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3

El sonido retumbó sobre el porche de la entrada y la mujer que los veía jugar sonreía enternecida, amando la forma en la que su cachorro y el pequeño futuro líder jugaban a atraparse en el pequeño porche mientras reían y se gruñian entre sí de forma divertida. Suspiró con anhelo, le hubiera encantado tener algo así de fuerte desde su nacimiento, como la Diosa Luna mandaba, pero su camino se desvió solo un poco. Supone que es por una buena razón.

- ¡A comer cachorros! - grita desde dentro y se escuchan unos pequeños aullidos antes de que todo quede en silencio por unos segundos. - ¡Vengan a recargar energías para transformarse y salir a jugar! - canturrea y parece convencer a los pequeños lobos porque en menos de unos segundos se están sentando en las sillas frente a ella.

- Gracias mami, se ve delicioso. - su hijo, un futuro omega supone, habla de forma dulce y le regala una sonrisa con algunos dientes faltantes.

- Y huele delicioso también, señora Styles. - él pequeño niño de cabello castaño y cómplice de su cachorro en sus travesuras dice, también le regala una dulce sonrisa con dientes faltantes. - Usted siempre hace que la sopa tenga un sabor muy rico, incluso más que la de mi mami, pero no se lo diga. - él pequeño dice y niega con sus ojos expandidos en terror por comer una insignificante traición. Sonríe de forma dulce para ambos niños y toma sus mentones entre sus manos y los levanta para mirarlos a los ojos.

- Tu secreto está a salvo con nosotros, Louis. - sonríe de forma suave y su cachorro le sonríe con sus suaves hoyuelos, Louis asiente y desvía su brillosa mirada a su niño rizado. - Ahora coman antes de que todo se enfríe, más tarde debo irme a la ciudad y ustedes pueden quedarse en la guardería con la tía de Harry.

- ¡Sí! - ambos celebran con sonrisas y brazos levantados, la omega mayor sonríe con ternura y melancolía, extrañará tanto esto.

Los niños corren fuera de la cabaña a transformarse, corretean por todo el lugar mientras se muerden las colas y dan pequeños gruñido retadores, está tan agradecida de que su hijo tendrá un futuro asegurado con su alfa, alguien que lo proteja cuando ella ya no esté y lo abrace constantemente porque Harry siempre ha sido un cachorro mimoso que necesita de atención y muchos mimos.

La tarde pasa más rápido de lo que debería y lleva a los niños a la guardería donde Brenfild los cuidará hasta nuevo aviso, esta vez el abrazo a su cachorro se prolonga unos segundos más y lo marca con su aroma de forma casi desesperada, quisiera tanto llevarse a Harry con ella, pero le prometió a Rick que no le quitaría su otra cosa más preciada en este mundo. Se obliga a no llorar mientras los saluda desde la entrada con puertas cristalizadas, el saber que Harry tendrá a su pequeño futuro alfa y muchas otras personas para apoyarlo en esto la deja más tranquila.

Harry ríe dentro de la guardería y suspira sobre su colchoneta, no deberían venir a la guardería porque ya pasaron el límite de edad, pero su madre siempre lo trae de todas formas porque Brenfild los trata bonito y se entretienen un poco jugando con los más chicos, sobre todo a Louis le encanta jugar con los bebés ya que tiene hermanas menores. Harry amaría tener hermanas o hermanos menores, más tarde se lo pedirá a su mamá, sonríe con contemplación al ver su colchoneta junto a la de Louis y se acuestan a tomar una pequeña siesta.

- Hazzy - una suave voz se escucha a lo lejos. - Hazzy, Hazzy, despierta...- Louis está a su costado con su pelo revuelto, ya parece ser tarde porque son los únicos en la sala de dulces sueños. - Mi papá está preocupado, dice que tu mamá se ha ido...- él niega con sus bonitos ojitos azules cristalizados.

- Sí, tonto, ella dijo que iría a la ciudad y luego vendría por nosotros. - lo golpea, algo adormecido y refriega uno de sus ojitos.

- No, Hazzy...- Louis niega con verdadera preocupación en su rostro y lo mira apenado. - Escuché a los adultos hablar y dicen que la vieron entrar a la frontera enemiga. - él hace una mueca de disgusto y el pequeño Harry se sienta de forma abrupta.

- ¡Pero eso está prohibido, Lou! - el pequeño cachorro niega en desesperación y se deja ser abrazado por el ojiazul de forma suave y lenta. - Mami nunca me dejaría...ella no...-niega con lágrimas en sus ojos y Louis solloza en su cuello.

-Ven cachorro, despídete de Louis, debemos ir a casa y hablar...- su padre dice desde la entrada de la habitación y Harry siente por primera vez en su vida como su pecho se oprime en desesperación y agonía.

- Todo va a estar bien, Hazzy, yo te cuidaré. - Louis dice a su lado y deja un suave beso en su frente antes de que Harry se marche con su padre entre medio de lágrimas y confusión. - Adiós, Hazzy, adiós, señor Styles.

[...]

-¿Enserio piensas que esa escoria será tu destinado? - Jackson Millers se ríe frente a él y lo empuja por su hombro. - Eres un idiota, mi padre dice que es una pequeña zorra como su madre y huirá al igual que ella.- él repite esas mismas palabras que Louis ha estado cansado de escuchar estos últimos años.

- ¡Cállate imbécil! - gruñe apretando sus puños, sintiendo una picazón molesta en su pecho. - ¡No haces más que repetir lo que dice el ebrio de tu padre! - escupe la cara del niño y se arrepiente al instante porque pronto es perseguido.

Corre entre los árboles del bosque y se escabulle entre las cabañas de la manada, su pecho se agita y sus piernas se sienten desgarrar, para ser un niño de doce años su cuerpo se está quejando demasiado hoy. Dos lobos mayores a él lo persiguen por detrás y se odia a sí mismo por buscar pelea con Jackson Millers y Matthew Donald, dos alfas mayores a él por un año que ya se presentaron antes de sus doce años al igual que todos los demás.

Es una vergüenza que Louis aún no lo haya hecho porque se supone que es puro, fue besado por la luz de la Diosa Luna y es el maldito futuro líder de esta manada que no para de decirle que debe distanciarse de su precioso Harry antes de que lo lastime y lo deje en vergüenza. Resopló con fastidio al recordar lo último y pega un grito ahogado cuando algo jala de sus piernas.

- ¡Míralo! - Matthew lo levanta desde el suelo y se esconden detrás de un gran árbol para ver al rizado en el porche de su casa frente a un alfa que parece ser dos años mayor que él. - ¡Apenas se presentó hace unas semanas y ya está llamando la atención de todos! - él dice con asco en su oído y Louis siente una presión desde su pecho que baja como una burbuja de amargura hasta su estómago.

-Créeme, Louis, Harry no es más que un grano en el culo, es igual a su madre, cometerá traición en cuanto pueda y sé que no le importará dejarte a ti en el camino. - Millers dice con nada más que asco y furia en su tono y esa idea comienza a clavarse en su cabeza.

¿Harry realmente algún día lo amará de la misma forma que él lo hace? ¿Realmente algún día lo abandonará a él y a toda su manada? ¿Él también se quedará solo y vacío al igual que el padre de Harry?

Esas dudas llenaron su cabeza al igual que muchas otras a la simple edad de doce y no lo dejan respirar en paz hasta el día de hoy.

[...]

- ¡Un infiltrado! - Harry escucha detrás suyo, seguido de un silbido y pasos apresurados a él, rueda sus ojos con cariño y deja caer su mochila al suelo. - ¡Tenemos al omega escurridizo aquí! - el alfa castaño dice cuando lo rodea con sus brazos y Harry ríe cuando es medio levantado del suelo, sosteniéndose de los hombros del contrario.

- ¡Bájame Steve! - se queja y resopla cuando es rodeado por otros brazos suaves y cariñosos, esta vez el dulce olor a omega lo hace sonreír más en grande. - ¡No aplastes mis pulmones Zaynie!

- Dejaré de abrazarte así de fuerte cuando te mudes con nosotros o tal vez incluso nunca. - Zayn ronronea escondido en su espalda y Harry abraza los brazos que están apretando su pecho con una gran sonrisa. Adora venir a la manada de su madre.

Escaparse no es necesariamente fácil, pero es algo divertido y arriesgado, sobre todo vale la pena si del otro lado de la frontera Tomlinson se encuentra una manada donde siempre es bien recibido sin importar qué y que siempre lo hace sentirse seguro, cálido, aceptado y amado. La manada Holland es en definitiva mucho mejor que su propia manada.

Venir aquí siempre es bueno, pero detesta que sus visitas siempre tengan que ser por períodos muy cortos, normalmente varían entre las doce y veinticuatro horas y Harry detesta eso. Así que esta vez se quedará todo un fin de semana entero, arreglaron con su padre que lo reportaría enfermo hoy en la escuela y el domingo por la noche, entre medio de las ramas de los pinos y la fría lluvia debía volver a escabullirse para volver a la que se supone es su manada.

- ¿No se supone que ustedes dos deben estar durmiendo? - se queja entre risas cuando el omega azabache se separa de él y le hace algunas cosquillas en el proceso, Harrington y Malik se encogen de hombros con sonrisas cómplices.

- La omega nos avisó que vendrías y queríamos sorprenderte. - Steve dice y lo abraza por los hombros mientras toma su mochila del suelo y se la cuelga en su hombro. - Y además, queríamos informarte que mañana irás por primera vez a la ciudad. - él lo empuja con su cadera de forma juguetona, su aroma a pino con feromonas de felicidad provocan una gran emoción en Harry y su omega que se siente a salvo aquí.

- ¿Lo dices en serio? - pregunta con emoción, su sonrisa crece y sus hoyuelos hacen presencia. Zayn ríe a su lado y asiente eufórico al igual que Harrington. - No lo puedo creer, de verdad gracias...yo...

- No tienes nada que agradecer, tu madre nos ha contado lo mucho que quieres conocerla y te lo mereces Harry. - Zayn niega y se une a su costado, abrazándolo por la cintura, rodeándolo de su dulce y suave aroma a rosas. - Llevaremos a los niños a conocerla por primera vez y Liam también irá con nosotros.

- ¿Por qué Liam no está aquí? - pregunta con una gran sonrisa, adora a ese alfa grandullón y adorable que siempre que encuentra la oportunidad para abrazarlo o bromear con él la toma.

- Está cuidando de sus sobrinos, hoy había asamblea y casi todos los adultos asistieron. - Zayn explica, pateando una pequeña piedrita mientras los tres caminan hacia la casa de su madre que está en el centro de la manada, como normalmente debe estarlo en todas. - Debe estar por terminar, hay que apresurarse para sorprender a tu madre porque ella pensó que llegarías más tarde.

Harry asiente y rompe el pequeño abrazo, apresurando un poco el paso, adora esto. Malik y Harrington saben que no puede transformarse en lobo desde hace años y jamás se burlaron o lo juzgaron, en situaciones como éstas jamás se transforman o lo hacen a un lado, siempre lo acompañan y esperan por él. Mayormente se preocupan porque no pueda transformarse, incluso quisieron llevarlo a una manada vecina con quien están aliados para que conozca a una bruja que pueda guiarlo en el camino a la Luna, pero Harry se negó.

No quiere que las demás manadas sepan que rompe el código de su propia manada, lo delaten y luego lo expulsen de su propia manada porque aunque odie la manada Tomlinson y el trato que recibe, no podría jamás separarse completamente de su padre y sacarle todo lo que ha amado con su vida, esa culpa jamás lo dejaría dormir o descansar en paz.

El alfa y el omega toman un té con él mientras esperan a su madre y le ruegan para que se cambie a una ropa seca y más cálida porque temen que enferme, Harry les hace caso entre quejas y sube al cuarto que siempre utiliza cuando suele quedarse aquí, se cambia rápidamente y baja en el momento exacto en el que Malik y Harrington están inclinando levemente su cabeza en señal de respeto a su madre y a Holland. Sonríe desde la escalera y les regala una leve inclinación antes de correr a abrazar a su madre quien lo recibe encantada con lágrimas de felicidad en sus inigualables ojos verdosos, iguales a los suyos.

- Mi pequeño cachorro, estás aquí. - su madre arrulla y lo llena de besos por todo el rostro. - Estoy tan encantada de que estés aquí, todos lo estamos. Siempre. - ella sonríe y lo envuelve en un abrazo cálido y maternal.

Lo llena de sus feromonas y ronronea desde su pecho, calmando a su omega y haciéndolo sentirse completamente a salvo, su madre siempre le devuelve esta pequeña tranquilidad por unos segundos amados. Suspira en el pecho de su madre y la envuelve en sus brazos, llenándose de su aroma maternal y olor a canela. Holland, el alfa alto y esbelto de cabello castaño y algo rizado en algunas partes, soba su espalda con su gran mano en una forma de calmarlo y hacerle saber que está aquí para cuidarlo. Harry adora al alfa de su madre y a toda su manada.

- Los extrañé tanto, pero podremos pasar estos días divirtiéndonos. - dice entre medio de una sonrisa, aguantando sus patéticas lágrimas y su madre hace un sonido de afirmación.

- Claro que sí mi pequeño cachorrito, mañana te irás a conocer la ciudad como tanto deseabas y estoy tan feliz por ello. - la omega mayor habla y prácticamente todos en el lugar asienten con sonrisas. - Siéntense todos por favor, les haré algo de tomar y nos pondremos al día.

Ella lo suelta y deja un suave beso en su frente antes de poner a calentar la tetera, todo aquí se siente cálido y seguro y el sentimiento abruma tanto a Harry a veces que lo hace sentirse extraño, su omega se maravilla y se marea a veces, sintiéndose algo confuso. Porque como un omega debería estar acostumbrado a este sentimiento y mucho más en su propia manada, rodeado de personas que conoce desde toda su vida, pero no es así y eso es extraño.

Su madre se sienta luego de un rato y deja una tabla con distintas bebidas en la mesas, con las preferidas de todos, conociendo bien a cada integrante de la manada. Harry admira eso de su madre, en general admira muchas cosas de la omega, pero el ver como hace que todos a su alrededor se sientan cómodos y amados no parece algo sencillo de hacer aunque su madre siempre lo hace ver muy natural. Hablan un rato, sobre nada importante en realidad, le preguntan cómo le ha ido últimamente y viceversa hasta que luego de un pequeño silencio su madre cruza miradas con Holland y aclara su garganta.

- Hoy tuvimos una pequeña reunión en la asamblea...- Ella comienza y sus amigos se miran confusos entre ellos porque la omega se ve particularmente feliz y nerviosa.

- Sí, de hecho Malik y Harrington me lo comentaron, ¿ha sucedido algo malo?- pregunta, realmente interesado porque no parece haber problemas aquí y eso es otra cosa más que Harry ama de esta manada.

- No, cachorro, todo está bien, de hecho...- ella juega con su taza y se remueve un poco en su lugar - Hablamos acerca de ti...- su madre le sonríe de forma cálida y emocionada y Harry se siente confundido.

- ¿De mí? ¿He hecho algo malo? ¿Hay algún problema con que yo...?- frunce su ceño, preocupado porque odiaría ser odiado por esta maravillosa manada. Su madre niega rápidamente y toma su mano por sobre la mesa antes de que continúe indagando.

- No, Harry, en realidad nos unimos para hablar acerca de tu estadía, las personas en la manada se siente cómodas a tu alrededor y siempre se preocupan por ti y nos preguntábamos si...- su madre sonríe y le da un pequeño apretón en las manos, todos permanecen en silencio y con miradas de ilusión, pero Harry se siente absolutamente confundido. - ¿Te gustaría unirte a nuestra manada? ¿Ser parte de la manada Holland? - ella sonríe con este particular brillo de felicidad en sus ojos y Harry siente que podría desmayarse aquí mismo.

- Yo...- niega entre una sonrisa, se siente agradecido, pero algo en su pecho le dice que no es lo correcto. - No lo sé mamá, papá... papá se sentiría muy solo y todos en la manada Tomlinson lo odiarían y no quisiera...- niega, el solo pensamiento lo abruma. Su padre no se merece pagar por sus decisiones.

- No te preocupes por eso cariño, podríamos construir una cabaña en la manada y tu y tu padre siempre serán bienvenidos aquí. Podrías terminar tus estudios aquí e ir a visitar la ciudad cuando tu quieras...- ella aclara con una sonrisa de esperanza en su rostro y todos en la mesa sonríen, mirándolo con nada más que esperanza e ilusión en sus rostro.

- ¡Sí, Hazzy, todos estarían encantados de ayudar a hacer la cabaña para ti y tu padre, estoy seguro de ello! - Zayn habla con emoción a su lado y lo toma de su brazo de forma cálida. - Además nos tendrás a nosotros, a Liam, a los niños de la guardería que siempre preguntan por tí y...

- Es que no lo sé, esto es demasiado y yo no lo sé...- niega confundido, no tendría a Niall aquí. Su madre suspira y rompe la pequeña tensión de desilusión.

- Está bien, cachorrito, no tienes porqué decidir ahora mismo. Es algo que podemos hablarlo con el tiempo y con tu padre. - la omega le regala una sonrisa y mira a todos alrededor. - Creo que ya es hora de irnos a dormir chicos, mañana temprano por la mañana deben llevar a los niños a la ciudad y quiero que estén bien descansados.

- Claro que sí, señora Holland. - Harrington dice con un asentamiento. - Zayn y yo ya nos vamos, que tengan todos muy buenas noches. - él se levanta del asiento y el omega copia su acción.

Harry se deja ser abrazado y besado por sus amigos y repite la acción cuando su madre y Holland lo hacen antes de irse a dormir. Las dudas la invaden por unos segundos, pero la lluvia sobre el techo y los grillos cantando en la noche junto al cansancio le ganan y cede al sueño.

[...]

- ¡Díganle a mi madre que no volveré a casa! - un niño grita detrás suyo en el asiento del autobús y Harry ríe junto a su hermanastro Holland, el futuro líder de esta manada. Tom es un alfa particularmente tímido, dulce y muy agradable.

- ¡Niños, Niños! - Harrington dice con un altavoz, - ¡Siéntense en sus asientos o nos volvemos a la manada! - Hay un pequeño coro de quejas luego de eso y Steve rueda sus ojos con cariño. - ¡Y por cierto, bienvenidos a la gran ciudad!

Todos los niños gritan de alegría y Harry se une a ellos mientras eleva los brazos en el aire al igual que algunos cachorros. La ciudad no es en lo absoluto lo que imaginó, todo es algo, sólido, gris, colorido y gigante. Hay edificios por doquier y tiendas de ropa, comida, cualquier tipo de cosa cada dos metros o incluso cada dos centímetros. Sus ojos duelen de ver tantas cosas de forma fugaz y sabe que su cabeza dolerá más tarde por todo el ruido que hay.

Hay demasiado tráfico y cantidades de vehículos, la gente parece brotar de todas partes en las calles y los aromas están por todos lados, lo hacen sentirse algo descompuso y mareado no pudiendo concentrarse en uno solo en varios a la vez. Sucede lo mismo con los colores, edificios y sonidos. Durante todo el recorrido su sonrisa parece expandirse más y más e intenta imaginarse una vida aquí, un futuro aquí siendo un omega libre y viviendo su vida sin apuros o presiones sociales de una comunidad muy pequeña.

Visitan algunos monumentos importantes, recorren algunos lugares turísticos de la ciudad y comen en un lugar de comida rápida que está llena de aromas, sonidos y cosas demasiado chillantes a la vista. Ayuda en cada momento a cuidar de los niños, a que permanezcan en su lugar y a entretenerlos para que no se escapen o se pierdan. Sonríe con ternura ante la ocurrencia de los pequeños cachorros de entre cinco, seis y siete. Algunos cachorros hacen esta visita por segunda o tercera vez para que puedan acostumbrarse cada vez más y más a la vida ajetreada de la ciudad.

- ¿Cómo vas con la propuesta? - Liam pregunta y lo empuja desde su costado apenas. - Zayn me contó y mis padres también, nos encantaría tenerte con nosotros todos los días, Hazzie.

Harry sonríe, viendo a los peces nadando a través del cristal, están en un acuario porque a algunos cachorros les hacía ilusión conocer a las tortugas marinas y argumentaron que les serviría para sus trabajos escolares junto a estas bonitas y compradoras caritas de cachorritos a las que nadie pudo decirles que no.

- No lo sé, se me hace extraño dejar un lugar en el que viví toda mi vida...- se encoge de hombros y sonríe al ver algunos peces escondiéndose entre las algas.

- Pero es una manada en la que te sientes rechazado, tu lobo no te permite transformarte por ello y tal vez sea por algo más, los de la manada Tomlinson nunca supieron apreciarte, Harry... - Liam dice con una mueca en su rostro y su ceño fruncido en señal de enojo al mencionar lo último.

- No me siento realmente seguro ahora, tal vez primero deba hablarlo con papá aunque es una gran opción venir a la manada con ustedes porque...- se corta cuando gira a mirar al alfa a su lado que de un segundo a otro se puso tenso y el aroma alertó a su omega. - ¿Liam...?

- ¿No que estabas enfermo, Styles? - Esa voz, Harry podría reconocerla en cualquier sitio, incluso aunque la haya escuchado muy pocas veces estos últimos años. - Eres igual a tu madre. - el alfa dice con un murmullo bajo de gruñido.

- Yo...- niega, girandose completamente para mirar al alfa ojiazul que permanece estático en su lugar, con sus puños apretados a cada lado de su cuerpo y emanando un aroma intenso que lo hace agitarse y marearse. - Esto no es... no me dejaste otra opción, ustedes solo...

- ¿Solo qué omega? - él pregunta con un tono duro y demandante, no es alto, pero lo incomoda completamente. - No quiero volver a ver tu sucia cara en mi manada. - Louis dice con nada más que veneno en su voz y comienza a acercarse con cada paso decisivo. - Estás desterrado, omega.

Su pecho se agita y niega, su omega chilla en su pecho y permanece en un ovillo, temblando apenas y ocultando todo su rostro con su cola, sintiéndose atrapado, avergonzado. El líder Tomlinson aparece detrás de Louis y lo toma por su hombro, tirando de su hijo que parece estar respirando de forma irregular mientras clava dagas en su pecho con su mirada azulada y fría.

- Louis, no digas absolutamente nada, esto lo debemos hablar. - Tomlinson tira del alfa sin ningún logro aparente y Harry no se atreve a moverse de donde está, a centímetros del rostro del alfa castaño, rodeado de cachorros asustados y de sus amigos que intentan protegerlo y calmarlo a él.

- Líder Tomlinson, - su hermanastro habla entre la gente, emanando sus feromonas para calmar a los cachorro y a él. Pero parece que cada segundo irrita más a Louis y Harry comienza a sentirse como un pequeño ciervo atrapado, sin salida, destinado a morir. - Por favor, mi manada es mi prioridad, no quiero a nadie lastimado por la irresponsabilidad de su hijo mayor. - Tom habla con autoridad e inclina apenas su cabeza en señal de respeto y luego la levanta, emanando esta sensación de poder que cualquier líder debería de tener.

- Ya nos retiramos, Holland, no es necesario que se preocupen yo...- Tomlinson dice entre medio de un tono de preocupación y tira de su hijo con fuerza, haciéndolo gruñir y provocando que los cachorros chillen ante el sonido. - ¡Niñas, busquen a su madre! - Harry recién lo nota, las hermanas de Louis están detrás del alfa mayor, lucen asustadas y asienten apenas.

- ¡No te quiero en mi manada! ¡Eres una maldita zorra! ¡Una maldita vergüenza para nuestra manada! - Louis prácticamente ladra al gritar entre gruñidos y Harry se siente achicarse con cada palabra. Su omega no para de llorar en su pecho.

- No voy a permitir que hables de esa forma frente a los cachorros. - dice con autoridad, levantando su rostro y obligándose a no doblegarse al alfa puro. -Los de seguridad ya vienen, será mejor que te retires antes de que te saquen a la fuerza, maldito alfa. - gruñe apenas mientras ve como Tomlinson prácticamente arrastra al alfa castaño que lo mira como si fuera una maldita presa.

[...]

- ¡Lo odio! - gruñe golpeando la silla con su pie. Su madre suspira de forma preocupada desde la punta de la mesa. - ¡Puso a todos los cachorros en peligro! ¡Parecía que me mataría en cualquier maldito momento! - se queja tirando de sus rizos, su omega aún permanece en silencio y asustado en su pecho, sin presentar ningún buen signo.

- A ti también te puso en peligro, Harry. - la omega mayor habla desde su lugar con nada más que preocupación en su tono y en todo su rostro. - No permitiré que vuelvas a esa manada.

- De todas formas fui desterrado por ese infeliz. - gruñe frustrado, pensando en qué le dirá a su padre y cómo se tomará todo esto. - ¡Hasta el líder Tomlinson estaba espantado! ¡No puedo creer que ese será el maldito futuro líder de esa pobre manada! - su cabeza da vueltas y su pecho ha tenido está horrible presión desde que Louis salió de su vista. De solo pensar en lo que les espera a los cachorros de esa manada se siente angustiado y horrible. - ¡Es ridícula la razón por la que se odian!

- ¡Harry! - su madre exclama con enojo. - Harry... déjame contarte la verdadera razón de nuestro conflicto...

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