coche en línea recta.

Por supuesto, no tenía intención de convertirse en Orfeo. Ahora no. No cometería el error de entregarse a sus impulsos. Decidido, se mordió los labios una segunda vez y volvió a sostenerse del volante. Sus ojos se estaban nublando con el aroma porque ni siquiera había abierto la ventana. La intención era evitar que su olor se filtrara porque por supuesto que no quería que nadie más tomara la feromona de Jungkook en su boca. Además, si hubiera un Alfa cerca...

No quería ni imaginar lo que sucedería entonces.

No abrió las ventanas ni detuvo su automóvil. La única forma que conocía para escapar de daño era agarrar el volante lo más fuerte posible y correr hacia la casa mientras se aferraba al último pedacito cuerdo de su mente.

El sedán de lujo corrió como un auto de carreras. Fue lo mismo que cuando se desplazó por las afueras del desierto para encontrar a Jungkook en su mansión la vez que Kang fue a hablar con él. Al final, el auto se detuvo con un ruido áspero sobre el jardín de la mansión y los guardaespaldas, que miraban a Taehyung salir en mal estado, parecieron tan sorprendidos que ni siquiera se acercaron para brindar su ayuda.

El hombre tenía la camisa empapada de sudor y llena de arrugas. Incluso en la parte más baja. Su cabello estaba muy desordenado y sus ojos parecían a punto de salirse de su cara y era extraño que Taehyung, que era famoso por mantener su expresión de póquer, tuviera el ceño fruncido y la boca toda abierta.

Entonces dio una orden simple:

—Salgan.

Taehyung ordenó que nadie entrara a la mansión hasta que los llamara, abrió la puerta del pasajero solo después de que todos los guardaespaldas desaparecieron de su vista. Jungkook estaba agachado, medio acostado. Luego le acomodó su chaqueta, lo cargó entre sus brazos y entró con él hasta su habitación.

El pobre hombre estaba tan borracho por el celo que parecía como si aún no lo reconociera. Todo lo que hizo fue jadear como un animal y torcer su cuerpo, rogando que algo sucediera mientras movía los dedos en la dirección de Taehyung como para agarrarse de él. Al menos estaba seguro de que en su propia mansión, podría esconderlo completamente por el tiempo que fuera necesario.

—Jungkook. —Taehyung se inclinó, lo miró y dijo su nombre. Pero aun así, sacudió la cabeza como si no pudiera oírlo.

—Abre tus ojos. —Le habló de nuevo en voz más baja, le palmeó las mejillas y luego le pellizcó los labios en un intento por tratar de despertarlo.

—Abre los ojos y mírame. ¿Quién soy?

—Yo... Yo no...

Finalmente, sus pupilas, un tanto desenfocadas, recorrieron.el rostro de Taehyung de arriba para abajo.

—Si lo sabes, inténtalo

—Taehyung… Ugh, Taehyung... Ayúdame...

—¿Que quieres que haga para ayudarte? —Preguntó, acariciando la frente de Jungkook con la punta de sus dedos, sintiendo el calor que desprendía de su piel y acomodando un poco esos pequeños cabellos que le picaban los párpados.

—Dime.

Pero, aunque estaba hablando con una voz tranquila, la mirada que analizaba cada expresión del Omega era infinitamente aterradora.

—Quiero que lo pongas en mi. —Respondió esto sin vergüenza, bajando las cejas, gimiendo y mostrando la manera tan encantadora en la que se ponía rojo alrededor de los ojos, las mejillas y la nuca. Estaba completamente envuelto en su ciclo de celo así que era obsceno dondequiera que se le mirara.

Taehyung se subió lentamente sobre él, dejando las rodillas sobre la cama y el esbelto torso de ese Omega entre sus muslos. —Seguro quieres pedirme prestado el pene de nuevo. —Al contrario de sus ojos, que tenían la forma de una bestia frente a su presa, su tono de voz era completamente suave.
—Pero ahora vas a tener que decir por favor.

Jungkook parpadeó como si no entendiera lo que quería decirle con esto. Pero en lugar de responder, levantó la mano, se desabrochó el pantalón y comenzó a bajarse el boxer hasta revelar su propio pene, que se le había vuelto tan duro como para que incluso las venas ya fueran visibles desde la distancia.
Estaba así desde que iba en el coche. Desde antes, posiblemente. En el momento en que se mareó por el olor de Jungkook, hasta ahora. Como si lo único que supiera hacer fuera crecer y ponerse duro como piedra.

Entonces, se escuchó el pequeño gemidito de Jungkook. Su rostro se puso muchísimo más rojo que al inicio y se mordió los labios hasta mancharlos con su sangre.

La mirada, que estaba dirigida al pene de Taehyung era terriblemente explícita así que levantó la punta de sus labios y se rió.

—Fue hace tres años. Quiero decir, lo tomaste prestado a la fuerza ¿Sabes?

Jungkook, que continuaba mirando los genitales de Taehyung, de repente distorsionó la expresión como si estuviera a punto de echarse a llorar. Igual a si recién apenas pareciera entender lo que estaba diciendo. Luego, se dio la vuelta y se arrastró hasta el borde de la cama para huir de él incluso aunque era evidente que no podía mover las extremidades correctamente debido al calor del celo.

Taehyung tuvo que empujarlo hacia abajo. Tomó la sábana, con sus manos temblorosas y sudadas, y la apartó para que no pudiera utilizarla para cubrirse el cuerpo. Luego agarró suavemente su cabello con una mano y dejó que sollozara el tiempo que se le viniera en gana.

—¿Qué haces...? ¿Estás tratando de atormentarme? ¿Vas a vengarte de lo que pasó entonces?

—Oye, no soy tan malo como crees... —Había un leve timbre de risa en la voz de Taehyung, como si estuviera bromeando.

—Es agotador creer algo ahora, siento que me voy a morir...

—Lo sé.

—Me siento horrible. —Jungkook rompió a llorar. Taehyung sonrió y acarició su mejilla un par de veces con el dorso de sus dedos. Como el movimiento que haría un padre para apaciguarlo.

—Pero ¿Qué crees? Voy a prestarte mi pene ahora en lugar de darte un consolador. Te prometí que ya no lo haría nunca y romper con mi promesa se siente un poco como pecado...

—Ah, mierda... No seas así.

—Pero, ahora me necesitas mucho ¿No es cierto? —Se inclinó, y presionó ahora los labios contra el lóbulo de la oreja de Jungkook y por supuesto, solo eso había logrado hacer que se sobresaltara, temblara y se aferrara a su pecho justo como lo haría un gatito hambriento.

—Ah, espera...

—Dímelo. Dime que me necesitas.

Quería escuchar esto desde hace un tiempo, así que lo obligó a decirlo incluso si ya era evidente que había perdido la cabeza. Después de todo, no importaba cuán borracho estuviera por el calor de su celo, no tenía intención alguna de aprovecharse de él a menos que fuera él mismo, quien se aferrara a sus deseos. Quería que la palabra "Tómame" saliera de su boca primero porque al menos así tendría una excusa para justificarse por estar tan loco por él...

Tan terriblemente cautivado.

—¿Entonces...? Si te digo que te necesito... —La ansiedad apareció ahora en el rostro de Jungkook. Era evidente que estaba muy nervioso por lo que pudiera contestarle y hasta parecía que por un segundo había olvidado que simplemente estaba bajo el efecto del ciclo de celo. —¿Qué vas a hacer?

—Te mantendré en este lugar hasta la semana entrante. Te penetrare una y otra vez hasta llenar tu agujero con mi verga tanto como lo quieres, pero de la manera que yo lo necesito.

La mano, que había decidido agarrar el cabello de Jungkook, comenzó a apretarse tanto que pronto parecía que podía arrancárselo de un golpe si le viniera en gana. Jungkook no se dió cuenta.

—Entonces, habla... —Taehyung dio la orden en voz baja, separando los muslos de Jungkook, utilizando sus rodillas para correr por las suyas y frotándole la ingle con unos dedos que parecían creados para hacerlo estallar.

—Vamos...

Pero Jungkook no pudo responder de inmediato. Taehyung volvió a frotarse la verga descaradamente e insistió.

—Vamos.

—Yo a ti...

Entonces, por fin habló.

—Yo...

—Vas bien. Pero tienes que responder de una manera que me permita entender exactamente lo que quieres.

—Taehyung... Te deseo. Pero, solamente un po...
—Entonces la respuesta de Jungkook pareció quedar inconclusa porque Taehyung decidió tragarse sus labios, sin hacer nada más, sin decirle otra palabra.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro